Usuario:Luisedwin2105/Birkat haMinim

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La Birkat haMinim (ברכת המינים, «bendición sobre los herejes») es una bendición/maldición religiosa judía contra los herejes[1]​ que forma parte de la liturgia rabínica.[2]​ Es la duodécima de una serie de Dieciocho Bendiciones (Shemoneh Esreh) que constituyen el núcleo del servicio de oración en la Amidá estatutaria diaria de los judíos religiosos.[3][a]

Existe un consenso general de que las Dieciocho Bendiciones se remontan a alguna forma en el período del Segundo Templo,[4]​ pero los orígenes de esta oración en particular[5]​ y su redacción más temprana son materia de disputa en la erudición moderna, entre aquellos que defienden una fecha muy temprana (ya sea en algún momento anterior o aproximadamente contemporánea a la conquista romana de Jerusalén en 70 d. C.) y aquellos que sostienen que la fórmula se cristalizó varias décadas o siglos después. Precisar su fecha ocupa un lugar destacado en la erudición, ya que generalmente se considera que indica el momento en que surgió la ruptura definitiva entre el judaísmo y el cristianismo.[b]

En la forma temprana premoderna en Europa, la maldición se aplicó a varios tipos de personas o grupos: judíos que se convirtieron al cristianismo; los propios cristianos; los enemigos de los judíos y las autoridades gobernantes del mundo cristiano.[1][c][d]​ A partir del siglo XIII, la terminología utilizada en la oración y las explicaciones rabínicas de su referente, los cristianos, comenzó a sufrir un proceso de censura, impuesta desde fuera o regulada internamente, una vez que las autoridades cristianas se enteraron de esta a través de información proporcionada por conversos judíos y por eruditos que comenzaron a acceder a los textos en el idioma original.[6]

No existe una liturgia asquenazí o sefardí única y uniforme, y pueden existir marcadas diferencias entre los libros de oraciones emitidos por los rabinatos de Israel y otros países.[7]​ En los tiempos modernos, los judíos que asisten regularmente a la sinagoga solo en sábado rara vez la escuchan (si es que alguna vez lo escuchan),[1]​ ya que en los sábados y los días festivos se usa una versión alternativa que carece de referencia a los minim.[8]​ Es un mandato de oración diaria entre los judíos ortodoxos, y los primicieros lo recitan cinco veces seis días a la semana.[1]

Terminología[editar]

Significado[editar]

La expresión Birkat haMinim se compone de dos palabras: birkat, que significa «bendición»; y minim, un plural de min,[e][f]​ un término genérico plurivalente de oprobio en la literatura rabínica[9][10]​ que significa «tipos, clases».[g]​ El Birkat haMinim no es específico: el término en sí ha sido llamado un ejemplo clásico de «‹ellos›, aquellos que no están de acuerdo con nosotros, los herejes, los otros».[11]​ Estos minim son una de varias clases mencionadas en Tosefta y Yerushalmi, los otros son los perushim (separatistas), los poshim (pecadores) y los zedim (arrogantes).[12]​ En contexto, se refiere a los sectarios y a los herejes, el concepto genérico denotado por minut,[13][h]​ y llegó a tener el último sentido cerrado cuando el judaísmo rabínico se volvió normativo.[i]​ La «bendición» es un eufemismo para lo que en efecto es una imprecación contra aquellos que se cree que se han separado, doctrinalmente y en la práctica, de las creencias y observancias que llegaron a informar el núcleo del judaísmo.[3]

Min es uno de varios términos (apikoros, kofer,[j]meshummadin[k]​ y tsadoki[l]​) usados ​​en los tratados del Talmud para referirse a una variedad de librepensadores, disidentes religiosos y discrepantes, o aquellos que suscribían la noción de la existencia de «dos mundos» (generalmente se considera que es una referencia a los saduceos).[15][6]​ En un texto del Talmud de Babilonia incluso se definía min como un pagano que adoraba ídolos.[16][m]​ El término también podía ser usado para referirse a los gentiles cuyas prácticas eran similares a las definidas por el judaísmo como heréticas.[17]

Unos 24 «tipos» o sectas son clásicamente mencionadas como pertenecientes a esta categoría, un cálculo atribuido al amorá palestino Yohanan ben haNapah, en un contexto en el que se afirmaba que su existencia era la causa del exilio de Israel.[16]Maimónides intentó resolver y definir con precisión las distinciones entre estos grupos,[18]​ pero la erudición moderna no ha logrado determinar con precisión los grupos objetivo originales señalados por esta terminología.[19][n]

Herejía[editar]

La herejía es «un método para convertir la diferencia en exclusión».[20][o]​ El surgimiento de un concepto de herejía en el judaísmo coincide aproximadamente con el desarrollo en el cristianismo del mismo concepto: hairesis (αἵρεσις), una palabra que a menudo se traduce como «secta».[21][p]​ En ambos casos asumió un sentido peyorativo. Inicialmente, los minim eran aquellos halájicamente (legalmente) dentro del redil (quizás miembros judíos en disputa, como los fariseos y saduceos)[22]​ que no estaban de acuerdo con las opiniones rabínicas mayoritarias sobre la doctrina,[18]​ aunque probablemente la mayoría de los judíos en este período no eran totalmente «rabínicos».[q]

Independientemente de lo que sucedió en Yavne (donde la tradición asigna la composición de la oración), la mayoría de estudiosos (como Shaye J. D. Cohen) sostiene que a partir de entonces el sectarismo de las comunidades judías anterior a 70 d. C. fue sepultado, mientras que los minim fueron separados: una creciente «gran coalición» rabínica habría generado un entorno no sectario sin desafíos internos organizados, en contraste con las acaloradas controversias sectarias dentro del cristianismo primitivo.[23][24][r]​ No obstante, se considera que el proceso de definición de herejía (tanto en el judaísmo como en el cristianismo) es prácticamente idéntico al haberse desarrollado líneas similares en ambos.[25][s]

Texto[editar]

Birkat haMinim.

El texto sobrevive en dos versiones principales, una de las cuales es la del Bavli.[27]​ En 1898, Solomon Schechter e Israel Abrahams publicaron una versión de los siglos IX-X de una oración hebrea que había sido recuperada de la Geniza del Cairo,[28][29]​ y sus hallazgos posteriores revolucionarían el estudio de la liturgia judía.[30]​ La peculiaridad de esta versión fue que, junto con minim (refiriéndose a los herejes en general), agregó específicamente un grupo distinto, los nazarenos.[3]​ La Geniza conserva 86 manuscritos que contenían seis versiones del Birkat haMinim.[31]​ La recensión del Talmud de Jerusalén[t]​ dice:

Para los apóstatas (meshumaddim),[u]​ que no haya esperanza,
y desarraiga el reino de la arrogancia (malkhut zadom),[32]​ rápidamente y en nuestros días.
Que los nazarenos (ha-naẓarim/noṣrim/notzrim)[v][w]​ y los sectarios (minim) perezcan como en un momento.
Que sean borrados del libro de la vida,[x]​ y no sean escritos junto con los justos.
Alabado seas, oh Señor, que sometes a los arrogantes.[5][29][31][36][37][y]

Esto está incrustado en una baraíta[z]​ del Tratado sobre Bendiciones (b. Ber. 28bb-29a), escrito durante el período de la Mishná. Las primeras ediciones impresas modernas, incluida la edición de Soncino de 1484, tienen una versión ligeramente diferente en la que los minim son identificados como los saduceos.[38]​ La adición de nazarenos a la lectura estándar sugiere que, si los relatos talmúdicos de la formulación de la oración tienen fundamento histórico, el consenso judío de que los cristianos en su redil eran herejes se había consolidado ya en las primeras décadas después de la destrucción del Segundo Templo.

Esto no encajaba bien con el hecho de que las prohibiciones formales de expulsar o suspender a los disidentes de la comunidad aún no estaban vigentes en este período. Había dos tipos de prohibición, niddui y ḥerem, ninguna de las cuales se había formalizado en los siglos I y II: además, no sobrevive ninguna buena evidencia de su uso contra los minim en esa época.[17][39]​ No hay referencias rabínicas a ḥerem en el sentido de una excomunión o proscripción antes del siglo III, mientras que niddui parece hacer referencia a una acción disciplinaria para exigir el cumplimiento de la obediencia, con el fin de traer de vuelta a alguno de los judíos extraviados al redil de la sinagoga.[40]

Contexto histórico[editar]

La referencia a los cristianos primitivos (nazarenos)[editar]

No se sabe exactamente en qué momento se introdujo la referencia específica sobre los cristianos: las hipótesis varían, desde antes del establecimiento de la escuela de Yavné (durante el período del Segundo Templo),[aa][41]​ algún tiempo después de su establecimiento (73 d. C.) y la hipótesis de Ephraim E. Urbach de que se introdujo poco después de la revuelta de Bar Kojba (c. 135 d. C.),[ab]​ vinculada a la primera referencia aparente a una maldición contra los cristianos en una obra de Justino Mártir escrita algunas décadas después de esa guerra.[42]​ Otros, como Pieter W. van der Horst, abogan por una fecha anterior a la época de Jerónimo (347-420 d. C.) ya que, en su Comentario sobre Amós, escribe una referencia explícita a la maldición judía contra los nazarenos (judeocristianos).[ac]

La primera referencia rabínica a la «bendición» se encuentra en un pasaje de Tosefta Berajot 3:25, redactado a mediados del siglo III, pero que refleja una fuente anterior, donde se mencionan a los minim en una bendición sobre los fariseos (פְּרוּשִׁים), lo que implica que ambos eran considerados como lo mismo. La redacción ha sido durante mucho tiempo un obstáculo y está sujeta a muchos intentos de enmienda. Saul Lieberman ha argumentado que debe tomarse como denotando genéricamente a los «separatistas», y no al grupo particular conocido por esa denominación en el Nuevo Testamento y Josefo.[43]

Las primeras fuentes externas que aluden explícitamente a este contenido de la Birkat haMinim datan de los siglos III-IV. Está firmemente atestiguado como instalado en la liturgia rabínica a mediados del primer milenio.[44]​ Los textos rabínicos no son confiables para fechar con precisión los eventos de este período. Por un lado, combinan estratos de comentarios de distintos períodos históricos. Por tanto, el problema es determinar qué significado preciso se le atribuía a minim en tres períodos distintos: (a) en los textos tanaíticos,[ad]​ (b) en la literatura amoraica de Palestina y (c) en las obras amoraicas producidas en Babilonia;[15][ae]​ en la última de los cuales surge finalmente la referencia a los nazarenos.[af]​ En el estrato más antiguo, de 22 referencias a minim, la mayoría indica de manera amplia a sectarios, samaritanos y quizás también judíos gnósticos.[ag]​ Colectivamente, las menciones tanaíticas y amoraicas a los minim se refieren casi siempre a los judíos herejes.[45]

Por un lado, se argumenta que remontar las prácticas y la liturgia posteriores al período inmediantamente después de la destrucción de Jerusalén convenía a los intereses creados de los rabinos en asegurar su autoridad apelando a un momento fundacional anterior, como en Yavne.[46]Gamaliel II dirigió la escuela de Yavne entre 80 y 115 d. C.[47]​ y Martyn menciona el consenso de que la redacción nueva de la Birkat haMinim data de alrededor de 85 d. C.[48]​ (en el supuesto de que su presunto autor, Shmuel haKatán, debe haber sido muy anciano en ese tiempo, muriendo antes de 90 d. C.[48][49]​) o en algún momento posterior en la época de Gamaliel. La Mishná, en su redacción final por Yehudah haNasí (c. 200 d. C.), registra que la regla de Gamaliel II de las dieciocho oraciones (Amidá) completas fue impugnada por tres rabinos, quienes propusieron una oración breve o sumaria en su lugar.[50]

La conexión con la escuela de Yavne[editar]

El Talmud de Babilonia señala que la bendición contra los minim fue instituida en Yavne, y conserva una historia en Berājōt 28b-29a sobre el origen de las Dieciocho Bendiciones y, específicamente, de cómo surgió la imprecación contra los herejes:

Nuestros rabinos enseñaron que Shimon haPakuli formuló [la oración de] las Dieciocho Bendiciones en orden [...] antes que Rabán Gamaliel en Yavne. [...] Rabán Gamaliel dijo a los rabinos: «¿Hay alguien que sepa formular la Birkat haMinim [...]?». Shmuel haKatán,[ah]​ quien fue uno de los hombres más piadosos de esa generación, se levantó y la formuló. [...] Al año siguiente, cuando Shmuel haKatán se desempeñaba como líder de oración, se olvidó de esa bendición[ai]​ y la examinó, en un intento de recordar la bendición durante dos o tres horas, y no lo quitaron de su servicio como líder de oración.

La Guemará pregunta: ¿Por qué no lo quitaron? ¿No dijo Rav Yehudah que Rav dijo: «Si uno está sirviendo como líder de oración ante la congregación y comete un error al recitar cualquiera de las (dieciocho) bendiciones, no es quitado [...], pero quien se equivoca en la Birkat haMinim es quitado,[aj]​ ya que se sospecha que quizás sea un hereje [...]»? La Guemará responde: Shmuel haKatán es diferente porque él formuló esta bendición y no hay sospecha de él.[51][52][53][54]

De acuerdo con este relato estándar de la formulación («fijación», es decir, tiqqen),[55][ak]​ la oración surgió después de la destrucción de Jerusalén, cuando se habría permitido a Yohanan ben Zakai y sus discípulos establecerse en Yavne,[56]​ donde constituyeron una escuela de la Torá para el estudio halájico, un tribunal para juzgar casos capitales,[57]​ con la emisión de nueve promulgaciones (taqqanoth). La asamblea gradualmente llegó a considerarse a sí misma como la sucesora del Sanedrín de Jerusalén.[58]

Los motivos específicos de la maldición, en la visión tradicional expuesta por Cohen, surgieron de la atmósfera de crisis inducida por los eventos catastróficos anteriores: en Yavne los fariseos prohibieron el sectarismo, expulsaron a todos los que no pertenecían a su grupo, excomulgaron a los judíos de observancia cristiana, eliminaron todas las obras escritas en griego y de tono apocalíptico del canon bíblico, con el fin de establecer una ortodoxia exclusivista.[59][60]​ La introducción de esta forma de maldición, en este punto de vista, funcionó para «eliminar» a los minim. Si un lector titubeara al recitar la oración daría a entender que evitaba maldecirse a sí mismo (pues recitarla equivaldría a agradecer a Dios por provocar su propia destrucción), por lo que caería bajo sospecha y se arriesgaría a ser expulsado ​​de la congregación.[61][62][12]

Las referencias a las oraciones en el período del Segundo Templo a menudo las ubican en hogares privados y no eran típicas de las prácticas de la sinagoga, aunque en Qumrán se practicaba la oración comunitaria diaria.[63]​ Un consenso general es que la mención de Gamaliel II apoya una fecha entre 80-115 d. C., aunque es posible argumentar que pudo haber sido confundido con su padre Gamaliel el Viejo, lo que implicaría una fecha anterior.[64]​ Se ha cuestionado la confiabilidad del relato, y sigue siendo controvertido si se estableció tal academia y se tomó una decisión de este tipo en ese momento. Daniel Boyarin, por ejemplo, lo considera un mito.[al]

Las palabras «la formularon en Jamnia (Yavne)», junto con la anécdota del papel de Shimon haPakuli, parecen chocar con la referencia a «los hombres de la gran sinagoga» que «ordenaron oraciones por Israel», mencionada más adelante en Berājōt 33a; y al comentario de que «ciento veinte ancianos, profetas entre ellos, ordenaron las Dieciocho Bendiciones en orden» en Meguilá 17b, lo que implicaría que las oraciones se remontan a la época de Esdras (480–440 a. C.) y, por lo tanto, deberían estar desprovistas de resonancia anticristiana.[65]

Las aparentes diferencias pueden armonizarse si se supone, basándose en Meguilá 18a, que las bendiciones se habían olvidado a lo largo de los siglos y luego se recordaron y reordenaron en Yavne.[65]​ Boyarin, por otro lado, toma todo el pasaje como apócrifo: señala que simplemente no existía una autoridad rabínica institucionalizada que hubiera tenido autoridad hegemónica para hacer un decreto vinculante de tal oración desde Asia occidental hasta Roma hasta el final del siglo II, como se implica. En este punto de vista, la historia es el resultado de una adscripción retroactiva en la que Gamaliel funciona como un «monograma de la denominada actividad antisectaria».[66]

El caso de Eliezer ben Hircano[editar]

Hay un caso en el Talmud en el que min se usa específicamente para referirse a los cristianos,[15]​ y alude a uno de los sabios de Yavne en el período temprano, excomulgado (como Akabia ben Mahalalel) por no aceptar la voluntad de la mayoría rabínica.[67]​ Este locus classicus se refiere a relatos talmúdicos sobre el destino de Eliezer ben Hircano, quien fue arrestado bajo sospecha de minut[am]​ y posteriormente llevado a juicio por un cargo de herejía ante un juez romano.[68]​ El incidente pudo haber ocurrido durante el reinado de Trajano (98-117 d. C.).[69]

Existen dos versiones, una en Tosefta Hullin 2:24, la otra en una baraíta en Avodah Zarah 16b-17a.[70]​ El cargo fue desestimado cuando el gobernador confundió el comentario de Eliezer de que confiaba en el juez (Dios) como una referencia a sí mismo. Solo más tarde, cuando se sintió abrumado por la depresión al ser llamado min recordó,[an]​ al ser incitado por el rabino Akiva ben Iosef, un incidente que ocurrió en el área de Séforis,[ao]​ no lejos de Nazaret. Había tenido un encuentro casual con un tal Ya'akov de Kefar Sekhanya (quien se llamaba a sí mismo un discípulo de Jesús el Nazareno), donde experimentó placer al escuchar un juicio halájico[ap]​ dado en el nombre de Yeshua ben Pantira/Yeshu ha-Notsrí.[aq]​ Su transgresión al escuchar y apreciar estos comentarios, reflexionó, consistió en no tener en cuenta las palabras de Proverbios 5:8: «Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa».[71]

Hipótesis saducea[editar]

En general, se considera que la identificación de minim como los saduceos es el resultado de la censura moderna. Sin embargo, David Flusser, enfatizando como pieza clave de evidencia un pasaje en la tercera «puerta» (capítulo) del muy temprano Seder Olam, sostuvo que la lectura conservaba la forma más antigua, enraizada en el período del Segundo Templo, y que el birkat tal como lo conocemos ahora fue obra de síntesis de Samuel el Menor.[72]

El argumento de Flusser contra la fórmula temprana dirigida contra los judeocristianos considera que esta surgió, más bien, como una respuesta a los saduceos, considerados en ese momento «separatistas» helenizantes (perushim o porshim). Esto le obligó a postular que la forma más antigua debe haber sido una «maldición de los separatistas» (Birkat al-Perushim).[72]

Hipótesis sobre la evidencia cristiana contemporánea[editar]

Antes de 70 d. C., no hay evidencia segura de que los grupos disidentes fueran separados de la comunidad.[73]​ Sobre la base de 2 Corintios 11:24 y Hechos 23:1 se considera que, incluso como cristiano, el apóstol Pablo aceptó la autoridad de la sinagoga sobre él, lo que implica que incluso durante el tiempo de la persecución de los fariseos, los miembros de la Iglesia primitiva eran considerados como una secta dentro del redil judío,[74]​ y que Pablo seguía siendo un judío «disidente», un «réprobo» dentro de la comunidad.[ar]​ Las familiaridad de las fuentes rabínicas con Pablo se sugiere por el hecho de que, al discutir sobre los minim, un rabino desarma las preguntas de sus estudiantes aparentemente citando 1 Corintios 11:11 en hebreo.[as]

Tanto el Evangelio de Mateo como la Didajé datan aproximadamente del periodo de ascenso de Gamaliel, y se puede leer que partes de ellos registran una oposición paleo-judeocristiana similar a estas estipulaciones.[76]

El Evangelio de Juan y la hipótesis de Martyn[editar]

La versión palestina de la maldición a menudo es discutida en relación con tres pasajes del Evangelio de Juan (Juan 9:22, 12:42, 16:1),[77]​ datado alrededor de 90-100 d. C., que menciona a los cristianos siendo expulsados ​​de la sinagoga.[78]​ La influyente tesis de Martyn,[79]​ publicada en 1968, propuso un vínculo entre la maldición y los pasajes de este Evangelio que mencionan que los creyentes judíos en Jesús como el Mesías serían excluidos de las sinagogas, lo que implica que un cuerpo autoritativo dentro de la comunidad judía había tomado alguna decisión de ese tipo[80]​ en algún momento después de que una autoridad se hubiera establecido en Yavne.[81]

Porque los judíos/judeanos ya habían acordado que si alguien le confesara ser el Mesías, se convertiría en un excomulgado de la sinagoga (aposunágōgos).[at][au]

Este y otros pasajes, para Martyn, no reflejaban los acontecimientos de la época de Jesús, sino el entorno de la comunidad joánica (c. 70-100 d. C.)[82]​ y el efecto de la Birkat haMinim sobre ellos. La mayoría de estudiosos ha desafiado su interpretación de la duodécima bendición.[83][84]​ Se argumenta que la jurisdicción rabínica en ese momento no se habría extendido a Asia Menor o Siria, donde parece ser que Juan fue escrito.[85]​ Una opinión disidente es que los pasajes joánicos reflejan directamente eventos en la propia vida de Jesús, c. 30 d. C., y que la Birkat haMinim sería irrelevante en ese momento.[86]

Referencias en los padres de la Iglesia[editar]

Justino Mártir[editar]

En la literatura patrística, la maldición parece ser mencionada por primera vez por Justino Mártir en su Diálogo con Trifón,[87][88]​ cuyo terminus ante quem es c. 160 d. C. Este texto puede reflejar una conversación real que pudo haber tenido lugar poco tiempo después del estallido de la revuelta de Bar Kojba[42]​ o inmediatamente después (132-136 d. C.).[89]​ Ni Justino, nacido en Samaria, ni la figura representada[av]​ como su interlocutor judío de la educación gentil estaban familiarizados con el hebreo, algo que socava fuertemente la hipótesis de que Trifón debe identificarse con el rabino contemporáneo amargamente anticristiano[aw]​ de Yavne, Tarfón.[90][91][92]

Justino, después de acusar a los judíos de enviar emisarios para calumniar a la secta cristiana,[ax]​ que los rabinos ordenan a su redil evitar discutir con ellos[ay]​ y que se burlan de Jesús,[93][94]​ menciona siete veces que los judíos maldicen a Cristo y, en dos de estas, se dice que la maldición tiene lugar en las sinagogas. Otros cuatro pasajes se relacionan con esto, pero carecen de la palabra «maldición».[95][az]

No te burles (ἐπισκώψητέ) del Rey de Israel, como los gobernantes de tus sinagogas te enseñan a hacer después de tus oraciones.[96]

La identificación con la Birkat haMinim, en opinión de Reuven Kimelman, falla por cuatro motivos: (a) los cristianos no son mencionados; (b) las palabras apropiadas para una maldición, como katarâsthai o katanathēmatízein (anatematizar) utilizadas en otras partes del Diálogo, no son empleadas; en cambio, tenemos episkōptein, que no significa maldición, sino una burla; (c) la burla tiene lugar después de las oraciones (metà tēn proseukhēn), no en medio de ellas; y (d) la oración no nombra a Cristo.[12]

Sin embargo, Barnard arguye que Justino sí hace referencia a la Birkat haMinim, comparando los otros testimonios cristianos en Cipriano de Cartago (200-258), Lactancio (250-325) y Gregorio de Nisa (335-395) que parecen reflejar un parecido conocimiento de la maldición.[97]

Orígenes de Alejandría[editar]

El prolífico teólogo Orígenes (c. 184-234), autor de la Hexapla, residente en Cesarea y el pensador cristiano más eruditamente informado sobre temas judíos, ha sido citado en contra de la opinión de que conocía la maldición. La escasa evidencia en el corpus existente de su enorme producción consiste en tres breves comentarios:[98]

  1. Una observación en su Comentario sobre los Salmos que señala que los judíos todavía anatematizan a Cristo, donde el pasaje es demasiado general para permitir tal inferencia, y puede que simplemente se haga eco de Justino.[99]
  2. Dos comentarios en sus Homilías sobre Jeremías: uno sobre la maldición judía de Jesús y la conspiración contra sus seguidores (10.8.2); el otro señala que «[e]ntra en la sinagoga de los judíos y observa a Jesús flagelado por aquellos con el lenguaje de la blasfemia» (19.12.31)).

Estas piezas de evidencia ostensible también fallan como testimonio, argumenta Kimelman, porque es Cristo, no los cristianos, quien es maldecido y no se hace ninguna conexión con las oraciones.[98]

Tertuliano[editar]

Tertuliano (155-240) mostró conocimiento de que el epíteto judío para los cristianos era nazareni, lo que podría tomarse como un eco de alguna forma de la Birkat haMinim que menciona a los noṣrim, y que entre ellos hay quienes rechazan a Jesús como el «hijo de una prostituta» (quaesturariae filius). Una vez más, noṣrim rara vez es atestiguado en fuentes rabínicas, y no se puede determinar si se refiere a los cristianos en general o a una secta judeocristiana.[100]

Epifanio de Salamina y Jerónimo de Estridón[editar]

Existe un fuerte consenso para la opinión de que tanto Epifanio (310/320-403) como Jerónimo (c. 347–420), ambos residentes en la Palaestrina bizantina, estaban familiarizados con la maldición.[12]​ Epifanio, un judío que se convirtió al cristianismo a los 16 años, en su Panarion 29:4 escribió:[101]

Los judíos no solo los odian, sino que incluso se levantan al amanecer, al mediodía y al atardecer, tres veces al día cuando recitan sus oraciones en las sinagogas, y los maldicen y anatematizan, diciendo tres veces al día: «Dios maldice a los nazoraeanos».[102][103]

No se discute que la referencia es a la Birkat haMinim, ya que solo la Amidá se repite tres veces en la liturgia, y se menciona la maldición.[104]​ Sin embargo, Kimelman afirma que el texto no se refiere a los cristianos, sino a una secta judeocristiana: argumenta que cada vez que se añadió la frase ha-noṣrim ve-ha-minim (c. 290-377 d. C.) se refería a esta secta, y no a los cristianos.[103]​ Ruth Langer también sostiene que Epifanio no entiende que el término se refiera a los cristianos ortodoxos.[105]

Su casi contemporáneo Jerónimo escribió:

Hasta ahora se ha encontrado una herejía en todas partes del Oriente donde los judíos tienen sus sinagogas: se la llama «de los minaeos» y hasta ahora es maldecida por los fariseos. Por lo general, se les llama nazoraeanos. Creen en Cristo, el Hijo de Dios nacido de María, la virgen, y dicen de él que sufrió bajo Poncio Pilato y resucitó, en quien nosotros también creemos pero, como quieren ser judíos y cristianos, no son ni judíos ni cristianos.[105]

La similitud entre los dos pasajes sugirió a Alfred Schmidtke que ambos se basaron en una fuente anterior, Apolinar de Laodicea, para obtener esta información.[106]

Referencias en la Edad Media[editar]

La acusación en la literatura patrística de que los judíos en oración blasfeman contra Cristo y los cristianos es olvidada en el período medieval temprano y solo resurge en el siglo XIII. Pirqoi ben Baboi menciona una prohibición de la tefilá en Palestina, que algunos piensan que podría reflejar la censura de esta oración en particular en una ordenanza probablemente establecida por Heraclio. La única excepción es Agobardo de Lyon, quien en 826/7 citó a Jerónimo sobre las maldiciones de la sinagoga y afirmó que los judíos a quienes entrevistó confirmaron el punto. Se cree probable que esto atestigüe el texto de la Birkat haMinim.

Los comentarios de Agobardo fueron parte de una protesta contra el monarca carolingio Luis el Piadoso, a quien consideró que había otorgado demasiados privilegios a los judíos. Su apelación no tuvo eco entre las autoridades eclesiásticas. Puede reflejar peculiaridades en la liturgia judía local de Lyon antes de la expansión de la autoridad gueónica babilónica a Europa, marcada por la revisión de los libros de oraciones de acuerdo con el modelo formado en el Seder Rav Amram. Ya para fines del primer milenio, el judaísmo rabínico se había extendido y penetrado en toda la diáspora.

Las masacres generalizadas de judíos que tuvieron lugar con el advenimiento de la Primera Cruzada (1096) y el profundo dolor que estos actos engendraron entre los sobrevivientes de numerosas comunidades devastadas, intensificaron las tradiciones negativas que pudieran haber tenido sobre el cristianismo y alimentaron las polémicas posteriores de los judíos contra los cristianos en el mundo medieval. Para Israel Yuval, la venganza contra los gentiles como parte de un proceso mesiánico llegó a desempeñar un papel clave en el pensamiento asquenazí, ya que la maldición contra los no judíos se cristalizó en un ritual único.

Dentro del redil judío en este período, Maimónides explicó que la oración surgía de circunstancias excepcionales que requerían una respuesta comunitaria al surgimiento de numerosos minim que alejaban a los judíos de Dios. En ninguna parte indica quiénes eran estos minim, aparte de clasificarlos en cinco clases y excluirlos de las 100 bendiciones que los judíos debían recitar cada día. Las autoridades talmúdicas en tierras cristianas, como el rabino provenzal Avraham ben Yiẓḥak, reflejan la opinión de que el objeto original y continuo de la maldición eran los cristianos.

Rashi sostuvo que la bendición fue ordenada «cuando los discípulos de Jesús se habían multiplicado», y ocasionalmente glosa minim como una referencia a los galaḥim («tonsurados»), es decir, los sacerdotes cristianos. Más tarde, se extrajeron pasajes de sus comentarios que equiparan a los minim con los cristianos como evidencia para justificar la represión de la Iglesia contra la circulación de la literatura religiosa judía.

A finales de la década de 1230, Nicolás Donin (un converso judío al cristianismo) le hizo saber al papa Gregorio IX una lista de 35 pasajes del Talmud (Extractiones de Talmud) que podrían sentar las bases para cuestionar ese material. Un pasaje específico se refiere a la oración de Amidá, que se describe a continuación:

Tres veces al día, en una oración que consideran más importante que otras, los judíos maldicen al clero de la Iglesia, a los reyes y a todas las demás personas, incluyendo a los judíos hostiles. Esta oración está en el Talmud y debe recitarse parado con los pies juntos, y uno no debe hablar de nada más ni interrumpirla hasta que se complete, incluso si una serpiente está envuelta alrededor del tobillo. Esta (oración) es recitada por varones y mujeres al menos tres veces al día, los varones en hebreo y las mujeres en lengua vernácula, y en ambos casos en un susurro.

El resultado de esta información fue que Gregorio envió cartas apostólicas en 1239 a muchos países europeos ordenando la represión y la incautación de libros judíos en Inglaterra, Francia, Aragón, Navarra, Castilla, León y Portugal. Las copias del Talmud debían ser confiscadas en las sinagogas el primer sábado de Cuaresma y entregadas a dominicos y franciscanos. Pocos cumplieron la ordenanza: Luis IX de Francia respondió solo instituyendo un Juicio del Talmud al año siguiente por lo que, en 1240, la Birkat haMinim fue condenada. Como resultado de conversiones, entre ellas la de Pablo Christiani (quien, en 1263, había disputado públicamente con Najmánides en Barcelona), la información sobre lo que los textos y las oraciones judíos (incluido el Aleinu) afirmaban o esperaban que les sucediera a los cristianos se multiplicó, y es posible que el texto de la Birkat haMinim también haya influido en los movimientos que insistían en que se eliminaran los numerosos pasajes que consideraban a los cristianos como blasfemos.

Una consecuencia indirecta de estos descubrimientos fue que crecieron los llamados a la creación de cátedras en varios idiomas semíticos, formalizados en el Concilio de Vienne (1311). Posteriormente, la bula papal Dudum felicis recordationis (1320) ordenó la confiscación de todas las copias del Talmud. Abner de Burgos ya había comenzado a escribir libros en hebreo para la comunidad judía en España como el Sefer Milḥamot haShem (Libro de las batallas del Eterno) que fueron muy críticos de las oraciones como la Birkat haMinim, incluso antes de su conversión pública al cristianismo precisamente en esta época.

En 1323/4 esta oración, en una traducción latina, fue incluía junto con varios otros elementos en Practica officii inquisitionis heretice gravitatis, la guía de Bernardo Gui para los inquisidores. Gui agregó una glosa explicando que, aunque el texto no menciona explícitamente a los cristianos, la redacción utilizada deja en claro que esto es lo que se debe entender al pedirle a Dios que destruya a los minim. Poco después, en 1331, el franciscano hebraísta Nicolás de Lira, en su Postillae perpetuae in universam S. Scripturam (una obra que se convertiría en una de las exégesis cristianas más autorizadas de la Biblia), afirmó que «desde la cuna, ellos (los judíos) se han nutrido del odio a Cristo, y maldicen el cristianismo y los cristianos a diario en las sinagogas».

Alrededor de 1400, Yom-Tov Lipmann-Mühlhausen escribió su Sefer haNizzaḥon (Libro de contienda/Victoria) que, a diferencia de una obra polémica asquenazí anónima del mismo título, fue un tratado prudente y respetuoso que llegó a marcar un hito en las polémicas judío-cristianas. La obra fue una refutación tanto del cristianismo como del karaísmo y afirmó la superioridad del judaísmo rabínico. Se compuso inmediatamente después de la ejecución de 80 judíos que habían languidecido un año en la cárcel por una acusación presentada por un converso, Pedro, de que los rituales y oraciones judíos eran despectivos para los cristianos y pedían a Dios que estos últimos fueran destruidos. El texto de la Birkat haMinim, junto con el del Aleinu, ocupó un lugar destacado en las acusaciones. Lipmann-Mühlhausen restó importancia a la interpretación dada, alegando que minim significaba simplemente zweifelte Ketzer, herejes cuyas dudas los dejaban vacilando entre el judaísmo y el cristianismo y que, al no tener ninguna religión, merecían la muerte.

Notas[editar]

  1. «Berakot 3:3,4:1 stipulates that it must be recited by every Jew, including women, slaves and children, three times every day» (Wilson, 1989, p. 65).
  2. El punto de vista de Salo Wittmayer Baron fue común al escribir que «(The Twelfth Benediction) represented the formal recognition by official Judaism of the severance of all ties between the Christian and other schismatic bodies, and the national body of Judaism» (Wilson, 1989, p. 66).
  3. «Many Jewish authorities throughout the premodern period in Europe considered Karaites and Christians to be heretics, although they avoided the word "Christians," instead designating them as [...] minim» (Ames, 2015, pp. 71,107,240–241).
  4. «Jewish expositors of the Middle Ages simply ruled that the minim were Christians, without distinguishing between sects and trends» (Teppler, 2007, p. 169).
  5. Traducido en la Septuaginta como genos (γένος: «raza, estirpe, parentesco») (Siegal, 2019, pp. 10,14).
  6. En los dialectos cristianos-arameos, comúnmente traduce el griego ἔθνος (ethnos), la palabra usada en la Septuaginta para traducir goyim: (otras) naciones (Langer, 2011, p. 59).
  7. En el uso bíblico, min aparece 31 veces, principalmente en el Pentateuco, nunca como un sustantivo independiente sino invariablemente en formas combinadas, como le-mino, etc., con el sentido de «según su género» (Grossberg, 2017, p. 63).
  8. La opinión de Adiel Schirmer, disidente con la identificación de minut y herejía, es un punto de vista minoritario;[14]​ Schremer argumenta que el término no es teológico sino una distinción comunitaria que denota a aquellos judíos que se colocan más allá del redil definido rabínicamente (Schremer, 2010, p. 16).
  9. «In English the words 'sectarian' and 'heretic' express different degrees of disapproval and social distance. A sectarian is probably best described as a disapproved rival amjong many factions within the parent group, while a heretic is someone who began in the parent group but who has put himself beyond the pale with respect to some canon of orthodoxy. The transition between 'sectarian' and 'heretic' in rabbinic literature would have been apparent only when Rabbinic Judaism was acknowledge to have become 'normative'. Unfortunately, there is no scholarly consensus about when rabbinic thought became orthodox. Furthermore their rabbis assume that their interpretation of Judaism was always orthodox and never distinguish clearly between 'sectarians' and 'heretics'» (Segal, 2002, p. 5).
  10. Cognado con el término en árabe: كافر‎, romanizadoKafir.
  11. Generalmente traducido como «apóstatas». Tanto Hai Gaon en el siglo X como Judah haLevi en el siglo XII derivaron esta palabra etimológicamente de meshuʻmad («bautizado»); haLevi también sostuvo que los cristianos fueron identificados así en la primera mención de meshumadim al comienzo de las bendiciones (Instone-Brewer, 2003, pp. 37,43).
  12. Usualmente «saduceos», pero a menudo funciona como un sustituto de la censura para min (Hayes, 2011, p. 133).
  13. Sin embargo, el Talmud afirma explícitamente que «no hay minim entre los idólatras», y los Tosafot citarían esto para desafiar las interpretaciones de Rashi de la palabra (veáse más abajo) (Langer, 2011, p. 78).
  14. «Lacking a sectarian self-consciousness and working in an environment free of sectarian claims and counter-claims, the rabbis had no need for elaborate ecclesiological theories or precise creed and rules of faith which would serve as touchstones to distinguish the true Jew from the heretic [...] The rabbis lumped together all those who questioned Rabbinical Judaism. It made no difference to the rabbis whether their opponents were Gentile, Christians, Jewish Christians, Gnostic of any variety, pagans, or dissident Jews, all of them, to the exasperation of later scholars, were called minim» (Cohen, 2010, pp. 537ff).
  15. «A decisive stage in the process of communal self-definition is reached when a community sets criteria for exclusion» (Kimelman, 1981, p. 226).
  16. La palabra originalmente significaba una «escuela filosófica» (Cohen, 2010, p. 546).
  17. Existen dos escuelas, minimalista y maximalista, con respecto al lugar y poder de los rabinos dentro de la sociedad palestina. La primera, asociada con Seth Schwartz, Shaye J. D. Cohen y Daniel Boyarin, considera su control de obras de caridad, sinagogas y similares en toda el área como menor en los primeros siglos de la era común. La posición maximalista es prominente en los historiadores israelíes (Jaffé, 2013, p. 456, n. 52).
  18. «It is thus clear that the way the rabbis dealt with the minim is different from the way the Christian Church Fathers dealt with the groups they considered heretical. While the conflict with different heresies was crucial for the self-definition of the early church, the descriptions of the minim in rabbinic literature are far too miscellaneous and unsystematic to have given them a great role in rabbinic self-definition. The stories about the minim do not suggest in any way that the rabbis had a large-scale program to purify the people from deviant beliefs and groups who held those beliefs» (Hakola, 2005, p. 48).
  19. Para Daniel Boyarin, el proceso mismo de simplemente trazar tales distinciones creó las propias diferencias y, por lo tanto, desempeñó un papel fundamental en la formación de ambos sistemas religiosos[26]​ (Cohen, 2010, pp. 541–542).
  20. «[T]he Genizah version of the Birkat ha-Minim, now commonly referred to as the Palestinian recension» (Wilson, 1989, p. 65). Joel Marcus argumenta que los términos «versión de la Geniza» y «recensión palestina» son engañosos, ya que probablemente ambos son palestinos (Cohen, 2016, p. 164, n. 112).
  21. Proveniente de la raíz semítica s-m-d (שמד), «exterminio, destrucción, aniquilación», con el sustantivo rabínico probablemente sugiriendo que los apóstatas merecían la aniquilación (Langer, 2011, p. 45).
  22. El Bavli se refiere a Jesús como ha-noṣri.(Kimelman, 1981, p. 234) Se discute la vocalización precisa. Reuven Kimelman da por seguro que el hebreo rabínico original se vocalizaba como naṣarim, citando el hecho de que esta variedad de hebreo tendía, en contraste con el hebreo bíblico, a escribir plene scriptum donde él último tenía un defective scriptum.[33]Noẓerim también es posible. Instone-Brewer también considera que los testimonios de Tertuliano (Adversus Marcionem 4.8.1: «Nos Iudaei Nazarenos appellant») y Agustín (Ep 112.13) apunta a la pronunciación naẓarim (Instone-Brewer, 2003, p. 31, n. 16).
  23. La referencia a Agustín debe ser a una carta así numerada escrita por Jerónimo a Agustín.[34][35]​ Agustín en otro lugar escribió: «sicut illi, qui se christianos Nazarenos vocant» (De baptismo 7:1) y «Et nunc sunt quidam haeretici qui se Nazarenos vocant» (Contra Cresconium 1,31,36) (Pritz, 1988, p. 77)
  24. La redacción está tomada directamente de Salmos 69:28: yimmāḥū missêp̄er ḥayyîm (Langer, 2011, p. 60)
  25. Martyn la ordena en 6 líneas:
    • 1. Para los apóstatas que no haya esperanza
    • 2. Y que el gobierno arrogante
    • 3. sea rápidamente desarraigado en nuestros días.
    • 4. Que los nazarenos (cristianos) y los minim (herejes) sean destruidos en un momento.
    • 5. Y que sean borrados del Libro de la Vida y no sean inscritos junto con los justos.
    • 6. ¡Bendito seas, oh Señor, que humillas a los soberbios!
    1-3 y 6 los considera anteriores a la formulación de Samuel el Menor, ya que están atestiguados más de un siglo antes esencialmente en los apócrifos Salmos de Salomón. Los apóstatas serían helenizantes; el gobierno arrogante, Roma; pero recreando lo escrito en 1 Macabeos 1:2 con respecto al poder seléucida encarnado en Antíoco IV Epífanes. Por lo tanto, la tarea de Samuel habría sido ajustar la oración para incluir los recientes disturbios sectarios de la comunidad (Martyn, 2003, pp. 62–3).
  26. Una baraíta es un texto que se pensaba que pertenecía al estrato de la tradición contemporánea con las que encarnaban la Mishná y la Tosefta (Herford, 2006, p. 128).
  27. Un fragmento geniza (T-S K27.33b) parece asumir que el Templo sigue en pie. David Flusser argumentó que la maldición es anterior a Yavne y estaba dirigida a los saduceos (Flusser, 2007, pp. 114–116).
  28. Sobre la posición de Urbach en general, véase Goshen-Gottstein (Goshen-Gottestein, 2009, pp. 21–22).
  29. «Hasta hoy blasfeman del pueblo cristiano bajo el nombre de nazarenos». Jerónimo, Comm. Am.1.11-12 (Luomanen, 2008, p. 283).
  30. Véase (Cohen, 2017, pp. 318ff) para una traducción de todos los textos de Mishná que mencionan min/minim/minut. La mayoría de las polémicas intersectarias en este estrato se describen casi invariablemente como entre los fariseos y los saduceos o entre los sabios y los boetusianos.
  31. La mayoría de las historias de los minim están en el Bavli: en estas, a menudo, un min planteará una pregunta provocativa a un tanna, quien expondrá su absurdo y ganará la discusión por nocaut, y en una grupo que trata con versículos bíblicos donde las interpretaciones cristianas y rabínicas difieren, a menudo ridiculizando al min como un tonto. Se desconoce porqué el Bavli está más comprometido con confrontar con el cristianismo que el Yerushalmi, ya sea porque era más seguro criticar el cristianismo en Babilonia que en la Palestina bizantina o porque la datación tardía del Bavli lo vincula a un período en el que el cristianismo se fortaleció y tuvo que enfrentarse a él.
  32. «[T]he term noṣrim does not appear in the early rabbinic sources but only in the Babylonian Talmud» (Hakola, 2005, p. 46).
  33. Aunque la existencia misma de los judíos gnósticos ha sido cuestionada (Marcus, 2009, pp. 535–536, n. 59).
  34. El nombre significa «Samuel el Menor/Pequeño», tal como se cree que el antes mencionado Simeon haPakuli significa «Simeon el comerciante de algodón» (Cohen, 2013, p. 190).
  35. Joseph Derenbourg conjeturó que Samuel el Menor lo olvidó después de un año para implicar que, en este momento, la imprecación a los minim no se decía originalmente todos los días, sino en una ocasión anual particular (Cohen, 2013, p. 190, n. 4).
  36. Más exactamente, uno es «llamado», es decir, obligado a abandonar el púlpito (mesa de lectura), ya que este estaba debajo, no arriba, del nivel general de los asientos de la congregación. De acuerdo con el uso posterior, un lector que cometiera un error al recitar esta bendición habría tenido que abandonar el púlpito porque se sospecharía que era un min, algo que no se hizo en el caso de Shmuel haKatán ya que él era su autor original (Herford, 2006, p. 127).
  37. El verbo clave aquí es letaken (לתקן) que puede significar «ordenar» o «reparar», por lo que contextualmente podría significar que la bendición fue creada en Yavne o revisada en esa ocasión. El último matiz sugeriría que alguna forma de esta oración es anterior a la destrucción del Templo (Marcus, 2009, p. 540).
  38. «[T]he Yavne myth» (Boyarin, 2010, p. 48), así como Akiva Cohen (Cohen, 2016, pp. 379ff).
  39. En la compilación medieval agádica Yalkut Shimoni el cargo no era minut sino apiqorsut. Esta variante puede deberse a la censura (Jaffé, 2010, p. 46, n. 7).
  40. «This drama constitutes the central fabric of the existence of R. Eliezer ben Hyrcanus: his excommunication from the house of study, his halakhic decisions rejected then burned, his social isolation, and finally his bitterness at the time of his death when he asked the Rabbis the reasons for their long absence (Sanhedrin 68b)» (Jaffé, 2013, pp. 445–446, n. 15)
  41. For the incongruency about the location in the two accounts see Schwartz and Tomson (Schwartz y Tomson, 2012, p. 10, n. 31).
  42. Está escrito en tu Torá: «No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa del Eterno tu Dios por ningún voto [...]» (Deuteronomio 23:19). ¿Estaría permitido hacer un baño para el sumo sacerdote con este dinero? Y no le respondí. Él me dijo: Así me enseñó Yeshu ha-notsri: «porque de dones de rameras los juntó, y a dones de rameras volverán» (Miqueas 1:7), vinieron de un lugar de inmundicia, que vayan a un lugar de inmundicia (Jaffé, 2013, p. 444, Schwartz y Tomson, 2012, pp. 11–12).
  43. La referencia a un discípulo de «Yeshu ha-notsri» (Jesús el Nazareno) ocurre solo en la versión Bavli, en Avodah Zarah 16b-17a (Jaffé, 2013, pp. 441–458,442–444).
  44. Como tal, sería un min en términos de la posterior Tosefta (Sanhedrin 13:5); aunque algunos argumentan que podría haber sido considerado como un meshummad, es decir, un apóstata (Cohen, 2016, p. 116, n. 74).
  45. «Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón» (1 Corintios 11:11); «no el hombre sin la mujer y no la mujer sin el hombre, y no ambos sin la Shejiná» (Bereshit Rabba 22).[75]​ Rosen-Zvi, sin embargo, señalando que la única cita explícita del Nuevo Testamento es Mateo 5:17 en b. Shabat 116b, sostiene que: «Interactions of various forms between rabbis and Christ followers are well attested in both early rabbinic and Christian sources from the second century, but there is no explicit evidence for a familiarity with Paul or Pauline ideas, whether in written or oral forms» (Rosen-Zvi, 2017, pp. 170–171).
  46. ἤδη γὰρ συνετέθειντο οἱ Ἰουδαῖοι ἵνα ἐάν τις αὐτὸν ὁμολογήσῃ Χριστόν ἀποσυνάγωγος γένηται (Juan 9:22) (Bernier, 2013, p. 1).
  47. «[E]xcomulgado de la sinagoga» representa una palabra en griego, ἀποσυνάγωγος, que aparece por primera vez en ese idioma en este Evangelio, aquí y en Juan 12:42, 16:2 (Martyn, 2003, pp. 46–49,50–51).
  48. «Justin uses the figure of Trypho in the same way as Plato's Socrates did with Parmenides, i.e., though the Parmenides of Plato's dialogue is not the one we deem to know, he is after all related to the teaching of the real Parmenides. Trypho, however, is not a historical person, and he is not a representative member of an "orthodox" Jewish community» (Mach, 1996, p. 35).
  49. Tarfón declaró que quemaría libros cristianos que contengan el nombre de Dios, incluso si el esfuerzo le costara la vida de sus hijos Goodenough, 1968, p. 91, Boyarin, 2010, p. 57. El contexto son las reglas estrictas que gobiernan la observancia del descanso en el sábado en el tratado Shabat. Se permitió una excepción para los casos en que los libros sagrados corrieran el riesgo de quemarse. En el Tosefta (Shabat 13:5), el rabino Tarfón hizo una excepción a esta excepción al afirmar que dejaría que los Evangelios (gilyonim) y los libros de los minim se consumieran en un incendio, incluso si contenían el nombre del tetragrámaton y significara arriesgar la vida de su hijo. F. E. Peters cita esto como evidencia de que judíos y cristianos todavía adoraban juntos (Peters, 2007, p. 182). Shaye J. D. Cohen considera estas declaraciones, incluyendo arrebatos similares del rabino Yishmael, como arrebatos retóricos y no como prueba de una práctica de quemar libros cristianos (Cohen, 1984, p. 42, n. 42).
  50. Esta afirmación se remonta hasta la referencia al Sumo Sacerdote enviando a Pablo al camino de Damasco a mediados de la década de los años 30 d. C., junto con cartas que le autorizaban a detener a cualquier seguidor de Cristo como se describe Hechos 9:1-2, 22:5 (Cohen, 2017, p. 316).
  51. μηδὲ εἰς κοινωνίαν λόγων ἐλθεῖν. (Justino, Diálogo, xxxviii 1). Krauss minimiza esto a «evitar polémicas» (Krauss, 1892, p. 128, n. 7). Este mandato rabínico está en Avodah Zarah 27b (Barnard, 1964, p. 401).
  52. Los siete pasajes son Dial., 16, 93, 95, 96, 108, 123, 133. Los dos con respecto a la maldición de la sinagoga son 16 y 96. El recuento de Kimelman difiere del de William Horbury, quien escribió dos años después: «Justin Martyr mentions nine times that Jews cursed Christ and/or those who believe in him. Of these, five make no mention of the synagogue (93, 95, 108, 123, 133), only one (137) mentions it in the context of prayers» (Kimelman, 1981, p. 235, Barnard, 1964, p. 400).

Referencias[editar]

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