Judíos en Chile

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Judíos en Chile Bandera de Chile
יהודים בצ'ילה (en hebreo)

Ena von Baer en una festividad judía en el Palacio de la Moneda.
Población estimada 15.000 - 20.000
Cultura
Idiomas español chileno, hebreo, yidis, judeoespañol
Religiones judaísmo
Principales asentamientos
Santiago

La presencia judía en Chile es tan antigua como la historia misma de ese país pues a lo largo del tiempo ha recibido la llegada de población de origen hebreo. Actualmente, la comunidad judía de Chile procede, principalmente, de las inmigraciones ocurridas en los siglos XIX y XX, en su mayoría de asquenazíes.

Judíos en la Conquista y la Colonia

Los primeros judíos llegaron a Chile junto con los conquistadores españoles. Se trataba de judíos conversos al catolicismo pues, en la época de la Inquisición, debían ocultar en vida su origen hebreo. La mayor parte de esta inmigración ocurrió en los primeros años de la conquista, escapando de la persecución religiosa en España, ya que en América aún no se instalaba el tribunal de la Inquisición.[1]​ Diego García de Cáceres, amigo fiel y albacea testamentario del fundador de Santiago, Pedro de Valdivia, fue uno de ellos.

En la época colonial, el más destacado personaje de origen judío en Chile fue el médico cirujano Francisco Maldonado da Silva, uno de los primeros directores del Hospital San Juan de Dios. Acusado al Tribunal de la Santa Inquisición por sus hermanas, devotas cristianas, de intentar convertirlas al judaísmo, Maldonado se declaró abiertamente judío, lo que le valió la condena a ser quemado vivo en 1639. Durante este periodo, llegaron familias enteras de criptojudíos —personas que «se convertían» al catolicismo y en privado seguían siendo judíos—; ejemplo de esto son los apellidos como Acuña, Beltrán, Córdova, Faúndez, Henríquez, Hernández, Montes, Parra, Pérez, Pino, Rojas y Saavedra.[cita requerida]

Inmigración judía en el siglo XIX

A partir de 1840, décadas después de la abolición de la Inquisición en Chile, comenzó la inmigración judía a Chile. En Valparaíso, se instalaron los primeros judíos europeos, en especial alemanes y franceses. Entre ellos, destacó Manuel de Lima y Sola, quien se transformó en uno de los socios fundadores del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en 1851 y en uno de los fundadores de la masonería chilena al crear la primera logia francmasónica, la «Unión Fraternal», dos años después.

De allí en adelante, la presencia de los descendientes de Israel se expandió por Santiago, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Temuco, La Unión, e incluso Atacama, donde llegaron atraídos por el negocio de las minas y el comercio.

En la Araucanía, con la sucesión de terrenos ganados en la ocupación, 500 familias judías que llegaron junto con otro grupo de alemanes y suizo-alemanes a fundar y colonizar la localidad de Contulmo, en la Provincia de Arauco, en la actual Región del Biobío. Estos judeo-alemanes llegados entre los años 1885 y 1890 no se consideraban israelitas en diáspora, sino que solo alemanes, sin problemas de religiones, conviviendo pacíficamente con los demás inmigrantes radicados de Contulmo.

Inmigración de judíos de Europa Oriental

Rollos de la Torá.

Desde fines del siglo XIX hasta la década de 1930, se produjo una importante inmigración de judíos sefarditas procedentes del desmembrado Imperio otomano, que originó la comunidad judía como colectividad. Desde aquellos años, comenzaron a llegar también judíos que huían de las políticas antisemitas de la Rusia zarista, quienes se instalaron en Santiago y el sur del país. En 1903, se abrió en la capital chilena "La casa rusa", uno de los primeros y más famosos negocios de estos nuevos inmigrantes.

En aquellos años en la Araucanía se produjo una inmigración espontánea de judíos sefarditas desde la ciudad de Monastir (Bitola) en la actual Macedonia, cuando aún formaba parte del Imperio otomano. Comenzó con la llegada de un sastre a la ciudad de Temuco, llamado Alberto Levy, y otro puñado de personas, quienes llevarían noticias a sus conocidos de Monastir de esta ciudad fundada hacía pocos años.

En 1912 en los Balcanes estalló la Primera Guerra de los Balcanes, lo cual desencadenó un éxodo de judíos sefarditas de la zona, incrementando la inmigración. Según el censo de 1907, había 14 familias judías en Temuco, mientras que en 1920 había 300 familias procedentes de Monastir, las cuales ya habían creado diversas organizaciones sociales, tales como el Centro Macedónico Israelita de Temuco en 1916. En aquellos años, Temuco fue uno de los principales destinos de emigración de los judíos de Monastir, junto a Estados Unidos y Palestina.[2][3]

Además de los sefarditas, se contabilizaban en Temuco 900 judíos de origen polaco, ruso y ucraniano. También fue la primera ciudad chilena en tener una sinagoga y un club israelita. Por estos motivos, se cita a Temuco como una de las principales ciudades de Chile receptora de inmigrantes judíos.[cita requerida]

Judíos escapando de la persecución nazi

A partir de 1933 y hasta 1939, un nuevo grupo llegó huyendo de las persecuciones impuestas por el nazismo en Alemania, Austria y Checoslovaquia. Al final de la Segunda Guerra Mundial, llegó otro grupo, ahora reducido, de sobrevivientes de los campos de concentración liberados por las tropas italianas.

Durante el segundo mandato de Arturo Alessandri, entre 1932 y 1938, se restringió la llegada de refugiados judíos que escapaban de Europa, en acuerdo con la comunidad judía en Chile. Dicha restricción se levantó al llegar Pedro Aguirre Cerda a la presidencia, lo cual favoreció el arribo de un gran número de refugiados.[1]

En 1939, se hizo público que funcionarios de la cancillería realizaban cobros ilegales a los refugiados judíos, para tramitar su ingreso al país, lo que generó un gran escándalo y provocó la renuncia del Ministro de Relaciones Exteriores, Abraham Ortega Aguayo. En 1941, se decretó la prohibición de ingreso de población judía en Chile, la cual se mantuvo hasta 1945.[4]

Situación actual

Actualmente, la comunidad judía tiene varias sinagogas y centros comunitarios, dos colegios en Santiago y uno en Viña del Mar, un policlínico público en Nataniel, barrio en el que vivieron los inmigrantes en sus inicios; dos hogares de ancianos; dos estadios israelitas (en Santiago y Viña del Mar); dos compañías de bomberos "Israel" en Ñuñoa y Valparaíso, además de cementerios.

La comunidad judía en Chile fluctúa en la actualidad entre los 15 000 y 20 000 miembros,[5]​ siendo la tercera mayor comunidad en Sudamérica, detrás de las de Argentina y Brasil.[6]​ Entre sus miembros, destacan premios nacionales, médicos, empresarios, artistas, abogados y políticos, entre otros.

El actual presidente de la comunidad judía en Chile es Shai Agosín, destacado director de cine, productor de eventos, y ex animador del programa de TV "Club Disney" de Canal 13 durante los años 1990.

Chilenos destacados de origen judío

Véase también

Referencias

Enlaces externos