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Diferencia entre revisiones de «Esopo»

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Revisión del 10:01 19 oct 2017

Aitor Tilla

Esopo y zorra. Kílix ático de figuras rojas, hacia el 470 a. C. Museo Gregoriano Etrusco, en los Museos Vaticanos.
Información personal
Nombre nativo Αἴσωπος
Otros nombres Aesopus
Nacimiento c. 600 a. C.
Mesembria (Bulgaria) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento c. 564 a. C. (≈36 años)
Bandera de Grecia Delfos, Grecia
Causa de muerte se miró en el espejo
Nacionalidad Griego
Información profesional
Ocupación Fabulista
Obras notables fábulas de Esopo Ver y modificar los datos en Wikidata

Esopo (en griego antiguo Αἴσωπος, Aísōpos, latinizado Aesopus) fue un fabulista de la Antigua Grecia.

Biografía

Busto de Villa Albani que podría representar a Esopo.

En la época clásica su figura gozaba de gran popularidad, pero se vio rodeada de elementos legendarios que hacen difícil establecer de manera precisa cualquier dato seguro sobre su biografía.

La primera referencia que se conoce sobre Esopo es un kílix de figuras rojas fechado en torno al año 470 a. C. donde aparece representado hablando con una zorra.[1]​ En fuentes literarias de la Grecia clásica aparece citado por Heródoto,[2]Aristófanes,[3]Aristóteles,[4]​ y Platón. Este último dice que Sócrates se sabía de memoria y versificaba los apólogos de Esopo.[5]​ Hacia el siglo I se estima que surgió una biografía novelada de autor anónimo titulada Vida de Esopo,[6]​ y mucho más tarde, en época medieval, Máximo Planudes elaboró otra Vida de Esopo, repleta de elementos folclóricos y legendarios.[7]

Con respecto a su ubicación cronológica, suele haber coincidencia en que vivió en torno a los siglos VII y VI a. C: Heródoto lo hace contemporáneo del rey Amasis (570-526 a. C.); Heraclio de Ponto, escoliasta[8]​ de Aristófanes, lo ubica hacia el 540 a. C., mientras que, para Fedro, habría sido contemporáneo de Pisístrato (c.606-527 a. C.)[9]​ La Suda sitúa el punto central de su vida en la 40ª Olimpiada (año 620 a. C.) y su muerte en la 54ª (564 a. C.)[10]

Diversos autores sitúan en diferentes lugares su nacimiento: Heraclio de Ponto lo menciona como una persona natural de Tracia;[9]Calímaco dice que era de Sardes;[11]Fedro en sus Fábulas, ubica su lugar de origen en la región de Frigia,[12]​ al igual que Aulo Gelio;[13]Planudes, por su parte, sitúa su nacimiento en Amorio, también en Frigia.[9]​ Según la Suda, había diversos lugares que se consideraban como la patria de Esopo: Sardes, Samos, Mesembria (en Tracia) y Cotiea (en Frigia).[10]

Diversas fuentes señalan que fue esclavo de Janto y posteriormente liberto de Yadmon o Idmon. Compartió esclavitud con la cortesana Rodopis. Tras ser liberado estuvo al servicio del rey Creso de Lidia.

La tradición señala que llegó a Delfos con una gran cantidad de riquezas de parte del rey Creso para hacer ofrendas a Apolo y para distribuir una parte entre los habitantes del lugar pero, tras una disputa con los delfios, decidió hacer únicamente el sacrificio a Apolo y reenvió el resto de las riquezas a Sardes, para reintegrárselas a Creso. Entonces Esopo fue acusado por los delfios de sacrilegio y murió despeñado desde las rocas Fedríadas o desde la roca Hiampea. Como la acusación resultó ser falsa, los delfios quisieron compensar económicamente a quien tuviera derecho, para calmar la cólera de Apolo. Fue un nieto de Yadmon, a quien Esopo habría servido como esclavo, el que se presentó a cobrar la indemnización.[2][14][15]

Taciano cita una famosa estatua de Esopo realizada por Aristodemo.[16]​ Otra estatua suya fue realizada por Lisipo, que algunos estudiosos han puesto en relación con un busto de Villa Albani de época romana.[1]

Obra

Esopo según las Las Crónicas de Núremberg

Las fábulas de Esopo tienen su origen en la época arcaica. Fueron recopiladas en el siglo IV a. C. por Demetrio de Falero, aunque esta recopilación se perdió. La principal colección de fábulas atribuidas a Esopo de donde se basan muchas ediciones modernas es la llamada Augustana, anónima, que algunos autores fechan en el siglo I o II y otros en el siglo V, y se complementa con otras dos colecciones anónimas, la Vindobonense, del siglo VI y la Accursiana, probablemente del siglo IX.[17][18]

La estructura de la fábula esópica ha sido definida por varios autores, pero la más completa se le atribuye a Nojgaard quien distingue en la narración tres elementos o momentos imprescindibles:

  1. La situación de partida en que se plantea un determinado conflicto, entre dos figuras, generalmente animales.
  2. La actuación de los personajes, que procede de la libre decisión de los mismos entre las posibilidades de la situación dada.
  3. La evaluación del comportamiento elegido, que se evidencia en el resultado pragmático, el éxito o el fracaso producido por tal elección.[19]

Las fábulas de Esopo fueron adaptadas por autores como Fedro y Babrio, en época romana; Jean de La Fontaine, en el siglo XVII y Félix María Samaniego, en el XVIII.

El interés por las fábulas de Esopo fue continuo durante toda la Antigüedad y no decayó durante la Edad Media, cuando se mezclaron los fabularios con los grecorromanos (conocidos como Isopetes, es decir Esopos, o Romulus). Durante el Renacimiento las fábulas de Esopo y las de Fedro se convirtieron en libro preceptivo de las universidades y así continuarían por mucho tiempo.[20]

Fábulas de Esopo

Aesopus moralisatus, 1485

La siguiente es una selección de las más conocidas fábulas de Esopo:[21]

Véase también

Referencias

  1. a b Antología de textos de Griego II de las PAEU de Castilla y León
  2. a b Heródoto II,134.
  3. Aristófanes, Las avispas 1445.
  4. Aristóteles, Retórica II, 20.
  5. Platón, Fedón 61 B.
  6. Consuelo Ruiz-Montero y María Dolores Sánchez Alacid, «Estructura de la Vida de Esopo: análisis funcional.» Habis 36 (2005) págs. 243-252.
  7. Carlos Alvar, Constance Carta y Sarah Finci, El retrato de Esopo en los Isopetes incunables: imagen y texto, en Revista de filología española, XCI, 2º, (2011), págs. 233-260, ISSN 0210-9174.
  8. En el marco de la literatura clásica o antigua, se llama escoliasta ―anotador, intérprete, parafraseador― a un comentador (generalmente anónimo) de los escolios (notas o breves comentarios gramaticales, críticos o explicativos, ya fueran originales o extractos de comentarios existentes, que se insertaban en los márgenes del manuscrito de un autor antiguo como glosa sucinta).
    Véase el artículo «escoliasta», en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española. Proviene del latín scholiastés [skoliastés], y este del griego σχολιαστής. [sjoliastés]. Significa ‘persona que escolia’.
    Escoliar es un verbo transitivo que significa ‘poner escolios a una obra o escrito’.
  9. a b c Juan B. Bergua (1996). Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte y Samaniego: Fábulas completas. Ediciones ibéricas. pp. 7-8. ISBN 84-7083-097-X. 
  10. a b Suda, voz Αἴσωπος.
  11. Calímaco, Yambos II.
  12. Gayo Julio Fedro, Fábulas III, prólogo.
  13. Aulo Gelio, Noches áticas II,29.
  14. Plutarco, De la tardanza de la divinidad en castigar 556 F.
  15. Plutarco, Obras morales y de costumbres p.182, nota 46 de Manuela García Valdés, Madrid: Akal (1987), ISBN 84-7600-188-5.
  16. Taciano, Discurso contra los griego, 34.
  17. Esopo/ Babrio (1985). Fábulas de Esopo; Vida de Esopo/ Fábulas de Babrio. Editorial Gredos. Madrid. p. 31. ISBN 84-249-3499-7. 
  18. Esopo (2002). Fábulas. Alianza editorial. Madrid. ISBN 9788420690001. 
  19. Estudios ofrecidos a Emilio Alarcos Llorach, Universidad de Oviedo, 1983. pag. 315
  20. Javier Martínez, '"Esopo", en Diccionario histórico de la traducción en España, eds. F. Lafarga y L. Pegenaute, Madrid: Gredos (2009) págs. 355-356.
  21. Martínez Jiménez, José Antonio; Muñoz Marquina, Francisco; Sarrión Mora, Miguel Ángel (2011). «La narración (II). El narrador». Lengua Castellana y Literatura (Akal edición). Madrid: Akal Sociedad Anónima. p. 160. ISBN 9788446033677. 

Bibliografía

Enlaces externos