Reino de Escocia

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 18:19 2 oct 2016 por Manuchansu (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Rìoghachd na h-Alba
Kinrick o Scotland
Reino de Escocia





843-1707


Escudo
Bandera Escudo
Lema nacional: In my defens God me defend

(Del escocés: En mi defensa Dios me defiende, comúnmente abreviado como IN DEFENS)

Himno nacional: Ninguno
Ubicación de Reino de Escocia
Ubicación de Reino de Escocia
Capital Edimburgo¹
Idioma principal Gaélico y Escocés
Gobierno Monarquía
Rey
 • 843-858 Kenneth I
 • 15671625 Jacobo VI
 • 1702-1714 Ana I de Gran Bretaña
Historia
 • Creación del Reino 842 de 843
 • Lothian y Strathclyde incorporado 1124 (confirmada Tratado de York, 1237)
 • Galloway incorporado 1234-1235
 • Hébridas, Isla de Man y Caithness incorporado 1266-1472
 • Acta de Unión 1707 de 1707
Superficie
 • 1707 78 778 km²
Población
 • 1500 est. 500 000 
 • 1600 est. 800 000 
 • 1700 est. 1 250 000 
Moneda Libra escocesa (£)


Notas
¹ A principios de la era moderna establecido en Edimburgo, y antes de que Scone y diversos.

El Reino de Escocia (en gaélico escocés: Rìoghachd na h-Alba; en escocés: Kinrick o Scotland) fue un estado en el noroeste de Europa, que existió entre los años 843 y 1707.

Ocupaba el tercio norte de la isla de Gran Bretaña (actual posición de Escocia), compartiendo frontera terrestre al sur con el Reino de Inglaterra (con el que se unió para formar el Reino de Gran Bretaña, en los términos del Acta de Unión, en 1707). Limitaba con el mar del Norte al este, el océano Atlántico al norte y oeste, y el canal del Norte y el mar de Irlanda al suroeste.

Desde que en 1482 Inglaterra tomara el control de la ciudad costera de Berwick-upon-Tweed, el territorio del Reino de Escocia pasó a ser el de la actual Escocia.

Edimburgo, la ciudad más grande del país, fue precedida por las ciudades de Scone, Dunfermline y Stirling, como capital del país.

En 1603 el rey escocés Jacobo VI accedió a la corona de Inglaterra, uniéndose las coronas, seguido de la unión de los parlamentos en el año 1707 con el Acta de Unión.

En un tiempo Escocia estaba habitada por 5 pueblos;

La unificación de estas gentes no se produjo hasta mediados del siglo IX cuando Kenneth MacAlpin paso a ser rey de ambos, pictos y escotos.

Los escotos eran los que dominaban la mayor parte de Escocia.

Historia

Lenguas de Escocia a principios del siglo XV, a partir de la evidencia toponímica.      Norn      Gaélico escocés      Scots/Inglés

El reino de Escocia fue creado en el año 843 por Kenneth McAlpin a partir de la unión del Reino de Dalriada con la confederación establecida por los pictos (Fortriu). Inicialmente el reino comprendía la zona norte de los ríos Forth y Clyde, restando el territorio de la Escocia actual bajo el poder de los bretones, los cuales establecieron una serie de reinos que posteriormente fueron unidos a Escocia.

Así en tiempos de Constantino II de Escocia y Malcolm II las fronteras se establecen en los alrededores del río Tweed. En 1124, Alejandro I consigue incorporar al reino los territorios del Reino de Strathclyde (actual región de Strathclyde) y Lothian, territorios que fueron confirmados por su hermano David I, y que en el año 1237 fueron ratificados con el rey de Inglaterra como intermediario la firma del Tratado de York. En 1234 Alejandro II de Escocia consigue incorporar el territorio de Galloway a sus dominios en una guerra contra Enrique III de Inglaterra. En 1263 Alejandro III consigue el control de las islas Hébridas, la Isla de Man y Caithness gracias a su victoria sobre las fuerzas del Reino de Noruega de Haakon IV en la Batalla de Largs, conquista que fue ratificada mediante la firma del Tratado de Perth en el año 1266 por parte del rey Magnus VI.

Kenneth McAlpin aparece en la historia como cabeza de la resistencia de los pictos contra la invasión vikinga. Los vikingos había invadido el país y exterminado por completo a la población picta de las islas Orcadas y Shetland y avanzaban por el resto de Escocia. Por algunos años McAlpin resistió la invasión y fue reconocido como Rey del País de los Pictos, no como Rey de Escocia; Escocia aún no existía como país.

En 878 el rey Aedh es asesinado por su lugarteniente Geric, un refugiado gaélico que escapó de la invasión vikinga. Geric se hizo del trono y repartió la tierra entre sus compañeros gaélicos.

Los primos Constantino y Donald retornan de su refugio en Irlanda y reclaman el trono de Aedh. Constantino y Malcolm vencen a Geric, que muere en su fortaleza de Dundurn en 889.

Debido a sus años de exilio en Irlanda, Constantino y Donald favorecen a sus compañeros gaélicos o scotti, como los romanos llamaban a los irlandeses, a pesar que los dos primos eran de pura sangre picta. El País de los Pictos comienza a conocerse como el Reino de Alba o Escocia, el País de los Irlandeses.

Un acontecimiento decisivo en la historia de Escocia fue la Batalla de Brunanburh, batalla que enfrentó a una coalición de escoceses, vikingos y bretones contra el ejército inglés del rey Athelstan en 937. Si bien la victoria fue para los ingleses, los contendientes quedaron exhaustos, los ingleses desistieron en invadir Escocia y los límites entre ambos reinos quedaron establecidos por siglos.

En 1295 Juan Balliol firma un tratado de cooperación con Felipe IV de Francia nombrada Alianza Auld, estableciendo una estrecha relación entre estos dos reinos contra el Reino de Inglaterra. Esta alianza dura hasta finales de 1560, momento en el que el destino de Escocia fue su unión personal con Inglaterra.

Con Escocia en poder del rey Eduardo I de Inglaterra, son los obispos William Lamberton y Robert Wishart los que organizan la resistencia de Escocia del dominio inglés.

En 1448 se produce la última gran adquisición territorial de Escocia, al obtener Jacobo III de Escocia por parte de Margarita de Dinamarca (hija del rey Cristian I de Dinamarca) las islas Órcadas y las Shetland en concepto de dote. Finalmente Jaime IV de Escocia, hijo de los anteriores, conseguirá en el año 1472 la unión definitiva de todas las islas al Reino de Escocia.

Reforma religiosa

John Knox.

Durante el siglo XVI Escocia sufre una Reforma Protestante. En la primera parte del siglo, las enseñanzas de Martín Lutero primero y Juan Calvino después, comienzan a influir en Escocia. La ejecución de una serie de predicadores protestantes, en particular del luterano Patrick Hamilton en 1527 y del calvinista George Wishart en 1546, que fue quemado en la hoguera acusado de herejía por el cardenal David Beaton, no paran la expansión de estas ideas. Poco después de la ejecución de Wishart el cardenal Beaton fue asesinado.

La eventual Reforma de la Iglesia de Escocia fue llevada a cabo por el parlamento desde 1560 (durante la minoría de edad de María I de Escocia), cuando la mayoría de los escoceses adoptan el calvinismo. La figura más influyente fue la de John Knox, que había sido discípulo de Calvino y Wishart. La religión católica no es eliminada totalmente, y se mantuvo viva en particular en partes de las tierras altas.

Unión personal con Inglaterra

Retrato de Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia.

Tras la muerte prematura de Jacobo V de Escocia en 1542 su hija María de Escocia fue coronada reina con tan solo 6 días de vida, teniendo la regencia durante su minoría de edad del Lord Protector James Hamilton, cargo que ocupa hasta finales de 1554. Durante la regencia, la madre de María, María de Guisa, se hace con el poder, preparando el matrimonio de Maria con el príncipe Eduardo de Inglaterra, matrimonio que finalmente no se lleva a cabo.

La negativa de María de Guisa acarrea que a partir de aquel momento surge un enfrentamiento con el Reino de Inglaterra, primeramente con Enrique VIII y, posteriormente, con Isabel I. En medio del conflicto dinástico y religioso (María de Escocia era la legítima heredera del reino de Inglaterra por ser considerada Isabel I ilegítima según la religión católica), María de Escocia fue encarcelada por Isabel I y asesinada en febrero de 1587, habiendo previamente abdicado la corona escocesa en favor de su hijo Jacobo VI de Escocia

Después del fallecimiento de Isabel I en el año 1603, Jacobo VI fue nombrado heredero legítimo del trono inglés, convirtiéndose en el iniciador de la Dinastía Estuardo y adoptando el nombre de Jacobo I de Inglaterra. Esta unión del reino (junto con Irlanda, que en aquellos momentos formaba parte de Inglaterra) fue meramente personal, manteniendo los dos su práctica independencia política.

Commonwealth y el Protectorado

En el siglo XVII hay un periodo de disturbios en Escocia, la confrontación religiosa de Escocia contra Carlos I, que trata de imponer el estilo inglés en los libros de oración de la Iglesia de Escocia da lugar a la creación del "National Covenant" (Pacto Nacional), y más tarde la Guerra de las Bisbas, la Guerra Civil Escocesa y las Guerras de los Tres Reinos. Entre 1651 y 1660 Escocia fue ocupada por un ejército militar inglés dirigido por George Monck bajo las órdenes de Oliver Cromwell.

Durante el establecimiento de El Protectorado, el gobierno de Oliver Cromwell como Lord Protector, se abole el Parlamento de Escocia. Al final de este período de gobierno se devuelve el poder al pueblo bajo la restauración monárquica de Carlos II.

Unión con Inglaterra

Bandera del Reino de Gran Bretaña, del que Escocia formaría parte a partir de 1707.

A principios del siglo XVIII la principal razón de la política inglesa fue asegurar la sucesión del trono británico en caso de no tener descendencia directa. Así según el Acta de Establecimiento, firmada en 1701 la corona inglesa, en caso de no tener descendencia directa, pasaría a la Casa de Hannover, de religión protestante. En 1702 la muerte del rey Guillermo III trae el ascenso al trono de Ana I, la cual no tenía heredero a la muerte del príncipe Guillermo de Gloucester en el año 1700.

En el año 1703 la unión dinástica entre el Reino de Inglaterra y el Reino de Escocia estaba en crisis, ya que el Parlamento de Escocia pretendía instaurar con esta crisis sucesoria una dinastía independiente, lo que suponía la independencia total respecto a Inglaterra. El Parlamento insta a la ejecución de Carlos I durante la Guerra Civil Inglesa, un hecho que no cuenta con ninguna petición de ayuda del Parlamento Escocés y que podía ser interpretada como una ofensa y una ilegitimidad. Esta teórica independencia no era deseada por Inglaterra ya que el establecimiento de un reino independiente escocés podía acarrear una alianza de este país con algún enemigo de los ingleses, y a su vez, un ataque contra sus territorios, por lo cual, el problema escocés debía ser neutralizado y garantizar la sucesión en la Casa de Hannover.

La firma del Acta de Unión de 1707 trae consigo la desaparición del Reino de Inglaterra y del Reino de Escocia y la creación del Reino de Gran Bretaña, disolviéndose así los parlamentos de cada uno de estos dos reinos y estableciendo el Parlamento del Reino Unido con sede en el Palacio de Westminster.

Reyes de Escocia

La Dinastía de Alpin

La dinastía de Dunkeld

La dinastía de Balliol

La dinastía de Bruce

La dinastía de Balliol

Eduardo Balliol y David II lucharon por el trono.

La dinastía de Estuardo

La dinastía de Estuardo (continuación en el caso de Escocia)

La República de Inglaterra y el Protectorado

La república duró hasta 1653, y fue sucedida por el Protectorado que terminó en 1659 y fue seguido de desorden hasta la restauración de 1660.

La dinastía de Estuardo (restauración)

Véase también