Tipo XXI

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El estallido de la Segunda Guerra Mundial, el 3 de septiembre de 1939, sorprendió plenamente a las fuerzas submarinas del III Reich, que apenas se encontraban listas para entrar en acción. Hitler había afirmado que al menos hasta el año 1944 no necesitaría apoyarse en las fuerzas armadas para conseguir sus objetivos políticos, y esa confianza en sus palabras había retrasado de forma ostensible el rearme naval (Plan "Z"), que preveía la construcción de una enorme flota disuasoria, en la que no podían faltar 233 sumergibles en sus versiones costera y oceánica.

Así, cuando se iniciaron las hostilidades, los alemanes contaban con una flota submarina muy modesta, compuesta por 63 sumergibles (2 unidades del tipo I-A, 18 del tipo II-B, 6 del tipo II-A, 8 del tipo II-C, 10 del VII-A, 11 del VII-B y 8 del tipo IX-A), de los cuales apenas 46 estaban dispuestos para entrar en combate, y de éstos, sólo 22 eran del tipo oceánico, imprescindibles para operaciones en alta mar.


Planos del proyecto U-Boot Tipo XXI.

Primeras operaciones submarinas

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Los 'U-Boote', causaron grandes pérdidas a la navegación marítima inglesa; sobre sus hombros descansó la guerra naval.

Con estas pocas unidades, apenas 15.000 toneladas de sumergibles, el mando submarino debía enfrentarse a la mayor potencia naval del momento, Gran Bretaña. Las primeras escaramuzas comenzaron de forma inmediata, siendo el buque británico "Athenia", con 13.581 toneladas de registro bruto, la primera víctima de esta guerra. Su verdugo, el comandante Lemp, del "U-30", no dudó en despacharlo tan pronto como lo tuvo al alcance de sus torpedos el 3 de septiembre, es decir, el mismo día en que se abrieron las hostilidades. Aquel sería el primero de los más de 2.800 buques hundidos por los germanos durante la Segunda Guerra Mundial, con más de 14.5 millones de toneladas.

Los primeros meses de guerra, y los últimos de 1939, finalizaron con un total de 114 buques aliados mandados a pique (entre ellos, el portaaviones inglés "Courageous" y el acorazado "Royal Oak", por el "U-29" de Schuhardt y el "U-47" de Prien, respectivamente) y con la pérdida de 9 sumergibles alemanes.


Los diez ases alemanes de la guerra submarina


Durante los meses siguientes la guerra continuó de forma progresiva y cada vez más despiadada, con el resultado de nuevos hundimientos y frágiles intentos aliados de desmembrar el sistema operativo germano, sin conseguirlo. Los años 1940 y 1941, fueron favorables para el arma submarina alemana, que fue capaz de "poner a remojo" a 471 y 432 buques aliados, respectivamente (entre ellos, el inglés "Empress of Britain" de 42.384 trb, a cargo del "U-32" de Jenisch, y el crucero "Dunedin", de 4.850 toneladas de registro bruto, por el "U-124" de Mohr), lamentando por su parte, la pérdida de 22 y 35 unidades (el "U-1", del tipo II-A y primer sumergible construido tras la Primera Guerra Mundial, fue hundido el 15 de abril de 1940 por el también sumergible inglés "Porpoise", hundimiento en el que pereció su comandante, el capitán, de corbeta Deecke).

En 1940 se inició lentamente la Batalla del Atlántico, en la que cobrarían reputación los famosos "ases" Endras ("U-46"), Kretschmer ("U-99"), Prien ("U-47"), Schepke ("U-100") y Frauenheim ("U-101). Ese año Hitler levantó todas las restricciones en la construcción de nuevos sumergibles.

Si 1941, se caracterizó por superar por segundo año consecutivo los 2 millones de toneladas hundidas, también supuso un duro golpe para el arma submarina alemana, que vio como sus mejores comandantes, los "ases" que habían triunfado en la lucha en el Atlántico, dejaban de existir al ser destruidos sus buques.


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Planos de U-Boot Tipo XXI.

Estas pérdidas eran debidas a la mejora de los medios de detección y destrucción de los aliados, así como a la ayuda que Estados Unidos prestaba de forma abierta a Gran Bretaña, violando así la Ley de Neutralidad (aún así, fueron hundidos en el Mediterráneo el portaaviones inglés "Ark Royal" y el acorazado de la misma nacionalidad "Barham", por Guggenberger del "U-81" y Tiesenhausen del "U-331", respectivamente).

El tonelaje hundido durante el año 1942, alcanzó los 6 millones de toneladas (más de 1.110 buques) y costó a las fuerzas submarinas la pérdida de 87 unidades con cerca de 4.000 hombres.

Durante 1943, las cifras de pérdidas de sumergibles (fueron 237) alcanzó ya niveles inaceptables para el mando, sobre todo teniendo en cuenta el relativamente corto número de unidades que entraban en servicio (sólo 283). Estas bajas, insustituibles sobre todo en la calidad y experiencia de sus tripulaciones, fueron debidas al incremento de las fuerzas antisubmarinas aliadas, y a la mejora de sus medios.

También tuvo influencia negativa en el desarrollo del conflicto, el quebrantamiento del sistema de comunicaciones alemán basado en la máquina cifradora "Enigma", que permitió conocer de antemano las posiciones y los futuros movimientos de los sumergibles germanos, obtenido gracias a la captura de varias máquinas y códigos en sumergibles rendidos ("U-33" el 12 de febrero de 1940, "U-110" en mayo de 1941, "U-559" el 30 de octubre de 1942 así como algún otro buque menor de superficie).

Aún así, los "lobos grises" del almirante Karl Doenitz mandaron al abismo a 488 buques, con más de 2 millones y medio de toneladas de registro bruto.

En la primavera de 1945, la Segunda Guerra Mundial se acerca a su fin a pasos agigantados. Los germanos han tenido ocasión de emplear nuevas armas, pero su situación militar general es sumamente precaria como para que aquellas armas puedan decidir por sí solas. El mariscal Montgomery, a pesar de la situación general, pretendía alcanzar lo más antes posible, los puertos y astilleros navales alemanes. Inglaterra se había informado, por diversos medios, de la gran actividad de esos astilleros: son submarinos lo que aquí se construyen, pero no los antiguos sumergibles que han infringido graves daños a la navegación aliada en 1941 y 1942, y que a partir de mayo de 1943, localizados por el radar, trasformados a los cazadores en cazados.

Antecedentes

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Plano de detalle de una pieza del U-Boot Tipo XXI.

A fines de noviembre de 1942, el Estado Mayor General de la Marina envía a tres de sus ingenieros a París a entrevistarse con el almirante Karl Dönitz. Durante aquella entrevista Dönitz, les explica la situación del arma submarina:

“He aquí nuestra lista de pérdidas. Éstas se han elevado de 24 buques en 1940 a 33 en 1941. Durante el primer semestre de 1942 dichas cifras se han mantenido entre límites muy aceptables si se considera el constante aumento de los submarinos empleados en las operaciones. Pero observen como, a partir de entonces, la curva asciende rápidamente. Julio de 1942, 9 submarinos perdidos; agosto, 12; setiembre, 9; octubre, 14. A este último número se había llegado en noviembre, aún faltando días para terminar el mes. El 80% de esas pérdidas se producen en la superficie. Nuestros barcos, señores, no son verdaderos submarinos: eso lo saben muy bien ustedes como yo. Y es preciso que lleguen a serlo. No puedo esperar a la terminación de la turbina Walther”.
Karl Dönitz#GGC11C

Los ingenieros informan a Dönitz que están trabajando en una nueva nave mucho más grande, dotado de baterías más potentes y un casco más estudiado hidrodinámicamente, proporcionándole cualidades en inmersión a costa de las pudiera tener en superficie.

En el mes de mayo de 1943, cuando el Gran Almirante convoca en Berlín a los altos mandos de la marina y técnicos a fin de ponerles al corriente de la terrible eficacia de la defensa antisubmarina de los aliados, les hace entender que el “Metox” a pesar de su potencial eficacia, no les iba a devolver a los U-Boote su decisivo valor, ya que el radar aliado no sólo les avisa de la presencia de los U-Boote, sino que además les da ubicación precisa y distancias, de modo que pueden dirigirse sobre ellos con precisión, sorprenderlos y destruirlos.

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Plano de detalle de una sección de la torreta del U-Boot Tipo XXI.

Averiguado el secreto del radar y descubierta la longitud de onda en que opera y su funcionamiento, proporciona a los submarinos, la posibilidad de saber que han sido detectados y de salvarse de la sorpresa buscando las profundidades del mar. El sólo hecho de sumergirse les quita de casi todo su valor ofensivo, ya que en inmersión, son lentos, ciegos y torpes en sus movimientos. En teoría, sus motores pueden proporcionarles una velocidad de 7 nudos, pero sólo durante una hora, y al cabo de ella, la batería se encuentra totalmente descargada. No hay ningún comandante que se atreva a sostener esa velocidad durante cuarenta minutos. Lo normal es que navegue a 2, 3 o a lo sumo 4 nudos, lo que le quita la posibilidad de alcanzar una posición de lanzamiento favorable. En un convoy a pesar que las normas dictan que deben regular su velocidad a la del más lento, ésta nunca baja de 7 a 10 nudos. La realidad de las cosas es que los U-Boote, son armas que deben atacar en superficie y sumergirse sólo ocasionalmente. La defensa antisubmarina aliada es tan efectiva, que ahora la inmersión de los U-Boote no es ya accidental, sino casi permanente, y por tanto, son eliminados casi por completo de la superficie.

Desde hace meses se presagia su perfeccionamiento. Ni Dönitz ni su Estado Mayor, se sorprenden, cuando en mayo de 1943, son destruidos 43 submarinos. También saben que al esfuerzo de poner en combate naves más efectivas corresponde una contraparte aliada de perfeccionar sus sistemas de alerta y destrucción, para alejar el peligro. Cuando en junio de 1943 le son presentados los planos, Dönitz informa que la guerra submarina se halla paralizada. La defensa del enemigo la supera. La construcción del nuevo submarino, denominado elektro-boote o “Tipo XXI”, es urgente. El nuevo tipo de impulsión eléctrica, debe alcanzar en inmersión la increíble velocidad de 17 nudos. Pero aún está en planos: no hay ninguna orden de desarrollarlos. Si se da la orden, los ingenieros estiman que los primeros buques podrán entrar en servicio a fines de 1944. A pesar que Dönitz tiene todo en contra, se ve obligado a mantener sus submarinos en alta mar, ya que ello distrae gran cantidad de aviones de los aliados que de estar libre se utilizaría en la ofensiva aérea contra Alemania.

Pero nadie espera la entrada en servicio de los submarinos del “Tipo XXI” con los brazos cruzados; incluso se introdujo un dispositivo descubierto en algunos sumergibles polacos, que permitía navegar con los diesel en inmersión, el schnorkel. Este aparato les permite cargar sus baterías sin salir a la superficie, pero no acaba con el mayor defecto de los submarinos en inmersión: su escasa velocidad.

Características

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Planos de U-Boot antecesores del Tipo XXI.

Aunque los diseños VII y IX habían demostrado estar superados, finalmente se decidió continuar con la fabricación del tipo VII, para evitar el vacío que dejaban las pérdidas causadas por los aliados, a la vez que se comenzaba la construcción del nuevo submarino.

Como el tiempo apremiaba, se utilizó el proyecto del tipo XVIII, en principio destinado a ser propulsado por un motor de ciclo cerrado tipo Walter, si bien empleando el enorme depósito inferior destinado al combustible “Ingolín”, para ubicar en el mismo una enorme cantidad de baterías capaces de mover a una alta velocidad bajo el agua al submarino.

El resultado de dicha transformación se plasmó en el nuevo tipo XXI. Se trataba de un submarino del tipo medio, tanto por su desplazamiento como por sus dimensiones, diseñado por el ingeniero Heep (creador junto a su equipo del tipo XVIII) y por el jefe de construcciones navales del departamento KIIU del O.K.M, ingeniero Heinrich Oelfken.

Desplazaba 1.610,2 toneladas en superficie y 1.833 en inmersión, distribuidas de la siguiente manera:

  • Casco resistente: 241,4 toneladas
  • Forro, cubierta y tanques internos: 75,4 toneladas
  • Casco exterior: 219,5 toneladas
  • Torreta: 10,6 toneladas
  • Otros: 27,0 toneladas
  • Estructura y casco: 573,9 toneladas
  • Motores diésel: 64,8 toneladas
  • Eje, transmisiones y hélices: 37,4 toneladas
  • Instalación eléctrica: 40,9 toneladas
  • Sistema de baterías: 238,8 toneladas
  • Otros: 1,0 toneladas
  • Sistemas auxiliares: 78,7 toneladas
  • Agua, aceite y aire para motores: 12,1 toneladas
  • Recambios para motores: 10,0 toneladas
  • Maquinaria total: 482,8 toneladas
  • Armamento: 75,1 toneladas
  • Fuel Oil: 231,1 toneladas
  • Aceite de motor: 9,4 toneladas
  • Otras reservas: 58,2 toneladas
  • Lastre: 107,1 toneladas (6,8% del peso total)
  • TOTAL: 1.610,2 toneladas
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Aspecto externo de la torreta del "U-2540", U-Boot Tipo XXI.

El nuevo diseño tenía una eslora total de 76,70 metros (9 metros más largo que el antiguo tipo VII-C, caballo de batalla del arma submarina y de un tamaño similar al tipo IX-A), 5,60 metros de manga, 7,70 metros desde la cubierta hasta la quilla y un calado de 6,86 metros. La altura total desde la parte superior de la vela a la quilla era de 11,344 metros.

Sobre la cubierta se alzaba una torreta de forma hidrodinámica de 3,644 metros de altura, 2,400 de anchura y 14,700 metros de longitud que servía de soporte y de proa a popa a los siguientes elementos: torreta antiaérea de proa, hidrófono horizontal GHG, dipolo VHF FuMO 65 o radar aéreo extensible, aro localizador aéreo o FPR (de 1,3 metros de altura y 80 cm de diámetro), periscopio de navegación (de 6,580 metros de longitud extendido), periscopio de ataque, radar aéreo "Hohentwiel U", schnorkel (de 6,5 metros de longitud extendido), este último recubierto de materia absorbente de ondas de radar y con el detector aéreo FuMB "Bali" situado sobre el mismo, y torreta antiaérea de popa. La disposición sobre la vela podía variar conforme se iban reformando los planos debido a la introducción de mejoras en los nuevos tipos de sensores.

El submarino poseía en su proa dos hidroplanos estabilizadores retraibles de 3,205 metros de longitud y 1,20 de anchura capaz de girar hasta 30 grados arriba y abajo facilitando la inmersión y emersión del buque, y en su popa otros dos estabilizadores fijos en forma de flecha de 5 metros de longitud máxima y 3,2 metros de anchura.

En dichos estabilizadores de popa se encontraban situadas las dos hélices de 3 palas, 2,150 metros de diámetro, 850 kilogramos de peso y cuyos ejes estaban inclinados 3º 12´ hacia las bandas, girando la de babor hacia la izquierda y la de estribor hacia la derecha. Frente a cada hélice se situaba un timón de profundidad de 1,497 metros de anchura y 2 metros de longitud capaz de girar 30 grados en cada sentido. El diseño disponía de un único timón de 2,60 metros de altura y 3,10 de longitud con capacidad de girar hasta 35 grados a babor y estribor (en unas pruebas efectuadas en inmersión con una de las hélices detenidas, y el timón a 25 grados, se consiguió hacer girar el submarino en sólo 365 metros, si bien lo normal era entre 420 y 450 metros con ambas hélices, y entre 800-1000 metros en superficie).

La primera innovación que poseía el submarino tipo XXI con relación a los anteriores diseños de sumergibles, era la supresión del cañón de cubierta (el principal medio de ataque de un submarino debe de estar bajo el mar, no sobre él, habían dicho sus constructores), mejorando la línea hidrodinámica y ganando con ello reducción en su grado de rumorosidad, y por lo tanto aumentando su discreción y dificultando la localización por parte de los buques enemigos de superficie.

Suprimiendo protuberancias innecesarias se obtendría una mejora del perfil, y con ello sería posible incrementar la velocidad para poder aventajar a las unidades de escolta de superficie, con lo que el nuevo submarino dejaría de ser el "viejo cazador pasivo" y pasaría a convertirse en un nuevo y agresivo "depredador de buques".

Armamento

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Sala de torpedos de proa del U-Boot Tipo XXI del "U-2540". Nótese los tubos lanzatorpedos de 533 mm.

El armamento ofensivo lo formaban seis tubos lanzatorpedos de 533 mm, todos a proa, cuyo eje se encontraba inclinado hacia abajo aproximadamente 2 grados con relación al eje longitudinal de la nave. Los tubos, tres a babor y tres a estribor, se encontraban separados 1.250 milímetros entre centros, siendo la distancia entre centros de los tubos superpuestos de 975 milímetros.

Los diseñadores habían perfeccionado el sistema de recarga de torpedos situando las "anguilas" de respeto suspendidas frente a los tubos, empleando asimismo un revolucionario sistema hidráulico, que permitía la recarga total en la mitad del tiempo necesario para recargar uno sólo de los torpedos de los modelos tradicionales, siendo capaz poner en el agua hasta 18 torpedos en el tiempo récord de 30 minutos.

La dotación normal era de 23 torpedos (17 estibados frente a los tubos y 6 situados en los mismos listos para ser lanzados) de los nuevos tipos G7e, en sus dos versiones, "Geier" (buitre) de localización acústica. y "Lerche" (alondra), filodirigido, que podían ser sustituidos por minas, llevando así una carga de 17 torpedos y 12 minas.

Como único armamento defensivo se les pensó dotar de 4 cañones antiaéreos de 30 mm Flak 103/38 y 3.540 disparos como dotación por caña (aunque debido a la tardanza en manufacturar el tipo previsto le fueron instalados 4 cañones gemelos de 20 mm, normalizados en el ejército alemán, con una cadencia de tiro máximo de 480 disparos por minuto -220 en tiro continuado- y una dotación de 16.000 cartuchos en total, situados en sendos contenedores herméticos localizados bajo cada torreta), instalados en dos torres hidrodinámicas (de 3.600 kilogramos de peso cada una) y montajes dobles LM44U, situadas a proa y popa de la vela, separadas 8 metros entre sí, y cuya función sería más que nada de autodefensa frente a su primordial enemigo, el avión cazasubmarino.

Para garantizar la máxima cobertura, los cañones podían girar 240 grados, 120º a cada lado, con un ángulo de elevación desde -5º hasta +45º de altura, con un ratio de 30 a 60 grados por segundo en elevación y de sólo 30 grados por segundo en giro, y con un alcance máximo de 4.900 metros -en tiro de 45º-, y de 3.700 metros en tiro antiaéreo -a 85º-.

Además, cada submarino llevaba como dotación de seguridad 1 subfusil MP-40 de 9 mm con 1.400 cartuchos y 10 pistolas Mauser de calibre 7,65 mm con 650 cartuchos en total.

Para luchar contra ataques procedentes desde el aire, aparte de la instalación de armamento antiaéreo, se había mejorado la rapidez de inmersión desde la cota cero, siendo el tiempo de respuesta del orden de tan sólo 18-20 segundos (el récord estaba en 13 segundos), casi la mitad que los tipos tradicionales, con lo cual se garantizaba la pronta desaparición de la superficie.

El casco resistente, fabricado en acero naval St52 (compuesto por 1,6% de manganeso y 0,16% de carbono) fue mejorado con relación a tipos anteriores permitiendo alcanzar con seguridad una mayor cota de profundidad, del orden de 220 metros, aunque se estima en 330 metros la profundidad de fractura, desconociéndose con exactitud la verdadera profundidad que podía llegar a alcanzar (como simple curiosidad decir que el reloj profundímetro del "U-3001", por ejemplo, tenía una escala graduada hasta los 400 metros).

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Interior del U-Boot "U-2540" único submarino de Tipo XXI, a flote hoy en día.

El grosor del mismo dependía de la zona a proteger, alcanzando los 40 milímetros en la torreta, de 26 a 18 en la parte superior de la zona de control y alojamientos de proa y popa, entre 12 y 18 en la zona de baterías de proa, 16 milímetros en los mamparos internos, 40 en la quilla ó 50 en la zona de cierre de los torpedos. Un verdadero búnker si lo comparamos con los entre 4 y 8 milímetros del forro exterior que le daba forma a las líneas del submarino.

La longitud total de dicho casco resistente era de 58,90 metros, 17,80 metros menos que la eslora total del buque. En la zona VI (alojamiento delantero y zona de baterías), la sección era similar a un 8, es decir dos círculos superpuestos, el superior con un diámetro de 5,300 metros conteniendo los alojamientos de proa y el inferior de 3,536 metros donde se situaban las baterías.

En la torreta el casco resistente era de forma elíptica, teniendo una altura de 2,350 metros, una longitud máxima de 3,540 metros y una anchura de 2,160 metros, siendo los radios del mismo de 800 milímetros en la popa y 740 en la proa, y con un volumen interior de 10 metros cúbicos.

Exteriormente estaba forrada la misma en metal más ligero destinado a darle forma hidrodinámica y contener los distintos dispositivos de escucha y visión.

El submarino estaba dividido interiormente en ocho secciones, denominadas de proa a popa: sala de torpedos, alojamientos de proa, sala de control, cocina y almacén, alojamiento de popa, cuarto de motores térmicos, cuarto de motores eléctricos y cuarto de máquinas de popa.

  • Sala de torpedos, con 168 metros cúbicos, dónde se estibaban los 17 torpedos de reserva, colocados 8 a izquierda y 8 a derecha del pasillo central de sólo 60 centímetros de anchura, en tres niveles (de abajo arriba 2, 3, 3 y otro en la parte baja del pasillo) así como los 6 tubos lanzadores.
  • Alojamiento de proa; con 215 metros cúbicos, donde se situaban el armario con las cartas de marear, alojamientos de la dotación con 12 literas, cuarto de baño y aseo con 2 letrinas y 3 lavabos, cuarto de suboficiales con 5 literas, cuarto del jefe de ingenieros con 1 litera, cuarto de radio, alojamiento del comandante con una litera y cuarto de escucha. Bajo éste se encontraba los compartimentos de baterías.
  • Sala de control; dónde se situaba la escotilla de acceso a la torreta, y los principales elementos de control de la nave. Desde ahí se accedía a la parte de abajo dónde estaba la válvula del schnorkel y hacia arriba por una escotilla de 744 milímetros de diámetro se llegaba a la vela. La zona superior contenía los periscopios de ataque y navegación, así como el sistema de cálculo de torpedos, y sobre el casco resistente se encontraba el puente exterior, con el UZO o prismáticos con el sistema transmisor óptico de rumbos para el lanzamiento de torpedos en superficie.
  • Cocina y almacén; con los fogones, fregaderos y nevera. Desde allí se accedía por una escotilla al exterior, por babor de la vela, y hacia abajo a los almacenes de provisiones.
  • Alojamiento de popa; con 24 literas (4 de 3 pisos y 6 de 2 pisos) y taquillas de la dotación.
  • Sala de motores térmicos; de 107 metros cúbicos, dónde se situaban los dos motores diésel MAN, las transmisiones, los embragues, compresores de aire Junkers 4FK 115, instalaciones de purificación de aire, motores auxiliares, condensadores, compresores, etc...
  • Sala de motores eléctricos; de 90 metros cúbicos, allí se localizaban los dos motores eléctricos GU 365/30 "Hertha" (1510/1840 kw; 1570/1680 rpm; 330/502v; 4500/5500 A), el motor silencioso y la transmisión del mismo, el refrigerador de la bomba de agua, transformador de corriente, y elementos de control de los motores.
  • Cuarto de máquinas de popa; de 23 metros cúbicos, conteniendo el pantoque de la bomba nº 1, una letrina, un torno para elaborar piezas en alta mar, control de emergencia de las hélices y diversos cilindros de oxígeno.
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Camarote del comandante del "U-2540".

Poseía asimismo 4 escotillas de acceso desde el exterior al casco resistente; una situada en el cuarto de motores eléctricos, otra sobre la cocina, una tercera en la sala de control que permitía el acceso a la torreta, dónde existía otra escotilla que conducía al puente exterior, y una cuarta inclinada en la sala de torpedos, que facilitaba la introducción de los mismos en el submarino.

El sistema de propulsión era mixto: para su desplazamiento en superficie emplearía los 2 motores térmicos MAN M6V 40/46 KBB de 2.000 cv y 6 cilindros y para navegar bajo el mar utilizaría sus 2 motores eléctricos AEG 365/30 de 2.500 cv. Los motores térmicos podían funcionar bajo el agua gracias al sistema schnorkel, que le proporcionaba aire mediante un sistema de válvula de bola. Este dispositivo que podía extenderse 6 metros por encima de la vela, y disponía de dos tubos, separados sus centros 62,5 centímetros; uno de 318 milímetros de diámetro por el que aspiraba aire, y otro de 267 milímetros por el que se expulsaba el gas de la combustión, saliendo el mismo bajo el agua, por una apertura situada a 840 milímetros por debajo del nivel de la superficie. Empleando este sistema podía navegar un máximo de 10.300 millas a 8 nudos de velocidad o bien 15.100 millas a velocidad económica de 6 nudos.

Poseía también otros 2 motores eléctricos SSW 323/28 de 113 cv, que eran utilizados en navegación silenciosa a 5 nudos para evitar el riesgo de ser detectado. Un sistema de comunicaciones revolucionario, mediante la emisión de mensajes a muy alta velocidad y breve duración, le permitía utilizando el empleo de ondas largas, tener un contacto ininterrumpido con su base desde una profundidad de 20 metros.

Tan numeroso despliegue eléctrico necesitaba una buena reserva de baterías, las cuales estaban situadas en la parte inferior del casco resistente y a todo lo largo del mismo. Se trataba de 62 baterías de 6 elementos, totalizando 372 acumuladores del tipo 44 MAL 740W, de 620 kg cada uno, con un peso total de 236 toneladas (el 14,6 % del peso total), lo que le permitiría navegar sumergido (con una capacidad de almacenamiento de 11.300 ah) durante 60 horas a 5 nudos, 10 horas a 12 nudos o bien alcanzar un máximo de 18 nudos durante 90 minutos, navegando de esa forma unas 26 millas a 15 nudos, 79 millas a 10 nudos ó 120 millas a 8 nudos, condición indispensable para escapar de los buques de escolta y muy lejos ya de los 45 minutos a 6 nudos del viejo tipo VII-C y entre 20-30 horas a 2 nudos.

Utilizando los motores silenciosos SSW podía navegar sumergido 256 millas a una velocidad reducida de 6 nudos, 333 millas a 5 nudos ó alcanzar las 487 millas a tan sólo 3 nudos.

El combustible para sus motores térmicos MAN de 6 cilindros y 4.000 cv lo suministraban sus 13 tanques, con capacidad para 234 toneladas de fuel (el 14,9 % del peso total), con lo que su radio de acción alcanzaba las 15.700 millas a 9 nudos, 14.100 millas a 10 nudos o las asombrosas 5.200 millas a velocidad máxima de 15.6 nudos.

El sistema de puntería estaba dirigido por un eficaz dispositivo de escucha (situado en una cámara acústica localizada en la parte inferior de la proa, denominada balcón gerät) con un alcance de 40 millas, que funcionaba emitiendo impulsos brevísimos -milésimas de segundo- que dificultaban la localización por parte del adversario y eran capaces de situar el blanco con errores de apenas 50 metros en el alcance y del orden de un grado en la demora.

Con tan sofisticados elementos, y mediante marcaciones sucesivas, era posible localizar a los buques enemigos, precisar su rumbo, situarse en posición de lanzamiento gracias a su elevada velocidad en inmersión y efectuar el disparo desde una profundidad de 50 metros, mientras seguían funcionando los hidrófonos y demás aparatos localizadores.

Si se decidía efectuar el ataque en superficie, se contaba con un aparato receptor de ondas ultracortas de 9 centímetros, el FuMB Ant 3 "Bali", que avisaba si el submarino recibía un haz de ondas de radar enemigo y que estaba situado en la cabeza del tubo schnorkel (que a su vez estaba recubierto de una capa de caucho sintético que le protegía de la influencia del haz reduciendo la reflexión en un 30 por ciento). Este detector era de forma circular, con un diámetro de 250 milímetros y una pequeña antena de 30 centímetros de longitud en uno de sus lados.

Poseía asimismo, otro detector radar aéreo denominado FuMO 65 “Honentwiel”, de forma rectangular, de 1,40 metros de largo por 1 metro de alto, que contenía en uno de sus laterales el emisor y el receptor, y que se extendía fuera del soporte de la vela cuando el submarino estaba en superficie, y que presentaba los blancos en una pantalla circular similar a los actuales equipos. Otra de las mejoras aplicadas consistía en la instalación de un sistema de aire acondicionado y de mantenimiento en frío de las provisiones, lo que mejoraba el nivel de confort de la dotación, o la inclusión de 3 servicios para toda la dotación, 2 en la parte anterior de la nave y un tercero a popa de la misma. Pensando en la seguridad pasiva de la tripulación, se habían instalado 5 contenedores herméticos destinados a las balsas inflables salvavidas, situados 2 a popa, 2 en la vela –a proa y a popa de la misma- y un quinto en cubierta, sobre los tubos lanzatorpedos.

La tripulación la componían 58 hombres, compuesta por 6 offiziere (Kmdt, 2 W.O, W.I. y Bordartz), 4 Oberfeldwebel (Diesel, E-Maschinist, Obersteuermann y Funkmeister), 1 Feldwebel (Bootsmann), 14 Unteroffiziere (2 seem., 8 techn., 2 funktechn. y 2 torpedotechn.) y 33 Mannschaftsdienstgrade (12 seem., 16 techn., 3 funktech. y 2 torpedotech.).

Desarrollo

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Acceso a la torreta del "U-2540".

Para hacer realidad este proyecto se acudió al Departamento de Construcciones del Alto Mando de la Kriegsmarine, cuyos plazos de ejecución y construcción -las 2 primeras unidades estarían listas para ser entregadas a finales de 1944, la producción en cadena para 1945 y la llegada al frente para no antes de 1946- no acabaron de convencer al mando, que entregó el proyecto al Ministerio de Armamentos de Albert Speer.

Otto Merker, director del Departamento General de Construcciones de Speer (que ya había trabajado en la fabricación de camiones de bomberos fabricados en secciones) sugirió la idea de olvidar el tradicional sistema de botadura a pie de astillero, sustituyéndolo por una nueva forma de construcción, que consistía en repartir las tareas de elaboración por ramas concretas y en lugares distintos.

El nuevo método permitía construir un submarino en secciones separadas y soldadas exteriormente para facilitar el tendido interior de cables y tuberías, además en caso de ataque, cualquier sección podía ser fácilmente sustituida por otra, estando el submarino inoperativo un mínimo de tiempo. Al igual que un gran rompecabezas, el submarino sería fabricado en ocho secciones denominadas de popa a proa de la I a la VIII, a la que se unía otra más que contenía la torreta. Estas eran:

  • Sección I o compartimento de popa; de 12,70 metros de longitud, 79 toneladas de peso total, de las cuales 55 correspondían a la estructura, 6 a la maquinaria auxiliar y 18 a la maquinaria. El volumen total era de 33 metros cúbicos y de 23 el neto.
  • Sección II o de motores eléctricos; de 10 metros de longitud, 130 toneladas de peso total, de las cuales 68 correspondían a la estructura, 10 a la maquinaria auxiliar y 52 a la maquinaria. El volumen total era de 124 metros cúbicos y de 90 el neto.
  • Sección III o de motores térmicos; de 8,40 metros de longitud, 169 toneladas de peso total, de las cuales 70 correspondían a la estructura, 20 al lastre, 8 a la maquinaria auxiliar y de 71 a la maquinaria incluyendo el peso de los motores térmicos. El volumen total era de 171 metros cúbicos y de 107 el neto.
  • Sección IV o alojamiento de popa; de 5,20 metros de longitud, 87 tonelada de peso total, de las cuales 56 correspondían a la estructura, 12 al lastre, 7 a la maquinaria auxiliar y 12 a la maquinaria sin contar las baterías. El volumen total de la zona de alojamientos era de 65 metros cúbicos y de 63 netos, y el de las baterías de 97 y 63 respectivamente.
  • Sección V o control central y vela; de 7,60 metros de longitud, 155 toneladas de peso total, de las cuales 104 correspondían a la estructura, 12 a la torreta, 10 a la maquinaria auxiliar y 29 a la maquinaria. El volumen total del cuarto de control era de 73 metros cúbicos y de 58 el neto. El volumen total de la zona de almacenes, maquinaria auxiliar y refrigeración era de 65 metros cúbicos y de 49 netos. La torre disponía de un volumen total de 14 metros cúbicos y 10 netos.
  • Sección VI o alojamiento delantero; de 12 metros de longitud, 172 toneladas de peso total, de las cuales 122 correspondían a la estructura, 29 al lastre, 8 a la maquinaria auxiliar y 13 a la maquinaria sin contar las baterías. El volumen total de la zona de alojamientos era de 133 metros cúbicos y de 129 netos y el del compartimento de baterías de 201 metros cúbicos total y de 138 netos.
  • Sección VII o cuarto de torpedos de proa; de 6,80 metros de longitud, 96 toneladas de peso, de las cuales 62 correspondían a la estructura, 26 al lastre, 7 a la maquinaria auxiliar y 1 a la maquinaria. El volumen total del cuarto de torpedos era de 185 metros cúbicos y de 168 el neto.
  • Sección VIII o proa; de 14 metros de longitud, 130 toneladas de peso total, de las cuales 57 correspondían a la estructura, 26 a los tubos lanzatorpedos, 38 al lastre, 7 a maquinaria auxiliar y 2 a la maquinaria.
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Escotilla de proa del "U-2540" para carga de torpedos.

Con este revolucionario método se realizaba la construcción en unas 260.000-300.000 horas de trabajo, con lo que se obtenía una doble ventaja: por una parte se reducía el plazo de construcción y, por otra, se dispersaba la producción, evitando así que los bombardeos aéreos enemigos, cada vez más numerosos, detuvieran la cadena de producción (realmente nunca se cumplieron los plazos de construcción, así el "U-2501" se estimó en 152.000 horas y se realizó en 255.000, el "U-2507" se estimó en 101.000 horas y necesitó 169.000 ó el "U-2540" estimado en 65.000, tardó 110.000 horas, aún así mucho menos de las 215.000 del tipo VII-C (1943) y de las 450.000 del IX-D2 también de 1943).

Los cálculos más optimistas establecían que podía construirse un submarino en 176 días, distribuyendo los mismos de la siguiente forma:

  • Elaboración del acero para la construcción: 16 días
  • Construcción de las secciones: 40 días
  • Transporte de las secciones a los astilleros: 5 días
  • Equipación de las secciones: 50 días
  • Transporte al lugar de ensamblaje: 4 días
  • Equipamiento final antes de la botadura: 6 días
  • Ensayos y pruebas finales: 5 días
  • TOTAL= 176 días

Numerosos astilleros son destinados a la construcción del nuevo tipo de submarino. La construcción en serie dará sus frutos a partir de agosto y septiembre de 1944. Son botados cada mes, primero 10, luego 15 y por último 20, sin embargo, los constantes ataques aéreos, retrasan un poco el programa.

Cifras de producción

A principios del año 1945, los aliados se hallan en las fronteras de Alemania, en el este, en el sur, en el oeste y se preparan para lanzarse a su último asalto. El arma submarina se ha visto obligada a replegarse a los puertos alemanes, daneses y noruegos.

La península escandinava constituye por tanto, la única base de partida. Las escuelas de submarinos han de abandonar, uno tras otro, sus puntos de apoyo: Pillau, Dantzig y Gotenhafen.

A principios de 1945, la Kriegsmarine tenía en servicio 119 submarinos eléctricos del tipo XXI. 86 tripulaciones habían culminado su entrenamiento preparatorio. Sólo el “U-2511” y el “U-3008”, habían logrado hacerse a la mar. Existía además, el tipo XXIII, que desplazaba solamente 232 toneladas y que fueron diseñados para actuar exclusivamente cerca de las costas: 61 entraron en servicio antes del fin de las hostilidades y solo 7 realizaron cruceros de guerra. Todos regresaron sin novedad; cinco de ellos habían lanzado sus torpedos con éxito. Sumado a los anteriores tipos, habían sido terminados ocho buques del tipo XVII de 280 toneladas. Gracias al Ingolin (superóxido de hidrógeno), su nuevo combustible, que alimentaba con gasoil y vapor de agua la turbina denominada Walther, nombre de su inventor, este tipo alcanzaba en inmersión la velocidad, hasta entonces absolutamente increíble, de 25 nudos. Todos estos ingenios, llegaban demasiado tarde.

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Tablero de control de disparo de torpedos del U-Boot Tipo XXI "U-2540".

Si bien se conocen las cifras de buques ordenados, es muy difícil saber las cifras exactas de producción, pues gran cantidad de submarinos acabó en forma de secciones sobre las rampas de ensamblajes, en los almacenes, o fueron destruidos en los muelles.

Se dan como exactas las cifras siguientes: buques ordenados 752 (durante toda la guerra fueron construidos 680 sumergibles del tipo VII en 5 versiones -A, B, C, D y F- y 193 del modelo IX -versiones A, B, C, D1 y D2-, amén de otros 50 del tipo II, 8 del tipo X, 10 del XIV y 64 del XXIII); completados 119, 48 en los astilleros Blohm & Voss de Hamburgo ("U-2501" a "U-2546", "U-2548", "U-2551" y "U-2552"), 41 en Deschimag de Bremen ("U-3001" a "U-3041", "U-3044" a "U-3046") y 30 en los de Schichau de Danzing ("U-3501" a "U-3530").

Entre los meses de julio y diciembre de 1944 se produjeron 98 unidades y 83 más entre enero y marzo de 1945, de las cuales sólo 12 fueron entregadas, siendo todos destruidos por bombardeos aéreos aliados (5 en Hamburgo, 4 en Kiel, 1 en Bremen, 1 en Lübeck y 1 en Wilhelmshaven). Otras cuatro unidades quedaron tan gravemente dañadas que debieron ser barrenadas, 7 fueron hundidas en el Báltico por aviones, 3 por colisiones con minas, 61 submarinos fueron barrenados para evitar su captura (Operación Regenbogen "Arco Iris") y otros 11 se rindieron a las fuerzas aliadas.

Las constantes reformas en los diseños (corrigiendo errores e introduciendo mejoras desarrolladas en las innumerables pruebas de mar), unido al largo tiempo que se necesitaba para instruir a las dotaciones (dificultado por los bombardeos sistemáticos de minas aliadas en las zonas de pruebas) hizo que sólo dos unidades salieran en misión de guerra. Se trató del "U-3008" del teniente de navío Helmuth Mansecks y del "U-2511", que partió de Bergen (Noruega) el 30 de abril de 1945 al mando del capitán de corbeta Adalbert Schnee y del teniente de ingenieros Suhren con destino al mar Caribe.

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Sala de motores diesel del U-Boot Tipo XXI, "U-2540".

Cuando el III Reich se rindió, el nuevo diseño atrajo la atención y curiosidad de los aliados, que pronto iniciaron el reparto de los buques supervivientes con intenciones de estudiar sus mecanismos e innovaciones. Algunas unidades fueron reflotadas y sirvieron algún tiempo bajo banderas "enemigas" como buques de ensayo. Así el "U-2540", barrenado en 1945 y recuperado después, sirvió en la nueva Armada de la Alemania del Oeste rebautizado como "Wilhelm Bauer", y actualmente convertido en museo flotante en Bremerhaven desde 1984.

El "U-3503" fue estudiado por las fuerzas de Suecia, y varias unidades similares fueron entregadas a Gran Bretaña ("U-3017" renombrado "N-41" y en servicio hasta el año 1949), Francia ("U-2518", renombrado "Roland Morillot" y en servicio hasta 1969), dos a la Armada de los Estados Unidos ("U-2513" y "U-3008" y en servicio hasta el año 1954) o la Unión Soviética, que recibió cuatro unidades, alguna de las cuales estuvieron en servicio hasta el año 1963 ("U-3515", "U-2529", "U-3035" y "U-3041" renombrados "B-27" a "B-30").

Durante los años 1945 y 1946, en la denominada "Operación Deadlight" un total de 119 sumergibles y submarinos de los rendidos tras finalizar la contienda, fueron hundidos en prácticas de tiro y mediante explosiones controladas en un punto denominado XX, a unas 100 millas al noroeste de Irlanda y sobre los 56ºN-10ºW (entre ellos 4 del tipo II, 15 del tipo IX, 78 del tipo VII, 18 del tipo XXIII y 4 del tipo XXI -"U-2502", "U-2506", "U-2511" y "U-3514").

El tipo XXI fue un diseño revolucionario, que superó con creces las esperanzas puestas en él por los diseñadores germanos, y un arma que, si hubiera llegado a tiempo, pudo haber cambiado el curso de la guerra. Tal fue el terror que causó el nuevo diseño en los aliados, que los mismos exigieron a los soviéticos, durante la Conferencia de Yalta en febrero de 1945, que ocupase inmediatamente Danzig, pues allí era donde se producía el 30 por ciento de los nuevos submarinos alemanes (el mismo Churchill, en sus memorias -parte sexta, libro segundo, capítulo XIII-, reconocía que los nuevos submarinos habrían revolucionado la guerra submarina de llegar a tiempo).

Actualmente algunos de los diseños de submarinos (de la tercera generación) están basados en el tipo XXI-A germano de 1944. Así los submarinos ex soviéticos de la clase "Victor", los norteamericanos "Albacore" o "Nautilus", la clase francesa "Narval" o "Daphne", la inglesa "Explorer" e incluso algunos elementos del tipo "Galerna" español disponen de tecnología diseñada hace más de 45 años por ingenieros alemanes.

El crucero del "U-2511"

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Adolf Hitler condecora al korvettenkapitën (KK: capitán de corbeta) Günther Prien con la "Cruz de Caballero" (Ritterkreuz, RK).

A fines de abril de 1945, el “U-2511” larga sus amarras en el puerto noruego de Bergen: por primera vez un submarino del tipo XXI parte para efectuar un crucero y atacar al enemigo. Va al mando del capitán de corbeta Schnee y ostenta el mando de buques desde 1940; ha realizado 17 afortunados cruceros y posee la Cruz de Hierro palmeada, habiendo echado a pique 200.000 toneladas de buques enemigos y había sido agregado al programa de nuevas construcciones a principios de 1943, siguiendo todos los detalles de la construcción del tipo XXI. Cuando el submarino ha llegado al límite de la zona peligrosa en alta mar, ordena la inmersión de la nave. Así sumergido, se dispone a penetrar en el Atlántico.

Al día siguiente del zarpe del “U-2511”, el encargado de la escucha, señala la existencia de rumores de hélices. El comandante Schnee ordena inmersión periscópica. A la inspección del periscopio detecta una formación de traineras y trawlers armados, que los ingleses emplean para la caza de submarinos en las proximidades de sus costas. Casi en el mismo instante, le avisan al comandante que han sido localizados.

Los ingleses han detectado al submarino con sus aparatos Asdic (detección bajo el agua), utilizados ya durante la Primera Guerra Mundial, tales aparatos operan con ondas cortas audibles, en forma análoga a la sonda por eco, y revelan la presencia de los sumergibles, aunque sin poseer la amplia eficacia del radar, facilitando resultados seguros sólo a pequeña distancia. No obstante, constituyen, con los micrófonos, el único medio de localización de los submarinos en inmersión.

El comandante comprueba, en efecto, por el periscopio, que los trawlers se precipitan hacia él a gran velocidad. No pretende ni esconderse ni presentar batalla y efectúa una profunda inmersión: pero no lo hace a ciegas como con los antiguos U-Boote: ahora “ve”: puede seguir todas las maniobras del adversario que se encuentra en la superficie. Además de su periscopio y ojo óptico, el “U-2511”, posee un ojo eléctrico, el S-Gerät, que funciona con la gama de ondas ultracortas. El aparato a regulares intervalos emite un solo “tic” que se propaga en el agua, el cual, una vez que se refleja en el casco de los adversarios, regresa trazando la imagen en la pantalla en una fracción de segundo, indicando la dirección y velocidad de las naves inglesas. Estas indicaciones son trasladadas a una carta donde se inscriben automáticamente el rumbo y velocidad del submarino. El “tic” siguiente parte al cabo de uno o dos minutos. El proceso descrito vuelve a empezar y basta con unir los puntos para obtener un esbozo muy preciso del desarrollo de los acontecimientos en la superficie.

El comandante del nuevo U-Boote tiene verdaderamente la situación ante sus ojos. Ya no andas a tientas: regula su velocidad y rumbo en función de lo que hacen sus adversarios. Si se acercan demasiado, se lanzan a la velocidad de 8, 12 y hasta 16 nudos. Pronto los ingleses renuncian a adentrarse en el mar, mientras que el “U-2511”, desciende tranquilamente, gracias a sus formas hidrodinámicas, hasta la profundidad de 40 metros. Hasta que suena la voz del escucha que anuncia: “ya no se escucha nada”.

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Almirante mayor Karl Dönitz y su ayudante Knebel-Doeberitz en 1940.

Han pasado cuatro días desde este primer encuentro. Cuatro días en que el submarino no ha subido una sola vez a la superficie. El operador de la escucha anuncia nuevamente ruido de hélices. Como el S-Gerät no da ninguna indicación, se supone que el adversario debe encontrarse todavía bastante lejos. El buque navega a 80 metros de profundidad. El comandante ordena pasar a la inmersión periscópica. Por el periscopio ve un grupo de buques de guerra que se acerca por la amura de babor: se trata de un convoy antisubmarino formado por los portaaviones de escolta Searcher, Queen y Trumpeter al que acompañan el crucero británico, HMS Norfolk (14.600 Trb. y 192 metros de eslora, el también crucero Diadem, escoltado por los destructores Carysfort,Opportune, Savage, Scourge, Zambesi, Obedient y Orwell, dentro de la denominada "Operación Judgement" al mando del Contraalmirante MCGrigor. Avanzan a velocidad moderada. El “U-2511” está tan bien situado que debe modificar ligeramente su rumbo para pasar al ataque. El submarino ha vuelto a descender a 80 metros. Ahora navega con su “ojo eléctrico”, el S-Gerät. Son emitidos cuatro o cinco “tic”, para no despertar sospechas en el adversario; aquellos proporcionan una fiel representación de la ruta seguida por los ingleses. Nada indica que la presencia del submarino haya sido advertida.

El “U-2511” se encuentra muy cerca de la formación y pasa bajo un destructor que escolta al crucero por estribor, sin que se den cuenta de ello. Nuevamente suben a inmersión periscópica. El crucero desfila a muy corta distancia. La formación naval inglesa, no los ha escuchado. En efecto, es imposible oír al “U-2511”. Los buques del tipo XXI poseen un motor especial que acciona el eje de la hélice por un sistema de embrague completamente silencioso. Las hélices, por otra parte, han sido diseñadas de tal forma que no originan torbellinos en el agua, lo cual contribuye a que la navegación resulte inaudible. Esta forma de navegación, le proporciona una velocidad de 5 nudos. Si las circunstancias lo exigen, es desembragado el motor silencioso y las hélices son accionadas con los motores eléctricos principales. El submarino puede entonces desarrollar toda su potencia: 17 nudos durante una hora,15 durante cuatro y 12 durante 10.

A pesar de estar perfectamente ubicado para disparar sus torpedos, el comandante Schnee no da la orden. Ello se debe a que ha recibido un telegrama, que dice: “Armisticio entra en vigor a partir 5 de mayo, ocho horas. Orden de no atacar a los submarinos que se encuentren en el mar. Interrumpir inmediatamente crucero. Regresar a los puertos noruegos. Comandante superior de los submarinos”. El contacto con la formación naval, ha tenido lugar el 7 de mayo de 1945. La guerra ha terminado.

Primeras investigaciones inglesas tras el armisticio

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Carta marina del cabo Tres Forcas donde se señala (estrella roja) la zona del hundimiento del "U-617".

Al día siguiente, 8 de mayo, el submarino emerge: todo el crucero lo ha hecho en inmersión. Se dirigen a Bergen. Entrando a puerto, se encuentran con los buques que integraban esa formación naval que encontraron el día 7. Una comisión es enviada para interrogar al almirante Godt, jefe del Estado Mayor del arma submarina, en Kiel. El almirante Godt informa a la comisión que los submarinos del tipo XXI no han sido utilizados en el frente.

Parten hacia Bergen y citan al comandante del “U-2511”; el capitán de corbeta Schnee, se encuentra ante a presencia de un almirante y varios oficiales superiores de la Marina británica. Los ingleses quieren conocer el comportamiento de su buque en alta mar, la forma cómo ha operado y si ha tomado contacto con naves inglesas. Ante la respuesta afirmativa de Schnee y la identificación de los buques ingleses con los que había tomado contacto, los ingleses sorprendidos, le piden pruebas. Un ordenanza trae al crucero la bitácora del “U-2511”. Comparados con la bitácora del crucero, coincidían horas y posiciones. No hay duda, dos días antes, coinciden la fecha y hora en donde el comandante Schnee, declara haber tomado contacto con la formación naval inglesa.

A fines de mayo de 1945, el capitán de fragata Hessler, jefe de la Sección de Operaciones en el Estado Mayor del arma submarina, se encuentra siendo interrogado por un capitán de navío inglés a bordo del “Patria” en Flensburg-Mürwik. Cuando el oficial inglés le pregunta: “¿Qué esperaban ustedes verdaderamente de sus buques del tipo XXI?”. El oficial alemán responde:

“La mejor forma de contestarle a usted, comandante, consiste en resumir las propias palabras de su primer ministro. Hemos tenido ocasión de leer las declaraciones hechas por él, hace varios días, ante la Cámara de los Comunes. Si no me equivoco, dijo: Actualmente sabemos que los alemanes estaban a punto de proseguir la guerra submarina con buques completamente nuevos. Creo que, a pesar de nuestros eficaces medios de defensa, nos habríamos vuelto a encontrar ante una lucha que en violencia y pérdidas no habría sido menor que la del año 1942”.
Declaración de un comandante de submarinos alemán a un oficial naval inglés#GGC11C

El oficial naval inglés replica:

“El señor Churchill, en mi opinión, se equivoca. La lucha de 1942 no habría sido más que un juego de niños en comparación con la nueva”.
Respuesta del oficial inglés al oficial naval alemán#GGC11C

La encarnizada batalla que durante cinco años y medio libró contra adversarios de una superioridad aplastante, hizo experimentar a la Kriegsmarine terribles pérdidas. Si embargo, sus hombres no cesaron de batirse, hasta el momento que su jefe, el almirante mayor Karl Döenitz, se vio obligado a firmar la capitulación.

Un anónimo marino alemán, escribió: “No fuimos héroes. Nosotros nos limitamos solamente a cumplir con nuestro deber”.

Fuente

Créditos


Véase también

Plantilla:Kriegsmarine Plantilla:MCA-SGM

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