La Semana Santa de Calanda, declarada de Interés Turístico Nacional, pertenece a la Ruta del tambor y el bombo.
Es conocida internacionalmente por "La Rompida de la hora", que tiene lugar a las doce de la mañana del Viernes Santo. Los "putuntunes" (guardia romana), representados por los jóvenes que en ese año cumplen los 18 años y por voluntarios, permanecen montando guardia en señal de duelo hasta las doce de la noche del Jueves Santo, cuando el sonido de los tambores comienza por primera vez en Semana Santa (Via Crucis). Durante el Viernes Santo, tiene lugar a las doce del mediodía el acto más multitudinario de todos, la Rompida de la Hora. A las tres y media del mediodía tiene lugar la Procesión del Pregón, en la que participan una gran cantidad de tamborileros. Por la noche, comienza a las ocho, la Procesión de la Soledad, englobando las diferentes cofradías. Al día siguiente, tiene lugar a las nueve de la mañana la Procesión del Entierro, la más solemne. El toque dura hasta las dos del mediodía del Sábado Santo.
El Santísimo: Es la más antigua de las cofradías calandinas y fue fundada a comienzos del siglo XVII. Regida por 33 hermanos, los llamados "electos"; tienen un reglamento procedente del siglo XVIII que fue aprobado por la Santa Sede. Es la cofradía encargada de los "putuntunes".
La Dolorosa: La también denominada Cofradía de las Esclavas fue fundada en 1900 por Mosén Vicente Allanegui y a ella pertenecen las mujeres del pueblo; es característico su vestido, de luto riguroso. Su paso titular es la Virgen de los Dolores.
El Encuentro: Es la cofradía que cuenta con mayor número de hermanos. Tiene banda de tambores y cornetas. Su paso representa el Encuentro de Jesús con su Madre y fue realizado en 1940 por el escultor calandino José Lamiel.
El Santo Ángel: Impulsada por Mosén Vicente Allanegui, la cofradía a la que pertenece la juventud deportista calandina fue formada en 1950 por José Arbiol Sanz, presidente de Acción Católica, y otros jóvenes miembros de la asociación. Lleva el paso de San Juan. Su banda de tambores interpreta la marcha "El Cuatrero".
El Cristo Crucificado: Aunque surgió en los años 1970 a través de una agrupación infantil, adquirió su forma actual en 1993, adquiriendo para su fundación una talla de Cristo crucificado en agonía, obra de los Hermanos Albareda, de Zaragoza.
La Magdalena: Vinculada a una tía de Eloy Crespo Gasque, es la cofradía en la que están representadas todas las mujeres casadas de Calanda. Llevan el paso de María Magdalena; visten de luto riguroso.
San Pedro: Formada por jóvenes del pueblo, sus miembros llevan símbolos propios de la iconografía de San Pedro, como las llaves y el gallo; visten una llamativa capa roja.
Su nombre actual se deriva del poblado celtíbero que se asentó sobre la población con el nombre de "Kolenda".
Importante huella han dejado los distintos pueblos que habitaron las tierras de Calanda: además de los celtíberos, por aquí pasaron romanos, visigodos y árabes; el origen de la afición a tocar tambores y bombos viene de la época de las luchas con los árabes (siglo XII), ya que sirvieron para avisar de los ataques de éstos; posteriormente se utilizó como instrumento de celebraciones.
Sin embargo, y pese a sus remotos orígenes, la fundación de la Calanda que llegaría a ser la actual tuvo lugar en 1360 con la concesión a la villa de su Carta de Puebla, quedando bajo el emblema de la Orden de Calatrava.
Los últimos moriscos de Calanda abandonaron ésta hacia 1610, dada la difícil convivencia entre cristianos y árabes.
El Milagro de Calanda
El 29 de marzo de 1640 tuvo lugar en Calanda uno de los acontecimientos más singulares en la historia de la villa: el milagro obrado por la Virgen del Pilar, entre las diez y las once de la noche, en la persona de Miguel Pellicer, quien recuperó por intervención de la Virgen la pierna que le había sido amputada dos años y cinco meses antes.
Tal y como informa Mosén Vicente Allanegui en sus Apuntes históricos sobre la Historia de Calanda, el escudo de la villa adquirió su forma definitiva en el año 1906, y para ello "adicionó a las armas nacionales la figura de calandria que hoy las acompaña y puso también en la punta del escudo las barras aragonesas". Y añade: "Respeto siembre los acuerdos de nuestras autoridades, pero como historiador debo hacer constar que el verdadero y primitivo escudo es un pino con una calandria y una corona encima. La corona como recuerdo de su antigua grandeza y el pino y la calandria como escudo que concedió D. Alfonso II al tomar esta villa a los moros, pues el lugar en donde se establecieron los ejércitos del mencionado rey era entonces un inmenso pinar poblado de calandrias de collar que aún hoy existen en grandes bandadadas en la fuente del Carmen, ceiquetas y otros términos de nuestro monte lindante con el de Alcañiz".
Títulos de Calanda
Antiquísima: Concedido desde tiempos remotos.
Muy Leal: Concedido por el rey Jaime I en el año 1239.
Los restos arqueológicos más antiguos corresponden al Paleolítico y fueron encontrados por Manuel Sanz Martínez frente a la Cueva Corva. Entre los útiles, apareció un raspador de sílex, así como un hacha de mano, lo que deja prueba clara de que los primeros pobladores de las tierras calandinas habitaron éstas hace unos 50.000 años.
Sin embargo, el momento culminante de la arqueología calandina tendría lugar en1964 con el descubrimiento de un espectacular mosaico, hallado por Antonio Bielsa Alegre, en la partida de Albalate.[1] Quedó así confirmada la teoría de que Calanda fue una importante villa romana. Hoy el mosaico se encuentra en el Museo Provincial de Teruel, constituyendo su pieza más importante.
La Cerámica de Calanda es una de las más influyentes y personales de Aragón, estando basada en una concepción de la alfarería enteramente manual, sin el uso del torno y sin más herramientas que una paleta y una media ésfera con mango; los objetos producidos son cántaros, macetas, cocios y, muy en especial, tinajas, que suponen la aportación más original.
Históricamente, la cerámica calandina fue una prolongación de la que producían los moriscos. Expulsados éstos en el año 1610, los cristianos continuaron esta labor, pero el traspaso provocó algunas alteraciones; así, las líneas negras características de la cerámica morisca (que en realidad eran una leyenda que en árabe decía ALA AKBAR -"Alá es grande"-), fueron desfiguradas debido al desconocimiento que de la lengua tenían los cristianos, quedando así en tres rayas negras meramente miméticas.
La producción de cerámica tenía lugar en el barrio de Las Cantarerías. Los alfareros trabajaban en la planta baja de su casa, donde estaba el taller y el horno. El material característico era la arcilla roja.
En 1995 fue fundada en Calanda la desaparecida Escuela de Cerámica Virgen del Pilar, en un frustrado intento de prolongar en el tiempo la cada vez más olvidada artesanía de la alfarería, un oficio aprendido tradicionalmente y que en Calanda ha tenido sus últimos representantes destacados en las personas de Antonio Bondía y Pascual Labarías.
Geografía
La villa, situada a los pies del Sistema Ibérico, está regada por los ríos Guadalope y Guadalopillo. Su extensión es de 112.070 m². Destaca el paisaje del Embalse de Calanda, situado entre las montañas Clocha y Tolocha, así como el pinar del Desierto de Calanda.
Vista parcial del Embalse de Calanda.
En cuanto a la climatología calandina, tal y como informa Manuel García Miralles respecto al clima calandino, éste es "templado continental, de influencia mediterránea. Los veranos largos y ardorosos, y cortos y no muy fríos los inviernos, habiendo a veces cambios bruscos de temperatura, que en su máxima media anual oscila entre los 18 y 24 grados y la mínima entre los 2´5 y 4, con una media anual de los 10 a los 14 grados. Las lluvias son escasas. Tienen una media anual de 260 a 300 mm; con distribución irregular: grandes períodos de sequía y otros, cortos, lluviosos".
Producción de melocotón con denominación de origen; aceite de oliva con denominación de origen; aceitunas, tanto las verdes como las que por su maduración se convierten en negras; almendra y cereal; así como refractarios y otras industrias y servicios.
Melocotón embolsado de Calanda.
El "Melocotón de Calanda"
El melocotón tardío con Denominación de Origen llamado "Melocotón de Calanda", se cultiva de forma tradicional, caracterizándose por el proceso de embolsado previo a su maduración; es reconocible por su tamaño, un color amarillo uniforme y sin estrías, su exquisito aroma y un sabor dulce propio.
El Aceite de oliva calandino
El aceite de oliva virgen extra de Calanda goza de la Denominación de Origen llamada "Aceite del Bajo Aragón". Este aceite de categoría superior, obtenido directamente de las aceitunas y mediante procedimientos mecánicos, es de color amarillo dorado, sabor suave y agradable y con una acidez perfecta.
Melocotón de Calanda.
Productos típicos - Muestra gastronómica
Melocotón tardío de Calanda
Aceite de oliva virgen extra
Aceitunas verdes
Aceitunas negras
Paté de aceitunas negras
Platos típicos: Pastel de pimiento y tomate, Pastel de bacalao, Perola "de huerta", etc.
Dulces típicos: Tortas de alma, Roscones de anís, Mostachones, Brazo de gitano, Mantecados, etc.
Miguel Pellicer: Calandino famoso por su milagro, ya que por la importancia de éste fue conocida mundialmente la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad.
Allanegui y Lusarreta, Vicente (1998). Apuntes históricos sobre la Historia de Calanda. Zaragoza: Ayuntamiento de Calanda-Parroquia de la Esperanza de Calanda-Instituto de Estudios Turolenses.
Álvaro Zamora, Mª Isabel (1999). La Cerámica Aragonesa. Zaragoza: CAI.
Domingo Pérez, Tomás (1987). El Milagro de Calanda. Zaragoza: Excmo. Cabildo Metropolitano de Zaragoza.
García Miralles, Manuel (1969). Historia de Calanda. Valencia: Tipografía Artística Puertes.
Mindán Navarro, Joaquín (1998). Sentido y uso del habla de Calanda. Patronato Municipal de Cultura de Calanda.
Omella, Juan José & Portolés Mombiela, Miguel (1991). La Aurora de Calanda, una antigua institución. Instituto de Estudios Turolenses.
Sancho Izquierdo, Miguel (1940). El Milagro de Calanda. Zaragoza: Artes Gráficas E. Berdejo Casañal.
Sanz Martínez, Manuel (1970). Calanda. De la Edad de Piedra al siglo XX. Reus: Imprenta Artis-Graf.
VV.AA. Semana Santa en Calanda. Tambores de pasión. Patronato de Cultura-Ayuntamiento de Calanda.
Desde 1989, y con tirada bimensual, aparece el boletín de información municipal Kolenda, publicación de carácter local patrocinada por el Ayuntamiento.
Filmografía
Calanda ha sido objeto de estudio total o parcial de los siguientes documentales:
1966 - Calanda. Francia. Dirección: Juan Luis Buñuel. Emulsión: Blanco y negro. Duración: 21 min.