Francisco de Orellana

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Francisco de Orellana

Busto de Orellana en Trujillo
Información personal
Nacimiento 1511
Trujillo, España
Fallecimiento c. Noviembre de 1546 (35 años)
cerca del delta del río Amazonas, hoy los estados brasileños de Pará y Amapá[1]
Causa de muerte Enfermedad Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Corona de Castilla
Religión Católico
Familia
Cónyuge Ana de Ayala
Información profesional
Ocupación Adelantado, Conquistador, Gobernador.
Conocido por Fundar la ciudad de Guayaquil,
descubrir el río Amazonas, pacificar, conquistar y poblar a Puerto Viejo en la costa ecuatoriana, donde intervino en su fundación, fue vecino y perdió allí uno de sus ojos.
Empleador Carlos I de España
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata

Francisco de Orellana (Trujillo, Extremadura; 1511-cerca del Río Amazonas, noviembre de 1546),[2]​ fue un explorador, conquistador y adelantado español en la época de la colonización española de América. Participó en la conquista del Imperio Inca y, en lo posterior, fue nombrado gobernador en diversas poblaciones. Se le consideró como uno de los conquistadores más ricos de la época.

En 1535 participó en la pacificación y fundación de Puerto Viejo donde desempeñó los cargos de regidor, alcalde ordinario además de teniente de gobernador y uno de los primeros vecinos. En 1537 Refundó la ciudad de Guayaquil, que había sido destruida por los indígenas nativos en varias ocasiones y reubicada por diferentes colonizadores españoles. Al año siguiente recibió el título de teniente de gobernador de Guayaquil. Después de terminar la reconstrucción de la ciudad partió hacia Quito y, junto a Gonzalo Pizarro, organizó una expedición que terminaría con el descubrimiento del río Amazonas.

Tras sobrevivir a la travesía del viaje por la Amazonia, partió de regreso a España donde fue acusado de traición por cargos presentados por Pizarro. Tras ser absuelto, organizó otra expedición, pero no contó con el capital ni con la aprobación necesarias. Por esta razón, se dedicó a la piratería y se dirigió nuevamente al Amazonas, donde junto a la mayor parte de su tripulación fallecieron sin ubicación específica a lo largo del río.

Biografía

Francisco de Orellana había nacido en Trujillo en 1511. Era un íntimo, de la familia de Francisco Pizarro. Viajó al Nuevo Mundo muy joven (1527), sirviendo en Nicaragua. Reforzó el ejército de Pizarro en el Perú (1535) y le sirvió en múltiples campañas, en una de las cuales perdió un ojo.

Durante la guerra civil entre los conquistadores en el Perú, se alineó con los Pizarro y fue enviado por Francisco Pizarro al mando de una columna desde Lima en ayuda de Hernando Pizarro. En 1538 fue nombrado gobernador de la provincia de la Culata, en la costa del actual Ecuador, donde reconstruyó y repobló Santiago de Guayaquil, que había sido recientemente destruida por los indios, anteriormente fundada por Pizarro y repoblada por Sebastián de Benalcázar.

Ecuador

Mapa de la expedición de Francisco de Orellana, 1539 a 1542. Mapa atribuido a António Pereira, un marinero portugués.

En 1540, Gonzalo Pizarro llegó a Quito como gobernador y le fue encargado por Francisco Pizarro organizar una expedición hacia el este, en busca del País de la Canela. Orellana supo de la expedición que organizaba Pizarro y se unió a ella. En Quito, Pizarro juntó una fuerza de 220 españoles y 4000 indios, mientras que Orellana, segundo al mando, fue mandado a Guayaquil para alistar más tropas y conseguir caballos. Pizarro partió de Quito en febrero de 1541, justo antes de que Orellana, con 23 hombres y caballos, se uniera a él.

Orellana no abandonó y se apresuró para unirse a la expedición principal, contactándola finalmente en el valle de Zumaco, próximo a Quito en marzo de 1541. Fue el tercer Teniente de Gobernador de Puerto Viejo después de haber asistido a su pacificación y fundación donde perdió un ojo, en las inmediaciones de la actual costa ecuatoriana, además de haber sido uno de los primeros célebres vecinos de Puerto Viejo. Por ello existen documentos que ameritan la estancia de Francisco de Orellana en los primeros cabildos coloniales de actuales ciudades ecuatorianas.

Exploración del Amazonas

Primer viaje europeo por el río Amazonas (1541-1542) (mapa interactivo).

Cruzaron los Andes. Al cabo de un año, ante la falta de resultados de la búsqueda, Gonzalo Pizarro y Orellana construyeron un bergantín, el San Pedro, para transportar a los heridos y los suministros, y siguieron los cursos de los ríos Coca y Napo hasta la confluencia de este con el Aguarico y el Curaray, donde se encontraron faltos de provisiones. Habían perdido 140 de los 220 españoles y 3000 de los 4000 indios que componían la expedición.

Acordaron entonces (22 de febrero de 1542) que Orellana prosiguiera en el barco en busca de alimentos río abajo. Le acompañaban unos cincuenta hombres. Incapaz de remontar el río, Orellana esperó a Pizarro. Finalmente envió a tres hombres con un mensaje y comenzó la construcción de un nuevo bergantín, el Victoria. Mientras tanto, Pizarro había vuelto hacia Quito por una ruta más hacia el norte, con sólo 80 hombres, los que quedaban vivos.

Orellana siguió río abajo. Al cabo de siete meses y un viaje de 4800 kilómetros, en los que navegó río abajo por el río Napo, el Trinidad (¿río Jurua?), el río Negro (bautizado por Orellana) y el Amazonas, llegó a su desembocadura (26 de agosto de 1542), y desde allí se dirigió costeando a Nueva Cádiz en la isla de Cubagua (actual Venezuela). La Victoria, llevando a Orellana y Carvajal, bordeó la isla de Trinidad por el sur y quedó varada en el golfo de Paria durante siete días, llegando finalmente a Cubagua el 11 de septiembre de 1542.

Fue en este viaje en el que el Amazonas adquirió su nombre. Se cuenta que la expedición fue atacada por feroces mujeres guerreras, similares a las amazonas de la mitología griega, pero es posible que simplemente luchara contra guerreros indígenas de pelo largo. Sin embargo, las crónicas del Padre Gaspar de Carvajal, cronista de Orellana deja muy claro que los indígenas que les combatieron estaban liderados por mujeres.

La fascinante Amazonia

Puesto que se desvanecía toda esperanza de reunirse con Gonzalo Pizarro, verdadero jefe de la expedición, Orellana fue elegido de forma unánime capitán del grupo. Se decidió construir un nuevo bergantín, al que se puso por nombre Victoria, y continuar por el río hasta mar abierto. Durante el trayecto, los heroicos exploradores arrostraron mil peligros, fueron atacados varias veces por los indígenas y dieron muestras de un valor extraordinario.

El viaje les preparó continuas sorpresas: árboles inmensos, selvas de lujuriosa vegetación y un río que más bien parecía un mar de agua dulce y cuyos afluentes eran mayores que los más caudalosos de España. Cuando dejaron de divisar las orillas de aquel grandioso río, Orellana ordenó que se navegara en zigzag para observar ambas riberas.

En la mañana del 24 de junio, día de San Juan, fueron atacados por un grupo de amerindios encabezado por las míticas amazonas. Los españoles, ante aquellas mujeres altas y vigorosas que disparaban sus arcos con destreza, creyeron estar soñando. En la refriega consiguieron hacer prisionero a uno de los hombres que acompañaban a las aguerridas damas, quien les relató que las amazonas tenían una reina que se llamaba Conori y poseían grandes riquezas. Maravillados por el encuentro, los navegantes bautizaron el río en honor de tan fabulosas mujeres.

El 24 de agosto, Orellana y los suyos llegaron a la desembocadura de aquella impresionante masa de agua. Durante dos días lucharon contra las olas que se formaban al chocar la corriente del río con el océano y, al fin, consiguieron salir a mar abierto. El 11 de septiembre llegaban a la isla de Cubagua, en el mar Caribe, culminando uno de los más apasionantes periplos de la historia de los descubrimientos.

Regreso a España

Busto de Francisco de Orellana en Guayaquil, Ecuador.

Desde Cubagua, Orellana embarcó hacia España. Sin embargo, tras una travesía difícil, llegó primero a Portugal, donde el rey le ofreció hospitalidad e incluso recibió ofertas para volver al Amazonas con una expedición abundantemente provista bajo bandera portuguesa.

El Tratado de Tordesillas había puesto toda la longitud del Amazonas bajo soberanía castellana, mientras que los portugueses consideraban la costa brasileña como de su entera propiedad. Sin embargo, Orellana continuó a Valladolid (mayo de 1543) con la esperanza de conseguir las reclamaciones castellanas sobre toda la cuenca del Amazonas.

Una vez en la corte, y tras nueve meses de negociaciones, Carlos I le nombra gobernador de las tierras que había descubierto, bautizadas como Nueva Andalucía (18 de febrero de 1544). Las capitulaciones le permitían explorar y colonizar Nueva Andalucía con no menos de 200 soldados de infantería, 100 de caballería y el material para construir dos barcos fluviales.

A su llegada al Amazonas, debía construir dos ciudades, una de ellas justo en la boca del río. Sin embargo, los preparativos se alargaron debido a la falta de fondos. Finalmente gracias a la financiación de Cosmo de Chaves, padrastro de Orellana, la expedición pudo partir. Poco antes Orellana se casa con Ana de Ayala, una joven de origen humilde que le acompañará en su nueva travesía.

Segundo viaje al Nuevo Mundo

Zarpa de Cádiz, pero es detenido en Sanlúcar de Barrameda, debido a que gran parte de su expedición estaba compuesta por no castellanos. Finalmente (11 de mayo de 1545), y escondido en uno de sus barcos, zarpa subrepticiamente de Sanlúcar con cuatro barcos. Uno se pierde antes de llegar a las islas de Cabo Verde, otro en el curso de la travesía y un tercero es abandonado al llegar a la desembocadura del Amazonas.

El desembarco se produce poco antes de las Navidades de 1545 y Orellana se interna unos quinientos kilómetros en el delta del Amazonas tras construir un barco fluvial. 57 hombres mueren de hambre y el resto acampan en una isla del delta entre indios amistosos. Orellana parte en un bote para encontrar comida y la rama principal del Amazonas.

A su regreso, encuentra el campamento desierto, pues los hombres habían construido un segundo bote y partido en busca de Orellana. Finalmente abandonaron y partieron costeando hacia la isla Margarita en el mar Caribe.

Muerte

Monumento a Francisco de Orellana en el Parque Nacional de Bogotá.

Orellana y su grupo siguieron tratando de localizar el canal principal, pero fueron atacados por los nativos caribes. Diecisiete murieron a causa de las flechas venenosas y el mismo Orellana murió poco después, en noviembre de 1546.

Cuando los supervivientes del segundo bote llegaron a la isla Margarita, se encontraron con 25 compañeros, incluyendo a Diego Garcia de Paredes y Ana de Ayala, que habían llegado en el cuarto barco de la flota original. Un total de 44 supervivientes (de 300 que habían partido) fueron finalmente rescatados por un barco español. Muchos de ellos se asentaron en Centroamérica, Perú y Chile, mientras que Ana de Ayala se casó con otro superviviente, Juan de Peñalosa, con el que vivió hasta su muerte en Panamá.

En la actualidad, una provincia de Ecuador recibe el nombre de Orellana. Igualmente, en el distrito «Las Amazonas» (en el río Napo), provincia de Maynas del departamento de Loreto, en Perú, existe una localidad llamada «Francisco de Orellana».

Fuentes

  • La fuente fundamental de la primera expedición fue escrita por fray Gaspar de Carvajal, el capellán que acompañó a Orellana en su primera exploración del Amazonas. Se trata de la Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande que descubrió por muy gran ventura el capitán Francisco de Orellana. La Relación no fue publicada completa hasta 1895 por el erudito chileno José Toribio Medina, como parte de su obra Descubrimiento del Río de Las Amazonas. Más tarde, en 1934, fue extensamente revisada por H. C. Heaton.
  • El cronista de Indias Gonzalo Fernández de Oviedo (1473-1557), vecino de Santo Domingo, dio a conocer el viaje de Orellana y Carvajal en una carta al Cardenal Pietro Bembo, fechada el 20 de enero de 1543[3]​ en un resumen que fue traducida al italiano y publicada en la recopilación de Giovanni Battista Ramusio, (1485-1557) Navegationi e Viaggi, tomo 3.[4]
La Relación entera de Carvajal fue compilada y comentada por Oviedo en la tercera parte de su Historia general y natural de las Indias la Tercera Parte, libro L, capítulo XXIV que fue publicada por primera vez en el año 1855.[5]
  • El cronista de Indias, Antonio de Herrera (1549-1626) relata en su Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas i Tierra firme del Mar Océano (década VII, libro IX, caps. VIII-IX) la segunda expedición de Orellana al Amazonas y su muerte.

En la cultura popular

Francisco de Orellana aparece como parte del hilo conductor de la cuarta entrega de la saga Indiana Jones, (Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal), aunque muchos de los datos afirmados en la película sobre Orellana son inexactos, o directamente, falsos.

Para empezar, Orellana no fue buscando la mítica ciudad de El Dorado, como se afirma en el filme. Además, Indiana Jones afirma, en la película, que Orellana no regresó jamás a España, dato falso, pues fue acusado por Francisco Pizarro de alta traición y juzgado en España, siendo exonerado.

Por otro lado, Orellana desapareció en el Amazonas, no en Perú, como se afirma en el filme.


Predecesor:
Capitán Gonzalo de Olmos

(Teniente Interino)

Conquistador, Pacificador, Vecino de la Villa Nueva de San Gregorio de Puerto Viejo; Regidor de la Villa Nueva de Puerto Viejo, Capitán General y Teniente de Puerto Viejo y su jurisdicción. Destituido en su ausencia.

1537-1544
Sucesor:
Capitán Hernando de Bachicao

(Teniente de Gobernador y Justicia Mayor)

Referencias

  1. «Enciclopedia Británica» (en inglés). Consultado el 22 de enero de 2019. 
  2. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Britannica
  3. Cro, Stelio (1982) «La correspondencia epistolar entre el Cardenal Bembo y Fernández de Oviedo; implicaciones históricas». En Francisco Solano y Fermín del Pino (eds.): América y la España del Siglo XVI, 1: 53-64, Madrid.
  4. Ramusio (1606), p. 345.
  5. Oviedo (1855), Tomo IV, p. 541.

Bibliografía

Fuentes primarias

Fuentes secundarias

  • Cro, Stelio (1982) «La correspondencia epistolar entre el Cardenal Bembo y Fernández de Oviedo; implicaciones históricas». En Francisco Solano y Fermín del Pino (eds.): América y la España del Siglo XVI, 1: 53-64, Madrid.

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