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== Antecedentes ==
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En [[1947]], la [[Organización de las Naciones Unidas]] estableció un [[Plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947|plan para la división]] del [[Mandato Británico de Palestina]] en dos Estados, uno judío y otro árabe, quedando [[Jerusalén]] y [[Belén]] bajo control internacional. Los países árabes y los líderes de la comunidad árabe palestina rechazaron el plan y atacaron al recién creado [[Estado de Israel]] el mismo día de su [[Declaración de independencia del Estado de Israel|proclamación]], dando lugar a la [[Guerra árabe-israelí de 1948]], que acabó con la victoria de los [[israelíes]], su independencia definitiva y la ampliación del territorio de Israel. Por su parte, Egipto se apropió la [[Franja de Gaza]] y Transjordania ocupó Cisjordania y parte de Jerusalén (rebautizando el país con el nombre de [[Jordania]]).
La ONU me comio el nabo.. Además, un cuerpo especial de la ONU, conocido como [[UNEF]] por sus siglas en inglés, fue desplegado en la península del Sinaí, interponiéndose entre israelíes y egipcios.

Los países árabes no aceptaron el resultado de esta guerra y continuaron con acciones de guerrilla contra [[Israel]], lo que llevó a este país a intervenir junto a [[Francia]] y el [[Reino Unido]] en la [[Guerra de Suez]] ([[1956]]). Esta guerra fue una victoria militar, pero una derrota política para los tres aliados, ya que la gran presión diplomática por parte de los [[Estados Unidos]] y de la [[Unión Soviética]] forzó a Francia, Inglaterra e Israel a retirar sus ejércitos. A cambio de retirar sus ejércitos del [[Sinaí]], Israel obtuvo indirectamente de Egipto el compromiso de detener sus envíos de armamento a las guerrillas que luchaban contra Israel. Como resultado, las relaciones entre Egipto e Israel se tranquilizaron (en la medida en que esto era posible) por un tiempo. Además, un cuerpo especial de la ONU, conocido como [[UNEF]] por sus siglas en inglés, fue desplegado en la península del Sinaí, interponiéndose entre israelíes y egipcios.


== El camino hacia la guerra ==
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El [[17 de mayo]] de [[1967]], Egipto solicitó formalmente a la [[ONU]] la retirada de las tropas de interposición ([[UNEF]]), y comenzó a remilitarizar el Sinaí y la frontera con [[Israel]]. El [[23 de mayo]] del mismo año, Egipto bloqueó los [[estrechos de Tirán]], lo que según [[Israel]] contradecía las Leyes Marítimas de la [[ONU]] y era [[casus belli|causa de guerra]]. El [[30 de mayo]], la presión popular en Jordania logró apartar al rey [[Hussein de Jordania|Hussein]] de su tradicional alianza con las potencias occidentales y le obligó a unirse a la alianza egipcio-siria, otorgando el mando de sus fuerzas a un general egipcio. El [[4 de junio]] [[Iraq]] se sumó a la coalición.
El [[17 de mayo]] de [[1967]], Egipto solicitó formalmente a la [[ONU]] la retirada de las tropas de interposición ([[UNEF]]), y comenzó a remilitarizar el Sinaí y la frontera con [[Israel]]. El [[23 de mayo]] del mismo año, Egipto bloqueó los [[estrechos de Tirán]], lo que según [[Israel]] contradecía las Leyes Marítimas de la [[ONU]] y era [[casus belli|causa de guerra]]. El [[30 de mayo]], la presión popular en Jordania logró apartar al rey [[Hussein de Jordania|Hussein]] de su tradicional alianza con las potencias occidentales y le obligó a unirse a la alianza egipcio-siria, otorgando el mando de sus fuerzas a un general egipcio. El [[4 de junio]] [[Iraq]] se sumó a la coalición.


Aunque el gobierno de Israel no quería la tela del traje del sastre y la compro, los militares israelíes consideraban que era necesario atacar inmediatamente porque sin la ventaja de la sorpresa, Israel no podría sobrevivir. Israel había movilizado a los reservistas y no podía mantener esa movilización indefinidamente. Ante la disyuntiva de atacar o desmovilizar, no habiendo recibido garantía alguna por parte de EE.UU. de que impulsaría una iniciativa internacional, y con el gobierno de Egipto dando muestras públicas diarias de su voluntad de no enfriar la situación, el gobierno de Israel olvidó sus reticencias y siguió el consejo de sus generales.<ref> [http://www.mideastweb.org/briefhistory.htm] www.mideastweb.org</ref> Otras fuentes<ref>Ver [http://www.nmhschool.org/tthornton/mehistorydatabase/1967_third_arab.htm artículo]</ref> dudan de que los árabes, pese a toda la intensa retórica belicista y la acumulación de tropas en las fronteras, estuviesen realmente dispuestos a atacar a Israel. Ted Thornton afirma incluso que "los movimientos de las tropas egipcias fueron un pretexto, planificado desde hacía tiempo, para que las tropas israelíes ganaran más territorio". Esta fuente cita a [[Isaac Rabin]], quién declaró un año después de la guerra:<ref>Ver [http://www.nmhschool.org/tthornton/mehistorydatabase/1967_third_arab.htm artículo]</ref>
Aunque el gobierno de Israel no quería la guerra y la temía, los militares israelíes consideraban que era necesario atacar inmediatamente porque sin la ventaja de la sorpresa, Israel no podría sobrevivir. Israel había movilizado a los reservistas y no podía mantener esa movilización indefinidamente. Ante la disyuntiva de atacar o desmovilizar, no habiendo recibido garantía alguna por parte de EE.UU. de que impulsaría una iniciativa internacional, y con el gobierno de Egipto dando muestras públicas diarias de su voluntad de no enfriar la situación, el gobierno de Israel olvidó sus reticencias y siguió el consejo de sus generales.<ref> [http://www.mideastweb.org/briefhistory.htm] www.mideastweb.org</ref> Otras fuentes<ref>Ver [http://www.nmhschool.org/tthornton/mehistorydatabase/1967_third_arab.htm artículo]</ref> dudan de que los árabes, pese a toda la intensa retórica belicista y la acumulación de tropas en las fronteras, estuviesen realmente dispuestos a atacar a Israel. Ted Thornton afirma incluso que "los movimientos de las tropas egipcias fueron un pretexto, planificado desde hacía tiempo, para que las tropas israelíes ganaran más territorio". Esta fuente cita a [[Isaac Rabin]], quién declaró un año después de la guerra:<ref>Ver [http://www.nmhschool.org/tthornton/mehistorydatabase/1967_third_arab.htm artículo]</ref>
{{cita|No creo que Nasser quisiera la guerra. Las dos divisiones que envió al Sinaí en mayo de 1967 no hubiesen sido suficientes para lanzar una ofensiva contra Israel. Él lo sabía y nosotros lo sabíamos.</br> ''Le Monde, febrero del 1968''.}}
{{cita|No creo que Nasser quisiera la guerra. Las dos divisiones que envió al Sinaí en mayo de 1967 no hubiesen sido suficientes para lanzar una ofensiva contra Israel. Él lo sabía y nosotros lo sabíamos.</br> ''Le Monde, febrero del 1968''.}}



Revisión del 11:22 23 abr 2009

Guerra de los Seis Días
conflicto árabe-israelí
Parte de conflicto árabe-israelí
Fecha 5 de junio-10 de junio de 1967
Lugar Oriente Próximo
Casus belli Cierre de los Estrechos de Tirán por parte de Egipto.
Resultado Victoria israelí
Cambios territoriales Israel ocupa la Franja de Gaza y la Península del Sinaí de Egipto, Cisjordania (incluyendo Jerusalén este) de Jordania y los Altos del Golán de Siria.
Beligerantes
Bandera de Israel Israel Egipto
Siria
Jordania
Iraq
Comandantes
Bandera de Israel Isaac Rabin,
Bandera de Israel Moshé Dayán,
Bandera de Israel Uzi Narkis,
Bandera de Israel Israel Tal,
Bandera de Israel Mordejai Hod,
Bandera de Israel Ariel Sharón
Abdel Hakim Amer,
Abdul Munim Riad,
Zaid ibn Shaker,
Hafez al-Asad
Fuerzas en combate
50.000 soldados (264.000 incluyendo reservistas movilizados); 197 aviones de guerra Egipto: 240.000 soldados
Siria, Jordania, Líbano e Iraq: 307.000 soldados
957 aviones de combate
2.504 tanques.[1]
Bajas
777 muertos,
2.563 heridos,
15 prisioneros
(datos oficiales)
21.000 muertos,
45.000 heridos,
6.000 prisioneros
más de 400 aviones destruidos
(estimado)
guerra del Sinaí Guerra de los Seis Días Guerra de Desgaste

La Guerra de los Seis Días, también conocida como Guerra de Junio de 1967 en la historiografía árabe, fue un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Iraq y Siria entre el 5 y el 10 de junio de 1967. Tras la exigencia egipcia a la ONU de que retirase de forma casi inmediata sus fuerzas de interposición en el Sinaí (UNEF), el despliegue de fuerzas egipcias en la frontera y el bloqueo de los estrechos de Tirán, Israel, temiendo un ataque inminente, lanzó un ataque preventivo contra la fuerza aérea egipcia. Jordania respondió atacando las ciudades israelíes de Jerusalén y Netanya. Al finalizar la guerra, Israel había conquistado la Península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este (incluyendo la Ciudad Vieja) y los Altos del Golán.

La Guerra de los Seis Días se inscribe dentro del conjunto de guerras libradas entre Israel y sus vecinos árabes, tras la creación del Estado de Israel (1948) en la Palestina del Mandato británico. Estos seis días de 1967 concitaron la atención mundial y resultaron claves en la geopolítica de la región: sus consecuencias han sido profundas, extensas y se han hecho notar hasta hoy día, teniendo una influencia decisiva en numerosos acontecimientos posteriores, como la Guerra de Desgaste, la Guerra de Yom Kipur, la masacre de Múnich, la polémica sobre los asentamientos judíos y el estatus de Jerusalén, los acuerdos de Camp David y Oslo o la Intifada.

Antecedentes

En 1947, la Organización de las Naciones Unidas estableció un plan para la división del Mandato Británico de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe, quedando Jerusalén y Belén bajo control internacional. Los países árabes y los líderes de la comunidad árabe palestina rechazaron el plan y atacaron al recién creado Estado de Israel el mismo día de su proclamación, dando lugar a la Guerra árabe-israelí de 1948, que acabó con la victoria de los israelíes, su independencia definitiva y la ampliación del territorio de Israel. Por su parte, Egipto se apropió la Franja de Gaza y Transjordania ocupó Cisjordania y parte de Jerusalén (rebautizando el país con el nombre de Jordania).

Los países árabes no aceptaron el resultado de esta guerra y continuaron con acciones de guerrilla contra Israel, lo que llevó a este país a intervenir junto a Francia y el Reino Unido en la Guerra de Suez (1956). Esta guerra fue una victoria militar, pero una derrota política para los tres aliados, ya que la gran presión diplomática por parte de los Estados Unidos y de la Unión Soviética forzó a Francia, Inglaterra e Israel a retirar sus ejércitos. A cambio de retirar sus ejércitos del Sinaí, Israel obtuvo indirectamente de Egipto el compromiso de detener sus envíos de armamento a las guerrillas que luchaban contra Israel. Como resultado, las relaciones entre Egipto e Israel se tranquilizaron (en la medida en que esto era posible) por un tiempo. Además, un cuerpo especial de la ONU, conocido como UNEF por sus siglas en inglés, fue desplegado en la península del Sinaí, interponiéndose entre israelíes y egipcios.

El camino hacia la guerra

Sin embargo, la presión constante de la opinión pública de los países árabes forzaba a sus líderes a continuar la lucha contra Israel. Como parte de esta lucha, Egipto continuó apoyando guerrillas, e impulsó una alianza militar con Siria en 1966. Tanto Siria como Egipto estaban respaldados por la Unión Soviética.

El 17 de mayo de 1967, Egipto solicitó formalmente a la ONU la retirada de las tropas de interposición (UNEF), y comenzó a remilitarizar el Sinaí y la frontera con Israel. El 23 de mayo del mismo año, Egipto bloqueó los estrechos de Tirán, lo que según Israel contradecía las Leyes Marítimas de la ONU y era causa de guerra. El 30 de mayo, la presión popular en Jordania logró apartar al rey Hussein de su tradicional alianza con las potencias occidentales y le obligó a unirse a la alianza egipcio-siria, otorgando el mando de sus fuerzas a un general egipcio. El 4 de junio Iraq se sumó a la coalición.

Aunque el gobierno de Israel no quería la guerra y la temía, los militares israelíes consideraban que era necesario atacar inmediatamente porque sin la ventaja de la sorpresa, Israel no podría sobrevivir. Israel había movilizado a los reservistas y no podía mantener esa movilización indefinidamente. Ante la disyuntiva de atacar o desmovilizar, no habiendo recibido garantía alguna por parte de EE.UU. de que impulsaría una iniciativa internacional, y con el gobierno de Egipto dando muestras públicas diarias de su voluntad de no enfriar la situación, el gobierno de Israel olvidó sus reticencias y siguió el consejo de sus generales.[2]​ Otras fuentes[3]​ dudan de que los árabes, pese a toda la intensa retórica belicista y la acumulación de tropas en las fronteras, estuviesen realmente dispuestos a atacar a Israel. Ted Thornton afirma incluso que "los movimientos de las tropas egipcias fueron un pretexto, planificado desde hacía tiempo, para que las tropas israelíes ganaran más territorio". Esta fuente cita a Isaac Rabin, quién declaró un año después de la guerra:[4]

No creo que Nasser quisiera la guerra. Las dos divisiones que envió al Sinaí en mayo de 1967 no hubiesen sido suficientes para lanzar una ofensiva contra Israel. Él lo sabía y nosotros lo sabíamos.
Le Monde, febrero del 1968.

Sin embargo es sabido que Egipto no envió sólo dos, sino siete divisiones 2ª, 3ª, 4ª, Shazli Force, 6ª, 7ª y 20ª)[5]​ con 100 mil soldados y 1000 Tanques, frente a la frontera israelí.[6]​5 Divisiones estaban en el Sinaí y 2 en Gaza. Estas cifras son coincidentes en otras fuentes, como por ejemplo:

Egipto tenía apostadas siete divisiones, 100.000 hombres y 1000 carros de combates.
Álvaro Abós, "Hechos Políticos del Siglo XX" - Tomo 9 La Guerra de los Seis Días, página 41.

Por lo que resulta al menos dudosa o sacada de contexto la supuesta cita de Rabín, ya que un general de su talla no podía desconocer el despliegue egipcio y mucho menos minimizarlo.

Además Israel ofreció la paz en forma oficial ante la ONU el 8 de Octubre de 1968, proponiendo volver a las líneas de Armisticio de 1949 con un Estatus Especial para Jerusalén (Ciudad Unificada y Abierta), lo que desecha de plano una guerra de expansión. La propuesta israelí de 9 puntos,[7]​ fue rechazada por los árabes, al igual que las Resoluciones 242 y 194.-

Más fuentes que muestran el despliegue de las siete divisiones egipcias: .,[8][9][10][11][12]​ que no podían dejar ninguna duda a Rabín, ni sobre su cantidad (siete), ni sobre su disposición, ni sobre su propósito.


Menahem Begin, por aquel entonces del partido Gahal, también dijo años después:[13]

En junio de 1967 otra vez teníamos una opción. La concentración de tropas egipcias en Sinaí no probaban que Nasser realmente fuera a atacarnos. Debemos ser honestos con nosotros mismos. Nosotros decidimos atacarle a él.
New York Times, 21 agosto de 1982.

Sin embargo, a juicio del presidente israelí Jaim Herzog (analista militar durante el conflicto), no era esta la opinión del mando militar israelí en 1967 ni es tampoco la de otros historiadores militares israelíes que se han ocupado extensamente de la guerra, como Michael B. Oren, que generalmente sostienen, a partir del estudio pormenorizado de los documentos y de entrevistas con sus protagonistas, que Israel no tenía otra opción desde el punto de vista militar. Así, Jaim Herzog sostuvo que, en la situación en la que se encontraba Israel, rodeado por un enorme ejército árabe que le superaba en efectivos, aviones y tanques, no tenía opción a especular sobre si estaban o no dispuestos realmente a atacarles, ya que carecía de "profundidad estratégica" en la que poder desplegarse y, por tanto, de posibilidad de respuesta:

En 1967, cuando se hizo evidente que la guerra estaba a la vuelta de la esquina, el mando israelí llegó a la conclusión de que no debía permitirse que los árabes hicieran el primer movimiento porque, por su propio peso, conseguirían una ventaja inicial que Israel no podría afrontar
Jaim Herzog, La guerra de Yom Kipur, Inédita, 2004, pág. 32

Otra prueba que los árabes se preparaban para una guerra total contra Israel (y que la misma era "inminente"), es que la prensa árabe preparaba al pueblo para la guerra desde el mes de mayo:

desde El Cairo y por otras emisoras de radio árabes preparaban a la opinión pública para la guerra y prometía la muerte y el exterminio de Israel. "Todo Egipto se halla ahora dispuesto a lanzarse a una guerra total que pondrá fin a Israel", declaraba el comentarista de Saut-al Arab, el 17 de mayo
A. J. Barker, "La Guerra de los Seis Días", página 19.
"Nuestro objetivo básico será la destrucción de Israel. El pueblo árabe quiere luchar", dijo el Presidente Nasser el 27 de mayo
A. J. Barker, "La Guerra de los Seis Días", página 19.
Ahmed Shukairy, presidente de la OLP declaró: "Los judíos que sobrevivan a la guerra que inminente, serían autorizados a permanecer en Palestina, pero no esperaba que muchos pudieran hacerlo"
A. J. Barker, "La Guerra de los Seis Días", página 19.

Según fuentes soviéticas, se estaban produciendo incursiones israelíes en territorio sirio, incursiones que provocaron en Egipto la impresión de que Israel quería la guerra.[14]​ Sin embargo, consta que diversos informes de inteligencia egipcia y siria, que conocía Nasser, reconocían semanas antes del inicio de la guerra que no existía movimiento alguno de tropas israelíes.[15]

5 de junio: Operación Foco

La avanzadilla del Jordán. 5-7 de Junio

La guerra comenzó el 5 de junio, cuando Israel lanzó la Operación Foco, ideada entre otros por Ezer Weizman. Esta operación consistía en una serie de ataques a primera hora de la mañana contra las bases aéreas egipcias, para atrapar a los aviones egipcios en tierra a la vuelta de su tradicional primera ronda al amanecer, alrededor de las 8:00 de la mañana. Israel poseía una información extremadamente detallada de las bases egipcias a atacar, llegando a incluir una lista completa de todos los pilotos egipcios y su rango, así que la hora de ataque fue escogida para maximizar el número de aviones enemigos en tierra. En los diversos ataques israelíes durante la mañana del 5 de junio, Egipto perdió 286 de sus 420 aviones de combate, así como 13 de sus más importantes bases aéreas y 23 estaciones de radar. Israel, por el contrario, perdió sólo 19 de sus 250 aviones de combate.[16]

Las graves pérdidas sufridas por los egipcios, tanto en aviones como en bases de lanzamiento de aviones, dieron a Israel ventaja en los combates aéreos durante toda la guerra, explicando en parte el favorable desarrollo de la misma para el bando israelí.

Pocos minutos después del comienzo de la Operación Foco, las fuerzas terrestres de Israel, divididas en 3 divisiones comandadas por Ariel Sharón, Abraham Yoffe e Israel Tal invadieron la península del Sinaí defendida por 7 divisiones egipcias. Tal no encontró resistencia en el norte del Sinaí, ocupando así la Franja de Gaza. Sin embargo, Sharon y Yoffe encontraron una fuerte resistencia por parte de las tropas del general Sa'di Nagib en Umm Qatef.

En el frente central, Israel tenía la esperanza de que la participación de Jordania en la guerra sería sólo testimonial y una confrontación real no llegaría a producirse; sin embargo, esta esperanza se vio defraudada cuando las tropas jordanas lanzaron, alrededor de las 11:15 de la mañana, una serie de bombardeos sobre la parte israelí de Jerusalén y un ataque sobre algunos de los principales edificios, entre ellos, la Casa de Gobierno. A las 12:30 del mismo día, las fuerzas aéreas israelíes atacaron a las fuerzas aéreas jordanas, atrapándolas en tierra y destruyéndolas en gran medida.

En el frente norte, Siria usó su artillería ubicada en los Altos del Golán para bombardear los asentamientos israelíes de Galilea, mientras que la aviación israelí destruía más del 60% de la fuerza aérea siria.

6 de junio: Captura de Umm Qatef y Gaza, cerco de Jerusalén

En la mañana del 6 de junio, las divisiones de Sharon y Tal conquistaron Umm Qatef y El-Arish, mientras que Yoffe avanzó por el centro de la península del Sinaí en una carrera por ocupar los principales pasos antes que las tropas egipcias y lograr así su captura. En Gaza, por el contrario, tras cruentos combates que provocaron la mitad de las bajas israelíes en todo el frente sur, los principales centros de mando egipcios se rindieron, permitiendo a Israel ocupar totalmente la Franja.

La guerra alcanzó ese día también a las tropas de tierra de Israel en el frente central, que ocuparon Latrún, Ramala y Jenín, a la vez que se completaba el cerco de Jerusalén y las unidades de paracaidistas se preparaban para el asalto al centro histórico, la Ciudad Vieja. Las fuerzas aéreas israelíes realizaron ataques contra la base iraquí H-3, probablemente la última esperanza jordana de recibir cobertura aérea para el resto de la guerra.

En el norte, Siria continuó con sus ataques contra los asentamientos israelíes, pero se negó a enviar tropas en auxilio de Jordania

7 de junio: Captura de Jerusalén

Invasión del Sinaí. 7-8 de Junio

Con la captura de Sharm el-Sheij el 7 de junio por parte de unidades de la marina y de paracaidistas, Israel logró reabrir los estrechos de Tirán, e inmediatamente declaró un estatuto de agua internacional de libre paso para los barcos mercantes. Al mismo tiempo, las tres divisiones israelíes del frente sur apresuraron su marcha, llegando a alcanzar el Canal de Suez. Al acabar el día, toda la península del Sinaí —excepto parte de la costa occidental— estaba bajo control israelí.

En el frente central se produjo uno de los hechos más significativos de toda la guerra, cuando la brigada de paracaidistas del general Mordejai "Mota" Gur ocupó la Ciudad Vieja de Jerusalén, incluyendo el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas. Asimismo, las divisiones israelíes en Cisjordania ocuparon Nablús, Judea y Hebrón entre otras ciudades, llegando incluso a cruzar el río Jordán..

8 de junio: Ataque contra el Liberty, propuesta de tregua

El 8 de junio no se produjeron combates de importancia en ningún frente, destacando sólo la ocupación de algunas pequeñas localidades en Cisjordania y el Sinaí. Sin embargo, debido probablemente a un error de identificación, las fuerzas aéreas y navales de Israel atacaron el barco estadounidense Liberty, provocando 34 muertos y 173 heridos. Las 13 comisiones oficiales de investigación (10 en Estados Unidos y 3 en Israel) han concluido que el ataque se debió a un error israelí, aunque algunas fuentes mantienen que el ataque fue intencionado.

Asimismo, el 8 de junio se realizó una propuesta de tregua que fue aceptada por Egipto pero no por Siria, lo que llevó a Israel a lanzar la campaña contra Siria de los días 9 y 10 de junio. A partir de este día, casi no hay actividad en los frentes sur y central de la guerra.

9 de junio: Ataque contra Siria

Batalla de los Altos del Golán, 9-10 de Junio

Apoyadas por continuos ataques de las fuerzas aéreas israelíes, las tres divisiones del frente norte y una división de refuerzo traída desde Cisjordania lanzaron un ataque contra los Altos del Golán. Aunque las fuerzas aéreas fueron incapaces de destruir la atrincherada artillería siria, consiguieron provocar la huida de un importante número de combatientes sirios, permitiendo a Israel ocupar Qala', Tel 'Azziziat y otras localidades cercanas. Creyendo que las pérdidas eran mayores de las reales, el ejército sirio emprendió la retirada la noche del 9 de junio.

10 de junio: Último día de guerra

Ante la retirada de las tropas sirias, las divisiones israelíes pudieron avanzar en todo el frente, llegando a ocupar la importante ciudad de Quneitra, y con el camino expedito hacia Damasco. Sin embargo, ante la inmensa presión diplomática, Israel aceptó el alto al fuego sugerido por el Consejo de Seguridad, terminando así la guerra.

Consecuencias de la guerra

Israel dio por finalizada la Guerra de los Seis Días habiendo aumentado su territorio considerablemente, con la incorporación de los Altos del Golán, Cisjordania (incluyendo Jerusalén Oriental), la Franja de Gaza y la península del Sinaí. Desde el punto de vista militar, tras dos décadas de fragilidad estratégica, Israel obtuvo por primera vez en su historia profundidad territorial, que le concedería capacidad defensiva para defenderse de la artillería árabe lejos de las ciudades israelíes y para evitarse en adelante la obligación de realizar ataques preventivos ante cada amenaza, con el coste que ello supone a efectos de opinión pública. La situación dio por tanto un vuelco geoestratégico y ahora serían las capitales árabes (Ammán, Damasco y El Cairo) las que quedaban al alcance de cualquier incursión rápida del Tsahal. Además de la expansión territorial y del «colchón» defensivo, Israel demostró en el plano psicológico a sus vecinos árabes su capacidad para defenderse militarmente, y su voluntad para usar dicha capacidad.

Pese a la euforia inicial, en el plano político la situación no fue tan favorable a Israel y la guerra envenenó aún más el conflicto árabe-israelí. Merced a los territorios conquistados, que inicialmente estaban destinados a ser moneda de cambio a cambio de una paz duradera[cita requerida], Israel se convertiría en potencia ocupante y permanente de una población árabe muy hostil, lo cual estimuló el nacionalismo palestino, creándose nuevas amenazas internas en los territorios ocupados y alejándose toda perspectiva de una solución negociada a corto plazo. Los efectos de todo ello perduran hoy día.

Hubo otro efecto político muy importante y es el hecho de que el conflicto árabe-israelí quedó plenamente encajado en los esquemas de la Guerra Fría: la URSS, junto al bloque socialista, rompió relaciones diplomáticas con Tel Aviv e Israel se convirtió a los ojos de una buena parte de la opinión pública internacional en agresor y potencia ocupante y perdió su prestigio de pequeño país en lucha por su supervivencia.

Dio comienzo entonces al aislamiento internacional ilustrado por las muchas resoluciones contrarias a Israel en la ONU. Para algunos autores,[17][18][19]​ sin embargo, dicha respuesta internacional ha desembocado en la idealización y justificación incondicional de las acciones de sus enemigos, incluidos aquellos que practicaban el terrorismo, auspiciando el el nacimiento de una nueva nueva judeofobia, esta vez de cuño ideológico y centrado en el Estado judío.

Se suele coincidir en dos consecuencias fundamentales de la Guerra de los Seis Días y de toda la campaña diplomática posterior fueron:

  • Un giro en la percepción de Israel, que hasta entonces gozaba de la simpatía de la izquierda no comunista y en general de la opinión pública occidental.
  • El surgimiento de un "nuevo antisemitismo" (o "nueva judeofobia") en Occidente, esta vez de raíz ideológica (no "racista") invocando el "antisionismo" y el odio a Israel.[20]

Por su parte, la derrota sufrida por Egipto, Siria y Jordania fue considerada humillante en esos países, que argumentaron una intervención militar de Estados Unidos y el Reino Unido para justificar el éxito de la operación Foco israelí[cita requerida]. La derrota militar de Egipto y Siria produjo un gran malestar en el mundo árabe, lo que llevó a mantener los años siguientes una guerra de desgaste con Israel y, finalmente, a un ataque conjunto egipcio-sirio en la Guerra del Yom Kipur que no alteró el mapa geopolítico establecido tras la Guerra de los Seis Días.

Israel devolvió el Sinaí a Egipto como parte de los acuerdos de paz de Camp David en 1982, más o menos al mismo tiempo que concedía la ciudadanía israelí a los habitantes de Jerusalén Este y de los Altos del Golán, cuyos territorios se incorporaron administrativamente a Israel, si bien sólo Jerusalén Este ha sido legalmente anexionada (véase Ley de Jerusalén). En agosto de 2005, Israel evacuó todos los asentamientos de la Franja de Gaza para ceder su control a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), siguiendo su plan de retirada unilateral israelí.

Bibliografía

  • Oren, Michael B. (2005). La Guerra de los Seis Días. Barcelona: RBA. ISBN 84-473-4603-X. 
  • Barker, A. J. C (1974). La Guerra de los Seis Días. Librería Editorial San Martín - Madrid. ISBN 84-7140-093-6. 
  • Abós, Álvaro (1982). La Guerra de los Seis Días. Hyspamerica Ediciones S.A. - Madrid. ISBN 84-7530-018-9 (Tomo 9).  Texto « "Hechos Políticos del Siglo XX" Tomo 9 página 41

» ignorado (ayuda)

Referencias

  1. Regan, p.211
  2. [1] www.mideastweb.org
  3. Ver artículo
  4. Ver artículo
  5. Ver La Guerra de los Seis Días A. J. Barker Coronel Británico
  6. Ver La Guerra de los Seis Días A. J. Barker Coronel Británico
  7. Ver La Propuesta de Paz Israelí ante la ONU en 1968
  8. Ver Disposición de las Fuerzas Egipcias
  9. Ver Disposición de las Fuerzas Egipcias
  10. Ver Disposición de las Fuerzas Egipcias BBC
  11. Ver Disposición de las Fuerzas Egipcias
  12. Ver Disposición de las Fuerzas Egipcias
  13. Ver artículo
  14. [2] www.mideastweb.org
  15. La guerra de los seis días, Michael B. Oren, RBA, 2006, p. 107.
  16. En el éxito del ataque aéreo influyó decisivamente el uso de Matra Durandal, un prototipo de bomba específicamente diseñada para destruir las pistas de los aeródromos, paralizando consecuentemente las fuerzas aéreas egipcias en tierra.
  17. Véase Israel and the United Nations. An uneasy relationship. Tomado de la Página de la Delegación Permanente de Israel ante las NacionesUnidas
  18. One Small Step. Is the UN finally ready to get serious about anti-Semitism?, Anne Bayefsky, 21 de junio de 2004.
  19. Joan B. Culla cita como ejemplo el trato excepcional que se le dio a Yasser Arafat en la ONU, permitiéndole intervenir en la Asamblea de la ONU invitado con honores de Jefe de Estado el 13 de noviembre de 1974, cuando estaba todavía reciente la matanza de Múnich y otras acciones atribuidas a algunas de las organizaciones bajo control de Arafat.
  20. Por ejemplo Pierre-André Taguieff, La nueva judeofobia, Barcelona, Gedisa, 2002 y Alain Finkielkraut, En el nombre del Otro. Reflexiones sobre el antisemitismo que viene, Barcelona, Seix Barral, 2005. Para más referencias véase nuevo antisemitismo.

Enlaces externos