Caballo chileno

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El caballo chileno, también conocido como corralero o criollo chileno, es una raza de caballo presente en las zonas rurales de Chile, sobre todo en la zona central y sur de este país. Presenta una musculatura especializada para la velocidad y una adaptación para una vida en áreas montañosas. Sus cascos son fuertes y su doble capa de pelo lo hace muy adaptable a climas fríos así como a cálidos y secos.

Es utilizado para diversas actividades ganaderas, como para acarrear ganado. Debido a su mediana alzada es especial para la práctica del rodeo chileno.

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Un caballo chileno y su jinete en una prueba de movimiento de la rienda.

Historia

Los caballos arribaron a América en 1493 en el segundo viaje de Cristóbal Colón, llegando a la Isla Española.[1]​ Desde ahí se multiplicaron para posteriormente reunirse en gran número en Jamaica y México, lugares desde donde la corona concedió los caballos suficientes a los conquistadores para llevar a cabo sus expediciones al interior del continente americano. Estos caballos eran de raza española y eran principalmente de 3 tipos: El caballo español de Castilla, el caballo andaluz y el caballo Tipo Jaca y Rocín.

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Los primeros caballos fueron introducidos en Chile por el conquistador Pedro de Valdivia desde el Virreinato del Perú.

Los orígenes del caballo chileno se remontan al año 1540, cuando el conquistador Pedro de Valdivia introdujo desde el Virreinato del Perú en su expedición los primeros 75 ejemplares entre potros y yeguas, con los que cruzó la cordillera; en la expedición, realizada en época de poca nieve para intentar reducir la dificultad del recorrido, Valdivia perdió buena parte del ganado.[1]​ Tres años más tarde, Alonso de Monroy trajo 70 productos más, los que se incrementaron con 4 remesas que llegaron desde el Cuzco, Perú, que en menos de 7 años conformaron una masa caballar de alrededor de 500 equinos, población que fue reforzada y mejorada con la inclusión de 42 reproductores escogidos de propiedad del Gobernador García Hurtado de Mendoza. Estos animales eran de pequeña alzada, pero su descendencia se mezcló con animales de mayor tamaño y con el transcurso de los años esta población relativamente aislada conformó una nueva raza.

En 1544 se consolida el caballo en el territorio chileno: esto se produce gracias al establecimiento del primer criadero del país a cargo del padre Rodrigo González Marmolejo, quien con sus propias yeguas seleccionadas establece su crianza en los sectores de Melipilla y Quillota.

En 1585 los guerreros araucanos incorporaron a sus filas al caballo gracias al genio de Lautaro. Más tarde se convertirían en jinetes más valientes y expertos, superando en muchos casos a conquistadores españoles.[1]

El devenir del caballo en Chile continuó con la época de la Colonia, cuando el país se dividía en dos grandes zonas: una zona de paz, eminentemente agrícola y ganadera, ubicada entre Copiapó y Bío-Bío, y una zona de guerra, desde Bío-Bío a Los Llanos de Osorno. En esta época el auge del caballo fue aumentando, y comenzó a decrecer cuando sobrevino la Guerra de la Independencia y los ataques a las manadas de españoles y hacendados por parte de los patriotas.[2]

En 1820 el caballo chileno se comenzó a perfilar con tres tipos definidos por sus usos: el de paseo o de lujo, constituido por ejemplares de contextura gruesa y corpulenta; el de paso o viajero, que era un caballo de pechos algo más angostos, cruz baja y muy andador; y el de trote o marcha, utilizado para faenas agrícolas y por el Ejército.

Registro Genealógico

En 1893 un grupo de criadores, encabezado por Raimundo Valdés, preocupados por la introducción de maquinaria que reemplazaba al caballo y hacía disminuir su crianza en el país, pidió la apertura de un registro de raza pura. Es así como en ese año se inauguró oficialmente el registro del caballo chileno, cuando la formalización de las razas caballares era una idea que no existía en América. Esto convierte al Caballo chileno en la raza con registro más antiguo en Sudamérica, teniendo también el tercer registro más antiguo en todo el Hemisferio Occidental.[3]​ Entre 1893 y 1900 se lograron inscribir un total de 262 productos.

Disminución y recuperación

Una vez consolidada esta raza fue ocupada principalmete para trabajos agrícolas y ganaderos; sin embargo a fines del siglo XIX hubo una disminución en el tamaño de las propiedades agrícolas debido a que aparecieron máquinas trilladoras que dejaron obsoletas a las yeguas que servían para este propósito.[4]​ También la aparición de los ferrocarriles y automóviles substituyeron al caballo como un medio de transporte; y la introducción de razas equinas especializadas en funciones de tiro, carruaje o carreras, disminuyeron la importancia del caballo del país.

Sin embargo el rodeo chileno en esos tiempos crecía en popularidad y mejoraba su organización. El rodeo tenía como regla que sólo podían participar en ellos caballos de auténcica raza chilena, ya que sus características son las más aptas para la práctica de este deporte. Este hecho significó que la gente que practicaba este deporte criara exclusivamente caballos chilenos y se fue recuperando la raza hasta consolidarse como tal.

Realidad actual

Hasta el año 2002 esta raza de caballos era conocida sólo como "caballo chileno", sin embrago ese año se unió con las razas vaqueras de países vecinos a Chile. Los criadores de caballos criollos comparten el deseo de los criadores de caballos chilenos de conservar los caballos vaqueros. Es por esto que esta raza se comenzó a llamar en forma no oficial "Criollo Chileno". Sin embargo estas dos razas son distintas ya que los caballos chilenos tienen descendencia del Virreinato del Perú.

Por decreto supremo esta raza de caballos está a cargo de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos,[5]​ entidad que regula la correcta inscripción de los caballos chilenos. El objetivo de esta federación es reglamentar, difundir y mantener pura la crianza de la raza chilena de caballos. Su actual presidente es Agustín Edwards Eastman.

Características

La función principal de los caballos chilenos hasta la irrupción del automóvil y las prácticas modernas de ganadería era servir como medio de transporte y como montura de quienes trabajaban con ganado, por ello la selección estaba orientada a producir animales ágiles, resistentes y de tamaño mediano.

La alzada del caballo chileno es mediana, por lo general no supera los 145 centímetros, esto ayuda a que al momento de atajar un novillo lo haga con el pecho y no con las manos. El promedio de la alzada es de 1,42 metros en los machos y 1,40 en las hembras, además la amplitud de su perímetro toráxico fluctúa entre desde 1,62 a 1,82.

La cabeza es "acarnerada", muy parecido al caballo español.[6]​ El perfil curvo comienza desde la base de la frente en la línea que une ambos ejes. Las orejas son pequeñas a medianas y móviles, de regular textura y tienen los ollares dilatados y los ojos son vivos y ligeramente cubiertos por la arcada orbital. El cuello es corto y muy grueso, además está fuertemente insertado en la paleta. La frente es completamente plana. Las crines, tanto en la cola como en la tusa, son abundantes, gruesas y ondeadas. Los cascos, por su parte, son chicos y cerrados en los talones y por lo general son de color negro. Las ancas son dobles y caídas, tiene su cola insertada muy abajo y sumida entre las nalgas. Presenta pechos grandes y duros y sus extremidades son cortas. Existen diversos colores en los caballos, en general se aceptan todos los pelajes, de preferencia tapados, eliminando definitivamente los albinos totales o parciales. El parecido que tiene el caballo chileno con el caballo árabe se debe a que hasta 1492 España estaba invadida por los musulmanes y es probable que se halla producido una mezcla entre caballos árabes y españoles, dando como resultado una sola raza de caballos.

La piel extremadamente gruesa, con crines abundantes y ondulados, y además con poca cerneja. Debido al grueso de su piel, el caballo chileno no tiene mayores problemas en los climas más fríos, sobre todo en los de montaña. Cabe señalar que Chile posee en gran parte de su territorio un clima de montaña frío, debido a la presencia de la Cordillera de Los Andes desde el norte hasta el extremo austral de su territorio.

Al igual que el resto de las razas criollas de caballos, el caballo chileno es extremadamente rústico. Su metabolismo es bajo, es muy sufrido, tiene buen sistema inmunológico y además cuenta con una gran capacidad de recuperación. Su jinete es el huaso, típico habitante rural de la zona central de Chile.

Sello de raza

En todos los rodeos de Chile antes de comenzar la Serie de campeones o champion los jinetes pasean a sus caballos alrededor de la medialuna y un juez elige al sello de raza que es el caballo que presenta la mayor pureza racial.[7]​ El sello racial está expresado preferentemente en las características y perfiles del cráneo. El carácter de acampamiento, fuerza vital, mirada, calidad de las crines (en longitud, densidad y grosor en la región del moño, gatillo y cola) y otros aires que sin influir mayormente en la anatomía y fisiología del animal, le dan carácter típico.

La elección de este ejemplar consisiste en una formación que hacen los jinetes con sus caballos alrededor de la medialuna. En el centro se ubica el jurado que elige tres candidatos para que pasen al frente. Una vez en el centro de la medialuna, el jurado los examina en forma rigurosa y elige al que represente en mejor forma la raza chilena de caballos. Este premio es muy importante para los criadores y dueños de caballos en general ya que un caballo sube su precio si ha sido elegido "sello de raza" en algún rodeo. La vitrina para la venta del caballo aumenta según la importancia del rodeo, por ejemplo si un ejemplar gana el "sello de raza" en el Campeonato Nacional de Rodeo su valor aumenta considerablemente.

Criaderos

Los criaderos son lugares donde nacen y se crian caballos de cierta raza. En Chile existen más de 7.000 criaderos de caballos chilenos diseminados a lo largo de su territorio. Entre ellos una gran cantidad obedece a pequeños criadores cuya producción de crías no supera un ejemplar anual. Sin embargo, existen otros criaderos con crianzas de mayor envergadura que cuentan con varios reproductores y significativos planteles de yeguas madres o vientres que producen numerosas crías.

La función principal de los criaderos es criar caballos para la práctica del rodeo. Algunos criaderos además de lo anterior, están afiliados a la Federación del Rodeo Chileno y sus caballos son corridos por jinetes que representan al criadero en los distintos rodeos disputados en Chile.

Los criaderos que han tenido más ejemplares que han sido campeones nacionales son el Santa Isabel y el Santa Elba.[8]​ El Criadero Santa Isabel es propiedad de Agustín Edwards y el Santa Elba era de Ramón Cardemil, quien montaba a sus pripios ejemplares.

Caballos destacados

Durante las distintas versiones del Campeonato Nacional de Rodeo han destacado numerosos caballos, logrando títulos, montados por destacados jinetes. Cabe destacar a los potros "Bellaco", "El Huila", "Reservado" y "Talento"; a los caballos "Ángamos", "Avispado" y "Tabacón" y a las yeguas "Pelotera", "Percala" y "Pichicucha". También se puede destacar caballos que han destacado en el movimiento de la rienda como "Pelotera", "Cachupín" y "Carretero". El productor que ha dado mejores crías, en cuanto a campeonatos nacionales se refiere, es "Estribillo", que fue considerado como el "mejor reproducor del siglo XX".[9]

La mezcla de esta raza de caballos con razas de caballos ingleses purasangre ha dado notables ejemplares. El ejemplar más famoso es "Huaso", que en 1949 logró el récord mundial de salto alto a caballo, montado por el Capitán de Ejército Alberto Larraguibel, logrando saltar un obstáculo de 2,47 metros y que hasta el día de hoy no ha sido batido.[10]

Véase también

Referencias

  1. a b c Breve historia del caballo chileno
  2. Criaderos de caballos chilenos El caballo chileno, un poco de historia.
  3. The Chilean Horse
  4. El criollo chileno Por Randall Ray Arms.
  5. Registro genealógico del caballo chileno
  6. Genética Bioplanet.
  7. ¿Qué es el sello de raza? Página oficial de la Federación del rodeo y de ciadores.
  8. La Batalla de los Genes Página oficial de la Federación del rodeo y de ciadores.
  9. Estribillo: El reproductor del siglo Caballo y rodeo
  10. El gran salto a la historia

Enlaces externos