Diferencia entre revisiones de «Historia de Cádiz»
plantilla bueno |
|||
Línea 1: | Línea 1: | ||
{{Artículo bueno}} |
|||
{{AP|Cádiz}} |
{{AP|Cádiz}} |
||
[[Imagen:Emperador thoracato de Sancti Petri.jpg|right|250px|thumb|Estatua de bronce de un emperador divinizado ([[Museo de Cádiz]]).]] |
[[Imagen:Emperador thoracato de Sancti Petri.jpg|right|250px|thumb|Estatua de bronce de un emperador divinizado ([[Museo de Cádiz]]).]] |
Revisión del 16:33 20 sep 2007
La historia de Cádiz es la propia de una ciudad marcada por su estratégica situación militar y comercial, a caballo entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Desde su fundación, fue una ciudad volcada al mar y al comercio. De sus puertos partieron numerosos descubridores y conquistadores en la época colonial, lo que la enriqueció y posibilitó siglos después la creación de una sociedad burguesa gaditana, liberal y revolucionaria. En decadencia después de su implicación en la Guerra de la Independencia y hundida después de la pérdida de Cuba, la ciudad no paró de crecer, si bien no ha recuperado su importancia en el plano nacional.
Datos arqueológicos
El subsuelo gaditano es rico en yacimientos arqueológicos, estando algunos de ellos inmersos en la misma ciudad y disponibles para el público. Donde se inicie una obra que afecte al substrato es probable que quede demorada por meses o años, debido a las catas arqueológicas. Es interesante mencionar algunos hechos actuales que afectan a la arqueología en la ciudad:
- En las obras del AVE, a su paso por Puerto Real, se han encontrado restos de lo que podría haber sido parte de la Vía Augusta, la que unía la antigua Gades con Roma.[1]
- En las obras iniciales del Teatro Cómico se han descubierto niveles califales, imperiales romanos, republicanos, púnicos y fenicios, datados al menos en el siglo II adC. [2]
- En extracto: una factoría de salazón con patio porticado, construcciones civiles con suelo nivelado y mosaicos. Muros fenicios y púnicos de construcciones interiores y exteriores, siendo el lugar con mayor antigüedad localizado en la ciudad. La excavación no ha terminado y corre riesgo de paralizarse por interés del constructor (Ayuntamiento de Cádiz) de comenzar la construcción del edificio.
- En las obras de edificación del edificio de la Seguridad Social en la avenida Amílcar Barca se encontraron entre otros restos una punta de flecha de sílex (dejando como posibilidad clara la presencia humana en la zona durante el Paleolítico) y una estatuilla de Hércules de la época romana (más abajo en foto).
- Es interesante visitar el Museo Arqueológico Provincial en la plaza Mina donde se encuentran entre otros restos arqueológicos dos sarcófagos fenicios (encontrado respectivamente en donde estaba el cine Gaditano -esquina calle Ciudad Santander con calle Brunete- y en la esquina de la calle Julio Ruíz de Alda con la calle Senado).
- En la cimentación del antiguo teatro Andalucía (esquina calle Sacramento con calle Barrie) se encuentran restos de una antigua factoría de garum y otros salazones, y visitable en la actualidad.
- En la plaza Asdrúbal se muestra actualmente parte del acueducto romano trabajado en piedra ostionera.
- En cada aparcamiento que se ha construido bajo tierra se han hallado numerosos restos alguna veces pendiente de clasificación y muchas veces interesadamente destruidos.
- Digno también de consideración son los numerosos pecios en las aguas gaditanas que cubren desde la Antigüedad hasta la época de la batalla de Trafalgar.
Fundación de Gádir
La tradición clásica sitúa la fundación de Cádiz 80 años después de la guerra de Troya ello sitúa la fundación en el 1104 adC y la convierte en la ciudad de Occidente de cuya fundación se tienen referencias más antiguas (teniendo como referencia la fundación de Cartago sobre el siglo IX adC), aunque no hay yacimiento que lo verifique, puesto que los restos encontrados hasta la fecha son del siglo VIII adC (como tampoco de la vecina y mítica Tartessos; el yacimiento próximo más antiguo de la provincia es Doña Blanca, situado en el actual término municipal de El Puerto de Santa María). [3][4][5] También se le asocia al nombre de Tarsis, del reino de los Tartessos.
Fundada por navegantes fenicios de Tiro, fue establecida con el nombre de Gdr (גדר), sobre lo que antaño era un pequeño archipiélago (formado por las islas: Erytheia, Antípolis y Kotinousa) y en la actualidad el conjunto de Cádiz y San Fernando, para explotar las ricas rutas atlánticas del estaño, del cobre y el mercado tartésico-turdetano. Fue conocida por los griegos como τὰ Γάδειρα, Gádeira y por los romanos como Gades; y es de ambas de donde viene el gentilicio gaditano. Como casi todos los historiadores que han tratado de investigar sobre la fundación de Cádiz, nos presentan la leyenda de Hércules venciendo al gigante Gerión de tres cabezas, uno de los reyes legendarios de Turtesis, hijo de kallirhõe y de khrysaor (el hombre de la falkata de oro), que vivía en la isla Erytheia. Era también denominada Eritheya debido a los tirios primitivos, antepasados de los cartagineses, que decían haber venido del Eriteu o Mar Rojo. Según Timaeus la isla mayor se llamaba Kotinusa (Cotinusa) donde abundaban los olivares. Los romanos la llamaban Tartesis (Turtesis); los cartagineses Gádir, palabra que según la lengua púnica quiere decir muro, por su forma alargada. En las fuentes de que se vale Pomponio Mela, se sitúa la isla Eritheya no en Cádiz si no en la Lusitania Romana, al sur del actual Portugal, en lo que pertenece a la comarca del Condado de Niebla, en Huelva.
La ciudad contaba con diversos templos dedicados a Melkart (atribuido a la divinidad de Hércules), Crono y Afrodita. El más importante de todos fue conocido en la Antigüedad como el santuario de Hércules o Herakleión situado en lo que actualmente es el islote de Sancti Petri. Aparte de servir de culto, probablemente se auspiciaban numerosos acuerdos comerciales poniendo a la respectiva deidad como testigo. El Templo de Crono, según la tradición clásica, se encontraba donde actualmente está el Castillo de San Sebastián, situado en uno de los extremos de La Caleta sobre un pequeño islote. El templo de Afrodita se situaba en la zona del actual Castillo de Santa Catalina, por lo que el islote durante una época fue conocido como Afrodisia.
Desde su fundación fue metrópoli de las ciudades y factorías fenicias atlánticas y durante la ascensión de Cartago. [6] A la muerte del rey Argantonio (Hombre de plata), rey de Tartessos, socio comercial y aliado de los focenses, hacia 530 adC, estalla una guerra entre los fenicios y los tartesios. Las causas de esta guerra es probablemente el que los tartesios aspiraban quizás a sacudirse la tutela comercial establecida por los fenicios de Gadir o quizá dar salida al comercio de los metales, interrumpido por la presión asiria sobre las ciudades del extremo oriental del Mediterráneo. Gadir pidió ayuda a Cartago ante la mayor presión que ejercían los tartesios lo que desembocó en las guerras heleno-púnicas.
Época púnica y cartaginesa
Tras la batalla naval de Alalia (535 adC.), en la que etruscos y cartagineses se aliaron contra los griegos, Cartago se convierte en dueña indiscutible del Mediterráneo Occidental, absorbiendo poco a poco cada una de las ciudades fenicias. Cortada la ruta hacia Iberia, los focenses cesan el comercio con Tartessos y Gadir se convierte en la base de un nuevo monopolio comercial en el Atlántico y Mediterráneo Occidental, contribuyendo seguramente al desplome económico de Tartessos, que acabó sumiéndose en el olvido.
Durante un periodo de tres siglos (ss. VI-III adC); época poco documentada llamada Púnica, la ciudad entra en declive hasta el desembarco de los cartaginenses buscando riquezas en el valle del Guadalquivir para compensar las pérdidas que habían sufrido tras la Primera Guerra Púnica. En 237 adC. se produce el desembarco de Amílcar Barca (de la familia de los Bárcidas, antiguos administradores de Alejandro Magno y padre de Aníbal, Asdrúbal, Magón Barca y Hannón Barca) con su hijo Aníbal (de 9 años) en Gádir. Gádir siempre estuvo luchando a favor de la causa cartaginesa. A partir de ahí se extiende su influencia no sólo en el entorno de Gádir, sino en todo el valle del Guadalquivir primero y en el Levante después. Su auge como imperio vino motivado por la explotación de las minas de plata de Sierra Morena, minas que más tarde explotarán los romanos. Fue aliada de Cartago durante las posteriores Guerras Púnicas. Tito Livio narra que Aníbal arribó a la isla para ofrecer al dios Melkart sus votos antes de emprender la conquista de Italia. [7]
La segunda guerra entre Cartago y Roma se inició por la disputa sobre la hegemonía en Sagunto, ciudad costera helenizada y aliada de Roma. Tras muchas luchas entre los romanos y cartaginenses en la Península, sólo Gádir con la ayuda de Magón Barca se mantuvo en pie, siendo sitiada por Publio Cornelio Escipión el Africano; se entregó incondicionalmente al Imperio Romano en el año 206 adC. aunque manteniendo su intensa actividad comercial. Adquirió el estatuto de civitas foederata (ciudad federada de Roma). Este privilegio le permitió mantener su autonomía política y económica y ello se vio beneficiado en la economía de la ciudad, que aumentó considerablemente, además de estar exenta de pagar impuestos.
Con la conquista romana, se reforzaron las comunicaciones terrestres de Cádiz (ahora Gades) con el resto de la península, la Vía de la Plata [Vía delapidata (empedrada)], y con Roma, la inicialmente denominada Vía Hercúlea y, más tarde, Vía Augustea. Se construyeron un circo romano, un acueducto, más templos, etc. En esta época se hicieron famosas las exportaciones gaditanas de garum. El otro cambio estructural fue la traída de agua a la ciudad a través de un acueducto desde Tempul; significaba acabar con el sistema de cisternas fenicio y establecía nuevas relaciones con el territorio circundante. Cuando en la decadencia de la Gades romana desaparece ese acueducto, la ciudad volverá al sistema de cisternas y hasta la segunda mitad del siglo XIX no tendrá conducción de agua desde tierra firme.
Esta ciudad nueva representa el auge máximo de la Cádiz romana, pero que seguía siendo la ciudad de los gaditanos, expertos navegantes y constructores de barcos, una ciudad rica a causa del comercio y a la que sólo Roma superaba en población.
Con la oligarquía encabezada por la familia de los Balbos, familia de larga tradición fenicia, que adopta el partido del César (Julio César extendió a sus habitantes la ciudadanía romana en 49 adC, según Dión Casio, 41, 24) contra los pompeyanos, vuelve a florecer la ciudad durante los últimos años de la República romana y el principado de Augusto. [8] Aunque Estrabón nos cuenta como César abolió algunas costumbres gaditanas autóctonas por considerarlas bárbaras. En éstos y posteriores años se hacen famosas las puellae gaditanae, bailarinas de Gades, como la citada por Marcial, Telethusa.
A partir del siglo III, comienza la decadencia económica de la ciudad y su consiguiente despoblación hacia otras zonas de la provincia, como por ejemplo Assido Caesarina, actual Medina-Sidonia, fundada también por fenicios pero provenientes de Sidón. La ciudad no se recupera hasta el descubrimiento de América.
Presencia musulmana
Con la caída del Imperio Romano pasó por manos de vándalos, bizantinos y visigodos. En 552 los bizantinos desembarcaron en Gades y Carthago Nova interviniendo en disputas internas de la Hispania vándala-visigoda y anexionaron al Imperio extensos territorios del sur de la Península Ibérica, llamándola Provincia de Spania. La presencia bizantina en Hispania se prolongó hasta el año 620 donde volvió a ser territorio de los visigodos.
Conocedor el gobernador árabe Musa ibn Nusair de las dificultades del reino visigodo de Roderico (conocido más tarde como Don Rodrigo), habría decidió enviar en el 710 un cuerpo expedicionario mandado por Tarif Abu Zara para una expedición de saqueo, si bien la veracidad de este hecho, así como muchos otros de la conquista musulmana, es discutida por muchos historiadores. Según una leyenda muy improbable, Don Julián, gobernador bizantino de Ceuta, cuya hija, la Caba, había sido violada por Don Rodrigo, habría proporcionado ayuda logística a los invasores.
El éxito de la empresa animaría a Musa a formar una expedición más importante, y en la primavera de 711 envió una nueva expedición mandada por Tariq Ibn Ziyad, gobernador de Tánger. Esta expedición superaría el estrecho y conquistaría Algeciras, donde Tariq aumentó el número de hombres y desde donde se enfrentó a Don Rodrigo, el 19 de julio de 711, en la Batalla de Guadalete. Uno de los lugares donde se atribuye tradicionalmente el choque es Wadi Lakkah, en la actual Bahía de Cádiz. Muchos historiadores sitúan la batalla en la comarca de Barbate (en la Laguna de la Janda). Otros lugares propuestos son la ribera del Guadalete y Medina Sidonia.
Tras la conquista musulmana, Qadis cayó en decadencia. La estatua de Hércules fue demolida hacia el siglo XI.
En 1262 Alfonso X el Sabio la reconquistó, tras lo cual comenzó su revitalización. En 1262 se empieza a repoblar Cádiz con personas traídas del norte de España, aunque en 1264 tuvo que ser reforzada esta repoblación con gente de Santander, Laredo y Castro principalmente. Desde su reconquista, Cádiz siempre gozó de privilegios, como el concedido por Juan I en el año 1385, por el cual se quedaba exenta de pagar a la corona el Impuesto de Almirantazgo y Anclaje. Durante las décadas siguientes fueron aumentando estos privilegios concedidos por los sucesivos monarcas cristianos. Uno de los más importantes es el Privilegio Rodado entregado a Cádiz y conservado hoy día en el Archivo Municipal de la ciudad de Cádiz.
Era de los Descubrimientos. Edad Moderna
De Cádiz partió Cristóbal Colón en su segundo (1493) y cuarto viajes (1502) a las Indias y numerosos gaditanos en viajes posteriores que fundaron en el año 1500, Nueva Cádiz, la primera ciudad española en el continente americano, en Cubagua. [9] [10] En el año 1509 adquiere el derecho de registrar las naves de Indias y más tarde el de desembarcar productos de las Antillas. En 1535 se fundó el Juzgado de Indias que permitía eludir el control que ejercía la Casa de Contratación de Sevilla en el comercio con las Indias.
En 1553 el pirata Barbarroja (خير الدين, Jayr al-Din), intentó apoderarse de la ciudad que fue defendida con la ayuda del genovés Andrea Doria. El 29 de abril de 1587 sufrió el saqueo del inglés Francis Drake, en 1596 el de la escuadra anglo-holandesa al mando del conde de Essex, motivo para su posterior fortificación. Los ingleses pidieron rescate por la mayoría de la población escogiendo rehenes entre los ciudadanos más señalados. En 1625, Lord Wimbledon fue repelido a pesar de su superioridad. En 1702 la Bahía de Cádiz fue espectadora de nuevas batallas navales. El Príncipe de Darmstadt, en nombre del pretendiente austriaco, asalta Rota y El Puerto. En 1717, debido a la dificultad de la navegación por el Guadalquivir debido al cierre de la barra de Sanlúcar de Barrameda, se trasladó a Cádiz la Casa de Contratación arrebatándole a Sevilla el monopolio comercial con América (ya en 1680 se había convertido en cabecera de comercio), lo que junto con la política liberalizadora de los primeros Borbones favoreció la formación de una burguesía gaditana, epicentro de una ciudad cosmopolita.
Es la ciudad ilustrada que cuenta con una Casa de la Camorra, antecedente del posterior Ateneo Literario Artístico y Científico fundado en 1758. En 1755 un maremoto (el Terremoto de Lisboa) azotó la ciudad provocando grandes daños. En el año 1789 se contabilizan 71.080 gaditanos. [11][12]
-
Estudio cartográfico de la Bahía de Cádiz.[15]
Siglo XIX
El 21 de octubre de 1805 parte de Cádiz el combinado naval hispano-francés para enfrentarse contra la escuadra inglesa al mando de Horacio Nelson, cuya victoria en el cabo de Trafalgar puso fin a una brillante tradición marítima hispánica.
Invasión Napoleónica
Durante la invasión napoleónica Cádiz resistió al asedio francés y en 1811 la Junta Suprema Central convocó a los diputados de todos los territorios de la monarquía (incluyendo Hispanoamérica y Filipinas) para redactar la Constitución de España. Finalmente se aprobó en el Oratorio de San Felipe Neri la constitución española el 19 de marzo de 1812, día de San José, y de ahí el sobrenombre de Pepa que le dieron los gaditanos. [16] La constitución, de marcado carácter liberal, establecía el sufragio, la libertad de imprenta, abolía la Inquisición, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas.
Se discute si dicha Constitución estuvo en vigor realmente o no, aunque se afirma que, oficialmente, estuvo en vigor dos años, desde su promulgación hasta el 24 de marzo de 1814, con la vuelta a España de Fernando VII, quien interrumpe definitivamente la prosperidad de esta ciudad. ¡Viva la Pepa! es el grito con el que desde el 19 de marzo de 1812 (festividad de San José) proclamaban los liberales españoles su adhesión a la Constitución de Cádiz. Existen otras canciones como el ¡Trágala!, donde los liberales humillaban a los absolutistas, refiriéndose a que Fernando VII tuvo que aceptar la constitución liberal y pronunciar el famoso:
Caminemos todos, y yo el primero, por la senda constitucional.
Estos gritos y cantos han perdurado en el tiempo y cambiado de significado, pero se siguieron cantando en España como símbolo izquierdista, contra la derecha; anticlerical contra la Iglesia católica y republicano contra la monarquía en distintas coyunturas históricas, notablemente durante la Segunda República Española y la Guerra Civil. [17]
Los Cien mil Hijos de San Luis
El 7 de abril de 1823, Francia intervino militarmente en España, a solicitud del rey Fernando VII para apoyarlo frente a los liberales y restablecer el absolutismo, en virtud de los acuerdos de la Santa Alianza. El ejército francés, denominado con el nombre de los Cien Mil Hijos de San Luis, fue encabezado por el duque de Angulema, hijo del futuro Carlos X de Francia.
El objetivo fundamental de la intervención francesa era terminar con los liberales en el gobierno desde tres años antes. Las fuerzas españolas leales se enfrentaron con los franceses en Cataluña al mando de Francisco Espoz y Mina, pero no hubo apenas reacción popular de apoyo y debieron retirarse. El ejército francés ocupó Madrid sin resistencia y siguieron hacia Andalucía en persecución de los liberales que se habían refugiado en Cádiz con Fernando VII como rehén.
Cádiz fue sitiada y bombardeada. La resistencia fue muy fuerte y los franceses no pudieron tomar la ciudad. La situación de los sitiados era desesperada pues no llegaban refuerzos de parte alguna. Al final se realizó un pacto: Fernando VII saldría y prometería defender la libertad alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812, y a cambio se rendiría la plaza.
Acordado con los franceses, Fernando VII salió de la ciudad, pero de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la abolición de cuantas normas jurídicas habían sido aprobadas durante los tres años anteriores.
La actual Isla del Trocadero, en el término municipal de Puerto Real, da su nombre a una plaza de París precisamente por haber sido el lugar de la victoria de los Cien mil hijos de San Luis en su combate contra los liberales. En la actualidad quedan los restos del castillo de San Luis, emplazados justo al sur del Puente Carranza.
La Gloriosa
En 1868 se produjo el levantamiento de Juan Bautista Topete iniciando la Revolución Liberal que desembocaría en la constitución democrático-liberal de 1869. El pronunciamiento ocurría en el mismo lugar donde se levantara en armas contra su padre el general Riego cincuenta años antes. La proclama de los generales sublevados en Cádiz el 19 de septiembre de 1868 decía lo siguiente:
Españoles: La ciudad de Cádiz puesta en armas con toda su provincia [...] niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid, segura de que es leal intérprete de los ciudadanos [...] y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nación recobre su soberanía, manifieste su voluntad y se cumpla. [...] Hollada la ley fundamental [...], corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno, [...] muerto el Municipio; pasto la Administración y la Hacienda de la inmoralidad; tiranizada la enseñanza; muda la prensa [...]. Tal es la España de hoy. Españoles, ¿quién la aborrece tanto que no se atreva a exclamar: "¿Así ha de ser siempre?" [...] Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos. [...] Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de agiotistas y favoritos; con los amantes del orden, si quieren ver lo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del altar, interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo; con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera, pues no es posible que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que España ha de vivir envilecida. [...] Españoles: acudid todos a las armas, único medio de economizar la efusión de sangre [...], no con el impulso del encono, siempre funesto, no con la furia de la ira, sino con la solemne y poderosa serenidad con que la Justicia empuña su espada. ¡Viva España con honra!
Lo firman Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano, Ramón Nouvillas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero de Rodas y Juan Bautista Topete.
La Gloriosa supuso el destronamiento de la reina Isabel II y el inicio del periodo denominado Sexenio Democrático. Amadeo I ocupó el trono desde enero de 1871 hasta febrero de 1873, dos escasos años en los que hubo de enfrentarse a graves dificultades desde el momento de su coronación. Amadeo I abdica y las Cortes proclaman la primera República el 11 de febrero de 1873.
El Cantón de Cádiz
Durante la I República (febrero de 1873 – diciembre de 1874) Cádiz se declaró cantón independiente desde el 19 de julio de 1873, hasta el 4 de agosto del mismo año, cuando al entrar en la ciudad las tropas del General Pavía, se acaba el cantonalismo gaditano.
La Restauración Borbónica
El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto en favor de la restauración en el trono de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II. El gobierno de Sagasta no se opuso a este pronunciamiento, permitiendo la restauración de la monarquía.
En el 1891 se construye el primer barco en los astilleros construidos por los hermanos Vea- Murguía, dicho buque fue el "Filipinas", posteriormente en el 1889 se inaugura el dique Matagorda, y seguidamente se moderniza el puerto gaditano y se crean nuevos muelles.
La pérdida de las provincias de ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) en 1898 supuso el inicio de una nueva decadencia. En el año 1887 se celebra en la ciudad la Exposición Marítima Internacional lo que propició un clima adecuado para el desarrollo una nueva factoría naval en la Bahía de Cádiz.
Siglo XX
El inicio del siglo XX comienza a ser muy duro para la ciudad, en el 1903 se cierran los astilleros, debido a la falta de trabajo en los mismos, quedando la ciudad sin infraestructuras, se intenta paliar la falta de trabajo impulsando el turismo, se inaugura el Balneario de la Victoria en 1907.
Un año antes se había inaugurado el tranvía que unía Cádiz con San Fernando, se engrandeció el puerto, para que en Cádiz atracaran barcos de gran tonelajes y trasatlánticos, lamentablemente se derribó la llamada Murallita Real que era la que unía San Carlos con la Cuesta de las Calesas. En el 1926 se inaugura el Baluarte de la Caleta, al año siguiente se bota el buque escuela construido en los nuevos astilleros Juan Sebastián Elcano dando su primera vuelta al mundo al año siguiente, y es este mismo año cuando comienzan las obras de la Zona Franca y se inaugura el Hotel Atlántico en el Parque Genovés.
Segunda República
1931 es un año muy agitado debido a los disturbios provocado por la proclamación de la Segunda República, queman los Conventos del Rosario y San Francisco e intentan quemar también el de Santa María, no lográndose debido a la defensión de los vecinos que evitaron que fuera quemado. En 1936, el general José Enrique Varela se sublevó en Cádiz contra la República sumándose al golpe militar encabezado por el general Francisco Franco Bahamonde y ejerciendo una dura represión sobre la población civil sospechosa de mantenerse fiel a la legalidad republicana. El jefe de los falangistas que fueron llevando a cabo buena parte de la represión era Mora Figueroa.
La explosión de 1947
El 18 de agosto de 1947, a las 21:45, explotó un polvorín de la Armada que destruyó buena parte de la ciudad. Las víctimas oficiales se cifraron en 157 muertos y más de 5.000 heridos. Las Puertas de Tierra salvaron el casco antiguo de la ciudad, aunque algunos edificios (como la Catedral y el Gran Teatro Falla), sufrieron numerosos desperfectos. La zona de extramuros quedó demolida en su casi totalidad. Sobre la explosión se han dado distintas opiniones, aunque la versión oficial es que las minas que estaban allí depositadas no estaban en las condiciones idóneas de conservación y, a consecuencia del calor, se produjo la primera explosión que arrasó todo el barrio de San Severiano, la Casa Cuna, el asilo Madre de Dios y los Astilleros. También se corrió el rumor que fue un atentado contra el régimen dictatorial presente en España en esa época. A todas luces, la cifra "oficial" no coincide para nada con la versión de los distintos gaditanos entrevistados, en los que se indica que el número de víctimas, tanto mortales como heridos, fue muchísimo mayor que la dada por oficial. Argentina envió ayuda alimentaria para los supervivientes, pero parte de ésta no llegó a su destino, siendo desviada a lugares desconocidos dentro de España.
El final de la dictadura y la Transición
Durante la dictadura franquista, gobernó la ciudad José León de Carranza Gómez-Pablos. Durante la Transición la ciudad, como en tiempos pasados, se convirtió en uno de los principales focos de agitación política. Así, junto con Vigo, nutrió las filas de los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) a finales de la década de 1970 y principios de la década de 1980.
Democracia
Es 1979 inicia su mandato en la alcaldía Carlos Díaz Medina, por el Partido Socialista Obrero Español. La ciudad vive un cambio total. En el aspecto de las infraestructuras y el equipamiento urbano va indudablemente a mejor; sin embargo, en relación con el empleo se convierte en la capital del paro de Europa.
En la elecciones municipales de 1995 el Partido Popular, con Teófila Martínez, gana la alcaldía, donde se mantiene hasta la actualidad.
Siglo XXI
Aunque el desempleo estructural no cambia, Cádiz se convierte en las elecciones de 2003 en la ciudad española donde el Partido Popular recibe mayor apoyo. En el año 2007, Teófila Martínez vuelve a ganar los comicios electorales con mayoría absoluta.
Referencias
Notas
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
- ↑ Plantilla:Ref-internet
Bibliografía
- Livio, Tito (1990/1997). «Historia de Roma desde su fundación». Madrid: Editorial Gredos. ISBN 9788424914288.
- Bustos Rodríguez, Manuel (1995). «Cádiz en el sistema atlántico. La ciudad, sus comerciantes y la actividad mercantil (1650-1830)». Cádiz: Universidad de Cádiz.
- Bustos Rodríguez, Manuel (1996). «Los comerciantes de la carrera de Indias en el Cádiz del siglo XVIII (1713-1775)». Cádiz: Universidad de Cádiz.
- Caro Cancela, Diego (1987). «La Segunda república en Cádiz : elecciones y partidos políticos». Cádiz: Diputación provincial de Cádiz.
- Chic, G. (1979). Gades y la desembocadura del Guadalquivir.
- Fernández Reina, Javier (2001). «La ciudad insular». Cádiz. ISBN.
- Gavala, J. (1959 - 1992). «La Geología de la Costa y Bahía de Cádiz y el poema "Ora Maritima", de Avieno». Madrid: Instituto Geológico y Minero de España - Cádiz: Diputación Provincial de Cádiz. ISBN.
- Millán Chivite, J.L. «Cádiz, siglo XX. del Cádiz hundido al Cádiz que resurge VOL. IV.». Cádiz. ISBN.
- Payán Sotomayor, Pedro Manuel (2001). «El habla de Cádiz». Cádiz: Ed. Quorum. ISBN.