República Eslovaca (1939-1945)

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 06:45 5 oct 2014 por Rowanwindwhistler (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Slovenská republika¹
República Eslovaca¹
Slovenský štát
Estado Eslovaco

Estado satélite de la Alemania nazi


1939-1945


Escudo
Bandera Escudo
Himno nacional: Nad Tatrou sa blýska
Ubicación de Eslovaquia
Ubicación de Eslovaquia
Localización de la República Eslovaca.
Capital Bratislava
48°08′N 17°06′E / 48.133, 17.100
Idioma oficial Eslovaco
Gobierno República
Presidente
 • 1939 - 1945 Jozef Tiso
Primer ministro
 • 1939 Jozef Tiso
 • 1939 - 1944 Vojtech Tuka
 • 1944 - 1945 Štefan Tiso
Período histórico Segunda Guerra Mundial
 • Acuerdos de Múnich

29 de septiembre de 1938

 • Secesión de Checoslovaquia 14 de marzo de 1939
 • Guerra con Hungría Marzo de 1939
 • Levantamiento Nacional Eslovaco Agosto a Noviembre de 1944
 • Captura de Bratislava 4 de abril de 1945
 • Ejecución de Jozef Tiso 18 de abril de 1947
Superficie
 • 1940 38 055 km²
Población
 • 1940 est. 2 653 053 
     Densidad 69,7 hab./km²
Moneda Corona eslovaca


Miembro de:
Notas
¹ República desde el 21 de julio de 1939

La República Eslovaca (en eslovaco: Slovenská republika) fue un estado nacional eslovaco títere de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, ocupando el territorio de lo que hoy en día es Eslovaquia, excepto una parte al sur posteriormente recuperada de Hungría. Fue creado en 1939 bajo el nombre de Estado Eslovaco, cuando Alemania creó el Protectorado de Bohemia y Moravia. Posteriormente, en julio de ese mismo año, se proclamó una república independiente. Era gobernado por el monseñor Josef Tiso. Además de Bohemia y Moravia, limitaba con Alemania, Polonia y Hungría. La República Eslovaca dejó de existir de facto el 4 de abril de 1945, cuando las tropas soviéticas ocupan Bratislava.

Sellos de correo de Eslovaquia, 1939-45.

Aunque algunas veces es llamada la I República Eslovaca, la moderna República Eslovaca rehúsa considerar este estado su antecesor, principalmente por la aplicación de políticas anti-semitas y por haber carecido realmente de autonomía en su gobierno. Durante la guerra fría, en los libros de historia de Checoslovaquia se refirió a esta nación como el Estado Eslovaco. Esta breve república solamente fue reconocida por las naciones que formaban parte de la esfera de influencia de las Fuerzas del Eje y de la Unión Soviética, así como por El Salvador y Suiza.

Antecedentes

Aunque los acuerdos de Múnich finalizaron la crisis de los Sudetes, la pérdida de territorio nacional crítico para la defensa de las fronteras checoslovacas, debilitaron fuertemente el gobierno checoslovaco. Esta debilidad fue aprovechada por los partidos eslovacos, liderados por el monseñor Josef Tiso, para exigir mayor autonomía dentro de la recién renombrada República de Checo-Eslovaquia.

Por su parte, Hitler ya estaba preparando la creación del Protectorado de Bohemia y Moravia, pero no estaba seguro de lo que debía hacer con Eslovaquia. Inicialmente pensó anexarla a Hungría, pero al prever una negativa reacción eslovaca ante tal propuesta, decidió propiciar la creación del estado eslovaco.

Irritados por las continuas demandas del primer ministro eslovaco Josef Tiso, las autoridades checas lo habían depuesto, y Tiso había huido a Alemania. El 13 de marzo de 1939, Tiso fue llamado a la Cancillería del Reich de emergencia por Hitler, y allí, Joachim von Ribbentrop presentó informes falsos donde se indicaba la aglomeración de tropas húngaras en la frontera eslovaca, cuyo objetivo final era la división de Eslovaquia entre Polonia y Hungría. Se le instó a Tiso la necesidad de proclamar el nacimiento del Estado Eslovaco, protegido por Alemania, con el objetivo de detener esta agresión virtual. Tiso no quiso tomar esta decisión por su cuenta, y viajó de inmediato a Eslovaquia, donde la Dieta eslovaca, después de leer los falsos reportes, proclamó el 14 de marzo la secesión eslovaca de Checoslovaquia. Jozef Tiso fue proclamado primer ministro y al día siguiente, el estado checo dejó de existir al crearse el Protectorado de Bohemia y Moravia.[1]

Relaciones internacionales

El 23 de marzo de 1939, el Reino de Hungría atacó a Eslovaquia desde la Rutenia Transcarpática, que había ocupado poco antes. La llamada Guerra Húngaro-Eslovaca o "Pequeña Guerra", finalizó una semana después, cuando Eslovaquia cedió territorios orientales de una extensión 1.697 km², con una población de 70 000 personas.

Eslovaquia dependió siempre de Alemania.[1]​ Debido al "Tratado de Protección Mutua entre el Imperio Alemán y el Estado Eslovaco", (en alemán: Shutzfreundschaft) firmado el 23 de marzo de 1939, la política exterior y el Ejército eslovaco fueron controlados por Alemania.[2]​ De esta manera, Eslovaquia envió soldados a la guerra contra Polonia, la Unión Soviética, y declaró la guerra al Reino Unido y los Estados Unidos. No obstante, el territorio eslovaco permaneció casi toda su existencia libre de tropas alemanas, a excepción de una franja de tierra en la frontera con Alemania. El Ejército eslovaco se caracterizó, sobre todo en sus comienzos, por su deficiente armamento y formación y la escasez de oficiales capaces.[3]

El mismo tratado incluía una sección en la que se disponía la colaboración económica y financiera de ambas partes, en la práctica, de Eslovaquia hacia Alemania.[2]

Durante su instauración, el Gobierno eslovaco intentó recuperar el territorio perdido ante Hungría en el Primer Arbitraje de Viena por medio de la diplomacia. No obstante, Alemania nunca apoyó sus aspiraciones, que se vieron condenadas al fracaso. Logró, sin embargo, la devolución de unas diminutas franjas de territorio que Polonia se había anexado tras la Crisis de Múnich al participar del lado alemán en el ataque a ese país en septiembre de 1939.[2]

El 24 de noviembre de 1940, siguiendo en su línea de sojuzgamiento por parte de Alemania de su política exterior, Eslovaquia suscribió el Pacto Tripartito.[2]​ El país participó asimismo en la invasión de la Unión Soviética a partir de 1941.[2]

Gobierno y vida civil

Organización territorial

La República Eslovaca: las llanuras del sur de mayoría magiar hubieron de ser cedidas a Hungría por el Primer arbitraje de Viena, Rutenia fue ocupada por Hungría. Gracias a su participación en el ataque alemán a Polonia obtuvo dos enclaves en el norte.

El 85 % de los habitantes de Eslovaquia eran eslovacos, mientras que el resto 15 % eran alemanes, magiares, judíos y gitanos. El 50 % de la población fue empleada en la agricultura durante la guerra. El Estado Eslovaco fue dividido en 6 condados, 58 distritos y 2659 municipalidades. La capital, Bratislava, contaba con ciento veinte mil habitantes en esa época.

Sistema político

El sistema legal de Eslovaquia era similar al de Checoslovaquia, aunque fue modificado gradualmente. De acuerdo a la Constitución de 1939, el presidente era el jefe de Estado, mientras que la Dieta de la República Eslovaca era el principal órgano legislativo, siendo electa cada cinco años, aunque las elecciones no eran generales. El Consejo de Estado ejecutaba las funciones de Cámara Alta. El poder ejecutivo contaba con un gabinete de ocho ministros. Desde su fundación, el Estado adoptó un sistema político de partido único, el Partido Popular Eslovaco de Hlinka, habiéndose prohibido los partidos de izquierda y las organizaciones de carácter checoslovaco ya antes de la independencia, tras la crisis de Múnich. La ideología del nuevo Estado, autoritario,[1]​ se encuadraba en el fascismo clerical.[1]

El partido gobernante no era homogéneo, sino que estaba dividido en dos fracciones, una católica moderada y la otra radical nacionalsocialista.[4]​ El ala moderada, representada por monseñor Jozef Tiso y los veteranos del partido, quería crear un Estado autoritario y católico[5]​ y controlaba los principales puestos del Gobierno.[6]​ La corriente nacionalsocialista era fervientemente nacionalista y antisemita y aceptaba sin reservas el control y la ideología alemanes.[4]​ Estaba representada por la Guardia de Hlinka y sus principales dirigentes eran el primer ministro Vojtech Tuka y el ministro del Interior Alexander Mach.[4]​ Esta fracción radical quería eliminar de Eslovaquia a los elementos foráneos, incluyendo los checos; no obstante, no contaba con mucho apoyo popular. Mientras los primeros se inclinaban más hacia el modelo austriaco e italiano, los segundos seguían fielmente el ideal nazi alemán. Una tercera agrupación en el partido, formada principalmente por intelectuales radicales católicos y nacionalistas y,[7]​ durante un tiempo, partidarios de un acercamiento a Polonia, concentrados alrededor del periódico Nástup, perdieron todo poder tras la reunión de Tiso con Hitler en julio de 1940 en la que éste solicitó reformas en el Gobierno eslovaco.[5]​ Tras la conferencia, Mach prohibió la publicación y disolvió las organizaciones afines a esta fracción del partido.[6]​ A diferencia de los radicales proalemanes reunidos en torno a la Guardia de Hlinka, en general mediocres,[6]​ los nacionalistas de ultraderecha cercanos a Nástup sí que habían contado con elementos de notable talento.[6]

Como era de esperarse, la República Eslovaca de 1939 estaba marcada por el fascismo. Los comunistas denominaron a este sistema de gobierno como fascismo clerical,[1]​ similar al de los ustachas en Croacia. El partido político regente era el Partido Popular Eslovaco de Hlinka o Partido Eslovaco de Unidad Nacional. Todos los demás partidos fueron prohibidos, excepto los que representaban a las minorías húngaras y alemanas.

La política interior del país estuvo marcada por la lucha de las dos corrientes del partido único para lograr el poder total y el arrinconamiento del adversario. Aunque hubo diversos momentos en los que pareció que un bando podría derrotar completamente al otro, los alemanes no permitieron que esto sucediese, manteniendo un equilibrio apoyando ora a unos, ora a otros.[8]​ Tiso logró, sin embargo, mantener en sus manos la capacidad principal sobre las decisiones del país, dentro de los márgenes permitidos por el país protector.[9]​ La mayoría de la población, incluyendo los enemigos declarados del régimen como los comunistas, respaldaron temporalmente a Tiso en su lucha contra los radicales en torno a Tuka como mal menor.[10][11]

"Problema judío" en Eslovaquia

Desde la creación del Estado en la primavera de 1939 el gobierno adoptó una postura antisemita.[12]​ Los dirigentes del país deseaban verlo libre de judíos (en alemán: judenfrei).[12]​ El estado contaba con un departamento especial, el XIV del Ministerio del Interior, encargado de resolver el llamado "problema judío".[12]

Los dirigentes eslovacos fomentaron la emigración judía, siguieron de cerca los planes alemanes de expulsión a Madagascar y, partir de 1940, comenzaron a encerrar a la población judía en guetos.[12]​ En el otoño de 1941 esta medida se aceleró sustancialmente. como preludio de las deportaciones.[12]​ Existía, según el asesor alemán para la cuestión judía, Dieter Wisliczeni, un plan gubernamental para empobrecer a la comunidad judía, creando así un problema social y económico que pareciese requerir su expulsión.[13]​ En julio responsables eslovacos habían visitado campos en la Alta Silesia, cuyas malas condiciones hicieron al gobierno descartar temporalmente la deportación.[13]

Al igual que en Alemania, se establecieron leyes raciales, de la misma naturaleza que las Leyes de Núremberg, en septiembre de 1941. Con estas leyes se prohibió que los judíos se casaran con personas de otros grupos étnicos, y se les prohibió que ejercieran muchos trabajos. Un mes después, la guardia de Hlinka había enviado a unos 15 000 judíos de Bratislava a campos de trabajo.

En la reunión de Tiso y Tuka con Hitler en octubre de 1941 se trató el asunto de los judíos,[14]​ En el invierno se los concentró en 14 asentamientos y 4 campos.[14]​ Para entonces los judíos alemanes ya habían sido deportados a los campos de concentración nazis en Polonia.[14]​ El embajador alemán solicitó permiso al gobierno eslovaco para deportar a los judíos eslovacos residentes en Alemania, recibiendo permiso a condición de mantener el gobierno la propiedad de los bienes de los deportados.[14]​ Los funcionarios eslovacos eran conscientes del destino de los judíos deportados.[14]

El Estado Eslovaco estuvo de acuerdo en la deportación masiva de judíos "para ser reubicados en territorios del este", como parte de la Solución Final, no obstante, el Estado Eslovaco intentó convencer a los alemanes de que consideraran a estos judíos como un reemplazo de los trabajadores eslovacos que debían ser enviados a Alemania. Después de la Conferencia de Wannsee, los alemanes accedieron a las peticiones eslovacas, aunque el Estado Eslovaco debió pagar para deshacerse de cada judío. Al principio se accedió en deportar solamente a unos 20 000 judíos "sanos y fuertes", pero finalmente el Estado Eslovaco aceptó una propuesta alemana de despachar a toda la población judía.

El 16 de febrero de 1942 la embajada alemana recibía el encargo de solicitar el envío de 20 000 judíos en condiciones de trabajar para ser enviados al este, petición que el gobierno eslovaco, conocido por su lenta burocracia,[15]​ aceptó en 4 días.[15]​ Tras las primeras deportaciones el gobierno eslovaco solicitó, justificándose con razones humanitarias, la deportación de las familias al completo.[15]​ Los moderados del consejo de estado, sin embargo, se habían resistido al comienzo a conceder las deportaciones, siendo convencidos finalmente por un obispo miembro del mismo.[16]​ El presidente Tiso, no obstante, respaldó la medida.[16]​ El Vaticano, por su parte, se opuso con vehemencia a las expulsiones.[16]​ El gobierno trató de justificarlas indicando que los judíos eran enviados a trabajar al extranjero, aunque conocía el destino real de los deportados.[17]

Las deportaciones masivas se iniciaron en marzo de 1942,[18]​ pero se detuvieron en octubre de ese mismo año cuando una coalición de oficiales gubernamentales apoyados por personalidades del Vaticano intervinieron. Esta coalición había sido formada por un grupo de ciudadanos judíos liderados por Gisi Fleischmann. Para aquel momento, unos 59 000 judíos ya habían sido enviados a Auschwitz y a otros campos de concentración,[19]​ aunque se les había hecho creer a los gobernantes eslovacos que los judíos estaban trabajando en fábricas de armamento alemán. Algunas personalidades del gobierno eslovaco se quejaron ante las autoridades alemanes cuando se enteraron de que muchos de los judíos deportados habían muerto en ejecuciones masivas.

Cuando el Ejército Rojo llegó a la frontera eslovaca en octubre de 1944, las deportaciones se reiniciaron. Después del fracaso del Levantamiento Nacional Eslovaco, los alemanes ocuparon militarmente el país, y unos 13.500 judíos fueron deportados y 5 000 fueron arrestados. En total, de los 70 000 judíos de Eslovaquia antes de la guerra, 65 000 murieron o fueron asesinados en cautiverio.

La minoría alemana

Representada por el Partido de los Alemanes de los Cárpatos (Karpathendeustch Partei), dirigido por Franz Karmasin, originalmente nacionalista y, con el tiempo, completamente nacionalsocialista, la minoría alemana trató, al menos sus dirigentes, de ser absorbida en el Reich como sus vecinos de la parte checa del país.[2]​ Los intereses de Hitler, sin embargo, indicaban la necesidad de contar con un aliado fiel en Eslovaquia antes que de dar satisfacción a la minoría alemana: los alemanes quedaron integrados en Eslovaquia.[2]

Tiso concedió, sin embargo, una amplia autonomía a la minoría, que quedó representada oficialmente a través del partido de Karmasin, que obtuvo un puesto de secretario de estado en el gobierno eslovaco.[2]

Tras el Levantamiento Eslovaco de 1944, que fue sofocado por las tropas alemanas pero costó grandes sufrimientos a la minoría,[2]Himmler ordenó la evacuación total de la minoría del páis.[2]​ La falta de cooperación de las autoridades y el poco deseo de parte de la población de abandonar sus hogares frenaron la operación.[2]

Fin de la República

Poco después de empezar el fallido Levantamiento eslovaco de agosto de 1944, los alemanes ocuparon militarmente el país, por lo que la frágil independencia de la República Eslovaca desapareció por completo. Durante el invierno 1944-1945 las tropas de la Wehrmacht se convirtieron en la autoridad civil y militar para todos los efectos prácticos, hasta que a inicios de marzo de 1945 las tropas soviéticas empezaron nuevamente su avance por el país.

Ante la urgencia de defender los pozos petrolíferos del oeste de Hungría y sobre todo con la amenaza de una incursión soviética hacia la propia Viena, el OKH alemán dispuso la evacuación del territorio eslovaco en el más breve plazo posible. El gobierno de Tiso y sus adherentes, ante la evidencia de que los alemanes no defenderían Eslovaquia, huyó hacia Austria siguiendo a la Wehrmacht. Desde mediados de marzo el Ejército Rojo, apoyado por regimientos rumanos y checos, así como por partisanos eslovacos, empujaron a los alemanes a tierras checas en su avance desde el sureste.

La caída de Bratislava en manos soviéticas el 4 de abril de 1945 determinó el fin efectivo de la República Eslovaca, que inmediatamente formó parte de la Checoslovaquia reconstruida.

Finalmente, con la derrota de Alemania, el gobierno eslovaco, que había escapado a Austria, se rindió a las fuerzas estadounidenses del general Walton Walker en el pueblo de Kremsmünster el 8 de mayo de 1945, con la esperanza de quedar bajo custodia militar de EEUU. Esta acción no salvó a los líderes eslovacos de ser extraditados a la renacida República Socialista de Checoslovaquia poco después del fin de la guerra, para ser juzgados allí.

Tanto Jozef Tiso como Vojtech Tuka, fueron juzgados en Checoslovaquia y ejecutados después de la guerra, y condenados a muerte por traición.

Véase también

Notas y referencias

  1. a b c d e Jelinek (1971), p. 242
  2. a b c d e f g h i j k Lumans, Valdis O.:"The Ethnic German Minority of Slovakia and the Third Reich, 1938-45." Central European History, 15:3 (1982)
  3. Jelinek (1971), p. 255
  4. a b c Jelinek (1971), p. 243
  5. a b Jelinek (1971), p. 245
  6. a b c d Jelinek (1971), p. 247
  7. Jelinek (1971), p. 244
  8. Jelinek (1971), p. 262
  9. Jelinek (1971), p. 265
  10. Jelinek (1971), p. 250
  11. Jelinek (1971), p. 266
  12. a b c d e Jelinek's Final Solution (1971), p. 431
  13. a b Jelinek's Final Solution (1971), p. 432
  14. a b c d e Jelinek's Final Solution (1971), p. 433
  15. a b c Jelinek's Final Solution (1971), p. 434
  16. a b c Jelinek's Final Solution (1971), p. 435
  17. Jelinek's Final Solution (1971), p. 437
  18. Jelinek's Final Solution (1971), p. 439
  19. Jelinek's Final Solution (1971), p. 440

Bibliografía

  • Jelinek, Yeshayahu (1969). «Bohemia-Moravia, Slovakia, and the Third Reich during the Second World War». East European Quarterly 3 (3). 
  • Jelinek, Yeshayahu (1971). «Slovakia's Internal Policy and the Third Reich, August 1940-February 1941». Central European History 4 (3). 
  • Jelinek, Yeshayahu (1971). «The 'Final Solution' - the Slovak Version». East European Quarterly 4 (4). 
  • Lumans, Valdis O. (1982). «The Ethnic German Minority of Slovakia and the Third Reich, 1938-45». Central European History 15 (3). 

Enlaces externos