Horario de verano

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«No puedes parar el tiempo... pero puedes atrasarlo una hora a las 2 a.m. del 28 de octubre cuando acaba el horario de verano y empieza el tiempo estándar». Anuncio de Estados Unidos de 2001 para recordar el cambio de hora.
El horario de verano se emplea más en el hemisferio norte.      Se emplea      Ya no se emplea      Nunca se empleó

El horario de verano es el horario que obedece a la convención por la que se adelantan los relojes para que las tardes tengan más luz diurna y las mañanas menos. Normalmente los relojes se adelantan una hora a principios de la primavera y se atrasan de vuelta en otoño. Muchas culturas antiguas, en cambio, alargaban las horas diurnas en verano. El horario de verano moderno fue propuesto por primera vez en 1907 por William Willett y se empleó ampliamente por primera vez en 1916 durante la Primera Guerra Mundial para ahorrar carbón. A pesar de las controversias, muchos países lo han empleado desde entonces. Los detalles difieren dependiendo del país y cambian de vez en cuando.

Añadir tiempo de luz diurna a las tardes beneficia el comercio, la práctica deportiva y otras actividades a las que favorece la presencia de luz tras la jornada laboral,[1]​ pero puede ocasionar problemas a la agricultura y a otras ocupaciones que dependan del tiempo solar.[2]​ El incremento de luz vespertino puede disminuir los accidentes de tráfico,[3]​ pero sus efectos sobre la salud y el crimen están menos claros. Se dice que mediante el horario de verano se ahorra energía eléctrica al reducirse la necesidad de iluminación artificial,[4]​ pero las evidencias que lo apoyan son débiles,[5]​ pues el horario de verano puede estimular la aparición de picos de demanda, lo que incrementa los costes.[6]

Los cambios de horario dificultan la percepción del tiempo y pueden causar problemas en reuniones, viajes, facturación, el mantenimiento de registros, dispositivos médicos y maquinaria pesada.[7]​ Muchos sistemas dirigidos por computadoras pueden ajustar sus relojes automáticamente, pero se pueden producir errores, especialmente cuando las reglas del horario de verano cambian.[8]

Origen

En esta clepsidra antigua, un conjunto de engranajes giran un cilindro que muestra la longitud de las horas apropiada para cada fecha.
William Willett inventó el horario de verano y abogó por él incansablemente.

Algunas civilizaciones antiguas, como la egipcia y la romana, ajustaban los horarios al sol con mayor flexibilidad de lo que lo hace el horario de verano, normalmente dividiendo el tiempo de luz en doce horas de igual duración, por lo que las horas de luz eran más largas durante el verano.[9][10]​ Por ejemplo las clepsidras romanas tenían diferentes escalas para los distintos meses del año: en la latitud de Roma, la tercera hora tras el amanecer, la hora tertia, empezaba (usando el horario moderno) a las 09:02 y duraba 44 minutos en el solsticio de invierno, pero en el de verano empezaba a las 06:58 y duraba 75 minutos.[11]​ Aunque el fue Hiparco, en el siglo II adC el inventor del sistema de 24 horas de igual duración, más útiles para realizar cálculos, no fue hasta el siglo XIV, cuando la invención del reloj mecánico propició la adopción del sistema de horas fijas.[9]

Durante su servicio como enviado extranjero en Francia, Benjamin Franklin publico anónimamente una carta en 1784 en la que declaraba que los parisinos ahorraban velas levantándose más temprano, empleando así más luz solar.[12]​ Se publicó por primera vez en la sección "Économie" del diario Journal de Paris. La versión revisada en inglés recibe el nombre de «An Economical Project»,[13]​ un título que no le puso Franklin.[14]​ La moderada sátira de Franklin proponía imponer un impuesto a las contraventanas, racionar las velas y despertar a los ciudadanos tañendo las campanas de las iglesias y disparando cañones al amanecer, de acuerdo con su proverbio «Early to bed and early to rise / Makes a man healthy, wealthy, and wise.» (Temprano a la cama y temprano al despertarse / vuelve al hombre saludable, rico y sabio)[15]​ Franklin no propuso cambiar el horario. Como en la antigua Roma, la Europa del siglo XVIII no disponía de horarios precisos. Sin embargo, esto cambió pronto, pues el ferrocarril y las redes de comunicación hicieron necesaria la estandarización del tiempo de una forma desconocida en tiempos de Franklin.[16]

En 1905 el constructor inglés William Willett concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno, cuando se sorprendió al pensar cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano.[17]​ Muy aficionado al golf, le disgustaba acortar su recorrido en el crepúsculo. Dos años más tarde publicó su propuesta,[18]​ pero su idea no se aplicó inmediatamente. Alemania, sus aliados, y sus zonas ocupadas fueron los primeros países europeos en emplear el horario de verano, que se aplicó por primera vez el 30 de abril de 1916. Reino Unido, la mayor parte del resto de los estados en guerra, y muchos países neutrales europeos les siguieron. Rusia y y otros pocos países esperaron al año siguiente, y los Estados Unidos no lo emplearon hasta 1918. Desde entonces se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones.[19]

Política

El horario de verano ha causado controversia desde que se aplicó por primera vez. Sus partidarios argumentan, en palabras de Winston Churchill, que ayuda a «incrementar las posibilidades de encontrar salud y felicidad entre los millones de personas que viven en este país», refiriéndose al Reino Unido.[20]​ Sus críticos «detectan la huesuda y azulada mano del puritanismo, ansiosa por llevar a la cama a la gente más temprano y levantarlos más temprano, para hacerlos más saludables, ricos y sabios a pesar de sí mismos».[21]​ Históricamente los minoristas, deportistas y turistas se han manifestado a favor del horario de verano, mientras que los agricultores y la industria del entretenimiento se han opuesto.

El destino de la propuesta de 1907 de Willett muestra muchos intereses políticos involucrados. La propuesta atrajo muchos partidarios, como Balfour, Churchill, Lloyd George, MacDonald, Eduardo VII de Inglaterra (que empleó un horario de verano de media hora en Sandringham), el director de Harrods y el gerente del Banco Nacional. Sin embargo, la oposición fue más fuerte: incluía al Primer Ministro Asquith, Christie (el Astrónomo Real), George Darwin, Napier Shaw (director de la Oficina Meteorológica), muchas organizaciones agrarias y propietarios de teatros. Tras muchas vistas la propuesta fue derrotada por un estrecho margen en una votación del Parlamento del Reino Unido de 1909. Los aliados de Willett hicieron propuestas similares cada año desde 1911 a 1914 sin éxito.[22]​ Los Estados Unidos eran aún más reacios: el representante de los Estados Unidos Andrew Peters de Massachusetts propuso el horario de verano en mayo de 1909, pero no prosperó en el comité.[23]

Los minoristas están generalmente a favor del horario de verano. United Cigar Stores apoyó una propuesta de 1918.

La Primera Guerra Mundial cambió la balanza de apoyos, pues el horario de verano se propuso para aliviar las durezas de la guerra en cuanto al ahorro de carbón y los apagones nocturnos para dificultar los bombardeos. Tras su aplicación por parte del Imperio Alemán, el Reino Unido aplicó por primera vez el horario de verano el 21 de mayo de 1916.[24]​ Los intereses minoristas y de ciertos sectores de la manufactura liderados por el industrial de Pittsburgh Robert Garland pronto empezaron a ejercer presión para la aprobación del horario de verano. La entrada en la guerra de Estados Unidos en 1917 aportó los motivos para superar las objeciones y a partir de 1918 se aplicó el horario de verano.[25]

La guerra terminó y volvió a desnivelar la balanza. Los agricultores seguían en desacuerdo con el horario de verano, y muchos países lo revocaron tras la guerra. El Reino Unido fue una excepción: continuó con el horario de verano pero durante años ajustó las fechas de transición por diversas razones, entre ellas reglas especiales durante las décadas de 1920 y 1930 para evitar cambios de hora en las mañanas de Pascua.[26]​ Los Estados Unidos fueron más convencionales: El Congreso lo revocó en 1919. El presidente Woodrow Wilson vetó la revocación dos veces, pero su segundo veto fue anulado,[27]​ y sólo unas pocas ciudades de los Estados Unidos conservaron el horario de verano localmente.[28]

El sucesor de Wilson, Warren G. Harding, se opuso al horario de verano denominándolo. Razonaba que el pueblo debía en cambio levantarse e ir a trabajar más temprano en verano; ordenó a los empleados federales de Washington, D.C. que empezaran a trabajar a las 08:00 en lugar de a las 09:00 durante el verano de 1922, y dejó que las empresas privadas decidieran si querían seguir su ejemplo. Una parte de ellas lo hizo, pero otra no, lo que provocó un desbarajuste al que los críticos pusieron nombres como «Daylight Slaving Time»;[29][30]​ El experimento no se repitió.[31]​ Otras teorías económicas más recientes sugieren que el acuerdo general sobre el horario aporta más ventajas que el horario de verano, que se excede en su intención de intentar que la gente se despierte más temprano, incluso los que no están de acuerdo con el horario.[32]

Desde Willett, el mundo ha visto muchas propuestas, ajustes y revocaciones del horario de verano, con motivaciones políticas similares.[33]​ En el Reino Unido la industria del deporte y el ocio al aire libre apoya la propuesta del Single/Double Summer Time (SDST - ), una variante en la que se adelanta una hora en invierno y dos en verano.[34]​ En los Estados Unidos, la Sporting Goods Manufacturers Association y la National Association of Convenience Stores hicieron presión con éxito para extender el horario de verano en 2007;[35]​ a mediados de la década de 1980, Clorox y 7-Eleven patrocinaron una coalición para apoyar la extensión de 1987, y los senadores de Idaho votaron a su favor porque pensaban que así más restaurantes de comida rápida venderían más papas fritas procedentes de Idaho.[1]

Ventajas e inconvenientes

La propuesta hecha por Willett en 1907 aseguraba que el horario de verano incrementaba las oportunidades de practicar actividades de ocio al aire libre durante las horas de luz vespertinas. Obviamente esto no cambia la longitud del día, los días más largos próximos al solsticio de verano en las latitudes altas dan pie a desplazar el horario de luz de la mañana a la tarde para que la luz matutina no se desperdicie.[18]

Sin embargo, muchos hacen caso omiso al horario de verano y alteran sus horarios para coordinarse con la luz del sol, o con colegas distantes.[36]​ El horario de verano no se emplea durante el invierno porque las mañanas son más oscuras: los trabajadores puede que no tengan tiempo libre con luz solar y los niños pueden tener que volver de la escuela cuando ya ha anochecido.[5]

Uso de energía

Carta de Franklin sobre la luz diurna, a menudo mal citada. No mencionó el horario de verano y la primera vez que se publicó no tenía título ni pie de autor.[12]

Al retrasar el horario nominal al amanecer y en el crepúsculo se incrementa el empleo de luz artificial por la mañana y se reduce por la tarde. Como la sátira de Franklin apuntó, se ahorra energía si el ahorro vespertino supera al incremento matutino, lo que puede ocurrir si la gente necesita más luz por la tarde que por la mañana. Sin embargo, no se han encontrado evidencias estadísticas significativas para apoyar esta hipótesis. El Departamento de Transporte de los Estados Unidos concluyó en 1975 que el horario de verano puede reducir el uso de la electricidad en un 1% durante marzo y abril,[4]​ pero el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología revisó el estudio del Departamento de Transporte en 1976 y no halló indicios que apuntaran a un ahorro de energía significativo.[5]​ En 2000, cuando algunas partes de Australia empezaron a usar el horario de verano a finales del invierno, el consumo de electricidad no decreció, pero tanto el pico de consumo energía de la mañana como los precios se incrementaron.[6]​ En Estados Unidos no hay evidencias claras de que se ahorrase electricidad a causa de la extensión del horario de verano que se introdujo en 2007,[37]​ y aunque una empresa de servicio público comunicó un decremento en marzo de 2007, otras cinco no lo hicieron.[38]​ El empleo del horario de verano puede incrementar el consumo de gasolina: en Estados Unidos la demanda de gasolina creció un 1% en marzo de 2007.[39]

Cuanto más cerca del Ecuador esté un país, menos justificado está el cambio de horario, puesto que la duración de los días es más semejante en invierno y en verano.

Efectos económicos

Efecto de los cambios de horario sobre el amanecer y el ocaso en Greenwich en 2007.[40]

Los minoristas, fabricantes de equipamiento deportivo y otros negocios se benefician del incremento de luz por las tardes, pues favorece el que sus clientes vayan de compras y practiquen deportes al aire libre. Por ejemplo, en 1984 la revista Fortune estimó que la extensión de siete semanas más del horario de verano les proporcionaría 30 millones de dólares adicionales a los establecimientos 7-Eleven y la National Golf Foundation estimó que la extensión incrementaría los ingresos de la industria de 200 millones de dólares a 300 millones.[41]​ Por otra parte, el horario de verano puede perjudicar a los agricultores y otras actividades cuyo trabajo está determinado por el sol. Por ejemplo, la cosecha de los cereales se realiza cuando el rocío se evapora, así que cuando los granjeros llegan más temprano en verano su trabajo es menos valioso.[2]​ El horario de verano también perjudica las tasas de audiencia de los programas en prime-time.[42]​ También salen perjudicados los teatros y cines, especialmente los autocines.[43]

Los cambios de horario tienen una cierta correlación con un decremento de la eficiencia económica. En 2000 el horario de verano conllevó una pérdida estimada de 31 miles de millones de dólares en el mercado de acciones.[44]​ Los cambios de horario y el horario de verano tienen un coste económico directo, pues conllevan trabajo extra para llevar a cabo reuniones y perjudican a las actividades computarizadas. Por ejemplo, el cambio de las fechas de inicio y final del horario de verano en Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda en 2007 causó problemas informáticos, pues hubo que actualizar los sistemas para afrontar este imprevisto.[45]

Seguridad pública

Panfleto de William Willett promoviendo el horario de verano que llegó a las diecinueve ediciones.[18]

En 1975 el Departamento de Transporte Estadounidense informó que se habían reducido en un 0,7% los accidentes de tráfico durante el horario de verano y estimó que la reducción real sería de un 1,5% a un 2%,[4]​ pero en 1976 un estudio del Instituto de Estándares no encontró evidencias que apoyasen estas conclusiones.[5]​ En 1995 el Insurance Institute for Highway Safety estimó que se había producido una reducción del 1,2%, además de una del 5% en atropellamientos mortales a transeúntes.[3]​ Otros han encontrado reducciones similares.[46]​ En el Reino Unido se proyecta aplicar el Single/Double Summer Time (SDST) (Simple/Doble horario de verano) para reducir los accidentes de tráfico del 3% al 4% respecto al horario de verano habitual.[47]​ No está claro si la interrupción de la costumbre del sueño contribuye a los accidentes mortales inmediatamente tras los cambios de horario. Se observó una correlación entre los cambios de horario y los accidentes en Estados Unidos, pero no en Suecia. Si este efecto bianual existe es mucho menor que la reducción global de accidentes.[48][49]

En la década de 1970 la Law Enforcement Assistance Administration estadounidense (LEAA) halló una reducción de entre el 10% y el 13% de crímenes violentos en Washington, D.C. durante el horario de verano. Sin embargo, la LEAA no filtró otros factores, examinó sólo dos ciudades y concluyó que el crimen se había reducido únicamente en una de ellas y en ciertas categorías de crímenes. El Departamento de Transporte declaró que «es imposible concluir con certeza que se puedan hallar beneficios equivalentes en todo el país».[50]​ Aunque la luz diurna hace que las víctimas potenciales se sientan más seguras, esto puede que favorezca el crimen.[51]

Un beneficio indirecto de los cambios de horario es aprovecharlos como recordatorio para tareas de mantenimiento semestrales. En muchos países los bomberos animan a los ciudadanos a aplicar cambios de horario como recordatorios para reemplazar las baterías de los detectores de humo y de monóxido de carbono. Esto es especialmente importante en otoño, justo antes de la temporada de uso de calefactores, cuando hay más probabilidad de incendio. Otras tareas bianuales son la revisión de las salidas de incendio y la familiarización con planes de emergencia, la inspección de las luces de los vehículos, la búsqueda de materiales peligrosos en áreas de almacenamiento y la reprogramación de los termostatos.[52][53][54]​ Sin embargo, no es una función esencial del horario de verano, y las zonas sin horario de verano pueden emplear también el comienzo de la primavera y el otoño como recordatorios.[55]

Salud

El horario de verano ejerce varios efectos sobre la salud. En las sociedades con horarios de trabajo fijos proporciona más luz vespertina para ejercitarse al aire libre. Altera la exposición al sol; pero la cuestión sobre si es beneficioso o no depende de la localización y el horario de la persona, pues la luz solar dispara la síntesis de vitamina D en la piel, pero la sobreexposición puede provocar cáncer de piel. La luz solar influye fuertemente sobre la depresión invernal. El horario de verano puede ayudar en casos de depresión haciendo que las personas se levanten más temprano,[56]​ pero algunos declaran lo contrario.[57]​ La Retinitis Pigmentosa Foundation Fighting Blindness, organización que combate la ceguera dirigida por el magnate Gordon Gund, ejerció presión con éxito en 2005 para extender el horario de verano,[1][35]​ pero éste también puede perjudicar a los aquejados de nictalopía.[58]

Los cambios de horario reducen la duración y la eficiencia del sueño,[59]​ y el gobierno de Kazajistán citó problemas de salud debido a los cambios de horario como la razón principal para abolir el horario de verano.[60]

Complejidad

Los cambios de horario tienen la clara desventaja de la complejidad. La gente debe acordarse de cambiar la hora. Los que cruzan con frecuencia límites de zonas horarias tienen que llevar un registro de diferentes reglas de horarios de verano, pues no todos los sitios tienen las mismas. La duración del día pasa a ser variable. Se producen con frecuencia faltas de coordinación en reuniones, viajes, sistemas de facturación y de registro, que pueden resultar caras.[61]​ En la proximidad de la transición de otoño de 03:00 a 02:00, un reloj muestra el periodo de 02:00 a 03:00 dos veces, lo que puede llevar a confusión.[62]

Los sistemas computarizados pueden necesitar un periodo de inactividad o un reinicio cuando se cambia de hora. El ignorar este requisito dañó una fábrica de acero en 1993.[7]​ Los dispositivos médicos pueden tener problemas que dañen a los pacientes, sin que sea obvio para el personal del hospital que tengan que permanecer alerta.[63]​ Estos problemas se complican cuando las normas del horario de verano cambian, como ocurrió en 2007 en los Estados Unidos. Los desarrolladores de software deben probar y quizá modificar los programas, y los usuarios deben instalar actualizaciones y reiniciar aplicaciones.[8]

Algunos cambios de hora pueden evitarse ajustando los relojes continuamente[64]​ o al menos más gradualmente—por ejemplo, Willet al principio sugirió emplear transiciones de 20 minutos semanales—pero esta complejidad añadida nunca se ha aplicado.

El William Willett Memorial siempre está en horario de verano.

El horario de verano puede incrementar las desventajas del tiempo estándar. Por ejemplo, cuando se lee un reloj de sol se debe tener en cuenta el horario de verano además de la zona horaria y las discrepancias naturales.[65]​ Además, el horario de verano complica las recomendaciones que dependen de la hora para evitar la exposición solar.[66]

Traslado del gasto energético

Un horario de invierno (fuera del periodo vacacional) en el cual hubiera muchas horas sin luz solar por la mañana trasladaría el gasto energético (y por tanto coste económico) a la industria y los demás sectores laborales, que es donde se encuentra gran parte la población por la mañana. Aun así, hay que tener en cuenta que el mundo empresarial a veces usa la iluminación permanente y con independencia de la luz exterior.

En cambio, un horario de invierno en el cual el peso de las horas sin luz solar se apoya básicamente en la tarde, es decir, cuando la mayoría de la población sale del trabajo, traslada el gasto energético a la población.

Diversidad en su aplicación

Los relojes se adelantan en primavera, cuando empieza el horario de verano...
..y se atrasan en otoño, cuando acaba.
Las zonas horarias a menudo están al oeste de sus límites ideales, lo que incrementa el efecto del horario de verano.

En el caso típico en primavera, se adelanta una hora a las 02:00 y el día tiene 23 horas, mientras que en otoño se atrasa una hora y se pasa de las 03:00 a la 02:00, repitiendo esa hora, así que ese día tiene 25 horas. Un reloj digital no muestra las 02:00 en el cambio de primavera, sino que pasa de 01:59:59 a las 03:00:00.

Los cambios de hora se programan normalmente en una noche de fin de semana para atenuar los desbarajustes. Los cambios de una hora son lo más habitual, pero la isla de Lord Howe de Australia emplea cambios de media hora.[67]​ En el pasado se han empleado cambios de veinte minutos y de dos horas.

Las estrategias de coordinación difieren cuando zonas horarias adyacentes cambian de hora. La Unión Europea cambia de hora a la vez, a la 01:00 UTC; por ejemplo, la Hora de Europa Oriental siempre está una hora adelantada respecto a la Hora Central Europea.[26]​ La mayor parte de Norteamérica cambia de hora a las 02:00, así que las zonas adyacentes no realizan el cambio simultáneamente. Por ejemplo, la Mountain Time Zone puede tener momentáneamente cero o dos horas de adelanto sobre la Pacific Time Zone. Los distritos de Australia van más lejos y no siempre se ponen de acuerdo con las fechas de inicio y final del horario de verano; por ejemplo, en 2006 Tasmania adelantó sus relojes el 1 de octubre, Australia Occidental el 3 de diciembre y el resto de zonas con horario de verano el 29 de octubre.[68]

Las fechas de inicio y final pueden diferir con la localización y el año. Desde 1996, el Horario de verano europeo se ha venido aplicando desde el último domingo de marzo al último de octubre; antes las reglas no eran uniformes en todos los estados de la unión.[26]​ A partir de 2007 la mayoría de los estados de Estados Unidos y provincias y territorios de Canadá aplicaron el horario de verano del segundo domingo de marzo al primero de noviembre.[69]​ El cambio de 2007 fue parte de la Energy policy Act; previamente, de 1987 a 2006 las fechas de inicio y final eran el primer domingo de abril y el último de octubre, y el Congreso tiene la opción de volver a las fechas anteriores una vez se haya completado un estudio sobre el consumo energético.[70]

Las fechas de inicio y final se invierten en el hemisferio sur. Por ejemplo, en Chile se aplica el horario de verano desde el segundo domingo de octubre al segundo sábado de marzo, con transiciones a las 24:00.[71]​ La diferencia de tiempo entre el Reino Unido y Chile puede ser por tanto de tres, cuatro o cinco horas, dependiendo de la época del año.

China occidental, Islandia y otras zonas están al oeste de su zona horaria ideal, así que es como si tuvieran horario de verano todo el año. Por ejemplo, Saskatoon, Saskatchewan está a 106°39′ O de longitud, ligeramente al oeste del centro de la Mountain Time Zone ideal (105°O), pero Saskatchewan tiene el Tiempo Central Estándar (90°O) todo el año, así que siempre está unos 67 minutos adelantada respecto al Tiempo solar.[72]​ El Reino unido e Irlanda experimentaron con el horario de verano durante el año completo desde 1968 a 1971 pero lo abandonaron a causa de su impopularidad, especialmente en las regiones del norte.[73]

El oeste de Francia, España y otras zonas tienen la zona horaria cambiada y además aplican el horario de verano, así que el efecto es el de tener horario de verano en invierno y una hora extra en verano. Por ejemplo, Nome, Alaska está a 165°24′O de longitud, lo que está al oeste del centro de la zona de Tiempo Central Samoano (165°W), pero tiene el horario de Alaska (135°W) con horario de verano DST, así que está ligeramente más de dos horas adelantado en invierno y tres en verano.[74]

El horario de verano normalmente no se usa cerca del ecuador, pues los tiempos de amanecer y anochecer no varían lo suficiente como para justificarlo. Algunos países lo emplean sólo en algunas regiones; por ejemplo, el sur de Brasil lo emplea mientras que el Brasil ecuatorial no.[75]​ Sólo una minoría de la población mundial emplea el horario de verano, pues Asia y África en general no lo hacen.

Informática

La mayor parte de sistemas informáticos pueden cambiar de hora automáticamente cuando cambia el horario de verano. Las dos implementaciones más empleadas en la actualidad son zoneinfo y la de Microsoft Windows.

Zoneinfo

La base de datos zoneinfo asigna un nombre a los cambios de hora históricos y predecibles de una región. Esta base de datos la usan muchos programas informáticos, incluyendo la mayoría de sistemas operativos Unix, Java Oracle;[76]​ la base de datos de HP «tztab» es similar pero incompatible.[77]​ Cuando las autoridades cambian las normas del horario de verano las actualizaciones de zoneinfo se instalan como parte del mantenimiento ordinario del sistema operativo. En los sitemas Unix la variable de entorno TZ de un proceso especifica el nombre del lugar, como por ejemplo en TZ='America/New_York'.

Sistemas más antiguos pueden emplear sólo los valores TZ requeridos por POSIX, que especifican como mucho un momento de inicio y final en su valor. Por ejemplo TZ='EST5EDT,M3.2.0/02:00,M11.1.0/02:00' especifica el horario de Norteamérica que empezará en 2007. TZ debe de cambiarse cuando cambian las normas del horario de verano, y el nuevo valor de TZ se aplica a todos los años, lo que afecta también a fechas antiguas.[78]

Microsoft Windows

El proceso para ajustar y actualizar la configuración del horario de verano en Microsoft Windows varía con cada versión.[79]Windows Vista puede tener al menos dos reglas finales e iniciales por cada zona horaria. En una zona canadiense con horario de invierno, una configuración de Vista no tiene problemas con horas del periodo 1987-2006 y posteriores a 2006, pero puede tener problemas con las anteriores. Los sistemas Microsoft Windows antiguos pueden almacenar sólo un inicio y una regla para cada zona, así que la misma zona canadiense sólo estara exenta de errores para las fechas posteriores a 2006.[80]

Estas limitaciones han causado problemas. Por ejemplo, antes de 2005, el horario de verano en Israel variaba cada año, y en algunos no se aplicó. Windows 95 tenía las reglas correctas sólo para 1995, así que ocasionó problemas los demás años. En Windows 98 Microsoft se rindió y marcó Israel como si no tuviese horario de verano, así que los israelíes tenían que cambiar de hora manualmente dos veces al año. La ley de horario de verano israelí de 2005 marcó reglas predecibles, pero Windows no podía representar las fechas de la norma de forma que no fuese dependientes del año. Algunas soluciones parciales pueden ser cambiar los ficheros de zona horaria cada año[81]​ y hay una herramienta de Microsoft que lo hace automáticamente.[82]

Notas

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Referencias

Enlaces externos

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