Libertarismo

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El símbolo sumerio Ama-gi, que significa "libertad", es representativo de las distintas tendencias libertarias. Un caso notable es su uso como logo de Liberty Fund, Inc.,[1]​ organización educativa que estudia los antecedentes del libertarismo: la filosofía individualista, la política antiestatista y la economía laissez-faire.

El libertarismo (del inglés libertarianism, traducido al español en ocasiones como libertarianismo o liberalismo libertario) es una filosofía política que afirma la vigencia suprema de la libertad individual (o libertad negativa), es decir, el derecho del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro que el derecho ajeno. El sustento de la ideología libertaria es la filosofía individualista, la política antiestatista y la economía capitalista laissez-faire, pues para los libertarios toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios y la fuerza solo puede emplearse legítimamente contra otros de manera defensiva o ante el incumplimiento de un acuerdo (principio de no agresión).

Hay algunas justificaciones filosóficas libertarias. Todas ellas comparten como principios el respaldo de la asociación voluntaria y la propiedad privada, la afirmación de la intrínseca libertad y de la eficiencia del capitalismo de libre mercado y la mínima intervención estatal —o incluso nula— en cualquier aspecto de la vida.[2]​ Al abogar por la maximización de los derechos individuales y del derecho de propiedad, el ideario libertario favorece una ética basada en la responsabilidad individual y se opone, entre otras cosas, al servicio militar obligatorio y a la regulación social por parte del Estado, los cuales, argumentan los libertarios, reprimen la libertad individual. Aparte de algunos principios básicos que favorecen la libertad personal y el libre mercado, no hay canon oficial de creencias libertarias. Por lo tanto, entre las personas que se autodesignan libertarias no existen posturas únicas respecto a varios asuntos específicos, como el aborto, la guerra cultural, las acciones militares defensivas, la pena de muerte o la forma adecuada de activismo político, entre otros.

Origen del nombre

Tradicionalmente, el término libertario ha sido muy utilizado como sinónimo de anarquista por los propios anarquistas.[3]​ Fueron éstos, de hecho, quienes acuñaron el término movimiento libertario para referirse de forma general y ambigua a todos los colectivos e individuos que forman parte del movimiento social anarquista.[4]

La palabra libertario empezó a usarse con el sentido de individualista-capitalista en los años 1950. Originalmente, en Estados Unidos el término libertario (del inglés libertarian) ya se usaba desde el siglo XIX como sinónimo de individualismo filosófico, pero es a partir de la década de los años 1940 cuando se empieza a usar el término en su acepción de individualista propropiedad, cuando Leonard Read comienza a llamarse a sí mismo «libertario», en contraste con «liberal clásico».[5]​ Luego, en 1955, Dean Russell promueve también el uso de la palabra para referirse al libertarismo.[6]​ De ese modo, desde los años 1950 su uso se incrementa paulatinamente hasta popularizarse en la década de 1970, cuando ya se identifica plenamente con la filosofía individualista que apoya la libertad individual en lo social y la propiedad privada en lo económico.[7]

Principios filosóficos

Principio de «no agresión»

"Esta tierra es nuestra tierra. Retrocede, gobierno"

El libertarismo mantiene que la libertad de una persona para disponer de su cuerpo y de su propiedad privada del modo en que estime oportuno debe de ser ilimitada, siempre y cuando esa persona no ejerza coerción sobre otras personas. Los libertarios definen "coacción" como el uso de fuerza física, la amenaza de usarla o el fraude, que altere o pretenda alterar el modo en el que un individuo vaya a usar su cuerpo o propiedad. El principio libertario prohibiendo la coacción se conoce como principio de 'no iniciación de la violencia' o de 'no agresión', y muchos libertarios lo consideran como el principio definitorio del cual manan todas sus demás convicciones políticas.

Una forma de ver esto y que seguramente es aceptada por la mayoría de los libertarios es que los más fuertes son quienes tienen mayor poder de influencia sobre los gobiernos para obtener de éstos acciones que les beneficien y por lo tanto el principio de no agresión es en realidad una garantía de los individuos (débiles frente al poder del Estado) para que la fuerza no sea utilizada contra ellos en beneficio de los intereses más poderosos e influyentes.

Es de notar que el libertarismo doctrinalmente hace una diferenciación marcada entre propiedad meramente poseída cuya legitimidad podría ser discutible y propiedad legítimamente adquirida la cual es soberana. Esto porque el libertario no "defiende la propiedad" por sí misma sino la libertad individual y dentro de esta se encuentra el derecho de propiedad, que debe respetar el principio de no agresión, que en ciertos casos llevaría a colocar el derecho individual a la propiedad por encima de las consideraciones "estatales" sobre los títulos de propiedad. El libertarismo tradicionalmente aboga por la teoría de la propiedad-trabajo.

Teoría de la justicia

El libertarismo sostiene que inicialmente los agentes tienen propiedad total sobre sí mismos y poseen poderes morales para adquirir propiedad sobre cosas externas bajo ciertas condiciones. Normalmente se le concibe como una teoría de la justicia, en el sentido de los deberes que nos debemos a cada uno. Así entendido, el libertarismo guarda silencio sobre los deberes impersonales que podamos tener (i.e., deberes para con ninguna persona). El libertarismo puede entenderse como un principio básico o como uno derivativo. Por ejemplo, se le puede defender sobre una base de utilitarismo o sobre una de contractualismo.[8]​ Sin embargo, tal vez principalmente se le puede entender como una doctrina sobre derechos naturales (o incluso como una doctrina sobre el uso de la fuerza no consensual). La primera exposición conocida de algo cercano al libertarismo es atribuible a John Locke (1632-1704),[9]​ quien creía que en el Estado de naturaleza todos los individuos eran libres e iguales. En el Segundo tratado sobre el gobierno civil, Locke afirma que del derecho de propiedad sobre uno mismo deriva la libertad de mezclar el propio trabajo con los recursos naturales para constituir así la propiedad privada (apropiación original). Todo individuo tiene derecho a los frutos de su propio esfuerzo (teoría de la propiedad-trabajo).

La defensa contemporánea más influyente se encuentra en la obra de Robert Nozick.[10]​ Con la publicación del libro Anarquía, Estado y Utopía, Nozick, profesor de la Universidad de Harvard, se convirtió en el principal representante del liberalismo libertario contemporáneo. Nozick afirma que "los individuos tienen derechos, y hay cosas que ninguna persona o grupo puede hacerles sin violar esos derechos". Nozick parte de John Locke para justificar un Estado mínimo, encargado solamente de la seguridad y de la justicia. Enseguida, lanza una crítica a la célebre Teoría de la Justicia de John Rawls.

Por otra parte, Bertrand Russell calificó a su propio punto de vista como "liberalismo libertario" en polémica con el nacionalismo y con el militarismo imperantes durante la Guerra Fría; aun así esta declaración no se relaciona directamente con el liberalismo libertario o libertarismo sino que está relacionado a las simpatías de Russell por el anarquismo.

Derecha o izquierda

Los libertarios, integrados muchas veces en la derecha, donde usualmente se clasifica su filosofía propietarista y su liberalismo económico, sin embargo se desmarcan del conservadurismo, puesto que esta tendencia política contradiría los principios de libertad del individuo. No obstante sectores conservadores, especialmente en Estados Unidos, sostienen en mayor o menor medida los postulados libertarios en el aspecto económico y de reducción del poder estatal en beneficio de la libre empresa.

Las bases doctrinales del libertarismo suelen atribuirse al liberalismo clásico y al anarquismo filosófico. En sus orígenes entre los 60/70 el liberalismo libertario surge como una facción contracultural y antisistema de la derecha, basada en valores antiautoritarios compartidos con la originaria Nueva izquierda antiimperialista y con la anticomunista Old Right, como el antiestatismo y el aislacionismo antibélico, aunque caracterizándose en su espíritu individualista pro mercado.

Con frecuencia se concibe al libertarismo como una doctrina de "derecha", lo cual sin embargo no es preciso.[11]​ En cuestiones sociales más que en las económicas, el libertarismo tiende a ser de "izquierda". Se opone a la legislación que restringe las relaciones sexuales privadas consensuales entre adultos (e.g., el sexo homosexual, el sexo no marital, el sexo no convencional), a la legislación que restringe el uso de drogas, a la legislación que impone posturas o prácticas religiosas sobre los individuos, y al servicio militar obligatorio.[12]

Objetivismo y libertarismo

La relación entre la filosofía de Ayn Rand, el objetivismo, y el ideal libertario es compleja.

Por un lado, muchos libertarios han llegado al libertarismo tras sentirse inspirados por las novelas de Ayn Rand.

  • Ayn Rand sirvió de inspiración a muchos jóvenes durante los años 1950 y 1960. Gracias al impacto emocional de la exposición a favor de la Razón y del individualismo presentada por las novelas de Ayn Rand, estos jóvenes encontraron una defensa ética racional del capitalismo y del individualismo (egoísmo racional), y además evitaron el verse envueltos en los movimientos "irracionalistas" y "colectivistas" (en la lógica libertaria) de esa época (beatniks, existencialistas, hippies, New Left...). No es casualidad que Jerome Tuccille titulase "Normalmente comienza con Ayn Rand" ("It Usually Begins With Ayn Rand(1972)") su historia sobre el movimiento antiestatista pro-capitalista libertario durante los 1960 e inicios de los 1970.

Por otra parte, no todos estos jóvenes, aún inspirados emocional e intelectualmente por las novelas de Ayn Rand, se hicieron necesariamente estudiantes de objetivismo. Muchos de ellos incluso buscaron alianzas con la "New Left" estadounidense y con otros movimientos "antisistema".

En el Gráfico de Pournelle, el objetivismo es situado en el cuadrante superior izquierdo (alto grado de libertad y racionalidad), junto al libertarismo.

Institutos libertarios

Algunos de los más importantes institutos libertarios,

Referencias

  1. Liberty Fund, Inc. About our logo
  2. Diccionario para una sociedad libre y virtuosa, Acton Institute
  3. Woodcock, George. Anarchism: A History of Libertarian Ideas and Movements. Broadview Press, 2004.
  4. Anarquistas. Un siglo de movimiento libertario en España, de Dolors Marin.
  5. «A Note on Labels: Why "Libertarian"?». 
  6. Dean Russell, Who is a Libertarian?, Foundation for Economic Education, "Ideas on Liberty," May, 1955.
  7. The Achievements of Nineteenth-Century Classical Liberalism, Cato Institute, Cato University home study course module 10.
  8. Véase e.g., Narveson 1988.
  9. Véase Locke 1690.
  10. Véase e.g., Nozick 1974.
  11. Libertarismo: ¿de izquierda o de derecha?, por Sheldon Richman
  12. El Axioma de la No Agresión, M. Rothbard "The Libertarian Manifesto"

Véase también

Enlaces externos