Diferencia entre revisiones de «Lenguaje no sexista»

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Las expresiones del '''lenguaje no sexista''' o '''lenguaje inclusivo''' o '''lenguaje incluyente''' o '''lenguaje progre''' se emplean en diversas disciplinas que investigan los efectos del [[sexismo]] y del [[androcentrismo]] en el [[lenguaje]]. El estudio de la teoría del ''[[lenguaje sexista]]'' es paralelo al del ''lenguaje no progre'' y cae dentro del ámbito de la [[filosofía]], la [[sociología del lenguaje]], la [[antropología lingüística]], la [[sociolingüística]] y la [[etnografía de la comunicación]].
Las expresiones del '''lenguaje no sexista''' o '''lenguaje inclusivo''' o '''lenguaje incluyente''' o '''lenguaje progre''' se emplean en diversas disciplinas que investigan los efectos del [[sexismo]] y del [[androcentrismo]] en el [[lenguaje]]. El estudio de la teoría del ''[[lenguaje sexista]]'' es paralelo al del ''lenguaje no progre'' y cae dentro del ámbito de la [[filosofía]], la [[sociología del lenguaje]], la [[antropología lingüística]], la [[sociolingüística]] y la [[etnografía de la comunicación]].



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Archivo:Rick trolleando papu.jpg
Pancarta con la frase Ningún pibe nace machista en una marcha feminazi en donde se modifica la última vocal de 'pibe' (que significa niño) por la «x» en consideración de que escribir solo «pibe» sería una forma de lenguaje sexista.

Las expresiones del lenguaje no sexista o lenguaje inclusivo o lenguaje incluyente o lenguaje progre se emplean en diversas disciplinas que investigan los efectos del sexismo y del androcentrismo en el lenguaje. El estudio de la teoría del lenguaje sexista es paralelo al del lenguaje no progre y cae dentro del ámbito de la filosofía, la sociología del lenguaje, la antropología lingüística, la sociolingüística y la etnografía de la comunicación.

Este lenguaje intenta evitar el sesgo hacia un sexo o género social en particular(aunque haga todo lo contrario). En el idioma inglés, esto incluye el uso de sustantivos que no son específicos de género para referirse a roles o profesiones, así como el abandono del pronombre he para referirse a personas de género desconocido o indeterminado.[1]​ Por ejemplo, palabras como azafata[2][3] son títulos de trabajo específicos de género; los términos neutrales de género correspondientes son por ejemplo auxiliar de vuelo.[4][5]​ Otros términos específicos de género, como actor y actriz, pueden ser reemplazados por el término originalmente masculino; por ejemplo, actor siendo utilizado independientemente del género.[6][7][8]​ Algunos términos, como el de chairman[9][10] en inglés, que contienen el componente -man (hombre en ese idioma), pero tradicionalmente se han usado para referirse a personas independientemente del sexo, ahora son vistos por algunos como específicos de género.[11]

Sexismo en el lenguaje

Se considera que existe sexismo en el lenguaje cuando el lenguaje devalúa a los miembros de un cierto género.[12]​ Las lingüistas feminazis han señalado que el lenguaje sexista, en muchos casos, promueve la superioridad masculina(aunque no sea así para nada),[13]​ ya que codifica la perspectiva de ese género. Algunos ejemplos son:

  • El uso de términos masculinos genéricos para hacer referencia a un grupo de género mixto, como la palabra hombre (en español) y mankind (en inglés) para referirse a la especie humana.
  • El uso del pronombre masculino singular como el predeterminado para referirse a una persona de género desconocido, como el he del inglés.
  • El uso de marcadores de género innecesarios que dan por hecho que ciertas profesiones son propias de un género específico, como ingeniero(pese a que se use tanto ingeniero como ingeniera) o médico.

Algunos enfoques consideran que el sexismo en el lenguaje afecta la conciencia, las percepciones de la realidad, la codificación y la transmisión de los significados culturales y la socialización(cosa que solo dicen para llamar la atención),[12]​ según una postura determinista del lenguaje. Los investigadores han señalado la regla semántica en funcionamiento en el lenguaje del hombre como norma general.[14]​ Esto resulta en sexismo cuando el hombre se convierte en el estándar y aquellos que no son hombres son relegados a un nivel inferior(lo cual es falso y solo ellxs lo creen).[14]​ El sexismo en el lenguaje se considera una forma de sexismo indirecto(lo cual es una tontería), ya que no siempre es abierto.[15]

Lenguaje sexista y de género neutro

Varios movimientos feministas en el siglo XX, desde el feminismo liberal y el feminismo radical, también incluidos el feminismo posmoderno y la teoría queer, han considerado el lenguaje en su teorización. La mayoría de estas teorías han mantenido una postura crítica sobre el lenguaje que exige un cambio en la forma en que los hablantes usan su lenguaje(lo cual aún no an resuelto y se duda mucho que lo hagan ya que las alternativas que han hecho ni siquiera lo aplican ellxs).[16]

Una de las llamadas más comunes es para el uso de un lenguaje neutral de género. En el caso del idioma inglés no es intrínsecamente sexista en su sistema lingüístico, sino que la manera en que se usa se convierte en lenguaje sexista y neutro en términos de género.[17]​ Al mismo tiempo, otras críticas opuestas al sexismo en el lenguaje con explicaciones de que el lenguaje es descriptivo, más que prescriptivo, e intenta controlarlo, puede ser infructuoso.[18]

Las lenguas romances como el francés[19]​ y el español[20]​ pueden verse como un reforzamiento del sexismo, en el sentido de que la forma masculina es la forma predeterminada. La palabra «mademoiselle», que significa «señorita», fue declarada desterrada de las formas administrativas francesas en 2012 por el primer ministro François Fillon.[19]​ La presión actual requiere el uso del pronombre masculino plural como el predeterminado en un grupo de sexo mixto para cambiar.[21]​ En cuanto al español, la Secretaría de Gobernación de México publicó una guía sobre cómo reducir el uso del lenguaje sexista.[20]

Los hablantes de alemán también han planteado preguntas sobre cómo el sexismo se cruza con la gramática. El idioma alemán está muy flexionado por género, número y caso; casi todos los sustantivos que denotan las ocupaciones o los estados de los seres humanos están diferenciados por género. Para construcciones más neutras en términos de género, a veces se usan sustantivos de gerundio, ya que esto elimina por completo la distinción de género gramatical en plural, y la reduce significativamente en singular.[22][23]

En el caso del idioma chino, algunos escritores han señalado el sexismo inherente a la estructura de los caracteres escritos. Por ejemplo, el personaje para el hombre está vinculado a las cualidades positivas, como el coraje y el efecto, mientras que el personaje para la esposa se compone de una parte femenina y una escoba, considerada de bajo valor.[24]

Términos peyorativos específicos de género

Los términos peyorativos específicos de género "intimidan" o "lastiman" a otra persona debido a su género. El sexismo se puede expresar en el lenguaje con implicaciones negativas orientadas al género,[25]​ como la condescendencia. Por ejemplo, uno puede referirse a una mujer como una «niña» en lugar de una «mujer», lo que implica que están subordinados o no están completamente maduras(simplemente son patrañas ya que se usa lo mismo con el género masculino). Otros ejemplos incluyen lenguaje obsceno. Algunas palabras son ofensivas para las personas transgénero, como «transexual», «shemale» (ella-varón, en inglés) o «he-she» (él-ella en inglés). El mal uso intencional (asignar el género equivocado a alguien) y el pronombre «eso» también se consideran peyorativos(porque no en vez de quejarse todo el día no buscan una manera fácil y funcional para resolver su problemática).[26][27]

Algunos lingüistas, como George Lakoff, han señalado que ciertas palabras tienen un significado diferente de un género a otro, generalmente con matices negativos cuando se refieren al femenino. Un ejemplo de esto es el uso de tramp (inglés), que aplicado a un hombre significa «vagabundo», mientras que si se aplica a una mujer es sinónimo de prostituta(¿no se supone que es negativo en ambos?). Según Castillo Fadić, esto sucede en el español de Chile con el adjetivo maduro, que dicho de hombre tiende a centrarse en una cualidad mental positiva, mientras que dicho de mujer da cuenta preferentemente de una condición física negativa(aunque en el resto del los países que hablan español ambos tengan el mismo significado).[28]​ Un caso similar es la existencia de palabras cuya versión femenina tiene connotaciones negativas, mientras que su versión masculina es positiva: considérese el uso de master y mistress.

Reforma lingüística

Algunos grupos han pedido que se haga una reforma lingüística para eliminar estos usos de las diferentes lenguas, ya sea que provengan de las instituciones que rigen el idioma (como la Real Academia Española) o de los mismos individuos. En este sentido, al 2019, la Real Academia Española no había cambiado su recomendación sobre el uso genérico del masculino, pues lo considera un término no marcado: «"los alumnos" es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones».

Existen diversas propuestas que pretenden erradicar el uso sexista y androcéntrico dentro de las lenguas naturales que históricamente han estado sujetas al cambio lingüístico en el que el papel de la cultura ha tenido tradicionalmente cierto peso:

Una lengua que no se modifica sólo está entre las lenguas muertas.[29]

Las personas interesadas en promover un «lenguaje inclusivo» consideran que la tendencia de las lenguas a cambiar en su desarrollo natural a través de la historia, permite potencialmente lograr una mayor inclusión social, cuando cierta conciencia social influye sobre los cambios de las lenguas. Como señala Francesca Graziani:

«La lengua puede ser de todas y de todos: no es un sistema rígido, cerrado a cualquier mutación, sino, al contrario, el cambio está previsto en sus mismas estructuras; es un sistema dinámico, un medio (medium) flexible, en continua transformación, potencialmente abierto a escribir en él infinitos significados, y por ello prevé también la expresión de la experiencia humana femenina.»[30]

Una de las propuestas en español ha sido la sustitución de la marca gramatical de género (-o, -a) por una x o @, es decir, en lugar de todas o todos, usar todxs o tod@s, sin embargo, este uso no se ha generalizado y ha estado sujeto a controversia.[31]​ Otra propuesta es el uso de un lenguaje neutro, especialmente en textos de gran relevancia social; como ejemplo, está la revisión de la Constitución Española en enero de 2019.[32]

Crítica al lenguaje sexista

En el debate académico se discute la posibilidad de hacer un uso del lenguaje que no produzca el efecto que se denomina androcentrismo y que se conoce como sexismo. Estos efectos no deben confundirse. El androcentrismo conlleva el silencio, la omisión o la invisibilización de las mujeres, así como la ginopia. El sexismo, por otra parte, es una forma de desprecio hacia las mujeres.[29]​ Para entender la manera en que el lenguaje masculino se ha impuesto como universal y el efecto sexista y androcéntrico del lenguaje, es preciso un abordaje interdisciplinar que incluya el estudio de la relación entre poder y lenguaje.[33]

Las investigaciones sobre las relaciones entre lenguaje, pensamiento y realidad, han puesto de manifiesto la infravaloración y degradación de la mujer en el lenguaje. En concreto, se ha constatado que el universal masculino, género «no marcado» o no excluyente, en realidad lo que expresa es la subordinación de la mujer a través del lenguaje. En consecuencia, la investigación se dirige a hacer un uso inclusivo del lenguaje, en lugar del masculino no excluyente. Estas investigaciones proponen medidas que son objeto de polémica discusión en entornos académicos, en particular en torno a las conclusiones de la RAE. Las instituciones públicas, en su caso, deciden la adopción de las medidas políticas que estiman necesarias.[33]

Mercedes Bengoechea, sociolingüista, catedrática de Filología Inglesa y referente en la defensa del uso del lenguaje no sexista desde una fundamentación académica, señala con claridad las consecuencia del uso del lenguaje sexista sobre la construcción de estereotipos y sobre la identidad de cada género, y cómo ello forma parte de la estructura patriarcal de las lenguas. Así mismo, Bengoechea llama la atención sobre el hecho de que la lengua es una institución más, como otras, y por tanto, una construcción social y, como tal, sujeta a mejoras y modificaciones. En este sentido, Mercedes Bengoechea se ha significado en la defensa de la evolución del lenguaje que visibilice a la mujer, frente a las resistencias de insituciones como la RAE.[34][35]​ Señala, así mismo, la necesidad de «reivindicar los usos que se conocen como "lenguaje no sexista". Para las mujeres son necesarios como instrumento de afirmación del Yo femenino, y, para los hombres, como fórmula de reconocimiento de la alteridad, de la diferencia; sin fórmulas anti-sexistas, las mujeres desaparecemos en la lengua y los hombres acaban olvidando nuestra existencia» (Jornadas sobre micromachismos, 2014)[36][37]

El lenguaje no sexista aborda el estudio de la perspectiva de género en el lenguaje. Surgió en los años 1960 como rama del giro lingüístico en las ciencias sociales, y nace de una exigencia del feminismo para terminar con la invisibilización de la mujer en el habla y la escritura, es decir, con el androcentrismo y la ginopia:

Ginopia es miopía o ceguera a lo femenino, el no ver a las mujeres, el no percibir su existencia ni sus obras; se entiende como una omisión, generalmente no consciente, naturalizada y casi automática por lo anterior, a la realidad de las mujeres. Se habla de ginope para calificar a los sujetos o grupos u organizaciones que mantienen una práctica o patrón inveterado de omisión y exclusión, en el discurso y en la práctica, a la realidad de lo femenino o de las propias mujeres.[38]

Ludwig Wittgenstein, principal influencia en el giro lingüístico en la filosofía, propone una relación íntima entre el pensamiento y el lenguaje en Tractatus Logico Philosophicus. La teoría del lenguaje inclusivo es una contrapostura al purismo lingüístico, que forzadamente excluye e invisibiliza al género femenino del lenguaje y, teóricamente, de la cultura y de la historia del pensamiento. Igualmente desde la lingüística antropológica se propuso en su momento la hipótesis de Sapir-Whorf por la cual las categorías lingüísticas limitaban o condicionaban el pensamiento, aunque el trabajo lingüístico posterior ha criticado muy severamente estas propuestas, que en realidad hacen afirmaciones de un tipo similar a las usadas por muchos autores dentro de la crítica feminista.[39]

Uso clásico del género gramatical

La forma tradicional en que se usa el género gramatical en español está plasmado en el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española:

Uso del masculino en referencia a seres de ambos sexos. En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: El hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía. Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se emplean en plural, pueden incluir en su designación a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales; En mi barrio hay muchos gatos (de la referencia no quedan excluidas ni las mujeres prehistóricas ni las gatas).[40]

Propuestas hacia un lenguaje no sexista

  1. Prescindir del uso peyorativo de palabras relacionadas con la libertad sexual, como puta; con la orientación sexual, como marica, con la identidad de género, como machona; con el cuerpo, como gorda o gordo. Véase Homofobia, Transfobia, Obesofobia.[41]
  2. Evitar la cosificación de las personas. Es mejor Los pueblos nómadas se trasladaban con sus enseres de un lugar a otro y no Los pueblos nómadas se trasladaban con sus enseres, mujeres y niños de un lugar a otro.[42]
  3. Evitar el uso de la palabra mujer como sinónimo de esposa. Es mejor La esposa de Juan que La mujer de Juan.
  4. Evitar el uso de señora o señorita, señora de..., viuda de... y utilizar el apellido de las mujeres. Se prefiere Juan Pérez y María García, y no Señor y señora Pérez.[43]
  5. Evitar formas que suponen heterosexualidad prefiriendo formas neutras como pareja, relación, cónyuge en lugar de novio o novia; marido, esposo o esposa, El alumnado puede asistir con sus parejas en lugar de Los alumnos pueden asistir con sus novias.

Evitar el uso del masculino universal

  1. Evitar el uso de las palabras hombre sustituyéndolas por persona o varón según corresponda. Persona, para referirse a la especie humana y varón para el género o sexo masculinos.[44]​ Es preferible Historia de la humanidad y Pueblos prehistóricos y no Historia del hombre y El hombre prehistórico.
  2. Utilizar los colectivos: el alumnado, la población, el personal, el electorado... En lugar de los alumnos, los habitantes, los trabajadores, los electores.
  3. Utilizar abstractos: la redacción (por los redactores), la dirección (por los directores), la legislación (por el legislador), la infancia, la juventud, la adultez, la vejez.
  4. Evitar el uso de el, los, aquel, aquellos, seguidos del relativo que con sentido general. Es mejor Quien sepa leer entre líneas lo entenderá en lugar de El que sepa leer entre líneas lo entenderá.
  5. Cambiar el sujeto. Usar la segunda persona (tú o usted) o la primera del plural sin mencionar el sujeto, en lugar de usar la tercera persona del singular. Ejemplo: Si usted posee un abono podrá viajar gratis, en lugar de El abonado podrá viajar gratis.

Visibilización de las mujeres

Cuando se habla de grupos integrados por varones y mujeres y con el objetivo de visibilizar a las mujeres, se utilizan las siguientes estrategias:

  • El desdoblamiento: junto a la forma masculina, se agrega la femenina. Ejemplos: señoras y señores, alumnas y alumnos
  • En la escritura, es frecuente abreviar el desdoblamiento usando una barra inclinada (/) y la terminación que denota el género que falta Ejemplos: señores/as, director/a
  • También para la escritura se popularizó el uso el símbolo arroba (@), para reemplazar las letras a y o que denotan género en las palabras. Ejemplo l@s en lugar de los o las.

Visibilización de expresiones de género no binario

Se ha señalado que tanto la arroba (l@s) como el desdoblamiento (las/los) pueden servir para hacer referencia a los «sexos» que componen el binario de género, pero no contemplan las expresiones transexuales, transgéneros, intersexuales, travestis, y personas que se auto-perciben con un género no binario. Para hacer referencia este amplio universo de expresiones de género que rebasa la bi-categorización reduccionista de «varones» y «mujeres» se proponen otras formas:

  • Utilizar la letra equis (x) o el asterisco (*) para reemplazar las letras que denotan género en las palabras. Ejemplo lxs trabajadorxs; l*s trabajador*s. La crítica que le cabe a esta fórmula es que no se puede, o resulta muy forzado, utilizar en la expresion oral.
  • Usar otra vocal en lugar de las que denotan género. Se ha difundido el uso de la vocal e. Ejemplo: Nosotres.[45][46]​ Esta fórmula admite su uso en la expresión oral.

Estas formas, a la vez, cumplen con el criterio de economía del lenguaje. Esto puede servir para responder a una de las críticas que le hacen al desdoblamiento quienes sostienen el uso tradicional del lenguaje.[47]

El uso del asterisco fue defendido por Mauro Cabral con un poema llamado Asterisco y el poema citado en varios textos.[48][49]

Además de la RAE, algunos manuales de lenguaje no sexista con perspectiva feminista, consideran incorrecto el uso del arroba la equis o el asterisco.[43]​ Otros, la aceptan solo para textos de carácter informal y con poca repercusión institucional, como por ejemplo, anuncios, correos electrónicos personales, chats, blogs informales o privados, etc.[50]​ La escritura con equis fue denominada desobediencia lingüística, en la medida en que rompe con la norma gramatical y es juzgada como saludable. Con el paso del tiempo aparecieron artículos académicos y libros que usan estas formas. [47][51]

Estas fórmulas no binarias fueron criticadas por el feminismo radical por ser contrarias a los objetivos feministas, ya que, al carecer de la forma femenina, invisibiliza a las mujeres.[52]

Femenino universal

Usar las formas femeninas para referirse a un grupo de personas integrado por mujeres, varones y otras identidades de género. Ejemplo: El 15M fue un movimiento que pudo convencernos de que unidas podemos cambiar las cosas.[53][54][55]

Postura de la Real Academia Española

La Real Academia Española le puso un freno al lenguaje inclusivo, publicando un manual en el que juzga "innecesario" el uso de la "e" en vez de la "o" para incluir a hombres y mujeres en los plurales. "No hay que confundir gramática con machismo", sentenció.

experimentan cambios en su forma y hacen explícito su género indirectamente, es decir, mediante los determinantes o los adjetivos que los acompañan: el artista / la artista; el profesional / la profesional; el testigo / la testigo.

Desdoblamientos y género no marcado

En su Nueva gramática de la lengua española (2009, sec. 2.2f) establece los conceptos de «género no marcado» y «género marcado» de la siguiente manera:

«El "género no marcado" en español es el masculino, y el "género marcado" es el femenino. (...) La expresión "no marcado" alude al miembro de una oposición binaria que puede abarcarla en su conjunto, lo que hace innecesario mencionar el término marcado. Cuando se hace referencia a sustantivos que designan seres animados, el masculino no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos.»

Y más adelante añade:

«El circunloquio es innecesario cuando el empleo del género no marcado se considera suficientemente explícito para abarcar a los individuos de uno y otro sexo, lo que sucede en un gran número de casos: "Los alumnos de esta clase" (en lugar de "Los alumnos y las alumnas") se examinarán el jueves; "Es una medida que beneficiará a todos los chilenos" (en lugar de "a todos los chilenos y a todas las chilenas").»

No obstante, en el punto siguiente precisa:

Tal como se indicó en los apartados anteriores, el contexto puede no dejar suficientemente claro, en casos muy específicos, que el masculino plural comprende por igual a los individuos de ambos sexos. Una opción posible es acudir en ellos a las fórmulas desdobladas, como en «Los españoles y las españolas pueden servir en el Ejército».

La Real Academia Española rechaza la pretensión del lenguaje no sexista en sus vertientes más radicales del uso indiscriminado de los desdoblamientos, argumentando el principio de economía de lenguaje, además de basarse en estudios del latín, que es de donde procede nuestra lengua: existen diversas teorías lingüísticas que afirman que la forma masculina no predomina debido a la discriminación de la mujer, dado que en latín, las terminaciones de los nombres, adjetivos y pronombres en acusativo singular suelen coincidir en sus formas masculina y neutra, lo que habría hecho que los géneros masculino y neutro se amalgamasen y fusionasen en la lengua hablada evolucionando como uno en prácticamente todas las lenguas romances, salvo en excepciones puntuales como el pronombre «ello» y el artículo «lo», lo que habría favorecido que la terminación de masculino pudiese adquirir también significado de género neutro o no marcado. Es preciso, según la RAE, llevar a cabo grandes estudios sobre nuestros orígenes lingüísticos, antes de juzgar de manera errónea.[cita requerida]

Informe de Ignacio Bosque

En un informe del año 2012, la RAE rechazó el uso de las llamadas guías de lenguaje no sexista. El informe fue elaborado por Ignacio Bosque y suscrito por 26 de los 44 académicos (incluyendo 3 de las 5 académicas), y se vuelve a insistir en el argumento del principio de economía del lenguaje. El informe,[56]​ titulado Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer,[57]​ presenta duras críticas hacia el lenguaje inclusivo, no sexista, acusándolo de violar varias reglas gramaticales y señalando lo siguiente:[58][59][60][61]

... un buen paso hacia la solución del «problema de la visibilidad» sería reconocer, simple y llanamente, que, si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar.

Por su parte, Inés Fernández-Ordóñez, una de las académicas que no suscribieron el informe, señala:[62]

A dichos colectivos se les ha hecho ver que la estructura de nuestra lengua funciona así, pero proponen cambiarla y, es más, lo practican. Deben ser respetados. La lengua supone cambio permanente [... y], lo mismo que en los últimos años, en pos del panhispanismo, desde la academia se han aceptado como válidos usos de cada país de habla hispana, debemos permanecer atentos y abiertos a todo cambio.

El lenguaje lo crea y modifican las sociedades, es aprendido, es una práctica social (uso común) y suele ser modificado. Así lo declara la propia RAE pero siempre y cuando no deforme el idioma y no se vaya en contra de la estructura lingüística y gramatical de la lengua.

Véase también

Referencias

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Bibliografía

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Además la RAE ha publicado:

Enlaces externos