Historia de la provincia de Córdoba (Argentina)

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Mapa de la provincia.

Córdoba es una de las 23 provincias que componen la República Argentina. Se halla ubicada la región central del país, en donde forma parte de la región pampeana. Limita al sur con la provincia de La Pampa, al sureste con la provincia de Buenos Aires, al este con la Provincia de Santa Fe, al norte con la Provincia de Santiago del Estero, al noroeste con provincia de Catamarca y al este con las provincias de La Rioja y San Luis. La capital provincial es homónima.

Pueblos originarios

Previa a la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, la región serrana de esta provincia estaba habitada por los comechingones, el área pampeana se encontraba habitada por los het o antiguos pampas y el noreste por los sanavirones. Por su parte, en el noroeste se encontraban los olongastas, una parcialidad de los diaguitas, mientras que por las orillas del río Carcarañá se encontraba la etnia epónima, muy influida culturalmente por los guaraníes.

Llegada española

Diego de Rojas fue, en 1543, el primer español que exploró el área de las sierras de Córdoba.[1]​ Partió de Cuzco con un contingente de 300 hombres, con la misión de descubrir una provincia entre Chile y el Río de la Plata, enfrentando una feroz resistencia de los comechingones en su camino. Rojas murió por el ataque de una flecha, y la expedición regresó, ya diezmada, bajo el mando de Francisco de Mendoza.[cita requerida]

Virreinato del Perú

Desde la creación del virreinato del Perú por real cédula del 1 de marzo de 1543, la región del Tucumán quedó integrada en él, incluyendo a la actual Córdoba. La Provincia del Tucumán, Juríes y Diaguitas fue creada en 1564, siendo su primer gobernador Francisco de Aguirre con sede en Santiago del Estero. Con la creación de la Gobernación del Tucumán en 1566 y del Obispado del Tucumán en 1570, esta región empezó a cobrar importancia.

El 6 de julio de 1573 Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba de La Nueva Andalucía, a orillas del río Suquía, en un sitio llamado Quizquizacate por los lugareños ("Encuentro de los ríos" en idioma sanavirón). El nombre dado por Cabrera a la ciudad es un homenaje a su mujer, Doña Luisa Martel de los Ríos, cuya familia provenía de la provincia española de Córdoba en la comunidad de Andalucía.[2]​ Cabrera buscaba dos objetivos: uno de ellos era disponer de una salida a "La Mar del Nord", es decir al Océano Atlántico, ya que creyó que la Laguna de Mar Chiquita era una bahía de este océano; y también intentó fundar una ciudad a orillas del río Paraná.;[3]​ y el segundo de los objetivos era la fabulosa Ciudad de Los Césares, y por esto desobedeció las órdenes del virrey del Perú y fundó la ciudad de Córdoba al sur de la jurisdicción que se le asignara. Dicha desobediencia motivó que Cabrera fuera decapitado en la ciudad de Lima, en Perú el 17 de agosto de 1574.

Hasta 1620 Córdoba había sido solo una plaza de venta de esclavos, luego del descenso de la población indígena, los esclavos tomaron su lugar en la producción. Durante la segunda mitad del siglo XVII las guerras calchaquíes y las incursiones en la región del Chaco proporcionaron nuevos contingentes de familias indígenas (quilmes, mocovies y tobas) que fueron encargados en encomienda a los vecinos. Los cambios producidos generaron sin duda una campaña multiétnica que paulatinamente fue sufriendo un proceso de mestizaje con el aumento vegetativo de la población. Según el primer censo de 1778 la región de córdoba (ciudad y campaña) registraba 44.506 habitantes, de los cuales el 35% de la población era española o blanca y el otro 65% estaba constituido por castas (negros, mulatos, indios, mestizos, zambos).El 16% de la población se concentraba en la ciudad mientras el 84% se localizaba en áreas rurales. [4]

Juan Gutiérrez de la Concha, gobernador de Córdoba en 1806.

Virreinato del Río de la Plata

En 1776, dado que formaba parte de la Gobernación del Tucumán, pasó a integrar el recién creado Virreinato del Río de la Plata. La región contaba por entonces con 20.000 habitantes.[5]

Al subdividirse administrativamente el virreinato del Río de la Plata, conforme a la Real Ordenanza de Intendentes del 28 de enero de 1782, la actual provincia de Córdoba quedó ubicada dentro de la Gobernación Intendencia de San Miguel de Tucumán. La Real Cédula del 5 de agosto de 1783, suprimió la Gobernación Intendencia del Tucumán, con lo cual Tucumán junto con Catamarca, Santiago del Estero, Jujuy, Salta, Tarija y la Puna de Atacama, pasó a integrar la nueva Gobernación Intendencia de Salta del Tucumán, con sede gubernativa en Salta (desde 1792). Mientras el resto del territorio formó la Gobernación Intendencia de Córdoba del Tucumán que incluía a Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan y La Rioja.

Su primer gobernador intendente fue el marqués Rafael de Sobremonte, quien más adelante sería virrey del virreinato del Río de la Plata.

La Villa de la Concepción del Río Cuarto fue fundada el 11 de noviembre de 1786 por orden de Rafael de Sobremonte, por entonces Gobernador Intendente de Córdoba del Tucumán. El 19 de marzo de 1798 quedó instalado el Cabildo.

El desarrollo de la provincia en estos tiempos se vio favorecido por los franciscanos y los jesuitas, que buscaban evangelizar a los nativos del lugar. Construyeron estancias, templos, edificios, y desarrollaron un sistema cultural, religioso, educativo y político. En 1613 fundaron la primera universidad de Argentina.[6]El Camino de las Estancias Jesuíticas y la Manzana Jesuítica fueron de una importancia tal que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.[7]

En 1774 el cambio del cura en la capilla de Pocho enfrentó a las autoridades obispales con José de Isasa y José de Tordesillas, dos personas influyentes del lugar. El obispo amenazó con recurrir al Tribunal del Santo Oficio, mientras que Isasa armó a doscientos hombres para marchar sobre Córdoba y hacer valer sus razones. Éstos desistieron de su propósito antes de cruzar el río Suquía y la situación se resolvió pacíficamente.

Siglo XIX

En año 1806 tuvieron lugar las Invasiones Inglesas al Río de la Plata, en las cuales gran parte de la Banda Oriental y de la provincia de Buenos Aires quedaron bajo ocupación del Reino Unido. El 27 de junio la ciudad de Buenos Aires se rindió a los británicos, mientras que el virrey Rafael de Sobremonte se retiró hasta la ciudad de Córdoba junto a unos centenares de milicianos. El 14 de julio siguiente Sobremonte nombró a la ciudad de Córdoba capital provisional del virreinato, llamando a desoír cualquier orden proveniente de Buenos Aires mientras estuviera ocupada. Desde Córdoba Sobremonte comenzó a reunir fuerzas para expulsar a los británicos, a las cuales se sumó la población porteña. La ocupación británica fue expulsada por las fuerzas de Santiago de Liniers, habiendo también contingentes al mando del cordobés Juan Bautista Bustos. Al final de la guerra Liniers sería aclamado popularmente y elegido como gobernante en lugar de Sobremonte, que se trasladaría a la Banda Oriental y luego sería depuesto como virrey, lo cual impulsaría los movimientos independentistas.

Revolución de Mayo

Al producirse la Revolución de Mayo el 25 de mayo de 1810, Córdoba fue el bastión inicial de la oposición realista liderada por Santiago de Liniers que organizó una contrarrevolución, aunque la población en general respaldaba a la revolución, lo cual llevaba a que el poder de su ejército se viera minado por deserciones y sabotajes.[8]​ Desde Buenos Aires y Santa Fe se enviaron tropas que acabarían derrotando y fusilando a casi todos los cabecillas en un sitio a orillas del ramal principal del Camino Real llamado Cabeza de Tigre cercano al fortín y posta de Cruz Alta. La lápida de los ajusticiados leía Clamor, en referencia a las letras iniciales de los apellidos de los fusilados: Concha, Liniers, Allende, Moreno, Orellana y Rodríguez. Sin embargo, a pesar de ser mencionado en la lápida Orellana no fue fusilado sino que se respetó su vida por su condición de obispo.

Años posteriores

En 1813 se creó la Intendencia de Cuyo y el general José de San Martín asumió el cargo de Gobernador, separándose del control cordobés, Mendoza, San Juan y San Luis. Aunque San Martín tenía como sede de gobierno para la provincia de Cuyo la ciudad de Mendoza, debido a sus problemas de salud, frecuentemente residía en la provincia de Córdoba, lo mismo que su esposa Remedios de Escalada y la hija de ambos, Mercedes.

En 1814 el gobernador José Javier Díaz integró Córdoba a la Liga del los Pueblos Libres como provincia federada. La Rioja, que formaba parte de la Intendencia de Córdoba del Tucumán, desconoció esta acción del gobernador manteniéndose temporalmente en forma autónoma. El 15 de diciembre de 1817 retornan al gobierno de Córdoba los partidarios (unitarios) del Directorio de Buenos Aires, volviendo La Rioja a la situación de tenencia de gobierno.

A partir de 1815 Córdoba se transforma en el centro geográfico de la contienda entre federales y unitarios; en efecto, para ese año la provincia de Córdoba es una de las constituyentes de la Unión de los Pueblos Libres (Liga Federal) que tenía como principal referente al oriental José Gervasio Artigas, sin embargo la actitud de los gobiernos federales (a diferencia de los de las otras provincias de dicha liga) cordobeses fue contemporizadora respecto al poder establecido en la ciudad de Buenos Aires, de modo que en 1816 la provincia de Córdoba participó del Congreso de Tucumán por el cual se proclamó definitivamente la independencia argentina, en efecto para tal Congreso la provincia de Córdoba envió tres diputados, los únicos federales que pudieron participar en el mismo: José Antonio Cabrera y Cabrera, Eduardo Pérez Bulnes y Jerónimo Salguero, sin embargo los dos primeros se negaron a continuar en el Congreso cuando éste fue trasladado a Buenos Aires. Córdoba junto a los otros estados históricos eran de hecho independientes y fueron predecesores de la Argentina, así formaban la Confederación Argentina, una federación de estados independientes que finalizó cuando Córdoba y el resto cedieron sus derechos para fundar una república federal.

Después del motín de Arequito el 5 de enero de 1820, el Cabildo de Córdoba depone al Gobernador-Intendente Dr. Manuel Antonio de Castro y declara la independencia federal de la provincia, nombrando al general Bustos, jefe de la sublevación de Arequito, Gobernador de la Provincia autónoma de Córdoba.

La Rioja se separó de Córdoba el 24 de enero de 1820, el coronel mayor Francisco Ortiz de Ocampo fue electo gobernador de esa nueva provincia.

Poco tiempo después el territorio de la provincia se transformó en campo de batalla entre los federales y la facción llamada de los unitarios, en ese período la provincia reforzó sus características paradojales, algunos de sus principales líderes se contaron entre los principales líderes de ambos bandos a escala nacional, destacándose las fuertes personalidades de Juan Bautista Bustos y la de su rival José María Paz.

Siglo XX

Imágenes del Cordobazo.

La prosperidad se incrementó al crearse el "Área Material Córdoba", emprendimiento del estado nacional que significó la instalación de la Fábrica Militar de aviones (desde los años treinta del s XX), automotores, tractores, material ferroviario, material aeroespacial etc. Entre las empresas estatales y mixtas del AMC se destacaron: Dinfia, IME, Materfer, IKA.

El 29 de mayo de 1969 tuvo lugar en la ciudad de Córdoba una gran protesta social conocida como Cordobazo. La misma ocurrió durante el gobierno de la Revolución Argentina, la cual se vio debilitada por el alzamiento popular. El Cordobazo comenzó con un conjunto de huelgas y asambleas más o menos organizadas, a las cuales se sumó una importante cantidad de personas autoconvocadas. Las multitudes se enfrentaron a la policía, lo cual llevó a la muerte del manifestante Máximo Mena, lo cual empeoró aún más la situación. Finalmente el gobierno de Onganía envió al ejército a reprimir las protestas. Sin embargo, esto debilitó a su gobierno y llevó a su destitución por parte de la Junta de Comandantes en Jefe de las fuerzas armadas, además de fortalecer a la dirigencia obrera.

El 18 de abril de 1983, el gobierno militar promulgó el Decreto-Ley N° 22.789, definiendo completamente la frontera con la provincia de Santiago del Estero.[9]​ Con la llegada de la democracia se eligió como gobernador al radical Eduardo Angeloz, quien fue reelecto en dos oportunidades y gobernó hasta 1995. En medio de numerosas protestas sociales entregó el poder anticipadamente a su sucesor, el radical Ramón Mestre. Mestre gobernó hasta 1999, año en que fue sucedido por el justicialista José Manuel de la Sota.

Corte de ruta de los productores agropecuarios sobre la Ruta Nacional 9, en jurisdicción de Oliva, provincia de Córdoba (cerca de Villa María).

Siglo XXI

En 1999 llega al cargo de Presidente de la Nación Argentina el cordobés Fernando de la Rúa, pero en 2001, ante la grave crisis socio económica del país, el 21 de diciembre de ese año renuncia.

En las elecciones de 2007 hubo resultados muy similares entre las fórmulas de Luis Juez y Juan Schiaretti, que incluyeron denuncias de fraude electoral. Finalmente la Justicia Electoral consideró que el ganador fue Schiaretti.[10]

Durante el año 2008 hubo cortes de ruta en Córdoba y otras provincias con motivo de un paro patronal agropecuario de los sectores de producción agrícola. Dicho tema motivó que el gobernador Schiaretti se distanciara de la presidenta Cristina Fernández.[11]

Primeras gobernaciones

En el mes de noviembre de 1813, por disposición de la Junta Central de Buenos Aires, la gobernación intendencia de Córdoba fue convertida en provincia, separándose de su jurisdicción a Mendoza, San Luís y San Juan, que pasaron a integrar la jurisdicción de Cuyo, a partir de allí los ciudadanos que se desempeñaron al frente del gobierno cordobés comienzan a recibir el título de gobernador. Desde este año, hasta 1852, Córdoba enfrentó cambios de mandatos continuos, y estos cambios de gobernadores ocurrían durante un entorno turbio en la historia Argentina en sí, generando que en casi cuarenta años pasaran 14 gobernadores.[12]

Brigadier Francisco Xavier de Viana

Primer gobernador de la provincia de Córdoba que gobernó desde el 04 de junio de 1813 hasta el 1 de febrero de 1814, cuando fue promovido a secretario de Estado en el Departamento de Guerra del Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas.

Su gobierno se caracterizó por las rivalidades que surgieron entre el centralismo porteño, representado por su persona y el autonomismo provincial representado en el cabildo cordobés. Esta situación lo motivó al gobernador a crear el cargo de Jefe de Policía, que desempeñaría una persona de su confianza, encargado de mantener el orden, función que recaía en el Alguacil Mayor del Cabildo.

La labor de esta persona se recompensaría con el pago de un sueldo que se obtenía del impuesto que se cobraba a las carretas que circulaban por el centro de la ciudad, siendo el primero en desempeñar el cargo el Gral. Pedro Nolasco Grimau, que además desempeñaba la función de gobernador sustituto cada vez que la máxima autoridad provincial salía de campaña al interior provincial.

General Francisco Antonio Ortiz de Ocampo

Asume el cargo el 1 de febrero de 1814, desarrollando un gobierno centralista, situación que lo llevo a tener que enfrentarse contra el General José Gervasio Artigas que se estaba imponiendo en el interior del territorio argentino.

La situación volvió a los canales normales cuando éste fue nombrado gobernador intendente de La Plata el 4 de junio de 1814 y Artigas impuso al frente del gobierno cordobés a una persona bajo su protectorado.

Coronel José Javier Díaz

Asumió el cargo de gobernador de Córdoba el 1 de julio de 1814 bajo el protectorado de Artigas, teniendo que hacer frente a la división que se produjo en el bando autonomista, de los cuales surgieron los autonomistas representados por el gobernador y por otro lado los artiguistas representados por el coronel Juan Pablo Bulnes, yerno de Díaz, que aspiraba a la tutela del caudillo oriental.

Por esa época se recibió la invitación para enviar diputados hacia Tucumán, situación a la cual se oponía Artigas y por consiguiente Bulnes pero la cual aceptó el gobernador que acató la medida. El 18 de septiembre de 1816 Bulnes encabezó un movimiento popular que derrocó a Díaz y le permitió tomar el gobierno.

Coronel Juan Pablo Bulnes

Asumió el gobierno de manera dictatorial el día 18 de septiembre de 1816 y permaneció en él sólo dos días, hasta el 21 de septiembre, cuando fue detenido por fuerzas enviadas por el gobierno central de Buenos Aires que restituyó en el poder a José Javier Díaz.

Ambrosio Funes

Después de retornar al gobierno provincial; Díaz debió hacer frente a la situación social que no era lo de mejor, esto lo llevó a renunciar a su cargo y en su lugar fue nombrado gobernador de Córdoba Ambrosio Funes, por ser hermano del Deán Gregorio Funes, quien asumió el 19 de diciembre de 1816.

Su gobierno fue provisto, por parte del Congreso de Tucumán, de facultades extraordinarias debido a la grave situación que reinaba en la provincia, debido a que Bulnes no desistía de su actitud y encabezó un nuevo levantamiento que terminó con su detención y posterior fusilamiento.

La debilidad del gobernador era tan marcada que la situación la dejo al descubierto, motivo por el cual el Director Supremo Martín de Pueyrredón lo destituyó del cargo.

Manuel Antonio Castro

Gobernó desde el 12 de marzo de 1817 aplicando violencia para poder consolidarse en el poder, sancionado una constitución de carácter unitario que produjo un descontento general en la provincia y las montoneras federales se lanzaron y amenazaron a Buenos Aires desde todas partes.

El retorno de José Javier Díaz

Asume en calidad de interino hasta que el 19 de enero de 1820 cuando se hace cargo efectivo, pero ante la presión que Bustos ejercía hacia la ciudad con la parte del Ejército bajo su mando, este renunció al cargo once días después, el 30 de enero de 1820, permitiendo la entrada triunfal de Juan Bautista Bustos a la ciudad de Córdoba.

Brigadier General Juan Bautista Bustos

Juan Bautista Bustos.

Ingresa a Córdoba el 30 de enero de 1820 haciéndose cargo del gobierno de manera provisional hasta que fue confirmado como gobernador el 20 de marzo de ese mismo año. El gobierno que aplicó fue sobre bases firmes tendientes a organizar la provincia: • El 30 de enero de 1821 sancionó el Reglamento Provisorio de la Provincia para el régimen de las Autoridades de Ella, considerado la primera Constitución cordobesa, donde se establecía el catolicismo como religión del Estado cordobés; el voto universal, el funcionamiento de la cámara de Representantes y de la Cámara de Senadores y el período gubernativo de cuatro años, castigos por medio de latigazos a quienes delinquían. • Organizó la justicia provincial y las milicias. • Fomentó la población rural creando los departamentos de Ischilín, Tercero Arriba y Sobremonte. El 14 de marzo de 1825 se convoca a los Representantes para designar nuevo gobernador, encontrándose disputando la primera agistratura contra el Coronel Julián Martínez, quien le ganó por cuatro votos sobre tres, situación por la cual, al momento de tomar juramento al ganador, los seguidores de Bustos presentaron un petitorio declarando disuelta la Sala de Representantes y le encomendaron a su líder el ejercicio provisorio de los tres poderes hasta la reunión de la nueva Asamblea que tuvo lugar en el mes de abril de ese año, ratificando a Bustos para un nuevo mandato. El segundo mandato de Bustos finalizó después de la derrota infligida por el general José María Paz y Haedo en la Batalla de San Roque el 22 de abril de 1829.

General José María Paz y Haedo

José María Paz.

Se hace cargo del gobierno cordobés desde el 23 de abril de 1829. Aplicó un gobierno con mano dura teniendo que hacer frente a la inquietud que generaban los movimientos que organizaba Bustos en las afueras de la ciudad para hacerse nuevamente del poder, recibiendo el apoyo del general Facundo Quiroga que bajada desde la provincia de La Rioja azotando la zona norte de la provincia.

El 22 de junio de ese año, los bandos se enfrentaron en la Batalla de La Tablada en donde el ejército federal de Bustos y Quiroga resulta diezmado por las fuerzas unitarias del General Paz que se encontraban comandadas por los generales Juan Esteban Pedernera y Juan Pascual Pringles. Con el objeto de pacificar la zona oeste de Córdoba, donde se ubicaban focos rebeldes de seguidores de Bustos, Pedernera y Pringles avanzaron al frente de las fuerzas unitarias logrando detener a los insurgentes a quienes fusilaron y cometieron todo tipo de desmanes y abusos en nombre de la Liga Unitaria.

General José Vicente Reynafé

Asumió la gobernación de la Provincia el 5 de agosto de 1831, ejerciendo un gobierno compartido con sus cuatro hermanos a quien consultaba permanentemente.

Una de sus primeras medidas fue dejar sin efecto lo dispuesto por el general Paz y le devolvió a Juan Manuel de Rosas el manejo de las Relaciones Exteriores y de guerra de la Confederación Argentina. Debió afrontar una revolución encabezada por los hijos de Bustos y el coronel Juan Pablo Bulnes, logrando sofocarla.

Una segunda revolución fue dirigida por el general José Ruiz Huidobro, amigo y seguidor de Quiroga, la cual fue derrotada por Francisco Reinafé, esto motivó que los hermanos del gobernador tomaran a Quiroga como su enemigo personal.

En diciembre de 1834, Manuel Vicente Maza, gobernador de la provincia de Buenos Aires, envió a Quiroga a pacificar las provincias del norte, donde había estallado una guerra civil. El gobernador junto con su hermano Francisco se entrevistaron en Santa Fe con Estanislao López y al regresar, Guillermo Reinafé ordenó al capitán Santos Pérez matar a Quiroga, orden que se cumplió en Barranca Yaco en febrero de 1835.

El gobernador culpó directamente al caudillo santiagueño Juan Felipe Ibarra, pero los sobrevivientes de la masacre denunciaron que el autor era Pérez. Al culminar su mandato José Vicente hizo elegir en su lugar a Pedro Nolasco Rodríguez, que defendió como pudo a los Reinafé en un juicio que los declaró inocentes.

Al ver que la situación no calmaba los ánimos, el general Rosas ordenó que comparecieran ante un tribunal nacional en Buenos Aires, motivo por el cual Francisco Reinafé huyó a Uruguay. José Antonio intentó huir a Bolivia pero fue capturado. El ex gobernador y Guillermo, junto con Santos Pérez, fueron enviados presos a Buenos Aires, donde fueron sometidos a un juicio que duró dos años; fueron condenados a muerte y sus bienes confiscados.

José Antonio murió en la cárcel, pero Pérez y los dos hermanos restantes sufrieron la sentencia a fines el 25 de octubre de 1837. El último hermano, Francisco, murió en 1840, peleando junto a Mariano Vera, antecesor de Estanislao López en el gobierno, contra su hermano y sucesor, Juan Pablo López.

General Sixto Casanovas

Asumió el mando el 27 de octubre de 1835, después de que nadie quería hacerse cargo de la función de gobernador, pero no fue aceptado por los gobernadores federales como Rosas, Echagüe y López. Fue el encargado de capturar a Santos Pérez a quien dejó escapar y renunció a su cargo el 17 de noviembre de ese año, quedando el mando de su regimiento.

General Manuel Quebracho López

Arribó a la ciudad de Córdoba ese mismo día, momento en el cual la Legislatura le otorga el cargo de manera interina hasta el 30 de marzo de 1836 que es nombrado de manera titular.

Realizó varias salidas al interior provincial donde logró un tratado de paz con algunas tribus indígenas, pero masacró a una tribu que no quiso pactar y debió afrontar varios ataques de los Ranqueles.

Aseguró la educación primaria obligatoria en el interior provincial y aunque las relaciones con la iglesia nunca fueron buenas permitió el ingreso de los jesuitas y les devolvió una iglesia y el colegio que tenían en la ciudad, cerré el seminario y transformó la sede en casa de gobierno.

La persecución aplicada a los unitarios fue muy intensa, encarcelándolos con cualquier excusa y prohibiéndoles el ejercicio de cargos públicos, enfrentando a sus enemigos con demasiada crueldad.

El 30 de junio de 1840 asume su segundo mandato, debiendo hacer frente a la revolución encabezada por Sixto Casanovas e integrantes de la Asociación de Mayo. López partió hacia el sudeste de la provincia, a frenar una posible invasión del General Juan Lavalle, que venía desde Buenos Aires después de su fallida invasión; en ese momento avanza desde La Rioja el general Gregorio Aráoz de Lamadrid y logra tomar la ciudad el 10 de octubre de 1840 instalando en el gobierno al coronel José Francisco Álvarez.

Cuando Lamadrid dirigió la retirada hacia el norte, López recupera Córdoba realiza una persecución de sus enemigos, asesinando a varios de ellos y después de la derrota de Lavalle y Lamadrid, apoyó la campaña que el General Oribe realizó sobre Santa Fe.

Durante su segundo mandato fundó el pueblo de Achiras, creó el cementerio San Jerónimo en la capital y reabrió la Casa de la Moneda, donde acuñó una escasa cantidad de dinero. En 1847 reformó la Constitución provincial dándole más poder al Ejecutivo. Expulsó a los jesuitas y sostuvo con fondos provinciales a la Iglesia y sancionó un Código Constitucional provisorio de la provincia de Córdoba.

En 1851, cuando el general Justo José de Urquiza se pronunció en contra de Rosas fusiló a varios opositores solo por sospechas y cuando se encontraba en viaje hacia la frontera con Santa Fe para ayudar a Rosas, se enteró del triunfo de Urquiza en Caseros.

Teniente General José Victorio López

El 16 de abril de 1852, se hace cargo de la gobernación de Córdoba, dejado por su padre después de no lograr llegar a ser aceptado por Urquiza. Queriendo darle una nueva orientación al gobierno cordobés y por consejos de Bernando de Irigoyen, nombró como ministro general a Alejo Carmen.

La situación social no cambió y el 27 de abril se produjo un levantamiento cívico militar encabezado por el general Ángel Pizarro, que destituyó el régimen de los López e impuso en el gobierno de la provincia a Carmen Guzmán.

Teniente General Alejo Carmen Guzmán

Fue nombrado gobernador de la provincia ese mismo día, arrestando y enjuiciando a López y su hijo, pero cuando el juzgado le confiscó sus bienes revocó la medida, debiendo hacer frente a una sublevación del mismo López.

Apoyó la política del entonces presidente Justo José de Urquiza entregando el gobierno a Roque Ferreyra en 1855 y continuando como jefe del partido federal de Córdoba.

Símbolos

Bandera

Bandera de la Provincia.

A mediados de 2010, y con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la República Argentina, el Gobierno de la Provincia de Córdoba lanza el proyecto para crear la bandera provincial, el 16 de diciembre de ese mismo año se dio a conocer públicamente y el 29 de diciembre fue enarbolada por primera vez, hecho que tuvo lugar junto al monumento a Juan Bautista Bustos en la ciudad de Córdoba. La insignia provincial, adoptada como oficial por Ley Nº 9.806, fue creada y diseñada por Cristian Baquero Lazcano del INARCE (Instituto Argentino de Ceremonial y Relaciones Públicas), institución ganadora del concurso “Buscando la Bandera de la Provincia de Córdoba” que contuvo más de 750 trabajos evaluados por un jurado de idóneos en la materia y especialistas en historia provincial. Por unanimidad, la Legislatura Provincial instituyó, mediante Ley Nº 9.989, el 18 de septiembre como el "Día de la Bandera de la Provincia de Córdoba", en conmemoración del fallecimiento del Brigadier General Juan Bautista Bustos, primer gobernador constitucional de la provincia.

La Bandera es de forma rectangular, consta de tres franjas verticales proporcionales de color rojo (representa la sangre vertida y el federalismo abrazado por Córdoba), blanco (se refiere a la identidad de un pueblo formado por numerosas corrientes migratorias) y celeste (que recuerda a la bandera nacional, los aportes a la independencia nacional y los cursos de agua que recorren nuestro suelo) cumpliendo el doble propósito de rescatar los colores empleados por Artigas y ser compatibles con las de las otras dos provincias de la Región Centro: Entre Ríos y Santa Fe, simbolizando, de esta manera, la vocación integradora del área. Contiene además la silueta del “sol jesuita” que con sus 32 rayos -16 rectos y 16 ondulados- dispuestos alternadamente, coinciden desde los gráfico con el “sol inca o sol de mayo” presente en la bandera nacional y busca reflejar la importancia política, social, cultural, educativa y religiosa que los jesuitas dieron a lo largo de la historia de Córdoba, dejando un legado patrimonial que ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Escudo

Escudo.

El escudo de la Provincia de Córdoba, fue diseñado en 1573 por el escribano Francisco de Torres, a quien Jerónimo Luis de Cabrera instruyó para que plasmara en el Acta Fundacional el dibujo de un escudo de armas para la ciudad de Córdoba.

Se ha polemizado a cerca de los elementos elegidos: sobre un campo de gules (rojo) que ocupa los dos tercios superiores “un castillo de color argén o plata (blanco) con siete banderas argentinas puestas en lo alto de él, que simbolizaba el fuerte que fue sinónimo de la ciudad por unos años y al pie de dicho castillo dos ríos caudales puestos uno delante del otro, refiriéndose, uno al Primero (Suquía), mientras que el restante generó la controversia de si se relacionaba al Segundo (Xanaes) o al Tercero (Ctalamochita).

La existencia de las siete banderas que hasta 1812 eran las españolas coloniales, ha sido una incógnita, por un lado se decía que significaba las siete ciudades que se habían fundado hasta esa fecha en el noroeste y la otra presupone algún origen en otros escudos españoles; y finalmente también se conjetura sobre el origen judío de la madre del fundador y un probable homenaje de éste hacia ella, porque el siete es un número cabalístico ligado a la cultura hebrea.

Referencias

  1. Diego de Rojas, por Andrés Mendieta
  2. Jerónimo Luis de Cabrera
  3. Córdoba: Historia de la ciudad y leyendas de la zona
  4. Jorge Ezequiel Sánchez, José Antonio Alemán, Alejandro Prosdocimi, ed. (28). Atlas Total de la República Argentina 1. Bs.As: Arte Gráfico editorial Argentino. p. 105. ISBN 9789870700869. 
  5. Provincias de Nuestra Patria
  6. Agencia Córdoba Turismo
  7. Dos sitios Argentinos, patrimonio mundial
  8. Luna, Félix (agosto de 2004). «El Enemigo - La contrarrevolución». En La Nación, ed. Grandes protagonistas de la Historia Argentina - Mariano Moreno (1 edición). Buenos Aires: Planeta. p. 108. ISBN 950-49-1248-6. 
  9. Dirección Gral. de Catastro de la Provincia de Santiago del Estero - Ministerio De Economía
  10. Proclaman gobernador a Schiaretti
  11. Crece la disidencia dentro del PJ por el documento contra el agro
  12. Hisotria de Córdoba. Dirección de Formación Profesional de la Policía de la Provincia de Córdoba