Cayucupil

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Cayucupil
Entidad subnacional
Coordenadas 37°48′45″S 73°15′55″O / -37.8125, -73.265277777778
Entidad Pueblo
 • País Bandera de Chile Chile
Población  
 • Total 2,998 hab.
Gentilicio Cayucupilano/a
Cañete y Cayucupil, al norte del Lago Lanalhue, en el cuadrante inferior izquierdo del mapa.

Cayucupil, (mapudungún: Seis cunas, Seis chamuscados o Seis pelados), es una localidad del sur de Chile, perteneciente a la comuna de Cañete, Provincia de Arauco de la VIII Región del Biobío. Se encuentra ubicada al este de la ciudad histórica de Cañete y su población es de 2.998 habitantes (según el censo del año 2002). Se puede acceder a ella por la Ruta P-560, ruta pavimentada que se encuentra en óptimas condiciones todo el año.

Historia

Pulebu, localidad ubicada en el Valle de Cayucupil

El Valle que enfrentó a mapuche y español

El Valle que cobija al sector de Cayucupil en los tiempos de la conquista fue ocupado por las fuerzas araucanas que luchaban contra la invasión española. En ella se hacían reuniones y ceremoniales mapuches que mostraban el poderío de combate y la unión de fuerzas del mapuche en los denominados lof.

Célebres capítulos de poemas épicos, como La Araucana de Alonso de Ercilla y Zúñiga, reconocen a los alrededores de este terreno como los más complicados de atravesar en las rutas de aquellos tiempos. Las cercanías del valle fueron el escenario de la Batalla de la Quebrada de Purén en 1558, donde los españoles que regresaban de Imperial, debieron lidiar con el asecho de las fuerzas indomables del araucano en este episodio de la Guerra de Arauco, consignado en el Canto XVIII de La Araucana.[1]

En septiembre de 1561 se produjo un levantamiento mapuche que desencadenó nuevas acciones bélicas, que condujeron a las comunidades mapuche de los valles de Cayucupil y Pilmaiquen a registrar una serie de encuentros con tropas españolas, como dos combates en el sector de Lincoya, donde levantan un fuerte, como parte de las estrategias de defensa y ataque.

Luego del Desastre de Curalaba en 1602, los españoles dejan el territorio en poder de los mapuche, denominados por los españoles del siglo XVI como los tucapelinos, puesto que pertenecían al Ayllarehue Tucapel (territorio comprendido desde el sur del río Lebu y el norte del río Lleu-Lleu).

En 1605 el padre Luis de Valdivia permanece nueve meses en la zona de Arauco, sin resguardo militar, bautizando a más de cinco mil mapuches de diversas comunidades, entre ellas Cayucupil. Esta acción respaldó su estrategia conocida como Guerra defensiva.

En el parlamento de 1692, realizado en la Plaza de San Carlos de Austria en Yumbel, asisten por el lof de Cayucupil los loncos Anteni, Coliepi, Aucallanca y Marinaguel. También están registrados los nombres de Gullipel, Aigopillan, y [[Colelan, pero estos pertenecerían al lof de Molhuilla. Si bien acuerdan las paces, mantienen el dominio de su territorio, con el límite histórico del Río Biobío.

Fuerte Cayucupil

Durante la Ocupación de la Araucanía el Coronel Cornelio Saavedra con el objetivo de incomunicar a las belicosas tribus de la costa con las del valle central decide instalar distintas plazas fuertes en Cayucupil, Contulmo y Relbún.

En aquel tiempo el refundado Cañete solo tendría alrededor de mil incipientes habitantes que luchaban por construir en los cerca de 200 sitios dispuestos gratuitamente por el gobierno. Las construcciones se limitaban a ranchos pajizos, puesto que las tejas no habían sido suficientes para toda la población.[2][3]

En aquel tiempo el Cayucupil lelbun o Valle de Cayucupil sería controlado por el cacique Mariñanco (Mariñan) quien se había mostrado dispuesto a la entrada de las fuerzas de Saavedra tras intervención del Padre Buenaventura Ortega.

En 1868 se funda el Fuerte de Cayucupil debido a la importante conexión que brindaba con sus caminos con Angol y la zona que hoy corresponde a la Provincia de Malleco. Según lo escrito por Clímaco Hermosilla Silva en el libro “Cañete de la Frontera y las fortificaciones coloniales y republicanas de su entorno” vemos que hay mucha suposición incluso hoy en día en torno al sitio exacto de la ubicación de la fortificación.

Según el profesor Hermosilla, la ubicación del enclave tendría dos lugares tentativos: El cerro La Bandera y el cerro El Descanso.[4]

El primero es más bien por el nombre de la montaña que correspondería por suposición a que en este lugar flameó la bandera de algún cuartel en la antigüedad. La ubicación de este lugar está a unos 400 metros al noreste de los terrenos de Don Hugo Arnaboldi, quien además ha encontrado en su fundo muchas evidencias arqueológicas que incluso están siendo exhibidas en el Museo Mapuche de Cañete. Lamentablemente ningún otro antecedente aporta la existencia verídica de la empalizada.

El cerro El Descanso hoy es una plantación forestal casi en el 90%, pero conserva fielmente unos surcos amplios que corresponderían a los fosos o trincheras descritos por Saavedra. 36 metros de largo y 4,5 metros de ancho de supuesta trinchera que fue labrada entre tierra y roca que hoy sirve de pasadizo para ir a la mutilla. Por otro lado, a 180 metros se encuentra otro surco. Mientras que esta trinchera se separa a 520 metros del camino forestal existente ahí.

Muchos de los cayucupilanos no mencionan el verdadero nombre del Puente Cayucupil, ubicado a unos 500 metros del fundo de Dámaso Acuña Jaque, contiguo al cerro El Descanso, sino que eligen el de Puente Cuartel. Esta acepción quizá sirva para dar una pista más de la ubicación del Fuerte sumado al hecho que muchos hablan que a los pies de aquel cerro habría existido hace muchos años una gruta de la Virgen del Carmen, patrona del ejército de Chile, aunque otros mencionan la ubicación específica a la entrada del antiguo Puente, que estaba a solo metros del nuevo.

Los antecedentes de la entrega de terrenos

El primer antecedente[5]​ que se tiene de una entrega legalizada y concreta del Fundo Caicupil es el 17 de enero 1853 cuando José Ignacio Palma, socio del poderoso Juan Alemparte y cuñado de Juan de Dios Rivera, recibe la donación de los terrenos comprendidos desde el filo de la Cordillera de Nahuelbuta por el este, los llanos de Tucapel al poniente, Caramávida (San Alfonso) al norte y territorios indígenas colindante a Butamalal por el sur. Ese día llegaron hasta Concepción. Varios indígenas de la zona liderados por José María Quintriqueo y, destacan entre sus acompañantes, los caciques José Pichiquintriqueo, Juan Mariñan, Pablo Antibil, Pablo Llancamilla, Lorenzo Carpuán, Pascual Lincoggi y José Güenavil. Además comparecen José Melita, Pascual Lepillán, Francisco Marillanca, Pablo Llaupi, Juan Pasllani, Francisco Huenillao, José Mariqueo (hijo), Martín Antillao, Francisco Calbucoi, Juan Güichucura, Juan Leviqueo, Juan Güenuan, Mateo Himanque, Marcos Nicolás Cariqueo, Pascual Liempillán, Luis Calbuqueo, José Buricoi y Bartolo Curapil. Lo hacen junto a los capitanes Ángel Méndez y Anselmo Arévalo.

La donación fue efectuada conforme a beneficios personales, dinero, hospedaje, auxilio y cooperaciones recibidos por los caciques y a la buena relación que se acentúo en el apoyo manifestado por Palma en perseguir los frecuentes robos de animales. Manifiestan de la misma manera que no se hacen pobres con la donación, puesto que de aquel terreno no sacan provecho (recordemos que el valle de Cayucupil poseía varios humedales y pantanos en aquel entonces).

Al morir Palma, su concuñado Cornelio Saavedra toma posesión del extenso predio el 14 de diciembre de 1853. Aún así, ya el 15 de febrero de 1853 una tercera parte del predio había sido traspasado a don Domingo Ocampo. La viuda de Palma tendría problemas con la familia Cousiño respecto a este territorio tras una venta posterior a José Petit, su nuevo esposo. En 1876, muerto Petit, venden su propiedad a don Francisco Méndez Urrejola. Ya en 1887, inscribe a su nombre varios predios colindantes al predio Nahuelbuta.

Anteriormente en 1885, don Francisco Méndez arrienda la parte más poblada a don Fidel Cáceres Jaque por siete años. Más tarde, Cáceres comienza a subarrendar los terrenos ganando por concepto de maquilas. Diez años más tarde hace sociedad agrícola con don Roberto Seibt. Ya en 1896 arrienda mayores propiedades a Bernardo Lamilla Rebolledo, Cleonardo Aqueveque, Ildefonso Araneda y José Antonio Tillería.

En 1899 llega a la zona de Arauco la Comisión Radicadora de Indígenas que inicia diversas mediciones de terrenos para entrega de Títulos de merced, comenzando en Tirúa, finalizando en 1916. Característica de esta mensura fue la adjudicación de pequeños retazos de terrenos que se les reconocen a los mapuches, principalmente en el valle de Cayucupil y Elicura.

El 7 de Febrero de 1908 doña Elena Méndez Zañartu, hija de don Francisco Méndez, vende en su totalidad la hacienda Cayucupil a don Fidel Cáceres Jaque por una suma impresionante, un millón de pesos de la época. De aquí se incluyen 100 bueyes, 50 vacas, 200 ovinos y otras dotes de la hacienda. Don Fidel muere en 1923 y en su testamento incluye la posesión de los fundos Santa Clara, Caicupil, Huique, Agua Colorada, Conhueco, Cerro el Molino, Butamalal, Chacay, Calabazo y Reposo.

En 1929 se realiza la partición de bienes entre los herederos Manuel y Anselmo Cáceres Osses. Manuel recibe Caicupil y Calabazo, mientras que Anselmo recibe Santa Clara y Chacay. Los otros fundos se repartieron en herederos menores. En 1939 Anselmo Cáceres vende a la Caja de Colonización Agrícola el fundo Sta. Clara y a Maderas Hernández S.A. el fundo El Chacay. Justamente en la misma década su hermano Manuel había vendido parte importante de la zona poblada a modo de retazos a la familia Montory.

Con el correr de los siglos Cayucupil se transformará en hacienda, y en el Siglo XVIII será administrada por inmigrantes que llegarán a establecerse a los sectores aledaños al Cañete de aquellos tiempos. La Reforma Agraria impulsada por el gobierno a mediados del Siglo XX servirá para que los campesinos puedan optar por un terreno propio dentro del valle, dividiendo el terreno en lotes de tierra. Con esto nace la Cooperativa Cayucupil, la que buscará otorgar reparticiones de bienes raíces entre los habitantes de la zona y la creación de compañías ganaderas para el sustento de la población. El gobierno de la UP (Unidad Popular) ayudará a las comunidades indígenas del sector a poder establecerse de manera oficial y sin perjuicios en el sector, en las hoy mal llamadas reducciones.

La llegada de los Servicios Básicos

No obstante, para Cayucupil algo muy necesario eran los servicios básicos que llegaron con en la segunda mitad del Siglo XX. La primera Escuela de Cayucupil fue construida probablemente a mediados de los años 60 y solo sería una estructura muy similar a un rústico galpón. La construcción oficial -que perdura hasta hoy- se realizó y se inauguró en 1980. Cabe consignar que esta además contaba con Internado de hombres y mujeres para suplir la necesidad de las familias que vivían en los sectores altos de la cordillera de Nahuelbuta y que no podían viajar todos los días por el pésimo estado de los caminos y la lejanía con el establecimiento. El Internado continuaría funcionando durante estos años, siendo cerrado en diciembre de 2008 por decisión del concejo municipal de Cañete ante los bajos niveles de matrícula y el déficit económico que enfrentaba la municipalidad.

Otros servicios como el Agua Potable Rural llegó a la zona en 1984, en pleno gobierno de Pinochet. Mientras tanto la luz eléctrica a fines de la década de los 80, la conexión a teléfono público en 1995 y el Cuerpo de Bomberos de Cañete conformaría la Quinta Compañía de Bomberos de Cayucupil el 15 de junio de 2001.

La ruta P-560 que une Cañete con Cayucupil fue pavimentada durante el periodo 2005-2007, convirtiéndose en uno de los caminos más bellos de la Región del Bio-Bio. Esta obra que costó más de cuatro mil millones de pesos aún no es inaugurada, pues cuando se iba a realizar el Ministro de Obras Públicas de ese entonces, Eduardo Bitrán, era duramente criticado en el país.

Economía

La actividad económica del valle se basa principalmente en los rubros agrícola y forestal. Siendo este último el principal durante los últimos años, debido a la creciente industria de la madera en nuestro país, que contribuyó con la población del sector en los 60' y 70. Las características principales de la economía hablan de actividades primarias monoproductivas y de sustentación mínima. Hoy se desarrollan diferentes iniciativas para levantar el turismo en la zona y no desaprovechar las oportunidades que brinda el progreso.

La zona cuenta con un gran potencial hidroeléctrico, por lo mismo dos proyectos de esta materia se están gestionando para instalar dos centrales de pasada en el río Butamalal y Cayucupil respectivamente, que se enmarcan en el proyecto de ERNC de Corfo.

Mini Central Hidroeléctrica Cayucupil.(Hidroeléctrica Cayucupil Ltda). Es una central hidroeléctrica de pasada en el río Cayucupil que generará 6 MW de potencia y dará empleo a 60 personas durante su construcción y a dos en su operación. La inversión es de 12 millones 800 mil dólares y ya fue aprobada por la Conama.

Central Hidroeléctrica Butamalal.(RPI Chile Energías Renovables S.A.). Con una inversión de 25 millones de dólares utiliza cien personas para la construcción y 10 para la operación. Se ubica en el río Butamalal antes de la junta con el río Cayucupil a unos 20 km al oriente de la ciudad de Cañete y a unos 7 km del pueblo de Cayucupil. Generará 12 MW y fue aprobada por la Corema.

Atractivos Turísticos

Río Cayucupil

En la antigüedad llamado Togol-Togol o Nuelas, es hoy un reconocido lugar de esparcimiento en la Comuna de Cañete, pues a disfrutar de sus aguas llegan bañistas de muchos lugares. Sus aguas bajan desde la cordillera de Nahuelbuta y se unen al Río Butamalal en pleno valle, formando un afluente de belleza inigualable y siendo a la vez muy atractivo para los amantes de la pesca. Posteriormente se le llama Río Leiva al llegar a Cañete y desemboca en el océano Pacífico.

Río Butamalal

Telmatobufo bullocki en Butamalal

Nace en las entrañas del denso bosque de El Natri en plena Cordillera de Nahuelbuta y baja por el Valle de Butamalal. Posteriormente alimenta el cauce del Río Cayucupil al unirse con él en la Villa de Cayucupil,

En su descenso acoge una singular cantidad de especies de la zona. Siendo las más importantes la gran cantidad de anfibios, entre los que destacan Rhinoderma darwinii, Eupsophus contulmoensis, Eupsophus nahuelbutensis y Telmatobufo bullocki, entre otras. Todas estas con problemas de conservación en Chile.

Boca Toma

La conocida Toma de Agua de Cayucupil es un lugar distante a unos 10 minutos en vehículo hacia la cordillera de Nahuelbuta. Se puede acceder a ella a través de la ruta que une Cayucupil y el Parque Nacional Nahuelbuta, la entrada al lugar se encuentra antes de llegar al primer puente que atraviesa el río Cayucupil. Ahí ingrese tomando un camino de tierra que llega hasta lo que es el Canal de Regadío y rodeelo hasta llegar a este hermoso lugar con vegetación natural y unas cuantas aposentadurías para disfrutar ya sea de un rico asado o en verano disfrutar un rato de las refrescantes aguas cordilleranas que bajan por ambos lados de un pequeño islote de un hermoso colorido verdoso. Un sitio ideal para tomar bellas fotografías y al cual también se puede acceder caminando a través de la orilla del canal de regadío de Cayucupil encontrándose también con sorprendentes vistas del río y de los cerros del lugar.

Parque Nacional Nahuelbuta

Araucarias en Cordillera de Nahuelbuta

Ubicado a 33 km. De Cayucupil, en dirección a la cordillera es uno de los lugares más hermosos de Chile, pues posee Araucarias milenarias y una naturaleza indómita que solo se puede observar en nuestro sur con diversas especies entre las que se cuenta zorros, pumas, pájaros carpinteros y aves de los más diversos tamaños y formas.

Existen varios miradores desde la cúspide de la Cordillera de Nahuelbuta, siendo el más famoso La Piedra del Águila desde donde se puede observar por el este los macizos de la Cordillera de Los Andes y los distintos poblados de la depresión intermedia. Mientras que por el oeste se ven las aguas del Océano Pacífico rompiendo con la costa chilena, además de un diminuto Cañete en el poniente.

Fundo Anique

Actualmente conocido como Parque Recreativo Hernán Anguita, está ubicado en los primeros kilómetros de la ruta que une la ciudad de Cañete con el valle de Cayucupil. Entregado en comodato al municipio local, hoy es un lugar de esparcimiento único en la región, de acceso gratuito y con amplia vegetación rodeada de la naturaleza precordillerana. Es el escenario ideal para el desarrollo de la Feria Agrícola Ganadera y Forestal de la comuna, en la temporada estival.

Fiesta Campesina Cayucupil

Actividad folklórica desarrollada en el sector de Butamalal. En este evento se inculca el rescate de las tradiciones campesinas del pueblo chileno y cada año se cuenta con más de 8.000 visitantes durante sus tres días de celebración. Por sus escenarios han pasado célebres artistas como Los Huasos Quincheros, Los Hermanos Bustos, René Inostroza, Los Chacareros de Paine, Los Llaneros de la Frontera, entre otros.

Enlaces externos

Referencias

  1. Ercilla y Zúñiga, Alonso (1574). La Araucana. Salamanca, España: Domingo, Vicente y Simón de Portonarijs.  Texto «isbn » ignorado (ayuda)
  2. Saavedra Rodríguez, Cornelio (1870). Ocupación de Arauco. Santiago, Chile: La Libertad.  Texto «isbn » ignorado (ayuda)
  3. Saavedra Rodríguez, Cornelio (2010). Documentos Relativos a la Ocupación de Arauco Que Contienen Los Trabajos Practicados Desde 1861 Hasta La Fecha (reimpresa edición). Santiago, Chile: BiblioBazaar. pp. 152-155. ISBN 9781146265492. 
  4. Hermosilla Silva, Clímaco (1999). Cañete de la Frontera y las fortificaciones coloniales y republicanas de su entorno. Concepción, Chile: Cosmigonon.  Texto «isbn » ignorado (ayuda)
  5. Hermosilla Silva, Clímaco (2002). Cañete, crónicas de cinco siglos. Concepción, Chile: Cosmigonon.  Texto «isbn » ignorado (ayuda)