Diferencia entre revisiones de «Chiroptera»

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* [http://www.secemu.com/cod/index_.html Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos].
* [http://www.secemu.com/cod/index_.html Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos].
* [http://www.asgalanthus.org/CAST/recerca_ratpenats.php Estudio y divulgación de los quirópteros] en Galanthus.
* [http://www.asgalanthus.org/CAST/recerca_ratpenats.php Estudio y divulgación de los quirópteros] en Galanthus.
* Murcielagos de Salamanca[http://www.actiweb.es/murcielagossalmantinos/]
;En inglés
;En inglés
*[http://animaldiversity.ummz.umich.edu/site/accounts/information/Chiroptera.html Chiroptera] en Animal Diversity Web.
*[http://animaldiversity.ummz.umich.edu/site/accounts/information/Chiroptera.html Chiroptera] en Animal Diversity Web.

Revisión del 22:28 3 feb 2010

 
Murciélagos
Rango temporal: Paleoceno superior - Reciente[1]

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Infraclase: Eutheria
Superorden: Laurasiatheria[2]
Orden: Chiroptera
Blumenbach, 1779
Subórdenes

Los quirópteros o murciélagos (Chiroptera) son un orden de mamíferos voladores cuyas extremidades superiores se desarrollaron como alas. Con aproximadamente 1.100 especies, los murciélagos representan aproximadamente un 20% de todas las especies de mamíferos,[3]​ lo que los convierte en el segundo orden mayor de esta clase tras los roedores.

Son los únicos mamíferos capaces de volar, se han extendido por casi todo el mundo y han ocupado una gran variedad de nichos ecológicos diferentes. Los murciélagos juegan un rol ecológico vital como polinizadores de flores y también desarrollan un importante papel en la dispersión de semillas; muchas plantas tropicales dependen completamente de los murciélagos. Tienen las patas anteriores transformadas en alas y algunos se guían y cazan por ecolocalización.[4]​ Cerca de un 70% de las especies son insectívoras y la mayor parte del resto frugívoras; algunas se alimentan de pequeños vertebrados como ranas, roedores, aves, peces u otros murciélagos o, como en el caso de los vampiros (subfamilia Desmodontinae), de sangre.

Su tamaño varía desde los 29–33 mm de longitud y 2 g de peso del murciélago moscardón (Craseonycteris thonglongyai), a los más de 1,5 m de longitud y 1,2 kg de peso del zorro volador filipino (Acerodon jubatus).

Etimología

Chiroptera proviene de dos vocablos griegos, cheir (χειρ), mano, y pteron (πτερον), ala. La palabra «murciélago» es una metátesis histórica de «muciégalo»,[5]​ la cual a su vez deriva de la unión de los términos latinos mus, ratón, y caecŭlus (diminutivo de caecus), ciego.[6]

Morfología

Junto con las aves y los ya extintos pterosaurios, los murciélagos son uno de los tres únicos grupos de animales vertebrados capaces de volar.[7]​ Para conseguirlo, han desarrollado una serie de caracteres destinados a permitir el vuelo. Excepto el pulgar, todos los dedos de las manos están particularmente alargados y sostienen una fina membrana de piel, flexible y elástica, que garantiza la sustentación. Esta membrana está formada por dos capas de piel que recubren una capa central de tejidos inervados, vasos sanguíneos y fibras musculares.[8]

Anatomía externa

Su tamaño varía desde los 29–33 mm de longitud y 2 g de peso del murciélago moscardón (Craseonycteris thonglongyai), el mamífero más pequeño existente en la actualidad,[9]​ a los más de 1,5 m de longitud y 1,2 kg de peso del gran zorro volador filipino (Acerodon jubatus).[10][11]​ Otros murciélagos de gran tamaño son el zorro volador de la India (Pteropus giganteus), el zorro volador de Livingston (Pteropus livingstonii) o el gran zorro volador (Pteropus vampyrus), el murciélago de mayor envergadura. A pesar de su nombre, los megaquirópteros no son siempre mayores que los microquirópteros, pues algunas especies tan solo miden seis centímetros de longitud y son más pequeños que los microquirópteros de mayor tamaño.

La orientación de sus extremidades inferiores es única entre los mamíferos; la unión de la cadera está girada 90° de forma que las piernas se proyectan de lado y la cara de las rodillas casi hacia atrás. En parte debido a esta rotación, el movimiento al andar de los murciélagos es generalmente torpe y se diferencia de otros tetrápodos.[12]​ Este diseño de las extremidades inferiores da apoyo al patagio en el vuelo y les permite colgarse boca abajo, posición en la que pasan gran parte de su vida, pendiendo de las ramas de los árboles o de los techos de las cuevas donde habitan. También tienen el pulgar de los pies libre y está dotado de una uña que que les ayuda a colgarse y trepar. Cuando están colgados, su peso ejerce una tracción sobre los tendones que mantiene las garras en posición de enganche, lo que les permite permanecer colgados incluso dormidos y no gastar energía aunque permanezcan en esa posición durante grandes periodos de tiempo.[13][12]

Cabeza

Archivo:Pipistrelle.JPG
Murciélago del género Pipistrellus.

Su cabeza difiere considerablemente de una especie a otra. La cabeza de muchos murciélagos recuerda la de otros animales como pueden ser los ratones, pero tienen estructuras diferenciales en los quirópteros. Muchos tienen láminas nasales u otras estructuras en la cara, que sirven para emitir o potenciar los ultrasonidos. Las orejas, que en muchas especies son de gran tamaño, a menudo están dotadas de surcos o arrugas, además del tragus, un lóbulo de piel que mejora su capacidad de ecolocalización. Los microquirópteros tienen una visión dicromática en blanco y negro, mientras que los magaquirópteros ven en color.[14]​ Según investigaciones recientes, algunas especies también perciben la luz ultravioleta, que es la reflejada por algunas flores, lo que les ayudaría a encontrar néctar. Algunos murciélagos disponen de un sentido de magnetocepción, lo que les permite orientarse utilizando el campo magnético terrestre, de manera similar a las aves migratorias y otros animales, y les ayuda orientarse durante sus vuelos nocturnos.[15]

Los murciélagos tienen generalmente entre 32 y 38 dientes, de los cuales están especialmente desarrollados los caninos. La evolución de diferentes modos de alimentación ha desarrollado múltiples configuraciones dentales, y en este orden de mamíferos se conocen unas 50 fórmulas dentales diferentes. El vampiro común (Desmodus rotundus), con veinte dientes, es una de las especies de quiróptero con menor número. Los dientes de los microquirópteros son similares a los de los animales insectívoros; están muy afilados con el fin de penetrar el duro exoesqueleto de los insectos o la piel de la fruta. Los de los megaquirópteros están adaptados para morder la dura piel de algunos frutos.

Alas

Morfología del ala.

Los quirópteros son un ejemplo de la gran variedad de posibilidades de desarrollo que pueden tener las patas de los tetrápodos. Excepto en el pulgar, todas las falanges de los dedos de sus patas anteriores están especialmente alargadas para sostener una extensa y fina membrana de piel, flexible y elástica, que recibe el nombre de patagio y que le permite la sustentación en el aire. El patagio está formado por una capa central de tejidos plagados de nervios, vasos sanguíneos y fibras musculares, recubierta por ambos lados con capas de piel.[8]​ El patagio se divide en propatagio (la parte que va desde el cuello hasta el primer dedo), dactilopatagio (entre los dedos), plagiopatagio (entre el último dedo y las patas posteriores) y uropatagio (membrana caudal o interfemoral, que une ambas extremidades posteriores entre sí, incluyendo la cola en todo o en parte).[16]​ Dependiendo de las especies y su estilo de vuelo, pueden tener un uropatagio muy largo, ser mas reducido o incluso carecer de él; del mismo modo algunas como Anoura spp. y Sturnira spp. carecen de uropatagio evidente y los géneros Desmodus, Diphylla y Diaemus carecen de cola pero tienen uropatagio, aunque muy estrecho.[17]

Los huesos de los dedos son mucho más flexibles que los de otros mamíferos. Una de las razones es que el cartílago carece de calcio y otros minerales en su extremo, lo que les permite una gran torsión sin romperse. La sección de los huesos de los dedos es aplanada, en lugar circular como por ejemplo en los humanos, lo que los hace todavía más flexibles. La piel de las membranas alares es muy elástica y se puede estirar mucho más de lo que es habitual en los mamíferos.

Sus alas también les sirven como protección cuando el animal está en reposo.

Como tienen alas mucho más delgadas que las de las aves, los murciélagos pueden maniobrar de una manera más rápida y precisa, aunque también son más delicadas y se rasgan con facilidad;[18]​ sin embargo, el tejido de la membrana se repone en poco tiempo, por lo que estos pequeños rasgones pueden curarse con rapidez.[18][19]​ La superficie de las alas está dotada de receptores sensibles al tacto en forma de pequeños bultos llamados células de Merkel, presentes en la mayoría de mamíferos pero que el caso de los murciélagos son diferentes, pues cada bulto tiene un pelo diminuto en el centro,[20]​ lo que la hace aún más sensible y le permite detectar y recoger información sobre el aire que fluye sobre sus alas y así poder cambiar su forma para volar con mayor eficacia.[20]​ Muchas especies, como Myotis lucifugus, aprovechan esta destreza para volar cerca de la superficie del agua y beber mientras vuelan,[21]​ y otras, como el zorro volador (género Pteropus) o los megaquirópteros, rozan con su cuerpo la superficie del agua y toman tierra en los alrededores para lamer el agua adherida a la piel de su pecho.[22]​ La membrana de las especies que utilizan las alas para cazar a sus presas tiene un tipo adicional de célula receptora, sensible al estiramiento de la membrana.[20]​ Estas células se concentran en las partes de la membrana en que los insectos impactan con el ala cuando los murciélagos los capturan.

Los murciélagos piscívoros tienen un uropatagio poco desarrollado, para minimizar la resistencia aerodinámica y mejorar su estabilidad durante el vuelo raso. Los que se alimentan de insectos voladores tienen alas largas y estrechas que les permiten volar a más de 50 km/h. Cuando se encuentran grandes concentraciones de insectos, a veces sólo tienen que volar con la boca abierta para capturar sus presas, de forma similar a como se alimentan de krill los cetáceos. En cambio, los murciélagos que comen insectos situados en la corteza o las hojas de los árboles tienen unas alas de gran superficie que les permiten un vuelo lento y suave y volar entre la vegetación densa.[23]

Sus alas también les sirven como protección cuando el animal está en reposo, además de como regulador térmico; aíslan el cuerpo del animal del ambiente exterior para conservar calor, pero también sirven para reducir la temperatura del animal mientras vuela.[8]

No todos los murciélagos tienen en el vuelo su único modo de locomoción. Algunos, como los mistacínidos de Nueva Zelanda tienen la capacidad de esconder sus alas bajo una resistente membrana, una adaptación que les permite desplazarse y alimentarse en tierra, e incluso escarbar madrigueras en el suelo.[24]

Sistemática y filogenia

Sistemática

La clasificación de los murciélagos actuales según Simmons y Geisler (1998), con las modificaciones sugeridas por Kirsch et ál (1998), los reparte en dos subórdenes con dieciocho familias:[25][26][27]

Orden de los quirópteros (Chiroptera) Blumenbach, 1779

Pteropus giganteus, un representante de los megaquirópteros.
  • Suborden de los megaquirópteros (Megachiroptera) Dobson, 1875
    • Los megaquirópteros, que contienen una sola familia, los pteropódidos (Pteropodidae) Gray, 1821, incluyen a los murciélagos de mayor tamaño. Su dieta es exclusivamente vegetariana (frugívoros o nectarívoros) y viven en las regiones tropicales de África, Asia y Oceanía. Un ejemplo de este suborden son el zorro volador de la India (Pteropus giganteus) o el zorro volador filipino (Acerodon jubatus), el mayor murciélago del mundo. Desde un punto de vista evolutivo, los megaquirópters son los murciélagos más próximos a los primates, y, por lo tanto, a los humanos.[28]​ Se caracterizan por sus grandes ojos, por su hocico vulpí y por la presencia de una segunda grifa situada en el tercer dedo de la mano. El gran zorro volador (Pteropus vampyrus) tiene una envergadura de 170 cm, la mayor entre los quirópteros. Las especies de este suborden carecen ecolocalización (a excepción de Rousettus aegyptiacus que cuenta con una forma rudimentaria de esta capacidad),[29]​ por lo que dependen de sus ojos y tienen una visión nocturna muy desarrollada y en color.[14][28]
Ilustración de la cabeza de un mormoópido (Mormoops blainvillii) realizada por Ernst Haeckel.
Un murciélago frugívoro del género Artibeus reposa sobre una hoja en Costa Rica.
  • Suborden de los microquirópteros (Microchiroptera) Dobson, 1875
    • Superfamilia Emballonuroidea
      • Los embalonúridos (Emballonuridae) Gervais, 1855 viven en regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. Esta familia cuenta con algunas de las especies más pequeñas, con un tamaño corporal que va de los 3,5 a los 10 centímetros de longitud. Suelen ser marrones o grises, aunque los del género Diclidurus son blancos. Tienen una cola corta que se proyecta por la membrana caudal formando una vaina. La mayoría de las especies tienen glándulas en forma de saco en las alas, que están abiertas y pueden servir para liberar feromonas para atraer una pareja. Otras especies tienen glándulas en la garganta que producen secreciones de un olor penetrante.[30]
    • Superfamilia Molossoidea
      • La familia Antrozoidae LeConte, 1856 solamente cuenta con un especie, Antrozous pallidus. Su ámbito de distribución va desde el oeste del Canadá hasta el centro de México. Tiene unos ojos más grandes que la mayoría de las especies de quirópteros de Norteamérica y sus orejas son pálidas, largas y anchas. Su pelaje suele tener una tonalidad clara. Mide entre nueve y trece centímetros de largo y se alimenta de artrópodos como grillos y escorpiones. Algunas autoridades incluyen Antrozous spp. dentro de la familia Vespertilionidae (subfamilia Antrozoinae).[31][32]
      • Los molósidos (Molossidae) Gervais, 1856 están muy extendidos, y viven en todos los continentes excepto la Antártida. En general son bastante robustos, voladores muy aptos y tienen alas relativamente largas y estrechas. Controlado por la acción de los músculos, un anillo especial de cartílago desliza arriba y abajo las vértebras caudales para estirar o retraer la membrana de la cola, lo que da a estas especies una precisión en las maniobras de vuelo comparable a la de las golondrinas y los vencejos. Los molósidos son los murciélagos más veloces.[30]
    • Superfamilia Nataloidea
      • Los furiptéridos (Furipteridae) Gray, 1866 viven en Centroamérica y Sudamérica. A esta familia sólo pertenecen dos especies, que se caracterizan por sus pulgares reducidos y faltos de función, rodeados por la membrana alar, y por sus anchas orejas en forma de embudo. Son insectívoros y viven en diferentes tipos de medio. Tienen un pelaje gris y una pequeña lámina nasal.[30]
      • Los mizopódidos (Myzopodidae) Thomas, 1904 está formada por dos especias endémicas de Madagascar y de las que no se tiene mucha información. Ambas pertenecen al género Myzopoda. Su característica más destacada es la presencia de unas ventosas en las muñecas y los tobillos que les permiten sujetarse con facilidad a la lisa superficie lisa de las hojas.[33]
      • Los natálidos (Natalidae) Gray, 1866 viven en Centroamérica, Sudamérica y las islas del Caribe. Son murciélagos esbeltos con una cola inusualmente larga y con orejas en forma de embudo. Son pequeños, con un tamaño de sólo 3,5-5,5 centímetros, y con un pelaje marrón, gris o rojizo.[34]
      • Los Los tiroptéridos (Thyropteridae) Miller, 1907 viven en Centroamérica y Sudamérica, a menudo en junglas tropicales húmedas. Sólo tienen un género, con cuatro especies. Al igual que los mizopódidos, cuentan con unas ventosas que los ayudan a pegarse a superficies lisas como hojas de plátano o Heliconia, bajo las que se protegen de la lluvia y se esconden de sus predadores. Se alimentan exclusivamente de insectos.[35]
    • Superfamilia Noctilionoidea
      • Los mormoópidos (Mormoopidae) Saussure, 1860 son propios de Centroamérica y Sudamérica y se distribuyen desde el sur de México al sudeste de Brasil. Se caracterizan por la presencia de una lámina labial, en lugar de la lámina nasal típica de la mayoría de especies de murciélago y tienen una franja de pelos tiesos en sus hocicos, de ahí su nombre común de «murciélagos bigotudos». En algunas especies la membrana alar se une sobre la espalda del animal, lo que les hace parecer calvos, pero debajo del ala tienen una capa de piel normal. La cola sólo se proyecta una corta distancia más allá de la membrana que se extiende entre las patas posteriores. Viven en cuevas y túneles en enormes colonias que pueden incluir centenares de miles de individuos, y producen el suficiente guano como para permitir su explotación comercial. Dado que viven en regiones tropicales, no hibernan.
      • Los mistacínidos (Mystacinidae) Dobson, 1875 son dos especies bastante atípicas endémicas de Nueva Zelanda. Pasan gran parte del tiempo en tierra, en lugar de volar, y tienen la capacidad única de plegar las alas cuando no las utilizan. También tienen una proyección en algunas zarpas que los ayuda a excavar y escalar. Son omnívoros que se alimentan de fruta y carroña, así como de artrópodos que cazan en tierra; también comen polen y nectar, que pueden recoger con su lengua extensible. A veces construyen su madriguera en troncos en proceso de putrefacción, pero también anidan en grietas en las rocas o los nidos de aves marinas.
      • Los noctiliónidos (Noctilonidae) Gray, 1821 sólo incluyen un género y dos especies. Viven cerca del agua y se les conoce como «murciélagos pescadores», aunque en realidad son principalmente insectívoros y sólo Noctilio leporinus complementa habitualmente su dieta con pequeños peces, utilizando la ecolocalización para detectar sus movimientos en el agua; puede cazar entre veinte y treinta peces en una sola noche.[36]
      • Los filostómidos (Phyllostomidae) Gray, 1825 viven en América Central y del Sur y son la familia ecológicamente más variada y diversa de quirópteros. Su característica más distintiva es una protuberancia carnosa de la nariz que tiene un tamaño que va desde ocupar casi la cabeza en unas especies, a la ausencia completa en otras. Muchas especies también tienen carnosidades, verrugas y otras protuberancias en la cabeza cerca de esta protuberancia o en la barbilla. Los miembros de esta familia han evolucionado para servirse varios tipos de alimentos, como fruta, néctar, polen, insectos, ranas, otros murciélagos y pequeños vertebrados o, en el caso de los vampiros, de sangre.[37]​ Los sonidos utilizados para la ecolocalización son emitidos por la nariz. No hibernan, pero algunas especies estivan (entran en un estado de sopor con temperaturas elevadas y hay sequía).
    • Superfamilia Rhinolophoidea


En la obra Mammal Species of the World se citan también dieciocho familias, pero no incluyen Antrozoidae y en cambio citan Hipposideridae, considerada anteriormente subfamilia de Rhinolophidae, pero retornada como familia por Corbet y Hill (1992), Bates y Harrison (1997), Bogdanowicz y Owen (1998), Hand y Kirsch (1998) y otros muchos autores.[38]​ En el Sistema Integrado de Información Taxonómica (ITIS) se reconocen diecisiete familias, las citadas anteriormente pero sin incluir ni Antrozoidae ni Hipposideridae.[39]


Notas y referencias

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Bibliografía

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  • Neuweiler, Gerhard (2000). The biology of bats (en inglés). Oxford University Press. ISBN 0195099516. 
  • Schober, Wilfried y Grimmberger, Eckard (1996). Los murciélagos de España y de Europa. Barcelona: Ediciones Omega. ISBN 84-282-1014-4. 

Bibliografía complementaria

  • Simmons, Nancy B. (2009). «Origen y evolución de los murciélagos». Investigación y Ciencia (390): 64-72. ISSN 0210-136X. 

Enlaces externos

En español
En inglés