Diferencia entre revisiones de «Thomas Cochrane»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
CEM-bot (discusión · contribs.)
m Correcciones menores PR:CEM.
{{Artículo bueno}}
Línea 1: Línea 1:
{{Artículo bueno}}
{{Infobox militares
{{Infobox militares
|nombre= Thomas Alexander Cochrane
|nombre= Thomas Alexander Cochrane

Revisión del 04:25 2 ene 2008

Plantilla:Infobox militares Thomas Alexander Cochrane, X conde de Dundonald, marqués de Maranhão, (Annsfield, 14 de diciembre de 1775 - † Londres, 31 de octubre de 1860), conocido como Lord Cochrane.[1]​ Fue un político radical, oficial e innovador naval británico. Considerado como uno de los capitanes británicos más audaces y exitosos de las guerras de la revolución francesa, lo que llevó a los franceses a apodarlo "le loup des mers" (el lobo marino). Después de ser dado de baja de la marina británica, sirvió en las marinas de Chile, Brasil y Grecia.

Su vida y aventuras han servido de inspiración para varios autores. Para algunos historiadores, Cochrane es uno de los militares más valerosos y geniales que luchó en las guerras de independencia de América. [2]

En 1812 Cochrane se casó, contra los deseos de su familia, con Catherine "Kitty" Celia Barnes, una dama de madre española. Como consecuencia, Cochrane perdió la herencia familiar. De ese matrimonio nació Thomas Barnes Cochrane, 11° Earl of Dundonald. Kitty acompañó a Cochrane en sus numerosos viajes, después que él dejara Inglaterra.

Vida temprana

Cuando Thomas nació, la fortuna de su familia había sido en su mayoría gastada, así, en 1793, la casa ancestral tuvo que ser vendida para solventar los gastos familiares. Estando su familia desprovista de fortuna se decidió que el joven Thomas debería abrirse camino a través de una carrera militar. Como era la costumbre en aquellos días entre gente de su clase, y gracias a los buenos oficios de un tío, a los once años fue alistado como tripulante en varios barcos de guerra británicos. El propósito de esta estratagema era proveerlo con la antigüedad necesaria para que su ingreso real a la Marina Británica fuera como oficial.[3]

Ese alistamiento se concretó, coincidencia o no, en 1793 (cuando fue nombrado guardiamarina), el mismo año que la casa patriarcal fue vendida, y al mismo tiempo que las Guerras Revolucionarias Francesas comenzaran.

Servicio en la Marina Británica

Durante su servicio en la marina británica Cochrane demostró una gran capacidad, habilidad innovadora y valor personal.[3]​ Así, su progreso desde guardiamarina a oficial tomó sólo dos años, siendo confirmado en el rango -después de pasar los exámenes- en 1793. Tres años después, en 1796 se le otorgó el cargo de teniente. En 1799, le fue dado el comando temporal del Genereux, un buque de línea francés capturado, con órdenes de llevarlo a un puerto inglés. Durante la travesía, una tempestad se abalanzó sobre el barco y Cochrane en persona tuvo que subir a los mástiles a recoger las velas, ya que la mayoría de la tripulación se encontraba enferma.

Sin embargo, demostró también tener un carácter arisco y difícil, que le ganó la animosidad o enemistad de numerosos colegas y superiores a lo largo de su vida. Entre otros ejemplos, fue sometido a una corte marcial por haber supuestamente desafiado a duelo a otro oficial. A pesar de que se le encontró inocente de la acusación, fue amonestado por "falta de cortesía". Así comenzó una larga historia de desencuentros con otras personas, incluso con aquéllas que deberían haber sido sus aliados naturales.

En 1801, Cochrane fue nombrado comandante de la corbeta Speedy. En ese mismo año la corbeta fue interceptada por un barco de guerra español. Cochrane escapó usando la bandera danesa y simulando que había una plaga a bordo. En otra ocasión, el "Speedy" cayó en poder del Almirante francés Linois y Cochrane fue hecho prisionero. Canjeado por unos prisioneros franceses, pudó volver a Inglaterra.[4]

Uno de sus éxitos más notorio fue la captura del "jabeque" El Gamo. Este jabeque era mucho más poderoso que el Speedy (32 cañones y tripulación de 319 contra 14 cañones y 54 tripulantes). Cochrane acercó su corbeta tan cerca que estaba por debajo del área de fuego de los cañones del Gamo. Después de algún tiempo, Cochrane abordó el barco enemigo con tal ímpetu que, a pesar de la desventaja numérica, forzó la rendición de sus tripulantes. Poco después, en agosto de 1801 fue ascendido al rango de Capitán de Navío.

Sin embargo, su carácter intervino. Habiéndose ganado la enemistad del Vizconde St Vincent, almirante y comandante en jefe de la flota británica del Mediterráneo, fue relegado a capitán de un buque de abastecimientos. Para su fortuna, St Vincent fue apartado temporalmente del mando (para ser a la larga puesto al mando de la flota del Canal de la Mancha) y Cochrane fue nombrado (1804) capitán de la fragata de 32 cañones HMS Pallas.[4]

En 1806 le fue dado el mando de la fragata Imperieuse, donde servía Frederick Marryat, conocido autor, quien fue el primero en usar a Cochrane como inspiración para sus libros. Durante aquella época ocurrieron algunas de la aventuras más pintorescas de la vida de Cochrane, cuando le fue ordenado el hostigamiento de la costa mediterránea bajo ocupación francesa, particularmente el area entre Barcelona y Marsella: la Costa Brava, Golfo de Rosas, etc.

En 1808, junto a un grupo guerrillero español capturó el fuerte de Montgat, en la region del Maresme, deteniendo por un mes el avance de las fuerzas al mando del general Duhesne. Cuando a su barco se le acabó el agua, se reabasteció en territorio francés, en vez de volver a su base, como era costumbre en aquellos días. En otra oportunidad, ocupó por algún tiempo un fortín francés, y copió los códigos militares, dejando los originales detrás, a fin de que los franceses no se dieran cuenta que habían caído a sus manos.

En 1809 y como consecuencia de haber acusado públicamente a su superior, el almirante Gambier, de no haber perseguido y obtenido un resultado tan positivo como debería haber ocurrido durante un ataque conjunto contra la flota francesa durante la Batalla de las "Rutas Vascas" (en el lado francés del Golfo de Vizcaya; cerca de La Rochelle), donde utilizó los Cohetes diseñados por W Congréve y brulotes.[3]

Perdió su posición y fue trasladado a prestar servicio en la Guerra Anglo-Estadounidense, al mando del Tonnant.

Poco después. Cochrane se vio envuelto en un escándalo bursátil, lo que fue aprovechado por sus enemigos políticos para arruinar su carrera, siendo retirado del servicio activo y expulsado de la Marina Real en 1817. En realidad, Thomas Cochrane nada tuvo que ver en ese asunto.[3]

Carrera política

Cochrane, político y marino.

Cochrane tenía una doble posición como capitan de marina y Miembro del Parlamento en politica desde el año 1806. En aquellos días el sistema electoral británico era muy corrupto y, en algunas suscripciones electorales (popularmente conocidos como los distritos podridos) era común y legal comprar los votos. Cochrane decidió eliminar estas prácticas. Sus acciones eventualmente dieron lugar a las reformas electorales británicas, que prohibieron el cohecho.

Para empezar, se presentó de candidato en uno de los distritos podridos más notorios, denunciando públicamente el sistema. Como consecuencia, perdió abrumadoramente. El precio por voto durante la elección fue cinco guineas. Cochrane entonces dio diez guineas a los que votaron por él (muy pocos). A la elección siguiente, ganó en forma igualmente abrumadora, quizás porque los electores esperaban una repetición de lo que había hecho. Esta vez, Cochrane no dio nada.

Lo anterior ocasionó tal entusiasmo entre el electorado más progresista que a partir de 1807 y hasta 1815 fue elegido como diputado. En el parlamento se alió al lado radical de los Whig con gente tales como William Cobbett y Henry Hunt- y se dedicó a denunciar la corrupción en la marina e ineficiencia en la conducta de la guerra. Esto, por supuesto, le ocasionó muchos enemigos en la administración y en altos círculos militares y navales.

Sin embargo, su carácter y su manera de resolver problemas dificultaron tanto la solución real de aquellos como las alianzas que formaba. Como ejemplo bien conocido, en una ocasión que el parlamento ordenó la detención de uno de sus amigos, Cochrane organizó la defensa, minando la casa y anunciando que la haría explotar si alguien llegaba a efectuar el arresto.

Como consecuencia de todo lo anterior, Cochrane fue envuelto y enjuiciado en el complicado caso del Gran Fraude de la Casa de Cambio. La mayoría de los historiadores están de acuerdo que tal juicio y consecuente veredicto se debe más a motivos políticos que legales.[3]

Sin embargo, Cochrane fue encontrado culpable y condenado a un año de cárcel, una forma dura del cepo y una multa de mil libras esterlinas (suma muy alta en aquellos días). Adicionalmente, fue expulsado de la marina y perdió su condición de diputado. Para hacer la humillación completa, le fueron retirados sus títulos de nobleza y fue sometido a la ceremonia de degradación (en la cual su insignia fue tirada al suelo, sacada a patadas de la sala de honor y botada a la calle). Tal fue la molestia pública frente a todo esto que su condena se transformo en un triunfo politico. La condena al cepo fue conmutada por miedo a una revuelta popular cuando otro diputado anuncio que el también la cumpliría junto a Cochrane, la multa fue pagada por suscripción pública y fue reelecto inmediatamente a su cargo de diputado (lo que de hecho commuto su condena a prision). Sin embargo, el golpe fue demasiado y Cochrane dejó Inglaterra para reconstruir su reputación y luchar por sus ideales en otros lugares .

Servicio en Chile

En Londres, en 1817 fue conocido por el representante chileno, Antonio Álvarez Condarco, a propósito de la construcción de un barco a vapor que se ofrecía a Chile.[5]​ En mayo de ese mismo año fue contratado junto al marino inglés Jaime Charles, por el Gobierno chileno para formar su naciente Armada de la cual es nombrado Vicealmirante. Llega a Chile el 17 de junio de 1818, acompañado de su esposa.[6][7]

Primer bloqueo a El Callao

El gobierno chileno, inmerso en la pobreza post-independencia había realizado grandes esfuerzos en equipar la nueva escuadra, proveyéndola de municiones, víveres y todo lo necesario para su funcionamiento. El problema más difícil fue el encontrar marineros aptos para la navegación y la guerra. Se tenía el mal antecedente de la escuadra de Manuel Blanco Encalada (formada principalmente por piratas y prisioneros) donde había pésima disciplina.[2]​ Se optó esta vez por campesinos y soldados, totalmente diferentes a la vida de mar, pero los resultados fueron excelentes. “Desde que nos hemos visto libres de presidiarios, parece que reina el buen humor y la alegría entre los marinos chilenos, quienes, vestidos como están ahora de uniforme, parecen de otra clase de seres”.[8]​ Entre el 10 y el 12 de septiembre de 1819 salieron de Valparaíso con rumbo al Callao, la fragata O’Higgins, el San Martín, la Lautaro, La Independencia y el 14 del mismo mes lo hizo el Araucano.

En El Callao la Fortaleza del Real Felipe estaba guarnecida por 3.000 hombres. Además empalizadas resguardaban la escuadra realista, compuesta par las fragatas Esmeralda y Venganza , la corbeta Sebastiana y los bergantines Pezuela y Maipú, 30 lanchas cañoneras y unos tres buques mercantes.

Cochrane, para conquistar el puerto había diseñado un hábil (incluso fantastico) plan: la utilización de cohetes “Congreve”. Estos no dieron el resultado esperado, situación que Cochrane atribuyo al hecho que el gobierno de Chile los hizo construir por prisioneros monarquistas, los que tomaron la oportunidad para sabotearlos. Sin embargo, la escuadra bloqueo el puerto y luego de algunos combates, apresan a la goleta Montezuma.

Cochrane mantuvo el bloqueo con algunos buques y con el resto exploro mas al norte y consigue varias presas en el puerto de Guayaquil. El General Miller desembarca la infantería en Pisco y ocupa por unos días la ciudad. Cochrane dio por terminada esta fase de las operaciones, envíando la flota a Valparaíso y sólo con la O´Higgins se decide a atacar Valdivia, al sur de Chile.

Toma de Valdivia

Óleo que representa el desembarco en Valdivia, uno de los movimientos estratégicos más valientes de la incipiente marina chilena.

Cochrane ideó y lideró la toma de Valdivia en la cual se redujo uno de los últimos enclaves españoles en Chile, entre los días 3 de febrero y 4 de febrero de 1820, a pesar de que la ciudad y su puerto contaban con un notable Sistema de fuertes que habían demostrado su fortaleza resistiendo varios ataques por piratas y corsarios. Esta acción puede ser considerada un ejemplo clásico de la táctica militar de Cochrane. Como el explico, habían muchos que pensaban que el era quizás demasiado intrépido, pero, agrego, su buena fortuna militar se debía a la preparación: nunca había tomado un riesgo para el cual no estuviera preparado. Cabe agregar que, una ves que se decidía por un curso de acción, lo perseguía sin vacilación.

Cuando, el 17 de enero de 1820, Cochrane avistó la costa cercana a Valdivia, el se presentó en la bahía bajo la bandera española. Con esto consiguió capturar un bote que fue a recibir al supuesto navío español. Los realistas no sabían que la desarmada "Maria Isabel" había sido rearmada y reflotada. Lord Cochrane recabo información acerca de las defensas -especialmente el sistema de fuertes- de los marinos capturados y se retiro. Al salir de la bahía, Cochrane capturó al bergantín “Potrillo” que llegaba de Chiloé con un socorro de 20 mil pesos y otros artículos. Posterior a aquello, el Almirante partió rumbo a Talcahuano donde informaría al General O'Higgins sobre sus planes y solicitaría 250 soldados para emprender la que parecía una arriesgada aventura. El Gobernador de Concepción de aquél entonces, General Ramón Freire, le facilitaría aquellas tropas necesarias más el bergantín Intrépido y la goleta Moctezuma.

Una vez que la escuadrón zarpó con rumbo a Valdivia, la nave almirante naufragó frente a la isla Mocha. El agua inundó los almacenes de pólvora quedando los soldados, dispuestos para tomar la plaza realista, solo con las balas que guardaban en sus cartucheras. Cochrane, sin desanimarse, hizo trasladar la comandancia y el contingente militar a la goleta Moctezuma

De vuelta en el puerto de Valdivia, la flotilla volvió a entrar bajo la bandera española. El plan era lograr la captura de algún bote de la guarnición a fin de infiltrar una patrulla en uno de los fuertes. Sin embargo, la tentativa fracaso al ser visto por los españoles uno de los botes de la flotilla chilena, que estaba escondido detrás de los buques, a la espera del momento apropiado para lanzar el ataque por sorpresa.

Sin vacilar, tomando ventaja de cualquiera sorpresa que quedara, Cochrane ordeno el comienzo del asalto por tierra. Uno a uno los fuertes del sistema -que no estaban preparados para un ataque por el lado de tierra, desde donde las fuerzas de Cochrane atacaron- cayeron a sus manos, a pesar de la superioridad numérica y de posición que las fuerzas realistas gozaban. Cochrane tomo eso si la precaución de cegar los cañones que capturaba. Al final del segundo día, el sistema completo, considerado inexpugnable hasta esa fecha, estaba bajo su control.

Luego de esa victoria, se dirigió a Chiloé, con intenciones de derrotar a los realistas que allí gobernaban aún. Aunque sus fuerzas lograron tomar la batería de Chacao y otras de la península de Lacuy, la avanzada de Guillermo Miller fue derrotada en el fuerte Ahui, el más importante del sistema que defendía a San Carlos (Ancud) y Cochrane ordenó desistir del intento.

Independencia del Perú

Pronto, bajo las órdenes del Director Supremo de Chile, Bernardo O'Higgins, Cochrane se unió a las fuerzas independentistas chileno-argentinas comandando la Escuadra que tenía por misión eliminar el poder realista asentado en el Virreinato del Perú. Cochrane tomo su posición desde el buque insignia, transportando a la Expedición Libertadora del Perú bajo el mando del general José de San Martín.

El plan general de San Martin era rodear y sitiar el complejo militar de Lima y El Callao, a la espera de un alzamiento independentista que forzara la rendición de las fuerzas monarquistas. San Martin consideraba que la plaza era demasiado fuertes para un ataque frontal y que tal ataque, en el mejor de los casos, causaría perdidas considerables tanto militares como civiles: el virrey disponía de veinte mil soldados y las fortificaciones eran consideradas las mas fuertes de Sudamerica, con cientos de cañones, ciudadelas, fortines, murallas con muchos torreones, (ver Murallas de Lima)etc.

De acuerdo al plan, un destacamento desembarco en Pisco, al sur de Lima, desde donde se dirigió a esa ciudad. El resto de la expedición continuo hacia el norte. Cochrane ordeno que pasaran a la vista del Callao y así, frente a la muchedumbre que observo, desfilaron las ocho naves de guerra y dieciseis transportes de la Flota Libertadora. A comienzos de noviembre, el resto de las tropas de tierra desembarcaron en Huacho, al norte de Lima.

Cochrane volvió a bloquear el Callao. Ese puerto estaba fuertemente defendido y se consideraba inexpugnable a todo ataque que los independentistas pudieran montar, dado que sus fuertes principales contaban con trescientos cañones[2]​ junto a un sistema de cadenas que impedía el acceso al puerto mismo a menos que sus defensores las retiraran y que eran inspeccionadas cada hora.

Cochrane penetró el puerto con catorce botes a remo y abordó y capturó la fragata realista Esmeralda, a la sazón el buque español más poderoso en el Pacífico[2]​ poniendo así fin al dominio marítimo español en la región. En el combate que tomó lugar a bordo de La Esmeralda, Cochrane fue herido dos veces, una de gravedad, con una bala de mosquete que penetró cerca de la espina. Esa herida le causó problemas durante su retiro.


Con posterioridad a la toma de Lima y la rendición de El Callao algunos problemas entre José de San Martín y Cochrane se hicieron presentes, tanto como porque Bernardo de Monteagudo quería "peruanizar" la escuadra chilena como porque Cochrane resentía disciplinarse a "un intelecto militar inferior como el de San Martin". Y porque no se habían pagado sueldos como se había comprometido. San Martin envio a Cochrane de vuelta a Chile.[2]

Retorno y recibimiento en Chile

Lord Cochrane regresa a Valparaiso en junio de 1822, después de 22 meses de ausencia, donde una entusiasta bienvenida le aguardaba, muchas medallas fueron otorgadas en su honor, así como días feriados. Cochrane es considerado como uno de los fundadores de la Marina Nacional de Chile.[4]

Su mayor contribución a la causa independentista es haber liberado al Pacífico sur del poderío naval español. Durante este período, los monarquistas lo apodaron "El Diablo". La neutralizacion de los dos grandes centros navales españoles en la region: el complejo militar de Corral y Valdivia en Chile y El Callao en Peru y la subsiguiente eliminación de la flota monarquista en la costa occidental de America del Sur resultaron directamente en la independencia del Peru y en el abandono por parte de España de sus esperanzas de reconquistar el subcontinente. [2]

Sin embargo tales reconocimientos solo eran efemérides y honores, no un reconocimiento material a tan grandes servicios. En la practica, Cochrane seguía sin recibir su pago, aun cuando el Estado de Chile le cedió "a perpetuidad" la hacienda de "Rio Claro" por la captura de Valdivia. Esta falta de seriedad generó posterior indignación de su parte como lo describe en sus notas acerca de la campaña en Perú y es expandido mas tarde por su biógrafo:

For the real welfare of Chili Lord Cochrane was always eager; but in the treatment which he himself experienced he had strong proof, both during his four years' active service under the republic and in all after times, of the difficulties in the way of its advancement. Not only was he subjected to the contumely and neglect of which he complained in the letters just quoted from: he was also directly mulcted to a very large extent in the scanty recompense for his services to which he was legally entitled, and indirectly injured to a yet larger extent. "I was compelled to quit Chili," he wrote at a later date, "without any of the emoluments due to my position as Commander-in-Chief of the Navy, or any share of the sums belonging to myself and the officers and seamen; which sums, on the faith of repayment, had, at my solicitation, been appropriated to the repairs and maintenance of the squadron generally, but more especially at Guayaquil and Acapulco, when in pursuit of the Prueba and the Venganza.
Para el verdadero bienestar de Chile, Lord Cochrane fue siempre ansioso, incluso en el trayecto que él mismo había experimentado fuertes pruebas en sus cuatro años de servicio activo en virtud de la república y en todo el tiempos después, de las dificultades en el camino de sus adelantos. No sólo era sometido continuamente al abandono del cual se quejó en la cita de las cartas, sino también se le extendió directamente una escasa recompensa por sus servicios a la que fue degradado legalmente, y de forma indirecta fue injuriado aún en mayor medida. "Fui obligado a abandonar Chile", escribió en una fecha posterior " sin que ninguno de los fueros debido a mi cargo de Comandante en Jefe de la Armada. Y de cualquier parte de las sumas que pertenecen a mí y a los oficiales y gente de mar, Que resume, fé de reembolso, que había, en mi solicitud, se consignó en la reparación y mantenimiento de la escuadra en general, pero más especialmente en Guayaquil y Acapulco, por la persecusión de la Prueba y la Venganza.

Finalmente, Thomas Cochrane acepta el encargo en el Imperio del Brasil, y se retira de Chile. Como consecuencia, el estado chileno reasume a la fuerza la propiedad de la hacienda de Rio Claro que había sido dado como premio, como se ha dicho, a Thomas y su familia "a perpetuidad",

Expresará en una carta más tarde "Me entristece esta ingratitud por mis servicios que hacen que la menor de mis infortunios sea perder la devoción que sentía por Chile".[9]

Servicio en Brasil

Entre 1821 y 1825 Cochrane tomó parte en las luchas de independencia de ese país, destacándose en la liberación de Bahia y Maranhão en 1823. Esas acciones y sus antecedentes son uno de los episodios más remarcables de su vida. [10]

Comenzó con el bloqueo por Cochrane de Bahia, lo que ocasiono que los portugueses decidieran abandonarla. Esto se hizo por mar, en un convoy de más de ochenta barcos, de los cuales trece eran de línea. Para enfrentarlos, Cochrane disponía de un total de cinco, sólo uno de los cuales -el que el comandaba personalmente- había demostrado valer militar. Aún peor, de esos cinco, tres no estaban presentes. Así pues, Cochrane sólo estaba apoyado por otro buque de guerra cuando la flota portuguesa se hizo al mar.

Sin embargo, durante las dos semanas que siguieron Cochrane atacó sin cesar el convoy lusitano con sólo su barco, ordenando que el resto de la flota brasileña se concentrara en llevar a Bahía los buques que el obligaba a rendirse. Al terminar la acción, de los sobre ochenta, sólo un total de veinte y seis regresó a Portugal.

Sin detenerse a descansar, Cochrane entró a Maranhao. Ese puerto -capital de la provincia del mismo nombre- era en aquellos días la más rica de Brasil, y, en consecuencia, la más fortificada. Cochrane anunció que la derrota naval portuguesa se debía a una gran flota brasileña, flota a la cual se había unido los barcos y pertrechos capturados y la cual se dirigía ahora a Maranhao. Él venía a dar la oportunidad de evitar derramamiento innecesarios de sangre. Tal era su confianza en el triunfo inevitable de esa gran fuerza de invasión que demandaba la rendición inmediata de las fuerzas portuguesas.

Obviamente Cochrane juzgo bien el momento psicológico. Al día siguiente los portugueses entregaron la ciudad y sus fuertes. Así, sin más disparos que los que se hicieron en honor del acuerdo, una gran provincia se unió al Brasil independiente. Como reconocimiento de este notable logro el emperador brasileño, Pedro I, le otorgó el título de Marqués de Maranhao.[10]​ Sin embargo, Cochrane no consiguió ser pagado por sus servicios (por lo que reclamaría amargamente) y en consecuencia, se apoderó de algunos navíos como forma de pago.

También combatió en Pernambuco (1824) contra la Confederación del Ecuador, en el Nordeste brasileiro, contribuyendo a su derrota y asegurando así la integridad de los límites territoriales de Brasil.[10]

Servicio en Grecia

Dos años más tarde, interviene en la guerra de la Independencia de Grecia, enfrentándose en esta oportunidad a las naves del Imperio otomano (1827-1828).

La intervención de Cochrane en la Guerra de independencia de Grecia se transformó rápidamente para él en una fuente de frustraciones y decepción.

Desde los 1814 los griegos habían comenzado a organizarse para lograr la independencia del Imperio Otomano, del cual habían sido parte desde el siglo XIV. Este movimiento ganó popularidad especialmente entre los exiliados griegos tanto en Europa como EE.UU. Se formaron numerosas sociedades de amistad, que promovían y juntaban dinero para la causa, Al mismo tiempo el romanticismo ganaba aceptación y el publico e intelectualidad occidental miraba con creciente simpatía las aspiraciones libertarias de la cuna de su civilización.

Sin embargo, este no era el caso de los gobiernos europeos. Después de la Revolución Francesa, éstos veían con recelo movimientos revolucionarios en general. Además, temían que la intervención en la situación podría llevarlos a una guerra con el Imperio o Turquía y que una Grecia independiente y/o Turquía debilitada podría llegar a ser parte del área de influencia de algún poder rival.

Lo anterior, junto con un grado de diferencias e incluso corrupción muy alto entre los que se declaraban partidarios de la independencia hicieron que la proyectada intervención por Cochrane se postergara una y otra vez. Más de veintiún meses pasaron desde que el aceptó, en el otoño de 1825, tomar parte hasta que tal intervención se concretó.

Por ejemplo, el acuerdo era que seis barcos a vapor, construidos en Inglaterra, estarían a su comando. Y se le adelantaron 35 mil libras para organizar la tripulación, etc. Sin embargo, esos barcos nunca se concretaron, dineros para su construcción (y no a su cargo) desaparecieron, fueron gastados en mantener representantes del movimiento independentista, algunos de los mismos barcos fueron vendidos y otros fueron tan mal construidos que resultaron inútiles. etc, etc.

Cuando Cochrane finalmente zarpó, en Febrero de 1827, lo hizo al mando de una corbeta a vela y con la esperanza de conseguir otra en Francia. Logrado esto, finalmente llegó a Grecia a mediados de marzo de ese año. Con material tan ligero poco pudo hacer contra la flotas otomanas, una combinación de las flotas turcas y egipcias, bien armada y numerosa en aquellos tiempos.

Afortunadamente para los griegos, los comandantes de las flotas inglesas, francesas y rusas del Mediterráneo, extendiendo sus ordenes más allá de lo entendido, intervinieron decisivamente en octubre de ese mismo año (batalla de Navarino). La flota inglesa tenía órdenes de dificultar los movimientos de la flota otomana y posicionó sus barcos -inferiores en número- de tal forma que el comandante otomano pensó que la podía destruir fácilmente, Comenzada la batalla, las flotas francesas y rusas que, por algún motivo se encontraban en el área, acudieron a la ayuda de los ingleses. Dos tercios de los efectivos otomanos fueron destruidos. Poco después de esto la independencia Griega fue reconocida.

Como consecuencia de todo lo anterior, algunos historiadores griegos han acusado a Cochrane de haberse dado una vida de lujo a costa del sufrimiento del pueblo griego.

Regreso al Reino Unido

Cochrane, de vuelta al servicio en la Royal Navy.

Cochrane volvió a Inglaterra en 1828, dedicándose a restaurar su nombre y posiciones. Consiguiéndolo en la marina, en 1832, a través de un perdón real. Al año siguiente le fue permitido heredar el título de Earl de Dundonald, cuando su padre murió, siendo restituido como Caballero de la Orden de Bath en 1847. En 1848 le fue otorgado el comando supremo de el teatro de Norte América y el Caribe, con el rango de Almirante de la Marina Real. En 1854 fue nombrado Contra Almirante (cargo honorario). Murió en Londres, el 31 de octubre de 1860, a la edad de 85 años.

A Lord Cochrane le fue dado el gran honor de ser enterrado frente al altar de la Abadía de Westminster, donde los brazos de la cruz que forman los pasillos se cruzan. Sobre su tumba se ve el escudo de su familia rodeado por los escudos de armas de las cuatro naciones que sus acciones ayudaron a liberar.

Invenciones, innovaciones y "armas secretas"

Cochrane fue uno de los primeros en darse cuenta de las posibilidades militares ofrecidas por los barcos a vapor, y obtuvo patentes relacionadas al uso de hélices como medio de propulsión y "aceite de alquitrán" como combustible. Desarrolló también una máquina a vapor rotatoria y una lámpara de señales para comunicaciones navales.

En la misma área, convenció a las autoridades chilenas que ordenaran la construcción de un barco a vapor para la campaña contra los monarquistas, pero esta máquina llegó muy tarde y no se utilizó. Igualmente frustrada, pero por diferentes motivos, fue su tentativa de usar ese tipo de navíos en Grecia.

Más interesante fue el desarrollo o invención de una serie de "armas secretas". Ofreciéndolas a la Marina Británica en el claro entendimiento que -las aceptaran o no- nunca las revelaría a ningún otro país.

Cochrane era gran partidario del uso de las "lanchas de fuego" o brulotes (cuyo uso era conocido por muchos años). Éstas generalmente eran embarcaciones cuyo mal estado las hacía inservibles y, siendo llenadas de material combustible, eran lanzadas al centro de las cerradas formaciones navales comunes en aquellos días. Tan efectivo podía ser el resultado que la mera amenaza de su uso ocasionó que en Brasil los portugueses abandonaran Bahía. Cochrane propuso agregar a tales lanchas barriles de pólvora y alquitrán, con el fin que, explotando en el medio de los barcos enemigos, incendiaran al mayor número posible.

Una forma común de defensa de puertos en aquellos días era la construcción de murallas de mar - malecones muy altos- detrás de los cuales los barcos en el puerto y el puerto mismo estaban protegidos. A fin de atacar esos muros y los barcos que defendían, un atacante necesitaba acercarse a fin de mejorar la puntería, pero lo más que se acercaba, lo más que necesitaba elevar el angulo de fuego de los cañones, disminuyendo la certeza de los disparos.

Cochrane propuso resolver el problema a través de barcos explosivos, es decir, usar barcos viejos, llenarlos de pólvora y trozos de metal -cañones viejos, anclas, etc.- y barriles de alquitrán acercándolos a los muros de mar y hacerlos explotar. Su propuesta incluía el uso masivo y simultáneo de tales buques explosivos contra los principales puertos franceses de la época, con el fin de destruir de un solo golpe la flota francesa.

Después de algunos estudios, el alto mando británico concluyo que, aunque el proyecto era factible, no era en el interés británico usarlo, dado que en el futuro algún otro poder lo podría usar contra la misma marina británica.

La propuesta final consistía en "barcos malolientes" para atacar posiciones fortificadas cerca de la costa. Tales barcos eran similares a los explosivos, pero estaban llenos de alquitrán y azufre. Si se ponían contra los fuertes, en días que el viento fuera favorable, podrían incendiarlos, y además, el humo y los gases ya sea matarían o forzarían a los defensores a abandonar las defensas, que podrían ser entonces tomadas por los atacantes, cuando el humo se disipara.

Esta idea, hecha tan temprano como en 1811 y renovada varias veces, fue rechazada por considerarse inhumana.

Estas propuestas, mantenidas estrictamente secretas hasta 1895 y dadas a conocer al público en 1908, han sido consideradas por varios historiadores militares como precursoras de métodos y actitudes que se hicieron comunes en el siglo XX. Su rechazo es visto como expresión de una concepción quizás más civilizada de la guerra.

Influencia

En la literatura

Entre otras, las novelas de Cecil Scott Forester acerca de la vida de Horatio Hornblower, desde oficial recién llegado a un buque a capitán, fueron basadas en sus aventuras navales. En ellas los triunfos del héroe se atribuyen tanto a su carácter como, y principalmente, a su dedicación. Hornblower es una representación del ideal liberal, un meritócrata que progresa y triunfa debido a su dedicación al conocimiento y el esfuerzo. Otro personaje, directamente inspirado en Cochrane es el capitán Jack Aubrey de las novelas de Patrick O'Brian, entre las que destaca Master and Commander y su versión cinematográfica: Master and Commander: Al otro lado del mundo.

En las armadas

Como una forma de honrar a su primer almirante, la Armada de Chile ha nombrado cinco naves en su honor. El primer "Almirante Cochrane" fue un famoso acorazado que luchó en la Guerra del Pacífico del siglo XIX. Capturó el poderoso Monitor Huáscar. Fue dado de baja en 1933.

La segunda nave era un dreadnought, pero en la Primera Guerra Mundial, la nave fue convertida portaaviones; el HMS Águila, que fue hundido en la Segunda Guerra Mundial. La tercera nave fue un destructor americano de la Clase Fletcher que llegó a Chile en 1968 y fue desarmada en 1982. Esta nave participó en el Conflicto del Beagle en 1978. La cuarta nave fue el destructor HMS Antrim (D18) de la Clase Country que llegó Chile en 1984. Entre 1985 y 1986 el destructor fue convertido a un DLH (destructor líder porta-helicóptero). En 1993 era reequipado con el SAM Barak, que substituyó los misiles de Seacat. Este destructor fue desarmado en septiembre de 2006. La quinta y actual nave en llevar su nombre es una fragata tipo 23; la Fragata Almirante Cochrane FF-05, antes llamada HMS Norfolk que fue entregada a la marina de guerra chilena el 22 de noviembre de 2006.[11]

Referencias

Bibliográficas

Biografías: en español Plantilla:Wikisource obra

Textos de Consulta

Biografías: en inglés

  • Cochrane, Thomas. "The Autobiography of a Seaman". ISBN 1-86176-156-2. 
  • Thomas Barnes Cochrane. The Life of Thomas, Lord Cochrane, Tenth Earl of Dundonald, G.C.B., Admiral of the Red, Rear-Admiral of the Fleet, Etc.,. 
  • Ian Grimble (2000. Original edition 1978). «The Sea Wolf: The Life of Admiral Cochrane». Rev. ed. Edinburgo: Birlinn. ISBN 1-84158-035-X. 
  • Robert Harvey (2000.). «Cochrane: The Life and Exploits of a Fighting Captain». Nueva York: Carroll & Graf. ISBN 0-7867-0923-5. 
  • Thomas, Donald (2001.). «Cochrane: Britannia's Sea Wolf». Cassell Military Paperbacks, Londres. ISBN 0-304-35659-X. 
  • Vale, Brian (2004). «The Audacious Admiral Cochrane: The True Life of A Naval Legend». Londres: Conway Maritime Press. ISBN 0-85177-986-7.. 

Notas

  1. El hijo mayor de un Conde lleva el tratamiento de cortesía de Vizconde o Lord (ver Conde para más detalles)
  2. a b c d e f Encina, Francisco Antonio (1949). «Historia de Chile desde la Prehistoria hasta 1891». Santiago, Chile. 
  3. a b c d e Plantilla:Ref-capítulo
  4. a b c Plantilla:Ref-internet
  5. Cochrane incluso llegó a aportar 15.000 pesos para el proyecto
  6. Plantilla:Ref-internet
  7. Otros historiadores señalan para la fecha de llegada, el 28 de novienbre de 1818
  8. Carta de Cochrane al Ministro de Marina Chileno
  9. Thomas, Eleventh Earl Of Dundonald, And H.R. Fox Bourne, autor de "English Seamen Under The Tudors (1869). La vida de Thomas; Lord Cochrane. Teth Earl of Dundonald Admiral of the Red,Rear-Admiral of the Fleet, Etc. 
  10. a b c Plantilla:Ref-internet
  11. Plantilla:Ref-internet

Enlaces externos