Adra es un municipio y localidad española de la provincia de Almería, en la comunidad autónoma de Andalucía, situado en la comarca del Poniente Almeriense, a 53 km de la capital provincial. Se trata de la cuarta ciudad más antigua de España. El término municipal de Adra es el que se sitúa más al suroeste de la provincia, limitando así con la provincia de Granada. Es la quinta ciudad más poblada de la provincia de Almería y la mayor en antigüedad (siglo VIII a.C.). La población de Adra en 2019 era de 25.148 habitantes.[1]
Geografía física
Relieve e hidrología
Orográficamente, Adra se encuentra al sureste de Sierra Nevada, en la Baja Alpujarra. Debido a esto, la orografía de Adra se caracteriza por la existencia de lomas y barrancos que se inician a nivel del mar en el vértice sureste del término y van aumentando su altitud hacia el norte y el oeste, alcanzando una cota máxima de 960 metros en el cerro conocido como de "Las Pendencias y casas de las Cabañuelas".
Clima
Su situación costera y su latitud favorecen la existencia de inviernos templados y veranos calurosos, con temperaturas que no suelen superar los 38 grados centígrados.
Situación
Imagen del centro de la ciudad. Marzo de 2011Imagen de una de sus calles típicas. Marzo de 2011
Adra es el municipio situado más al suroeste de la provincia de Almería, más concretamente en el extremo occidental de la comarca del Poniente de Almería, con una extensión de 8750 hectáreas y 13 kilómetros de línea costera. Su distancia respecto a la capital de Almería es de unos 53 kilómetros.
De fundación fenicia, según Estrabón,[2] fue un importante centro comercial marítimo durante los siglos VIII y VII a. C., entrando en decadencia hacia el siglo VI a. C. Además, existen indicios anteriores al asentamiento de la ciudad (datado por distintos autores entre los siglos XII y VIII a. C.) de la presencia de otros pueblos en la zona del municipio durante el periodo prehistórico, como en los alrededores de Guainos Altos o La Parra.
Época romana
A partir del siglo IV a. C. la colonia pasa a control púnico y a finales del siglo II a. C. pasa a control del Imperio romano, en la provincia romana de la Hispania Ulterior. En Adra, la presencia romana se hace patente durante tres siglos, siendo el siglo I, el de mayor esplendor como Municipio Romano, acuñándose monedas propias en su ceca.
Ingentes restos arqueológicos, especialmente lápidas y estelas de habitantes de Abdera se hallan repartidas en museos arqueológicos y en colecciones privadas, ya que en los dos últimos siglos la expoliación de los yacimientos ha sido sistemática.
Abdera fue en época romana puerto de salida de minerales de las sierras próximas de Gádor, maderas y salazones de pescado, entre ellas el garum, pasta licuada, procedente de los restos de carnes y vísceras de pescados y mariscos, muy apreciada en tiempos de la dominación romana. El garum obtenido en Abdera, así como sus salazones, eran muy apreciados en todo el Imperio, tal y como menciona el historiador romano Plinio el Viejo en Naturalis Historia.
La mayoría de las fuentes bibliográficas más antiguas existentes sobre el municipio pertenecen a este período. Otros historiadores también mencionan la localidad en varias obras, como es el caso de Estrabón, que en el libro tercero de su Geografía, habla del puerto de Abdera y de la existencia de otra ciudad llamada Odisea, no en el lugar de la actual sino en la montaña, visible desde el mar y que exhibía un santuario dedicado a Atenea. No existe constancia de este santuario ni se han encontrado restos arqueológicos similares.
Tras una decadencia poblacional entre los años 23 a. C. y 25, se produce un momento de gran esplendor para la ciudad entorno al 175 y 225 d. C. A partir del siglo III, y coincidiendo con la crisis del Imperio romano, la ciudad entra en un período de paulatina decadencia que dura hasta el siglo VI d. C., en el que la ciudad casi ha menguado su actividad económica sustancialmente. Este será el estado en el que la encuentren bizantinos y visigodos en torno a los siglos VI y VII d. C.
Torre de los Perdigones
Edad media
La islamización del municipio no tendrá lugar hasta el siglo IX d. C., remodelándose su población urbana en el interior, concretamente en torno a la barriada actual de La Alquería. De esta época son los restos arqueológicos más antiguos todavía presentes en la localidad, como es la torre vigía situada en la calle Natalio Rivas.
Edad moderna
Según un borrador de carta que el secretario Hernando de Zafra remitiese a los Reyes Católicos, el último sultán nazarí, conocido en las fuentes castellanas como Boabdil, partiría allende desde el puerto de Adra el 3 de octubre de 1494, casi tres años después de la entrega de Granada, momento en el que se retiraría a los heredamientos que poseía en Laujar de Andarax. Existe una leyenda que afirma que una vez en el mar, el emir volvería la mirada en dirección a Adra lanzando su espada al mar; no obstante, de las varias espadas que se atribuyen a Boabdil, expuestas en diversos museos, ninguna de ellas fue encontrada en esta localidad.
Asimismo, en el S.XVI Adra fue puerto base de las tropas castellanas que acabaron con la rebelión de los moriscos en Las Alpujarras, en la que participaron los capitanes que vencieron en la batalla de Lepanto.
Adra comenzó a resurgir en el siglo XIX con la industrialización —fue pionera a nivel nacional poseyendo la primera máquina de vapor operativa en España–, y con la construcción de fábricas de azúcar y fundición de plomo; aunque su pesca siempre ha sido abundante, especialmente en sardinas, boquerones, doradas y lubinas –en los últimos tiempos criadas en granjas marinas–, atún, bonito y melva 'canutera', alcanzándose gran prestigio con su industria conservera desde los años treinta.
En la actualidad la industria en Adra ha desaparecido casi por completo; la mayoría de los ingresos actuales provienen de la agricultura y la pesca.
Población y ordenación urbana
Demografía
A 31 de diciembre de 2019 contaba con una población de 25.148 habitantes, estando compuesta por 12.833 hombres y 12.315 mujeres.
El municipio se divide en los siguientes núcleos de población, según el nomenclátor de población publicado por el INE (Instituto Nacional de Estadística). Los datos de población se refieren a 2014:
El 3 de abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales libres desde la República, de las que saldrían los primeros alcaldes de la democracia española. En Adra este puesto lo ocupó Pedro Sarmiento Posada; después hubo un gobierno corto de Agustín Espinosa Toledano, le sustituyó en 1987 Enrique Arance Soto, quien gobernó hasta que en 1991 llegó al gobierno Joaquín Navarro Imberlón quien gobernó durante 12 años. En 2003 fue nombrada alcaldesa, Mª del Carmen Crespo Díaz, quien se mantuvo en el cargo hasta diciembre de 2011, cuando fue nombrada delegada del gobierno de España en Andalucía. Tras la renuncia del cargo de alcaldesa de Mª del Carmen Crespo Díaz, fue nombrado por los concejales del equipo de gobierno como alcalde de Adra a Enrique Hernando. Tras las elecciones municipales de 2015 fue investido como alcalde el popular Manuel Cortés Pérez. Tras las elecciones municipales de 2019 el PP obtuvo 10 concejales (a uno de la mayoría) por tanto, tuvo que hacer un acuerdo de investidura con C´s. Finalmente el 15 de junio de 2019 Manuel Cortés Pérez volvió a ser investido como alcalde hasta 2023.
En la actualidad, Adra vive principalmente de la agricultura intensiva, mediante el cultivo en invernaderos de alta tecnología agrícola, abasteciendo junto con el resto del poniente almeriense a los principales mercados europeos. El sector servicios sirve un ámbito exclusivamente local, no siendo un pueblo comercialmente atrayente ya que no cuenta con ninguna gran superficie.
Como asignatura pendiente y a pesar de tener características idóneas para el turismo, no es una zona de fuerte explotación turística, ya que el único hotel con el que cuenta ha tenido que cerrar por no ser viable.
No obstante recibe algunos beneficios por el turismo de cercanías gracias a su ubicación junto al mar, teniendo varias playas con homologación de calidad por bandera azul. Adra cuenta con un camping y con algunos hostales en las afueras.
Transportes y comunicaciones
Sus comunicaciones son exclusivamente terrestres, a pesar de ser el puerto natural de la Alpujarra. Está recorrida longitudinalmente por la Autovía del Mediterráneo (A-7) y la carretera N-340a que discurre entre Cádiz y Barcelona, entre los puntos kilométricos 377,700 a 397.
Puerto de Adra. Marzo de 2011Adra, asomándose junto al mar. Marzo de 2011
Además de la feria, en la localidad tienen lugar otros actos entre los que cabe destacar los siguientes:
San Sebastián, que tiene lugar el 20 de enero en el Barrio de la Ermita. Fiestas de San Marcos, son unas fiestas de Interés turístico andaluz que tienen lugar del 25 de abril al 3 de mayo.
Desde primera hora de la mañana tiene lugar la celebración de una misa en honor a San Marcos en la que se realiza una ofrenda de frutas y hortalizas al santo en agradecimiento por las buenas cosechas del año.
Previamente, a las 8 de la mañana, se reparten rosquillas bendecidas en el callejón de la iglesia. Las calles del casco histórico engalanadas para la ocasión acogen la procesión de la imagen. Llegado el mediodía, se celebra la romería en la que los abderitanos se desplazan a la plaza de San Sebastián junto a la ermita del mismo nombre. Hasta allí el santo es trasladado en un trono colocado sobre el remolque de un tractor agrícola y acompañado de un cortejo de carrozas, caballos y mulos enjaezados.
Noche de San Juan, tiene lugar la noche del 23 de junio; entre los actos que se realizan destaca la tradicional hogueras y las moragas en las playas.
Virgen del Carmen, que tiene lugar el 16 de julio. Es una típica fiesta de pescadores y entre los actos destaca el desfile procesional marítimo que se finaliza con el tradicional castillo de fuegos artificiales.
Imagen de la Virgen del Carmen que se venera en la Ciudad.
Procesión de San Marcos Evangelista el 25 de abril de 2016
Semana Santa
Una de las semanas grandes de la cultura y tradición abderitana es la Semana Santa en la que las Hermandades y Cofradías de la Ciudad hacen gala de su patrimonio histórico y cultural con los diferentes desfiles procesionales en los que la belleza artística de los diferentes pasos que procesionan por las calles abderitanas hacen grande esta semana.
La Semana de Pasión da comienzo en la noche del Sábado de Pasión en la que toda la ciudad se vuelca en la representación teatral de la Pasión de Cristo que tiene lugar en la Plaza de San Sebastián (también conocida como Plaza de la Ermita).
Ntra. Sra. de la Esperanza y Misericordia en su primera estación de penitencia el 20 de marzo de 2016.Stmo. Cristo de la Humildad durante su Vía Crucis el 4 de marzo de 2016.
El Viernes Santo las calles abderitanas se llenan de silencio y respeto al paso del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad.
El Domingo de resurrección la ciudad despierta con sones de campanas invitando a los abderitanos y abderitanas a vivir la Resurrección del Señor. En la Ermita de San Sebastián tiene lugar la celebración de la Eucaristía Matinal; acto seguido la Inmaculada Concepción ataviada con manto de color negro esperando la Resurrección de su hijo Jesucristo emprende su camino a hombros de sus hombres de trono. Alrededor de las doce del mediodía las imágenes de la Inmaculada y el Señor Resucitado se encuentran en la Plaza de San Sebastián ante la atenta mirada de miles de personas: abderitanos, abderitanas y enamorados del Domingo de Resurrección de Adra que ven expectantes el acto que los hombres de trono realizan para quitar el manto negro a la Señora y dejarle su manto celeste, señal de que ya es Pascua en el municipio de Adra.
↑Instituto Nacional de Estadística (España) (ed.). «Censos de población de Adra». Alteraciones de los municipios en los Censos de Población desde 1842. Consultado el 26 de octubre de 2011.