Institución Libre de Enseñanza
La Institución Libre de Enseñanza o ILE fue un proyecto pedagógico que se desarrolló en España durante medio siglo (1876-1936), inspirado en la filosofía krausista introducida en la Universidad Central de Madrid por Julián Sanz del Río, y que tuvo una importante repercusión en la vida intelectual de la nación española, para la que desempeñó una labor fundamental de renovación.
Fue fundada en 1876 por un grupo de catedráticos (Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Teodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón, entre otros) separados de la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a cualquier dogma oficial en materia religiosa, política o moral. En consecuencia, tuvieron que proseguir su labor educativa al margen del Estado creando un establecimiento educativo privado laico, que empezó en primer lugar por la enseñanza universitaria y después se extendió a la educación primaria y secundaria.
Apoyaron y secundaron el proyecto intelectuales de la talla de: Joaquín Costa, Leopoldo Alas (Clarín), José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Ramón Menéndez Pidal, Antonio Machado, Joaquín Sorolla, Augusto González de Linares, Santiago Ramón y Cajal o Federico Rubio, entre otras personalidades comprometidas en la renovación educativa, cultural y social.
Historia
Tras la puesta en marcha del modelo político de Cánovas en 1875 mediante el "Decreto Orovio", se suspendió la libertad de cátedra en España «si se atentaba contra los dogmas de fe», para afianzar un principio integrista que hacía de la nación un proyecto sostenido en la voluntad divina, como defendía Cánovas. Su aplicación apartó a muchos intelectuales de la Universidad, originando la creación de la Institución Libre de Enseñanza, en 1876.[1]
A partir de 1881 empezaron a enseñar en la ILE profesores formados en ella: Manuel Bartolomé Cossío, que sucedió a Giner al frente de la Institución, Ricardo Rubio, Pedro Blanco Suárez, Ángel do Rego, José Ontañón Arias, Pedro Jiménez-Landi, entre otros muchos que consolidaron el proyecto y aseguraron su futuro (desbaratado por la Guerra Civil Española en 1936 y aniquilado posteriormente). La Institución se convirtió en el centro de toda una época de la cultura española y en cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas extranjeras.
Así lo testifica la nómina de colaboradores del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: Bertrand Russell, Henri Bergson, Charles Darwin, John Dewey, Santiago Ramón y Cajal, Miguel de Unamuno, María Montessori, León Tolstoi, H. G. Wells, Rabindranath Tagore, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Azorín, Eugenio d'Ors o Ramón Pérez de Ayala, algunas de ellas íntimamente vinculadas con la Institución, como Julián Sanz del Río, Antonio Machado Álvarez y sus hijos Antonio Machado y Manuel Machado, Julio Rey Pastor, Constancio Bernaldo de Quirós, Luis Simarro, Nicolás Achúcarro, Francisco Barnés Salinas o la portuguesa Alice Pestana.
Asimismo, se pusieron en marcha institutos asociados a la ILE para la investigación del pasado español, como fue el caso del Centro de Estudios Históricos dirigido por el fundador de la escuela filológica española, Ramón Menéndez Pidal; y se crearon centros de contacto para las elites artísticas y científicas con las vanguardias europeas en el marco de la Residencia de Estudiantes, dirigida por Alberto Jiménez Fraud) y la Junta para Ampliación de Estudios, organizada por el institucionista José Castillejo.
La generación del 27 es, en cierta manera, una emanación de la Institución Libre de Enseñanza, y obra de la ILE fue, sin duda alguna, alcanzar la sintonía cultural y científica con Europa poco antes de que todo este esfuerzo de modernización se viniera abajo con la Guerra Civil Española, tras la cual se confiscaron todos sus bienes y la mayoría de los institucionistas tuvo que marchar al exilio, mientras que los que se quedaron hubieron de enfrentarse a la censura, la persecución solapada o abierta o el ninguneo de su labor, que era considerada antinacional y antihispánica por sus detractores. Fuera, los exiliados se dispersaron por Europa e Hispanoamérica, trasladando a diversos países su labor fecundadora de la vida cultural.
Desde 1978, fecha en que se inició el proceso legal de recuperación del legado de la Institución, los fondos de la ILE son gestionados por la Fundación Francisco Giner de los Ríos, creada para dicho fin.
Influjo de la ILE
El influjo de la ILE fue determinante para que los poderes públicos emprendieran una serie de reformas que España necesitaba en los terrenos jurídico, educativo y social. Se crearon organismos, como el Museo Pedagógico Nacional y la Junta para Ampliación de Estudios, cuyo cometido era enviar estudiantes becados a estudiar al extranjero.
De ella dependían los ya citados Centro de Estudios Históricos, el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales y la Residencia de Estudiantes, establecida en la calle Pinar de Madrid, auténtico vivero de escritores y artistas y lugar donde Albert Einstein dio una de las conferencias que ofreció en su viaje a España en 1923. Los intentos de renovación pedagógica cristalizaron desde 1907 hasta 1936 en iniciativas pioneras, como el Instituto Escuela, las colonias escolares de vacaciones, la Universidad Internacional de Verano de Santander o las llamadas Misiones pedagógicas que actuaron bajo el amparo de la Segunda República con el fin de divulgar la cultura entre los pueblos de la España profunda donde aún no había llegado.
Tras la muerte en 1915 de su principal inspirador, Francisco Giner de los Ríos, se creó la fundación que lleva su nombre el 14 de junio de 1916 con el encargo de velar por el patrimonio de la ILE y proseguir su tarea educadora. Dicha fundación publicó las Obras Completas de Giner, entre 1916 y 1936.
Existen todavía instituciones educativas que, vinculadas a la actual Fundación Giner de los Ríos, continúan impartiendo, con ciertas variantes, el modelo pedagógico de la ILE. Así, cabe destacar el Colegio Estudio, fundado en 1940 por Jimena Menéndez Pidal, Ángeles Gasset y Carmen García del Diestro, y que ha formado a conocidos intelectuales y políticos españoles; más tarde surgirían también similares instituciones privadas como los Colegios Base o Estilo.
Los proyectos Fingoy
Otro de los casos más curiosos, y cuya estela aún se puede observar al comienzo del siglo XXI, es el Colegio Fingoy, en la ciudad de Lugo, fundado en 1950 por Antonio Fernández López, empresario y filántropo gallego, con intención de desarrollar el ideario de la Institución Libre de Enseñanza en la España franquista. De ideas progresistas y galleguistas, Antonio Fernández López había conocido la experiencia de la Residencia de Estudiantes, promovida por la Junta de Ampliación de Estudios, en el Madrid de los años veinte y treinta. Al regresar a Galicia decidió promover un centro de estudios con estos mismos principios en la ciudad de Lugo a fin de que pudieran estudiar sus 12 hijos y los de sus hermanos Manuel y Conchita, también residentes en la ciudad, conocidos como los Hijos de Antón de Marcos. Fue el segundo colegio mixto que se abrió en la España franquista y en él se impartían clases de agricultura, de teatro, de música y danza gallega. Fue dirigido durante los primeros años por Ricardo Carballo Calero, profesor e intelectual galleguista, represaliado por el régimen de Franco. En el dieron clases destacados intelectuales y artistas gallegos, como el poeta Xosé Luis Méndez Ferrín, ex Presidente de la Real Academia Galega, Bernardino Graña o el pintor Pacios. También creó el Centro de Estudios Fingoy y la experiencia de la Granja de Barreiros, regidos por los mismos principios.[2][3][4][5]
Promociones de la ILE
- Primera promoción: Son fundamentalmente los hombres congregados de un modo u otro en torno a Giner de los Ríos después de su vuelta a la Universidad en 1881, tras la expulsión de 1875, entre ellos: Manuel Bartolomé Cossío, Joaquín Costa, Leopoldo Alas (Clarín), Alfredo Calderón, Eduardo Soler, Jacinto Messia, Adolfo Posada, Pedro Dorado Montero, Aniceto Sela, Rafael Altamira, etc.
- Segunda promoción: Giner los denominaba sus «hijos»: Julián Besteiro, Pedro Corominas, José Manuel Pedregal, Martín Navarro Flores, Constancio Bernaldo de Quirós, Manuel y Antonio Machado, Domingo Barnés, José Castillejo, Gonzalo Jiménez de la Espada, Luis de Zulueta, Fernando de los Ríos, etc.
- Tercera promoción: Nacidos entre 1880 y 1890, son reconocidos como los «nietos» de Giner; suelen mencionarse entre los más destacados a José Pijoán, Juan Ramón Jiménez, Francisco Ribera Pastor, José Ortega y Gasset, Américo Castro, Gregorio Marañón, Manuel García Morente, Lorenzo Luzuriaga, Pablo de Azcárate, Alberto Jiménez Fraud, etc.
Sedes
Los doscientos accionistas iniciales abandonaron un primer proyecto de instalación de la sede de la ILE en el solar del Paseo de la Castellana que hoy ocupa la Escuela Superior del Ejército; y alquilaron un piso en el número 9 de la calle de Esparteros (actual número 11),[6] pasando posteriormente a la calle Infantas 42,[7] y de forma definitiva, el 1 de septiembre de 1884, al número 8 del Paseo del Obelisco (actuales números 14 y 16 del Paseo del General Martínez Campos -se denomina así desde 1914-).[8]
La construcción (una quinta con jardín) y el entorno, en lo que entonces eran las afueras de Madrid, eran mucho más adecuados al concepto educativo de la Institución. En 1908 se añadieron, en la misma finca, los llamados "Pabellón Giner" y "Pabellón Soler". Tras la Guerra Civil Española el edificio había quedado muy dañado y saqueado, e incluso fue objeto de una destrucción simbólica de árboles por un grupo de falangistas (sólo se salvaron una acacia centenaria y un aligustre). En 1940 se decidió su incautación y adscripción al Ministerio de Educación Nacional, realizándose obras para que pudiera iniciar sus actividades (1942-45) como "Grupo Escolar Joaquín Sorolla" (la Casa-museo Sorolla está muy cerca, en la misma calle). Desde 1955 sus locales se utilizaron como sede del Servicio de Alimentación Escolar.
Tras la Transición, se abrió brevemente en ese edificio el "Colegio Nacional Eduardo Marquina" (1980-1985); pero habiendo sido devueltas parte de las propiedades a la reconstituida Institución Libre de Enseñanza en 1982, se inició en 1987 una serie de obras -polémicas- que incluyeron la demolición de parte de los edificios históricos y la desaparición de los restos del jardín.[9]
Véase también
- Escuela Moderna
- Generación del 98
- Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas
- Krausoinstitucionalismo
- Museo Pedagógico Nacional
- Misiones Pedagógicas
- Novecentismo
- Residencia de Estudiantes
Bibliografía
- VV. AA., La Institución Libre de Enseñanza y Giner de los Ríos: nuevas perspectivas, ACE / Fundación Francisco Giner de los Ríos, Madrid, 2013, tres tomos.
- Antonio Jiménez-Landi, La Institución Libre de Enseñanza y su ambiente. Universidad Complutense, 1996, cuatro tomos. ISBN 84-89365-57-1 (Por esta obra Jiménez-Landi recibió el Premio Nacional de Historia en 1997).[10]
- Antonio Jiménez-Landi, Breve historia de la Institución Libre de Enseñanza (1896-1939). Tébar, 2010. ISBN 978-84-7360-350-8
- Antonio Jiménez-Landi, Manuel Bartolomé Cossío, una vida ejemplar: (1857-1935), Instituto de Cultura Juan-Gil Albert, Alicante, 1989. ISBN 84-7784-019-9
Referencias
- ↑ Arturo Ruiz, Alberto Sánchez y Juan Pedro Bellón, Historiografía ibérica y el problema nacional. [1]
- ↑ http://www.fingoi.com/
- ↑ http://www.granxadebarreiros.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1&Itemid=69&lang=es
- ↑ http://www.galegos.info/es/antonio-fernandez-lopez
- ↑ http://www.irindo.com/editorial/libro.php?pid=97&cid=31
- ↑ Google maps
- ↑ Google maps
- ↑ Google maps
- ↑ La Institución Libre de Enseñanza. Un paseo sentimental, en Manuelblas (incluye fotos y planos).
- ↑ Villena, Miguel Ángel (30 de octubre de 1997). «Antonio Jiménez-Landi recibe a título póstumo el Premio Nacional de Historia». El País. Consultado el 7 de marzo de 2014.