Arquitectura

El portal asociado a este artículo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 21:09 7 jul 2020 por Enrique Cordero (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
El Parthenon de Atenas, referencia arquitectónica hasta la actualidad

La arquitectura (del latín architectūra, architectūrae, a su vez del griego antiguo ἀρχιτέκτων, architéctōn, ‘arquitecto’ o ‘constructor jefe’, compuesto de ἀρχός, archós ‘jefe’, ‘guía’ y τέκτων, téctōn, ‘constructor’) es el arte y la técnica de proyectar, diseñar y construir edificios,[1]​ modificando el hábitat humano y estudiando, la estética, el buen uso y la función de los espacios, ya sean arquitectónicos o urbanos.[2]

La arquitectura nació con el hombre de la prehistoria, durante el Neolítico, cuando diversos grupos humanos desarrollaron un estilo de vida sedentario basado en la agricultura. Este nuevo modo de vida conllevó al desarrollo de viviendas estables y recintos ceremoniales,[2]​ los cuales fueron evolucionando estéticamente a partir de elementos simbólicos presentes en el contexto sociocultural donde se desarrollaban. Así surgieron, por ejemplo, los dolmenes y crómlechs en Europa, construidos con enormes bloques de piedra. A medida que las sociedades se hacían más complejas y extensas, surgieron los primeros núcleos urbanos cerrados, con viviendas agrupadas en torno a lugares sagrados. De esta forma nacieron las altas culturas de Medio Oriente: Mesopotamia y Egipto, que legaron numerosas obras arquitectónicas, de las que destacan, por ejemplo, los sistemas de irrigación, los zigurats, los templos y las pirámides.[3]

Fueron los antiguos griegos y romanos quienes perfeccionaron la arquitectura, sentando las bases de la arquitectura clásica y convirtiéndola en punto de referencia para los siglos venideros. Durante esta etapa se desarrollaron los arcos y columnas estilizadas, se trabajaron la piedra caliza y el mármol, los sistemas de irrigación y acueductos, ciudades saneadas y se dio origen al concreto. Como ejemplos del alto grado de desarrollo arquitectónico durante aquella época, se tienen al Partenón de Atenas y al Coliseo romano.[4]

Historia

La Mezquita Azul en Estambul, Turquía, con sus altos minaretes es considerada un ejemplo clásico de la arquitectura del Imperio otomano.

La historia de la arquitectura es la rama de la historia del arte que estudia la evolución histórica de la arquitectura, sus principios, ideas y realizaciones. Esta disciplina, así como cualquier otra forma de conocimiento histórico, está sujeta a las limitaciones y fortalezas de la historia como ciencia: existen diversas perspectivas en relación con su estudio, la mayor parte de las cuales son occidentales. En la mayoría de los casos —aunque no siempre— los periodos estudiados corren paralelos a los de la historia del arte y existen momentos en que las ideas estéticas se superponen o se confunden.

En la antigüedad, los primeros refugios utilizados por el ser humano (Homo erectus) solían ser temporales y móviles debido al estilo de vida nómada de aquella época. Los campamentos se construían con materiales ligeros y de fácil transporte: huesos, cueros, madera, etc. En Chichibu, Japón, se descubrieron agujeros para postes en una capa de ceniza volcánica que datan de hace 500 000 años. Mientras que en Francia se hallaron líneas de piedra que servían de base para estructuras de palos que datan de hace 400 000 años.[5]​ El abrigo, como construcción predominante en las sociedades primitivas, será el elemento principal de su organización espacial, varios teóricos de la arquitectura en momentos diversos de la historia (Vitruvio en la antigüedad, Leon Battista Alberti en el Renacimiento, y Joseph Rykwert más recientemente) evocaron el mito de la choza primitiva. Este mito, con variantes según la fuente, postula que el ser humano recibió de los dioses la sabiduría para la construcción de su abrigo, configurado como una construcción de madera compuesta por cuatro paredes y un tejado a dos aguas.[6]

Definiciones

Según el tópico popular, en el tratado más antiguo que se conserva sobre la materia, De Architectura, de Vitruvio, en el siglo I a. C., se dice que la arquitectura descansa en tres principios: la Belleza (Venustas), la Firmeza (Firmitas) y la Utilidad (Utilitas). La arquitectura se puede definir, entonces, como un equilibrio entre estos tres elementos, sin sobrepasar ninguno a los otros. No tendría sentido tratar de entender un trabajo de la arquitectura sin aceptar estos tres aspectos.

Sin embargo, basta con leer el tratado para percatarse de que Vitruvio exigía estas características para algunos edificios públicos muy particulares. De hecho, cuando Vitruvio se atreve a intentar un análisis del arte sobre el que escribe, propone entender la arquitectura como compuesta de cuatro elementos: orden arquitectónico (relación de cada parte con su uso), disposición («las especies de disposición […] son el trazado en planta, en alzado y en perspectiva»), proporción («concordancia uniforme entre la obra entera y sus miembros») y distribución (en griego οἰκονομία, oikonomía, consiste «en el debido y mejor uso posible de los materiales y de los terrenos, y en procurar el menor coste de la obra conseguido de un modo racional y ponderado»). Sus dudas al respecto son bastante intensas, pues cuatro páginas más adelante divide la arquitectura en tres partes: construcción, gnómica y mecánica. Por interesante y sugerente que sea, no debe olvidarse que este tratado es el único tratado clásico que nos ha llegado, y la probabilidad de que sea lo mejor de su época es pequeña.

La historia de las diversas versiones del tratado de Vitruvio resume bien el conflicto a la hora de definir la arquitectura. En 1674 Claude Perrault, médico fisiólogo especializado en disección de cadáveres y buen dibujante, publica su traducción resumida del tratado de Vitruvio, que queda totalmente reorganizado. El resumen de Perrault es el medio por el que se conoció Vitruvio y que desde entonces influyó en los tratados y teorías de los siglos siguientes. En ese resumen en el que la tríada vitruviana va a ver la luz.

En general, los más reconocidos arquitectos del siglo XX, entre los que se puede mencionar a Mies van der Rohe, Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Louis Kahn, Alvar Aalto, Luis Barragán, Tadao Ando, Richard Meier, César Pelli o Pedro Ramírez Vázquez han dado a su oficio una definición distinta, enfocando su finalidad de manera diferente. William Morris, fundador del Arts and Crafts, dio la siguiente definición:

La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana: no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto.
The Prospects of architecture in Civilization, conferencia pronunciada en la London Institution el 10 de marzo de 1881 y recopilada en el libro On Art and Socialism, Londres, 1947.

O, considerando la opinión del arquitecto historiador Bruno Zevi:

La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los hombres se mueren y viven.
Naciones Unidas en Nueva York, obra de Le Corbusier y Oscar Niemeyer, dos de los arquitectos más influyentes del siglo XX

La diferencia sustancial entre la versión de Perrault y las anteriores radica, según José Luis González Moreno-Navarro, en que Perrault tergiversa «el carácter sintético de la arquitectura en una visión estrictamente analítica y fragmentada en tres ramas autónomas [lo que] es una consecuencia de su estructura mental […] formada a lo largo de una vida dedicada al análisis de los organismos vivos, que evidentemente en ningún momento recomponía y volvía a dar vida». Por el contrario, según Vitruvio:

Rascacielos en Yokohama, Japón.
La arquitectura es una ciencia que surge de muchas otras ciencias, y adornada con muy variado aprendizaje; por la ayuda de que un juicio se forma de esos trabajos que son el resultado de otras artes. La práctica y la teoría son sus padres. La práctica es la contemplación frecuente y continuada del modo de ejecutar algún trabajo dado, o de la operación mera de las manos, para la conversión de la materia de la mejor forma y de la manera más acabada. La teoría es el resultado del razonamiento que demuestra y explica que el material forjado ha sido convertido para resultar como el fin propuesto. Porque el arquitecto meramente práctico no es capaz de asignar las razones suficientes para las formas que él adopta; y el arquitecto de teoría falla también, agarrando la sombra en vez de la substancia. El que es teórico así como también práctico, por lo tanto construyó doblemente; capaz no sólo de probar la conveniencia de su diseño, sino igualmente de llevarlo en ejecución.
Estadio Nacional de Pekín "Nido de pájaro". China, 2008. Obra de los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron.

En el ámbito académico el proceso producción arquitectónica, o de proyecto, involucra la sensibilidad como medio de recorte de las diferentes disciplinas asociadas, y aun cuando en épocas pasadas se escribieran extensos tratados, hoy en día lo legal y lo técnico dictan las normas, pero no los modos. Es entonces la arquitectura —desde lo contemporáneo y apoyada en los nuevos recursos tecnológicos— un ejercicio en el que efectivamente se envuelven orden, síntesis, semiología, materia, pero aún más importante que aquello, es un trabajo creativo, innovativo, inédito, siempre que se excluya la arquitectura producida desde la industria inmobiliaria.

Angkor, Camboya.

La importancia de la arquitectura en el siglo XX ha sido enorme, pues su ejercicio fue responsable de no menos de la tercera parte de los materiales acarreados por la humanidad en ese lapso.[7]

Durante este periodo, no solo se ha producido un gran aumento de población, con sus correspondientes necesidades edificatorias (especialmente de viviendas), sino también importantes movimientos de poblaciones, desde las zonas rurales a las urbanas y, terminada la Guerra Fría, desde los países pobres a los países ricos. Los movimientos migratorios han supuesto, no solo un aumento de la demanda de nuevos edificios en las zonas urbanas, sino también el abandono del patrimonio construido que, en muchos casos, se ha perdido definitivamente.

Este constante cambio en las necesidades y usos asociados a la edificación permite explicar otra de las características de la Arquitectura moderna. Este constante replanteo de conceptos, que se remonta hasta la Ilustración, se han desarrollado distintos y numerosos estilos arquitectónicos con el afán de dar una respuesta a esta interrogante; en el siglo XIX, se produce el abandono de la ortodoxia neoclásica en favor de un eclecticismo estilístico de carácter historicista, dando lugar al neogótico, neorrománico, neomudéjar... Solo con la llegada del siglo XX surgen estilos realmente originales, como el Arts and Crafts, el Art Nouveau, el Modernismo, el Bauhaus, el Estilo Internacional, el Post-Modernismo, etc.

Teoría de la arquitectura

Ilustración de la primera página del «Diccionario razonado de la arquitectura francesa del siglo XI al XVI» (1856), por Eugène Viollet-le-Duc

La teoría de la arquitectura o arquitectónica es el acto de pensar, discutir, y escribir sobre arquitectura. La teoría arquitectónica se enseña en la mayoría de escuelas de arquitectura y la ponen en práctica los principales arquitectos del mundo. Algunas de las formas que adopta la teoría de la arquitectura son la conferencia, el diálogo, el tratado o libro, y el proyecto en papel o la participación en concursos. La teoría arquitectónica es a menudo didáctica, y los teóricos tienden a mantenerse cerca o a trabajar dentro de escuelas.

La teoría de la arquitectura ha existido en cierto modo desde la Antigüedad, y en la medida en que la publicación de textos se hizo más común, la teoría de la arquitectura ganó una mayor riqueza. Libros, revistas, y diarios han publicado en el siglo XX un número de trabajos de arquitectos y críticos sin precedentes. Como resultado de ello, los estilos y los movimientos se han creado y disuelto mucho más rápidamente que los modos perdurables de la historia anterior. Es de esperar que el uso de internet fomente el discurso sobre la arquitectura en el siglo XXI.

Práctica profesional

Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, vista desde la cúpula de la basílica. Gian Lorenzo Bernini, entre 1656 y 1667.
Puerta de Brandeburgo, muestra del Neoclasicismo.
El arquitecto debe ser el individuo que domine todos los conocimientos científicos y artísticos de su época.

Tradicionalmente, la arquitectura ha sido considerada una de las siete Bellas Artes. Determinados edificios u otras construcciones son obras de arte ya que pueden ser considerados primariamente en función de su forma o estructura sensible o de su estética. Desde este punto de vista, aunque los medios de la arquitectura puedan consistir en muros, columnas, forjados, techos y demás elementos constructivos, su fin es crear espacios con sentido donde los seres humanos puedan desarrollar todo tipo de actividades. Es en este "tener sentido" en que puede distinguirse la arquitectura (como arte) de la mera construcción. Así es como esta es capaz de condicionar el comportamiento del hombre en el espacio, tanto física como emocionalmente. Aunque en la actualidad suele considerarse que la principal actividad de la arquitectura va dirigida al diseño de espacios para el refugio y la habitación (las viviendas), solo a partir del siglo XIX comenzaron los arquitectos a preocuparse por el problema del alojamiento, la habitabilidad y la higiene de las viviendas, y a ampliar su ámbito de actuación más allá de los monumentos y edificios representativos.

La evolución a la especialización y la separación de ámbitos laborales es similar a la de otras profesiones. En los siglos pasados los arquitectos no solo se ocupaban de diseñar los edificios sino también de asuntos que hoy competen a otras profesiones diversas. Diseñaban plazas, alamedas y parques, especialización que hoy se conoce como exteriorismo o paisajismo.

La especialización de los arquitectos en la creación de objetos utilizados en las edificaciones, tales como los muebles, ha dado como resultado el nacimiento de la profesión de diseño industrial. Hoy, los profesionales que proyectan y planifican el desarrollo de los sistemas urbanos son los urbanistas. Esta última profesión tiene estudios separados en algunos países, mientras que en otros sus atribuciones son desarrolladas por arquitectos e ingenieros civiles, de forma conjunta o independiente.

Referencias

  1. «Definición: Arquitectura». RAE. Real Academia Española. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  2. a b Clive, Dennis (2010). Gran enciclopedia del saber (National Geographic Society edición). Santiago de Chile: Editorial Amereida S.A. p. 6. ISBN 978-956-8631-19-2. 
  3. Velarde, Héctor. Historia de la arquitectura. México: Fondo de cultura económica. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  4. National Geographic, p.06
  5. National Geographic, p. 10.
  6. Calatrava Escobar, Juan (Junio de 1991). «Arquitectura y naturaleza. El mito de la cabaña primitiva en la teoría arquitectónica de la Ilustración». Gazeta de Antropología (8). Consultado el 10 de noviembre de 2018. 
  7. Arquitectura, economía y ecología.

Bibliografía

  • Clive , Dennis (2010). Gran enciclopedia del saber - Arquitectura. National Geographic Society. 
  • Velarde , Héctor (1949). Historia de la arquitectura. Fondo de cultura económica. 
  • Trachtenberg , Marvin; Hyman , isabelle (1990). Arquitectura, de la Prehistoria a la Postmodernidad. Eciciones Akal - Madrid, España. ISBN 84-7600-628-4. 

Véase también

Enlaces externos