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Taberna

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Interior de la Taberna de Antonio Sánchez (Madrid)

Una taberna es un establecimiento de hostelería de antigua tradición, que sirve comida y bebida de forma opcional.[1]​ Se admite como sinónimo de cantina, bodegón y tasca,[2]​ como uso alterno para mesón o posada,[3]​ y en el Cono Sur para pulpería[4]​ y el bar. En el siglo xxi ya no está asociado al tipismo de la ciudad, lugar o región en la que se encuentra, por efecto de la creación de cadenas de marcas o firmas de restauración.[5]

Etimología

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Según el Diccionario de la lengua española, taberna es término del latín (con plural tabernae), y designaba un tipo de local comercial abierto a la calle de las ciudades de la Roma antigua. Solía encontrarse en los bajos de un edificio (insula),[6]​ y disponer de un único espacio abovedado. Su funcionalidad variaba según el tipo de actividad comercial a la que se dedicase. Así, en un thermopolium o termopolio, se daban comidas calientes, mientras en un pistrinum se vendía pan, y en las fulonica tejidos, etc.[6][7]

Origen histórico

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Como establecimientos públicos, se documentan locales similares ya en el año 1700 a. C. Se han encontrado pruebas de la existencia de un comedor público durante el Egipto antiguo en el año 512 a. C.[8]

Puede considerarse su precedente directo más antiguo la taberna romana (thermopolium o taberna vinaria),[6]​ debido a que se servía en ellas vino caliente.[8]Habemus pullum, piscem, pernam, panem («Tenemos pollo, pescado, carne, pan»), podía leerse en el menú de una de estas tabernas.[7][a][9]

Su expansión mundial puede quedar referida por ejemplos como las cadenas de restaurantes del tipo Billy Goat Tavern, o el Fraunces Tavern o Taberna Fraunces, museo y restaurante histórico de Manhattan.

En España

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Picadores en una taberna andaluza al pie de la Alhambra de Granada, en un óleo costumbrista pintado en 1842 por Wilhelm Gail.

Las tabernas, relatoras de un capítulo importante de la idiosincrasia del pueblo español, frecuentes escenarios en la literatura de la novela picaresca y glosadas en poemas y coplas de autores clásicos (como Jorge Manrique con las Coplas a una beoda que tenía empeñado un brial en la taberna o diversos pasajes del Libro del buen amor del arcipreste de Hita), conservan en España un bagaje cultural de raíz popular que testimonian numerosos (y quizá innumerables) establecimientos del ramo. Dejando al margen la explotación gastronómica que modernas cadenas o firmas de hostelería hacen del concepto ‘taberna’, cabe anotar en el libro de las tabernas históricas españolas, locales como fueron o siguen siendo La Taberna Rubi de Segovia, fundada en 1861; el Rovell de l'Ou en Barcelona;

Tabernas cordobesas

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En Córdoba, se conserva la tradición histórica de la taberna andaluza en casi un centenar de establecimientos tipo fundados en muchos casos hace más de siglo y medio.[10]​ Una de las más antiguas es la Taberna La Fuenseca, sita en la encrucijada entre las calles de Juan Rufo y Conde de Arenales, cuyos orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, al reinado de Isabel II, cuando el general Narváez ocupaba la presidencia del Consejo de Ministros. Además, tras la conquista de Córdoba por Fernando III “el Santo”, Rey de Castilla, el solar donde ahora se erige la Fuenseca acogió la primera misa católica en la ciudad[11]​.

Ya en 1721, el manual enciclopédico Córdoba monumental artística e histórica menciona 142 tabernas en la capital cordobesa, censo que en 1875 alcanzó los 174 establecimientos tabernarios abiertos al público.[12]​ De la larga lista pueden elegirse como referencia, y un poco al azar: la Taberna Sociedad Plateros I, Taberna El Seis, Taberna del Potro, Taberna Casa Salinas, Taberna Casa Almoguera, Taberna El Gallo, Taberna La Parra, Taberna La Paz (en San Agustín), Taberna La Verdad, Taberna Curro Navarro, Taberna El Pellejero y la ‘Casa Pepe’ en la Judería o la taberna El Pisto de San Miguel.[13]​ Aunque la lista es mucho más larga, pues, como rezaba la popular copla:

Córdoba, ciudad bravía

entre antiguas y modernas,
con más de mil tabernas

y una sola librería.

Tabernas madrileñas

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Taberna del siglo XIX en Madrid.

En Madrid, además de Los Gabrieles, que fue tablao y «Capilla Sixtina» de la historia de la azulejería madrileña,[14]​ deben mencionarse la Taberna de Antonio Sánchez (1787) o la Taberna Carmencita (1854), entre muchas otras. Benito Pérez Galdós, en una conferencia escrita por él pero leída por su amigo Serafín Álvarez Quintero en el Ateneo de Madrid en 1915 y titulada “El Madrid mismo de la juventud, recordado cincuenta años después”, el cronista de España pasa revista al Madrid que él vivió en su juventud, entre 1865 y 1885. Y cuando describe la calle de Toledo, escribe Galdós que «toda la calle es roja, no precisamente por el matadero ni por la sangre revolucionaria, sino por la pintura exterior de las 88 tabernas (las he contado) que existen desde la Plaza de la Cebada hasta la Puerta de Toledo».[b][15][16]

Iconografía pictórica de las tabernas flamencas

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Una de las más ricas iconografías del ambiente tabernario en Flandes se recoge en su producción pictórica a lo largo de los siglos xvii y xviii,[17]​ dentro del ámbito de la pintura de género en los Países Bajos,[18]​ que luego tendría cierta continuidad temática en los motivos costumbristas recogidos por el Romanticismo,[19]​ o series como las tabernas de monos de la escuela de David Teniers el Joven.

Proyección cultural

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En un contexto más popular, podrían mencionarse representaciones contemporáneas en los medios de comunicación como la taberna de Moe de los Simpson, clásicos como La taberna errante de G. K. Chesterton, o La taberna fantástica de Alfonso Sastre, o el cómic Historias de taberna galáctica. Una larga lista de ejemplos relacionados de la literatura, el cine o la música –que no es necesario ni adecuado reproducir aquí–, completaría el universo tabernario. También ha quedado una amplia representación en el refranero, con curiosos ejemplos, como: «A la iglesia no voy porque estoy cojo, pero a la taberna voy, poquito a poco», «Los niños a la escuela las mujeres a fregar, los hombres a la taberna ¡viva la libertad!», «De mal a mal, dame la taberna y no el hospital» o «Aguardiente, en tienda, y vino en taberna».[20][21]

Véase también

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Notas

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  1. En Europa, alrededor del año 1200 se documentan casas de comida en Londres, París y otras capitales. El primer restaurante abierto en París tenía la siguiente inscripción en la puerta: Venite ad me omnes qui stomacho laboratoratis et ego restaurabo vos («Venid a mi todos aquellos cuyos estómagos clamen angustiados, que yo los restauraré»). En la capital francesa, el “tabernero Boulanger” fundó en la en 1765 un establecimiento donde se servía cordero a la salsa blanca y un caldo, menú que se hizo muy popular. Finalmente, Antonio Beauvilliers, patrón del la Taverne Anglaise fue el primero en dar a su local el nombre de «restaurant», como con halagadora narración lo describía el jurista Brillat-Savarin en su Fisiología del gusto (1825).
  2. Así aparece referido en “Madrid” de (1843-1920), libro editado por Afrodisio Aguado en 1957, en el apartado II (páginas 171-194).

Referencias

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  1. Real Academia Española. «taberna». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 29 de enero de 2018. 
  2. Corripio, 1985, p. 830.
  3. Corominas, 1987, p. 551-552.
  4. «Antiguas tabernas de Buenos Aires aún se mantienen vivas». paginasiete.bo y Agencia EFE. 30 de diciembre de 2013. Consultado el 30 de enero de 2018. 
  5. «taberna». wordreference. Consultado el 29 de enero de 2018. 
  6. a b c Lajo Pérez, Rosina (1990). Léxico de arte. Madrid - España: Akal. p. 194. ISBN 978-84-460-0924-5. 
  7. a b «Las tabernas, bares y restaurantes en el mundo romano». arterural.com. 3 de enero de 2016. Consultado el 30 de enero de 2018. 
  8. a b Gately, 2008.
  9. Antonio , Montecinos (22 de junio de 2017). «Restaurantes: origen e historia». wordpress.com. Consultado el 30 de enero de 2018. 
  10. Valenzuela, Rafael (28 de diciembre de 2006). «Montilla-Moriles acredita a las tabernas históricas de Córdoba». diariocordoba.com. Consultado el 30 de enero de 2018. 
  11. Asencio Gallego, José María (26 de marzo de 2022). «La Fuenseca: al alma hecha taberna». Córdoba (periódico). Córdoba. Consultado el 2 de abril de 2023. 
  12. Melero Muñoz, Manuel (1987). «Las Tabernas de Córdoba». cordobapatrimoniodelahumanidad.com. Consultado el 30 de enero de 2018. «Documentación: Nuestras tabernas, editado por Diputación y la Caja Provincial de Ahorros de Córdoba en 1987, con motivo del "Homenaje a las tabernas Cordobesas", celebrado el 30 de Abril de 1987 en el Palacio de la Merced.» 
  13. Helena Medel y Virginia Luque (4 de julio de 2012). «Guía ‘El Viajero’ de Córdoba». El País. Consultado el 30 de enero de 2018. «(ver enlace a la monografía de Cordobapedia)». 
  14. Agromayor, 1998, p. 32.
  15. Pasies Monfort, Antonio (7 de abril de 2016). «Tabernas antiguas de Madrid». tabernasantiguasmadrid. Consultado el 30 de enero de 2018. 
  16. Osorio, Carlos (2004). Tabernas y tapas en Madrid. Madrid: La Libería. ISBN 8495889757. 
  17. Chilvers, 2004, p. 384.
  18. Calvo Serraller, Francisco (2005). Los géneros de la pintura. Taurus. ISBN 9788430605170. Consultado el 30 de enero de 2018. 
  19. Lafuente Ferrari, Enrique (1987). Breve historia de la pintura española, vol. II. Madrid: AKAL. pp. 446 y ss. ISBN 9788476001820. Consultado el 10 de septiembre de 2016. 
  20. «posada en el refranero». buscapalabra.com. Consultado el 10 de noviembre de 2017. 
  21. Junceda, Luis (1997). Diccionario de refranes. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 8423987841. 

Bibliografía

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Enlaces externos

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