Diferencia entre revisiones de «Derechos de los animales»

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{{cita|“Es indecoroso de nuestra parte, insistir que sólo los humanos sufren, si nosotros mismos nos portamos de una manera tan indiferente frente a los demás animales. El comportamiento de otros animales vuelve falsas tales pretensiones. Ellos se parecen demasiado a nosotros”.|[[Carl Sagan]]}}
{{cita|“Es indecoroso de nuestra parte, insistir que sólo los humanos sufren, si nosotros mismos nos portamos de una manera tan indiferente frente a los demás animales. El comportamiento de otros animales vuelve falsas tales pretensiones. Ellos se parecen demasiado a nosotros”.|[[Carl Sagan]]}}


=== El ser de los animales ===
Cuanto más santo es uno, más conciencia tiene de las cosas, es más persona y menos animal. El animal no tiene conciencia; es solamente un detector de apetencias. Es puro instinto con complejidad diferente según la especie. Y por no tener conciencia no tiene libertad y, por tanto, ni responsabilidad ni mérito. De modo que ni sufre ni goza, porque le falta la consciencia de sí mismo; sólo es manifestación de apetencia irreflexiva: semejante en parecidos con el hombre porque éste también es un ser de apetencias; pero que en el hombre deben ser trascendidas hacia el fin para que ha nacido: Dios.

Como vemos, lo animales no tienen el sello de la trascendencia. Es decir, sus actos no le llevan al salto de otra vida como fin de sus méritos o deméritos. ¿Cómo podría Dios dejar sufrir a un animal, si no tiene libertad, quid del mérito, cara a la otra vida? Sería una injusticia por parte de Dios de permitir a un ser ese sufrimiento que no tiene ningún valor trascendente para sí mismo. No sólo el debido al hombre, sino al de la depredación entre los animales. En una palabra, el animal no puede sufrir, porque Dios es Justo. Y es que el animal no tiene “yo”.

Entre todas las criaturas de este mundo sólo el hombre ha sido creado por sí mismo. El animal no tiene un fin para sí mismo. Su presencia en este mundo se halla como fin para el hombre, que para esto los ha creado Dios. No en vano el hombre es llamado el rey de la Creación. Y el Creador ha dado al hombre impunidad para degollar al animal y servirse de él como alimento. Lo mismo que usar de ellos para trabajos forzados para la subsistencia humana, como para matarle sin más cuando resulta agresivo o simplemente no nos sirva.
Los animales no sufren ni gozan por no tener conciencia, donde se verifica la mismidad del sentimiento; pero ello no implica que podamos tomar cualquier postura de tipo apetencia del maltrato por el maltrato, que va, además, contra nuestra propia dignidad de hombres. Nuestra relación con el animal debe realizarse en un clima de consideración ética. Los animales son criaturas que participan de la dignidad de la Creación de Dios y manifiestan y proclaman la belleza y la gloria de Dios.
¿Y el caso de la corrida de toros? – ¿No es una escena con una finalidad?: un lance de la suerte entre el señorío de dominio del hombre sobre el animal, en que el hombre incurre también en riesgo; y la lucha entre el hombre y el toro se convierte en un arte, en que el hombre se cubre de valor, inteligencia y de gloria como rey de la Creación, sobre ese animal, el toro, bravo en su instinto y resistente a la lucha fiera y sin igual. ¿No podríamos asistir a un drama mitológico?

Indudablemente que las manifestaciones de dolor de los animales (como el de su gozo instintivo) conmueven el corazón del hombre; como en los dibujos animados, sus dramas conmueven también nuestros corazones, pero habremos de saber que no precisamente sufren esos dibujos animados. Y lo mismo en las películas de humanos, en las que sus actuaciones representan sufrimientos y gozos, que nos afectan a nuestro corazón, mas también debemos saber que no sufren, pues son apariencias de la interpretación. Como nos puede conmover el correr de un arroyuelo en su dulce tintinear con las piedras del lecho.
En cierto modo, todo tiene vida o se nos comunica como una vida, porque es lo existente que proclama una grandeza creadora y poética.
Las plantas - un nivel de vida inferior - las podemos podar y cortarlas pero no maltratarlas. Que también, según se dice, dan gloria a Dios como los animales.
Al árbol, cuando se le tala, y a la flor, cuando se la arranca de su raíz, no se les oye el gemido por su escala inferior de complejidad. Pero se hallan en la misma escala de instinto e intrascendencia: no tienen conciencia ni de su sentir ni de su operatividad, y, por tanto, son seres sin libertad. Un ser en el que no radica el mérito receptor de la gracia para ser: que se es en el Ser.

Por otro lado, nos hallamos en una época en que los animales – no precisamente los mosquitos u otras alimañas, que no son menos animales – gozan de un favor especial del hombre como nunca lo ha habido. Se trata más bien de los llamados animales domésticos como el perro, nuestro amigo can, y los gatos, etc.
Se les trata – es cuestión de observación en muchas personas - como una “longa manus” de nuestra humanidad. Con unos cuidados y caricias que ni el mejor hijo pueda recibir de su madre.
Es que con esto de la evolución, cualquier animal pertenece a nuestra estirpe, y tienen su alma dorada como la nuestra; y así como los niños pequeñitos no están en disposición de una comunicación total con sus mayores, por el mismo modo se podría decir que a un perro sólo le falta hablar por las manifestaciones que da lugar a la manera de un niño. ¿Quién ha dicho que no tenga un alma como la nuestra? Sólo cabe pensar que sus manifestaciones no son tan elaboradas como las nuestras.
Pues no, mi querido amigo, que dice Ud. que tiene un perro que lo entiende todo: sólo le falta hablar. Sí que entre los animales hay gran diferencia en la percepción de las cosas en su instinto meramente orgánico. Ya que no del conocimiento abstracto de las cosas, y menos de su trascendencia a la otra vida.
Ya lo dice un tal Millán Puelles, del cual daré algunos extractos: “El animal conoce. Y conoce formas reales, mas no conoce la realidad. Carece de la capacidad de conocer “el ser”, pues conocerá un medio, pero no que este medio lo es. Lo que le falta no es otra cosa que la idea del ser. Ni siquiera es capaz de conocer que esa idea es algo que le falta.
El animal sólo es capaz de conocer lo sustancial y concreto. Y lo conoce por sus accidentes, sin saber qué son los accidentes pues le falta la idea del ser. Conoce los objetos, pero no en tanto que entes o seres. En resumen, que los objetos sobre los cuales versa el conocimiento del animal son las formas corpóreas singulares y concretas”. No es consciente de la cualidad y fin de sus actos.

Un cuidado excesivo de los animales como si fuera una criatura humana no deja de ser una desviación con carácter de idolatría. “Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas. Es también indigno invertir en ellos sumas que deberían remediar más bien la miseria de los hombres. Se puede amar a los animales; pero no se puede desviar hacia ellos el afecto debido únicamente a los seres humanos” ( n.2418, Catec. de la Igl. Cat.).
¿Cómo podríamos calificar a esas asociaciones que se dedica a la protección de animales, hoy día hasta patrocinada por los gobiernos? Pues todo, según como se haga, como el comer. La fórmula mágica es la de que el animal es para el hombre y no el hombre para el animal. Y el animal no es un fin en sí mismo como lo es el hombre, aunque sabemos que el fin del hombre para su bien es Dios.
Hay que querer todo lo existente, pues todo lo existente es por Dios, de lo cual no hay que hacer ningún remilgo. Pero el pecado original y nuestros propios pecados han trastocado la naturaleza y no “todo en el monte es orégano”. Y aquí se ha declarado una justicia en el grado de querer. En principio todo lo que nos produce un bien es digno de ser querido.
Mas como hemos dado a entender hay rebeliones en la naturaleza. El mismo hombre se ha pervertido y los hay, por ladrones y asesinos y duchos en otras malas hierbas, a los que no se puede tolerar en nuestra convivencia, sin por ello dejar de quererles como criaturas llamadas a ser hijos de Dios.
Por lo mismo, hay animales que no pueden convivir con nosotros por su instinto peligroso para el hombre. Así que, por ejemplo, la pulga será muy querida por nosotros – no en vano tiene un encanto su existencia para contarlo -, pero habrá que matarla a la primera de cambio que se deposite en nuestra piel. No estamos para que seamos molestados por un animal.
Y lo mismo el perro, nuestro amigo can, que cuando se pone peligroso, lo mejor es darle la “puntilla”.
Leía el otro día en el periódico cómo unos perros salvajes – que se hicieron salvajes por el abandono de sus amos – mataron a bastantes ovejas y los tuvieron que reducir después de grandes esfuerzos. La solución no fue otra, que llevarlos a la perrera por la vía legal obligada de la Asociación protectora de animales. Y a asistirles de por vida. Como se ve, merecen un trato humano como los humanos que prevarican las leyes de la convivencia. Bueno, esto es lo que se dice “pasarse de rosca”.
Sí que tenemos a San Francisco de Asís, el cual nos dio una lección de amor a todas las criaturas por amor al Creador. Ese amor que no se quedaba en la criatura, pues se quedaría en idolatría, sino que le encauzaban amar más a Dios.
Es que toda criatura, desde la más ínfima hierba, y desde el más ínfimo animal hasta llegar al hombre, no hacen más que cantar las maravillas del Creador: el verdadero amor: nuestra verdadera vida.
Creo que está dicho todo respecto al animal y nuestra relación con él, en cuanto al campo moral y razones de existencia y de realidad, que es nuestro objetivo.

Comenzaba con el hombre santo como paradigma del ser hombre. El que posee la fina conciencia que adecua su comportamiento a la ley divina directora de la vida y destino del mundo.
Bueno, pues de modo antagónico, se da el hombre, que alejado de Dios, ha perdido en un grado grave la conciencia, que es un verdadero tesoro por el que el hombre dirige sus pasos a su verdadero destino.
Podrá ser muy culto, muy listo y erudito, pero no sabio en el verdadero sentido de la sabiduría que es el conocimiento del verdadero fin del ser humano.
Y en esa conciencia degradada se acorta su distancia con el animal. Porque el hombre es un ser de fe, que vive de la fe, y estos hombres alejados de la fe se parecen a los animales que indudablemente no viven de fe, sino sólo de instinto.
Y así, muchos humanos se van quedando en una mera inteligencia instintiva. Es un “tejas abajo” puro, como el animal. Sin trascendencia hacia la otra vida.

“La ciencia calificada es que el hombre en gracia acabe,
porque al fin de la jornada, aquel que se salva sabe
y el que no, no sabe nada”.


== Liberación animal ==
== Liberación animal ==

Revisión del 02:22 19 may 2009

Un hombre sujeta a un mono con una cuerda alrededor del cuello.

Se conoce como derechos de los animales a las corrientes de pensamiento y al movimiento que sostienen que la naturaleza animal es un sujeto de Derecho, cuya novedad reside en que esta categoría sólo ha pertenecido a personas naturales y jurídicas, es decir al ser humano.[1]

Los humanos siempre han reconocido a ciertos animales una consideración especial (ej. domesticación), que varía mucho según el entorno cultural o el lugar, desde apoyar que se pueda utilizar a los animales según plazca o sirva al hombre, pasando por el trato ético o el bienestar animal, hasta considerar que los animales merecen derechos tradicionalmente reconocidos sólo en los humanos. La Declaración universal de los derechos del animal,[2]​en Londres, 23 de septiembre de 1977, posteriormente aprobada por la Unesco y la ONU constituye el hito contemporáneo más reseñable en relación con el reconocimiento de los derechos de los animales.

No debe confundirse con el derecho de animales como doctrina jurídica, marco jurídico de algunos países donde el objeto de Derecho es la libertad de conducta de los animales en su ambiente natural y el trato que reciben en un hábitat humano.

Derechos de los animales en la Filosofía

Derechos de animales en la antigüedad

La idea de que pueda ser aceptable que los animales puedan ser explotados por los humanos para comida, vestido u otras razones proviene básicamente de dos fuentes principales:

  1. El concepto teológico de Dominio basado en el Génesis (1:20-28) donde es dado a Adán el dominio sobre el mundo no humano.
  2. La suposición de que los animales no pueden poseer derechos porque no tienen capacidades como racionamiento, lenguaje o conciencia.

Siglos VI a III a.C.

Pitágoras (~580-500 a.C.) fue llamado el primer filósofo de derechos de los animales

El psicólogo Richard Ryder dice que en el siglo VI antes de Cristo se incuba el primer encuentro de consideración del tratamiento a los animales.[3]

Había cuatro escuelas influyentes en la Grecia Antigua: animismo, vitalismo, mecanismo y antropocentrismo. El filósofo y matemático Pitágoras (~580-500 a.C.) fue citado como primer filósofo de derechos de los animales[4]​ por su creencia de que animales y humanos están equipados con el mismo tipo de alma. Pitágoras pensaba que el alma de los animales era inmortal, hecho de fuego y aire, y que era reencarnada de humano a animal o viceversa. Pitágoras fue vegetariano y un "liberador" en cuanto a que compraba animales del mercado para darles luego la libertad.[3][5]

La Biblia

La creación de Adán por Michelangelo. El libro Génesis evocaba ideas ancianas sobre una jerarquía divina sobre que Dios y el ser humano tienen propiedades comunes como intelecto y sentido de la moral.

Partes de la Biblia hacen referencia a que el Paraíso fue vegetariano (Génesis 1: 29-31), tomar una parte de un animal vivo para la comida fue prohibido (Génesis 9:4), las vacas deberían estar tranquilas en el Sabbath (Exodus 20:10; 23:12), una vaca y su cría no deben ser matados al mismo día (Leviticus 22:28) o una persona debe dar comida a sus animales antes que a sí mismo (Deuteronomio 12:4).

Roma

Justiniano I.

Ya en el "corpus iuris civilis" (529) por Justiniano I se encuentra la consideración de los intereses de los animales.

El derecho natural es aquello que es dado a cada ser vivo y que no es propio al ser humano
Justiniano I.[6]

Además se pueden encontrar consideraciones de relevancia moral de los animales en la poesía de Virgilio (70-19 ANC), Lucrecio (99-55 ANC) y Ovidio (43 ANC-17) y en la arquitectura filósofa de los pensadores Plutarco (46-120), Plotino (205–270) y Porfirio (232–305). De Porfirio hay su transmisión De Abstinentia (De la Abstinencia) y De Non Necandis ad Epulandum Animantibus (De la Inapropiedad de matar Seres Vivos para la Comida)

Pero se tiene que admitir que en práctica el pensamiento jurídico de los Romanos no fue influido mucho por esta frase. Más que nada el derecho romano consideraba a animales como cosas que no pueden ser equipados con derechos.

Aún menos relevancia la idea de derechos de los animales tenía en la vida cotidiana de la antigua Roma. Animales fueron preparados para la comida todavía viviendo y matados a miles para el divertimiento en los juegos romanos.

Hinduismo y Budismo

Las sociedades hindúes y budistas desde el siglo 3 ANC proclamaron un vegetarianismo amplio refiriéndose al principio de Ahimsa, el principio de no violencia. Por la equivalencia moral de animales y seres humanos unos reyes construyeron hospitales para animales enfermos. Matar a una vaca fue un delito tan serio como matar un hombre de alta casta, matar a un perro tan serio que matar a un intocable.

Islam

El Profeta Mahoma (570-632) consideraba permisible matar a animales, aunque hacerlo sin necesidad aparente o con crueldad fue prohibido.

Si tienes que matar, hazlo sin tortura
Masri, Al-Hafiz Basheer Ahmad.[7]

No deben ser fijados a la hora de ser matados ni deben ser dejados esperar su muerte. Dejar ver a un animal como afilas tu cuchillo es matarlo dos veces.[7]

Derechos de los animales en la Edad Moderna

Descartes

Los derechos de los animales son un tema controvertido, debido a que no existe consenso sobre los mismos, ni acuerdos internacionales al respecto. Según Descartes, los animales ni siquiera son capaces de sentir dolor; lo que se debe, supuestamente, a que carecen de alma: De este modo, los animales estarían fuera del alcance de la consideración moral. Por otro lado Nicolás Fontaine, un testigo presencial, describió en sus memorias, publicadas en 1738, una visita a un laboratorio: Se les administraban golpes a perros con bastante indiferencia y se burlaban de quienes se compadecían de los perros.

La idea de no causar sufrimiento innecesario a los animales como un deber, se puede asociar con facilidad a la teoría ética de contractualismo; corriente surgida a finales del siglo XVIII.

Las primeras sociedades de "protección animal" se crearon durante la revolución industrial y las primeras víctimas defendidas fueron las que efectuaban la llamada "tracción a sangre", es decir, caballos, asnos y mulas, cuyo maltrato era habitual y a la vista de todos.

1641: Descartes

El año 1641 tiene gran importancia para la idea de derechos animales por la gran influencia que tuvo el filósofo francés René Descartes (1596-1650), que publicó sus meditaciones en aquel año.

Tras el fondo de la revolución científica en la cual tomó parte él mismo enfrentando al pensamiento medieval del renacimiento Descartes propuso una Teoría Mecanicista del Universo cuyo objetivo fue enseñar que el mundo pudiese ser explicado sin tener que considerar ninguna experiencia subjetiva. Sus teorías fueron expandidas al asunto de la conciencia animal. La mente según Descartes consistía en una sustancia separada conectando a los seres humanos con el espíritu de Dios. Por el otro lado los animales no-humanos según Descartes eran [[autómatas complejos sin almas, sin mentes, sin razonamiento y sin las capacidades de sufrir o sentir.

En el Discurso del Método, Descartes dice que la capacidad de usar lengua y razonamiento incluye la capacidad de poder "responder a todo tipo de contingencias de la vida", una capacidad que los animales no tienen. Dedujo de aquello que todo tipo de sonido expresado por algún animal no constituye una lengua sino respuestas automáticas a estímulos externos.[8]

1635, 1641 y 1654 Primeras leyes conocidas que protegen a animales

Las primeras leyes conocidas fueron pasadas en Irlanda el año 1635[9]​ prohibiendo fisurar lana de ganado ovino y atar arados a las colas de los caballos basándose en la crueldad usada frente a la bestia.

El año 1641, el mismo año que las Meditaciones fueron publicadas, la colonia estadounidense de Massachusetts Bay aprobó un sistema de leyes protegiendo a animales domesticados. Las leyes fueron basadas en el Massachusetts Body of Liberties (Cuerpo de Libertades de Massachusetts) y escritas por el abogado y pastor puritano Nathaniel Ward (15781652) de Suffolk, Inglaterra que estudiaba en Cambridge.[10]​ Ward listaba los rites (derechos) que el tribunal general de la colonia adaptó más tarde. Entre aquellos fue el derecho número 92: "A ningún humano le es permitido efectuar algún tipo de tiranía o crueldad hacia alguna criatura nacida que esté normalmente retenida para uso humano".[11]​ Esta ley es considerada por varias partes como muy destacable por la gran influencia de las ideas de Descartes a cuales actúa todo en contra.

John Locke

Los puritanos también crearon leyes de protección animal en Inglaterra. Kathreen Kete del trinity College, Hartford, Connecticut escribe que leyes fueron aprobadas en 1654 como parte de las ordenanzas del protectorado - El gobierno bajo Oliver Cromwell duró desde 1653 hasta 1659 (durante la guerra civil de Inglaterra). Cromwell tenía una aversión personal por los deportes sangrientos como las peleas de gallos, perros o toros, de las cuales se afirmaba machacaban la carne. Para el movimiento puritano aquellas peleas fueron asociadas con borracheras y pereza. Ellos interpretaron el concepto de Dominio como una tarea de tenencia responsable en vez de posesión del animal. La oposición al movimiento puritano estigmatizó estas leyes como parte de la supremacía puritana haciéndola un motivo clave en la resistencia hacia ellos. En cuanto Carlos II tomó el trono en el año 1660, las peleas de toros fueron legales de nuevo en Inglaterra durante unos 162 años hasta que volvieron a ser prohibidas en 1822.[12]

1693: Locke

Oponiéndose a la postura de Descartes, el filósofo John Locke (1632-1704) (Some Thoughts concerning education': Algunos pensamientos educativos, 1693) argumentaba que la crueldad con los animales tendrá efectos negativos sobre la evolución ética de niños, que más tarde transmiten la brutalidad a la interacción con seres humanos, pero no consideró ningún concepto de derechos.

1839: Derechos de animales en Schopenhauer

Arthur Schopenhauer 1859
La supuesta ausencia de derechos de animales, la zoantropía que nuestra actuación hacia ellos no tiene relevancia moral o como se dice en el lenguaje ético no hay deber frente a la criatura, es una de las barbaridades de occidente cuyo origen está el Judaísmo.
Arthur Schopenhauer: Escritura premia sobre la base de la moral § 19[13]

El enfoque de Schopenhauer y la preferencia de una filosofía asiática hacia la tradición cristiana han caracterizado el movimiento de derechos de animales y la legislatura sobre protección de intereses de animales en el siglo XIX hasta mediados del siglo XX.

Derechos de animales en la actualidad

Peter Singer: Su libro Animal Liberation es reconocido por muchos como gameto del movimiento de derechos animales

El filósofo Jeremy Bentham postuló que los animales por su capacidad de sentir agonía y sufrimiento, independientemente de que tuviesen la capacidad de diferenciar entre "bien" y "mal" (una capacidad que los discapacitados no tienen) deben tener unos derechos fundamentales como el derecho a la vida y a su seguridad, y a estar libres de la tortura y de la esclavitud. (Véase Artículos 3-6 de los Derechos Humanos).[14]​ Él también dedujo que un perro es más aprehensivo que un recién nacido y que de este modo estaría más cercano al humano adulto que un bebé. Con sus tesis y comparaciones "Si miramos a miembros de nuestra propia especie, los cuales carecen de calidad de personas normales, parece imposible que su vida fuera más válida que la de unos animales". Por supuesto, estas proposiciones fueron criticadas masivamente.

Aproximación al padecimiento

Aunque Peter Singer por su publicación Animal Liberation es reconocido como un desencadenante del movimiento de derechos animales, esto resulta incorrecto porque sus argumentos no se basan en un concepto de derechos sino en la consideración de los intereses o preferencias de los animales.

Únicamente la capacidad de padecimiento, según Singer, otorga a un ser el derecho a consideración moral y especialmente el derecho a no sufrir. Para el derecho a la vida Singer usa el término de "Persona", que para él serían todos los seres vivos capaces de anticipar su ser en el pasado y el futuro. Según Singer existen seres humanos que no constituyen una persona en este sentido. Por ejemplo recién nacidos o algunas personas con discapacidades mentales. Por otro lado, existen varios animales que constituyen una "persona": seguramente los homínidos y, quizá, todos los mamíferos.

Aproximación de derechos individuales

Tom Regan

El centro de la aproximación de Tom Regan (el caso de los derechos de los animales) son unos seres referido a sujetos de una vida. Aquellos reúnen características como la anticipación de su entorno, deseos, memoria, asunciones, conciencia de la propia persona, anticipación del futuro e intereses. Sujetos de una vida son seres humanos adultos sin discapacidad, mamíferos sin discapacidad de edad de un año o mayor y además aquellos seres humanos, los cuales por sus capacidades mentales equivalen a los referidos anteriormente.

Sujetos de una vida tienen un bienestar individual que es diferente del bienestar del ser humano: Tienen intereses biológicos, psicológicos y sociales, los cuales durante su vida pueden ser más o menos satisfechos. Pueden tener una vida buena o mala.

Para la comprensión del bienestar es fundamental la idea de autonomía: Los sujetos de una vida tienen preferencias y son capaces de procesarlas. Además tienen un valor inherente: seres con un valor inherente nunca pueden ser tratados como si su valor dependiese de la utilidad para otros seres. Refiriéndose a Kant se puede deducir: seres con un valor inherente nunca pueden ser vistos exclusivamente como medio hacia los intereses de otros.

Aproximación ética simple

Archivo:Helmutkaplan.jpg
Helmut F. Kaplan

Helmut F. Kaplan aboga por una ética simple:[15]​ Por un lado, las aproximaciones de derechos animales existentes deberían ser accesibles y ser explicados a la población. Por otro lado, éticamente, la gente debería ser "recogida donde se encuentre". Debería quedar claro, que las existentes convicciones éticas tienen que ser pensadas hasta la conclusión que impide la violación de derechos de los animales.

No necesitamos una nueva moral, sólo tenemos que dejar de excluir de la moral existente a animales de manera aleatoria y sin razón aparente.
Helmut F. Kaplan

Según su opinión la protección de los derechos de los animales muchas veces se acompañan con la humanización de la explotación en vez de con el fin de ésta. Postular una humanización de la explotación animal sería tan irracional como la humanización de la esclavitud o el consentimiento de una violación sexual suave.[16]

Aproximación de autonomía práctica

Steven Wise (Rattling the cage, Drawing the line) aboga por unos derechos de los animales según un criterio de autonomía práctica. Los seres que poseen un yo, que actúen intencionalmente y que posean deseos deberían ser provistos con unos derechos básicos: No deberían ser usados como alimento o para la investigación. Considerando la posibilidad de llevar dichos derechos a la práctica, él postula para ello preliminarmente sólo a unos pocos animales: Primates, delfines, elefantes, loros.

Aproximación de tratamiento desigual existente

Gary Francione basa sus teorías (Introduction to animal rights) en lo próximo: Hasta el extento al que animales pueden ser considerado como propiedad todos los derechos considerados como básicos son desarbolados. Apunta al asunto que sin el derecho elemental de no ser considerado como propiedad humana, los animales nunca pueden tener derechos porque el apunto hacia intereses de una propiedad nunca tuviese valor.

Como sus antecedentes él también usa una aproximación de padecimiento a la hora de identificar individuos con autonomía.

Manifestación de AnimaNaturalis en contra de la venta de animales en Las Ramblas de Barcelona

En su publicación Animals, property and the Law dice que la razón más limitante en el equipaje de derechos de animales fuese el status de animales de cosas. Lo llama inconsistente el facto de tratar a algunos gatos o perros como miembros de la familia y al mismo tiempo explotar a gallinas, y vacas para el alimento.

Comparación

Las diferentes aproximaciones enseñan que el movimiento no constituye un bloque unitario. Entre el movimiento por ejemplo la teoría utilitarista de Singer es sujeto de critica por Regan y Kaplan porque dadas unas condiciones puede legitimar el consumo de carne.[17]

El consenso minimal es mejorar la situación de animales aboliendo experimentos con animales y recomendar una vida vegana.

Ámbito legal

El Derecho de animales es una colección de derecho positivo y jurisprudencia en la cual la naturaleza - legal, social o biológica - de animales es el objeto de Derecho significante, no es sinónimo de derechos de los animales como sujeto de Derecho, más es considerado un referente "práctico". Los derechos de animales incluyen animales de compañía, fauna, animales empleados en el entretenimiento y animales criados para comida e investigación. La esfera emergente de los derechos de animales a veces se compara al movimiento del derecho medioambiental hace 30 años. El Animal Legal Defense Fund (literalmente: Fundación de la Defensa Legal de Animales) fue fundado por la abogada Joyce Tischler en 1979 como la primera organización dedicada a la promoción de la esfera de los derechos de animales y usando el derecho para proteger las vidas y defender los intereses de animales.[18]

Actualmente, los derechos de animales se enseñan en 100 facultades de derecho estadounidenses, incluyendo Harvard, Stanford, UCLA, Northwestern, University of Michigan y Duke.[19]​ Cada vez más asociaciones de las abogacías estatales y locales tienen ahora comités de los derechos de los animales.[20]​ Existe poco precedente legal pro-animal, así cada caso presenta una oportunidad para cambiar el futuro legal de los animales.[21]

Los temas de los derechos de animales incluyen un rango amplio de enfoques - de exploraciones filosóficos de los derechos de animales a debates pragmáticos sobre los derechos de los que utilizan animales, quien tiene legitimación procesal a poner pleito cuando se daña un animal en una manera que infringe la ley, y lo que constituye la crueldad legal.[22]​ Los derechos de animales impregnan y afectan la mayor parte de las áreas tradicionales legales - incluyendo la responsabilidad extracontractual, el derecho contractual, el derecho penal y el derecho constitucional. Ejemplos de esta intersección incluyen:

  • Conflictos de custodia de animales en las separaciones o divorcios.
  • Casos de mala práctica veterinarios.
  • Conflictos habitacionales que suponen políticas sobre animales domésticos y leyes de discriminación.
  • Casos de daños que suponen la muerte o herida injusta a un animal de compañía.
  • Fideicomisos ejecutables para animales siendo adoptados por estados en los EE.UU.
  • Un derecho penal que incluye la violencia doméstica y leyes que están contra la crueldad.

Sonia S. Waisman, Bruce A. Wagman y Pamela D. Frasch han sido co-autores del archivo comprensivo sobre los derechos de animales

. Debido a que los derechos de los animales no son una esfera legal tradicional, la mayoría de los capítulos del libro se formulan en subconjuntos familiares de derecho como la responsabilidad extracontractual, el derecho contractual el derecho penal y el derecho constitucional. Cada capítulo elabora casos y comentarios donde los derechos de los animales afectan estas áreas más amplias.

Ámbito en la Unión Europea

Ámbito en Alemania

Desde el 1 de agosto de 2002 el artículo 20a del Grundgesetz (GG) defiende el derecho de los animales a protección como una de las tareas principales del estado.[23]

Crítica

Algunos críticos abogan frecuentemente la tesis que de que los animales no puedan tomar parte en un contrato social o tomar decisiones morales porque no estarían preparados para respetar los derechos de otros o de entender conceptos de derechos de alguna manera. Sin comprensar animales como persona de derecho está de todos modos posible de admitirles un padecimiento y proteger sus intereses básicos ante seres iuris (seres humanos).

Abogados de derechos de animales dicen en contra de aquello que un contrato sin igualdad de las partes sería absurdo y sin moral. Los más débiles deberían ser equipados con derechos sin que puedan cumplir con deberes equivalentes para protegerlos de los más fuertes.

Problemática

Desde la doctrina ética y jurídica suele explicarse que todo derecho tiene un depositario responsable, es decir, alguien que puede adquirir derechos (por ejemplo a través de un contrato) es porque a la vez adquiere las obligaciones equivalentes (caso de personas naturales y jurídicas), algo que los animales no pueden hacer en modo alguno. Este cuestionamiento no significa que se sea favorable al sufrimiento innecesario de los animales, sólo es un rechazo a la pretensión de atribuirles derechos a entes no humanos.

Unos críticos de la filosofía jurídica dicen, que según la tradición teórica de justicia un derecho se compone por 3 partes:

1. un sujeto
2. un adresado
3. un contenido

Derechos de animales solo pueden ser elaborados en una concepción secular y de manera semicognitiva considerando una intersubjetividad moderada y el intercambio de posiciones porque derechos de animales no solo constituyen el derecho a la vida sino también una consideración relevante de sus intereses en conflictos normativos como por ejemplo en los experimentos con animales.

Se discute si los derechos de los animales deberían ser acompañados con deberes. En la mayoría de las leyes europeas que se orientan en los Derechos Humanos esta dejado claro que cada derecho (derecho a la vida) está acompañado con un deber (deber de no matar), por lo que es obvio que algunos animales no serían capaces de cumplir con aquellos deberes.

Crítica de Norbert Brieskorn

Proyecto Gran Simio

El filósofo jurídico y jesuita Norbert Brieskorn dice que quienes intentan a admitir derechos a los animales más desarrollados tendrá que dar respuestas a las preguntas:

1. Si derechos deberían ser admitidos a seres quienes nunca pueden hacer uso de aquellos.
2. En que consistirá la ganancia en admitir derechos a animales que de todos modos ya estarán fijados en la ética humana
3. Si se debería tratar de una extensión de los Derechos Humanos a animales o de derechos extras
4. Como debería ser juzgado en conflictos normativos entre derechos humanos y animales.
5. ¿En que consistirá la legitimidad de aquellos que implementarán derechos de los animales en su nombre?

La respuesta de abogados de derechos animales estaría más o menos así:

1. a) No es necesario una reciprocidad.
b)El sentido podía consistir en asegurar derechos normativos que no pueden ser clamados por el sujeto
2. Conceptos jurídicos llevan a una ganancia en transparencia de los derechos fundamentales.
3. Tiene que ser resultado de un proceso de disputo internacional. (Véase Proyecto Gran Simio)
4. Tiene que ser resultado de discusión internacional y dependerá de la cláusula implementada.
5. ¿En que consiste la legitimidad de aquellos que violan a aquellos derechos o que no las implementan por no actuar en graves violaciones?

Comparación con el Holocausto

Algunos autores abogan una analogía del tratamiento que se da a los animales con el holocausto judío, como es el caso de PETA con casi un millón de miembros en el año 2003 muestra en la publicación The Holocaust on your plate[24]​ imágenes de judíos en campos de concentración comparados con animales maltratados. La presidenta dice lo siguiente:

En los campos de concentración 6 millones de judíos fueron aniquilados pero 6 mil millones de gallinas morirán este año en mataderos.
Ingrid Newkirk: Presidenta de PETA

La Liga Antidifamación critica esta práctica porque según su opinión relativiza la agonía de los judíos en los campos de concentración.

Edgar Kupfer-Koberwitz, prisionero del Campo de concentración de Dachau desde 1940, escribió secretamente durante su cautiverio al respecto:[25][26]

Rehúso comer los animales porque no puedo nutrirme con el sufrimiento y la muerte de otras criaturas. Lo rehúso porque yo he sufrido tanto que puedo sentir el dolor de los demás cuando recuerdo el mío.
Edgar Kupfer-Koberwitz
Yo creo que los hombres continuarán matándose y torturándose los unos a los otros mientras maten y torturen a los animales. También habrá guerras porque hay que entrenar y perfeccionar la matanza en objetos más pequeños, moralmente y técnicamente.
Edgar Kupfer-Koberwitz

El autor judío Isaac Bashevis Singer, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1978, hizo también la comparación con el holocausto en bastantes de sus historias, incluyendo Enemies, A Love Story, The Penitent, y The Letter Writer. En The Letter Writer el protagonista dice: "En relación con los animales, toda la gente son nazis; para los animales es un eterno Treblinka."[27]​ En The Penitent el protagonista dice "cuando se trata de animales, todo el mundo es un nazi."[28]

Carl Sagan, científico de la NASA y creador de la serie de documentales de divulgación Cosmos: Un viaje personal declaró en la obra Sombras de antepasados olvidados de 1992 lo siguiente:[29]

“Es indecoroso de nuestra parte, insistir que sólo los humanos sufren, si nosotros mismos nos portamos de una manera tan indiferente frente a los demás animales. El comportamiento de otros animales vuelve falsas tales pretensiones. Ellos se parecen demasiado a nosotros”.

Liberación animal

Los derechos de los animales también son denominados liberación animal, y tienen métodos activistas para ejercer presión para hacer cumplir sus demandas o al menos para ganar notoriedad. La acción directa es también común dentro del movimiento de los derechos de los animales. Pueden ir desde el boicot a productos que utilicen animales para experimentación y a veces la creación de comedores vegetarianos propagandísticos, los más pacíficos; o hasta el vandalismo y el incendio para el escape de animales de granjas y laboratorios, los más violentos.

Grupos como Stop Huntingdon Animal Cruelty (SHAC), Frente de Liberación Animal (FLA), Animal Rights Militia (ARM), y Justice Department usan técnicas de liberación de animales de granjas extensivas y de laboratorios de experimentación a veces junto con la destrucción de estas propiedades y en aisladas ocasiones agresión contra las personas (en el caso de ARM y Justice Deparment). Tales prácticas violentas (en el sentido de que atentan contra la propiedad privada), y en muchas ocasiones en colisión con los derechos de otras personas han llevado a que el animalismo sea relacionado con el denominado ecoterrorismo o a una suerte de autoritarismo animalista; por su parte la organización animalista más importante que realiza acción directa (el Frente de Liberación Animal) sostiene que su movimiento es no violento puesto que "los activistas toman todas las precauciones necesarias para no dañar ningún animal (humano o de otro tipo)"[30]​ (uno de los puntos de sus bases). Otros grupos afirman que lo que existe es una persecución a la que denominan Green Scare.[cita requerida]

La descentralización y la estructura sin líderes son una tónica del Frente de Liberación Animal, el Frente de Liberación de la Tierra y otros.

Citas y fuentes

  • Brent A. Singer: An Extension of Rawls' Theory of Justice to Environmental Ethics. Environmental Ethics 10, 1988, p. 217-231
  • Donald VanDeVeer: Of Beasts, Persons, and the Original Position. The Monist 62, 1979, p. 368-377
  1. Are we human?, por José Carlos Herrán. Instituto Juan de Mariana.
  2. Declaración universal de los derechos del animal
  3. a b Ryder, Richard. Animal Revolution: Changing Attitudes Towards Speciesism. Berg, 2000, p. 17. Español: Revolución animal: Atidudes hacis el especismo en cambio
  4. Violin, Mary Ann. "Pythagoras—The First Animal Rights Philosopher," Between the Species 6:122–127, cited in Taylor, Angus. Animals and Ethics. Broad view Press, p. 34.
  5. Taylor, Angus. Animals and Ethics. Broadview Press, p. 34; also see Huffman, Carl. "Pythagoras" in Zalta, Edward N. The Stanford Encyclopedia of Philosophy, Invierno de 2006
  6. Texto fuente en Inglés
  7. a b Masri, Al-Hafiz Basheer Ahmad. Islamic Concern for Animals (Preocupación Islámica por animales). Athene Trust, 1987, citado de Ryder, Richard D. Animal Revolution: Changing Attitudes towards Speciesism. Berg, 2000, p. 23.
  8. Descartes, René. Discurso del Método. Publicado 1637, cita tomada de Cottingham, John. "Descartes, René" en Honderich, Ted. (ed.) The Oxford Companion to Philosophy. Oxford University Press, 1995, pp. 188-192.
  9. The Statutes at Large. Dublin, 1786, chapter 15, pp
  10. Ward, Nathaniel. The Earliest New England Code of Laws, 1641. A. Lovell & Company, 1896.
  11. texto original: No man shall exercise any Tirany or Cruelty toward any brute Creature which is usually kept for man's use.
  12. Alemán: Preisschrift über die Grundlage der Moral
  13. Texto fuente en Alemán: Einfache Ethik
  14. Texto fuente en Alemán
  15. Texto fuente en alemán: Singer, Tierrechte und Utilitarismus
  16. [1] ALDF
  17. [2]Cursos de los derechos de animales
  18. [3]
  19. [4] Sobre 'Animal Law Center'
  20. [5]
  21. Español: el holocausto en su plato
  22. Los Animales, Mis Hermanos
  23. Animals, My Bretheren by Edgar Kupfer-Koberwitz
  24. Patterson, Charles (2002). Eternal Treblinka, Lantern Books, pp. 181-188.
  25. Singer, Isaac Bashevis (1983). The Penitent, Farrar, Straus, Giroux, p. 39.
  26. Shadows of Forgotten Ancestors
  27. Credo/Guide - Animal Liberation Front.com

Bibliografía

Monografías en español

Artículos

Revistas

Véase también

Enlaces externos