Paleontología

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Un paleopatólogo en trabajo de campo.

La paleontología (del griego palaios = antiguo, onto = ser, logos = ciencia) es una disciplina geológica que estudia e interpreta el pasado geológico de la Tierra a través de restos animales y vegetales.[1]​ Esto incluye el estudio de fósiles corporales, huellas y rastros (icnofósiles), restos orgánicos fosilizados (coprolitos) y residuos químicos. Por tanto, esta ciencia busca un acercamiento a la Biología sin alejarse de la Geología, tendiendo a un equilibrio entre ambas ciencias como ciencia puente.

Principios y estructura

Bases científicas de la Paleontología

La finalidad primordial de la Paleontología es la reconstrucción de los fósiles, no sólo de sus partes esqueléticas, sino también las partes orgánicas desaparecidas, restituyendo a los seres fosilizados, el aspecto que tuvieron en vida, sus actitudes, etc. Para ello se vale de los mismos principios ya establecidos: actualismo, anatomía comparada, correlación orgánica y correlación funcional.

  • Actualismo biológico: Es imprescindible para poder interpretar los fósiles como seres vivos, aceptando a priori que se regían por las mismas leyes físicas y biológicas, y tenían las mismas necesidades que los actuales.[2]​ Permite este principio, por ejemplo, afirmar que los peces del Silúrico tenían branquias, porque las tienen los peces actuales (aunque no sean los mismos); y que los dinosaurios ponían huevos, como los cocodrilos, lo cual se ha visto posteriormente corroborado al encontrarse fósiles de huevos, y nidos, conservados en algunos yacimientos.
  • Anatomía comparada: Permite colocar al fósil en el sitio que le corresponde del cuadro general de los seres vivos, obteniendo así el punto de referencia necesario para poder aplicar el principio de la correlación orgánica, que nos permite recostruir un animal completo, aunque no tengamos de él más que una pequeña parte, añadiéndole las partes que faltan.
  • Principio de correlación orgánica: Postulado por Cuvier.[3]​ Cada ser orgánico forma un conjunto cuyas partes se complementan, determinando todas las demás y por tanto puede ser reconocido por un fragmento cualquiera, bastando en último término un trozo de hueso para identificarlo.
  • Correlación funcional: Conocida mejor como morfología funcional, es la parte de la Paleontología que trata de las relaciones entre la forma y la función, es decir: que intenta relacionar las estructuras observadas en los fósiles con la función que realizarán en el organismo cuando estaba vivo. Para ello utiliza diversos métodos o líneas de análisis.
  1. Comparación de grupos con estructuras homólogas: Este método, que lleva al paleontólogo a comparar las estructuras de algunos grupos fósiles con las de sus correspondientes representantes actuales resulta a aveces menos fiable, pues las mismas estructuras o partes anatómicas en un determinado grupo pueden haberse modificado profundamente a lo largo de la evolución y realizar funcionaes muy diferentes. Del mismo modo, un mismo grupo puede ocupar nichos ecológicos muy diferentes a lo largo del tiempo. Por ejemplo, los mamíferos marinos actuales y sus predecesores terrestres tienen morfología y ocupan nichos ecológicos muy diferentes. La extremidad anterior en ambos grupos, pese a integrar el mismo número de piezas óseas en posición anatómica similar, ha experimentado profundas modificaciones en las formas derivadas de vida marina, y representa una adaptación a un medio y a una función muy diferentes (la natación) de la que realizaban sus antepasados terrestres (la marcha o el desplazamiento sobre el suelo). En consecuencia, la comparación de formas y de estructuras homólogas debe tomarse con gran precaución, teniendo en cuenta que su validez para el análisis morfofuncional será muy baja más allá de la comparación de grupos actuales con sus predecesores inmediatos del Cuaternario o como mucho del Terciario superior.
  2. Comparación de estructuras análogas: Este es verdaderamente el método más fructífero y más fiable en Morfología Funcional. Así puede decirse que, mientras que el análisis evolutivo constituye el campo de acción de la homología, el análisis morfo-funcional constituye el campo de la analogía. Este análisis parte generalmente de la comparación de estructuras homoplásicas (que tienen la misma forma) para inferir la misms función en ambos grupos. Pero dichas estructuras que tienen la misma forma pueden tener orígenes muy diferentes y los grupos que las presentan pueden no guardar una relación filética entre ellos. Así los paleontólogos razonan correctamente que las aletas pectorales de un pez y las extremidades anteriores de un delfín y de un ictiosaurio realizan la misma función. Algo semejante puede decirse del ala de un reptil volador (pterosaurio), de la de un ave y de la de un mamífero volador (murciélago). Todo esto hay que realizarlo, incluso en grupos biológicos que no tienen representantes actuales y que sólo conocemos por sus fósiles.
  • Principio de superposición estratigráfica: Enunciado por Smith. En una serie estratigráfica los fósiles de la parte inferior son siempre los más antiguos.
  • Principio de correlación estratigráfica: Estratos pertenecientes a la misma época se caracterizan por un contenido en fósiles similar. Este principio, en la práctica, es cierto pero con matizaciones, ya que otros factores como las barreras físicas o el clima condicionan esto.

Disciplinas de la Paleontología

La paleontología moderna sitúa la vida antigua en su contexto a través del estudio de cómo los cambios físicos en la pgeografía mundial y el clima han afectado a la evolución de la vida, de cómo los ecosistemas han respondido a estos cambios y se han adaptado al medio ambiente cambiante y de cómo estas respuestas mutuas han afectado a los patrones actuales de biodiversidad.

Esqueleto de tiranosaurio del Instituto de Paleontología Miquel Crusafont.

A su vez, se puede dividir en varios campos de estudio:

  • la Paleozoología. Es la más conocida y extendida, y a la que se le atribuye generalmente el nombre de Paleontología. Tiene un marco biológico fuerte, tanto que se puede abordar desde la Biología o desde la Geología. Se encarga del estudio de los animales extintos, a partir de sus restos fósiles, y de su taxonomía. Aquí se incluyen disciplinas como la Paleoentomología o la Dinosaurología
  • la Paleobotánica. Se encarga del estudio de seres vegetales o fúngicos extintos y su taxonomía. Es una disciplina menos extendida que la anterior. Se incluyen disciplinas como la Palinología o estudio del polen.
  • la Paleoclimatología. Se sale del marco biológico para adentrarse en la Meteorología. Emula el clima, las condiciones atmosféricas, las franjas climáticas del pasado geológico.
  • la Paleogeografía. Se aborda desde la geografía física, y se basa en el estudio de la topografía y geografía del pasado

Relación con otras ciencias

Se puede considerar a la Paleontología como una división temporal de la Biología. La Biología facilita una información acerca de los seres vivos sin la cual es imposible hacer una interpretación correcta de los fósiles (esta es una de las bases del actualismo). La Paleontología, por su parte, pone de manifiesto e informa al biólogo cuál fue la vida del pasado y su evolución, constituyendo de esta forma la vertiente histórica de la biología.

Los fósiles tienen un valor intrínseco ya que su estudio es fundamental para la Geología (correlaciones, reconstrucciones paleoambientales...). En cuanto al aspecto aplicado son numerosos los ejemplos que relacionan ciertos organismos con la génesis de yacimientos minerales (como el fitoplancton con el petróleo, el carbón, los fosfatos, etc.). La geología histórica es inconcebible sin el apoyo de los datos paleontológicos que nos dan información sobre Paleogeografía, Paleoclimatología, Paleoecología, quimismo de las aguas, etc.). De la misma forma la Paleontología necesita de otras disciplinas como la Bioquímica, la Física o las Matemáticas (especialmente la Estadística).

Técnicas paleontológicas

Existen diferentes técnicas usadas comúnmente en Paleontología

Métodos mecánicos

Los límites físicos de los fósiles representan áreas de debilidad, ya que la constitución química es diferente de la matriz que los incluye. Por tanto, para separarlos se puede usar métodos de percusión (martillo y cincel).

  • Técnicas de abrasión: La pionera fue la máquina de chorro de arena. Generalmente ahora se usa un gas (aire comprimido, nitrógeno o dióxido de carbono) que propulsa un polvo abrasivo; en este caso el poder abrasivo depende de la presión del gas y del tamaño y características del polvo abrasivo.
  • Calentamiento: Se recurre a cambios muy bruscos de temperatura, para separar por dilatación diferencial.
  • Técnicas de percusión y debastado: Se usa un limpiador neumático de fósiles con puntas especiales (mayor tamaño para el devastado y puntas cada vez más finas para el trabajo delicado). Para ello hay que reconstruir la disposición del fósil antes de empezar, así como comprobar la petrología de la roca y apoyar los especímenes en un elemento que absorba las vibraciones (como un saco de arena).

Métodos químicos

Se usan en función de la naturaleza de los fósiles y la roca.

Mediante una técnica llamada disgregación quñimica, se trata de agua con detergentes que disminuyen la tensión superficial en la interfase arcilla-agua para rocas arcillosas o limos. El agua oxigenada tiene un efecto similar. Los ácidos también son usados ampliamente utilizados en la extracción de fósiles: ácido clorhídrico(ClH), ácido fluorhídrico (FH), ácido nítrico (NO3), ácido fórmico o ácido acético.

Técnicas de extracción de microfósiles

Hay que distinguir técnicas dependiendo del tipo de roca.

  • Rocas calcáreas: Se utiliza ácido acético (CH3COOH) o fórmico (HCOOH) para fósiles fosfáticos. En este caso se coloca la muestra en un vaso de polietileno y se añade acético (10-15%) o fórmico que actúa más rápido y puede utilizarse a mayor concentración aunque es más corrosivo. El ácido puede atacar al fosfato en muestras con bajo contenido en carbonato por lo que interesa añadir carbonato cálcico en polvo (obteniendo acetato de calcio). Alternativamente en los sucesivos ataques en la muestra para solucionar este problema se usa una solución (7% ácido acético concentrado, 63% agua y 30% del líquido filtrado procedente de la digestión de muestras previas).
  • Rocas silíceas: Se utiliza ácido clorhídrico al 10%.
  • Rocas arcillosas: En este caso se recurre al agua oxigenada o a detergentes.
  • Técnicas palinológicas: Se utiliza ácido fluorhídrico o clorhídrico.

Técnicas de concentración

Se utilizan líquidos pesados como el bromoformo (CHBr3, pe 2.89) y tetrabromoetano (C2H2Br4, pe 2.96), pero son muy tóxicos. [4]​ La alternativa más segura es el uso de politungstato de sodio (3Na2WO4.9WO3.H2O) soluble en agua lo que permite variar su Pe. La ideal es 2.75 o ligeramente más alto para evitar problemas de viscosidad alta y precipitación. Se realiza una filración con tamices de tamaño adecuado en función de los grupos fósiles.

Secciones delgadas

Se llevan a cabo cuando los fósiles y microfósiles poseen una composición igual que la de la matriz.

Consolidantes y adhesivos

La consolidación o endurecimiento es necesario para la conservación y manipulación de muchos ejemplares. Los adhesivos y consolidantes deben ser fácilmente eliminables en caso necesario. Para aquellos fósiles que hayan sufrido métodos de extracción mecánica se realiza un sellado de fracturas con resinas de acetil-polivinilo y poli-metil-metacrilato solubles en etil-acetato. La última se contrae cuando se seca por lo que no se puede utilizar como consolidante. El cianocrilato se utiliza para reparar pequeñas piezas de fósiles (su estabilidad es desconocida y es prácticamente insoluble). Los métodos químicos de preparación necesitan de adhesivos y consolidantes que protejan a los fósiles del ataque químico y como armazón y refuerzo. El polibutil-metacrilato, poli-metil-metacrilato y cianocrilato son adhesivos de resistencia similar a los ácidos. En todos los métodos de preparación es necesario llevar un meticuloso control de todos los pasos realizados.

Historia de la Paleontología

  • Antigüedad: Las referencias al hallazgo de fósiles se remontan a la Grecia Clásica. Xenófanes, en el siglo VI a.C.[5]​, refiere la presencia de conchas de moluscos en Malta y Siracusa y fósiles vegetales en Paros. En aquella época existían dos tendencias a la hora de interpretar los fósiles. Una representada por la Escuela Pitagórica que expresa con claridad la verdadera naturaleza biológica de algunos fósiles marinos y la otra seguida por la Escuela Platónica y algunos discípulos de Aristóteles, que los consideraba como "juegos de la naturaleza" o "intentos de la misma de imitar a los organismos".
  • Edad Media y Renacimiento: Las ideas de Platón, matizadas por el aristotelismo, perduraron durante toda la Edad Media incluso hasta avanzado el siglo XVIII, si bien siempre hubo algunas referencias al origen orgánico de los fósiles, como hizo Leonardo Da Vinci.
En el siglo XVI el científico danés Konrad von Gesner publica uno de los primeros tratados ilustrados sobre objetos fósiles, "De Rerum fossilium, Lapidum et Gemmarum maxime, figuris et similitudinibus liber". Este trabajo supone un importante avance por el hecho de separar los fósiles de apariencia orgánica de gemas y minerales, así como por el empleo de ilustraciones (los adelantos técnicos de la ilustración, podríamos decir, han desempeñado en la Historia de la Paleontología un papel similar al de las mejoras en los instrumentos de medida en Ciencias Físicas[6]​. Si bien sobre su origen sigue apoyando las ideas aristotélicas y neoplatónicas.
Es en el siglo XVII cuando se va a producir una importante revolución en el mundo de la Paleontología y también los primeros estudios que podríamos considerar paleobiológicos. Colonna (1616)[7]​, es uno de los primeros en situar los fósiles dentro de su contexto biológico. Con los trabajos de Steno se comienzan a vislumbrar con cierta claridad la verdadera naturaleza de los fósiles; al igual que Colonna, se interesa por el problema del origen biológico de los fósiles, a través de la comparación de los dientes de tiburón con las Glossopetrae (dientes fósiles de grandes tiburones), o bien analizando las líneas de crecimiento de las conchas fósiles. Concretamente Hooke, en su obra Micrographia, describe por primera vez sus observaciones al microscopio de la microestructura de madera fósil, deduciendo su afinidad con madera podrida o quemada; así mismo reconoció la similitud entre los recién descubiertos Nautilus y los ammonites. Considera su origen orgánico y atribuye al efecto de los terremotos la situación geográfica anómala en la que aparecen los restos. En esta época uno de los principales argumentos a favor del origen biológico de los fósiles fue la existencia del Diluvio Universal según Woodward (1665-1728), plasmados en uno de los primeros trabajos importantes sobre Paleobotánica "Herbarium Diluvianum", de Scheulhzerus (1709), con esmeradas descripciones e ilustraciones de plantas fósiles que interpreta como vestigios del Diluvio. Con la obra de Lhwyd (1699), que describe plantas fósiles procedentes del Carbonífero de Gran Bretaña, interpretándolas como originadas por el crecimiento de verdaderas semillas dentro de la roca, se produce una vuelta a las ideas aristotélicas aunque con nuevos matices.
  • Ilustración: Buffon (1707-1788) marca el inicio de una nueva época con la publicación de su "Histoire Naturelle" en 1749, poniendo en crítica las ideas diluvistas. Posteriormente y en el tomo "Des Époques de la Nature" (1778), reconoce la separación entre la historia del hombre y de la vida. En el año 1796, a punto de iniciarse el siglo XIX, Cuvier (1769-1832) dio a conocer su trabajo "Memoire sur les especes d'Elephants tant vivantes que fossiles" que marca uno de los principales hitos en la Paleontología, ya que se aportan por primera vez pruebas irrefutables a favor de las extinciones. Por otra parte sus trabajos sobre anatomía comparada y morfología funcional, hacen que se considere a Cuvier como el fundador de la Paleontología, al dotarla de una serie de principios básicos para su investigación y a su vez de la Paleozoología o la Paleobotánica. Su contemporáneo Lamarck (1744-1829) fue el primero en desarrollar una teoría evolucionista; sin embargo ni sus argumentos ni el mismo proceso evolutivo fue admitido por sus coetáneos, y fue uno de sus principales oponente el propio Cuvier, defensor a ultranza de las teorías catastrofistas.
Durante todo el siglo XIX se produce una gran proliferación de importantes trabajos en Paleontología. Sin duda los trabajos de Lyell y otros grandes geólogos de la época abonaron el terreno para que Darwin elaborara su teoría sobre la evolución. Con ello se trazó el inicio de una nueva etapa en la Paleontología. Con la publicación de "On the Origin of Species by Means of Natural Selection" en 1858 se produce una verdadera revolución y el inicio de una nueva y floreciente época para las Ciencias Biológicas, a la vez que el divorcio entre la Paleontología y las restantes Ciencias de la Vida. A pesar de que Darwin había apoyado en los fósiles muchas de sus conclusiones, fueron paleontólogos y geólogos los que más tardaron en admitir su teoría. Al final del siglo XIX y principio del XX, con el inicio y desarrollo de la Genética se produce la mayor desarmonía; mientras la Paleontología se centra en estudios estratigráficos integrándose en las Ciencias Geológicas, la Biología ignora la Paleontología considerándola una ciencia puramente descriptiva.
  • Etapa Moderna: Gracias al esfuerzo conjunto de algunos biólogos y paleontólogos se produce un reencuentro entre ambas ciencias dentro del marco de la nueva Teoría Sintética. Simpson con su trabajo "Tempo and mode in Evolution" (1944), [8]​ va a ser el precursor de esta reconciliación que inicia una nueva etapa en la moderna Paleontología y el desarrollo y consolidación de los estudios paleobiológicos.
Si los siglos XVI a XVIII se caracterizaron por los grandes estudios sistemáticos y el siglo XIX e inicios del XX por sus aplicaciones en Bioestratigrafía, es muy recientemente cuando se produce un importante giro en los estudios paleontológicos. Probablemente su detonante haya sido la Teoría de la Tectónica de Placas, para la que los estudios paleontológicos suponen una importante contribución por sus aportaciones paleobiogeográficas. Otro factor quizás más importante que el anterior ha sido el acercamiento de la Paleontología a las Ciencias Biológicas, de las que se había distanciado desde el pasado siglo. Actualmente la Paleontología se nutre de nuevas técnicas (microscopía electrónica, rayos X, espectrometría, informática) aportando nuevos e interesantes datos en diversos aspectos paleobiológicos (Paleoecología, Tafonomía, Paleohistología, Paleobioquímica...) Los estudios de protistas, polen y esporas fósiles, ampliamente desarrollados a partir de la segunda mitad de este siglo, han supuesto un importantísimo complemento a los estudios paleontológicos clásicos, con aportaciones en el campo del origen de la vida, evolución, Tafonomía y Paleontología Aplicada entre otros. En este momento los estudios de Paleobioquímica están experimentando un notable auge, abriendo un nuevo campo de investigación con grandes posibilidades en diversos aspectos paleobiológicos (aminoácidos, lignina, clorofilas, celulosa, esporopolenina...). En el campo de la evolución la Teoría de los Equilibrios Puntuados (Eldregde y Gould, 1972) ha irrumpido con fuerza en los últimos años poniendo en crítica la Teoría Sintética y creando una viva polémica.

Paleontólogos famosos

La historia incluye buen número de paleontólogos reseñables:

Othniel Charles Marsh. Descripción de la Librería del Congreso: "Marsh, Prof. O.C. of Conn".
Paleontólogos
Nombre País Año de nacimiento Año de muerte
Adolf Seilacher Alemania 1925 -
Andrew Carnegie Escocia 1835 1919
Barnum Brown Estados Unidos 1873 1963
Carlos Linneo Suecia 1707 1778
Charles Darwin Inglaterra 1809 1882
Charles Sternberg Estados Unidos 1850 1943
Earl Douglass Estados Unidos 1862 1931
Eberhard Farrs ? ? ?
Edward Cope Estados Unidos 1840 1897
Edwin Colbert Estados Unidos 1905 2001
Franz Nopcsa Hungría 1877 1933
Friedrich Von Huene Alemania 1875 1969
Georges Cuvier Francia 1769 1832
Gideon Mantell Inglaterra 1790 1852
Henry Fairfield Osborn Estados Unidos 1857 1935
Jack Horner Estados Unidos 1946 -
Jim Jensen Estados Unidos 1918 1998
John Bell Hatcher Estados Unidos 1861 1904
John Ostrom Estados Unidos 1928 2005
Joseph Leidy Estados Unidos 1823 1891
Kathy Wankel Estados Unidos ? ?
Mary Anning Inglaterra 1799 1847
Mignon Talbot Estados Unidos 1869 1950
Othniel Marsh Estados Unidos 1831 1899
Paul Sereno Estados Unidos 1957 -
Richard Lull Estados Unidos 1867 1957
Richard Owen Inglaterra 1804 1892
Robert Bakker Estados Unidos 1945 -
Robert Broom Sudáfrica 1866 1951
Roy Chapman Andrews Estados Unidos 1884 1960
William Buckland Inglaterra 1784 1856

Referencias

  1. Newman, Garfield, et al (2001). Echoes from the past: world history to the 16th century. Toronto: McGraw-Hill Ryerson Ltd. ISBN 0-07-088739-X. 
  2. Sergio R. S. Ceballos. «Las plantas con flores». Consultado el 29 de diciembre de 2007. 
  3. Universidad de Concepción. «Historia de la Paleontología». Consultado el 20 de diciembre de 2007. 
  4. Agency for Toxic Substances & Disease Registry. «Bromoformo y dibromoclorometano». Consultado el 29 de diciembre de 2007. 
  5. Universidad Complutense de Madrid. «Famosos geoquímicos». Consultado el 20 de diciembre de 2007. 
  6. Rudwick, M.J.S. 1987. El significado de los fósiles. Hermann Blume.
  7. Artola, J.M., Galera, A.1994. El tiempo biológico. Asclepio: archivo iberoamericano de historia de la Medicina y Antropología Médica; 46 (2)
  8. Universidad de Buenos Aires. «Evolución». Consultado el 29 de diciembre de 2007. 

Bibliografía

  • Aguirre, E. 1989. Paleontología. Nuevas Tendencias. C.S.I.C
  • Meléndez, B. 1988. La Paleontología: Punto de encuentro histórico entre la Geología y la Biología. Curso de Conferencias sobre Historia de la Paleontología. Real Acad. de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, pp 11-31
  • Sequeiros, L. 1988. Desarrollo Histórico de la Paleontología en España en el Siglo XIX. Curso de Conferencias sobre Historia de la Paleontología. Real Acad. de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, pp 31-43
  • Truyols, J. 1988. Desarrollo Histórico de la Paleontología en España. Curso de Conferencias sobre Historia de la Paleontología. Real Acad. de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, pp 43-67.

Véase también

Enlaces externos

Museos