Diferencia entre revisiones de «Planeta Nueve»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Etiquetas: Edición desde móvil Edición vía web móvil
Sin resumen de edición
Etiquetas: Edición desde móvil Edición vía web móvil
Línea 6: Línea 6:
|leyenda_imagen = Representación artística del Planeta Nueve como un gigante de hielo eclipsando el centro de la Vía Láctea, con un sol en forma de estrella en la distancia.<ref name=findplanet9 /> La órbita de Neptuno se muestra como un pequeño elipse alrededor del Sol.
|leyenda_imagen = Representación artística del Planeta Nueve como un gigante de hielo eclipsando el centro de la Vía Láctea, con un sol en forma de estrella en la distancia.<ref name=findplanet9 /> La órbita de Neptuno se muestra como un pequeño elipse alrededor del Sol.
<!-- Descubrimiento -->
<!-- Descubrimiento -->
|descubridor =
|descubridor = Laura perez Soler
|fecha_descubrimiento =
|fecha_descubrimiento =
|designaciones =
|designaciones =

Revisión del 09:36 25 sep 2016

Planeta Nueve

Representación artística del Planeta Nueve como un gigante de hielo eclipsando el centro de la Vía Láctea, con un sol en forma de estrella en la distancia.[1]​ La órbita de Neptuno se muestra como un pequeño elipse alrededor del Sol.
Descubrimiento
Descubridor Laura perez Soler
Fecha 20 de enero de 2016
Categoría planeta hipotético
Orbita a Sol
Elementos orbitales
Inclinación 30º a la eclíptica (est.)[2]
Argumento del periastro 150º
Semieje mayor 700 UA (est.)[3]
Excentricidad 0.6 (est.)[2]
Elementos orbitales derivados
Periastro o perihelio 200 UA (est.)[2]
Apoastro o afelio 1200 UA (est.)[1]
Período orbital sinódico 10.000-20.000 años[2]
Características físicas
Masa 6 × 1025 kg (est.)
≥10 masas terrestres (est.)[2]
Diámetro 26,000–52,000 km (est.)[2]
Magnitud absoluta >22 (est.)[1]
Las órbitas de seis de los objetos más distantes en el cinturón de Kuiper sugieren la presencia de un planeta cuyo efecto gravitatorio explicaría sus inusuales órbitas.
Posible recorrido del Planeta Nueve en la constelación de Orión entre los años 1000 y 3000.
Se ha hecho la suposición de que el Planeta Nueve es similar en tamaño y composición a los gigantes azules de hielo Urano y Neptuno, representados aquí a escala con los gigantes de gas y los planetas terrestres.[4]

Planeta Nueve es el nombre provisional dado a un hipotético planeta helado de gran tamaño que podría existir en el sistema solar exterior, principalmente a partir del estudio publicado el 20 de enero de 2016 en el Astronomical Journal[5]​ por los astrónomos del Instituto Tecnológico de California (Caltech) Michael E. Brown y Konstantin Batygin. La existencia de este planeta puede inferirse por el comportamiento de un grupo de objetos transneptunianos.[6]​ Según informes de prensa de enero de 2016, el astrónomo Michael Brown situaría las probabilidades de la existencia del Planeta Nueve en un 90%.[5]​ Podría tratarse del quinto gigante gaseoso que habría sido expulsado del Sistema Solar interior según postula el modelo de Niza.[7]​ La existencia del Planeta Nueve explicaría las órbitas peculiares de dos grupos de objetos del cinturón de Kuiper.[4]

Características

Órbita

Se plantea como hipótesis que el Planeta Nueve sigue una órbita altamente elíptica alrededor del Sol, con un periodo orbital de entre 10 000  y  20 000 años. La órbita del planeta tendría un semieje mayor de aproximadamente 700 UA, unas 20 veces la distancia de Neptuno al Sol, aunque podría aproximarse hasta las 200 UA (30 000 millones de km) y su inclinación estimada sería de unos 30 (±10) grados sobre el plano de la eclíptica.[1][2][8]​ La alta excentricidad de la órbita del Planeta Nueve podría alejarlo hasta unas 1200 UA en su afelio.

El afelio, o el punto más lejano desde el Sol, estaría en la dirección aproximada de las constelaciones de Orión y Tauro, mientras el perihelio, o el punto más cercano al Sol, estaría en la dirección aproximada de las áreas del sur de Serpens (Caput), Ofiuco y Libra.[9][10]

Según un artículo publicado en el Washington Post,[11]​ los telescopios de al menos dos continentes se encontrarían ya buscando exhaustivamente el objeto, cuya órbita se encontraría 20 veces más alejada del Sol que la del planeta Neptuno, con un tiempo para completar su órbita estimado entre 10 000 y 20 000 años terrestres.[12]

Acompañando a este planeta gigante helado, según los modelos informáticos utilizados para este estudio, debería existir al menos un conjunto de cinco objetos realizando órbitas perpendiculares al plano del Sistema Solar. De encontrarse actualmente en la parte más alejada del Sol dentro de su órbita, serían necesarios los mayores telescopios del mundo, como el telescopio Subaru ubicado en Hawái.

Tamaño

Se estima que el planeta tiene 10 veces la masa[8][4]​y de dos a cuatro veces el diámetro de la Tierra.[5][13]​Una inspección con infrarrojos del Wide-field Infrared Survey Explorer (WISE) en 2009 no excluye tal objeto, ya que sus resultados permiten la existencia de un objeto del tamaño de Neptuno más allá de 700 UA.[14]​ Un estudio similar realizado en 2014 se enfocó en los posibles cuerpos de mayor masa en el Sistema Solar exterior y descartó objetos de la masa de Júpiter fuera de las 26.000 UA.[15]​ Brown estima que la masa del Planeta Nueve es mayor que la masa necesaria para limpiar su órbita a lo largo de 4600 millones de años, y que por tanto cumple con la definición de planeta.[16]

Composición

Brown especula que el planeta predicho es muy probablemente un gigante de hielo expulsado, de composición similar a Urano y Neptuno: una mezcla de roca y hielo, con una pequeña envoltura de gas.[1][5]

Nombres informales

Brown y Batygin han utilizado los nombres «Jehoshaphat», y «George» (Jorge), para el Planeta Nueve. Brown ha declarado «En realidad lo llamamos «Fattie» (Gordito) cuando estamos hablando entre nosotros».[17]​En agosto de 2014 Lorenzo Iorio propuso el nombre «Thelisto» en las noticias mensuales de la Real Sociedad Astronómica, para el planeta hipotético responsable de las órbitas inusuales de los sednoides y los objetos separados.[18]

Detección indirecta

Primeras especulaciones

El descubrimiento de Sedna y su peculiar órbita en 2004 llevó a la conclusión de que hace algún tiempo algo situado más allá de los ocho planetas conocidos perturbó a Sedna lejos del cinturón de Kuiper. Pudo haber sido otro planeta, pudo haber sido una estrella que se aproximó al Sol, o pudo haber sido un grupo de estrellas si el Sol se formó en un cúmulo.[19]

Después de analizar las órbitas de un grupo de objetos transneptunianos con órbitas altamente elongadas, Rodney Gomes del Observatorio Nacional de Brasil creó varios modelos que demostraban la posible existencia de un planeta todavía no detectado (de tamaño desconocido y órbita indeterminada) que podría estar demasiado alejado para influenciar los movimientos de la Tierra y de los restantes planetas interiores, pero aún suficientemente próximo al disco de objetos dispersos para conducirlos a sus órbitas alargadas.[20]

El anuncio del descubrimiento de 2012 VP113 en marzo de 2014, que compartía unas pocas características orbitales raras con Sedna y con otros objetos transneptunianos extremos, aumentó aún más la posibilidad de una supertierra no detectada y situada en una gran órbita exterior.[21]

Caso para un nuevo planeta

Trujillo y Shepherd analizaron las órbitas de los objetos transneptunianos (TNOs) con perihelio superior a 30 UA y un semieje mayor más grande que 150 UA, y encontraron que tenían una agrupación de características orbitales, particularmente en términos del argumento del perihelio, que describe la orientación de las órbitas elípticas en sus planos orbitales.[3][22]​Propusieron un «cuerpo único de 2-15 masas terrestres en una órbita circular de baja inclinación entre 200 y 300 UA» para explicar el patrón. No era la única manera de crear la agrupación de las orientaciones orbitales.

Brown y Batygin analizaron entonces seis objetos transneptunianos extremos en una configuración estable de órbitas mayormente fuera del cinturón de Kuiper (a saber, Sedna, 2012 VP113, 2007 TG422, 2004 VN112, 2013 RF98, y 2010 GB174).[3]​ Un análisis más detalllado de los datos demostró que estos seis objetos trazan órbitas elípticas que están alineadas aproximadamente en la misma dirección en el espacio físico, y se encuentran aproximadamente en el mismo plano.[23][24]​ Encontraron que esto sólo ocurriría por azar con una probabilidad del 0,007 %.[25]

Estos seis son los únicos planetas menores que se sabe que tienen perihelios superiores a 30 UA y un semieje mayor superior a 250 UA hasta enero de 2016.

TNOs con perihelio mayor que 30 AU y un semieje mayor que 250 UA[26]
Objeto Órbita Cuerpo
Período orbital
(Años)
Semieje mayor
(AU)
Perihelio
(AU)
Excentricidad Argumento del perihelio
(ω)
Magnitud aparente Diámetro (km)
2012 VP113 4,300 263 80 0.70 294° 23.4 600
2013 RF98 5,600 317 36 0.88 316° 24.4 80
2004 VN112 5,850 327 47 0.85 327° 23.3 200
2010 GB174 6,600 351 48 0.87 348° 25.2 200
2007 TG422 11,200 501 36 0.93 286° 21.9 200
90377 Sedna 11,400 506 76 0.86 311° 21.0 1,000
Planeta Nueve (hipotetizado) ~ 15,000 ~ 700 ~ 200 0.6 150° >22 26,000–52,000

Hipótesis sobre Planeta Nueve

Correlaciones orbitales entre los seis objetos transneptunianos distantes llevó a la hipótesis. (Ver: Cuadro final de órbitas)

El primer argumento con fuerza a favor de la existencia del Planeta Nueve fue publicado en 2014 por los astrónomos Scott Sheppard del Instituto Carnegie de Ciencias y Chad Trujillo del Observatorio Gemini de Hawái, que sugirieron que las órbitas similares de ciertos objetos tales como los sednoides podrían estar influenciados por un planeta masivo desconocido en el borde del Sistema Solar.[22]​ Sus hallazgos sugieren que una supertierra de unas 2 a 15 M, más allá de las 200 UA con una órbita altamente inclinada de 1500 UA podría conducir a los objetos extremos del cinturón de Kuiper (KBO) en órbitas de similar tipo.

Las simulaciones por ordenador de Michael E. Brown y Konstantin Batygin, originalmente desarrolladas para refutar el artículo de 2014, en su lugar proporcionaron evidencia adicional de que el Planeta Nueve puede existir. Su modelo teórico explica tres aspectos esquivos del cinturón de Kuiper (a saber, el alineamiento físico de las órbitas distantes, la generación de objetos separados tales como Sedna y la existencia de una población que traza trayectorias orbitales perpendiculares) en un cuadro único, unificador.[23][24]​ Brown describió después el planeta hipotético como un perturbador de los KBO extremos y especuló que, si se demuestra que las conclusiones actuales son correctas, el Planeta Nueve se podría haber desarrollado en el núcleo de un gigante gaseoso, si no hubiera sido arrojado a los confines del Sistema Solar.[5]

Brown piensa que si el nuevo objeto existe y se confirma que tiene los efectos observados, necesita ser incluso más masivo si está más alejado. Piensa que no importa dónde se especule que está, si existe, entonces domina el límite exterior del Sistema Solar, lo que es suficiente para hacerlo un planeta en las definiciones actuales.[16]

Inferencia

Batygin fue cauto en la interpretación de los resultados, diciendo: «Hasta que el Planeta Nueve sea captado por la cámara no cuenta como real. Todo lo que tenemos ahora es un eco».[27]

Brown situó las probabilidades para la existencia del Planeta Nueve en alrededor del 90 %.[5]Greg Laughlin, uno de los pocos investigadores que conocían de antemano acerca de este artículo, da una estimación del 68.3 %. Otros científicos escépticos exigen más datos en cuanto a KBO adicionales para ser analizados o evidencia final a través de la confirmación fotográfica.[28][29]​ Brown, aunque concede el punto de los escépticos, todavía piensa que hay datos suficientes para montar una búsqueda seria de un nuevo planeta, y asegura a todos que no va a ser una búsqueda inútil.[30]

Brown está apoyado por Jim Green, director de la División para Ciencias Planetarias de la NASA, quien dijo que «la evidencia es más clara ahora de lo que nunca ha sido antes».[31]

Tom Levenson concluyó que, por ahora, el Planeta Nueve parece ser la única explicación satisfactoria para todo lo que ahora se conoce acerca de las regiones exteriores del Sistema Solar.[27]

Detección directa

Localización

Si existe el planeta y está cerca de su perihelio, los astrónomos podrían identificarlo a partir de imágenes existentes. Para su afelio, se requieren los telescopios más grandes. Sin embargo, si el planeta se encuentra actualmente en el medio, muchos observatorios podrían detectar al Planeta Nueve. [8]​ Estadísticamente, el planeta tiene más probabilidades de estar más cerca de su afelio, a una distancia de más de 500 UA.[1]​ Esto es porque los objetos se mueven más lentamente cuando están cerca de su afelio, de acuerdo con la segunda ley de Kepler. La búsqueda en bases de datos de objetos estelares realizada por Brown y Batygin ya ha excluido la mayor parte del cielo donde el planeta predicho podría estar, salvo la dirección de su afelio, o en los fondos difíciles de detectar donde la órbita cruza el fondo de la Vía Láctea, que está cerca de las direcciones del afelio o al lado de su perihelio en la dirección aproximada de Escorpio y Sagitario.[9]

Radiación

Un planeta lejano como este reflejaría poca luz, pero —debido a que se estima que es un cuerpo grande—es más probable que su rúbrica de radiación sea detectada por telescopios infrarrojos terrestres (como ALMA). Sin embargo, esto todavía tendría que ser confirmado con la corroboración visual, ya que el ALMA no puede distinguir fácilmente entre un cuerpo pequeño y cercano y uno grande y distante.[32]

Visibilidad

Los telescopios están buscando el objeto que, debido a su distancia extrema del Sol, reflejaría poca luz solar y potencialmente evadiría los avistamientos con telescopio. [5]​ Se espera que tenga una magnitud aparente más débil que 22, por lo que es al menos 600 veces más débil que Plutón.[1]​ modo de comparación, el telescopio espacial Hubble ha detectado objetos tan tenues como de magnitud 31 con una exposición de unos 2 millones de segundos durante la fotografía de campo ultra profundo del Hubble. [33]​ Sin embargo, el telescopio Subaru ha alcanzado un límite fotográfico de magnitud 27,7 con una exposición de 10 horas.[34]​ Brown y Batygin están llevando a cabo una búsqueda primaria con el telescopio Subaru, que está ubicado en Hawái, ya que se prevé que sea visible en el hemisferio norte, y se espera que la búsqueda lleve hasta cinco años.[4][35]

Una búsqueda preliminar de los datos de archivo del Catalina Sky Survey, de Pan-STARRS y WISE no ha identificado al Planeta Nueve.[1]​ Las áreas restantes para buscar están cerca del afelio, que se encuentra cerca del plano galáctico de la Vía Láctea.[1]​ Esta dirección del afelio es donde el planeta predicho sería menos brillante y tiene un campo de visión complicado para su detección.[9]

Más objetos predichos

Batygin y Brown también predicen una población de objetos distantes todavía no descubiertos. Estos objetos tendrían semiejes mayores de más de 250 UA, pero tendrían excentricidades inferiores y órbitas que se alinearían con el Planeta Nueve. Los perihelios más grandes de estos objetos podrían hacerlos más débiles y más difíciles de detectar que a los objetos antialineados.[3][3][36]

Encontrar más de tales objetos permitiría a los astrónomos hacer predicciones más precisas sobre la órbita del planeta predicho.[37]​El Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos, cuando esté completo en 2023, será capaz de cartografiar el cielo entero en tan sólo un par de noches, proporcionando más datos sobre los objetos distantes del cinturón de Kuiper que podrían tanto reforzar la evidencia para el Planeta Nueve como ayudar a identificar su ubicación actual.[29]

Origen

Según Batygin y Brown, la nebulosa solar habría tenido que ser "excepcionalmente expansiva para ser compatible con la formación in situ de un planeta en una órbita tan distante y excéntrica", y por tanto especulan que el Planeta Nueve, si es que existe, probablemente se formó más cerca del Sol, pero fue finalmente empujado más lejos por Júpiter o Saturno durante la época nebular, arrojándolo a los extremos exteriores del Sistema Solar,[3]​ a través de un mecanismo que recuerda a la expulsión de un hipotético quinto planeta gigante en las últimas variaciones del modelo de Niza.[3]​ Sin embargo, las interacciones gravitatorias con el cúmulo de nacimiento del Sol, y probablemente los restos gaseosos de la nebulosa solar, podrían haber influido en el Planeta Nueve mientras era expulsado, colocándolo en una órbita muy amplia, pero estable, bastante fuera del cinturón de Kuiper, pero también dentro de la Nube de Oort interior.[38][39]

Según las estimaciones actuales de Batygin, para que la teoría de la eyección sea una explicación posible, la línea de tiempo para la expulsión habría estado entre tres millones y diez millones de años después de la formación del Sistema Solar.[4]​ Este calendario sugiere que el Planeta Nueve no es el planeta expulsado en el modelo de inestabilidad de Niza, a menos que esto ocurriese demasiado pronto para ser la causa del bombardeo intenso tardío,[40]​ que entonces requeriría otra explicación. Batygin también está de acuerdo en que estas eyecciones deben haber sido dos eventos separados.

Ethan Siegel, que es profundamente escéptico respecto a la existencia de un nuevo planeta no descubierto en el Sistema Solar, sin embargo especula que al menos un planeta de tipo súpertierra, que han sido comúnmente descubiertos en otros sistemas planetarios pero no se han descubierto en el Sistema Solar, podría haber sido expulsado desde las órbitas interiores del Sistema Solar debido a la migración de Júpiter hacia el interior durante los inicios del Sistema Solar.[41][42]​ Hal Levinson cree que la posibilidad de que un objeto expulsado termine en la nube de Oort interior es solo alrededor del 2%, y especula que muchos objetos deben haber sido arrojados más allá de la nube de Oort si uno ha entrado en una órbita estable.[43]

Los astrónomos esperan que el descubrimiento del Planeta Nueve ayude en la comprensión de los procesos que están detrás de la formación del Sistema Solar y de otros sistemas planetarios, y a comprender como de inusual es el Sistema Solar comparado con otros sistemas planetarios. [44]

Véase también

Referencias

  1. a b c d e f g h i «Where is Planet Nine?». FindPlanetNine.com (en inglés). 20 de enero de 2016. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  2. a b c d e f g Witze, Alexandra (20 de enero de 2016). Evidence grows for giant planet on fringes of Solar System (en inglés) 529 (7586 edición). Nature. pp. 266-7. PMID 26791699. doi:10.1038/529266a. 
  3. a b c d e f g Batygin, Konstantin; Brown, Michael E. (20 de enero de 2016). «Evidence for a distant giant planet in the Solar system». The Astronomical Journal 151 (2): 22. Bibcode:2016AJ....151...22B. doi:10.3847/0004-6256/151/2/22. 
  4. a b c d e Hand, Eric (20 de enero de 2016). «Astronomers say a Neptune-sized planet lurks beyond Pluto». Science (en inglés). Consultado el 21 de enero de 2016. 
  5. a b c d e f g Rachel; Feltman (20 de enero de 2016). «New evidence suggests a ninth planet lurking at the edge of the solar system» (en inglés). The Washington Post. Consultado el 21 de enero de 2016. 
  6. Burdick, Alan (21 de enero de 2016). «Discovering Planet Nine» (en inglés). The New Yorker. Consultado el 21 de enero de 2016. 
  7. Batygin, Konstantin; Brown, Michael E. (1 de enero de 2016). «Evidence for a Distant Giant Planet in the Solar System». The Astronomical Journal (en inglés) 151 (2): 22. ISSN 1538-3881. doi:10.3847/0004-6256/151/2/22. Consultado el 21 de enero de 2016. 
  8. a b c Fesenmaier, Kimm (20 de enero de 2016). «Caltech Researchers Find Evidence of a Real Ninth Planet» (en inglés). California Institute of Technology. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  9. a b c See RA/Dec chart at Konstantin Batygin; Mike Brown (20 de enero de 2016). «Where is Planet Nine?». www.findplanetnine.com (en inglés). The Search for Planet Nine. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  10. Michael D. Lemonick; (Worldwide Telescope, Caltech/R. Hurt (IPAC)) (20 de enero de 2016). «Strong Evidence Suggests a Super Earth Lies beyond Pluto». Scientific American (en inglés). Consultado el 30 de enero de 2016. 
  11. Achenbach, Joel (20 de enero de 2016). «New evidence suggests a ninth planet lurking at the edge of the solar system». The Washington Post (en inglés). ISSN 0190-8286. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  12. «Caltech Researchers Find Evidence of a Real Ninth Planet | Caltech». The California Institute of Technology. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  13. Watson, Traci (20 de enero de 2016). «Researchers find evidence of ninth planet in solar system». USA Today. 
  14. Lakdawalla, Emily (27 de agosto de 2009). «The Planetary Society Blog: "WISE Guys"». The Planetary Society. Consultado el 26 de diciembre de 2009. 
  15. Luhman, K. L. (20 de enero de 2014). «A search for a distant companion to the Sun with the Wide-Field Infrared Survey Explorer». The Astrophysical Journal 781 (4): 4. Bibcode:2014ApJ...781....4L. doi:10.1088/0004-637X/781/1/4. Consultado el 21 de enero de 2015. 
  16. a b Brown, Mike (19 de enero de 2016). «Is Planet Nine a "planet"?». 
  17. Marsden, Brian G. (30 de septiembre de 1983). Satellites of Jupiter and Saturn (en inglés) 3872. IAU Circular. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  18. Iorio, Lorenzo (16 de agosto de 2014). «Planet X revamped after the discovery of the Sedna-like object 2012 VP113?». Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (en inglés) (1 edición) 444: L78-L79. Bibcode:2014MNRAS.444L..78I. arXiv:1404.0258. doi:10.1093/mnrasl/slu116. 
  19. «A Conversation With Pluto's Killer: Q & A With Astronomer Mike Brown». 
  20. «Planet X? New Evidence of an Unseen Planet at Solar System's Edge». «More work is needed to determine whether Sedna and the other scattered disc objects were sent on their circuitous trips round the sun by a star that passed by long ago, or by an unseen planet that exists in the solar system right now. Finding and observing the orbits of other distant objects similar to Sedna will add more data points to astronomers' computer models.» 
  21. Ian Sample (26 de marzo de 2014). «Dwarf planet discovery hints at a hidden Super Earth in solar system». Guardian News. 
  22. a b Trujillo, Chadwick A.; Sheppard, Scott S. (27 de marzo de 2014). «A Sedna-like body with a perihelion of 80 astronomical units». Nature 507 (7493): 471. Bibcode:2014Natur.507..471T. PMID 24670765. doi:10.1038/nature13156. 
  23. a b Konstantin Batygin (19 de enero de 2016). «Search for Planet 9 – Premonition». FindPLanetNine.com. 
  24. a b Bob McDonald (24 de enero de 2016). «How did we miss Planet 9?». CBC News. «It's like seeing a disturbance on the surface of water but not knowing what caused it. Perhaps it was a jumping fish, a whale or a seal. Even though you didn't actually see it, you could make an informed guess about the size of the object and its location by the nature of the ripples in the water.» 
  25. Lakdawalla, Emily (20 de enero de 2016). «Theoretical evidence for an undiscovered super-Earth at the edge of our solar system». The Planetary Society. 
  26. «MPC list of q>30 and a>250». IAU Minor Planet Center. 
  27. a b Thomas Levenson (25 de enero de 2016). «A New Planet or a Red Herring?». The Atlantic (en inglés). Consultado el 30 de enero de 2016. «"We plotted the real data on top of the model" Batyagin recalls, and they fell "exactly where they were supposed to be." That was, he said, the epiphany. "It was a dramatic moment. This thing I thought could disprove it turned out to be the strongest evidence for Planet Nine.» 
  28. Loren Grush (20 de enero de 2016). «Our solar system may have a ninth planet after all — but not all evidence is in (We still haven't seen it yet).» (en inglés). The Verge. «The statistics do sound promising, at first. The researchers said that there is a 1 in 15,000 chance that the movements of these objects are coincidental and don't indicate a planetary presence at all. But for a study to be a slam dunk, the odds of failure must be higher, such as 1 in 1,744,278. "When we usually consider something as clinched and air tight, it usually has odds with a much lower probability of failure than what they have - But researchers often publish before they get the slam-dunk odds, in order to avoid getting scooped by a competing team" - Sara Seager, a planetary scientist at MIT. Most outside experts agree that the researchers' models are strong. And Neptune was originally detected in a similar fashion — by researching observed anomalies in the movement of Uranus. "The idea of a large planet at such a distance from the Sun isn't actually that unlikely" - Bruce Macintosh, a planetary scientist at Stanford University». 
  29. a b Kate Allen (Jan 20, 2016). «Is a real ninth planet out there beyond Pluto?». The Toronto Star. 
  30. «We can't see this possible 9th planet, but we feel its presence». PBS Newshour (en inglés). 22 de enero de 2016. «"Right now, any good scientist is going to be skeptical, there is always that chance that it's not real. But I think it’s time to mount this search. I mean, we like to think of it as, we have provided the treasure map of where this ninth planet is, and we have done the starting gun, and now it's a race to actually point your telescope at the right spot in the sky and make that discovery of planet nine." - Mike Brown». 
  31. Sarah Fecht (22 de enero de 2016). «Can there really be a planet in our solar system that we don't know about?» (en inglés). Popular Science. Consultado el 30 de enero de 2016. 
  32. Corey S. Powell (22 de enero de 2016). «A Little Perspective on the New "9th Planet" (and the 10th, and the 11th)». Discover Magazine (Blog). 
  33. Hubble goes to the eXtreme to assemble the deepest ever view of the Universe, by G. Illingworth, D. Magee, and P. Oesch, R. Bouwens, and the HUDF09 Team, 25 September 2012,
  34. «What is the faintest object imaged by ground-based telescopes?». Sky Telescope. 24 de julio de 2006. 
  35. Wall, Mike (21 de enero de 2016). «How Astronomers Could Actually See 'Planet Nine'». Space.com. Consultado el 24 de enero de 2016. 
  36. Burdick, Alan (20 de enero de 2016). «Discovering Planet Nine». The New Yorker. Consultado el 20 de enero de 2016. 
  37. Nathaniel Scharping (20 de enero de 2016). «Planet Nine: A New Addition to the Solar System?». Discover Magazine (blog). 
  38. Totten, Sanden (20 de enero de 2016). «Caltech researchers answer skeptics' questions about Planet 9». Southern California Public Radio. 
  39. Chang, Kenneth (20 de enero de 2016). «Ninth Planet May Exist Beyond Pluto, Scientists Report». The New York Times. 
  40. Gomes, R.; Levison, H. F.; Tsiganis, K.; Morbidelli, A. (2005). «Origin of the cataclysmic Late Heavy Bombardment period of the terrestrial planets». Nature 435 (7041): 466-469. Bibcode:2005Natur.435..466G. PMID 15917802. doi:10.1038/nature03676. 
  41. Seigel, Ethan. «Not So Fast: Why There Likely Isn't A Large Planet Beyond Pluto». Starts with a Bang. Forbes. Consultado el 22 de enero de 2016. 
  42. Siegel, Ethan (3 de noviembre de 2015). «Jupiter May Have Ejected A Planet From Our Solar System». Forbes. Consultado el 22 de enero de 2016. 
  43. Kelly Beatty (26 de marzo de 2014). «New Object Offers Hint of "Planet X" By Kelly Beatty». Sky and Telescope. 
  44. Paul Scott Anderson (22 de enero de 2016). «Has ‘Planet X’ finally been found? A cautionary tale». Planetaria.ca. 

Enlaces externos