Revolución haitiana

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Revolución Haitiana
Parte de Guerras revolucionarias francesas

Batalla en Santo Domingo, cuadro de January Suchodolski sobre un choque entre tropas polacas al servicio de Francia y rebeldes haitianos.
Fecha 14 de agosto de 1791-1 de enero de 1804
Lugar La Española
Resultado Victoria independentista
Consecuencias Expulsión del gobierno colonial francés.
Cambios territoriales Establecimiento de un Haití independiente.
Beligerantes
1791-1793
Esclavos rebeldes
Realistas franceses (desde 1793)
Imperio español (desde 1793)



1793-1798
Reino de Gran Bretaña
Realistas franceses
Imperio español (hasta 1795)
1798-1801
Facción de L'Ouverture

1802-1804
Haití
Reino de Gran Bretaña
1791-1793
Reino de Francia (1791)
Monarquía constitucional francesa (1791-1792)
Primera República Francesa (desde 1792)

1793-1798
Primera República Francesa
Esclavos rebeldes


1798-1801
Facción de Rigaud
Imperio español
1802-1804
Primera República Francesa
· Legiones polacas
Comandantes
1791-1793
Dutty Boukman
Jean-Baptiste Chavannes
Ogé
André Rigaud
Hyacinthe
Jeannot Bullet
Jean François Papillon
Georges Biassou
1793-1798
Paul-Louis Dubuc
John Whitelocke
John Whyte
Sir Thomas Maitland
1798-1801
Toussaint L'Ouverture
1802-1804
Toussaint L'Ouverture  (P.D.G.)
Jean-Jacques Dessalines
1791-1793
Vizconde de Blanchelande
Marqués de Caradeux
Léger-Félicité Sonthonax
1793-1798
Toussaint L'Ouverture
Jean François Papillon
Georges Biassou
André Rigaud
Étienne de Lavaux
Conde de Hédouville
Julien Raimond
1798-1801
André Rigaud
1802-1804
Carlos Víctor Leclerc
Vizconde de Rochambeau
Revolución Haitiana Masacre de Haiti de 1804

La Revolución haitiana (17911804) fue la primera revolución de América Latina,[1]​ que culminó con la abolición de la esclavitud en la colonia francesa de Saint-Domingue, y la proclamación de la República de Haití. Aunque ocurrieron cientos de revueltas de esclavos en el Nuevo Mundo, la revuelta de esclavos de Santo Domingo iniciada en 1791 fue la única en conseguir una independencia duradera bajo un estado libre.

Entre 1791 y 1804 e inspirados por los houngan (hechiceros o sacerdotes vudús) Dutty Boukman y François Mackandal, los cabecillas François Dominique Toussaint-Louverture y Jean-Jacques Dessalines lideraron la revolución contra el sistema esclavista instaurado en la isla, esclavitud que junto con las otras colonias del Caribe del imperio colonial francés eran fuente de la tercera parte de los ingresos de Francia.[1]​ Unos 100.000 esclavos tomaran las armas durante la larga guerra.[2]

Sin embargo, las potencias de esa época no reconocieron inmediatamente la independencia de Haití y no perdonaron la revolución de los esclavos; se le impusieron bloqueos económicos y no se ayudó al desarrollo del estado (por ejemplo, EE.UU. solo reconoció la independencia de Haití en 1862).[3]

Antecedentes

En la colonia de Saint-Domingue los colonos extranjeros poseían grandes patrimonios debido a los sembrados de azúcar, producto altamente solicitado por la Europa del siglo XVIII. Los sistemas de riego desarrollados en Francia para las siembras de caña de azúcar en la década de los 30 hicieron de Saint-Domingue, junto con Jamaica, los dos más grandes productores de azúcar, obligando al incremento de la mano de obra esclava. La riqueza acumulada por los dueños de las plantaciones era una motivación para las revueltas de los esclavos, quienes eran la gran mayoría de la población.

En 1758 los propietarios blancos empiezan a restringir las leyes para los mulatos y los negros, mediante un rígido sistema de clases sociales. Desde un punto de vista histórico, se han distinguido los blancs o colonos europeos y criollos, a continuación, estaban las gens de couleur compuesto por los negros libres y mulatos y, por último, la mano de obra esclava quienes se comunicaban en kreyòl y se encontraba en una relación de diez personas por cada blanc.

Los esclavos cimarrones se refugiaron en los bosques y las montañas, empezando una serie de ataques a los dueños de las plantaciones de azúcar y café, los cuales empezaron a tener éxito en ciertas ocasiones. Esto sirvió como base para crear grupos de hasta miles de personas para revueltas en contra del sistema establecido. Sin embargo estos grupos solían carecer de líderes que pudieran llevar a cabo una revolución exitosa. No es sino en la década de los cincuenta que el cimarrón François Mackandal emprende una primera revolución de corte efectivo. Su reconocimiento como sacerdote vudú ayudó a que múltiples personas se añadieran a la rebelión, creando redes de inteligencia en las plantaciones para asestar los ataques. En 1758, Mackandal fue capturado por el ejército francés, y quemado en la hoguera. A pesar de esto, las rebeliones continuaron, si bien no con la misma fuerza.[4]

La situación en 1789

Estratificación social

Hacia 1789 la colonia de Saint-Domingue era la posesión más rentable del imperio francés. Era la economía de plantación más próspera, al menos para los dueños de las plantaciones. Producía el 60% del café y el 40% del azúcar importados por Francia y Gran Bretaña. Según la clasificación de castas de la época, la población blanca era de 30.000 a 40.000; mulatos y negros libres sumaban 25.000 a 50.000; y los esclavos negros se estiman en 465.000 a 510.000.[5]

Casta Población estimada[6]
Colonos blancos 40.000
Libertos negros y mulatos 28.000
Esclavos negros 452.000

La población esclava, que era el estrato social más bajo, decuplicaba a toda la población libre.[7]​ y representaba la mitad de la población total de esclavos en el Caribe, que se calcula cercana al millón.[8]​ De estos esclavos, dos tercios eran nacidos en África y tendían a ser menos sumisos que el tercio restante, nacido en el continente americano.[9]​ Como la tasa de mortandad excedía la tasa de natalidad, la provisión contante de africanos esclavizados era necesaria para mantener las plantaciones en producción. La población esclava declinaba anualmente entre un 2 y un 5 % debido a las duras condiciones de trabajo, a la inadecuación en alimentación, vivienda, abrigo y atención médica y a la mayoría de población masculina por sobre la femenina.[10]​ La diferencia entre esclavos africanos y esclavos nativos excedía largamente el lugar de origen y definía distintos roles en la sociedad esclavista de Saint-Domingue. Mientras que los esclavos africanos padecían las duras condiciones de trabajo en las plantaciones, existía un estrato privilegiado de esclavos urbanos y domésticos, que eran empleados de cocineros, sirvientes y artesanos, que se reclutaba preferentemente entre los esclavos nacidos en el Caribe.

Mapa de La Española hasta 1795.

Entre la población de 40.000 colonos blancos de Saint-Domingue en 1789, un pequeño grupo de comerciantes, franceses de nacimiento, monopolizaba los cargos administrativos. Los dueños de las plantaciones de azúcar, los grands blancs (“grandes blancos”), constituían una suerte de pequeña nobleza. Los petits blancs(“pequeños blancos”), eran la plebe de artesanos, tenderos, comerciantes de esclavos, capataces y jornaleros.

Las gens de couleur, la población negra o mulata liberta, ascendía a 28.000 personas. Este estrato estaba creciendo en número y fortaleciéndose por entonces, para preocupación de la población blanca. En respuesta, se dictaron leyes discriminatorias que diferenciaban internamente a la población liberta en vestimenta, lugar de residencia permitido y acceso a los cargos públicos, en un intento por mantenerla dividida.[11]​ Muchos de los libertos trabajaban como artesanos, capataces o personal doméstico en las mansiones de los colonos blancos ricos.[12]Cabo Francés, en la región septentrional de la colonia, tenía una población liberta importante, de donde surgirían algunos líderes revolucionarios.[13]

Conflictos regionales

Paralelamente a las tensiones sociales y raciales entre blancos, libertos de color y esclavos negros, la colonia estaba polarizada por rivalidades regionales entre el Departamento Norte, el Departamento Sur y el Departamento Oeste.[cita requerida]

El Departamento Norte era el centro de la economía de plantación, de la navegación y del comercio, y por ende, era la principal zona de residencia de la elite francesa. Es una planicie fértil para la producción de azúcar y por entonces contaba con los principales puertos de exportación, como Cabo Francés (actualmente Cabo Haitiano).[13]​ Los esclavos africanos que trabajaban en estas plantaciones estaban separados del resto de la colonia por la cordillera Massif, pero se unirían con los esclavos urbanos de Cabo Francés en la rebelión de 1791. Ésta rica región del Norte era además el asiento de poder de los grands blancs, la elite de colonos blancos, los dueños de las plantaciones, cuya ambición era lograr mayor autonomía económica respecto de la metrópoli.[14]

La provincia oriental, sin embargo, había crecido significativamente tras la relocalización de la capital a Puerto Príncipe (Port-au-Prince) en 1751. Al mismo tiempo, los proyectos de irrigación estimularon el desarrollo de la economía de plantación. [cita requerida]

La provincia meridional estaba rezagada en población y riqueza y estaba geográficamente separada del resto de la colonia. Sin embargo, este aislamiento permitió a los libertos emprender fructíferas relaciones comerciales con la colonia británica de Jamaica.[13]

Enfrentamientos políticos

Junto con la tensión regional y social, había conflictos políticos entre diversos grupos: los partidarios de la independencia, el núcleo leal a Francia, los aliados de España y los aliados de Gran Bretaña. Todos ellos codiciaban el control de la próspera colonia.

Impacto de la Revolución Francesa

La Revolución Francesa fue determinante en el conflicto de Saint-Domingue. Los Estados Generales, un cuerpo consultivo de la autoridad del rey conformado por los estamentos del reino de Francia, se constituyó como una Asamblea Nacional, y comenzó una obra de cambio radical en la sociedad, las leyes y el gobierno. El día 26 de agosto de 1789, publicó la Declaración de los derechos del hombre, que proclamaba que todos los hombres eran libres e iguales. Sin embargo, la cuestión de Haití prontamente se convirtió en una prueba ideológica para los revolucionarios franceses. Tenían que definir si sus consignas de libertad, igualdad y fraternidad se harían extensivas a la independencia de la colonia y de la abrumadora mayoría de población esclava que la habitaba.[15]

En Saint-Domingue, la Revolución fue bien recibida en los primeros tiempos por la población libre. Sin embargo, fueron tantos los cambios en el liderazgo de la Revolución en la metrópoli y tan complejos los conflictos en la propia colonia de Saint-Domingue, que los distintos partidos cambiaron de bando varias veces.[cita requerida]

La elite de colonos blancos ricos, los plantadores esclavistas conocidos como grands blancs, planeó aprovechar la oportunidad para conseguir la independencia. Su intención era arrebatar el control político de la isla a los funcionarios metropolitanos y abolir las regulaciones comerciales. Un régimen de librecambio, pensaban, acrecentaría aún más su riqueza.[11]

Cuando la población esclava se enteró de la agitación independentista de sus dueños, tomó partido por el bando contrarrevolucionario y los británicos. Ellos entendían que si Saint-Domingue lograba la independencia, el país quedaría totalmente en manos de los plantadores esclavistas y los esclavos recibirían un tratamiento aún más duro e injusto.[14]​ Sin embargo, en los primeros dos años de la revolución francesa el conflicto en Saint-Domingue se planteó entre facciones de colonos blancos (independentistas contra opositores a la independencia) y entre los colonos blancos y los libertos de color. Los esclavos negros no tenían participación activa.[7]

Los libertos de color (gens de couleur) de la colonia venían reclamando a la metrópoli la igualación de derechos con los blancos desde antes de 1789. Cuando estalló la Revolución, los libertos tuvieron el mismo designio que los colonos blancos y trataron de utilizar la agititación revolucionaria para su propio beneficio. Sus líderes, Julien Raimond (1744-1801) y Jacques Vincent Ogé (1755-1791), se dirigieron a la Asamblea Nacional y luego a la Convención Nacional y consiguieron que se aprobara una ley que concedía a la toda la población libre los mismos derechos civiles. Ogé interpretó que esta ley contemplaba el derecho de los libertos al voto, pero el gobernador de la colonia (un funcionario del gobierno revolucionario francés) continuó prohibíendolo. En respuesta, Ogé encabezó una rebelión en Cabo Francés pero fue rápidamente capturado a comienzos de 1791 y brutalmente ejecutado.[4]​ Si bien Ogé no estaba abogando contra la esclavitud, posteriormente los rebeldes esclavos lo reconocieron como una inspiración para su levantamiento de agosto de 1791 y para su decisión de rechazar cualquier acuerdo con los colonos.

La revolución

Primeras insurrecciones

Incendio de una plantación en el Plaine du Cap en 1791, ilustración militar francesa de 1833.

La primera de estas revueltas fue la de Ogé y Jean-Baptiste Chavannes (1748-1791), unos mulatos ricos muy influidos por las ideas de París que octubre de 1790 formaron una guerrilla en Le Cap, actual Cabo Haitiano (Cap-Haïtien) pero un mes después fueron derrotados y forzados a entregarse siendo ejecutados pocos meses más tarde. En enero del año siguiente hubo otra pequeña revuelta de 200 negros en Port-Salut, cerca de Les Cayes. Estas fueron rápidamente derrotadas pero la resistencia (centrada exclusivamente entonces en el sur de la colonia y con poco apoyo popular ya que la región estaba dominada por mulatos que eran beneficiados del status quo) quedó liderada por André Rigaud (1761-1811) que logra formar una pequeña milicia. También en marzo se produce un pequeño motín entre los soldados negros de Puerto Príncipe (Port au Prince) que pronto fue sofocado.[16]

En la noche del 14 de agosto tras varias semanas de organización se llevó a cabo una ceremonia vudú en Bois Caïman liderada por el esclavo jamaicano y sacerdote vudú “Zamba” Dutty Boukman con 200 seguidores en las que se juró el asesinato de todos los blancos de la isla organizando los planes de una revuelta masiva en todo el norte de la colonia. La revuelta se inició el día 22 cuando los jefes Jeannot Bullet (m. 1791), Jean François Papillon (m. 1805) y Georges Biassou (1741-1801) atacaron la plantación de sus amos y la destruyeron. Rápidamente sumaron unos 2.000 rebeldes con los que controlaron el distrito de Limbé donde masacraron a blancos y negros leales y quemaron sus propiedades. Posteriormente antes del fin del mes controlaban todo el norte de Saint-Domingue exceptuando algunos pocas guarniciones bien atrincheradas pero aisladas donde se habían refugiado los blancos sobrevivientes.[16]

A partir de ese momento el gobernador Philibert François Rouxel (1735-1793), Vizconde de Blanchelande y partidario del rey francés organizó una contraofensiva, no muy exitosa, desde la segunda ciudad más grande del país: Cabo Haitiano. Para mediados de septiembre 200 plantaciones de azúcar y 1.200 de café estaban destruidas, sus dueños o capataces blancos con sus familias estaban en su mayoría muertos y cerca de 40.000 de los 170.000 negros de la región norte estaban alzados en armas –recuérdese que principalmente con machetes, lanzas, hachas y cuchillos-. Durante el mes de septiembre también se sumaran a la rebelión los mulatos del sur, produciéndose varios choques menores hasta que una columna intento tomar Puerto Príncipe siendo rechazada.[17]​ En noviembre el coordinador de la revuelta, el sacerdote vudú murió en un combate con las fuerzas francesas. En tanto que la relación de las potencias vecinas fue dispar: los británicos financiaron a los monárquicos franceses –incluían por cierto a muchos mulatos- de la isla contra los republicanos -que en muchos casos constituían a varios líderes alzados- y los españoles en cambio esperaban que se debilitaran tanto que pudieran atacar la colonia francesa y tomarla con facilidad.[18]

Posteriormente una tropa combinada de diversas milicias de mulatos monárquicos dirigida por Jean-Baptiste de Caradeux de la Caye (1741-1810), Marqués de Caradeux, fue vencida por 10.000 a 15.000 negros liderados por el joven sacerdote vudú Hyacinthe –el marqués era tan conocido por su crueldad como por ganar el apoyo de los mulatos al condicionar la abolición de la esclavitud al apoyo que dieran o no en la lucha contra los negros y los republicanos-.[19]​ Durante julio el Vizconde de Blanchelande fue asediado en Cabo Haitiano logrando rechazar a sus enemigos y lanzar ataques a las zonas dominadas por los rebeldes sin mucho éxito, pero con la llegada de Léger-Félicité Sonthonax (1763-1713), jacobino convencido, fue arrestado junto a cualquier sospechoso de realismo, como muchos enviado a Francia donde será decapitado –entendamos que hasta su llegada la guerra había sido primariamente entre esclavos y los colonos con libertos apoyándoles, siendo los blancos principalmente monárquicos-. Sonthonax llegó con 6.000 refuerzos franceses que lograron restablecer el orden en varias ciudades costeras posteriormente marchando contra Puerto Príncipe donde acaba con todos los realistas que encuentra –al parecer más preocupado de someter a los esclavos estaba de hacerlo a los monárquicos-. Tras la ejecución del Rey Luis XVI tanto Inglaterra como España le declaran la guerra a la naciente Primera República Francesa y deciden intervenir en la guerra que vive su colonia caribeña apoyando a los esclavos rebeldes. François y Biassou que habían tenido que refugiarse del vizconde en el lado hispano de la frontera, reciben los medios para armar un nuevo ejército y con soldados españoles invaden el nordeste de Saint-Domingue para luchar contra los republicanos –verano de 1793-.[20]

Luego, en junio los prisioneros encerrados en Cabo Haitiano se alzan en armas y toman el puerto logrando armar más de 2.000 marineros a su favor. Desesperado por conseguir dominar la situación Sonthonax y su segundo, Étienne Polverel (1740-1795), ofrecieron la libertad a todo esclavo que luchara por la república lo que llevo a Jean-Louis Pierrot (1761-1857), caudillo mulato aliado de los españoles a cambiar de bando y atacar y quemar la ciudad con 10.000 negros siguiéndolo.[21]​ Igual hizo Biassou, cuando vio que los hispanos no tenían intenciones de abolir la esclavitud simplemente los abandonó.[22]​ Los españoles, sin embargo, no se detendrán y en agosto llegaran tan lejos como los restos de Cabo Haitiano mientras que Sonthonax declara la abolición de la esclavitud en el norte de Saint-Domingue para luego pasar al mes siguiente a proclamar lo mismo para el oeste de la colonia (zona montañosa del interior), logrando integrar masivamente negros a los mulatos y blancos de su ejército.[23]

Las matanzas de colonos franceses provocaran a la larga que entre 10 ó 20 mil de ellos, prácticamente la totalidad de la población blanca, buscara refugio en los incipientes Estados Unidos.[24]

Primera Guerra de Haití

En septiembre de 1793 se iniciara la intervención de los ejércitos británicos transportados desde Jamaica en apoyo de los monárquicos franceses liderados por Paul-Louis Dubuc. Primero ocuparon Cap du Môle para luego dirigirse al mando de John Whitelocke (1757-1833) por mar sobre Puerto Príncipe, aliándose con los caudillos (ricos terratenientes) blancos y mulatos que comandaban verdaderos ejércitos privados.

Será en octubre cuando caigan en su control los puertos de Jérémie y Cape Tiburòn.[25]​ Esta actitud motivo la creación de dos bandos en pugna: franceses monárquicos (principalmente los colonos blancos o mulatos) apoyados por los británicos y españoles frente a los negros esclavos rebeldes apoyados por republicanos franceses que se ganaron su apoyo tras la oficialización de la abolición de la esclavitud por la Convención Nacional en febrero de ese año.

Para mayo Whitelocke será remplazado en el mando por John Whyte, que poco después comandara el asalto anfibio sobre Puerto Príncipe forzando a Sonthonax a refugiarse al interior de la colonia.[26]​ Estas acciones motivaran la unión de los ejércitos negros con los republicanos, por ejemplo, a Toussaint Louverture (1743-1803) con Étienne Maynaud Bizefranc de Lavaux (1751-1828). Louverture había servido en el lado español de la isla donde se le había dado el mando de una tropa con la que había atacado a los franceses logrando armar un ejército de 4.000 esclavos. Será en mayo de 1794 tras ser convencido por el general Lavaux y comprobar que los españoles no tenían intenciones de abolir la esclavitud que decidió dar su apoyo a la república francesa.[27]​ Tras este cambio de bando su ascenso será meteórico debido a sus victorias militares: en un año expulsa a los españoles y aliados al lado oriental de la frontera y toma varios puntos fuertes de los ingleses –que están atrincherados en varios puertos, controlando solo algunas zonas del litoral pero no tierra adentro-. Por otro lado, Sonthonax y Polverel serán llamados a volver a París en junio dejando a cargo a Lavaux secundado por Louverture en el norte y por Rigaud en el sur.

El año de 1795 se caracterizara por las victorias republicanas pero no solo en Saint-Domingue, sino también en Europa. España, vencida tras dos años de guerra en los Pirineos, firmara un tratado de paz con los revolucionarios que a cambio de aliarse con ellos contra una potencia que ahora se ve mucho más amenazante (Gran Bretaña), debe ceder Santo Domingo (lado oriental de La Española) a Francia. En respuesta, los ingleses bloquearan el comercio de Madrid con sus provincias en las Indias y atacaran varios puntos fuertes en el Mar Caribe (particularmente Trinidad y Puerto Rico). Cuando las noticias lleguen a Santo Domingo en octubre se producirá una migración en masa de los blancos criollos temerosos de sufrir un destino similar que sus congéneres galos. También esto llevara a la suspensión de las hostilidades entre hispanos y republicanos en la isla.

En marzo de 1796 Lavaux será arrestado por oficiales y soldados mulatos descontentos con su duro trato. Para salvar su vida Louverture marchara con 10.000 combatientes a liberarlo desde su prisión en Cabo Haitiano. Esto será aprovechado por los británicos para lanzar una ofensiva en la que tomaran Léogâne. Sin embargo, esta victoria no ayudara demasiado. En mayo Rigaud con una hueste de 3.000 a 4.000 mulatos tomara Cape Tiburòn haciendo difícilmente sostenible la situación británica en la isla.[28]​ Poco después, en septiembre, el gobernador Lavaux deberá volver a Francia.

Para ese entonces Louverture dominaba gran parte del norte de la colonia y tenía a su mando un ejército de 51.000 efectivos, 3.000 de ellos blancos.[29]​ Con tal poder podrá fácilmente desplazar de las negociaciones al comisionado civil Julien Raimond (1744-1801) y al gobernador Gabriel-Marie-Théodore-Joseph Hedouville (1755-1825), Conde de Hédouville, con el general británico Sir Thomas Maitland (1759-1824) que llevaran a la retirada británica tras sufrir más de 25.000 muertes, principalmente por enfermedad en los cinco años de ocupación –mayo de 1798-.[30]​ Los historiadores cifran que de los 31.000 soldados británicos 23.000 murieron.[31]​ El acuerdo logrado con Toussaint es que a cambio de no exportar su rebelión de esclavos a Jamaica Maitland retiraría su ejército (este había sido el motivo por el cual los británicos habían aceptado la petición de los colonos franceses blancos de intervenir en Saint-Domingue).[32]

Acabada la guerra el conde intento la desmovilización y desarme de las milicias de negros pero Louverture aprovecho esto para decir que el verdadero objetivo era esclavizarlos nuevamente, lo que produjo un alzamiento masivo en el norte que motivo la huida del gobernador. En consecuencia, Louverture envió a Jean-Jacques Dessalines (1758-1806), un antiguo esclavo que había cambiado su apellido del original Duclos y era famoso por su crueldad como general, a dominar la situación –octubre-. Quedaban así dos caudillos rivales pero proclamados aliados de la república, Louverture dominando el norte y Rigaud el sur –más partidario del conde-, pero ninguno de los dos podía tolerar mucho la existencia del otro, sin olvidar que el lado oriental de la isla era técnicamente francés aunque su soberanía no se había hecho efectiva aun.

Guerra de los Cuchillos

Mapa de La Española entre 1795 y 1806.

La breve paz lograda tras la retirada inglesa y la expulsión del gobernador no podía durar mucho. En febrero de 1799 el mulato Rigaud se negó a reconocer la autoridad del negro Louverture. El primero controlaba las tierras sureñas pobladas principalmente por mulatos y el segundo las zonas norteñas donde vivía la abrumadora mayoría de negros. En junio estallaban las hostilidades entre ambos.

Rápidamente Louverture pudo imponerse por la superioridad numérica de sus fuerzas, sus 45.000 negros frente a los 15.000 mulatos de Rigaud.[33]​ Para agosto de 1800 caía Les Cayes, base de Rigaud, quien debía huir con sus seguidores a Francia. No volvería a Haití hasta 1810, cuando se proclamara Presidente del Departamento del Sur, en abierta oposición a Pétion y Christophe, pero su pronta muerte al año siguiente permitirá al primero rápidamente someter a sus seguidores y recuperar el control de todo el sur.

Pero esto no había acabado. En enero de 1801 Louverture decide hacer efectiva la soberanía francesa sobre Santo Domingo e invade el lado oriental de la isla con 10.000 soldados, logrando rápidamente la capitulación del gobernador Joaquín García y Moreno que solo tenía 650 soldados para defender una ciudad populosa y llena de refugiados franceses, un mes después el gobernador y su tropa embarcaran dejando la isla y Louverture volverá al oeste dejando solo una pequeña guarnición.[34]

Louverture era dueño absoluto de La Española, proclamando una constitución autonomista que le daba plenos poderes sobre ella. Era gobernador en el papel pero en realidad era el dictador de un país prácticamente independiente. Disponía de 25.000 regulares y 30.000 milicianos en sus fuerzas.[35]

Segunda Guerra de Haití

Toussaint L'Ouverture.

Napoleón estaba deseoso de reimponer su dominio en su antigua colonia y disputar el dominio del Caribe a los ingleses con los que estaba en guerra, sin embargo, sabedor de la superioridad naval de estos primero negoció la paz y luego ordeno la campaña de reconquista. Para ello decidió enviar a su cuñado Carlos Víctor Leclerc (1772-1802) al mando de una expedición en diciembre de 1801. Esperaba que aquello fuera suficiente ya que según los informes recibidos el ejército de Louverture era de alrededor de 16.000 efectivos en total (algo lejos de la realidad): 5.000 en el norte, 4.000 en el oeste, 4.000 en el sur y 3.000 en la antigua provincia española.[36]​ Esta expedición llegó en enero del año siguiente a la isla, ocupando fácilmente Santo Domingo donde quedó al mando Antoine-Nicolas Kerverseau (c. 1751-1802).

La tropa se componía de 20.000 soldados franceses con algunos contingentes de polacos y holandeses, veteranos de las campañas napoleónicas. Con 5.000 soldados toma la importante ciudad de Cabo Haitiano, sin embargo, Louverture se retira al interior practicando una táctica de tierra quemada con unos 10.000 soldados y empieza una guerra de guerrillas en el norte mientras Dessalines se encarga de hostigar en el oeste a las tropas francesas que han ocupado La Crête-à-Pierott[37]​ donde 12.000 franceses desalojaron a la guarnición al coste de 2.000 bajas.[38]

Los galos ahora dominaban el este de la isla y varias plazas fuertes de la costa del oeste y habían logrado reclutar además varios miles de soldados locales que les servirán inicialmente para reemplazar las bajas en combate aunque serán insuficientes para las que debieron sufrir por la fiebre amarilla -había mucho descontento con las políticas de Louverture que ya habían provocado una revuelta en octubre y noviembre de 1801 que fue rápidamente sofocada-. En marzo Leclerc tenía 7.500 europeos y 7.000 negros en armas principalmente aportados por Christophe que como muchos oficiales cambio de bando, golpe devastador que forzó a Louverture a negociar, puesto que tenía además 4.500 soldados blancos enfermos de la fiebre. Había perdido ya 4.000 efectivos en combate o por enfermedad, lo que motivo pedir a París 6.000 refuerzos de inmediato junto a la promesa del envío mensual de 2.000 soldados (durante dicho año recibirá cerca de 11.000 refuerzos).[38]​ La situación de Louverture no era muy buena y mediante una treta fue capturado en junio siendo enviado a Francia donde murió un año después en prisión.

La situación parecía dominada pero no era así, la paz aparente no duraría mucho. Leclerc no pudo aprovechar este aparente éxito, la peste mato al grueso de su ejército en pocos meses y el siguió a sus compañeros a la tumba en noviembre de 1802. Ni los refuerzos pudieron ayudarlos, falleciendo hasta los marineros holandeses, “sin combate ni gloria”. Al asumir su segundo, Donatien-Marie-Joseph de Vimeur (1755-1813), Vizconde de Rochambeau, su ejército se había reducido a 8.000.[38]

Mapa de La Española.

Dessalines asume el mando de la rebelión a la que se suma Christophe que será perdonado. Se inició una ofensiva que fue quitando a los franceses sus puntos fuertes uno por uno, hasta que fueron arrinconados en Cabo Haitiano, donde el 18 de noviembre de 1803 15.000 negros al mando de Dessalines y François Capois (1766-1806) tomaron por asalto los fuertes que rodeaban los restos de la ciudad, en especial, el de Vertières. Los soldados del vizconde se habían visto reducidos a 5.000 y terminaron capitulando, siendo evacuados por la armada inglesa a Jamaica (los británicos habían aprovechado la grave situación de la expedición para declararle la guerra a Francia y bloquear la llegada de ayuda de la metrópolis durante todo ese último año).[39]

De los 33.000 soldados, marinos y artilleros de Leclerc hasta 29.000 murieron, principalmente por la fiebre amarrilla.[40]​ Por parte de los legionarios polacos, de los 5.280 que fueron enviados, 4.000 habían muerto al momento de la rendición del vizconde. De los sobrevivientes, 400 se quedaron en Haití, algunas docenas escaparon a otras islas caribeñas o a los Estados Unidos y 700 solamente volvieron a Francia[41]​ (algunas historiadores dicen que de los 6.000 enviados volvieron solo 330).[42]

Consecuencias

Finalmente, el Año Nuevo de 1804 se proclamo la independencia de Haití (o Ayití) con Dessalines como Gobernador Vitalicio aunque en octubre se proclamará el Emperador Jacobo I. Sin embargo, la violencia no había terminado, entre febrero y abril de ese año el nuevo Estado fomentara la masacre de los blancos que aun quedaban en el país, genocidio étnico que tendrá como costo unas 3.000 a 5.000 vidas humanas.[43]​ –Los únicos blancos que quedaran serán algunos extranjeros, soldados polacos desertores del ejército francés, un pequeño grupo de colonos alemanes que se habían establecido en el noroeste del país antes de la revolución, algunas personas con contactos entre los oficiales haitianos, algunas mujeres blancas que accedieron a casarse con hombres de color y una minoría de profesionales altamente cualificados; la masacre dejo una huella histórica que sería usada como propaganda contra Haití en el exterior, como símbolo de que se debían prevenir las revueltas de esclavos y un profundo legado de odio racial en ese país. Irónicamente la constitución del año siguiente se referirá literalmente que todos los ciudadanos son “negros”.

Archivo:Dessalines.jpg
Jean-Jacques Dessalines.

La población haitiana se reducirá, gracias al alto número de muertos y refugiados, de 520.000 a 350.000 al momento de finalizar la guerra.[44]

El Emperador decidirá que era necesario unificar la isla para impedir una nueva invasión por lo que ataco la zona oriental con una contingente de 21.000 combatientes al mando inicialmente de Christophe, que arraso toda ciudad y pueblo a su paso. Puso a Santo Domingo bajo asedio en marzo pero el gobernador Jean-Louis-Marie Ferrand (1758-1808), sabedor de su comportamiento, decidirá resistir pero en mayo llegara una flota francesa que le obligara a retroceder.[45]​ Durante la retirada se ordenara la destrucción de Santiago de los Caballeros y Moca. Esta derrota supuso un serio revés para el prestigio y poder del nuevo monarca, algo que pagaría muy caro. Será asesinado en octubre de 1806 por dos de sus colaboradores, miembros de la elite mulata, Alexandre Pétion (1770-1818) y Henri Christophe (1767-1820) pero ambos desconfiando mutuamente entre sí se dividieron la isla.

Christophe rápidamente proclamo el Estado de Haití en la mitad norte de la isla haciéndose elegir presidente en 1807 con capital en Milot que en 1811 se cambió a Cabo Haitiano y para fundar el Reino de Haití con él mismo como Rey Enrique I. En octubre de 1820 tras perder su poder en una revuelta palaciega se suicidó y su hijo, el Príncipe Real Jacques-Victor Henri de Haití (1804-1820), fue asesinado días después.

Mapa de La Española entre 1806 y 1808.

Pétion se proclamo rápidamente Presidente de la República de Haití rompiendo con Christophe e iniciando una guerra entre ambos hasta 1810. A partir de entonces cada uno se dedicara a asegurar su poder en su parte de la isla, sobre todo después de la insurrección hispana contra los franceses en el lado oriental. A inicios de 1808 el rico hacendado Juan Sánchez Ramírez (1762-1811) se alzara en armas en octubre de ese año, entre los refuerzos traídos de Puerto Rico y los milicianos que logro juntar armo una tropa de 2.000 hombres con los que derrotó al mes siguiente a Ferrand cuando este salió a enfrentarlo.[46]​ El gobernador galo se suicidó al perder la batalla siendo sucedido por su segundo, Joseph-David de Barquier (1757-1844), que se atrincheró con los restos de la guarnición en Santo Domingo siendo bloqueados por mar por una flota británica que venía de Jamaica a apoyar a los alzados. En julio de 1809 finalmente Barquier se rendirá y sus tropas serán llevadas prisioneras a la isla inglesa mientras que Santo Domingo volvía a la soberanía española. Temerosos ambos de una nueva expedición francesa a la isla dedicaran mucho tiempo y recursos a construir fortalezas y un buen ejército. Además Pétion dará su apoyo a Simón Bolívar financiando en 1815 y 1816 sus fallidas expediciones para reiniciar la guerra en Venezuela. En 1816 se proclamara Presidente Vitalicio y ordenará a la larga la clausura del Senado pero morirá en 1818 de fiebre amarilla siendo sucedido por su protegido Jean-Pierre Boyer (1776-1850).

Boyer recupero el control del norte haitiano en 1820 tras las muertes de Christophe y su hijo, posteriormente lograra cumplir el sueño de unificar La España bajo un solo gobierno en 1822 tras la Independencia Efímera del Santo Domingo español tras invadirlo con 12.000 soldados.[47]​ Boyer se mantendrá en el gobierno hasta 1843 un golpe de estado le forzara a huir al exilio hundiendo a Haití en un periodo de convulsión política que será aprovechado por los hispanos para independizarse y proclamar la República Dominicana en 1844. La crisis en Haití no termino hasta 1847 cuando alcanzó el poder el Presidente Vitalicio Faustin Soulouque (1782-1873) que en 1849 se proclamara Emperador Faustino I de Haití, lanzara en ese año y en 1856 dos ofensivas con la intención de recuperar el lado oriental de la isla, ambas sin éxito. En 1859 será derrocado por el Duque de Tabara, Fabre Geffard (1806-1878) que será Presidente Vitalicio hasta 1867, cuando también sea depuesto.

Haití tras su independencia vivió constantes gobiernos débiles y autoritarios, golpes de estados, corrupción y megalomanía que no hicieron sino aumentar la pobreza de una economía ya afectada por el bloqueo sufrido durante gran parte del siglo XIX por los gobiernos francés y británico que no deseaban que su revolución sirviera de ejemplo a sus colonias esclavistas.

Referencias

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Véase también

Enlaces externos