Simbología del franquismo

Artículo bueno
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 19:23 26 nov 2007 por Thor8 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Escudo de España que incorpora la cartela con el lema Una Grande Libre, junto con otros motivos heráldicos que añaden a los del escudo tradicional de España (armas de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada, y las Columnas de Hércules con la cartela Plus Ultra) otros tomados del escudo de los Reyes Católicos: el Águila de San Juan y el yugo y las flechas que también tomó la Falange. La corona sobre el escudo no es ni la corona real borbónica ni la corona mural republicana, sino la Corona Imperial.

La simbología del franquismo es el conjunto de símbolos que se utilizaron como referente icónico para identificar visualmente al régimen franquista y a las personas e instituciones que se identificaban con él, y marcar la apropiación simbólica de lugares emblemáticos, muchos de ellos utilizados como espacios de la memoria. Se utilizó masivamente, siguiendo las modernas técnicas de propaganda para conseguir una presencia abrumadora en todos los ámbitos públicos y privados: banderas, escudos, efigies, monumentos, sellos, medallas, insignias, uniformes y distintivos de todas clases. Incluso los asientos de los transportes públicos eran objeto de apropiación simbólica para perpetuar el recuerdo de la Gloriosa Cruzada: un cartel que indicaba Reservado para caballeros mutilados.

La ausencia de legitimidad democrática del régimen de Franco impulsó la búsqueda de legitimidades alternativas de corte carismático, en consonancia con el fascismo italiano o el nazismo alemán, sus aliados al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. La ausencia de crítica interna (prohibida la oposición y hábilmente gestionadas por el Generalísimo los contrapesos entre las distintas familias del régimen), produjo desde muy temprano un verdadero culto a la personalidad del Caudillo.

La parafernalia simbólica del franquismo se originó durante la Guerra Civil (1936-1939), tras su exaltación a la jefatura del Estado, adoptando en buena medida la desarrollada en los años anteriores por Falange Española de las JONS, a la que se sumó la de los tradicionalistas o carlistas, y la propia del Ejército (sobre todo de algunos cuerpos particularmente vinculados a Franco, como la Legión Española). De hecho, el partido único creado por fusión de falangistas y tradicionalistas (la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, más conocida como Movimiento Nacional) fue dotado con un uniforme que sumaba a la camisa azul falangista la boina roja carlista y los correajes militares (que ya se utilizaban con anterioridad marcando el carácter paramilitar de la Falange);[1]​ también incluía una corbata negra como luto por José Antonio. Continuó utilizándose durante todo el periodo de la dictadura de Franco.[2]

A pesar de la retirada de algunos de estos símbolos en los primeros años de la Transición —destacadamente los grandes emblemas de yugo y flechas de la emblemática Casa Sindical (torre de ladrillos construida en estilo racionalista frente al Museo del Prado) y de la sede central del Movimiento en la calle Alcalá de Madrid[3]​ o la recuperación del nombre de calles (por ejemplo, en Madrid, la Gran Vía, hasta entonces Avenida de José Antonio, o el Paseo de la Castellana, hasta entonces Avenida del Generalísimo)— muchos de ellos permanecieron, y en parte la simbología franquista sigue presente hoy en día, más de treinta años después de la muerte de Franco. Una nueva ley denominada Ley de Memoria Histórica (todavía en trámite parlamentario a finales de 2007) prevé la retirada de estos símbolos, obligando a las instituciones públicas a ello, y privando de ayudas a las instituciones privadas que no las retiren. Ha sido objeto de particular redacción lo referente a los símbolos que puedan afectar a la Iglesia Católica, introduciéndose una salvaguarda por razones religiosas, junto a la que exceptúa a los monumentos con valor artístico.

El Águila

Escudo del Águila durante el Franquismo con la leyenda de Una, Grande y Libre.

Este escudo surgió durante la Guerra Civil, por medio del Decreto de 2 de Febrero de 1938. Emblema que duraría más de cuarenta años, hasta la publicación en el BOE el 19 de Diciembre de 1981 del nuevo escudo español, del cual suprimieron el emblema de «Una, Grande, Libre», el yugo y las flechas y la corona imperial fue sustituida por la real.

El Águila presente en el escudo de Franco no es un símbolo original del régimen sino copiado del escudo de los Reyes Católicos. Éste era el Águila de San Juan que Isabel la Católica incorporó como soporte al escudo por la devoción al evangelista. Incluso se hizo coronar reina de Castilla el día de su festividad. Se utilizó una heráldica semejante a la utilizada por los Reyes Católicos, sustituyendo las armas de Aragón-Sicilia por las de Navarra, se añadieron las Columnas de Hércules y la divisa Una, Grande y Libre.

El Yugo y el Haz

Escudo de los Reyes Católicos con el Águila de San Juan y con el Yugo y el Haz de flechas.

Origen

El Yugo y el Haz o el Yugo y las Flechas fue originalmente el símbolo de la Falange Española (lo sigue siendo en la actualidad de los diversos grupos de inspiración falangista). Provenía del poeta romano Virgilio (70 adC. – 19 adC.), basándose para las flechas en su obra La Eneida, y para el yugo en las Geórgicas. Las flechas simbolizarían la guerra, y el yugo las labores agrarias. En el siglo XV fue adoptado para la unión conyugal entre Isabel I de Castilla, la Reina Católica y Fernando II de Aragón, el Rey Católico, por coincidir con sus iniciales, el yugo (junto al lema "tanto monta...", en referencia al nudo gordiano) por Ysabel y las flechas por Fernando.

La palabra haz proviene del latín fascis, y se eligió por la similitud con el símbolo de los líctores romanos que utilizaba el fascio, además de la polisemia que tiene en castellano: no sólamente se entiende como haz de flechas o de trigo, sino como el imperativo del verbo hacer (lo que se adecuaba mucho al espíritu que se quería dar a la Falange). Sobre estas cuestiones se argumentó conscientemente, siendo prueba los artículos de la revista El fascio. Haz hispano (1933)[4]​ No era poco mérito el tratarse de un vocablo popular campesino, que incluso inspiró un cuento tradicional: el del padre que al morir manda a sus hijos mayores partir un haz, cosa imposible, mientras que el hijo pequeño lo consigue fácilmente quebrando las espigas de una en una. La moraleja es, que permaneciendo unidos como el haz, serán invencibles.

El yugo y el haz de flechas querían simbolizar una forma de vida y a una forma de gobernar, prudente y a la vez emprendedora. Como decía Rafael Sánchez Mazas:

El yugo sin las flechas resulta pesado, las flechas sin el yugo corren peligro de volverse demasiado voladoras.

El diseño del yugo y el haz de flechas fue descrito en la pragmática expedida por los Reyes Católicos en Medina del Campo el 12 de junio de aquel año, para que, en moldes de plata:

...se pongan, de una parte nuestras armas reales y de otra, la divisa del Yugo de Mi, el Rey y la divisa de las Flechas de Mi, la Reina...

Según la leyenda, el emblema del Yugo y las Flechas se le apareció a Antonio de Nebrija en un sueño que tuvo y fue adoptado por los Reyes Católicos:

Los miembros y pedazos de España, que estaban por muchas partes derramados, se redujeron y ayuntaron en un cuerpo y unidad de reino. La forma y travazón, del cual casi está ordenada que muchos siglos vivirá y tiempos, no lo podrá romper ni desatar.

Y ofrecido en el año 1516 al Emperador Carlos V:

Vuestra alteza debe venir a tomar en la mano aquel yugo que el católico rey vuestro abuelo os dejó, con el cual tantos bravos y soberbios se domaron y en la otra las flechas de aquella reina sin par, vuestra abuela, Doña Isabel, con que puso a los moros tan lejos.

Recuperación del símbolo en el siglo XX

Bandera de FE JONS (durante el franquismo FET JONS) con el Yugo y el Haz de flechas. El color negro hace referencia a la pólvora y el rojo a la sangre.

La recuperación de este símbolo se produjo a causa de una explicación de un profesor de la Universidad de Granada, el marxista Fernando de los Ríos, que en una clase de Derecho Político instruyendo sobre el Estado Fascista y sus símbolos, hizo un apunte en el encerado con un ramillete de flechas entroncadas con un yugo, indicando que ese sería el símbolo del fascismo de haber nacido o surgido en España. Un alumno asistente a esa clase, Juan Aparicio, fue el que insinuó la adopción de este símbolo para las JONS de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista).

Quien diseñó la yuxtaposición con que fue adoptado el símbolo de la JONS fue el burgalés Escribano Ortega, firmante del manifiesto de los gallos de marzo en el que convergían su cualidad de dibujante con su personalidad tradicionalista. En una cuartilla rayó la verticalidad oblicua de las flechas y la horizontalidad maciza del yugo y se dispuso a unirlos por su convergencia y así fue como renació el emblema al que Ramiro Ledesma adoptó como representativo de las nuevas JONS y que más tarde perduraría y sería adoptado por Falange en el momento mismo de la fusión el 13 de febrero de 1934 representada por Ramiro y José Antonio en un ático de la Gran Vía madrileña. Más tarde, José Antonio Primo de Rivera, el 19 de octubre del mismo año, en una comunicación entre otras cosas decía:

Oído el parecer del Consejo Nacional, esta Jefatura ha acordado lo siguiente: sobre el bolsillo izquierdo, en la misma camisa o en un trozo intercambiable de tela del mismo color, ira bordado el emblema de las cinco flechas y el yugo.

Este símbolo fue adoptado por el franquismo como símbolo del nuevo y único partido del régimen, Falange Española Tradicionalista de las JONS (FET JONS), fruto de la unión de Falange Española de las JONS y Comunión Tradicionalista (carlistas) en el que también se integraron miembros del resto de partidos y grupos derechistas que apoyaban la sublevación y que habían quedado disueltos tras el inicio de la Guerra: la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), monárquicos alfonsinos y otros partidos de significación derechista, agrarios, etc.

El víctor

El víctor.

El víctor es un símbolo acuñado en el Antiguo Imperio Romano y que derivó del crismón.

A partir del Edicto de Milán en el año 313, de nuestra era, el crismón aparecía en monedas, estandartes y con el tiempo pasó a formar parte también de los escudos de los legionarios romanos. Según la leyenda el emperador Constantino en su sueños, la noche anterior a la batalla del Puente Milvio, se le apareció el crismón junto a las palabras de «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Al día siguiente éste sustituyó el águila imperial por el crismón o labarum y ganó la batalla.

Poco a poco fue transformándose en los escudos romanos hasta adoptar otra forma muy diferente. Se había convertido en otro símbolo: el Víctor o Victorioso.

Fue adoptado por algunas universidades españolas durante el siglo XIX, como la de Salamanca o la de Alcalá de Henares como emblema para los doctores, en inscripciones murales con pintura roja o negra que se conservan hoy en día. Finalmente, se eligió como adecuado para ser utilizado en el Desfile de la Victoria (18 de julio de 1939) y, a partir de entonces, durante toda la dictadura franquista, como emblema propio de Franco.

Erróneamente se piensa que fue diseñado por el ocultista Corintio Haza, que habría incorporado al emblema símbolos astrológicos para proteger simbólicamente al Caudillo.

Las estatuas del Caudillo

Estatua ecuestre de Franco en Santander (España).

Son las representaciones escultóricas que existen de todo tipo del dictador: eran bustos, estatuas ecuestres, etc., que, durante el régimen, se colocaban en las plazas o lugares emblemáticos de muchas ciudades españolas.

Se puede dividir en tres periodos la política seguida para estas estatuas:

  • 1936-1959: el mayor número de reproducciones se levantó en los años cuarenta, momento decisivo de implantación y afirmación del régimen. Son las de este período imágenes que se dirigían para legitimar el poder de Franco y a perpetuar la memoria de la victoria en la Guerra Civil.
  • 1960-1969: pleno período de desarrollo de España y la celebración en 1964 de los «25 Años de Paz». Fueron estatuas y monumentos dirigidos a rendir homenaje particular a Franco y a su obra, en un ejercicio de afianzamiento natural de la dictadura.
  • 1970-1978: es un periodo de decadencia y agotamiento del régimen, se erigen numerosos bustos y estatuas que pretenden fijar la memoria franquista y tienen un objetivo último inmovilista.

Lugares donde se encuentran estas estatuas en la actualidad:

  • Santander: es la única ciudad que hay una estatua ecuestre de Franco en una plaza pública, concretamente en la Plaza del Ayuntamiento. El resto de las estatuas ecuestres está en recintos cerrados o en el exterior de museos o acuartelamientos.
  • Ferrol: aquí se encuentra el símbolo franquista por excelencia en la villa natal de Franco. Estatua de más de seis metros de altura que durante años presidió la Plaza de España y que actualmente se encuentra en el exterior del Museo Naval de Herrerías, dentro del Arsenal Militar.
  • Toledo: se encuentra en un lateral de la fachada principal del edificio de la Academia de Infantería de Toledo.
  • Valencia: estatua ecuestre del dictador que se retiró de Valencia en 1983 y ahora se conserva en el patio del convento de Santo Domingo.
  • Melilla: conserva la única estatua de Franco de pie que puede contemplarse en una vía pública y que, después de ser retirada en 2005 debido a unas obras que se iban a realizar, se volvió a colocar a unos 50 metros de su anterior ubicación.
  • Tenerife: aquí existe otro monolito con su busto, en el municipio de El Rosario, que recuerda que en junio de 1936 el entonces comandante general jefe de Canarias se reunió en ese lugar con oficiales de la guarnición para preparar la sublevación.
  • La Coruña: existen esculturas y placas de Franco en diversos puntos de la ciudad, como la imagen del dictador a caballo rodeado por la guardia mora del Palacio de María Pita.
  • Salamanca: en la Plaza Mayor hay un medallón de piedra con su busto.
  • Ceuta: en el extrarradio se encuentra un monumento denominado «Los pies de Franco», donde están sus huellas junto a la única ermita de la ciudad.

Últimas estatuas retiradas:

Monumentos y placas a los «Caídos por Dios y por España».

Placa de inauguración del ferrocarril de Madrid a Burgos vandalizada con los colores de la bandera de la II República.

Los monumentos y placas por los «Caídos por Dios y por España» se colocaron en muchos pueblos, la mayor parte de ellas en el exterior de las iglesias, y contenían una lista de nombres de los muertos de ese pueblo pertenecientes al bando nacional y seguida del grito de ¡Presentes! similar al de José Antonio Primo de Rivera. Las placas solían estar hechas de mármol y rematadas con bronce o con algún otro tipo de metal aunque las había de muchos tipos. En ocasiones las placas se colocaban en las paredes de las iglesias o lugar del fallecimiento de las víctimas que aparecían en éstas si había alguna pared cerca, si no se solía también hacer un monumento en forma de cruz o en obelisco de baja altura y allí grababan los nombres o bien adosaban la placa al monumento.

Hubo otro tipo de placas de inauguración de instituciones e infraestructuras, tales como vías de ferrocarril, estaciones, pantanos, etc, que aún perduran en la actualidad.

Muchas de estas placas y monumentos ni se mantienen ni se retiran, de este modo, quedan expuestas al público que pueda acceder a estos monumentos y placas que se encuentran invadidos por el deterioro o siendo objeto de vandalismo.

Toponimia

Alberche del Caudillo en la provincia Toledo (España).

En la actualidad quedan una decena de pueblos que conservan el recuerdo de Franco en sus denominaciones oficiales. El único de ellos que tiene categoría de municipio es Llanos del Caudillo (Ciudad Real) con 600 habitantes. Muchos otros pueblos y ciudades que tuvieron nombres semejantes durante décadas, como El Ferrol del Caudillo (hasta 1982), o Barbate de Franco (hasta 1998), los retiraron tras la recuperación de la democracia. Franco también quiso honrar a generales del bando nacional durante la guerra poniendo sus nombres a diversas localidades, que aún conservan:

Plantilla:Pueblosnombrefranquista

El caso de Numancia de la Sagra es muy casual. Ese pueblo se había llamado desde siempre Azaña, pero coincidía con el primer apellido del entonces Presidente del Gobierno de España en 1936, Manuel Azaña, por lo que se cambió de nombre en tiempos de guerra. Azaña significa noria (vocablo árabe-mozárabe) del que tomaría nombre en un principio. Actualmente se llama Numancia por el regimiento que lo tomó y la Sagra por la comarca a la que pertenece.

Nomenclátor del callejero

Placa de la Avenida del Generalísimo.

El recuerdo de Franco sigue presente también en los nombres de calles, plazas y avenidas de diversos pueblos y ciudades. Entre las más importantes están la Avenida del Generalísimo de La Coruña y la Rambla General Franco en Santa Cruz de Tenerife. También hay aún calles, avenidas y plazas en muchas de las ciudades y pueblos de España con nombres de generales del bando nacional durante la Guerra Civil, altos mandos militares como Mola, Sanjurjo, Moscardó, Yagüe, etc. Fueron utilizados también como iconos franquistas las efigies y nombres de personajes como José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo, José Calvo Sotelo, etc. aunque su relación con el régimen de Franco no pudo ser personal —no les dió tiempo ya que murieron antes o durante la guerra; el mismo José Antonio, que estaba encarcelado, se opuso al Alzamiento Nacional y a formar parte de la conspiración previa—. [8][9]


Plantilla:Tablanomenclátorfranquista

Monumentos

El Arco de la Victoria

Arco de la Victoria (Madrid).

El Arco de la Victoria de Madrid (erróneamente denominado a veces «Puerta de la Moncloa» por tener cierta similitud con las puertas de Alcalá, Toledo, etc.) es un monumento construido entre 1953 y 1956 por orden de Francisco Franco como conmemoración de su victoria en la Guerra Civil. Está situado en el distrito de Moncloa-Aravaca y tiene casi 40 metros de altura. En su interior se encuentran diversos planos y una maqueta de la Ciudad Universitaria, a la que administrativamente pertenece.

Monumento a los Caídos en Pamplona

Monumento a los Caídos en Pamplona (España).

El popularmente conocido como Monumento a los Caídos, realmente «Navarra a sus Muertos en la Cruzada», como figura en su fachada (en la actualidad denominado «Sala de Exposiciones Conde Rodezno»), es un edificio en memoria de los navarros fallecidos pertenecientes al bando nacional durante la Guerra Civil, que se encuentra en pleno centro de la ciudad de Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra y hoy día acoge pequeñas exposiciones municipales.

Según cifras oficiales murieron en combate 4.540 navarros. De ellos 1.766 eran soldados, 1.700 requetés y 1.074 falangistas[10]​. Sin embargo muchos de ellos, considerados "voluntarios", fueron alistados de forma obligatoria, como ocurrió con los destinados a la Bandera General Sanjurjo de la Legión Española. A falta de estudios, es imposible saber cuántos de los supuestos voluntarios lo fueron realmente.[11]​Sólo una pequeña parte de los fusilados en esta Bandera figura en este monumento.

Monumentos militares

Franco tras la guerra mandó construir monumentos en forma de cruz, de monolito, altar, etc, para recordar acontecimientos importantes que sucedieron durante la guerra y durante algunas batallas o hechos señalados como la batalla de Belchite, la batalla del Ebro, las matanzas de Paracuellos, entre otros.

Cuartel de La Montaña

Placa conmemorativa

El Cuartel de la Montaña fue una edificación militar de Madrid que alcanzó gran notoriedad por tratarse del lugar en el que se inició en la capital la sublevación militar de julio de 1936.

Su relevancia proviene de su papel en la sublevación militar de 1936 en Madrid. El 19 de julio de 1936, el General Fanjul, militar sin mando de tropas en Madrid, pero encargado de la sublevación de la ciudad, entró, vestido de civil, en el cuartel de la Montaña. Sin embargo, en lugar de salir con las tropas para tomar los puntos vitales de la capital, proclamó simplemente el estado de guerra y se hizo fuerte junto con 1.500 de sus hombres (de los que había unos 140 oficiales) y unos 180 falangistas en el Cuartel de la Montaña.

Esa tarde, el cuartel fue rodeado por tropas leales al gobierno de la República, guardias de Asalto, civiles y milicias populares, pobremente armadas. Al amanecer del día 20, se inició el cañoneo del cuartel. Los sublevados sólo resistieron algunas horas. Las diferencias de opinión entre los propios sublevados llevaron a unos a enarbolar la bandera blanca mientras otros seguían disparando sobre los asaltantes. Cuando se utilizó la aviación contra ellos, el cuartel cayó, siendo prácticamente destruido. La entrada de las fuerzas asaltantes se tradujo en el asesinato de la mayor parte de la oficialidad (noventa de unos ciento cuarenta) y de los falangistas. Se contabilizaron entre 150 y 300 muertos.

El edificio, que ya había quedado parcialmente destruido durante el asedio, recibió durante la guerra el impacto de numerosos proyectiles de artillería debido a su cercanía con la línea de frente, prácticamente estabilizada desde inicios de 1937. Hacia el final de la contienda era ya tan sólo un conjunto de ruinas irrecuperables, algunas de las cuales podían aún verse a principios de los años sesenta.

El Parque del Cuartel de la Montaña fue inaugurado el 20 de julio de 1972 (con Franco todavía en el poder y Carlos Arias Navarro, futuro presidente del gobierno, como alcalde de Madrid). Incluye un monumento (también de 1972, realizado por Joaquín Vaquero Turcios) en recuerdo de los que murieron en su defensa, compuesto por una figura de bronce que representa el cuerpo de un hombre mutilado, colocada en el centro de un paredón construido en forma de sacos terreros.

Ruinas de Belchite

Ruinas de Belchite.

La batalla de Belchite fue una importante batalla durante la Guerra Civil Española que transcurrió desde el 24 de agosto de 1937 hasta el 6 de septiembre del mismo año en los alrededores y en el mismo municipio de la provincia de Zaragoza. Tenía como objetivo desviar la atención del bando nacional del norte (que ya había tomado Santander) y tomar la ciudad de Zaragoza ya que se había extendido en los altos mandos militares de la República que era más importante tener ciudades en posesión que grandes territorios despoblados. Misma fue la intención de la ofensiva en el Suroeste de Madrid pero tras el fracaso de Brunete decidieron tomar la iniciativa en Aragón.

La batalla se saldó con una derrota del bando nacional logrando el bando republicano tomar Belchite pero sin haber conseguido tomar Zaragoza. El pueblo quedó totalmente en ruinas y tras la guerra Franco ordenó dejar el pueblo sin reconstruir como símbolo de lo acontecido en el lugar.

Monumentos de la batalla del Ebro

En el margen izquierda del río Ebro es donde se produjo la batalla más sangrienta de la Guerra Civil:

  • En la cota 427 de Quatre Camins se erige una cruz de piedra en memoria del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, un unidad carlista del bando nacional formada por voluntarios catalanes que sufrió numerosas bajas en este escenario. En el pedestal está representada la cruz de San Andrés de color rojo.
  • En la cota 481 se alza un monumento en Punta Targa por la hermandad del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat. La base del monumento es un osario donde reposan los restos de combatientes de ambos bandos.
  • En la cota de Coll del Moro (Gandesa) hay una altar construido en 1960 para oficiar ofrendas y ceremonias en conmemoración de la victoria del general Franco en el frente del Ebro.
  • En Coll del Moro, en las afueras de Gandesa, un monolito franquista del año 1953, para conmemorar la posición desde la cual Franco en persona dirigió la ofensiva final de la batalla. El monumento ha sido vandalizado con pintadas a favor y en contra del régimen franquista.
  • En una de las crestas del Puig de l´Àliga, en las proximidades de Gandesa hay otro monumento que ha perdido la inscripción original con el paso del tiempo.
  • Hay una placa en memoria de los Caídos por Dios y por España, hecho con hierro y un crucifijo en relieve, en el muro exterior de la iglesia de Bot.

Monumento a la Matanza de Paracuellos

Vista del cementerio de Paracuellos. Al fondo la cruz blanca dibujada en el suelo de la colina.

Se conocen como matanzas de Paracuellos los episodios organizados de asesinato masivo e indiscriminado de varios miles de prisioneros, considerados opuestos al bando republicano, ocurridos durante la Batalla de Madrid de la Guerra Civil Española, en los parajes del arroyo de San Jóse, en el municipio de Paracuellos de Jarama, y de Soto de Aldovea, en el término de Torrejón de Ardoz, próximos a la capital española.

El monumento es una cruz blanca de grandes dimensiones cercano al río Jarama en la ladera del cerro de San Miguel y es visible desde el aeropuerto de Barajas. Fue uno de los lugares donde ocurrieron estos episodios de represión de la Guerra Civil y fue erigido en recuerdo y memoria de los asesinados. [12]

El Alcázar de Toledo

Alcázar de Toledo.

El Alcázar de Toledo es una fortificación sobre rocas, ubicada en la parte más alta de la ciudad de Toledo, dominando toda la ciudad.

En el siglo III fue un palacio romano. Fue restaurado durante el mandato de Alfonso VI y Alfonso X y modificado en 1535.

Durante la Guerra Civil fue utilizado por el entonces coronel José Moscardó como punto defensivo y de resistencia y destruido totalmente por las tropas afines a la II República durante el asedio que duró 70 días del 22 de julio al 28 de septiembre de 1936. Posteriormente fue reconstruido y actualmente alberga la Biblioteca de Castilla-La Mancha y próximamente albergará el Museo del Ejército.

Este asedio y liberación fueron hábilmente utilizados por Franco para asegurar su predominio entre sus propias filas, y que dio nombre al principal periódico Ultra El Alcázar.

Monumento al Crucero «Baleares»

El Monumento al Crucero «Baleares» se encuentra en el parque de sa Feixina en Palma de Mallorca. Hubo un intento asociativo para derribarlo o cambiar su leyenda pero el Partido Popular lo detuvo alegando que fue construido por donaciones anónimas.

Aparece el escudo de España durante el franquismo y debajo esta inscripción:

MALLORCA

A
LOS HÉROES
DEL
CRUCERO
BALEARES

GLORIA A LA
MARINA
NACIONAL

VIVA ESPAÑA

Monumentos religiosos

Al ser la defensa del catolicismo una de las principales justificaciones de la Guerra Civil (calificada de Cruzada por el clero) y de la propia legitimidad de Franco (calificado de hombre providencial), resultaba extraordinariamente útil y de gran repercusión social la apropiación de la simbología cristiana por el régimen franquista. El Caudillo entraba en las iglesias bajo palio en actos solemnes;[13]​ reclamó el brazo incorrupto de Santa Teresa de Jesús para su dormitorio conyugal.[14]​ Se realizó un amplio programa de reconstrucciones de edificios religiosos, y de construcciones de nueva planta. Uno de los actos simbólicos más visuales de toda la Guerra había sido el trazo de una cruz en la arena de la playa de Vinaroz, el 15 de abril de 1938, el momento en que se partía en dos la zona republicana.

El Valle de los Caídos

El Valle de los Caídos.

Franco fue el que ordenó la construcción de este mausoleo donde se enterró a José Antonio Primo de Rivera después de un traslado a hombros desde Alicante a San Lorenzo de El Escorial, símbolo de la memoria de la monarquía hispánica, con otros 33.872 combatientes de ambos bandos en la Guerra Civil. Franco a su muerte también sería enterrado allí.

Según el decreto fundacional de 1 de abril de 1940, el monumento y la basílica se construyeron para[15]

...perpetuar la memoria de los caídos de nuestra gloriosa Cruzada [...] La dimensión de nuestra Cruzada, los heroicos sacrificios que la Victoria encierra y la trascendencia que ha tenido para el futuro de España esta epopeya, no pueden quedar perpetuados por los sencillos monumentos con los que suelen conmemorarse en villas y ciudades los hechos salientes de nuestra historia y los episodios gloriosos de sus hijos.

Sagrado Corazón de Jesús

Monumento al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, Getafe, España.

El Cerro de los Ángeles, es el centro geográfico de la Península Ibérica. En el verano de 1936, milicianos republicanos fusilaron la imagen de Jesús y dinamitaron el monumento del Sagrado Corazón de Jesús reduciéndolo a ruinas. Después de la Guerra Civil, el Gobierno franquista dio orden de construir un nuevo monumento, réplica del anterior, que comenzó a edificarse en 1944.

Este nuevo monumento fue inaugurado en el año 1965 y diez años más tarde se inauguraba también la cripta, obra no existente en el proyecto anterior. El monumento muestra a Cristo, con los brazos abiertos, invitando a todos los hombres a ir hacia Él. Está rematado con la leyenda Reino en España.

Lo que quedó del anterior monumento (la base y el arranque del pedestal) se conserva. El nuevo monumento se levantó a unas decenas de metros del anterior, formando una explanada entre ambos monumentos.

Referencias

Bibliografía

  • Los símbolos y la memoria del franquismo, Jesús de Andrés Sanz. Papers Estudios de Progreso, Fundación Alternativas, nº 23, 2006. 44 páginas. ISBN 84-96653-35-8.
  • La mecánica de Guerra Civil, España, 1936. Andrés M. Kramer. Edicions Península 62. 1981. 320 páginas. ISBN 8429716564
  • España 1939-1975: (régimen político e ideología)., Manuel Ramírez Jiménez. Guadarrama. 1978. 124 páginas. ISBN 8433502492
  • La batalla del Ebro, A. Besolí, D. Gesalí, X. Hernández, D. Iñiguez, J.C. Luque. RBA. 415 páginas. 2006. ISBN 8447348881

Notas

  1. Origen de la camisa azul, que indica las discusiones iniciales sobre su adopción y los precios de cada componente en 1935, incluso el origen de los correajes: la fábrica de curtidos de Estella.
  2. Entre varias imágenes, aparece una de Franco con uniforme de Falange, y otra de Serrano Súñer con el emblema del yugo y las flechas en su chaqueta blanca (que llevaban los Consejeros del Movimiento). Portal Fuenterrebollo
  3. Sergio Argul Lugares de memoria y transición española:
    Decreto del 8/4/1977. Especialmente significativa, por su emplazamiento y dimensiones, fue la retirada del yugo y las flechas del edificio del Movimiento en Alcalá 32, el antiguo Banco Comercial de Antonio Palacios, convertido en la actualidad en sede de la Consejería de Artes de la Comunidad de Madrid.
  4. Referencia de la revista . En su lista de artículos y colaboradores aparecen José Antonio Primo de Rivera, Juan Aparicio, Ernesto Giménez Caballero, Ramiro Ledesma, Orbegozo. El artículo de Rafael Sánchez Mazas, Haz y Yugo, era un fragmento de una conferencia anterior, dada en Santander y publicada por el Boletín de la «Biblioteca Menéndez y Pelayo» en 1927; y que sirvió de editorial N º1 (único publicado) de El fascio el 16 de marzo de 1933.
  5. Iñaki Gómez (24 de agosto de 2006). «Defensa retira la estatua de Franco de la Academia de Zaragoza». 20 minutos. Consultado el 19 de noviembre de 2007.  |coautores= requiere |autor= (ayuda)
  6. «El Ayuntamiento de Guadalajara también retira de madrugada las estatuas de Franco y Primo de Rivera». El Mundo. 28 de marzo de 2005. Consultado el 15 de noviembre de 2007. 
  7. «Retiran la estatua ecuestre de Franco en Madrid». 20 minutos. 18 de marzo de 2005. Consultado el 15 de noviembre de 2007. 
  8. A todas las Jefaturas Territoriales y Provinciales (Circular.- Prisión Provincial de Alicante) (Fragmento):
    (...) Consideren todos los camaradas hasta qué punto es ofensivo para la Falange el que se la proponga tomar parte como comparsa en un movimiento que no va a conducir a la implantación del Estado nacionalsindicalista, al alborear de la inmensa tarea de reconstrucción patria bosquejada en nuestros 27 puntos, sino a reinstaurar una mediocridad burguesa conservadora (de la que España ha conocido tan largas muestras), orlada, para mayor escarnio, con el acompañamiento coreográfico de nuestras camisas azules.

    Como de seguro tal perspectiva no halaga a ningún buen militante, se previene a todos por esta circular, de manera terminante y conminatoria, lo siguiente:

    1. Todo jefe, cualquiera que sea su jerarquía, a quien un elemento militar o civil invite a tomar parte en conspiración, levantamiento o cosa análoga, se limitará a responder: "Que no puede tomar parte en nada, ni permitir que sus camaradas la tomen, sin orden expresa del mando central, y que, por consiguiente, si los órganos supremos de dirección del movimiento a que se les invita tienen interés en contar con la Falange, deben proponerlo directamente al jefe nacional y entenderse precisamente con él o con la persona que él de modo expreso designe.
    2. Cualquier jefe, sea la que sea su jerarquía, que concierte pactos locales con elementos militares o civiles, sin orden expresa del jefe nacional, será fulminantemente expulsado de la Falange, y su expulsión se divulgará por todos los medios disponibles.
    3. Como el jefe nacional quiere tener por sí mismo la seguridad del cumplimiento de la presente orden, encarga a todos los jefes territoriales y provinciales que, con la máxima premura, le escriban a la prisión provincial de Alicante, donde se encuentra, comunicándole su perfecto acatamiento a lo que dispone esta circular y dándole relación detallada de los pueblos a cuyas J.0.N.S. se ha transmitido. Los jefes territoriales y provinciales, al dirigir tales cartas al jefe nacional, no firmarán con sus nombres, sino sólo con el de su provincia o provincias respectivas.
    4. La demora de más de cinco días en el incumplimiento de estas instrucciones, contados desde la fecha en que cada cual la reciba, será considerada como falta grave contra los deberes de cooperación al Movimiento.

    Madrid, 24 de junio de 1936.

    ¡Arriba España!
  9. El 5 de Noviembre de 1936 José Antonio redactó el "Guión de un manifiesto político inconcluso.", con la finalidad de poner fin de manera inmediata a la Guerra Civil. En el escribe:
    B) –¿Qué va a ocurrir si ganan los sublevados? Un grupo de generales de honrada intención; pero de desoladora mediocridad política. Puros tópicos elementales (orden, pacificación de los espíritus ... )

    Detrás:

    1º) El viejo carlismo intransigente, cerril, antipático.
    2º) Las clases conservadoras, interesadas, cortas de vista, perezosas.
    3º) El capitalismo agrario y financiero, es decir: la clausura en unos años de toda posibilidad de edificación de la España moderna. La falta de todo sentido nacional de largo alcance.

    Y, a la vuelta de unos años, como reacción, otra vez la revolución negativa.

    Salida única:

    La deposición de las hostilidades y el arranque de una época de reconstrucción política y económica nacional sin persecuciones, sin ánimo de represalia, que haga de España un país tranquilo, libre y atareado. Convulsiones de España", Indalecio Prieto, Tomo I. Ed. Oasis, S. A., México, 1967
  10. Mercedes Vazquez de Prada Tife. La Guerra Civil. Historia Ilustrada de Navarra. ISBN 84-604-7413-5
  11. Navarra 1936. De la esperanza al terror
  12. Plano del Camposanto de Paracuellos de Jarama: plano de las fosas de Paracuellos del Jarama y explicación sobre cada una de ellas, en la web de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos del Jarama.
  13. Martínez SolerFranco, bajo palio. !Qué foto tan oportuna!, 20 minutos, 13 de noviembre de 2005
  14. Victoria Prego Un transeúnte en Palacio, El Mundo, 15 de septiembre de 2006
  15. Decreto de 1 de Abril de 1940, disponiendo se alcen Basílica, Monasterio y Cuartel de Juventudes, en la finca situada en las vertientes de la Sierra de Guadarrama (El Escorial), conocida por Cuelgamuros, para: perpetuar la memoria de los caídos de nuestra gloriosa Cruzada

Véase también

Enlaces externos