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Cantinera

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Cantinera Irene Morales con uniforme y fusil Martini-Henry.

Cantinera fue el nombre que recibió en Chile aquella mujer que acompañó al ejército de dicho país en campaña durante el siglo XIX en calidad de enfermera «autorizada oficialmente por el gobierno chileno para marchar junto a un regimiento»,[1]​ llevando a cabo labores domésticas, humanitarias y sanitarias.

Pese a que hubo cientos de voluntarias dispuestas a ir al frente junto con sus esposos, hijos o amantes,[2]​ la cantinera debía ser soltera, de «moralidad reconocida»[2]​ y «probadas buenas costumbres».[3]

Etimología

El término «cantinera» proviene de la voz «cantina», que en jerga militar de la época implicaba «desde una pequeña tienda de comestibles [hasta brindar al soldado convaleciente] una alimentación especial o prestar ayuda en los más diversos problemas que el soldado enfrentaba».[3]

Antecedentes

Nota: Se ha conservado la ortografía de Bello que empleaba el autor.
Sargento Candelaria Pérez.
Acuarela de Charles C. Wood Taylor describiendo el ataque de las tropas chilenas al cerro Pan de Azúcar en la batalla de Yungay.

En Chile, el origen de la cantinera se remonta a la segunda mitad de los años 1830. En la guerra que enfrentó a Chile con la Confederación Perú-Boliviana, destacó Candelaria Pérez, quien se enroló en el Batallón Carampangue y llegó incluso a obtener el grado militar de sargento por su «espíritu y valentía»[1]​ en el asalto al cerro Pan de Azúcar durante la batalla de Yungay, ocurrida el 20 de enero de 1839:

El episodio más notable de la batalla fue el asalto de una formidable posición enemiga, situada en la cumbre de un cerro que por su forma se llama Pan de Azúcar [...] En el asalto de Pan de Azúcar se distinguió entre los soldados más valientes una mujer llamada Candelaria Pérez, que hizo toda la campaña del Perú peleando atrevidamente en las batallas, soportando con alegría las privaciones i sirviendo con abnegación a los heridos i los enfermos. En recompensa de sus servicios i su valor, el Jeneral Búlnes le dio el grado de Sarjento i desde entonces fué [sic] conocida en Chile con el nombre de la Sarjento Candelaria.
Valdés Vergara, Francisco (1989). Historia de Chile para la Enseñanza Primaria. 2.ª edición. Valparaíso: Imprenta del Universo (ortografía original).

Iniciada por la sargento Candelaria Pérez,[1][2][3]​ la institución de las cantineras continuó en la Guerra del Pacífico.

En la Guerra del Pacífico

Fue en la Guerra del Pacífico donde se produjo el mayor número de cantineras. La mayoría de ellas provenía de los estratos medio-bajo y bajo de los centros urbanos, como Santiago y Valparaíso.[3]​ El 1 de agosto de 1879, el capitán Rafael Poblete consintió admitirlas puesto que auxiliaban «como vivanderas [...], prestando al mismo tiempo sus servicios en la enfermería [, decretándose] que cada regimiento podría ser acompañado de dos cantineras».[2]​ Sin embargo, cada compañía tenía de una a cuatro cantineras que suplían lo que actualmente serían los distintos aspectos de la logística.[3]​ En el arte pictórico, las cantineras se representaron vestidas con el mismo uniforme y los mismos distintivos del regimiento al que pertenecieron aunque llevando faldas.

[...] llovían las balas y esas patriotas mujeres, sin temor ninguno, confortaban, curaban y ayudaban a bien morir a los que la mala suerte enviaba a pasar la última revista; y sin esperar galardón, ni premio alguno, cumplían estrictamente con su deber. ¡Ah!, esas camaradas como nadie cumplieron con su misión.
Nicanor Molinare.[4]

Algunas de las cantineras que acompañaron al ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico fueron:

Nombre(s) Notas
Rosa González[5]
Susana Montenegro Fue tomada prisionera en la batalla de Tarapacá[1]​ y muerta.[2]
Irene Morales Nació en La Chimba, Santiago, en 1865 y se reclutó disfrazada de hombre. Al ser descubierta, fue asignada como cantinera. Llegó incluso a usar el fusil en las batallas, como en la toma de Pisagua, en Dolores, donde su desempeño fue reconocido por el general Manuel Baquedano; en Tacna, Arica, Chorrillos y Miraflores.[1][5]
N N y N N En la batalla de La Concepción, donde se batió el Regimiento 6° de Línea "Chacabuco", «fueron muertas también dos mujeres de los soldados, de tanto coraje, que en lo más recio del combate, animaban á [sic] los suyos en alta voz que continuasen peleando».[6]
Manuela Peña Mientras ella era cantinera, su hijo Nicolás Rojas, de 14 años, era tambor.[5]
María Quiteria Ramírez Apodada «María la Grande»,[5]​ nació en Illapel c. 1850. Se enroló como la primera cantinera del Regimiento 2.º de Línea.[4]​ Bajo las órdenes de Eleuterio Ramírez, participó en la batalla de Tarapacá, donde fue capturada y luego conducida a Arica junto al ejército en retirada. Tras la batalla de Arica, recuperó su libertad y se reincorporó a su regimiento. Se batió en la batalla de Chorrillos.[7]
Rosa Ramírez Cantinera del Regimiento 2.º de Línea, muerta[1][2]​ en la batalla de Tarapacá.[5][8]
Dolores Rodríguez[5] Esposa de uno de los soldados que se batieron en Tarapacá, a quien acompañó. Al quedar viuda, empuñó el fusil y luchó hasta caer herida.[1]
Leonor Solar Apodada «la Leona».[5]​ Cantinera del Regimiento 2.º de Línea, muerta[1][2]​ en la batalla de Tarapacá.[5][8]
Juana Soto[5]
Filomena Valenzuela Apodada «la Madrecita»,[4]​ nació en Copiapó en 1848. De familia acomodada, fue esposa del director de la banda del Regimiento Atacama, en el que se enroló. Participó en la toma de Pisagua y en las batallas de Dolores, Los Ángeles, donde obtuvo el grado de subteniente; Tacna y Miraflores. Al término de la guerra, se radicó en Iquique.[1]
Carmen Vilches Perteneció al Regimiento Atacama con el que participó en la batalla de Los Ángeles.[1]

Después de la guerra, al igual que sus colegas masculinos, elevaron solicitudes de montepío por los servicios prestados al país. Para el siglo XX, las cantineras habían desaparecido de los ejércitos de Chile y del mundo.

Véase también

Referencias

  1. a b c d e f g h i j Bravo-Elizondo, Pedro (2003). «Filomena Valenzuela: Un libro y una calle iquiqueña» (PDF). Revista de Ciencias Sociales (www.revistacienciasociales.cl) (13): 171-176. Consultado el 12 de marzo de 2012. 
  2. a b c d e f g Costamagna, Alejandra (21 de agosto de 2010). «Irene Morales: Furia chilena». Paula (www.paula.cl) (1053). Consultado el 8 de abril de 2012. 
  3. a b c d e La Postguerra - La Guerra del Pacífico vista por quienes la pelearon (6 de diciembre de 2005). «El rol de la mujer en la guerra: Las cantineras» (HTML). veteranosdel79.blogspot.com. Consultado el 12 de marzo de 2012. 
  4. a b c Valdivia, Francisca (4 de julio de 2011). «La importancia de la mujer en la guerra de 1879 a 1884». Universidad Católica Silva Henríquez. Consultado el 28 de enero de 2014. 
  5. a b c d e f g h i Plath, Oreste (1957). «Epopeya del "roto" chileno: El "roto milico"» (HTML). Autorretrato de Chile. Selecciones de Nicomedes Guzmán (Santiago: Editorial Zig-Zag): 133-147. Consultado el 8 de abril de 2012. 
  6. Salazar y Márquez, Ambrosio (10 de julio de 1882). «Parte oficial de la batalla de Concepción». Concepción. Consultado el 1 de abril de 2012. 
  7. Pelayo González, Mauricio (s/f). «El pago de Chile: Cantinera María Quiteria Ramírez» (HTM). La Guerra del Pacífico - Los héroes olvidados (www.laguerradelpacifico.cl). Consultado el 12 de marzo de 2012. 
  8. a b Advis V., Patricio (1999). La batalla de Tarapacá y sus hechos memorables. Iquique: Universidad Arturo Prat. 

Bibliografía

Enlaces externos