Espeja de San Marcelino

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Espeja de San Marcelino
municipio de España


Bandera

Escudo

Espeja de San Marcelino ubicada en España
Espeja de San Marcelino
Espeja de San Marcelino
Ubicación de Espeja de San Marcelino en España
Espeja de San Marcelino ubicada en Provincia de Soria
Espeja de San Marcelino
Espeja de San Marcelino
Ubicación de Espeja de San Marcelino en la provincia de Soria
País  España
• Com. autónoma  Castilla y León
• Provincia  Soria
• Comarca Comarca de Burgo de Osma
• Partido judicial Burgo de Osma
Ubicación 41°48′09″N 3°13′19″O / 41.8025, -3.2219444444444
• Altitud 1.032 m
Superficie 72,54 km²
Núcleos de
población
Espeja de San Marcelino; Guijosa; La Hinojosa; Orillares; Quintanilla de Nuño Pedro; San Asenjo
Población 147 hab. (2023)
• Densidad 2,34 hab./km²
Código postal 42142
Alcalde (2011) Francisco Fontán de la Llave (PP)
Presupuesto 177.544 € (2005)
Sitio web Ayuntamiento de Espeja de San Marcelino

Espeja de San Marcelino es una localidad y también un municipio de la provincia de Soria, partido judicial de El Burgo de Osma , Comunidad Autónoma de Castilla y León, España. Pueblo de la comarca de Tierras del Burgo.

Desde el punto de vista jerárquico de la Iglesia Católica forma parte de la Diócesis de Osma la cual, a su vez, pertenece a la Archidiócesis de Burgos.

Geografía

Término municipal de Espeja de San Marcelino.

El término municipal también comprende las localidades de Guijosa, La Hinojosa, Orillares y Quintanilla de Nuño Pedro.

Yacimiento de hierro en las proximidades de San Asenjo.[1]

Toponimia

Dos posibles interpretaciones, de "speculu", espejo, o quizás de "specula", lugar de observación, altura, atalaya. Eestos topónimos se extienden por la frontera al comienzo del siglo XI y se encuentran en territorios reconquistados antes del siglo X.[2]​ En cuanto a "San Marcelino" sería el santo patrón, o simplemente un santo de la devoción de los fundadores del lugar.

Historia

La localidad es mundialmente conocida en el sector minero por su célebre cantera de mármol, que ya estuvo explotada en época romana.

En el año 1653, tras la exención judicial de Silos el lugar de Espeja adquiere el título de villa , otorgado por el rey Felipe IV. El costo en monetario fue de 1.400 ducados:

«...Poniendo como su magestad pone perpetuamente en los dichos alcaldes de Espexa el conocimiento absoluto y privativo en todas las causas civiles y criminales y executivas y también el derecho de visita de pesas y medidas y el de residenciarse unos alcaldes a otros y los demás oficiales en cada un año (...)

Por la gracia y merced que su Magestad hace en la dicha essemcion a la dicha villa de Espexa y sus aldeas ayen de servir y firmar con mill y quatrocientos ducados en moneda de vellon pagados en esta corte asu costa y riesgo luego que se les aya dado la possesion dello (...)

Y doy facultad para que la dicha villa y su consejo, para la administración de la justicia pueda poner y ponga Orca, Picota, Cuchillo, Cepo, Azote y demas insignias que para el ejercicio de la dicha jurisdiccion fueran necesarias...»

Durante los siglos XVII y XVIII Espeja y algunos otros pueblos actuamente sorianos pertenecieron administrativamente a Burgos. Así, en el Censo de 1879, ordenado por el Conde de Floridablanca,[3]​ figuraba como villa cabecera de la Jurisdicción de Espeja en el Partido de Tierra de Roa, Intendencia de Burgos, con jurisdicción de señorío y bajo la autoridad del Regidor, nombrado por el Duque de Veragua. Contaba entonces con 731 habitantes.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional, conocido como Espeja y el Convento de Espeja en la región de Castilla la Vieja, partido de El Burgo de Osma[4]​ que en el censo de 1842 contaba con 159 hogares y 642 vecinos.

A mediados del siglo XIX[5]​ crece el término del municipio porque incorpora a Quintanilla de Nuño Pedro.

Fiestas

La fiesta más importante de Espeja tiene lugar los días 2 y 3 de junio, en honor de San Marcelino, cuya reliquia, trasladada del monasterio de Jerónimos, se venera en la iglesia; le bailan la jota al santo, de cara. Es una fiesta en la que se reúnen varias personas de pueblos cercanos. Por la mañana a las 11 se celebra la santa misa, seguidamente hay una procesión por varios lugares del pueblo acompañada por los dulzaineros. Después se va al bar donde tocan varias canciones, es la hora del vermut. En el bar comen la corporación del ayuntamiento y varios Guardias Civiles de la zona. Por la tarde se realizan juegos populares: para los hombres la tanguilla, la calva, la tuta…y para las mujeres los bolos. Para los niños se realizan juegos infantiles donde se lo pasan en grande. Los jóvenes organizan una gincana donde juega todo el que quiere. Al terminar los juegos hay una rica chocolatada para todo el mundo. Después a las 20:00 empieza una gran verbena hasta la hora de cenar, en la que se dan los premios de los juegos de la tarde. Por la noche después de cenar, la verbena sigue hasta la madrugada. Al día siguiente se reúne todo el pueblo en el frontón donde se celebra una gran caldereta. Con esta comida se despiden las fiestas.

Se celebra el 1 de Mayo donde todos los mozos del pueblo se levantan pronto para ir al monte a cortar el pino elegido para pingarlo, allí, en el monte almuerzan a gusto. Cuando lo tiene todo preparado en el remolque del tractor lo llevan al lugar donde lo pingan, donde les está esperando todo el pueblo. Después atan el pino con unas cuerdas y entre todos los mozos lo pingan. Seguidamente se sortea el mayo y un lote de vino, jamón y chorizo, este sorteo consiste en aproximarte más a la altura del pino. Los mozos al acabar la pingada, contentos, realizan una comida con bastante bebida.

A principio de Marzo antes, es decir, cuando aún no se había perdido la tradición, los mozos aprovechaban para comerse, cada uno, una docena de huevos cocidos. Por la festividad de Todos los Santos corren una machorra y hacen con ella caldereta que se merienda en comunidad. Ahora es una cena donde se junta todo el pueblo, niños, mujeres… Se cena en el bar del pueblo. En la cena hay huevos fritos, cocidos, bonito, chicharros y vino. Al acabar de cenar con la cáscara de los huevos cocidos de la cena se hace una especiede collar, que a las 00:00 se cuelgan en el royo del pueblo acompañado de las canciones tradicionales de las marzas.

Demografía

A 1 de enero de 2010 la población ascendía a 194 habitantes, 117 hombres y 77 mujeres.[6]

Gráfica de evolución demográfica de Espeja de San Marcelino entre 1900 y 2010

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.      Población según el padrón municipal de 2010 del INE.

Demografía reciente del núcleo principal

Espeja de San Marcelino (localidad) contaba a 1 de enero de 2.010 con una población de 56 habitantes, 37 hombres y 19 mujeres.

Gráfica de evolución demográfica de Espeja de San Marcelino (localidad) entre 2000 y 2010

     Población de derecho (2000-2010) según los censos de población del INE a 1 de enero de cada año.[7]

Población por núcleos

Núcleos Habitantes (2000) Habitantes (2010)[8] Notas
Espeja de San Marcelino 69 56
Guijosa 84 67
La Hinojosa 44 21
Orillares 36 32
Quintanilla de Nuño Pedro 26 18
San Asenjo 0 0 Despoblado en el siglo XX

Economía

Está basada en la agricultura y ganadería.

Medio Ambiente

En su término e incluidos en la Red Natura 2000 los siguientes lugares:

Patrimonio

Iglesia parroquial católica de Nuestra Señora de la Asunción, ruinas del monasterio de los Jerónimos y puente de Costillos.[11]

Convento de Espeja

En la vecina localidad de Guijosa se conservan restos del monasterio de Jerónimos, dedicado a Santa María, fue fundado en 1402, por Pedro Fernández de Frías, obispo de Osma.[12]​ Conservaba las reliquias de San Marcelino.[13]​ la ermita de Santa Agueda, lugar donde los monjes residían antes de la fundación, encargados de atender las iglesias de la jurisdicción de Espeja, hasta mediados el siglo XIX, cuando desapareció el convento a causa de la Desamortización.

Canteras

Las canteras de jaspe, en su preciada variedad rojo almendrado, ya fueron explotadas en época romana y vuelven a ponerse en explotación a principios del siglo XVI, cuando el gusto estético del momento valora adecuadamente ese mármol de piedrecitas rojizas, quizás el material de lujo más buscado por los artístas del momento.

Esta piedra noble ha sido empleada par embellecer interiores, sepulcros o coros. Así en el Convento de Jerónimos aparece en la iglesia y sepulcros; en el Palacio de los Duques de Avellaneda de Peñaranda de Duero; en la catedral de El Burgo de Osma; en la catedral de Burgos; coro de la catedral de Toledo y, en enormes cantidades, en El Escorial.

«... una famosa cantera que esta allí cerca de Jaspes, los más ricos, y de mayor variedad que ay en España, aunque se hallan en ella las mejores de Europa (hasta en esto quiso el cielo enriquecerla) a dicho de quantos bien entienden de piedras...» [14]

Las canteras debieron abandonarse a finales del siglo XVIII. Abandonados durante décadas, los trabajos de minería al aire han sido de nuevo recuperados en los últimos años. Además del rojo, lo tipos de jade amarillo y gris abundan en las vetas.[15]

Véase también

Notas

  1. Termalismo antiguo. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1997, p. 270
  2. Isabel y Luisa Goig, Diccionario de habla soriana
  3. Censo de Floridablanca 1787, Soria, INE, Madrid 1988 ISBN 84-260-1781-9
  4. Municipio Código INE-42.080, en el listado figura como Espeja
  5. Entre el Censo de 1857 y el anterior
  6. INE: Población por municipios y sexo.
  7. INEbase / Nomenclátor. Relación de unidades poblacionales.
  8. Nomenclátor INE
  9. Red Natura 2000 LIC ES4170135 [1]
  10. Red Natura 2000 ZEPA ES0000007 [2]
  11. Soria y Turismo [3]
  12. El convento de los Jeronimos [4]
  13. Etas reliquias pasarían, una vez desaparecido el monasterio, a la parroquial de Espeja, donde se veneran y a las que se dedican las fiestas de la villa.[5]
  14. De los famosos jaspes de Espeja escribió el docto padre Fray José de Sigüenza, bibliotecario del rey en El Escorial y primer historiador del reinado de Felipe II en 1.603 [6]
  15. Francisco Mingarro Martín Degradación y conservación del patrimonio arquitectónico [7]