Diferencia entre revisiones de «Inmigración croata en Chile»

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Archivo:Croatia, Historic Coat of Arms.svg
Escudo antiguo de los Croatas

La inmigración croata es una de las inmigraciones europeas más importantes en Chile. En la actualidad bordea, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Chile, los 380.000 descendientes, lo cual equivale al 2,4% de la población del país.[1][2]​ Otros autores afirman, en cambio, que cerca del 4,6% de la población chilena tendría algún origen croata,[3]​ siendo el segundo país del mundo con mayor número de descendientes de croatas luego de Bosnia.

Historia

Los primeros inmigrantes, provenientes desde la región de Dalmacia, llegaron a mediados del siglo XIX escapando de las guerras desatadas en esa zona o simplemente por pestes ocurridas en las islas del Mar Adriático. Las mayores concentraciones de croatas se encuentran en Antofagasta y Punta Arenas, pero también existe una gran concentración en Santiago, debido a que muchos descendientes de inmigrantes se trasladaron posteriormente a la capital.

Arturo Givovich, es considerado el primer croata registrado en Chile. Llegó en el siglo XVII como enfermero en un buque pirata inglés de sir Francis Drake. Por amor a una joven chilena habría abandonado a los piratas y se queda en tierra. A mediados del siglo XIX tres marineros croatas oriundos del litoral dálmata, Antonio Letic, Antonio Zupicic y Esteban Costa (Kosta), son contratados por la Armada Nacional chilena, y son destinados a la dotación del queche Magallanes, arribando con él a las aguas del Estrecho de Magallanes en misión de abastecimiento y relevo del Fuerte Bulnes, erigido desde hace pocos meses, en octubre de 1843.

En un comienzo, en Punta Arenas los inmigrantes croatas se dedicaron a trabajar en las estancias o a la explotación de oro, que se encontraba en el Cañón Baquedano principalmente. En el norte de Chile, por su parte, se dedicaron a la explotación del salitre.

Diversas instituciones creadas por la colonia croata han persistido, como clubes, estadios, gimnasios, colegios, instituciones de beneficencia, entre otras. Las ciudades de Punta Arenas y Antofagasta son ciudades hermanas de la ciudad de Split, en Dalmacia.[4]​ De acuerdo a Ivo Boric es posible dividir la historia de la inmigración croata en Chile en cuatro períodos. El primero, de 1864 a 1890, caracterizado por un escaso volumen de inmigración. El segundo, de fines del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial, corresponde al periodo de inmigración masiva. El tercero, en el período entre guerras (1920 a 1939), en el cual vuelve a decender el volumen de inmigrantes. Por último, el cuarto (1946 a 1956) corresponde al período en el cual la inmigración decae, y solo un pequeño grupo de croatas se establece en Chile.[5]

Entre los años 1864-1956 se estima una inmigración de alrededor de 58.000 croatas a Chile.[6]

Los croatas en el norte de Chile

El grueso de los inmigrantes croatas llegaron al norte de Chile en el período comprendido entre fines del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial. En consecuencia, la colonia croata en Chile oficialmente era considera austro-húngara[7]​ . Al estallar la guerra en 1914, las empresas saliteras de propiedad de inmigrantes croatas fueron consideradas propiedad de ciudadanos de un país enemigo, por parte de los Aliados, incluyendo en una "Lista Negra". Paralelalmente, desde comienzos de la guerra llegan a Chile algunos emigrados y refugiados políticos croatas, eslovenos y serbios, que eran residentes en París y Londres, junto con miembros del gobierno serbio en exilio. En lo básico, en esto consistía la llamada "Idea Conductora" (Misao Vodilja) del "Comité Yugoslavo", en el que ingresaron, por iniciativa propia, los doctores Trumbic y Supilo, y el escultor Ivan Mestrovic.

En 1916 se realizó en Antofagasta un congreso de "Obrana", convocado para hacer conocer a los delegados asistentes los alcances de la "Idea conductora", y determinar, a su vez, cuál habría de ser el camino que seguiría la colonia a partir de entonces. Según lo manifestara Jorge Petrinevic en 1956, la mayoría de congresistas aceptó los términos de "idea conductora"; no así, sin embargo, ciertos delegados encabezados por Milivoj Paravic, quienes estuvieron de acuerdo con los objetivos de la política de guerra aliada, especialmente con el punto que se refería a la liberación de pueblos oprimidos por Austro-Hungría, pero dejando puntualizado que ni Antofagasta, ni París, ni Londres eran lugares apropiados para tratar sobre el futuro de Croacia. Hasta aquí el papel que le tocó desempeñar a Francisco Petrinovic en un momento crucial para la vida de la colonia croata en Chile.

La colonia croata al sur de chile

Tumba croata en el Cementerio Municipal de Punta Arenas, Chile.

Llos hermanos Bonacic Doric fueron los fundadores del primer astillero naval no solo de Punta Arenas sino de todo Magallanes, conocido con la denominación "Astilleros Navales Bonacic Hnos. y Cía.", pioneros de la industria naval del sur chileno. Al geólogo Gregorio Tomasevic le tocó ser descubridor de ricos yacimientos cupríferos en Cuter Cove. Pedro Svilicic es nombrado miembro del Consejo Civil y Naval, y participa en el gobierno del territorio. Con su iniciativa se llevan a cabo importantes obras públicas. Pedro Hrdalo funda el primer periódico del territorio, "El Magallanes". Colaboraron en el mismo Jorge Jordan, Lucas Bonacic Doric y Juan Arsic. Además, a iniciativa de Jordan surge la "Sociedad de Bomberos Dalmacia", integrada en su totalidad por hombres de la colectividad, y sostenida por ésta. A fines de la misma década de 1890 algunos miembros de la colectividad comenzaban a dedicarse a la cría de ganado.Entre los artífices del nuevo milagro socioeconómico cabe destacar a Francisco Brzovic, Antonio Mimica, Felipe Turina, Natalio Simunovic, Jorge Zmirak, Amtonio Tafra, Antonio Marusic, Jorge Jordan, los hermanos Katunaric, los hermanos Goic y Vicente Kusanovic.

A partir de 1900 ya era notable la presencia de inmigrantes croatas en todo el territorio magallánico. Su fuerza numérica, por otra parte, aumentaba cada año, residiendo en su mayor parte en Punta Arenas. No hubo una sola actividad social, cultural o económica en las que ellos no estuvieran representados.[8]​ Según Memoria Chile, en 1914 se contabilizaba 2.000 croatas en la región, cifra que representaba cerca de un 30% de los extranjeros y el 10% de la población de Magallanes.[9]

Sin embargo, fuera de Chile, de todo esto muy poco se sabía en el mundo. Poco se sabía inclusive en países del continente. En efecto, en 1955 encontróse el que escribe, en un café de la calle Bandera, de Santiago, con dos periodistas que acababan de visitar aquella ciudad sureña. Como quien supiera demasiado, afirmaban que no era difícil advertir la obra transformadora realizada por la colectividad "Yugoslava". En sus libretas de anotaciones tenían registradas obras que más les habían llamado la atención, y nombres de personas a las que esas obras se debían en realidad, pero que no eran registradas como croatas. Una verdadera ensalada. Como era natural se les advirtió que carecía de base y de seriedad todo lo anotado; que las realizaciones en el campo urbanístico, industrial, comercial, ganadero, naviero, cultural y tantos otros, eran debidas, en un alto porcentaje, a los integrantes de la colonia croata; Quelos Zambelic. Paravic, Sgombic, Jordan y Bonacic Doric, registrados en sus cuadernos con otra nacionalidad, eran todos croatas, y que, además, ello no era un secreto para ningún vecino de Punta Arenas.

No fue posible averiguar si aquellos dos periodistas publicaron lo que llevaban anotado. Si lo hicieron, y si convencieron, ello se pudo deber al menos en parte, a que los croatas no hicieron conocer la única verdad. Y es hora de hacerlo. El mundo debe conocer a la Croacia emigrada con la imagen hasta hoy casi ignorada; debe conocerla con la imagen de un ejército de paz, formado por más de 50 mil de sacrificados trabajadores, empresarios, industriales, inventores, científicos, profesionales, artistas y sabios; emigrados a Chile el ejército que no hizo ni hará conquistas que nada destruyó ni destruirá, sino, que ayudó a construir la grandeza de ese mismo mundo.

Después de 1920 un importante número de croatas residentes en el territorio de Magallanes se desplazó hacia distintos puntos del centro del país. Como consecuencia de los desplazamientos, más las bajas producidas por fallecimientos, en 1939 el número de afincados en dicho territorio había descendido. El mismo fenómeno tuvo lugar en el norte, muy acentuadamente después de producidas las ventas de empresas salitreras. Por esta razón, las colonias de Iquique y Antofagasta, otrora muy numerosas, apenas si eran algo más que simbólicas. Pero al mismo tiempo, las migraciones aludidas, y la incorporación de 9.500 nuevos inmigrados, revitalizaron a las pequeñas colonias existentes en La Serena, Valparaíso, Llolleo, San Antonio, Talca, Rancagua, Valdivia y otros puntos, aumentando considerablemente a la más numerosa entre ellas, la de Santiago. Cabe señalar que durante los tres períodos inmigratorios, el tercero de los cuales terminaba precisamente en 1939, el total de ingresados croatas se acercaba a 52.000.

Vida social y cultural de la vieja colonia

La colonia croata en Chile, ya desde su fundación, no se destacó como una comunidad creativa tan solo en el terreno material; ella hizo innegables aportes al medio en que se desenvolvía también en el terreno social y cultural. Al mismo tiempo, se destacaba sobresalientemente entre colonias hermanas, esparcidas por el mundo, en el quehacer patriótico.

En efecto, en 1885 fue fundada en Punta Arenas la "Sociedad Dálmata", como centro de reunión de la colectividad. Cinco años más tarde, a iniciativa de Juan Simón Paravic, Pedro Zambelic, Felipe Turina, Jorge Jordan, Jorge Zmirak, Antonio Peric y Lucas Bonacic Doric (autor del libro "El oro maldito"), fue organizada la "Sociedad Croata de Socorros Mutuos", cuya finalidad consistía en socorrer a enfermos y ayudar a menesterosos de la colectividad. En 1901, la nueva institución construye su sede social y el mausoleo. Ese mismo año fue organizado el conjunto orquestal "Tomislav", siendo su director el profesor de música Juan Lokmar. Cooperaron con Lokmar el periodista Miroslav Tartaglia y el profesor Gasic.

En 1906, a iniciativa de hombres entusiastas y activos, como lo fueron Milivoj Paravic, Juan Pavlov, Juan Trutanic, Jorge Jordan, Juan Skarmeta, Lucas Njiric, Slavko Brncic, Pedro Goic, Mladen Paravic, Pedro Eterovic, Mateo Bencur, Lucas Bonacic Doric, Jorge Kamnelic y otros más, fue fundada la sociedad "Hrvatski Sokol" (El Halcón Croata). Los halcones, o "sokolinos" como se los prefería denominar, practicaban cultura física y deportes en general.el día 30 de abril, en recordación de la decapitación, por parte de austríacos, de patriotas croatas, Petar Zrinski y Krsto Frankopan.

En la misma ciudad de Punta Arenas, la colonia croata llegó a contar con su periodismo propio. En 1906 vio la luz su periódico "Domovina" (La Patria), que fundara el periodista Miroslav Tartaglia, formando parte del cuerpo de colaboradores Lucas Bonacic Doric, el doctor Mateo Bencur, Jorge Jordan, Pedro Grasic, Juan Ansic y Pedro Marangunic. "Domovina" fue un órgano muy querido por la colonia, pues era un medio para cultivar la lengua materna, y mantener encendido el fuego del ideal patria.

En medio de tan numerosa y activa colonia, en medio de tantas instituciones, no podía faltar la presencia de la mujer croata. En efecto, en 1912, a iniciativa de Josefina Mikulicic de Paravic, Apolonia Juricic de Paravic, Apolonia Juricic y María Ansic, surgió en Punta Arenas la nueva institución consistía en realizar periódicamente fiestas sociales y sociedad "Hrvatska Zena" (La mujer croata). La labor principal de la patrióticas, llevar cabo obras benéficas y enseñar el idioma croata a hijos de residentes. En 1916, con el propósito de reafirmar su carácter de institución patriótica, "Hrvatska Zena" adopta el nombre de la heroína nacional croata Katarina Zrinski.

La imagen de la colonia entre los años 1946 1956

Entre 1946 y 1956 no hubo una gran emigración de croatas hacia Chile, y los grupos no muy numerosos que ingresaron procedían desde Yugoslavia y también de campamentos de refugiados de Austria, Alemania e Italia. Los nuevos inmigrados, no representaba, de modo alguno, un aumento notable en las familias de la colonia, pues, por causas naturales su número seguía disminuyendo. Así, en 1956, el total de residentes croatas en todo Chile era calculado en 12.000, y estos fueron fundiéndose en sociedad chilena, destino final de toda inmigración. Ese mismo año 1956 continuaban desarrollando sus actividades, en forma no muy dinámica, la institución "Jadranska Vila" y el "Club Croata", y se editaba la revista ilustrada "Jadran", en los tres casos en Santiago. En el campo cultural la colonia fue bien representada por los profesores universitarios Fertilio, Rebune y Weissenberger.

Brač una isla "chilena" en la costa Dálmata

En la costa de Dalmacia, con sus mil islas de roca blanca cubiertas de viñedos, pinares y olivos, existe un pequeño Chile. Pocas son las casas, familias o pueblos que no tienen uno de sus miembros en América, especialmente en Chile. El nombre de Chile al contrario de otras partes de Europa donde es casi desconocido y hay que aclarar que queda en el Pacífico y que su capital no es Montevideo sino Santiago es querido y admirado por muchos dálmatas como el de una segunda patria.[10]

Pequeños barcos hacen la carrera de las islas llevando pasajeros y correspondencia: no son pocas las madres, amigas, hermanas o abuelas cuyos ojos se llenan de lágrimas al recibir carta con el conocido franqueo chileno cartas que muchas veces contienen alguna ayuda en dinero. En ciertas islas, el 18 de Septiembre se celebra con el entusiasmo de una fiesta nacional. Para esa ocasión, en Brac, Hvar o Kócula, la bandera de Chile flamea desde más de algún viejo balcón de piedra tallada que mira al mar Adriático.

En esta época del año es imposible llegar desde Sarajevo, en el centro de Yugoslavia, hasta Dubrovnik, la principal ciudad del sur de Dalmacia, de otro modo que en un autobús que se demora 15 horas en recorrer quinientos kilómetros, tan quebrado es el terreno, tan complicado el camino que se retuerce entre cerros y lagos, atravesando bosques nevados, hasta bajar al Adriático.

En Dalmacia (Croacia) se sabe más de Chile que cualquier otro país de América nose sabe una cifra exacta de cuantos croatas emigraron a Chile pero si se tiene certeza que es unas de las corrientes inmigratorias más numerosas que se tiene conocimiento hasta hora de Croatas hacia América.[11]

Sloboda primer diario croata en Latinoamérica

La publicación del Sloboda. El primer número de Sloboda salió el primero de marzo de 1902, en Antofagasta. Fue el primer periódico de los inmigrantes croatas en Latinoamérica.

Los inmigrantes croatas en Chile realizaron una extensa tarea periodística a a partir de 1902, en la que se cuentan más de 50 periódicos, publicaciones y boletines. El puesto número uno se lo lleva ampliamente, el Sloboda -Libertad, editó 400 números en Antofagasta y más tarde, otros 47 en Santiago de Chile. Aun hoy sus originales se encuentran en la Biblioteca Nacional y Archivos de Santiago. Era editado en la "Imprenta Dálmata", propiedad de Krstulovic.

Al principio salía los miércoles y los sábados, luego una vez a la semana.

En el primer número del mismo dice "Saludo a los lectores, Sloboda será el que va unir a los Croatas, llevar a cabo la lucha para la libertad. Juntar Croatas para defender sus intereses materiales y morales. El pueblo croata debe gozar los hermosos días de su libertad".

El semanario está escrito completamente en croata, pero hay una parte dirigida al pueblo chileno para que entienda la lucha croata por su independencia a través de los siglos. En ese número, en la versión en castellano Krstulovic explicó los objetivos de Sloboda: "esos vecinos que llaman austríacos, son croatas quienes tienen su idioma propio, su historia, cultura, su identidad". Explicar esta realidad fue relevante para aquellos croatas que se llamaban a sí mismos "austríacos" quienes no sabían diferenciar la ciudadanía y la nacionalidad. Krstulovic argumentó que "cuando Croacia estuvo bajo Francia, a nadie se le ocurrió llamarse por ello franceses".

El trabajo de formación de compatriotas realizado por Krstulovic lo llevó a fundar una Escuela croata en su propia casa en 1904, siendo la Primer Escuela Croata en Chile, aunque este proyecto no permaneció en el tiempo.

Su hijo mayor, Bozo Natalio, falleció en 1906, quien era su mano derecha tanto en la lucha política como en el trabajo de imprenta. Para Ivan la muerte de su hijo fue inconsolable, interrumpió la exitosa edición del Sloboda, vendió todos sus bienes y se marchó a La Serena y luego a Santiago de Chile.

Allí instaló otra imprenta. Progresó rápidamente con el apoyo de sus hijos. Adquirió dos librerías, editó "El Almanaque Zigzag" y "Anuario de Chile".

Por esos momentos, un nuevo desafío lo animó: la yugoslavización hecha por el Comité Yugoslavo de Londres: nuevamente la soberanía e identidad croata, idioma, cultura y la historia deberían someterse a los intereses del futuro Estado Yugoslavo, en el cual el Rey de Serbia era el soberano. La política en su Croacia estaba dirigida por el Comité Yugoslavo de Londres y el sector de su organización política llamada la "Defensa Nacional Yugoslava" en América del Sur financiaba al Comité de Londres durante la Primera Guerra. Ante la situación en su tierra natal, Ivan reedita Sloboda durante un año, 1918, se publicaron 47 números. Con seguridad, su actitud de luchador le trajo aparejados muchos problemas políticos y humanos, junto con sus partidarios.

El desafío de Sloboda fue que "el pueblo eslavo se libere de la tiranía y persecuciones, de perseguidores y opresores de los derechos nacionales y sus máximas... los héroes y mártires croatas Zrinjski i Frankopan quienes pagaron sus ideales nacionales con su propia vida".

Por ello, Sloboda fue de amplio liderazgo del Partido Nacional, Ante Starcevic.

Sin embargo, Krstulovic en algún momento aceptó la idea de Yugoslavia -organizó la sucursal de la DNY "Triglav" en Santiago, en 1918, pero con la consigna de que "ese país de los eslavos del sur debe ser federativo, garantizando la libertad a cada nación federal de cultivar su idioma, cultura, historia y costumbres". En la práctica concreta estas condiciones no se dieron hasta 1991 con la reciente Independencia de la República de Croacia.

Krstulovic, en su afán incansable de la lucha por la libertad, intentó retornar a su Patria, fracasando. Falleció solo, enfermo y casi ciego, ignorado y políticamente olvidado. lvan Krstulovic Kevesic falleció en la madrugada del 8 de setiembre de 1920.

En 1924 numerosos miembros de la colonia yugoslava residente en Santiago, le rindieron homenaje a su compatriota yugoslavo.

Algunos inmigrantes croatas y descendientes destacados

Véase también

Referencias

  1. Diaspora Croata.
  2. hrvatski.
  3. Libro «Ludi Keko i Luka Milić, kirurg» de Nicolás y Domingo Mihovilović.
  4. Presencia croata en Chile y America. Autor: GASGLAV TADIC
  5. [1] Studia Croatica, año 1978, vol. 70-71, pág. 141.
  6. Croacia y Chile.
  7. Hrvatski.
  8. Emigración croata a Chile
  9. Croatas en Chile
  10. Brac una isla chilena en la costa Dálmata.
  11. Croatas hacia América.