Modernismo (literatura en español)

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Rubén Darío, considerado el mayor exponente del movimiento, de enorme repercusión en toda la Literatura en español.

En la literatura en lengua española, el término modernismo denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1920, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica.

Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del art nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale (en Italia), y Modernismo artístico (en España e Hispanoamérica).

Tradicionalmente, se ha asociado su comienzo a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en la literatura de Hispanoamérica.[cita requerida]

El término modernismo designaba cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa, y se aplicó en el campo de las artes a tendencias surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y un esfuerzo de renovación. En su origen el apodo de «modernistas» era utilizado con un matiz despectivo. Hacia 1890, Rubén Darío y otros asumen tal designación con insolente orgullo; a partir de entonces el término modernismo fue perdiendo valor peyorativo.

Características

El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:

  • La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1888 y 1910.
  • La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.

Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.

El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: del primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. El Modernismo también subsume, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelita.

Las principales características del modernismo son:

  • El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
  • Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
  • Alternancia entre el tono melancólico y la vitalidad.
  • La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
  • Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
  • Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
  • El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea.
  • La adaptación de la métrica castellana a la latina. Rubén Darío renueva la métrica con versos de nueve, doce o catorce sílabas, que ya parecían olvidados.
  • El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.

Temas

La temática modernista revela, por una parte, un anhelo de recreación de armonía frente a un mundo inarmónico, y así un ansia de plenitud y perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en la crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quien se presenta como guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos. Los temas tratados son muy variados, pero estos son algunos de los más recurrentes:

  • La desazón típica del romanticismo: el hastío de la vida y una profunda tristeza, junto a la melancolía y la angustia.
  • Búsqueda de la soledad y rechazo de una sociedad.
  • El escapismo, evasión de la realidad del tiempo y del espacio.
  • El amor y el erotismo, con cierta idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta con diferencias respecto al ideal romántico. Hay un contraste entre el profundo y delicado amor y un intenso erotismo.
  • El cosmopolitismo muestra el anhelo de distinto y aristocrático. Los modernistas demostraban mucha devoción por París.
  • Los temas americanos, en especial los temas indígenas, muchas veces con una defensa del indígena.
  • Lo hispano como antecedente histórico valioso que otorga una armonía frente al mundo inarmónico.
  • Usa un lenguaje culto

Principales autores modernistas

El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América. Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han quedado reducidos al ámbito nacional. Un aspecto común fueron los viajes que hicieron, bien por trabajo (muchos fueron diplomáticos), bien por ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores. Rubén Darío es, sin lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que entablaron relaciones con escritores españoles.

Algunos autores que participaron de una estética semejante y publicaron en la primera mitad de la década de 1880, como José Martí, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Enrique Gómez Carrillo, Manuel González Prada, Amado Nervo, José Asunción Silva, Guillermo Valencia, Enrique González Martínez y el español Salvador Rueda fueron considerados precursores del modernismo. La crítica actual los considera autores plenamente modernistas.

Escritores argentinos

Leopoldo Lugones

Leopoldo Lugones en 1922 (Caras y Caretas).

Lugones (Córdoba, 1874-Buenos Aires, 1938) fue poeta, ensayista, político y periodista. De pequeño se mudó con su familia a Ojo de Agua, en Santiago del Estero, y más tarde estudió el bachillerato en Córdoba. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires y viajó a Europa. Se suicidó, quizá por su inestabilidad psicológica. Fue fuertemente influido por el simbolismo en Las montañas del oro (1897), y en Crepúsculo del jardín (1905).

Enrique Larreta

Larreta (Buenos Aires, 1875-1961) perteneció a una familia adinerada y contrajo matrimonio con una mujer de familia aristocrática. Estudió Derecho y trabajó como embajador. Vivió en Biarritz y en Ávila. Era un gran admirador de Unamuno y del Siglo de Oro. Fue miembro de la Real Academia Española y de la Academia Argentina de la Historia. Su primera publicación fue Artemis (1896), pero su obra más importante es La Gloria de don Ramiro (1908).

Antonino Lamberti

Escritores bolivianos

Ricardo Jaimes Freyre

Jaimes Freyre (Tacna, 1868-1933) fue un escritor y diplomático boliviano-argentino. Era hijo de Lucas Jaimes y Carolina Freyre, escritores. Fue amigo de Rubén Darío, con quien fundó la Revista de América en 1899 en Buenos Aires, donde conoció a Lugones. Trabajó en una larga lista de instituciones. Fue profesor de psicología, literatura perceptiva y lógica y fue miembro de la Academia Argentina de Letras. En 1921 fue nombrado ministro de Instrucción Pública, de Agricultura y de Guerra en Bolivia. Trabajó como embajador en varios países. Su poesía es preciosista y muy meditada, entre sus obras es importante Leyes de la versificación castellana (1907).

Escritores chilenos

Carlos Pezoa Véliz

Pezoa Véliz (Santiago de Chile, 1879-Ídem, 1908) es considerado, junto a Pedro Prado, el escritor chileno más importante de la primera mitad del siglo XX. Fue adoptado cuando era pequeño y dejó los estudios en 1898 para enrolarse en la Guardia Nacional. Colaboró con varios diarios, como La voz del pueblo, La comedia humana y Luz y sombra. Siguió la corriente de otros compatriotas de alejarse del modernismo hacia una poesía más regionalista. Obtuvo su reconocimiento poético en el Ateneo de Santiago. Su obra se mantuvo inédita hasta después de su muerte.

Escritores colombianos

José Asunción Silva

José Asunción Silva.

Silva (Bogotá, 1865-Bogotá, 1896) realizó su educación de forma autodidacta desde que abandonó los estudios en 1878. Viajó a París y vivió en Londres y en Suiza. Se suicidó tras el fracaso del negocio familiar y las consiguientes deudas. La muerte de su hermana y de su abuelo y la pérdida de gran parte de su obra en un naufragio. Su obra poética conocida es, por tanto, escasa, aunque se destaca por su innovación y por su gran contenido modernista. Lo más recordado de su obra son los Nocturnos.

Guillermo Valencia Castillo

Valencia Castillo (Popayán, 1873-Popayán, 1943), fue un poeta, diplomático y político con una gran trayectoria, quien llegó a ser en dos ocasiones candidato a Presidente de la República de Colombia y a ocupar una banca de senador. Hijo de una familia de origen español, se empezó a interesar por la poesía en un colegio de sacerdotes franceses. Viajó a París, donde conoció a Darío. Se convirtió en uno de los más importantes modernistas al publicar Ritos (1899). Años después, su hijo Guillermo León Valencia fue Presidente de Colombia entre 1962 y 1966.

Escritores costarricenses

Rafael Ángel Troyo

Rafael Ángel Troyo (Cartago, 1870-1910) fue poeta, novelista, cuentista y músico. Se le considera el introductor del modernismo en Costa Rica, en una época donde la literatura nacional estaba influenciada por la tradición nacionalista. De cómoda posición económica, viajó por Europa y Estados Unidos viviendo una vida bohemia, para luego establecerse en su natal Cartago, donde compartió con otros artistas como Darío y José Santos Chocano. Poeta romántico de poesía lírica y prosa poética, entre sus obras están Corazón joven (1904) y Poemas del alma (1906). Se le considera una de las figuras más excelsas de la cultura costarricense.

Lisímaco Chavarría

Chavarría (San Ramón, 1878-1913), fue poeta y escritor. De orígenes humildes y escasa formación académica, en su corta vida logró posicionarse como uno de los poetas más importantes de la literatura costarricense, representante del modernismo en Costa Rica pero desarrollador de un estilo propio, que lo llevó a considerársele un renovador de la poesía lírica nacional. Publicó seis poemarios: Orquídeas (1904), Nómadas (1904), Desde Los Andes (1907), Añoranzas líricas: poema vívido (1907), Manojo de guarias (1913, póstumo) y Palabras de la momia (1919, póstumo).

Escritores cubanos

José Martí.

José Martí

Martí (La Habana, 1853-Campamento de Dos Ríos (Cuba), 1895) fue un político, pensador, periodista, filósofo, poeta y masón muerto durante la Guerra de Independencia cubana. En su juventud, luego de estar en prisión, estuvo tres años en España peninsular en carácter de desterrado, donde estudió Derecho, Filosofía, Letras y música. En 1881 se establece en Nueva York, donde planifica la independencia de Cuba, colaborando como periodista en The Hour y The Sun. Ha ejercido una notable influencia en el sentimiento de identidad del pueblo cubano. Fue precursor del Modernismo.

Julián del Casal

Casal (La Habana, 1863-Ídem, 1893) ya en el Real Colegio de Belén se dedicó a escribir en un periódico que él mismo había fundado: El estudiante. En 1881 comenzó a trabajar en el Ministerio de Hacienda y también a estudiar Derecho, pero dejó esos estudios por la literatura. Su puesto en el Ministerio lo dejaría más tarde para trabajar como corrector y periodista. Quiso viajar a París, pero nunca estuvo allí, aunque sí visitó Madrid, donde conoció a Salvador Rueda. Su primer libro fue Hojas al viento (1890).

Escritores dominicanos

Manuel de Jesús Galván

Galván (1834-1910) fue un novelista, político, periodista y diplomático. Su obra más importante es Enriquillo (1879), una novela histórica que trata la conquista de América por los españoles desde el punto de vista de un joven indígena, basada en el alzamiento del cacique Enriquillo.

Escritores ecuatorianos

El Modernismo en Ecuador fue representado por un grupo de cuatro poetas, a los cuales se los denominó La Generación Decapitada, debido a la forma en la que murieron; tres de ellos, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro, por suicidio y el cuarto, Medardo Ángel Silva, en situación extraña de la cual se han formado una serie de hipótesis. El término Generación Decapitada fue dado por el ensayista y periodista Raúl Andrade en su libro El perfil de la quimera.

El modernismo en Ecuador fue tardío respecto al modernismo del resto de la región, debido a que el país se encontraba en una guerra civil, durante el auge modernista sudamericano, los poetas modernistas en Ecuador, tuvieron la influencia de Rubén Darío, y de poetas simbolistas franceses como Baudelaire, Víctor Hugo, Samain, Rimbaud y Verlaine, gracias a los cual fundieron los elementos del romanticismo y simbolismo francés, con los elementos de melancolía y desazón típicas del modernismo

La poesía modernista ecuatoriana se la caracteriza, por la elegancia en las frases líricas, la destreza para enlazar «los recursos formales más antiguos de la poesía castellana con los acentuadamente modernos»[1]​ y revolucionarios, la abulia y hastío prematuro de todo, junto con el aire bohemio y abatido que envolvía estos versos

La abulia y el sentimiento altamente antisocial, trascendía más allá de la poesía. Los cuatro miembros de la generación decapitada, compartían más, entre ellos, que la simple afinidad por la poesía, ya que todos mantuvieron una vida bohemia e inestable, con excesos en drogas, desdichados amoríos, además de la apatía a la notoriedad literaria, y sus trágicas muertes.

Ernesto Noboa y Caamaño

Ernesto Noboa y Caamaño

Noboa y Caamaño (Guayaquil, Ecuador, 1891-Quito, 1927) fue el más directo y desgarrado en su obra poética, dándole siempre un aire “doloroso expresivo” con menos sutileza y armonía que Fierro o Borja, aunque en una manera más libre, su obra era caracterizada por un aire gris y desolado.

Arturo Borja

Arturo Borja Pérez

Borja (Quito, Ecuador, 1892-Quito, 1912) fue el más melódico de los decapitados, usando siempre formas luminosas, para los más oscuros y dolorosos sentimientos, siempre experimentando y combinando versos en varias medidas y ritmos

Humberto Fierro

Fierro (Quito, Ecuador, 1890-Quito, 1929) fue el más perfeccionista del modernismo ecuatoriano, dándole un aire señorial a sus versos, aunque con un gran hastío de vivir y melancolía.

Medardo Ángel Silva

Medardo Ángel Silva

Silva (Guayaquil, Ecuador, 1898-Guayaquil,1919) fue el que mayor aceptación y reconocimiento logro en el imaginativo popular, a pesar de solo haber escrito un libro El árbol del bien y del mal en 1915. También fue el más ambicioso en términos literarios, de los cuatro decapitados, dando un mayor espectro temático a su poesía, la cual era altamente perfeccionista, con una lírica cálida y dulce en los aspectos formales, para así tratar con temas sombríos e inquietantes.

Varios de los poemas modernistas de La Generación Decapitada, fueron adaptados a la música, posiblemente el más representativo de estos es el poema "El alma en los labios" de Medardo Ángel Silva (poema escrito horas antes de su muerte), al cual el músico y compositor Cuencano Francisco Paredes Herrera le puso música, y fue interpretado por Julio Jaramillo siendo hasta la actualidad unos de los temas musicales más representativos de Ecuador.

Escritores españoles

En contraposición a los americanos, que tenían sentimientos independentistas y nacionalistas y no tuvieron mucha influencia por parte de los españoles, estos sí tuvieron influencia por parte de los americanos, especialmente después del viaje de Rubén Darío a España, en 1892 y en otros dos en 1899 y 1908: en esos viajes atrajo a la estética a gran número de seguidores: los hermanos Manuel Machado (El mal poema, La fiesta nacional) y Antonio Machado (Soledades (1903), más bien simbolista), el joven Juan Ramón Jiménez (Ninfeas, Almas de violeta, Arias tristes), el primer Ramón María del Valle-Inclán (Aromas de leyenda), y los poetas y dramaturgos Eduardo Marquina y Francisco Villaespesa, entre muchos otros (Alejandro Sawa, Emilio Carrere etc). Destaca el particular teatro modernista en verso de tipo histórico, con grandes, vistosas y aparatosas escenografías: En Flandes se ha puesto el sol de Eduardo Marquina; El alcázar de las perlas de Francisco Villaespesa o Don Juan de Mañara de los hermanos Machado. Los españoles también tuvieron influencia, aunque en menor medida, de los parnasianos y simbolistas franceses. Aunque ya son observables textos modernistas en revistas literarias españolas como Electra, La Vida Literaria o Revista Ibérica, en 1903 apareció la más importante revista del modernismo en España: Helios. Un suceso muy importante para la España de la época fue el desastre del 98 que vino a desgajar la Generación del 98 sin que todavía esté aclarada suficientemente la relación de esta generación con la estética del Modernismo.

Algunos autores son difíciles de caracterizar como modernistas, o no pueden ser caracterizados así durante toda su vida. Así, es difícil establecer a qué movimiento literario pertenece Ramón María del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa, 1866-Santiago de Compostela, 1936) por la amplitud de su obra. Destacan, entre otras obras, las Sonatas (en prosa) y los esperpentos (teatro). Valle-Inclán pertenece también a la Generación del 98. Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, pero su primera época es modernista y también se caracteriza por la influencia de Bécquer. Antonio Machado (Sevilla, 1875-Colliure (Francia), 1939), que también fue el gran poeta de la Generación del 98, tuvo también relación con el Modernismo. Junto a su hermano Manuel, escribió Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos, o Julianillo Valcárcel (1926). Soledades, publicada en 1903 y ampliada en 1907, es una obra todavía modernista, aunque se prefiere hablar más bien de "intimismo simbolista" (Felipe Pedraza) para caracterizarla; Machado se alejará definitivamente de esta estética alrededor de 1910.

Algunos de los autores españoles más representativos son:

Tomás Morales Castellano

Morales Castellano (Moya, 1884-Las Palmas de Gran Canaria, 1921) fue uno de los poetas más importantes del modernismo español. Fue médico y político, y amigo de Saulo Torón y de Alonso Quesada. Entre sus obras destaca Las rosas de Hércules, y su poema Oda al Atlántico.

Alberto Álvarez de Cienfuegos

Álvarez de Cienfuegos (Martos, 1885-Puertollano, 1957) fue periodista, poeta y dramaturgo cuya actividad literaria comenzó en esa época de estudiante y, desde el principio, se inclinó hacia el modernismo. Su obra más conocida es Andantes (1910)

Ricardo Gil

Ricardo Gil (Madrid, 1858-Ídem, 1908), con un uso muy variado de versos y combinaciones métricas, y de un acusado sentimentalismo. Recordado por La caja de música (1898).

Manuel Machado

Machado (Sevilla, 1874-Madrid, 1947), quien estudió Filosofía y Letras en Madrid y trabajó como bibliotecario. Fue académico de la RAE. Su obra es sobre todo lírica, con formas graciosas e intrascendentes. Algunas de sus obras son Alma, Caprichos, La fiesta nacional, El mal poema, etc.

Eduardo Marquina

Marquina (Barcelona, 1879-Nueva York, 1946) fue un gran poeta y dramaturgo. Escribió una letra para el himno español por encargo del rey Alfonso XIII. Entre sus obras poéticas está Vendimión, de 1909. Algunas de sus obras teatrales más notables son Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol, Teresa de Jesús y La ermita, la fuente y el río.

Manuel Reina Montilla

Montilla (Puente Genil, 1856-Ídem, 1905) fue político, periodista y poeta. Poemas paganos (1896), Rayo de sol y otras composiciones (1897), y El jardín de los poetas (1899), entre otras obras.

Salvador Rueda

Rueda (Benaque, en Macharaviaya, 1857-Málaga,1933)

Saulo Torón Navarro

Torón Navarro (Gran Canaria, 1885-Ídem, 1974) cuya poesía era sencilla, intimista y tenía un tono algo pesimista y melancólico. Dio mucha importancia al mar en su poesía.

Alonso Quesada

Quesada (Las Palmas de Gran Canaria, (1885-Ídem, 1925) cuyo verdadero nombre era Rafael Romero Quesada. Sólo publicó El lino de los sueños (1915), Crónicas de la ciudad y de la noche (1919) y La Umbría (1922); el resto de su obra (la mayoría) fue publicada después de su muerte.

Francisco Villaespesa

Villaespesa (Alpujarra, 1877-Madrid, 1936), dramaturgo, poeta prolífico, narrador y periodista cuyas primeras obras son posrománticas. Destacan "La copa del rey de Thule" (1900), "El alto de los bohemios", Bajo la lluvia (1910), Los remansos del crepúsculo (1911), Andalucía (1911). Escribió hasta 54 libros de poemas, 10 novelas cortas, 30 obras de teatro y un centenar de traducciones.

Escritores guatemaltecos

Enrique Gómez Carrillo

Gómez Carrillo (Ciudad de Guatemala, 1873-París, 1927) fue un crítico literario, escritor, periodista y diplomático de Guatemala. Tuvo una vida muy viajera y bohemia. Su obra es muy amplia, pero destaca por sus crónicas. Consiguió una beca para estudiar en Madrid gracias a Rubén Darío, aunque en su viaje pasó primero por París, donde posteriormente sería cónsul. En 1892 publicó en Madrid Esquisses (significa "esbozos" en francés), su primer libro. Fue académico de la RAE. Muchas de sus crónicas son muestras de sus viajes, pero también es autor de ensayos y novelas.

Escritores mexicanos

Amado Nervo

Amado Nervo.

Nervo (Tepic, 1870-Montevideo, 1919) poeta, periodista y diplomático. Suele ser enmarcado dentro del Modernismo, aunque con un misticismo y una tristeza que contrastan con el resto de autores. Viajó a París, donde conoció a Oscar Wilde, y a Madrid, donde vivió un tiempo. Escribió poesía, ensayo y novela, y es conocido principalmente por El bachiller (novela, 1895), y sus obras poéticas Perlas negras, Místicas (1898) y La amada inmóvil (póstuma, 1922).

Manuel Gutiérrez Nájera

Gutiérrez Nájera (Ciudad de México, 1859-Ídem, 1895) fue precursor del Modernismo en México. Su obra va desde la poesía hasta la crítica teatral pasando por el periodismo, aunque destaca su actividad como cronista de la capital mexicana. De estilo cercano al Romanticismo, es elegante y delicado. Utilizó pseudónimos frecuentemente, siendo el más conocido El duque Job. Sus obras más importantes son La duquesa Job, Hamlet a Ofelia, Odas breves, La serenata de Schubert, Cuentos frágiles y Cuentos color de humo.

Salvador Díaz Mirón

Díaz Mirón (Puerto de Veracruz, 1853-Ídem, 1928) fue uno de los precursores del Modernismo. Pasó por dos etapas poéticas. La primera es más bien romántica y en la segunda su poesía va evolucionando hacia el Modernismo. Vivió en Estados Unidos, primero por decisión de su padre y más tarde por razones políticas. Su padre, periodista y político, siempre le influyó, por lo que siguió sus pasos y se metió también en el mundo de la política. De carácter muy violento, pasó varias temporadas en la cárcel. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Su principal obra es Lascas (1901).

Luis Gonzaga Urbina

Gonzaga Urbina (México D.F., 1864-Madrid, 1934) tuvo relación con Manuel Gutiérrez Nájera, quien influyó en él, así como Justo Sierra. Trabajó en numerosas revistas y periódicos, en estos últimos escribiendo críticas musicales y teatrales. Se dedicó también a la docencia, como literatura en la Escuela Nacional Preparatoria, donde había estudiado. En 1915 se exilió a La Habana. A pesar de su obra como crítico y cronista y sus escritos sobre literatura, destaca más como poeta, entre el Romanticismo y el Modernismo; no tan arrebatado como los románticos y mucho más sobrio que los modernistas.

Enrique González Martínez

González Martínez (Guadalajara, 1871-México D.F., 1952) fue poeta y diplomático, a pesar de haberse matriculado en medicina. Su poesía es sobria y tiene tintes filosóficos. Entre sus obras están Ausencia y canto, Bajo el signo mortal y Babel. Con influencia del simbolismo francés, rompió con el Modernismo con su libro Los senderos ocultos (1911).

José Juan Tablada

Tablada (Ciudad de México, 1871-Nueva York, 1945) fue poeta, diplomático y periodista. Fue vicecónsul ante los Estados Unidos. Colaboró con sólo diecinueve años en El Universal y defendió el Modernismo en la Revista moderna. Su labor como diplomático le llevó a trabajar en muchos lugares fuera de Sudamérica, como Japón, Francia y Estados Unidos, y fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. En su poesía utilizaba muchísimo la metáfora y también fue uno de los primeros en hacer ideogramas y en estudiar el arte hispanoamericano.

Escritores nicaragüenses

Rubén Darío

Darío, cuyo verdadero nombre fue Félix Rubén García Sarmiento, nació y murió en Nicaragua (1867-1916). Primero fue periodista y luego diplomático, por lo que viajó mucho por Europa y América. Máximo representante del modernismo literario en lengua Española, es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Fuertemente influido por románticos (Hugo, Musset), parnasianos (Leconte de Lisle, Heredia) y simbolistas, llegó a tener un nuevo y brillante estilo, dando una nueva musicalidad a los ritmos tradicionales castellanos. Sus obras principales son Azul... (1888), Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905). Su influencia en la literatura posterior es enorme. Conoció e influyó a todos o casi todos los escritores en castellano del Modernismo.

Escritores peruanos

José Santos Chocano

José Santos Chocano.

Santos Chocano (Lima, 1875-Santiago de Chile, 1934) fue un poeta y diplomático con una vida bastante agitada, recorrió América y viajó a España, participó en política y fue asesinado por un esquizofrénico en un tranvía. En su poesía describó su país e influyó mucho en la poesía peruana. Se lo suele clasificar tanto como romántico como modernista.

Manuel González Prada

Manuel González Prada.

González Prada (Lima, 1844-Lima, 1918), José Manuel de los Reyes González de Prada y Álvarez de Ulloa, conocido como Manuel González Prada (Lima, 5 de enero de 1844 - Lima, 22 de julio de 1918), fue un ensayista, pensador, anarquista y poeta peruano. Fue la figura más discutida e influyente en las letras y la política del Perú en el último tercio del siglo XIX. Como ensayista es considerado uno de los mejores de su patria, destacando por sus feroces críticas sociales y políticas, tendencia que se acentuaría después de la Guerra del Pacífico, la mayor catástrofe bélica de la historia republicana peruana. Ejerció también como Director de la Biblioteca Nacional del Perú (1912-1914 y 1915-1918).

En el plano literario se le considera el más alto exponente del realismo peruano, así como por sus innovaciones poéticas se le denominó el "Precursor del Modernismo americano". Como prosista, es recordado principalmente por Pájinas libres (1894) y Horas de lucha (1908), ensayos donde muestra una creciente radicalización de sus planteamientos. Defendió todas las libertades, incluidas la de culto, conciencia y pensamiento y se manifestó en favor de una educación laica. En el artículo Nuestros indios (1904), explica la supuesta inferioridad de la población autóctona como un resultado lógico del trato recibido y de la falta de educación.

Aurora Cáceres

Cáceres (Lima, 1872-Madrid, 1958) es representante del Modernismo, del indigenismo y del feminismo, ya que escribió ensayos como La emancipación de la mujer. Estudió en Alemania y en París y tenía un carácter cosmopolita y fue también defensora del catolicismo. En la capital francesa empezó a escribir, cuando era esposa de Enrique Gómez Carrillo. La rosa muerta es una novela cosmopolita modernista que, sin embargo, cambia el concepto de la mujer en el Modernismo. Su vida fue triste por pérdidas de familiares, por su matrimonio y por su exilio.

Clemente Palma Román

Palma Román (1872-1946) era hijo del también escritor Ricardo Palma. Nació y murió en Lima. Leyó a escritores rusos y se nota su influencia en sus obras, así como la de Edgar Allan Poe. Trata temas fantásticos, psicológicos, de terror y de ciencia ficción, y muchos de sus personajes son algo perversos. Se dedicó a la prensa (Prisma, Variedades, La crónica) y fue un gran cuentista, con obras como Cuentos malévolos (1904) o Historietas Malignas (1925). Entre sus novelas más importantes están Mors ex vita y XYZ.

Abraham Valdelomar

Valdelomar (Ica, 1888-Ayacucho, 1919) fue un escritor muy completo, pues cultivó todos los géneros y es, junto a Clemente Palma y a Julio Ramón Ribeyro, uno de los cuentistas más importantes del Perú. Sus experiencias infantiles, relacionadas con el campo y el mar, influyeron enormemente en su obra posterior. Colaboró en revistas como dibujante, poeta y cuentista. En sus inicios se ve la influencia de González Prada y de Gabriele D'Annunzio. Su obra más importante es El Caballero Carmelo, escrita en su período de diplomático en Roma. Los hijos del Sol es otra colección de cuentos.

Ventura García Calderón

García Calderón (París, 1886-Ídem, 1959) fue un escritor y diplomático que vivió la mayor parte de su vida en París. Su obra, de la que buena parte está en francés, consiste sobre todo en cuentos, que tratan principalmente de fantasía, intriga y violencia y se ambientan en Perú y en lugares andinos, aunque desconocía bastante el interior del país y se notan prejuicios hacia los indígenas. Estuvo nominado al Premio Nobel de Literatura.

Escritores puertorriqueños

Julia de Burgos

Burgos (Carolina, 1914-New York, 1953) fue la autora modernista más importante de Puerto Rico. Durante su niñez tuvo una vida difícil, su familia era pobre y ella tenía 12 hermanos. Ya adulta, devino miembro del Partido Nacionalista de Puerto Rico porque estuvo a favor de la independencia para Puerto Rico. Publicó tres colecciones de poemas.

Escritores uruguayos

Delmira Agustini

Delmira Agustini.

Agustini (1886-1914), poeta descendiente de inmigrantes italianos. Nació en Montevideo y fue asesinada en esa misma ciudad por su exesposo a la edad de 28 años. Consideraba a Darío como su maestro, y forma parte junto a Julio Herrera y Leopoldo Lugones la Generación del 900 dentro del género lírico. Trató temas fantásticos, eróticos y exóticos y también se interesó en la sexualidad femenina. A Eros, dios del amor, le dedica Los cálices vacíos (1913).

Julio Herrera y Reissig

Herrera y Reissig (Montevideo, 1875-1910), fue educado en el Romanticismo, y se convirtió en líder del Modernismo en Uruguay. Su familia tenía poder económico y social (su tío llegó a ser presidente de Uruguay), tuvo problemas por su mala salud, que no le permitió viajar como otros modernistas. Escribió ensayos políticos y ficción, pero lo más importante de su obra es la poesía. Su reconocimiento literario llegó después de su muerte.

Escritores venezolanos

Manuel Díaz Rodríguez

Díaz Rodríguez (Miranda, 1871-1927)

Rómulo Gallegos

Gallegos (Caracas, 1884-1969)

Véase también

Referencias

  1. René Pérez, Galo (2001 editorial= Abya Yala). Literatura del Ecuador (cuatrocientos años): crítica y selecciones. Ecuador. «http://abyayala.org/informacion.php?CODLIBRO=1046&FAC_CODIGO=». 

Bibliografía

  • Jiménez, José Olivio: Antología crítica de la poesía modernista hispanoamericana. Madrid, Hiperión, 1989 (2ª edición). ISBN 84-7517-149-4. Incluye los cubanos José Martí y Julián del Casal; los mexicanos Manuel Gutiérrez Nájera, Amado Nervo y Enrique González Martínez; los peruanos José María Eguren y José Santos Chocano; los uruguayos Julio Herrera y Reissig y Delmira Agustini; el nicaragüense Rubén Darío; y el boliviano Ricardo Jaimes Freyre.
  • Pacheco, José Emilio, Antología del modernismo, 1884-1921, México, Universidad Nacional Autónoma de México : Era, 1999.

Lecturas secundarias

  • Alegría, Fernando. Breve historia de la novela hispanoamericana, México: Ediciones de Andrea, 1959.
  • Andrade, Raúl: El Perfil de la Quimera. Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1950.
  • Gullón, Germán. La modernidad silenciada. Madrid: Biblioteca Nueva, 2005.
  • Gutiérrez, José Ismael. Perspectivas sobre el modernismo hispanoamericano. Madrid: Pliegos, 2007.
  • Henríquez Ureña, Max. Breve historia del modernismo, México: Fondo de cultura Económica, 1978.
  • Pineda Franco, Adela. Geopolíticas de la cultura finisecular en Buenos Aires, París y México: las revistas literarias y el modernismo, Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, 2006.
  • Rico, Francisco. Historia y crítica de la Literatura española: Modernismo y 98. Barcelona: Crítica, 1980.
  • Schmutzler, Robert. El modernismo, Madrid: Alianza Forma, 1985.
  • Ward, Thomas. "Los posibles caminos de Nietzsche en el modernismo" en Nueva Revista de Filología Hispánica 50.2 (2002): 489-515.
  • Ensina, Rocío. El nuevo modernismo del mundo, México: La Trina, 1950.
  • Téllez, Luis Diego, El modernismo entre las piernas de la actualidad, Argentina: Ritinga, 1979.
  • Yuliana Palermo, El amor no existe para quien no lo sabe utilizar, Colombia-Medellín 1997

Enlaces externos