Diferencia entre revisiones de «Jack el Destripador»

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[[Archivo:Whitechapel Spitalfields 7 murders.JPG|thumb|left|300px|Mapa victoriano de Londres marcado con siete puntos rojos, ubicados a pocas calles uno del otro, que representan a los escenarios de los primeros siete asesinatos de Whitechapel: calle Osborn (centro a la derecha), [[Martha Tabram|George Yard]] (centro a la izquierda), calle Hanbury (arriba), Buck's Row (borde derecho), calle Berner (abajo a la derecha), Mitre Square (abajo a la izquierda) y calle Dorset (en el centro, a la izquierda).]]
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El considerable número de horrendos ataques cometidos contra mujeres en el East End durante esta época vuelve incierto el hecho de que varias víctimas hayan sido asesinadas por un único individuo.<ref>{{Harvnb |Woods, Paul; Baddeley, Gavin|2009| p= 20}}</ref> Once homicidios aislados, ocurridos entre el [[3 de abril]] de 1888 y el [[13 de febrero]] de 1891, se incluyeron en una investigación llevada a cabo por la Policia Metropolitana de Londres, agrupándose bajo la denominación de «asesinatos en Whitechapel».<ref name="met">{{Citation |url=http://www.met.police.uk/history/ripper.htm|title=The Enduring Mystery of Jack the Ripper|publisher=Policia Metropolitana de Londres|accessdate=31 de enero de 2010}}</ref><ref>Cook, pp. 33–34; Evans and Skinner, ''The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook'', p. 3</ref> Las opiniones varían en cuanto a si dichos homicidios debieran ser atribuidos a la misma persona o no, sin embargo cinco de los once delitos (conocidos como «los cinco canónicos») son asociados directamente al Destripador.<ref>Cook, p. 151</ref> La mayoría de los expertos señala la cortadura de garganta, la mutilación abdominal y en el área genital, la extracción de órganos internos y las amputaciones faciales como rasgos distintivos del ''modus operandi'' de Jack el Destripador.<ref name=keppel/> Debido a que los primeros dos casos en el expediente (cuyas víctimas fueron [[Emma Elizabeth Smith]] y [[Martha Tabram]]) no coinciden con este patrón, no se consideran como canónicos.<ref>Evans and Rumbelow, pp. 47–55</ref>
El considerable número de horrendos ataques cometidos contra mujeres en el East End durante esta época vuelve incierto el hecho de que varias víctimas hayan sido asesinadas por un único individuo.<ref>Woods and Baddeley, p. 20</ref> Once homicidios aislados, ocurridos entre el [[3 de abril]] de 1888 y el [[13 de febrero]] de 1891, se incluyeron en una investigación llevada a cabo por la Policia Metropolitana de Londres, agrupándose bajo la denominación de «asesinatos en Whitechapel».<ref name="met">{{Citation |url=http://www.met.police.uk/history/ripper.htm|title=The Enduring Mystery of Jack the Ripper|publisher=Policia Metropolitana de Londres|accessdate=31 de enero de 2010}}</ref><ref>Cook, pp. 33–34; Evans and Skinner, ''The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook'', p. 3</ref> Las opiniones varían en cuanto a si dichos homicidios debieran ser atribuidos a la misma persona o no, sin embargo cinco de los once delitos (conocidos como «los cinco canónicos») son asociados directamente al Destripador.<ref>Cook, p. 151</ref> La mayoría de los expertos señala la cortadura de garganta, la mutilación abdominal y en el área genital, la extracción de órganos internos y las amputaciones faciales como rasgos distintivos del ''modus operandi'' de Jack el Destripador.<ref name=keppel/> Debido a que los primeros dos casos en el expediente (cuyas víctimas fueron [[Emma Elizabeth Smith]] y [[Martha Tabram]]) no coinciden con este patrón, no se consideran como canónicos.<ref>Evans and Rumbelow, pp. 47–55</ref>


Smith fue asaltada sexualmente en la calle Osborn, Whitechapel, el 3 de abril de 1888; en su vagina se encontró insertado un objeto obtuso, que causó la ruptura de su [[peritoneo]]. A causa de esto, desarrolló [[peritonitis]], muriendo al día siguiente en el London Hospital.<ref>Begg, ''Jack the Ripper: The Definitive History'', pp. 27–28; Evans and Rumbelow, pp. 47–50; Evans and Skinner, ''The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook'', pp. 4–7</ref> Antes de su deceso, reveló que había sido atacada por dos o tres hombres, uno de los cuales era un adolescente.<ref>Begg, ''Jack the Ripper: The Definitive History'', p. 28; Evans and Skinner, ''The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook'', pp. 4–7</ref> El suceso fue vinculado con los siguientes asesinatos por la prensa,<ref>p.ej. ''The Star'', 8 de septiembre de 1888, citado en Begg, ''Jack the Ripper: The Definitive History'', pp. 155–156 y Cook, p. 62</ref> pero raramente se le relacionó con el Destripador.<ref name=met/><ref name=odnb/><ref>Evans and Rumbelow, p. 49</ref>
Smith fue asaltada sexualmente en la calle Osborn, Whitechapel, el 3 de abril de 1888; en su vagina se encontró insertado un objeto obtuso, que causó la ruptura de su [[peritoneo]]. A causa de esto, desarrolló [[peritonitis]], muriendo al día siguiente en el London Hospital.<ref>Begg, ''Jack the Ripper: The Definitive History'', pp. 27–28; Evans and Rumbelow, pp. 47–50; Evans and Skinner, ''The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook'', pp. 4–7</ref> Antes de su deceso, reveló que había sido atacada por dos o tres hombres, uno de los cuales era un adolescente.<ref>Begg, ''Jack the Ripper: The Definitive History'', p. 28; Evans and Skinner, ''The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook'', pp. 4–7</ref> El suceso fue vinculado con los siguientes asesinatos por la prensa,<ref>p.ej. ''The Star'', 8 de septiembre de 1888, citado en Begg, ''Jack the Ripper: The Definitive History'', pp. 155–156 y Cook, p. 62</ref> pero raramente se le relacionó con el Destripador.<ref name=met/><ref name=odnb/><ref>Evans and Rumbelow, p. 49</ref>

Revisión del 21:50 9 mar 2010

Jack el Destripador
Información personal
Nacimiento Polonia Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento Londres (Reino Unido) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Londres Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Británica
Información profesional
Ocupación Asesino en serie y barbero Ver y modificar los datos en Wikidata
Información criminal
Condena Jamás fue atrapado; mató a cinco mujeres pero se le atribuyen más víctimas. A pesar de esto, la policía de Whitechapel considera que no fue solamente una persona la que cometió los atroces asesinatos.

Jack el Destripador (Jack the Ripper en inglés) es el seudónimo más conocido dado a un asesino serial no identificado cuyos crímenes se cometieron principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres —así como en regiones empobrecidas aledañas— en 1888. El apodo se originó de una carta en la que alguien se adjudicó los asesinatos bajo este mote y, como resultado de su difusión por los medios de comunicación, dicha identidad pasó a ser conocida por la sociedad en general. A pesar de ello, varias fuentes consideran que el documento se trata realmente de una broma elaborada por algún periodista, en su intento de aumentar el interés en la historia y, al mismo tiempo, escandalizarla. Otros seudónimos con los que también es conocido el homicida son «El asesino de Whitechapel», «Mandil de cuero» y «Genio independiente», este último acuñado en una carta por George Bernard Shaw.[1]

Con frecuencia, Jack el Destripador es descrito como un asesino inteligente, eficaz, burlón, astuto, frío y obsesionado por el asesinato.[2]​ Los ataques atribuidos a él involucran a mujeres prostitutas de barrios pobres, con un modus operandi de degollamiento, estrangulación e intervención abdominal. La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos. Por otra parte, los rumores de que los asesinatos estaban relacionados entre sí se intensificaron entre septiembre y octubre de 1888, período en el que apareció una gran cantidad de misivas alborotadoras escritas por uno o varios sujetos anónimos, y enviadas a Scotland Yard y los medios. Uno de los textos, recibido por George Lusk del Comité de Vigilancia de Whitechapel, incluía medio riñón humano conservado, supuestamente de una de las víctimas. Debido al excelso carácter brutal de los asesinatos, y la atención que los medios de comunicación le dieron a los eventos, el público creyó que en verdad se trataba de un único asesino: Jack el Destripador. Asimismo, la amplia cobertura de los periódicos provocó una increíble notoriedad a nivel internacional. Una investigación sobre los asesinatos en Whitechapel cometidos hasta 1891 no pudo resolver con certeza si todos los crímenes se conectaban con los asesinatos en 1888; para entonces, la leyenda de Jack el Destripador comenzaba a solidificarse.

Debido a que los homicidios jamás fueron resueltos, las leyendas en torno a ellos se convirtieron en una combinación de investigación histórica genuina, folclórica, y pseudohistórica. Desde entonces, se tiene constancia de más de un centenar de teorías sobre la identidad del Destripador, mientras que los acontecimientos han influido en múltiples obras de ficción literarias, cinematográficas y artísticas.

Contexto histórico

A mediados del siglo XIX, Inglaterra experimentó una gran afluencia de inmigrantes irlandeses, lo cual sobrepobló las principales ciudades inglesas, incluyendo la zona East End de Londres. A partir de 1882, los refugiados judios del este de Europa y la Rusia imperial se alojaron en una única área en todo el país:[3]​ una de ellas, la parroquia de Whitechapel, en East End, comenzó a resentir los estragos del exceso de población, provocando un decaimiento en las condiciones de trabajo y vivienda, así como el establecimiento de una subclase económica masiva.[4]​ De igual manera, los robos, la violencia y la dependencia al alcohol se convirtieron en asuntos de naturaleza habitual para sus habitantes, mientras que la pobreza endémica encaminó a muchas mujeres a recurrir a la prostitución como último recurso para subsistir. En octubre de 1888, la Policia Metropolitana de Londres estimó que había un total de 1.200 prostitutas y 62 burdeles en Whitechapel.[5]​ Asimismo, los problemas económicos estuvieron acompañados de un constante incremento en las tensiones sociales. Entre 1886 y 1889, manifestaciones ordinarias, como la del 13 de noviembre de 1887 (fecha históricamente conocida como Domingo Sangriento), incitaron a la intervención policíaca y al clima de intranquilidad urbana.[6]​ El racismo, la delincuencia, los disturbios colectivos y privaciones reales alimentaron las percepciones conocidas hasta el momento de que Whitechapel era una «madriguera» de inmoralidad.[7]​ En 1888, dichas ideas se fortalecieron cuando una serie de grotescos y depravados homicios, atribuidos a un tal «Jack el Destripador», recibieron una considerable atención en los medios.[8]

Asesinatos

Mapa victoriano de Londres marcado con siete puntos rojos, ubicados a pocas calles uno del otro, que representan a los escenarios de los primeros siete asesinatos de Whitechapel: calle Osborn (centro a la derecha), George Yard (centro a la izquierda), calle Hanbury (arriba), Buck's Row (borde derecho), calle Berner (abajo a la derecha), Mitre Square (abajo a la izquierda) y calle Dorset (en el centro, a la izquierda).

El considerable número de horrendos ataques cometidos contra mujeres en el East End durante esta época vuelve incierto el hecho de que varias víctimas hayan sido asesinadas por un único individuo.[9]​ Once homicidios aislados, ocurridos entre el 3 de abril de 1888 y el 13 de febrero de 1891, se incluyeron en una investigación llevada a cabo por la Policia Metropolitana de Londres, agrupándose bajo la denominación de «asesinatos en Whitechapel».[10][11]​ Las opiniones varían en cuanto a si dichos homicidios debieran ser atribuidos a la misma persona o no, sin embargo cinco de los once delitos (conocidos como «los cinco canónicos») son asociados directamente al Destripador.[12]​ La mayoría de los expertos señala la cortadura de garganta, la mutilación abdominal y en el área genital, la extracción de órganos internos y las amputaciones faciales como rasgos distintivos del modus operandi de Jack el Destripador.[13]​ Debido a que los primeros dos casos en el expediente (cuyas víctimas fueron Emma Elizabeth Smith y Martha Tabram) no coinciden con este patrón, no se consideran como canónicos.[14]

Smith fue asaltada sexualmente en la calle Osborn, Whitechapel, el 3 de abril de 1888; en su vagina se encontró insertado un objeto obtuso, que causó la ruptura de su peritoneo. A causa de esto, desarrolló peritonitis, muriendo al día siguiente en el London Hospital.[15]​ Antes de su deceso, reveló que había sido atacada por dos o tres hombres, uno de los cuales era un adolescente.[16]​ El suceso fue vinculado con los siguientes asesinatos por la prensa,[17]​ pero raramente se le relacionó con el Destripador.[10][18][19]

Por otra parte, Tabram fue asesinada el 7 de agosto de ese mismo año; en su cuerpo se localizaron hasta 39 puñaladas. La crueldad del homicida, la falta de un motivo lógico y las proximidades del lugar (George Yard, Whitechapel) y la fecha con la de los próximos asesinatos del Destripador llevaron a los cuerpos policíacos a establecer una conexión entre estos acontecimientos.[20]​ No obstante, el ataque difiere de los canónicos en el aspecto de que Tabram fue apuñalada en la garganta y abdomen, sin involucrar cuchilladas de ningún tipo. Muchos expertos contemporáneos coinciden en que éste no se relaciona entonces con los siguientes crímenes, pues el patrón de herida es distinto.[21]​ Uno de los primeros rumores que se suscitó fue que los asesinatos eran cometidos por el aclamado actor estadounidense Richard Mansfield, que en ese momento se encontraba protagonizando el papel del Doctor Jekyll en la obra El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde.[22]​ Otras conjeturas llevaron al arresto del limpiabotas Juan Pizer, un judío polaco que tenía un historial delictivo que no le favorecía hasta ese momento (poco antes del primer asesinato, fue acusado de atacar a una prostituta de forma indecente), pero que al final salió airoso de sus acusaciones.[22][23]​ De manera parecida, otros sospechosos fueron liberados tras comprobarse su inocencia en torno al caso, lo cual finalmente hizo que el cuerpo policíaco quedara ridiculizado ante su incapacidad de hallar al verdadero culpable de las funestas muertes.[22]

Las cinco víctimas canónicas

Las cinco víctimas canónicas del Destripador son Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly. El cuerpo de la primera fue descubierto alrededor de las 3:40 a.m. del día viernes 31 de agosto de 1888 en Buck's Row (hoy en día calle Durward), Whitechapel. Su garganta había sido seccionada profundamente por dos cortes, mientras que la parte inferior del abdomen se hallaba parcialmente desgarrada por una herida profunda e irregular. Muchas otras de las incisiones en la región abdominal fueron hechas con el mismo cuchillo.[24]

El cadáver de Champman, la segunda víctima canónica, fue localizado aproximadamente a las 6 a.m. del sábado 8 de septiembre del mismo año, cerca de una puerta en el patio trasero de la calle Hanbury 29, en Spitalfields. Al igual que en el caso de Nichols, la garganta tenía dos cortes,[25]​ mientras que el abdomen había sido completamente descuartizado. Poco después, se reveló que el útero había sido removido del cuerpo.[26]​ En el proceso de investigación judicial, uno de los testigos describió haber visto a Chapman junto a un hombre de cabello oscuro con apariencia raída y movimientos de gentil (coloquialmente, de aspecto «fachoso»), alrededor de las 5:30 a.m.[27]​ Tras el asesinato de Champman, el New York Times publicó:

El desalmado de Whitechapel ha asesinado esta mañana a su cuarta víctima y sigue sin ser detectado, visto o conocido. Hay pánico en Whitechapel. La policía londinense y su cuerpo de detectives es probablemente el más estúpido del mundo.[28]

Stride y Eddowes fueron asesinadas en la madrugada del domingo 30 de septiembre; se encontró el cuerpo de la primera aproximadamente a la 1 a.m. en Dutfield's Yard, cerca de la calle Berner (ahora avenida Henriques) en Whitechapel. La causa del deceso era una clara incisión que cortó la arteria principal del lado izquierdo del cuello. Se desconoce con exactitud si el asesinato de Stride debiera ser atribuido al Destripador, o si él había sido interrumpido durante el ataque, puesto que no se hallaron rastros de mutilaciones en el abdomen.[29]​ Los testigos, que creyeron haber visto a la víctima con un hombre esa noche, ofrecieron diferentes criterios: algunos coincidieron en que su acompañante era blanco, mientras que otros se pronunciaron a favor de que era de tez morena; de igual manera, unas versiones confirmaban que éste vestía ropa andrajosa, y otros señalaban que, al contrario, estaba bien vestido.[30]​ Por otra parte, los restos de Eddowes fueron localizados en Mitre Square, en la Square Mile, solamente 45 minutos después de haber encontrado el cadaver de Stride. En éste, la garganta había sido seccionada y el abdomen se hallaba descuartizado completamente por una larga, profunda e irregular herida. Asimismo, se removieron el riñón izquierdo y la mayor parte del útero. Un lugareño, Joseph Lawende, había pasado por esa misma cuadra en compañía de un par de amigos, poco antes del asesinato; en su momento, describió a la policia haber visto a un hombre rubio de apariencia raída con una mujer, que podría haber sido Eddowes.[31]​ No obstante, sus amigos fueron incapaces de confirmar dicha descripción.[31]​ Más tarde, los homicidios de Eddowes y Stride pasaron a ser conocidos como el «doble acontecimiento».[32]​ Parte del delantal ensangrentado de Eddowes fue hallado en la entrada de un conventillo en la calle Goulston, Whitechapel. Un escrito hecho en la pared, justo encima de donde fue hallado el delantal (que tiempo después sería conocido como el «grafito de la calle Goulston»), parecía implicar a uno o varios judios, sin embargo resulta inexacto si los trazos fueron hechos por el asesino al mismo tiempo que abandonó el delantal, o si simplemente se trataba de un incidente.[33]​ El entonces comisionado de la policia Charles Warren, temiendo que el escrito hiciera estallar una serie de disturbios antisemitas, ordenó borrarlo antes del amanecer.[34]

El cuerpo espantosamente mutilado de Kelly se encontró en la cama de la habitación donde vivía, en la avenida Miller's Square 13,[10]​ en la calle Dorset de Spitalfields, a las 10:45 a.m. del viernes 9 de noviembre de ese año. El cuerpo mostraba un corte que iba desde la garganta hasta la columna vertebral, y el abdomen carecía completamente de sus órganos. Igualmente, no se encontró el corazón en el cadáver.

Los cinco asesinatos canónicos se perpetraron en la noche de un fin de semana, y hacia el final de un mes o la primera semana del siguiente.[35]​ Las mutilaciones se volvieron cada vez más severas conforme la serie de asesinatos ocurría, excepto por el homicidio de Stride, cuyo atacante pudo haber sido interrumpido.[36]​ Nichols poseía todos sus órganos, el útero de Chapman había sido extraído, el riñón y útero de Eddowes jamás fueron encontrados (además de que tenía la cara mutilada), y finalmente el cuerpo de Kelly había sido descuartizado (y su rostro totalmente desfigurado), aunque solamente su corazón había sido removido de la escena del crímen.

Históricamente, la creencia de que estos cínco crímenes fueron cometidos por la misma persona se deriva de documentos contemporáneos que los vinculan entre sí, excluyendo al mismo tiempo a otros.[37]​ En 1894, Sir Melville Macnaghten, asistente del jefe de la Policia Metropolitana, y director del Departamento de Investigación Criminal (CID, por sus siglas en inglés), escribió un reporte que decía: «el asesino de Whitechapel tuvo a 5 víctimas y nada más».[38]​ De forma parecida, las cinco víctimas canónicas fueron relacionadas a través de una carta redactada por el médico de la policia Thomas Bond a Robert Anderson, jefe del CID de Londres, el 10 de noviembre de 1888.[39]​ Algunos investigadores indagaron que, aun cuando parte de los asesinatos fueron cometidos indudablemente por un solo homicida, un considerable número desconocido de asesinos aislados se responsabilizaron por los otros casos.[40]​ Aunque la policia evidentemente trató a los cinco homicidios bajo un único expediente, los escritores Stewart P. Evans y Donald Rumbelow concluyeron que el caso de los cinco canónicos es un «mito», y a pesar de que tres de los asesinatos (los de Nichols, Champan y Eddowes) pueden ser obviamente conectados, no hay mucha certeza en los casos de Stride y Kelly, y menos en el de Tabram.[41]​ Contrariamente, otros aseguraron que los seis asesinatos (tomando en cuenta el de Tabram) fueron cometidos por un solo sujeto.[13]​ El doctor Percy Clark, asistente del médico forense George Bagster Phillips, vinculó solamente a tres de los homicidios, considerando que los otros fueron perpetrados por «uno o más individuos de mente débil... inducidos a emular el crímen [del homicida original]».[42]​ Resulta destacable mencionar que Macnaghten se unió al cuerpo policíaco un año después de los acontecimientos, y su memorándum contiene graves errores en cuanto a la objetividad de los posibles sospechosos.[43]

Los cinco homicidios canónicos en Whitechapel
Mary Ann Nichols, primera víctima canónica de Jack el Destripador.
Annie Chapman, segunda víctima canónica.
Elizabeth Stride, tercera víctima canónica del Destripador.
Cadáver de Catherine Eddowes, la cuarta víctima canónica.
Cuerpo descuartizado de Mary Jane Kelly, la quinta y última víctima canónica atribuida a Jack el Destripador.

Tras los asesinatos en Whitechapel

Generalmente, se considera que Kelly fue la última víctima del Destripador, asumiéndose entonces que la ola de crímenes terminó debido a las posibilidades de la muerte del culpable, su aprisionamiento, su legalización o su emigración.[18]​ El expediente de los asesinatos en Whitechapel, no obstante, detalla otros cuatro asesinatos que ocurrieron después de los cinco canónicos: estos son los de Rose Mylett, Alice McKenzie, el torso de la calle Pinchin y Frances Coles.

Mylett fue hallada con signos de estrangulamiento en Clarke's Yard, calle High, en Poplar, Londres, el 20 de diciembre de 1888. Debido a que no presentaba señales de forcejeo, la policia creyó que o bien ésta se había sofocado accidentalmente durante una borrachera, o que simplemente se había suicidado.[44]​ Al final, el jurado investigador emitió un veredicto de homicidio.[44]

Por otra parte, McKenzie murió el 17 de julio de 1889 por la ruptura de la arteria carótida izquierda; su cadáver fue hallado en Castle Alley, Whitechapel, y presentaba múltiples contusiones menores y cortadas. Uno de los patólogos que examinó el cuerpo, Thomas Bond, consideró que se trataba de un homicidio más del Destripador, aunque otro experto, George Bagster Phillips (quien había revisado los cuerpos de las tres anteriores víctimas), no estuvo de acuerdo con dicha declaración.[45]​ Posteriores escritores se han mostrado igualmente divididos en cuanto a si el asesino de McKenzie era un imitador del modus operandi del Destripador con tal de desvíar la atención de él,[46]​ o si en verdad se trataba de Mandil de cuero.[47]

El torso de la calle Pinchin, como su nombre lo sugiere, era un torso sin cabeza ni piernas de una mujer no identificada, hallado bajo un arco de tren en la calle mencionada, ubicada en Whitechapel, el 10 de septiembre de 1889. Figura entonces como probable que el homicidio pudiera haber sido perpetrado en cualquier lugar, mientras que los restos del cuerpo desmembrado habían sido dispersos para deshacerse de ellos.[48]

Coles fue asesinada el 13 de febrero de 1891 bajo un arco de tren en Swallow Gardens, Whitechapel; su garganta había sido seccionada, pero su cuerpo no tenía rastros de degollación. Un hombre llamado James Thomas Sadler, quien había sido visto con ella poco antes de su asesinato, fue arrestado por la policia, acusado del asesinato de Coles e incluso vinculado con el Destripador.[49]​ Sin embargo, fue absuelto el 3 de marzo de ese año por la corte debido a que no había evidencia alguna que corroborara su acusación.[49]

Otras supuestas víctimas

Además de los once casos de Whitechapel, algunas personas han asociado otros ataques al Destripador. En uno de ellos, el de «Fairy Fay», no está del todo claro si la agresión fue verdadera o se trataba de un asunto fabricado por algún simpatizante de Mandil de Cuero.[50]​ Se designó como «Fairy Fay» a una supuesta víctima hallada el 26 de diciembre de 1887, «luego de que una estaca fuera enterrada en su abdomen»,[51][52]​ sin embargo no hay evidencia alguna de un homicidio cometido en Whitechapel durante o en fechas próximas a la temporada navideña de 1887.[53]​ «Fairy Fay» pudo haber sido creado por la prensa ante la confusión de detalles en torno al asesinato de Emma Elizabeth Smith con un ataque no fatal aislado que se registró en la navidad de 1886.[50]​ Por lo tanto, la mayoría de los académicos considera que «Fairy Fay» nunca existió.[50][54]

Annie Millwood ingresó a la enfermería del hospicio de Whitechapel con puñaladas en las piernas y la parte baja del abdomen el 25 de febrero de 1888.[55]​ A pesar de que fue dada de alta, murió poco después, el 31 de marzo a la edad de 38 años, por causas naturales.[54]​ Con el paso del tiempo, se le consideró como la primera víctima del Destripador, sin embargo el ataque no puede ser conectado con el expediente de los canónicos.[56]​ Otra supuesta victima fue Ada Wilson,[57]​ quien, de acuerdo a los reportes médicos, sobrevivió tras haber sido apuñalada hasta en dos ocasiones en el cuello el 28 de marzo de 1888.[58]​ Annie Farmer, que vivía en la misma hostería donde residía Martha Tabram,[59]​ reportó un ataque el 21 de noviembre de 1888; al ser examinada, presentó un corte superficial en su garganta, que se trataba posiblemente de una herida autoinfligida.[60]

Ilustración de tres hombres descubriendo el torso de una mujer; «El misterio de Whitehall» de octubre de 1888.

«El misterio de Whitehall» era un término usado para referirse al descubrimiento del torso decapitado de una mujer el 2 de octubre de 1888, en el sótano de la nueva sede de la Policia Metropolitana, construida en la calle Whitehall. Un brazo perteneciente al cadáver había sido encontrado previamente flotando en el río Támesis cerca de Pimlico, mientras que una de las piernas se halló enterrada cerca del lugar donde se encontró el torso.[61]​ Las otras extremidades y cabeza nunca aparecieron, por lo que el cuerpo jamás pudo ser identificado. Las mutilaciones eran similares a las del caso de la calle Pinchin, en donde las piernas y cabeza se hallaban dañadas pero no los brazos. El misterio de Whitehall, junto con el caso de la calle Pinchin, pudieran formar parte de una serie de asesinatos denominada «Los miterios del Thames», perpetrados ambos por un solo asesino en serie, apodado «El homicida del torso».[62]​ Aún resulta polémico resolver si Jack el Destripador y el Homicida del torso eran la misma persona, o si se trataba de diferentes asesinos seriales activos en la misma región.[62]​ Ya que el modus operandi de este último difería en parte al del Destripador, la policia desestimó relacionar estos últimos casos con los canónicos.[63]​ Elizabeth Jackson, una prostituta cuyas extremidades fueron recogidas del río Támesis entre el 2 y el 25 de junio de 1889, podría tratarse de una víctima más del Homicida del torso.[64]

John Gill, un niño de siete años de edad, fue hallado muerto en Manningham, Bradford, el 29 de diciembre de 1888; sus piernas presentaban heridas, mientras que el abdomen había sido seccionado y sus intestinos sacados del cadáver. Asimismo, no se halló ni su corazón ni una de sus orejas. Las similitudes con el caso de Mary Kelly llevaron a la prensa a especular que el Destripador había asesinado al chico.[65]​ El empleador de la víctima, el lechero William Barrett, fue arrestado en dos ocasiones por asesinato en prueba circunstancial, sin embargo al final fue puesto en libertad.[65]​ Aparte de él, nadie más fue procesado en torno al caso.[65]

Carrie Brown (apodada como «Shakespeare» debido a que citaba constantemente sonetos de Shakespeare), fue estrangulada con prendas de vestir y mutilada con un cuchillo el 24 de abril de 1891 en Manhattan.[66]​ Al momento de encontrar el cadáver, se halló en la escena del crímen un largo tenedor incrustado en la zona del ingle, así como heridas superficiales en las piernas y espalda. A pesar de que ningún órgano fue removido del cuerpo, se encontró un ovario sobre la cama.[66]​ Para entonces, el asesinato fue comparado con los de Whitechapel, aunque la Policia Metropolitana de Londres descartó cualquier conexión entre éstos.[66]

Investigación

Inspector Frederick Abberline, 1888.

Los archivos criminales que perduran sobre los asesinatos en Whitechapel permiten una visión detallada de los procedimientos de averiguación que existían en la época Victoriana.[67]​ El primer paso en torno a la pesquisa de Mandil de cuero consistió en que un grupo numeroso de policías llevó a cabo un programa de investigación de casa en casa en toda Whitechapel, recogiendo el material forense para su posterior examinación. Una vez hecho esto, se pasó a identificar y trazar conjeturas, examinando algunas de manera más minuciosa, mientras que otras simplemente eran descartadas al no ser útiles para la investigación. En la actualidad, la policía suele trabajar en base a este mismo patrón.[67]​ Se procedió entonces a entrevistar a un aproximado de 2.000 personas, siendo «más de 300 investigadas», y 80 detenidas.[68]

Al principio, la investigación era llevada a cabo por el Departamento de Investigación Criminal (CID) de la Policía Metropolitana de Whitechapel (H), encabezada por el detective e inspector Edmund Reid. Tras la muerte de Nichols, los agentes Frederick Abberline, Henry Moore y Walter Andrews fueron enviados a la Oficina Central en Scotland Yard con tal de participar en las pesquisas. No fue sino hasta el homicidio de Eddowes, suscitado en Square Mile, que la policia municipal, dirigida por James McWilliam, se involucró en la serie de asesinatos.[10]​ No obstante, la dirección general de las investigaciones en torno al expediente del Destripador se vio obstaculizada en cierto modo, debido esto a que el recién nombrado jefe de la CID, Robert Anderson, se hallaba de licencia en Suiza entre el 7 de septiembre y el 6 de octubre, período en que Chapman, Stride y Eddowes fueron asesinadas.[69]​ Esto llevó al comisario de la Policía Metropolitana, Sir Charles Warren, a nombrar al inspector Donald Swanson como el coordinador de la investigación por parte de Scotland Yard.[70]

Edmund Reid opinó acerca de la frustración de la policía y el modus operandi del asesino:

La posición de la sangre y del cuerpo mostraba que él le había cortado el cuello con la mano derecha; de derecha a izquierda, haciendo que la sangre saliese despedida en dirección contraria de donde él se hallaba, lo que probablemente haría que su ropa no se manchara de sangre. Una de las principales dificultades del caso radicaba en que el ingenio sobrepasaba a la razón.[10][71]

A causa de la insatisfacción social respecto al esfuerzo de los cuerpos policíacos, un grupo de ciudadanos voluntarios del East End, conocido como el Comité de Vigilancia de Whitechapel, optó por patrullar las calles en busca de personas sospechosas; de hecho, le solicitaron al gobierno que fijara una recompensa para áquel que diera información útil sobre el asesino. El concepto del incentivo económico sería retomado por ADIP Walter and Sunders Peterfields en una misiva enviada al Ministerio Interior de Londres.[71]​ Otra de las acciones más prominentes del Comité fue el contrato de detectives privados que habrían de interrogar a los testigos de manera independiente.[71]​ Sin embargo, el gobiernó rechazó cualquier gratificación de esa índole; en opinión de Paul Begg: «la Policía Metropolitana y otras instituciones habían ofrecido recompensas en el pasado y dicha política había caído en el desuso porque se creía que el ofrecimiento de una recompensaba animaba a la gente a facilitar informaciones falsas con la esperanza de conseguir la recompensa».[72]​ Debido a esto, las críticas no se hicieron esperar; la policía fue «acusada de no esforzarse demasiado en saber quién era el Destripador y de que el esfuerzo habría sido muy superior si los crímenes hubieran tenido lugar en las zonas más ricas de Londres».[73]​ Posteriormente, se ofreció una oferta de 500 libras por quien diera información del asesino de Eddowes.[71]

Los carniceros, cirujanos y médicos se volvieron sospechosos debido a la naturaleza de las mutilaciones. Una nota de Henry Smith, Comisionado Interino de la policía municipal, indica que las coartadas de los carniceros locales y mataderos fueron investigadas, sin embargo fueron eliminadas del proceso de indagación.[74]​ Un informe del inspector Donald Swanson al Ministerio Interior confirma que se visitó y examinó a un total de 76 carnicerías y mataderos, y que la investigación había abarcado a todos sus empleados durante los últimos seis meses.[75]​ Algunas figuras contemporáneas, incluyendo a la Reina Victoria, pensaban que el patrón de los asesinatos indicaba que el culpable era un carnicero o ganadero que abordaba alguno de los barcos de ganado que surcaban las aguas entre Londres y Europa Continental (incluso, se llegó a pensar que el culpable no era un inglés sino un judío). Whitechapel estaba cerca de los muelles de Londres,[76]​ y por lo general estos barcos, atracados cada jueves o viernes, partían el sábado o el domingo.[77]​ Aun cuando se examinaron este tipo de embarcaciones, las fechas de los asesinatos no coincidían con el desplazamiento de un solo barco, desestimándose también el traslado de un miembro de la tripulación entre dos o más barcos.[78]

Perfil criminal

A finales de octubre, Robert Anderson pidió al médico policía Thomas Bond su opinión sobre la medida de la habilidad quirúrgica del asesino y su conocimiento en ésta.[79]​ La opinión ofrecida por Bond sobre el personaje conocido como el «asesino de Whitechapel» es la primera perfilación criminal de la historia que aún se conserva.[80]​ La evaluación de Bond se basó en su propia examinación de la víctima más mutilada y de las notas post mortem de los cuatro asesinatos canónicos anteriores.[39]​ Escribió:

No dudo que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En los primeros cuatro las gargantas parecieran haber sido cortadas de izquierda a derecha, en el último caso debido a la mutilación extensa es imposible decir en qué dirección se hizo la cortada, pero la sangre arterial se encontró en la pared en salpicaduras cerca de donde la cabeza de la mujer debe estar mintiendo.
Todas las circunstancias que rodearon los asesinatos me llevan a formar la opinión de que la mujer fue asesinada cuando se encontraba recostada y en todo los casos, la garganta fue cortada en primer lugar.
El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes.[39]

Bond se opuso totalmente a la idea de que el asesino poseía cualquier tipo de conocimiento científico o anatómico,o incluso «los conocimientos técnicos de un carnicero o matadero».[39]​ En su opinión el asesino debía tener hábitos de un hombre solitario, objeto de «ataques periódicos de homicidas y eróticas manías», con un complejo de posibles mutilaciones que indicaban «hipersexualidad».[39]​ Bond también abogaba que el «impulso homicida debía haberse desarrollado a partir de un resentimiento de venganza o de una condición mental melancólica, o que la manía religiosa pudo haber sido la enfermedad pero no creo que alguna de éstas [hipótesis] sea la correcta».[39]​ Si bien no hay evidencia de ninguna actividad sexual con ninguna de las víctimas,[13][81]​ psicólogos suponen que la penetración de las víctimas con un cuchillo y «dejándolos en la pantalla en posiciones sexualmente degradantes con las heridas expuestas» indica que el autor obtenía placer sexual de los ataques.[13][82]​ Esta opinión es cuestionada por otros, que descartan la hipótesis como supuestestamente insoportable y errónea.[83]​ Las comparaciones con los motivos y las acciones de los asesinos en serie modernos hoy en día han llevado a sugerir que el Destripador pudo haber sido un loco esquizofrénico, como el «destripador de Yorkshire» Peter Sutcliffe, que decía oír voces, dándole instrucciones para atacar a las prostitutas.[84]

Sospechas

Portada de la revista Puck del 21 de septiembre de 1889, sobre la especulación de Jack el Destripador. Realizada por el caricaturista Tom Merry.

La concentración de los asesinatos en los fines de semana, y dentro de unas pocas calles de diferencia una de otra, daba a indicar que el Destripador era una empleado en la semana y que vivía en la localidad.[85]​ Otros piensan que el asesino era un hombre de clase alta educado, posiblemente un doctor o un carnicero (ya que se pensó que el asesino tenía experiencia quirúrgica y anatómica, basándose en el grado de las mutilaciones y en el hecho de que el útero de Champman hubiera sido extraído), que se acomodó en el área de Whitechapel;[86]​ esas nociones se basan en las percepciones culturales, como el miedo de la profesión médica, la desconfianza de la ciencia moderna o la explotación de los pobres por los ricos.[87]​ Sin embargo, algunos lo calificaban de «habilidoso» y otros lo contrario.[61]​ El escritor Stephen Knight propuso una elaborada teoría de conspiración masónica donde interviene la clase alta y un médico en su libro publicado en 1976 Jack the Ripper: The Final Solution pero muchos autores califican a esta teoría como «ficticia».[88]​ Las sospechas propuestas años después de los asesinatos se relacionan remotamente con el caso por los documentos contemporáneos, así como muchos nombres famosos, que nunca fueron considerados en la investigación policial. Como las personas de ese tiempo hoy se encuentran muertas, otros autores son libres de acusar a éstos debido a que no hay «evidencia histórica alguna».[61]​ En 1894, Sir Meville Macnaghten redactó un memorándum en el que nombraba a tres personas que a él le parecían sospechosos[89]​: Montague John Druitt, Michael Ostrog y Aaron Kosminski. Druitt era maestro y abogado, se suicidó a finales de 1888, poco después del asesinato de Mary Kelly, parece ser que se había vuelto loco, no se tiene idea de porqué se le consideró ser candidato a Jack el Destripador, a excepción del hecho de que Macnaghten afirma que su familia posiblemente él era el asesino. Se cree que el segundo sospechoso es Aaron Kosminski, un peluquero judío de origen polaco, que en 1888 es incapacitado legalmente. Sir Robert Anderson, jefe del departamento de investigación criminal de Scotland Yard, afirma que un testigo identificó a este hombre como el asesino, al final se demuestran que las acusaciones de que odiaba a las mujeres y de que mostraba fuertes tendencias homicidas eran infundadas y Kosminski dejó de ser un sospechoso para la mayoría de los expertos. El último sospechoso es Michael Ostrog, un estafador ruso que se hacía pasar por muchas cosas, desde cirujano hasta sacerdote. En opinión de Begg:

Creo que a Ostrog se le puede tachar sin problemas. Era un hombre mucho mayor. Era un estafador y un ladronzuelo y es muy posible que en la época de los asesinatos se encontrase en Francia.[90]

A pesar de las muchas y variadas teorías sobre la identidad y la profesión de Jack el Destripador, las autoridades no están de acuerdo en una única solución y el número de sospechosos con nombre llega a más de cien.[91][92]

Cartas

La carta «Desde el infierno».
La carta «Querido jefe».
Archivo:SaucyJackPostcard.jpg
La postal «Saucy Jacky».

En el transcurso de los crímenes del Destripador, la policía, los periódicos y otros recibieron cientos de cartas sobre el caso. [93]​ Algunos bien intencionados ofrecían consejos para capturar al asesino, pero la gran mayoría eran inútiles.[94]​ Cientos de cartas afirmaban ser escritas por el propio asesino,[95]​ y tres de éstas destacan: la carta «Querido jefe», la postal «Saucy Jacky» y la carta «Desde el infierno».[96]

La carta «Querido jefe», data del 25 de septiembre, fue sellada el 27 de septiembre de 1888. El escrito fue recibido por la Agencia Central de Noticias, y fue enviada a Scotland Yard el 29 de septiembre.[97][98][99][100]​ Inicialmente fue considerada una broma, pero cuando Eddowes fue hallado tres días después del sellado de las cartas con una oreja cortada parcialmente, la promesa de la carta «cortaré (sic) las orejas de las señoritas» ésto llamó la atención.[101]​ Sin embargo, el oído de Eddowes parece haber sido mellado por el asesino incidentalmente durante su ataque, y la amenaza del autor de la carta para enviar los oídos de la policía nunca se llevó a cabo.[102]​ El nombre de «Jack el Destripador» fue usado por primera vez en esta carta por el firmante y ganó notoriedad en todo el mundo después de su publicación.[103]​ La mayoría de las cartas copian el tono de ésta.[104]​ Muchas fuentes enlistan otra carta, que data del 17 de septiembre de 1888, como la que usa por primera vez el nombre de Jack el Destripador, pero la mayoría de los expertos creen que se trataba de una falsificación moderna insertada en los registros de la policía en el siglo XX, mucho tiempo después de los asesinatos.[105]​ La carta contiene el siguiente texto:

Querido Jefe, desde hace días no dejo de oír que la policía me ha atrapado, pero en realidad todavía no me ha pillado. En mi próximo trabajo le cortaré la oreja a la dama y se la enviaré a la policía para divertirme. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejaré de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El último es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo a gritar. Mi cuchillo está tan bien afilado que quiero ponerme manos a la obra ahora mismo. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso juguecito [...]
Atentamente, Jack el Destripador.

La postal "Saucy Jacky" fue sellada el 1 de octubre de 1888 y recibida el mismo día por la Agencia Central de Noticias. La caligrafía es similar a la de «Querido Jefe».[106]​ Se menciona que dos víctimas fueron asesinada muy cerca una de la otra: «acontecimiento», lo cual hace pensar que se refiere a los asesinatos de Stride y Eddowes.[107]​ La carta fue enviada por correo antes de que los asesinatos se dieran a conocer, por lo que es poco probable que se tuviera conocimiento del crimen,[108]​ pero fue sellada 24 horas después de que los asesinatos tuvieron lugar, poco después los detalles fueron conocidos por los periodistas y residentes de la zona.[107]

No bromeaba querido jefe cuando le di el chivatazo. Mañana tendrá noticias del «Bueno de Jack». Esta vez, la cosa es doble; la primera chilló un poco y no pude rematarla, no me dio tiempo a quitarle la oreja para la policía, gracias por retener mi última carta hasta que volvía al trabajo.
Jack el Destripador.

La carta «Desde el infierno» fue recibida por George Lusk, líder del Comité de Vigilancia de Whitechapel, el 16 de octubre de 1888. La caligrafía y estilo de ésta son diferentes a la carta de "Querido jefe" y a la postal.[109]​ La carta venía con una pequeña carta en la cual Lusk descubrió la mitad de un riñón, preservado en «espíritus de vino» (etanol).[109]​ El riñón izquiero de Eddowes quizá fue removido por el assino. El escritor afirma que «frió y se comió» la mitad del riñón que hacía falta. Hay desacuerdo sobre el riñón: algunos sostienen que pertenecía a Eddowes, mientras otros argumentan que prácticamente era un broma macabra.[10][110]​ El riñón fue examinado por el Dr. Thomas Openshaw del Hospital de Londres, quien determinó que era humano y pertenecía al lado izquierdo, pero (contrario a los falsos reportes de los periódicos) él no podía determinar ni la edad ni el género.[111]​ Openshaw posteriormente recibió una carta firmada por «Jack el Destripador».[112]​ Esta carta contiene el siguiente texto:

Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco. Firmado, Atrápeme si puede Señor Lusk.
Jack el Destripador.

Scotland Yard publicó facsímiles de la carta «Querido Jefe» y la postal, el 3 de octubre, con la esperanza de que alguien reconociera la escritura.[113]​ En una carta para Godfrey Lushington, Jefe de la Secretaria de Estado del Ministerio del Interior, Charles Warren explained «Creo que todo esto es un engaño pero por supuesto estamos obligados a probar y verificar al escritor en cualquier caso».[114]​ El 7 de octubre de 1888, George R. Sims en el periódico dominical Referee explica mordazmente que la carta fue escrita «con el fin de llevar al alto cielo un periódico de poca circulación».[115]​ Más tarde los funcionarios de policías afirmaron haber identificado a un periodista específico como el autor de «Querido jefe» y la postal.[116]​ El periodista fue identificado como Tom Bullen en una carta del Jefe Inspector John George Littlechild a George R. Sims como fecha 23 de septiembre de 1913.[117]​ Un periodista llamado Fred Best confesó en 1931 que había escrito las cartas para «mantener vivo el negocio».[118]

Medios de comunicación

«Horrible asesinato en el East End. Una mujer ha sido mutilada. Capturado: «Mandil de cuero». Periódico de formato grande refiriéndose al asesino como «Mandil de cuero».

Los asesinatos del Destripador marcaron una importante división en el tratamiento de los crímenes por los periodistas.[18][119]​ Aunque no fue el primer caso de un asesino serial, Jack el Destripador fue el primero en crear frenesí mundial en los medios de comunicación.[18][119]​ Las reformas fiscales en la década de 1850 había permitido la publicación de periódicos baratos con una mayor difusión.[120]​ Éstos se multiplicaron después de la época Victoriana para incluir periódicos de circulación masiva a un precio muy bajo (un penique), junto con revistas populares, como Illustrated Police News, que hizo del Destripador el beneficiario de una publicidad sin precedentes.[121]

Tras el asesinato de Nichols a comienzos de septiembre, el Manchester Guardian reportó que: "Cualquier información que esté en manos de la policía, debe mantenerse en secreto ... Se creo que su atención se dirige particularmente a ... un personaje conocido como 'Mandil de cuero'."[122]​ Los periodistas se vieron frustrados por la renuencia de la policía judicial a revelar detalles de su investigación al público, por lo que recurrieron a la redacción de informes de veracidad dudosa.[18][123]​ Descripciones imaginativas de «Mandil de cuero», empezaron a aparecer en la prensa,[124]​ pero fueron despedido por la la «mítica y fantasía de los periodistas».[125]John Pizer, un limpiabotas local, fue reconocido como «Mandil de cuero»[126]​ y fue arrestado, «a pesar de que el inspector de la investigación informó que "no existía nada que lo comprobara».[127]​ Fue liberado después de confirmar su coartada.[126]

Tras la publicación de la carta «Querido jefe», «Jack el Destripador» fue sustituido por «Mandil de cuero» como el nombre adoptado por la prensa y el público para describir al asesino.[128]​ Más tarde el asesino era conocido como «Jack Rojo».[129]​ El nombre «Jack» fue usado para describir a otro legendario asesino de Londres: «Spring-Heeled Jack», que supuestamente atacaba a sus víctimas saltando por encima de las paredes, y huía tan rápido como llegaba.[130]​ La invención y adopción de un seudónimo para un asesino en particular llegó a ser una práctica muy común entre los medios de comunicación con ejemplos notables como Axeman de New Orleans, los Boston Strangler, y el francotirador de Beltway. Ejemplo derivados de Jack el Destripador incluyen el Destripador francés,[131]el Destripador de Düsseldorf,[132][133]el Destripador de Camden,[134]Jack el Stripper,[135][136]​ el Destripador de Yorkshire,[137][138][139]​ y el Destripador de Rostov[140][141]​. Informes de prensa sensacionales, combinados con el hecho de que nadie fue declarado culpable, ha confundido el análisis académico y creado una leyenda que arroja una sombra sobre asesinos en serie.[142]

Legado

«Un fantasma portando un cuchillo y flotando en la calle de un barrio». El «Némesis de la Negligencia»: Jack el Destripador representado como un fantasma de Whitechapel al acecho y encarnando el abandono social, en una caricatura de la revista 'Punch' en 1888

La naturaleza de los asesinatos y de las víctimas llamó la atención sobre las condiciones de vida pobres en el East End,[143]​ y una opinión pública en contra del abarrotado (de gente).[144]​ En las dos décadas después de los asesinatos, el pero de los barrios fue eliminado y demolido,[145]​ pero las calles y algunos edificios sobrevivieron y la leyenda del Destripador es promovida para un tour por los sitios de los asesinatos.[146]​ El pub The Ten Bells en la calle Commercial era frecuentada por al menos una de las víctimas (Mary Kelly) y fue el centro de este tipo de giras durante muchos años.[147]

Además de las contradicciones y la falta de fiabilidad de los testimonios contemporáneos, los intentos de identificar al verdadero asesino se ven obstaculizados por la falta de sobrevivir a las pruebas forenses.[148]​ Los análisis de ADN en las cartas son inconclusos;[149]​el material disponible se ha manejado muchas veces y está demasiado contaminada para ofrecer resultados significativos.[150]​ Hasta la fecha más de 100 obras de ficción no tratan exclusivamente de los asesinatos de Jack el Destripador, lo que es uno de los más escrita sobre verdaderos sujetos de la delincuencia.[91]​ El término «ripperología» fue acuñado por Colin Wilson en la década de 1970 para describir el estudio del caso.[151][152]​ Los periódicos Ripperana, Ripperologist y Ripper Notes publicaron sus investigaciones.[153]

Jack el Destripador destacó en cientos de trabajos de ficción y trabajos los cuales sobrepasaban las fronteras entre la realidad y la ficción, incluyendo las cartas y el Diario del Destripador.[154]​ El Destripador apareció en novelas, historias cortas, poemas, caricaturas, juegos, canciones, obras teatrales, películas, y en la ópera de 1930 Lulu por Alban Berg.

Inmediatamnete después de los asesinatos, «Jack el Destripador se convirtió en el coco de los niños».[155]​ Las representaciones de éste eran a menudo fantásticas o monstruosas. Entre 1920 y 1930, fue representado en el cine vistiendo ropa típica como un hombre que ocultaba un secreto cazando a sus víctimas desprevenidas; la atmósfera y el mal eran mostrados por medio de iluminación y juego de sombras.[156]​ En 1960, el Destripador llegó a ser "el símbolo de la aristocracia depredadora",[156]​ ay fue retratado en un sombrero de copa vestido como un caballero. El establecimiento llegó a ser el villano junto con el Destripador manifestando la sobreexplotación de la clase social alta.[157]​ La imagen del Destripador fusionada con historias y símbolos de terror, como la capa Drácula o la cosecha de órganos de Victor Frankenstein.[158]​ El mundo ficticio del Destripador pudo alearse con múltiples géneros, que van desde Sherlock Holmes hasta el terror erótico japonés.[159]

Fuentes

Referencias

  1. Carta escrita por George Bernard Shaw.
    ¿Permitirán que haga un comentario acerca del éxito del asesino de Whitechapel a la hora de atraer la atención por un momento hacia la cuestión social, mientras nosotros los demócratas sociales convencionales perdíamos el tiempo en educación, agitación y organización? Un «genio independiente» ha decidido actuar por su cuenta.
  2. Gabriel Antonio Pombo. El monstruo de Londres. La leyenda de Jack el Destripador, ISBN 9974805171
  3. Kershen, Anne J., "The Immigrant Community of Whitechapel at the Time of the Jack the Ripper Murders", en Werner, pp. 65–97; Vaughan, Laura, "Mapping the East End Labyrinth", en Werner, p. 225
  4. Life and Labour of the People in London (Londres: Macmillan, 1902–1903) (archivo en línea de Charles Booth) 5 de agosto de 2008
  5. Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 1; reporte de la policía que data del 25 de octubre de 1888, MEPO 3/141 ff. 158–163. Citado en: Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 283; Rumbelow, p. 12
  6. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 131–149; Evans y Rumbelow, pp. 38–42; Rumbelow, pp. 21–22
  7. Marriott, John, "The Imaginative Geography of the Whitechapel murders", en Werner, pp. 31–63
  8. Haggard, Robert F. (1993), "Jack the Ripper As the Threat of Outcast London", Essays in History, vol. 35, Corcoran Department of History at the University of Virginia.
  9. Woods and Baddeley, p. 20
  10. a b c d e f The Enduring Mystery of Jack the Ripper, Policia Metropolitana de Londres, consultado el 31 de enero de 2010 .
  11. Cook, pp. 33–34; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 3
  12. Cook, p. 151
  13. a b c d Keppel, Robert D.; Weis, Joseph G.; Brown, Katherine M.; Welch, Kristen (2005), "The Jack the Ripper Murders: A Modus Operandi and Signature Analysis of the 1888–1891 Whitechapel Murders", Journal of Investigative Psychology and Offender Profiling, vol. 2, pp. 1–21
  14. Evans and Rumbelow, pp. 47–55
  15. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 27–28; Evans and Rumbelow, pp. 47–50; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 4–7
  16. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 28; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 4–7
  17. p.ej. The Star, 8 de septiembre de 1888, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 155–156 y Cook, p. 62
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  19. Evans and Rumbelow, p. 49
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  21. Evans and Rumbelow, pp. 51–55; Marriott, p. 13
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  23. «Jack el Destripador II - Los sospechosos». Themackintoshman.blog. Consultado el 28 de febrero de 2010. 
  24. Evans and Rumbelow, pp. 60–61; Rumbelow, pp. 24–27
  25. Rumbelow, p. 42
  26. Marriott, pp. 26–29; Rumbelow, p. 42
  27. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 153; Cook, p. 163; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 98; Marriott, pp. 59–75
  28. New York Times, publicación de 1888. Véase también el documental de Jack el Destripador producido por The History Channel.
  29. Cook, p. 157; Marriott, pp. 81–125
  30. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 176–184
  31. a b Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 193–194; Reporte del Jefe Inspector Swanson, 6 de noviembre de 1888, HO 144/221/A49301C, citado en Evans and Skinner, pp. 185–188
  32. e.g. Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 30; Rumbelow, p. 118
  33. Cook, p. 143; Sugden, p. 254
  34. Carta de Charles Warren a Godfrey Lushington, Jefe de la Secretaria del Ministerio Interior, 6 de noviembre, HO 144/221/A49301C, citado en Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 183–184
  35. e.g. Daily Telegraph, 10 de noviembre de 1888, citado en Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 339–340
  36. Notas de Macnaghten citadas por Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 584–587
  37. Cook, p. 151; Woods and Baddeley, p. 85
  38. Notas de Macnaghten citadas por Cook, p. 151; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 584–587 and Rumbelow, p. 140
  39. a b c d e f Carta de Thomas Bond a Robert Anderson, 10 de noviembre de 1888, HO 144/221/A49301C, citado en Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 360–362 and Rumbelow, pp. 145–147
  40. e.g. Cook, pp. 156–159, 199
  41. Evans and Rumbelow, p. 260
  42. Interview en el East London Observer, 14 de mayo de 1910, citado en Cook, pp. 179–180 y Evans and Rumbelow, p. 239
  43. Marriott, pp. 231–234; Rumbelow, p. 157
  44. a b Evans and Rumbelow, pp. 245–246; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 422–439
  45. Evans and Rumbelow, pp. 208–209; Rumbelow, p. 131
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  48. Evans and Rumbelow, p. 210; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 480–515
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  50. a b c Evans, Stewart P.; Connell, Nicholas (2000). The Man Who Hunted Jack the Ripper. ISBN 1902791053
  51. Fido, Martin (1993), The Crimes, Detection and Death of Jack the Ripper, Nueva York: Barnes and Noble, ISBN 9781566195379, p. 15
  52. El término «Fairy Fay» fue acuñado por Terrence Robinson en Reynold's News, 29 de octubre de 1950, «ante la necesidad de un mejor nombre».
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  54. a b Begg, Jack the Ripper: The Facts, pp. 21–25
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  56. Beadle, William (2009), Jack the Ripper: Unmasked, London: John Blake, ISBN 9781844546886, p. 75
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  60. Beadle, p. 207; Evans and Rumbelow, p. 202
  61. a b c Evans and Rumbelow, pp. 142–144 Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «e&r» está definido varias veces con contenidos diferentes
  62. a b Gordon, R. Michael (2002), The Thames Torso Murders of Victorian London, Jefferson, North Carolina: McFarland & Company, ISBN 9780786413485
  63. Evans and Rumbelow, pp. 210–213
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  69. Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 675
  70. Begg, p. 205; Evans and Rumbelow, pp. 84–85
  71. a b c d p.ej. Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 245–252
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  75. Reporte del inspector Donald Swansonal Minsterio Interior, 19 de octubre de 1888, HO 144/221/A49301C, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 206 and Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 125
  76. Marriott, John, "The Imaginative Geography of the Whitechapel murders", en Werner, p. 48
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  80. Canter, pp. 5–6
  81. Woods and Baddeley, p. 38
  82. Ver las ediciones posteriores de Richard von Krafft-Ebing's Psychopathia Sexualis, citado en Woods and Baddeley, p. 111
  83. Evans and Rumbelow, pp. 187–188, 261; Woods and Baddeley, pp. 121–122
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  93. Donald McCormick estimó «probablemente cerca de 2000» (citado en Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 180). The Illustrated Police News del 20 de octubre de 1888 diciendo que alrededor de 700 eran investigadas por la policía (citado en Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 199). Cerca 300 se conservaban en la Corporación de Londres de la Oficina de Información (Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 149).
  94. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 165; Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 105; Rumbelow, pp. 105–116
  95. Se conservan alrededor de 200 en la Oficina de Información Pública (Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 8, 180).
  96. Marriott, pp. 219 ff.
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  111. Cook, p. 146
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  113. Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 32–33
  114. Carta de Charles Warren a Godfrey Lushington, 10 de octubre 1888, Metropolitan Police Archive MEPO 1/48, citado en Cook, p. 78; Evans and Rumbelow, p. 140 y Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 43
  115. Citado en Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 41, 52 y Woods and Baddeley, p. 54
  116. Cook, pp. 94–95; Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters From Hell, pp. 45–48; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 624–633; Marriott, pp. 219–222; Rumbelow, pp. 121–122
  117. Citado en Cook, pp. 96–97; Evans and Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 49; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 193; and Marriott, p. 254
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Enlaces externos