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A la muerte de [[Adolfo Alsina]], su principal rival (y en ocasiones aliado) en el camino hacia la sucesión presidencial de [[Nicolás Avellaneda]] en [[1877]], Roca lo sucedió en el ministerio de Guerra. Presentó un proyecto al Congreso de la Nación el [[14 de agosto]] de [[1878]]; el objetivo del mismo era una guerra ofensiva contra los indígenas que habitaban la [[Patagonia]], con el objeto de ampliar el territorio bajo soberanía efectiva de la nación.
A la muerte de [[Adolfo Alsina]], su principal rival (y en ocasiones aliado) en el camino hacia la sucesión presidencial de [[Nicolás Avellaneda]] en [[1877]], Roca lo sucedió en el ministerio de Guerra. Presentó un proyecto al Congreso de la Nación el [[14 de agosto]] de [[1878]]; el objetivo del mismo era una guerra ofensiva contra los indígenas que habitaban la [[Patagonia]], con el objeto de ampliar el territorio bajo soberanía efectiva de la nación.


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Sobre el origen del término Conquista del Desierto hay dos teorías. Según una de ellas, se denominó así debido a las condiciones geográficas de la Patagonia, que presentaba un clima desértico. Según otra, la denominación deriva más del [[etnocentrismo]] del gobierno argentino: la región estaba completamente deshabitada de gente de raza blanca y civilización europea. Sólo estaba poblada por indígenas nómadas, que eran considerados como animales, por lo tanto, era un "desierto."
Sobre el origen del término Conquista del Desierto hay dos teorías. Según una de ellas, se denominó así debido a las condiciones geográficas de la Patagonia, que presentaba un clima desértico. Según otra, la denominación deriva más del [[etnocentrismo]] del gobierno argentino: la región estaba completamente deshabitada de gente de raza blanca y civilización europea. Sólo estaba poblada por indígenas nómadas, que eran considerados como animales, por lo tanto, era un "desierto."

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Julio Argentino Roca

Julio Roca en 1898


14.° Presidente de la Nación Argentina
12 de octubre de 1898-12 de octubre de 1904
Vicepresidente Norberto Quirno Costa
Predecesor José Evaristo de Uriburu
Sucesor Manuel Quintana

Senador Nacional de Argentina
por Tucumán
1895-1898

1892-1893

Senador Nacional de Argentina
por la Ciudad de Buenos Aires
3 de noviembre de 1888-6 de agosto de 1890


9.° Presidente de la Nación Argentina
12 de octubre de 1880-12 de octubre de 1886
Vicepresidente Francisco Bernabé Madero
Predecesor Nicolás Avellaneda
Sucesor Miguel Ángel Juárez Celman

Información personal
Nacimiento 17 de julio de 1843 Ver y modificar los datos en Wikidata
San Miguel de Tucumán (Argentina) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 19 de octubre de 1914 Ver y modificar los datos en Wikidata (71 años)
Buenos Aires (Argentina) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de la Recoleta Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Argentina
Religión Catolicismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Segundo Roca Ver y modificar los datos en Wikidata
Agustina Paz Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Clara Funes de Roca
Hijos Julio Argentino Pascual Roca Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Colegio del Uruguay Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Militar
Lealtad Argentina Ver y modificar los datos en Wikidata
Rama militar Ejército Argentino Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar Teniente general Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido político Partido Autonomista Nacional
Firma
territorio de la Argentina antes de la presidencia de Julio Argentino Roca

Julio Argentino Roca (San Miguel de Tucumán, 17 de julio de 1843Buenos Aires, 19 de octubre de 1914) fue un político y militar argentino, Presidente de la Nación en dos oportunidades. Manejó los hilos de la política argentina durante más de 30 años mediante el Partido Autonomista Nacional, tejiendo complejos sistemas de alianzas con distintas fuerzas, lo que le valió el mote de "el Zorro".[1]

Biografía

Quinto de ocho hijos (siete varones) del coronel Segundo Roca y Agustina Paz,[2]​ Julio Argentino Roca (Alejo Julio Argentino Roca según su fe de bautismo[3]​) nació en la estancia "El Vizcacheral", de propiedad de sus padres, el 17 de julio de 1843. A partir de 1849 y hasta 1855 asistió a la escuela franciscana de San Miguel de Tucumán.

Estudió luego en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, enviado por su padre junto con sus hermanos Celedonio y Marcos. A pesar de presentar un alto grado de interés por la medicina, en 1858 ingresó a la carrera militar, con los despachos de alférez de artillería, sirviendo en la brigada de artillería "7 de octubre" del Regimiento 1º de Línea de Entre Ríos. Participó en la guerra entre Buenos Aires y la Confederación Argentina, producida entre 1859 y 1861, participó también en la de la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay entre 1865 y 1870, en la que murieron su padre y dos de sus hermanos.

Participó en la represión de la rebelión federal de Ricardo López Jordán en Entre Ríos en 1871, siendo su participación crucial en la batalla de Ñaembé. Al finalizar la Revolución de 1874 alcanzó el grado de general, tras vencer al general rebelde José Miguel Arredondo (quien respondía políticamente a Bartolomé Mitre) en la batalla de Santa Rosa.

A la muerte de Adolfo Alsina, su principal rival (y en ocasiones aliado) en el camino hacia la sucesión presidencial de Nicolás Avellaneda en 1877, Roca lo sucedió en el ministerio de Guerra. Presentó un proyecto al Congreso de la Nación el 14 de agosto de 1878; el objetivo del mismo era una guerra ofensiva contra los indígenas que habitaban la Patagonia, con el objeto de ampliar el territorio bajo soberanía efectiva de la nación.

Campaña del Desierto

Sobre el origen del término Conquista del Desierto hay dos teorías. Según una de ellas, se denominó así debido a las condiciones geográficas de la Patagonia, que presentaba un clima desértico. Según otra, la denominación deriva más del etnocentrismo del gobierno argentino: la región estaba completamente deshabitada de gente de raza blanca y civilización europea. Sólo estaba poblada por indígenas nómadas, que eran considerados como animales, por lo tanto, era un "desierto."

La región se encontraba habitada originariamente por pueblos indígenas de etnia tehuelche, quienes posteriormente fueron conquistados, mestizados y asimilados por los mapuches, provenientes desde Chile.

Los mapuches comenzaron a llamar la atención del gobierno argentino por sus continuos ataques a caballo hacia las estancias aledañas, de las cuales sustraían ganado para venderlo en Chile y secuestraban mujeres, quienes eran trasladadas a los asentamientos indígenas.[4]​ La ley que promulgaba la conquista, decía que la presencia del indio impide el acceso al inmigrante que quiere trabajar.[5]

Óleo "Ocupación militar del Río Negro en la expedición al mando del General Julio A. Roca" de Juan Manuel Blanes.

Otro de los motivos que suelen citarse para la justificar la Conquista del Desierto es el temor del presidente Nicolás Avellaneda a una posible invasión y conquista por el ejército chileno, que ya había conquistado numerosos territorios durante la Guerra del Pacífico. Pero los historiadores modernos lo dudan.[cita requerida] En aquella época, el límite sur de Chile era cercano a la Isla de Chiloé. Una vez concluida la Guerra del Pacífico, Chile se dedicó de lleno a dominar a los indígenas al sur de Chiloé, en una sangrienta operación que en la historia de Chile se llama, eufemísticamente, Pacificación de la Araucanía. Hubiera sido difícil para Chile realizar una guerra contra los indígenas en dos frentes, uno al oeste de los Andes Patágónicos, en la actual Patagonia chilena, y otro al este de los Andes patagónicos, en la actual Patagonia argenitna.

Roca, al mando de un ejército moderno y bien pertrechado, conquistó a la Patagonia venciendo la resistencia de los pueblos originarios de etnia mapuche, causando una gran cantidad de víctimas y desplazando a las poblaciones restantes a regiones periféricas. Se estima que la campaña fue causa directa de la muerte de más de mil indígenas.[6]​ Las tribus que sobrevivieron fueron desplazadas a las zonas más periféricas y estériles de la Patagonia. Unos 10.000 nativos[7]​ fueron tomados prisioneros y unos 3.000 enviados a Buenos Aires, donde eran separados por sexo, a fin de evitar que procrearan hijos.[8]​ las mujeres fueron dispersas por los diferentes barrios de la ciudad como sirvientas, mientras una parte de los hombres fueron enviados a la isla Martín García, donde murieron, en su gran mayoría, a los pocos años de reclusión.

Monumento 1878-1879 ubicado en los alrededores de la ciudad de Choele Choel
Parte trasera del monumento 1878-1879

Millones de hectáreas se sumaron así a la República Argentina. Estas enormes extensiones fueron adjudicadas a bajo precio, o directamente regaladas, a terratenientes y políticos influyentes.[9][10]​ Se suele justificar esta operación militar argumentando que esos territorios iban a ser conquistados por Chile, ya que el área al sur del río Colorado estuvo parcialmente en disputa entre las dos naciones hasta la firma del Tratado Argentina-Chile de 1881.

El Informe Oficial de la Comisión Científica[11]​ que acompañó al Ejército Argentino es considerablemente específico respecto de los resultados de la guerra, y a la opinión que el gobierno argentino tenía sobre los indígenas (palabras destacadas en negrita):

Se trataba de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por unas 15.000 almas, pues pasa de 14.000 el número de muertos y prisioneros que ha reportado la campaña. Se trataba de conquistarlas en el sentido más lato de la expresión. No era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo había hecho la expedición del Gral.Pacheco al Neuquén, el espacio que pisaban los cascos de los caballos del ejército y el círculo donde alcanzaban las balas de sus fusiles. Era necesario conquistar real y eficazmente esas 15.000 leguas, limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado de tan dilatadas comarcas.
Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo humano, la naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben intervenir en su cultivo, como han tenido parte en su conquista. Pero se debe considerar, por una parte, que los esfuerzos que habría que hacer para transformar estos campos en valiosos elementos de riqueza y de progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza joven y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración, que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen brotar nuevas fuentes de producción para la humanidad, son los mejores títulos para el dominio de las tierras nuevas. Precisamente al amparo de estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las ocupaba.

Primera presidencia

Julio A. Roca

El 12 de octubre de 1880 fue elegido presidente, cargo que desempeñó hasta el 12 de octubre de 1886, acompañado por Francisco Bernabé Madero como vicepresidente. De esta manera comienza el periodo que se denominará "la Generación del '80".

Con 37 años de edad, fue el segundo presidente más joven de la historia Argentina, precedido sólo por Avellaneda, con sólo unos meses menos al asumir su gobierno.

Su gobierno llevó una gran prosperidad a la nación, alimentada por una masiva inmigración europea, la construcción de ferrocarriles y el desarrollo de las exportaciones agrícolas, y sentó las bases del moderno Estado argentino. Separó efectivamente la Iglesia del Estado, sancionando las leyes de Registro Civil y de Matrimonio Civil, lo que llevó a romper relaciones diplomáticas con el Vaticano.

Dio un extraordinario impulso a la educación mediante la Ley 1420 (iniciativa de Domingo Faustino Sarmiento, entonces director del Consejo Nacional de Educación) que establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria, mixta y laica para todos los habitantes del país.

También sancionó la ley de los Bancos Garantidos permitiendo a las provincias emitir su propio dinero y unificó a la Argentina mediante la ley de Moneda Común. La ley de Bancos Garantidos, funcionó como un método de control del presidente logrando una "unidad política" debido a que el presidente era quien determinaba a qué provincia se le brindaría el permiso para la emisión. El problema que surgió fue que la mayoría de las provincias se endeudaron con el exterior debido a que aunque en un comienzo se controlaba la emisión, luego, con el paso del tiempo los bancos comenzaron a imprimir mucho papel moneda sin tener oro para respaldarlo; esto llevo a que pidieran préstamos al exterior y al no poder devolverlos, se endeudaron. De esta manera, a los largo de estos años el premio oro comenzó a elevarse de manera espectacular.

Óleo de Juan Manuel Blanes que representa la inauguración del período legislativo del año 1886.

Sin embargo, la especulación financiera y la corrupción campearon durante su gobierno, sostenido mediante el fraude electoral (ya que el voto no era ni secreto ni obligatorio), el patronazgo estatal (el control del presupuesto nacional por parte del presidente) y las intervenciones federales (mecanismo autorizado por la constitución nacional, mediante el cual el presidente podía intervenir en una provincia si se estaba "dudando del sistema federal" o por otras causas que resultaban bastante nebulosas). Resolvió la cuestión pendiente del asiento de la capital de la república, convirtiendo a la ciudad de Buenos Aires (y los vecinos pueblos de Flores y Belgrano) en territorio federal en 1881.

 Estandarte Presidencial
Ministerios del Primer Gobierno de
Julio Argentino Roca
Cartera Titular Período
Ministerio del Interior Antonio del Viso
Bernardo de Irigoyen
Benjamín Paz
Francisco J. Ortiz
Isaac Chavarría
12 de octubre de 1880 — ?
? — ?
? — ?
? — 1882
188212 de octubre de 1886
Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto
Bernardo de Irigoyen
Victorino de La Plaza
Francisco J. Ortiz
12 de octubre de 188011 de febrero de 1882
11 de febrero de 188225 de octubre de 1883
25 de octubre de 188312 de octubre de 1886
Ministerio de Guerra y Marina Benjamín Victorica
Carlos Pellegrini
12 de octubre de 18801885
188512 de octubre de 1886
Ministerio de Hacienda Santiago Cortínez
Juan José Romero
Victorino De La Plaza
Wenceslao Pacheco
12 de octubre de 18801881
18811883
18831885
188512 de octubre de 1886
Ministerio de Justicia
e Instrucción Pública
Manuel D. Pizarro
Eduardo Wilde
12 de octubre de 1880 — enero de 1882
enero de 188212 de octubre de 1886

Entre dos gobiernos

Fue sucedido por su concuñado, Miguel Juárez Celman, aunque los resortes de la política nacional siguieron en buena medida en manos de Roca y su Partido Autonomista, a punto tal que Juárez Celman dirá, en su mensaje al Congreso de 1889: "No existe otro partido que el Partido Autonomista Nacional al cual pertenecen las mayorías parlamentarias y todos los gobiernos de la nación y sus estados".

Con una revolución en medio de su mandato, Juárez Celman acabaría renunciando en 1890, en medio, además, de una grave crisis económica y financiera; Carlos Pellegrini, quien completa el mandato y conduce hábilmente la salida de la crisis, se perfila como la figura opositora a Roca. Si bien animado por la misma concepción de "progreso" (creación de infraestructura, fomento de la inmigración, definición de un perfil agroexportador) que Roca, Pellegrini y otros políticos del autonomismo como Roque Sáenz Peña se plantean la necesidad de abandonar el caudillismo en la política y el fraude electoral como mecanismo de acceso al poder. Mediante esta postura desean abrir aunque sea un poco los canales de participación y aumentar el número de votantes.

Al mismo tiempo, la Unión Cívica de Leandro N. Alem se plantea como la alternativa revolucionaria y con ella se identifican los sectores medios urbanos. La Unión Cívica había encabezado sublevaciones en 1890, 1892 y 1893, aplastadas finalmente por el ejército nacional comandado por Roca y el general Ignacio Fotheringham.

Marginada la oposición de la Unión Cívica tras la derrota de sus intentonas revolucionarias, Roca maniobra hábilmente para deshacerse de la oposición dentro de su partido. A la potencial candidatura de Roque Sáenz Peña opone la del padre de este, Luis Sáenz Peña, que resulta elegido para el período 1892-98. Pero privado del apoyo de Roca y en medio de problemas de control de la autoridad nacional, Sáenz Peña renuncia en enero de 1895 y es sucedido por su vicepresidente, José Evaristo Uriburu, mucho más obediente a las instrucciones del "Zorro". Roca brinda cierto soporte a Uriburu, ya que ve en él posibilidades de su propia reelección.

Segunda presidencia

Archivo:Buenos Aires-2687f-Monumento a Roca.jpg
Monumento a Julio A. Roca sobre la avenida que lleva su nombre, en Buenos Aires (estatua ecuestre de José Luis Zorrilla de San Martín)

Roca elimina las posibilidades de todos sus potenciales opositores, y finalmente es elegido para un nuevo período presidencial asumiendo el 12 de octubre de 1898 y finalizando su período el 12 de octubre de 1904 en medio de una tensa situación internacional con Chile.

Finalmente, Roca logrará la paz con Chile y la solución casi definitiva de todos los diferendos de límites con ese país mediante la firma del tratado de 1902.

El crecimiento económico continuó, se normalizaron los pagos de la deuda pública, y se emprendieron obras públicas de importancia. De su gabinete de ministros se destacaron especialmente Joaquín V. González (en Interior), que impulsó un Código del Trabajo que no llegó a obtener sanción parlamentaria y una reforma electoral; los generales Luis María Campos, que estableció la Escuela Superior de Guerra, y su sucesor en el Ministerio de Guerra, Pablo Ricchieri, que impuso el servicio militar por conscripción en reemplazo de la leva; Luis María Drago en Relaciones Exteriores, que estableció la doctrina de derecho internacional público que lleva su nombre; Osvaldo Magnasco y luego Juan R. Fernández en Instrucción Pública, que incrementaron el número y la especialidad de los colegios nacionales y dieron impulso a la formación de profesores de enseñanza secundaria; y Emilio Civit en Obras Públicas.

Al mismo tiempo, creció la protesta social y la representatividad de la Federación Obrera Argentina (F.O.A.), y surgieron las primeras huelgas violentas de trabajadores, con enfrentamientos armados con policías y rompehuelgas, que se produjeron en noviembre de 1902 en la ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

 Estandarte Presidencial
Ministerios del Segundo Gobierno de
Julio Argentino Roca
Cartera Titular Período
Ministerio del Interior Felipe Yofre
Joaquín V. González
12 de octubre de 1898 – agosto de 1901
14 de septiembre de 190112 de octubre de 1904
Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto
Amancio Alcorta
Felipe Yofre
Luis María Drago
José A. Terry
12 de octubre de 189821 de enero de 1899
21 de enero de 18997 de mayo de 1902
9 de mayo de 190218 de julio de 1903
20 de julio de 190312 de octubre de 1904
Ministerio de Hacienda José María Rosa
Enrique Berduc
Marco Avellaneda
José A. Terry
12 de octubre de 18987 de abril de 1900
7 de abril de 1900 – julio de 1901
julio de 19011902
1902 - 12 de octubre de 1904
Ministerio de Justicia
e Instrucción Pública
Osvaldo Magnasco
Joaquín V. González
Juan E. Serú
Joaquín V. González
Juan Nicanor Fernández
12 de octubre de 18981 de julio de 1901
julio de 1901 – septiembre de 1901
septiembre de 1901 – abril de 1902
abril de 190212 de octubre de 1904
Ministerio de Agricultura Emilio Frers
Martín García Merou
Ezequiel Ramos Mexía
Wenceslao Escalante
Emilio Civit
12 de octubre de 1898 – ?
? – ?
? – ?
? – ?
? – 12 de octubre de 1904
Ministerio de Obras Públicas Emilio Civit
Wenceslao Escalante
12 de octubre de 1898 – ?
? – 12 de octubre de 1904
Ministerio de Guerra Luis María Campos
Rosendo Fraga
Pablo Ricchieri
12 de octubre de 18981899
18991900
190012 de octubre de 1904
Ministerio de Marina Martín Rivadavia
Onofre Betbeder
12 de octubre de 189823 de febrero de 1901
23 de febrero de 190112 de octubre de 1904

Últimos años

Terminado su mandato, Roca se alejó de la vida pública. Aunque el autonomismo siguió controlando el gobierno por una década más, los partidos de la oposición (en particular, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista) habían ganado amplia base social, y los métodos de Roca ya no eran efectivos para el nuevo siglo. Permaneció casi al margen de la política nacional hasta su muerte el 19 de Octubre de 1914.

Roca es, sin duda, una de las figuras más polémicas de la historia argentina. Mientras unos lo consideran como el arquitecto del moderno estado argentino, otros, recordando el aniquilamiento de millares de indígenas en la Patagonia y en el Chaco, no dudan en calificarlo de genocida.

Referencias

  1. Algunas fuentes destacan que el mote de "zorro" o "zorrito" le venía de sus travesuras de infancia.
  2. Agustina era hermana del futuro vicepresidente Marcos Paz.
  3. La fe de bautismo se conserva en la Iglesia Matriz de San Miguel de Tucumán. Fuente: Garrido, M.F. et al., op. cit en la sección Bibliografía, p. 6.
  4. Muchas de estas cautivas sufrían cortes en las plantas de los pies para evitar que escapasen, entre otras vejaciones, así como el odio de las mujeres mapuches.
  5. Roca y el mito del genocidio
  6. Según el informe del jefe militar Julio Roca, al parlamento, se mataron 1.323 personas.
  7. Roca, muy poco después presidente, acotó ante el Congreso de la Nación, que también se habían tomado como prisioneros a 10.539 mujeres y niños y 2.320 guerreros.
  8. Osvaldo Bayer diría que “Roca fue implementando la esclavitud en el frente, lo que aquella brillante Asamblea del año XIII había eliminado cuando declaró la libertad de vientres, en todos los diarios de Buenos Aires, en 1879, se pueden ver los avisos donde dice reparto de indios, recorran los diarios. Y La Nación del 21 de enero publicó esta crónica: ‘Llegan los indios prisioneros con sus familias a los cuales los trajeron caminando en su mayor parte o en carros, la desesperación, el llanto no cesa, se les quita a las madres sus hijos para en su presencia regalarlos a pesar de los gritos, los alaridos y las súplicas que con los brazos al cielo dirigen las mujeres indias. En aquel marco humano los hombres indios se tapan la cara, otros miran resignadamente al suelo, la madre aprieta contra el seno al hijo de sus entrañas, el padre indio se cruza por delante para defender a su familia de los avances de la civilización.’
  9. Roca dejó el camino expedito para entregar las tierras a los nuevos propietarios, a los que ya había sido asignada antes de la operación militar mediante la suscripción de 4.000 bonos de 400 pesos, cada uno de los cuales dio derecho a 2.500 hectáreas.Un total de diez millones de hectáreas, en consecuencia, fueron vendidas por el estado a comerciantes y estancieros bonaerenses en forma previa a la conquista de las tierras, no del "desierto", mientras que el excedente obtenido, en lotes de a 40.000 hectáreas cada uno, fue rematado en 1882 en Londres y París, dando lugar así a la aparición de los primeros terratenientes de esos orígenes en los campos argentinos.Y como aún quedó más y nadie pensó en los aborígenes, en 1885 se cancelaron con tierras las deudas acumuladas con los soldados desde 1878, ya que llevaban siete años sin cobrar, pero como tanto los oficiales como la milicia necesitaban efectivo, terminaron malvendiendo sus partes a los mismos que habían sido los financistas primitivos, de manera tal que toda esa superficie pasó a manos de 344 propietarios a un promedio de 31.596 hectáreas cada uno. "Apropiación de la tierra a los aborígenes y genocidios en el Río de la Plata", Fernando Del Corro, periodista y docente de la UBA.
  10. Osvaldo Bayer sostuvo que “es increíble la forma como se repartió la tierra después de la campaña del desierto, fíjense en el resultado que sacamos del Boletín de la Sociedad Rural Argentina fundada en 1868, fíjense que entre 1876 y 1903, en 27 años, se otorgaron 41.787.000 hectáreas a 1843 terratenientes, vinculados estrechamente por lazos económicos y familiares a los diferentes gobiernos que se sucedieron en aquel período, principalmente a la familia Roca”. Los documentos que menciona dicen que “sesenta y siete propietarios pasaron a ser dueños de seis millones de hectáreas, entre ellos se destacaban veinticuatro de las familias llamadas patricias, que recibieron entre 200.000 hectáreas (la familia Luro) y 2.500.000 obtenidas por la familia Martínez de Hoz, bisabuelo del que iba a ser ministro de economía de la dictadura militar.
  11. Párrafos del Informe Oficial de la Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de la Expedición al Río Negro (Patagonia) realizada en los meses de abril, mayo y junio de 1879, bajo las órdenes del general Julio A. Roca (Buenos Aires, 1881)

Bibliografía

  • Garrido, Marcela F. et al. Julio Argentino Roca. Biografía visual 1843-1914. Buenos Aires: Museo Roca - Instituto de Investigaciones Históricas, 2005. Texto disponible en línea: http://www.museoroca.gov.ar/articulos/biogravi.pdf
  • Halperín Donghi, Tulio (ed.) Proyecto y construcción de una nación. Argentina 1846-1880. Caracas: Ed. Ayacucho, 1980.
  • Luna, Félix. Soy Roca. Buenos Aires: Sudamericana, 1994. ISBN 950-07-2628-9
  • Luna, Félix. La Época de Roca. Buenos Aires: Planeta, 1998.
  • Ramos, Jorge Abelardo. Del patriciado a la oligarquía - 1862-1904. BuenosAires: Ed. Plus Ultra, 1971.
  • AA.VV. Roca 1843-1914. Buenos Aires: Academia Nacional de Historia. Serie "Iconografías Argentinas". ISBN 987-21737-0-2
  • Gallo, Ezequiel y Cortés Conde, Roberto. "ARGENTINA. La república conservadora" Buenos aires; EDITORIAL PAIDOS. COLECCIÓN DE HISTORIA ARGENTINA: Dirigida por Tulio Halperin Donghi.

Véase también

Enlaces externos


Predecesor:
Nicolás Avellaneda
Presidente de la Nación Argentina
1880-1886
Sucesor:
Miguel Juárez Celman


Predecesor:
José Evaristo Uriburu
Presidente de la Nación Argentina
1898-1904
Sucesor:
Manuel Quintana