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Revisión del 13:19 17 mar 2007

Economía de la Argentina
Moneda 1 Peso argentino (ARS) = 100 centavos
Año Fiscal Año Calendario
Organizaciones de comercio OMC y CSN
Estadísticas
PBI (nominal) U$S 218.384 millones (3er. Trimestre 2006 - INDEC) [8]
PBI per cápita (nominal) U$S 5.680 (3er. Trimestre 2006 - INDEC)
Crecimiento del PBI 8,5% (2006) [9]
PBI por sectores agricultura (10,6%) industria (35,9%) servicios (53,5%) (2005 est.)
Inflación 9,8% (2006) [10]
Pob. bajo la línea de pobreza 31,4% (1er. Semestre 2006) [11]
Pob. bajo la línea de indigencia 11,2% (1er. Semestre 2006) [12]
Fuerza laboral 15,5 millones (1er. Trimestre 2006) [13]
Trabajo informal 4,7 millones (43,1%) (3er. Trimestre 2006) [14]
Desempleo 8,7% (incluyendo a beneficiarios de planes sociales como empleados) - 10,1% (excluyendo a beneficiarios de planes sociales como empleados) (4to. Trimestre 2006) [15] [16]
Coeficiente de Gini 0,492 (3er. Trimestre 2006) [17]
Industrias principales alimenticia, automotor, bienes de uso, textil, química y petroquímica, editorial, metalurgia, siderurgia
Socios comerciales
Exportaciones U$S 46.569 millones (2006) [18]
Socios principales Mercosur 19%, Unión Europea 17%, NAFTA 15%, Chile 11%, Otros 38%(2005) [19]
Exportaciones por origen

Origen Agropecuario 33% Origen Industrial 30% Productos Primarios 20% Combustibles y Energía 17% (2005) [20]

Importaciones U$S 34.159 millones (2006) [21]
Socios principales Brasil 24,5%, Estados Unidos 21,5%, Alemania 6,8%, Italia 4,3%, España 4,2%
Finanzas
Deuda externa pública y privada U$S 107.818 millones
(3er. Trimestre 2006) [22]
Deuda externa pública U$S 55.600 millones (30% del PBI Nominal aprox.)
(1er. Trimestre 2006) [23]
Deuda externa privada U$S 47.417 millones
(3er. Trimestre 2006) [24]
Reservas internacionales U$S 35.113 millones (06-03-07) [25]

La República Argentina se beneficia de enormes recursos naturales, una población sumamente alfabetizada, un sector orientado a la exportación agrícola, y una base industrial diversificada. Sin embargo, sus resultados económicos han sido muy desiguales a lo largo de la historia. A principios del siglo XX era uno de los países con mejores perspectivas del mundo, pero en la actualidad se ha estancado como un país de ingreso superior medio y subdesarrollado.

Historia

Época Colonial (1580-1810)

La represión de los indígenas de los valles Calchaquíes, la entrega en mita de muchos de ellos para trabajar en las minas del Potosí y el proceso de mestizaje hicieron que las encomiendas que alguna vez florecieran en el Tucumán fueran reemplazadas por un campesinado relativamente libre. En la segunda mitad del siglo XVI, tanto el Alto Perú y el Tucumán, como el Paraguay exigían la creación de un puerto en el Atlántico sur para poder establecer lazos de comercio más cercanos con España y a la vez disminuir su aislamiento. Es por estos motivos, y por la amenaza de incursiones extranjeras en el Río de la Plata que la Corona española autoriza la segunda fundación de Buenos Aires.

En el Río de la Plata, la colonización se había concentrado en el Paraguay, donde los guaraníes eran numerosos y sedentarios, pasibles de ser encomendados. En 1573 el gobernador Juan de Garay marchó a repoblar Buenos Aires. En el camino, Garay decidió fundar en el lugar una ciudad intermedia: Santa Fe de la Vera Cruz. La tarea de Garay se completó en 1580, cuando fundó la ciudad de Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre, que con el tiempo sería conocida como Ciudad de Buenos Aires, como parte del Virreynato del Perú.

Durante el último tercio del siglo XVI, gracias a la introducción de la técnica de la amalgama con mercurio, la producción de plata se había duplicado, como así también la mortalidad de los indígenas[1]​. El llamado "Valle Imperial", llegó a tener una población de 160.000 habitantes y se convirtió en el principal mercado de consumo de Hispanoamérica[2]​.

Monumento a Juan de Garay en Buenos Aires

En este contexto, Buenos Aires se convierte en la entrada y salida natural de los productos altoperuanos y del Paraguay. Por un lado entran insumos y miles de esclavos negros para reemplazar a la menguante población indígena y por otro lado sale la plata producida en el cerro de Potosí.

Sin embargo, la corona española había decidido que toda la producción de plata producida en el Alto Perú, debía salir a España vía el puerto de Lima y desembarcar en Sevilla. Debido a la salida no autorizada de metales precisos por el puerto de Buenos Aires, en 1594 la corona prohíbe el comercio con este puerto, con algunas excepciones para evitar el desabastecimiento de la población: la autorización de fletar dos embarcaciones anuales con productos de la zona (cueros, principalmente). Esta situación lleva como única solución al contrabando, que pasa a ser la actividad económica más rentable de la Buenos Aires colonial.

Durante la era colonial la economía del Tucumán y Cuyo estaba dedicada a la producción de insumos y bienes de consumo para los mercados del Alto y Bajo Perú, Buenos Aires y Paraguay. Así, vinos y aguardiente de Cuyo, mulas de Córdoba, tejidos de Salta y Tucumán, carretas de Córdoba y Tucumán, etc., se producían bajo el amparo del proteccionismo español.

En la región pampeana, la principal actividad económica era la ganadera. El origen de la explotación ganadera en las pampas, se remonta a 1536 cuando Pedro de Mendoza intridujo los primeros equinos y a 1580 cuando Garay introduce entre 300 y 500 vacunos.[3]​ Para el año 1608 si bien el ganado vacuno aun es escaso en Buenos Aires, se menciona oficialmente la existencia de un numeroso plantel de ganado cimarrón que se fue multiplicando en libertad en los campos cercanos.

En 1609 el Cabildo de Buenos Aires acordó la matriculación de todas las personas interesadas en participar en la caza y matanza del ganado vacuno cimarrón, expediciones que oficialmente fueron denominadas "Vaquerías". Las vaquerías tenían por objeto la explotación del ganado vacuno para obtener principalmente su cuero, desechándose muchas veces la carne. Esta etapa duró aproximadamente hasta mediados del Siglo XVIII.[4]

Cuando el ganado cimarrón comenzó a disminuir su número, fue necesario internarse cada vez más en territorio bonaerense, agudizándose la pelea con el indio y aumentando los costos y riesgos de estas operaciones. En ese entonces comienza el momento de las estancias y del ganado marcado, y de una mayor utilización del animal: nacieron entonces las fábricas de cebo y los saladeros. Un importante papel en el nacimiento de las estancias la tuvo la "Ley de Tierras" de 1754 en la medida que la acción de vaquear, sirvió como antecedente para aspirar a la propiedad, contribuyendo así a la distribución latifundista de la tierra.[5]

La fundación de la Colonia del Sacramento por los portugueses justo enfrente de Buenos Aires en 1680, vino a reafirmar el crecimiento del contrabando. La pelea entre España y Portugal por el Río de la Plata continuó en 1724, cuando el gobernador español Bruno Mauricio de Zavala funda la ciudad de Montevideo para evitar la toma de esa bahía por un contingente proveniente de Brasil.

Es en 1776 que España entiende que debe actuar para echar a los portugueses del Río de la Plata, cuando decide la creación del Virreinato del Río de la Plata, que abarcaba lo que hoy es Argentina, Uruguay y Paraguay, así como gran parte de la actual Bolivia.

Con la sanción del Reglamento de Comercio Libre de 1778 bajo los Borbones, la actitud de la corona comenzó a variar, buscando proteger los intereses comerciales de los productores peninsulares en los mercados cautivos coloniales. El comercio libre tuvo consecuencias desastrosas para la economía del interior del virreynato, de la que solo algunos sectores, como el aguardiente, las carretas y artículos de montura y transporte, y los tejidos de lana, pudieron sobrevivir.

En Buenos Aires, la sanción del Reglamento de Comercio Libre y el "Auto de Internación" de 1777 provoca un verdadero "Boom" exportador, pasándose de 150.000 cueros al año en 1778 a 800.000 en 1801.[6]​ Desde el punto de vista político, la instalación de la aduana en 1779, del Consulado de Comercio en 1794 y el establecimiento del Sistema de Intendencias en 1782, consolidaron el papel hegemónico de Buenos Aires y el debilitamiento del poder de Lima.

Establecimiento del Estado Nacional (1810-1880)

La revolución de mayo de 1810 desató una ola de cambios, al separarse el Alto Perú del Virreynato, se privó al Río de la Plata de su principal mercado consumidor y de la región productora de metales preciosos. Las economías del interior quedaron aisladas y sus sectores mercantiles dejaron de cumplir el rol vinculante entre Buenos Aires y el Alto Perú. El proceso revolucionario no pudo contener las tensiones que el poder borbónico había mantenido oculto. Durante muchos años, las provincias del interior habían tolerado el centralismo de Buenos Aires sustentado en la legitimidad del Rey, pero ahora, su desaparición eliminaba todas las razones para que ese malestar no saliera a la luz.

Desde el punto de vista económico, Córdoba había estado más ligada por su comercio al Alto Perú y a Cuyo que a Buenos Aires. Cuyo, a su vez, estaba más cerca de Santiago de Chile que de la capital y en general todas las provincias del norte dependían desde todo punto de vista al Alto Perú. Asimismo, la mayoría de ellas no compartían la política oficial adoptada desde un principio del libre comercio, ya que esto perjudicaba sus economías internas.

Una vez declarada la Independencia en 1816, la situación económica de la Argentina era muy débil. El país casi no tenía industrias y por lo tanto, se comenzó a depender cada vez más de quien sería el principal comprador y vendedor de la Argentina: el Reino Unido.

Juan Manuel de Rosas

En este contexto, la clase terrateniente bonaerense comienza a presionar por expandir la frontera con el objeto de aumentar el stock de tierra y compensar las pérdidas sufridas por las guerras y la separación del Alto Perú. Así en 1820 se realiza una expedición que lleva las fronteras a las Sierras Pampeanas y en 1833 la campaña liderada por Juan Manuel de Rosas, estiró la superficie hasta el Río Salado, de esta forma, el latifundio se consolida como la unidad económica principal de la Provincia de Buenos Aires, gracias a la producción ganadera que garantizaba una excelente rentabilidad sin realizar demasiadas inversiones ni contar con demasiada mano de obra.[7]​.

Justo José de Urquiza

Para la época de la caída de Juan Manuel de Rosas en 1852, el país mostraba una notable descentralización económica, a tono con la diáspora provincial comenzada con la separación del Alto Perú. El país quedó políticamente fracturado en dos: Por un lado la Provincia de Buenos Aires y por otro la Confederación Argentina. Pero esta situación no era sostenible ya que la Confederación, militarmente vencedora, era económicamente más débil que Buenos Aires, que vivía una notable expansión económica sustentada por el nuevo ciclo lanar y las rentas de la aduana.

Esta situación se resuelve en 1861 con la victoria de Bartolomé Mitre sobre Justo José de Urquiza en la Batalla de Pavón, procediéndose a la reunificación nacional y la normalización institucional.

Modelo Agroexportador (1880-1930)

Aparición en la economía mundial

Antes de la mitad del siglo XIX, Argentina fue vista como una región periférica en el contexto mundial. Pero alrededor de 1870 la economía comenzó a experimentar un crecimiento rápido por la exportación de sus materias primas provenientes de la ganadería. Esto marcó el principio de un período significativo de expansión macroeconómica. Entre 1870 y 1914, la economía argentina sostuvo una tasa media de crecimiento superior al 5 % por año[8]​. De hecho, hacia 1913, los ingresos per capita habían alcanzado aquellos niveles sostenidos por Francia y Alemania y muy superiores a países hoy más desarrollados que la Argentina, como Italia y España.

El desarrollo de la tierra

Desde su independencia, Argentina, es el octavo país más grande en el mundo, hecho que le ha dado ventaja en este factor de producción. En el siglo XIX la economía rural estuvo casi completamente dedicada a la ganadería y la agricultura. Sobre el curso de historia cada uno de estos dos sectores experimentó los períodos de crecimiento y contracción en sus mercados.

La oferta agropecuaria, constituyó la base del desarrollo económico de la Argentina en el período 1880-1930. La producción de carne y cereales, para el mercado mundial fue modelo sobre el que se fueron forjando además otros factores, desde los transportes hasta la misma organización política de la Nación.

Julio Argentino Roca

Desde 1890 hasta 1930, Conquista del Desierto mediante, la agricultura pampeana pasó de cultivar unos 2 millones de hectáreas a más de 25 millones, una evolución similar ocurrió con la producción de carne, favorecida por el surgimiento del frigorífico. Las exportaciones argentinas pasaron de 70 millones de pesos oro en el quinquenio 1880-84, a 380 millones en la década de 1910. Para la década de 1920, las mismas oscilaron en torno de los 800 a 1.000 millones de la misma moneda.[9]

El desarrollo del mercado de trabajo

La inmigración era funcional al desarrollo de la Argentina. Antes de 1860, había relativamente poca migración en el país; la población en 1869 alcanzaba a poco más de 1,8 millones de personas[10]​y, debido a las extensiones escasas de población, enormes tierras permanecieron inutilizadas. Para el año 1930, la población llegaba a los 11 millones.[11]

La escasez de trabajo llegó a ser un punto crítico, pero estos resultados que comenzaba a experimentar el país permitió salarios dignos y, por lo tanto, un abismo entre los índices de salario de la Argentina y de una Europa empobrecida, particularmente Italia y España. Esto facilitó la inmigración masiva que fue sostenida cada año hasta la Primera Guerra Mundial (excepto en 1890 donde hubo un retraimiento económico). Mientras que la mitad de los inmigrantes europeos eligió permanecer en la ciudad de Buenos Aires, su adición al mercado de trabajo que le ofrecía el país ayudó a aliviar la escasez de trabajo en el campo. Las migraciones internas subsecuentes de nativos y extranjeros ayudaron a asegurar un mercado de trabajo eficiente.

La solución a la falta de mano de obra facilitó el desarrollo económico. Mientras que los salarios pudieron haber caído por un período, los inmigrantes, como factor importante de la producción, ayudaron a diversificar los mercados comerciales de la Argentina. Anteriormente, el sector ganadero -costoso- había dominado la producción. Pero con la gran mano de obra disponible, el sector arable permitió el desarrollo. Por consiguiente, el comercio de la Argentina dejó de especializarse en cualquier producto. Esto ayudó a fortificar al país contra los vaivenes de la economía mundial (estabilidad social y política), contribuyendo al desarrollo argentino experimentado entre 1870 y 1920.

El desarrollo del mercado de capitales

Como la inmigración, la inversión extranjera jugó un papel central en el desarrollo económico de la Argentina. Antes de la Primera Guerra Mundial, se podría decir que la inversión de capital era la inversión de capital extranjero. En todas las consideraciones, Argentina era un caso atípico para la inversión extranjera, y de ahí que esto la diferenció del resto de los países latinoamericanos. Sin embargo, Argentina no tuvo un desarrollo al estilo de los países hoy considerados del primer mundo.

Con mucho, Gran Bretaña contribuyó con la mayor parte de fondos que cualquier otro estado extranjero, como lo hizo con muchos otros estados latinoamericanos. Las sociedades anónimas de responsabilidad limitada, recogieron la mayor parte de su capital por la inversión directa extranjera. La mayor parte de las inversiones de Gran Bretaña recayeron en los ferrocarriles y en las industrias que exportaban carne. Sin embargo el sector agrícola prácticamente no ha recibido ninguna inversión extranjera, y relativamente poco crédito doméstico también.

Final del crecimiento por exportaciones

Principalmente, el crecimiento económico argentino antes de 1914 fue alcanzado por las exportaciones a Europa. Primero la carne vacuna y luego los cereales fueron enviados a Europa, con una población en auge. El viejo continente se encontró cada vez más en la necesidad de importar productos alimenticios de Argentina. A cambio, Gran Bretaña, Francia y Alemania invirtieron dinero en el desarrollo de Argentina. Principalmente, fondos extranjeros fueron colocados en los sectores que fueron orientados hacia las exportaciones; los ferrocarriles en particular fueron construidos con el capital extranjero. Mientras muchos argentinos vieron al sector de exportación como central para el desarrollo de un mercado nacional, la economía permaneció profundamente dependiente del contexto internacional.

La inversión extranjera y el mercado comercial pueden ser sumamente volátiles. Como la economía de Argentina confió tan pesadamente en el crédito extranjero y en una demanda de sus productos agrícolas, los períodos de volatilidad, causaron repercusiones severas para el crecimiento económico del país.

La inversión extranjera, entonces, era una arma de doble filo. Mientras esto contribuyó al largo período de crecimiento entre finales del siglo XIX y principios del XX, la inversión extranjera mermó durante la Primera Guerra Mundial. Mercados como el argentino aún no habían madurado y la economía doméstica no estaba preparada aún para compensar las pérdidas incurridas por los shocks externos. La economía en total vio una caída en su funcionamiento.

La prosperidad de la post Primera Guerra Mundial

Una vez terminada la Primera Guerra Mundial, los capitales norteamericanos y Wall Street comenzaron a figurar preminentemente sobre la esfera internacional y la Argentina gozó del más largo período de prosperidad y paz social hasta entonces.

Entre 1919 y 1929 el PBI de la Argentina creció al 3,61% anual, superando considerablemente a Canadá (2,65%), Estados Unidos (2,16%) y Australia (1,64%). También el aumento del PBI per cápita argentino fue el más alto de los cuatro países, promediando el 1,75% anual. [12]

Sin embargo la crisis mundial que desencadenó el derrumbe de la bolsa en 1929 (el jueves negro) marcó el final del modelo argentino de crecimiento conducido por la exportación de los productos ganaderos y cerealeros de la región pampeana.

Modelo agroexportador superpuesto con modelo de sustitución de importaciones (1930-1975)

Después de la Crisis de 1929, un nuevo modelo de crecimiento económico comenzó a surgir lentamente, aunque de un modo considerablemente diferente al de otros países de la región.

Por un lado los sectores exportadores de productos ganaderos y cerealeros, principalmente los grandes latifundistas y las empresas frigoríficas y ferroviarias británicas, intentaron recrear el modelo exportador. El Pacto Roca-Runciman de 1933 entre Argentina y Gran Bretaña tenía ese objetivo.

Por otra parte, y en sentido paralelo, comenzó a desarrollarse durante el período 1930-1943 un proceso de industrialización por sustitución de importaciones, con eje en empresas estatales con fuerte influencia militar (YPF, Fabricaciones Militares, Altos Hornos Zapla), y algunas filiales de grandes empresas norteamericanas y sobre todo una gran cantidad de fábricas pequeñas y medianas de capital nacional, especialmente en el sector textil.

Exportaciones industriales como porcentaje del PBI 1939-1943

El resultado fue que el sector agro-exportador permaneció sin realizar cambios de fondo (en particular en la Argentina no se realizó una reforma agraria orientada a crear una propiedad capitalista de la tierra) y se superpuso a un nuevo modelo de industrialización orientado al mercado doméstico. Ambos sectores se constituyeron de manera autónoma, sobre dinámicas, reglas y principios diferentes, y muchas veces en abierta colisión. El sector agroexportador se desarrollaba orientado al comercio internacional, sobre las pautas de la economía liberal clásica, con una presencia preponderante del latifundio y un muy bajo empleo de tecnología y mano de obra (menos del 10% del total nacional), que a su vez estaba sujeta a relaciones laborales paternalistas. El sector industrial comenzó a desarrollarse orientado al mercado interno, con una presencia preponderante del Estado, sobre las pautas de la nueva economía keynesiana que irrumpía en Estados Unidos con el New Deal, y una gran demanda de mano de obra asalariada sujeta a relaciones laborales colectivas entre el trabajo y el capital. Las grandes tensiones y conflictos que tenían que surgir inevitablemente de la convivencia de dos sistemas inconexos y hasta incompatibles, tendió a desarrollar un fuerte Estado interventor [13]​.

Si bien el gobierno no tuvo intervención con la política de crecimiento conducido por la exportación, en esta forma nueva sí tuvo participación directa. En un esfuerzo por limitar la dependencia del país del mercado internacional, medidas inducidas por el gobierno como la nacionalización de la industria doméstica fue apuntada para alentar un desarrollo interno, autónomo.

Si bien es cierto que la Argentina fue capaz de crecer con este esquema de dos sectores económicos mal integrados, la dinámica del desarrollo económico no fue suficiente para que el país se convirtiera en una nación desarrollada, repitiendo de algún modo lo que había ocurrido con el modelo agro-exportador de fines del siglo XIX y principios del XX, con el que la Argentina experimentó algún tipo de industrialización pero no se transformó en un país "industrializado".

Modelo Neoliberal (1975-2001)

Décadas del 70´ y del 80´

Evolución de la pobreza en el aglomerado Gran Buenos Aires 1965-2005

Las políticas económicas neoliberales adoptadas desde la década de 1970 por los gobiernos militares, y seguidas por los gobiernos civiles, determinaron una concentración progresiva de la riqueza e hicieron que la población perdiera el nivel de vida que había alcanzado a mediados del siglo XX con un aumento exponencial de la deuda externa nacional, que se elevó de 7.875 millones de dólares al finalizar 1975, a 45.087 millones de dólares en 1983 [14]​. La relación porcentaje de deuda externa sobre PBI, es una de las más elevadas de América Latina donde los países que la conforman cargan con grandes deudas externas. Esto significa un serio obstáculo para las políticas de desarrollo.

Durante la década de 1980, considerada como la década perdida para América Latina[15]​, la Argentina creció a tasas magras[16]​. Sin embargo en 1983, el país seguía sosteniendo indicadores aceptables ya que la tasa de desempleo apenas rozaba el 4 por ciento de la población económicamente activa, menos del 10 por ciento de la sociedad estaba bajo la línea de la pobreza y no existían indigentes [17][18]​.

Las altas tasas de inflación que caracterizaron a la economía argentina desde la Segunda Guerra Mundial hicieron eclosión con los procesos hiperinflacionarios de 1989 y 1990, durante los cuales la pobreza se elevó momentáneamente hasta un inédito nivel del 47,3% de la población del aglomerado Gran Buenos Aires [19]​.

Los años 90´: apertura económica

Las reformas económicas de esta década se han basado en la privatización de los servicios públicos y en la apertura de la economía. En 1991, el ministro de economía Domingo Cavallo recurrió a la paridad del peso argentino con el dólar estadounidense (Ley de Convertibilidad) debido en parte a la acuciante inflación que sufrió el país a fines de los 80´. Comenzaron a registrarse así altas tasas de crecimiento entre 1991-1994 y 1996-1998. En 1995 por el Efecto Tequila —que demostró cómo un hecho externo podía influir en el país producto de la globalización— provocó un crecimiento negativo del PBI. Éste llegó a alcanzar los 300 mil millones de dólares en 1998. El PBI per cápita (el más alto durante la década del 90´ en América Latina) llegó a los 8.510 dólares ese mismo año. Las exportaciones pasaron de 12.500 millones de dólares en 1990 a casi 27.000 millones de dólares en 2000 con un aumento del 110% en ese período [20]​. Todas estas cifras fueron récord para el país. Sin embargo, este modelo produjo una concentración económica en los sectores financiero, de servicios y agroexportador, al mismo tiempo que una desocupación estructural cercana al 20% en sus peores momentos. Desde 1994 hasta el tercer trimestre de 2006 la desocupación a nivel nacional ha sido siempre de dos dígitos. La pobreza medida en el aglomerado Gran Buenos Aires osciló en ésta década entre el 33,7% en 1990, el 16,1% en 1994 y el 26,7% en 1999, siendo más baja de la registrada en la crisis hiperinflacionaria de fines de los 80' [21]​.

Crisis del 2001

Mercado de trabajo argentino, 2001

Los recurrentes problemas de este modelo noventista determinaron una recesión desde 1998 que estalló a finales de 2001 (véase Corralito), y terminaron por provocar el fin de la Ley de Convertibilidad monetaria con importantes secuelas de crisis económica, política y social. En 2002, en parte por la devaluación que adoptó el país luego del default de la Deuda Externa (pública y privada) casi el 60% de la población fue pobre en términos de sus ingresos económicos y el producto bruto interno a precios corrientes de 268.697 millones de dólares en 2001 se redujo casi un 64% a fines de 2002. En el periodo recesivo y posterior crisis (junio de 1998 a 2002 inclusive), éste sufrió una perdida del 19,5% acumulada, registrándose el mayor descenso en el último año de la crisis con un decrecimiento del 10,9%. Una de las principales secuelas que dejó la crisis de 2001 fue el aumento de la inequidad en la distribución de la riqueza en comparación con los demás países de América Latina.

Situación actual (2003 en adelante)

Reestructuración de la deuda externa y el papel del FMI

Una parte significativa de la responsabilidad de la crisis que vivió la Argentina entre 1998 y 2002 ha sido puesta sobre el FMI. En un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2004, el Presidente Néstor Kirchner dijo:

"Se hace necesario un urgente, fuerte y estructural rediseño del Fondo Monetario Internacional para que pueda prevenir crisis y ayudar a su solución, cambiando el rumbo que lo llevó de prestamista de fomento a acreedor con demanda de privilegios."

El proceso de reestructuración de la deuda externa fue largo y complejo y finalizó, para quienes decidieron ingresar en el canje, a fines de febrero de 2005. Argentina ofreció un descuento importante sobre sus obligaciones (aproximadamente el 70 %) y finalmente lo colocó en un 76 % (esta oferta no incluyó el FMI y otros organismos internacionales, con quienes el país ha cumplido sus deudas). El 24% de la deuda restante (se encuentra pendiente de renegociación a enero de 2007) representa aproximadamente U$S 20.000 millones[22]​.

En diciembre de 2005, el presidente Néstor Kirchner decidió liquidar la deuda argentina con el FMI en un solo pago, sin nueva financiación, por un total de 9.810 millones de dólares utilizando las reservas internacionales que alcanzaron un valor de 28.000 millones de dólares ese año, reduciéndose éstas a 18.000 millones de dólares en enero de 2006. El pago en parte fue financiado por Venezuela, quien compró obligaciones argentinas por 1.600 millones de dólares. Dos días antes de este hecho, Brasil también había cancelado la totalidad de su deuda con el FMI. Según datos del Ministerio de Economía, en septiembre de 2006, las reservas volvieron a alcanzar el nivel previo a la cancelación total de deuda con este organismo de 28.000 millones de dólares [23]​ y en noviembre llegaron a los 30.010 millones de dólares, alcanzando un récord histórico, la última vez registrado en 1999 [24]​. Esto se debe en parte a una de las políticas del Banco Central de la República Argentina de mantener un dólar alto en relación al peso argentino. Las cotizaciones se encuentran en 3,10 pesos argentinos por dólar para la venta y 3,06 por dólar para la compra [25]​.

Expansión de la economía

Con una "política de dólar alto" que permitió producir bienes y servicios a precios competitivos en el mercado internacional, algunas industrias de la Argentina comenzaron a reflorecer después de la crisis.

Estructura del PBI, 2005
Exportaciones argentinas, 2004

A mediados de 2002 se comienzan a vislumbrar signos de reactivación económica [26]​ y desde 2003 a 2005, el país registró una fase de crecimiento económico con tasas que oscilaron en torno al 9% (8,8% en 2003, 9% en 2004 y 9,2% en 2005), en parte debido a una política económica de dólar alto destinada a favorecer la sustitución de importaciones, que ha incrementado la competitividad de la industria argentina. A causa de la recuperación de la economía que se ha observado en el período 2003 - 2005, y teniendo en cuenta que en el tercer trimestre de 2005 el PBI argentino (en pesos argentinos y a precios constantes) superó el valor de 1998, la crisis económica ha finalizado. En 2006 la economía se expandió al 8,5%, acumulándose cuatro años de crecimiento sostenido [27]​. Según datos del INDEC, el producto bruto interno en valor nominal ascendió al tercer trimestre de 2006 a los 218.384 millones de dólares y el PBI per cápita nominal a 5.680 dólares [28]​. Las estimaciones del FMI para 2006 respecto a estos índices son de 219.652 millones de dólares y 5.745 dólares respectivamente [29]​. En la actualidad, la Argentina es la tercera potencia en materia económica de América Latina, superada por Brasil y México. Si al PBI se lo considerara en paridad de poder adquisitivo, según proyecciones del FMI para 2006, estiman un valor de 567.313 millones de dólares [30]​, acortándose las distancias respecto al PBI de Brasil o de México. El PBI per cápita medido en paridad de poder adquisitivo y expresado en dólares internacionales (USD 14.838), es el más alto de la región.

Evolución del PBI entre 1990 y 2005

La inflación alcanzada en 2006 fue del 9,8%, 2,5 puntos menos que la de 2005 que llegó a un 12,3%, cumpliéndose así la meta del gobierno de Néstor Kirchner de llevar a un dígito este índice, donde ha jugado un papel importante el congelamiento de los precios de los servicios públicos más una política oficial de acuerdo de precios de algunos productos [31]​.

Las exportaciones totalizaron en 2006 los 46.569 millones de dólares y las importaciones llegaron a 34.159 millones de dólares. El incremento de las exportaciones fue del 15,4% y el de las importaciones el 19,1% respecto a las cifras de 2005 [32]​.

A su vez, el crecimiento económico hizo mejorar notablemente los índices sociales desde el período de crisis. Así, los últimos indicadores a nivel nacional mostraron que la tasa de pobreza en el primer semestre de 2006 representó al 31,4% de la población y la de indigencia al 11,2% [33]​. El desempleo en el cuatro trimestre de 2006 se halló en un 8,7%, incluyéndose a beneficiarios de planes sociales como “empleados”. Tomando en cuenta este dato, por primera vez desde octubre de 1993, la desocupación es de un dígito. El índice se eleva al 10,1%, excluyendo a beneficiarios de planes sociales como “empleados”. El subempleo, en tanto, se situó en un 10,8% [34]​.

Desde el principio del gobierno de Kirchner, el papel del estado en la economía se ha ampliado respecto al que tenía durante el gobierno de Menem. Esto se ve principalmente en la fijación de precios en algunas industrias así como en la creación de una línea aérea pública y una empresa de energía pública.

La Fundación Heritage, que se define como una "fundación Norteamericana de pensamiento conservador" [35]​ ha considerado que la Argentina ocupa la posición 95º entre 157 países evaluados en el que denomina Índice de Libertad Económica.

Perspectivas

La Fundación Crear publicó en 2007 un informe que estima un promedio de 5,5% de crecimiento anual de la economía argentina en el próximo quinquenio[36]​.

Banca

Banco de la Nación Argentina, Buenos Aires

Durante la década del 90´ el sistema financiero argentino se fue consolidando y reforzando. Los depósitos crecieron fuertemente, aún después de la recesión que comenzó en 1998.

Aún si, el sistema bancario prestó dólares y tomó depósitos en pesos argentinos. Pero durante la recesión económica y financiera de 2001, se tomaron medidas como el congelamiento de los depósitos de particulares (hecho conocido como el corralito), así como también una devaluación asimétrica de préstamos y depósitos, hicieron que muchos bancos técnicamente lleguen a la bancarrota.

A partir del crecimiento económico registrado desde el año 2003, los bancos otra vez ganan depósitos, que pasaron de $ 114.462 millones en diciembre de 2004 a $ 169.729 en diciembre de 2006, lo que implica un crecimiento de más del 48%.[37]

De acuerdo a un estudio realizado por la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) los diez primeros bancos, a septiembre de 2006, por nivel de depósitos son: [38]

  1. BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA
  2. BBVA BANCO FRANCÉS S.A.
  3. BANCO RÍO DE LA PLATA S.A.
  4. BANCO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
  5. BANCO DE GALICIA Y BUENOS AIRES S.A.
  6. BANCO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
  7. BANKBOSTON, N.A.
  8. CITIBANK N.A.
  9. BANCO CREDICOOP Coop. Ltdo.
  10. HSBC BANK ARGENTINA S.A.

Comercio exterior

Las exportaciones argentinas fueron durante el año 2006 de u$s 46.569 millones, un 15% superiores al año anterior, en tanto las exportaciones ascendieron a u$s 34.159 millones, un 19% que en el 2005. El saldo neto de la balanza comercial fue de u$s 12.409 millones, con un incremento de 6,4% respecto del año anterior.

Las composición de las exportaciones del año 2006 es la siguiente: Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) 33%; Manufacturas de Origen Industrial (MOI) 32%; Productos Primarios (PP) 19% y el restante 16% corresponde a Combustible y Energía (CyE).

Las importaciones se repartieron de la siguiente manera: bienes intermedios 35% del valor total, bienes de capital (25%), piezas y accesorios para bienes de capital (17%), bienes de consumo (12%), automotores de pasajeros (6%) y combustibles y lubricantes (5%).[39]

Inversión

Las inversiones estadounidenses en la Argentina se concentran sobre todo en telecomunicaciones, petróleo y gas, energía eléctrica, servicios financieros, sustancias químicas, industria alimenticia, y en fabricación de vehículos. Éstas se acercaron a los 16 mil millones de dólares a fines de 1999, según estimaciones de la embajada estadounidense en este país. Varios acuerdos bilaterales juegan un papel importante en la promoción de la inversión estadounidense privada. Las inversiones canadienses, europeas y chilenas -también importantes- llegan en cantidades significativas. Desde 2000, Brasil también se convirtió en un país inversor en la Argentina. Empresas españolas en particular, han entrado en el mercado argentino agresivamente, con inversiones principalmente en petróleo y gas, telecomunicaciones, banca, y sectores de venta al público. En octubre de 2004, China había anunciado que invertiría 20 mil millones de dólares en la Argentina con destino a la reconstrucción de los ferrocarriles (8 mil millones de dólares) y en la investigación del aceite (5 mil millones de dólares). Sin embargo, esta operación no pudo materializarse hasta el momento.

La inversión extranjera directa en la Argentina alcanzó los 4.662 millones de dólares en 2005, un monto que superó en 9% la cifra registrada en 2004. El informe fue elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Con ese número, la Argentina se ubica como el cuarto receptor de inversión extranjera, detrás de México, Brasil y Chile, y por delante de Colombia. El país bajó su performance respecto a Chile, ya que en la década de los 90´ la inversión extranjera directa llegó a alcanzar los 10 mil millones de dólares, ubicándose como tercer receptor en la región.

En tanto la Inversión Bruta Interna Fija, alcanzó en 2005 un 19,8% [40]​ respecto al PBI, cifra que no logró superar a la de 1998 en la época pre-crisis (21,1%) pero sí al promedio de este indicador entre 1980 y 2005 (18,8%) [41]​.

Otras estadísticas

  • Electricidad [42]​:
  • Producción: 87,16 mil millones TWh (2004)
  • Consumo: 82,97 mil millones TWh (2004)
  • Exportaciones: 2,07 mil millones TWh (2004)
  • Importaciones: 1,561 mil millones TWh (2004)
  • Petróleo:
  • Producción: 745.000 barriles/día (2005 estimado)
  • Consumo: 450.000 barriles/día (2001 estimado)
  • Reservas demostradas: 2,95 mil millones de barriles (2005 estimado)
  • Gas natural:
  • Producción: 41,04 mil millones de m³ (2003 estimado)
  • Consumo: 34,58 mil millones de m³ (2003 estimado)
  • Reservas demostradas: 663,5 mil millones de m³ (2005)

Indicadores macroeconómicos

Indicador Saldo de cuenta corriente Saldo de cuenta corriente como porcentaje del PIB PIB a PPA per capita PIB a PPA como porcentaje del total mundial PIB total a PPA PIB per cápita a precios constantes PIB per capita a precios corrientes PIB per capita a precios corrientes
Unidad Millones USD Ratio USD % Millones USD ARS USD ARS
1990 4.665 3,3 7.285,66 0,881 237.003 5.614,30 4.344,82 2.118,73
1991 -429 -0,2 8.220,92 0,960 271.044 6.120,91 5.750,51 5.486,75
1992 -6.468 -2,8 9.151,28 1,038 305.836 6.660,41 6.845,48 6.781,48
1993 -8.043 -3,4 9.979,54 1,079 332.457 7.099,29 7.099,29 7.099,29
1994 -10.979 -4,3 10.672,77 1,102 359.338 7.434,45 7.646,28 7.646,28
1995 -5.118 -2,0 10.470,00 1,034 356.265 7.146,82 7.583,10 7.583,10
1996 -6.769 -2,5 11.139,35 1,049 383.078 7.462,33 7.913,73 7.913,73
1997 -12.137 -4,1 12.114,37 1,088 421.045 7.982,59 8.426,19 8.426,19
1998 -14.482 -4,8 12.586,06 1,100 442.097 8.202,58 8.510,76 8.510,76
1999 -11.944 -4,2 12.205,94 1,026 433.311 7.841,38 7.986,56 7.986,56
2000 -8.981 -3,2 12.243,14 0,971 439.259 7.697,55 7.921,39 7.921,39
2001 -3.291 -1,2 11.857,83 0,906 429.967 7.280,64 7.410,25 7.410,25
2002 8.668 8,9 10.637,14 0,784 389.812 6.419,07 2.666,90 8.529,64
2003 7.982 6,3 11.687,92 0,820 432.881 6.912,71 3.446,41 10.149,66
2004 3.317 2,2 12.940,49 0,850 484.377 7.457,47 4.059,68 11.959,13
2005 3.323 1,8 14.108,51 0,874 533.722 8.057,55 4.802,08 14.070,08


Indicador PIB a precios constantes PIB a precios constantes, cambio porcentual anual PIB a precios corrientes PIB a precios corrientes Deflactor del PIB Tasa de cambio implícita para PPA Inflación Inflación, cambio procentual anual
Unidad Millones ARS % Millones USD Millones ARS Índice ARS por USD Base 2000=100 %
1990 182.633 -1,3 141.337 68.922 37,738 0,287 24,906 2314,0
1991 201.806 10,5 189.594 180.898 89,639 0,658 67,662 171,7
1992 222.591 10,3 228.776 226.637 101,818 0,731 84,510 24,9
1993 236.505 6,3 236.505 236.505 100,000 0,701 93,333 10,4
1994 250.308 5,8 257.440 257.440 102,849 0,706 97,232 4,2
1995 243.186 -2,8 258.032 258.032 106,105 0,714 100,515 3,4
1996 256.626 5,5 272.150 272.150 106,049 0,700 100,671 0,2
1997 277.441 8,1 292.859 292.859 105,557 0,686 101,203 0,5
1998 288.123 3,9 298.948 298.948 103,757 0,667 102,139 0,9
1999 278.369 -3,4 283.523 283.523 101,851 0,645 100,948 -1,2
2000 276.173 -0,8 284.204 284.204 102,908 0,638 100,000 -0,9
2001 263.997 -4,4 268.697 268.697 101,780 0,616 98,935 -1,1
2002 235.236 -10,9 97.732 312.580 132,880 0,791 124,528 25,9
2003 256.024 8,8 127.643 375.910 146,826 0,856 141,268 13,4
2004 279.141 9,0 151.958 447.644 160,365 0,911 147,506 4,4
2005 304.815 9,2 181.662 532.268 174,620 0,981 161,728 9,6

Fuente FMI: [26]

Véase también

Referencias

Notas

  1. Pigna, Felipe: Los mitos de la historia argentina.. Buenos Aires. Grupo Editorial Norma, 2004
  2. Pigna. Ob. Cit.
  3. Rapoport, Mario (Compilador): "Economía e Historia: Contribuciones a la historia económica argentina". Editorial Tesis. Buenos Aires, 1988. ISBN: 950-9109-68-1
  4. Rapoport, Mario. Ob. Cit
  5. Rapoport, Mario. Ob. Cit
  6. Rapoport, Mario. Ob. Cit
  7. Rapoport, Mario. Ob. Cit.
  8. Blanchard, Olivier y Pérez Enrri, Daniel: Macroeconomía. Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, 2002. ISBN: 987-97892-4-5.
  9. Schvarzer, Jorge: Implantación de un modelo económico. A-Z Editora, Buenos Aires, 1998. ISBN: 950-534-551-8. Página 15
  10. [1] Datos poblacionales de Argentina
  11. Schvarzer, Jorge. Ob. Cit. Página 15.
  12. Gerchunoff et al: pag 78 y ss (Los prósperos años de Alvear)
  13. The »Argentine Anomaly«: From wealth through collapse to neo-developmentalism, Julio Godio, 2004, FES
  14. Banco Central, Memoria 1985, pag. 147
  15. Gerchunoff et al, p. 373
  16. Gerchunoff et al, p. 373
  17. INDEC
  18. Lanacion.com.ar (26-10-03)
  19. INDEC Pobreza en Aglomerado Gran Buenos Aires
  20. Ministerio de Economía de la Nación
  21. INDEC Pobreza en Aglomerado Gran Buenos Aires
  22. [2] Informe Económico de Coyuntura Consejo Prosesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires - Página 5
  23. www.infobae.com (27-09-06)
  24. www.infobaeprofesional.com (22-11-2006)
  25. Datos correspondientes al 22 de noviembre de 2006 [3]
  26. Ministerio de Economía (pág 3/13) archivo .pdf
  27. www.perfil.com (21-02-2007)
  28. Unión Industrial Argentina (basado en datos del INDEC)
  29. www.imf.org (septiembre 2006)
  30. Según www.imf.org (FMI) Septiembre 2006
  31. Según www.infobae.com (05-01-2007)
  32. www.laopinion-rafaela.com.ar (17-02-2007)
  33. Clarin.com (20-09-2006)
  34. www.pagina12.com.ar (01-03-2007)
  35. Articulo de La Nación del dia 16 de enero
  36. [4]
  37. [5] Informe Económico de Coyuntura - CPCECABA Nº 272 - Marzo 2007
  38. [6] Ránking ABA Septiembre de 2006
  39. [7] Informe Económico de Coyuntura - CPCECABA Nº 272 - Marzo 2007
  40. Según www.cei.mrecic.gov.ar
  41. Según Econline.com.ar
  42. www.cia.gov (Economía de Argentina)

Enlaces externos

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