Diferencia entre revisiones de «Diversidad sexual en Chile»
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Revisión del 02:05 2 nov 2009
La homosexualidad en Chile ha sido históricamente un tema tabú dentro de la sociedad chilena, caracterizada generalmente como conservadora incluso en comparación con otros países latinoamericanos.
Durante gran parte de la historia chilena, la homosexualidad se mantuvo oculta al estar legalmente prohibida pero sin procedimientos específicos destinados a su represión. La principal excepción fue la persecución de homosexuales durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo y la promulgación de la "Ley de Estados Antisociales" de 1954 que afectaba específicamente a vagabundos, locos y homosexuales. En los últimos años, especialmente tras el inicio de la Transición a la democracia en 1990, la sociedad chilena ha comenzado a ser más abierta con respecto a la homosexualidad: la penalización de la sodomía fue derogada en 1998 y en 2003 fue presentado en el Congreso Nacional un proyecto de ley para establecer un pacto de unión civil entre personas del mismo sexo.[1] En 2008, un grupo de parlamentarios presentó nuevamente un proyecto de ley pero destinado a legalizar el matrimonio homosexual y la adopción por parte de familias homosexuales.[2]
A pesar de la apertura que ha vivido la sociedad chilena, aún existen casos de homofobia en diversas instituciones y organismos, especialmente las Fuerzas Armadas de Chile y la Iglesia Católica.
La homosexualidad en chile es conocida por su mayor exponente Dario emilio tapia valdez.
Historia
Culturas precolombinas y época colonial
Durante la época precolombina, la homosexualidad era un concepto considerado de diversas maneras por los diversos pueblos indígenas que habitaban el territorio. Para los mapuches, la sexualidad era igualitaria entre hombres y mujeres, por lo que un hombre afeminado no perdía ningún privilegio, poder o estatus, simplemente porque ser hombre no era distinto de ser mujer. Los machis antiguamente eran en su mayoría hombres, adornados y vestidos con elementos de características femeninas, puesto que el poder espiritual estaba asociado a dicho género. Según algunos investigadores, los machis weyes (como eran denominados en mapudungun) practicaban la pederastia de forma pasiva, siendo acompañados por jóvenes que actuaban como si fueran sus maridos;[3] otros en tanto consideran que la idea de que los machis eran homosexuales o pederastas surgió cuando los conquistadores españoles llegaron a Chile e intentaron comprender las actitudes de los machis desde su perspectiva completamente diferente a la mapuche.[4] El Imperio Inca, que dominó gran parte del norte y centro-norte de Chile, tenía a la homosexualidad asociada a conceptos de carácter religioso y sagrado, siendo practicada normalmente; incluso, las relaciones lésbicas eran bien vistas.[5]
Con la Conquista de Chile por parte del Imperio Español desde 1541 y la instauración del régimen colonial, la homosexualidad quedó prohibida y sancionada al igual que en la metrópolis, siguiendo los preceptos de la Iglesia Católica. A pesar de ello, no era la Inquisición la encargada de sus castigos, sino que los tribunales reales y al obispado.[6] En 1612, tras sus expediciones durante la Guerra de Arauco, el gobernador Juan de la Jaraquemada debió regresar al fuerte de Angol para juzgar y condenar a la hoguera a seis soldados acusados de sodomía y traición.[7] El influjo de la moral cristiana afectó también a las culturas indígenas: los machis fueron reemplazados en su mayoría por mujeres, e incluso Claudio Gay describiría siglos más tarde que los "indios de Chile", pese a su belicosidad, sólo practicaban la pena de muerte para los culpables de "sodomía y hechicería."[8]
Siglo XIX
Pese a alcanzar su independencia a principios del siglo XIX, Chile mantuvo prácticamente invariable su rechazo hacia la homosexualidad. Sin embargo, la concepción existente de la homosexualidad cambió debido a las ideas que darían cuerpo a la nueva nación. Como forma de marcar una diferencia con el pasado colonial, el país recién constituido comenzó un proceso de modernización ideológica, pasando de una visión de carácter eminentemente religiosa a una de carácter científica. Así, la homosexualidad que antes era un pecado, comenzó a ser considerada una enfermedad. A esta visión se suma la idealización de los roles de hombres y mujeres en la sociedad, donde la virilidad se constituía como una virtud masculina que atravesaba y unificaba a las diversas clases sociales, mientras las conductas homosexuales o afeminadas atentaban contra dicho principio.[9]
Las conductas homosexuales fueron tipificadas como crimen bajo el alero del término «sodomía», aunque ésta se definía en general como penetración anal, sin distinguir entre violación, pedofilia y relaciones consentidas. Esta tipificación fue incluida a través del artículo 365 del Código Penal, vigente desde 1875, en que consideraba una pena de presidio menor en su grado medio, es decir, un rango entre los 541 días y los 3 años de presidio. Durante el siglo XIX, las causas criminales por sodomía aumentaron con respecto a períodos anteriores y se concentraron principalmente durante el último tercio de dicha centuria. En los juicios realizados por sodomía, incluso se realizaban exámenes médicos del ano y el recto de los imputados para poder determinar la veracidad de las acusaciones de sodomía existentes en su contra.[10] La comunidad médica chilena consideraba la homosexualidad como una "aberración" y estaba al tanto de los estudios realizados a nivel internacional sobre el tema, aunque no le prestó gran importancia y lo relacionó principalmente con la masturbación.[9]
Como parte de la lucha anticlerical que se pone de manifiesto en el país desde mediados del siglo XIX, muchos críticos de la Iglesia Católica en Chile señalaron a ésta como un foco de homosexualidad a través de sus seminarios e internados, los cuales también atentaban contra la imagen de virilidad del hombre chileno producto del encierro y el celibato. Diversos pasquines existían en el país hablando, entre otras cosas, del desarrollo de la homosexualidad por parte de las congregaciones religiosas, destacando por ejemplo algunas citas de El padre Padilla.
Las verdaderas causas del incremento del mariconismo entre nosotros son las siguientes: la confesion i los internados, i entre estos, mui principalmente los seminarios, que son semilleros de maricones. Entiéndase que al hablar de confesion, no me refiero a la que hacen las mujeres, porque de ella resultan huachos, i nó maricas. Pero de los internados de monjas, cleriguitos i seglares, salen la mayor parte de los fabricantes de roscas y tortillas. I ello se esplica. Entre cien muchachas, entre las cuales no hai un muchacho ni para remedio, las pobrecillas se dicen: «Con lo que hai nos vamos»; i, a falta de carne, le atracan al pescado. Acabad con todos los internados i acabareis con el mariconismo, I tendreis una nacion de hombres mui hombres…Juan Rafael Allende, "El mariconismo en Chile". El padre Padilla, Santiago de Chile, 13 de marzo de 1886[9]
De igual forma que con la Iglesia Católica, las acusaciones de homosexualidad cayeron sobre diversos grupos como, por ejemplo, a la burguesía por parte de grupos de ideología marxista.[9] En otras ocasiones, las acusaciones de sodomía eran utilizadas como pretexto y catalizador para discusiones políticas de diversa índole. Entre 1904 y 1905 estalló una acusación de violación de un menor de 11 años por parte de un sacerdote en un exclusivo colegio perteneciente a una congregación católica, lo que pondría en la discusión pública la legitimización de la educación laica y el fin del financiamiento estatal a los colegios religiosos.[11] El sacerdote, en medio del revuelo público, sería condenado a 54 años de presidio, una pena bastante mayor a la que tenían otras situaciones de similares características pero de menor impacto público con el fin de ser una condena ejemplificadora.[9]
Siglo XX
A partir de los años 1920, la homosexualidad comenzó lentamente a ser aceptada en Chile, principalmente por parte de la aristocracia, producto de los procesos de liberalización que se vivían en Europa, principalmente en París, Londres y Berlín, los principales referentes culturales de la oligarquía.[12]
En el mundo aristocrático y en los ambientes culturales asociados, la homosexualidad era tolerada aunque reprimida. Muchos homosexuales mantenían matrimonios, pero eran habituantes frecuentes de encuentros con otros hombres de su entorno. Otra característica de estos hombres aristócratas eran los encuentros sexuales con personas de niveles inferiores en la escala social. Era común que los acaudalados de Valparaíso bajaran al puerto a tener sexo con marineros, mientras que la Plaza Yungay era el equivalente para los santiaguinos. El día del roto chileno se llegaba a convertir incluso para éstos en una festividad de corte homosexual. La caleta de Horcón también era conocida como un frecuente lugar de encuentro sexual entre homosexuales y pescadores, quienes practicaban el rol activo. Era común entre los pescadores incluso vanangloriarse de aquello, como una entretención sin considerarse atraídos sexualmente por personas de su mismo sexo.[12]
Régimen Militar
Durante el Régimen Militar, liderado por Augusto Pinochet y existente entre 1973 y 1990, existió una represión y censura por parte de los militares hacia la comunidad homosexual y transexual existente.,[13] donde hay evidencias de tratos denigrantes, detenciones, torturas y asesinatos por el solo hecho de ser homosexual.[14]
Apertura en el siglo XXI
Pese al fin del Régimen Militar en 1990, los primeros años de la Transición chilena a la democracia no cambiaron los prejuicios contra la homosexualidad en Chile. Un ejemplo de ello fue el incendio que afectó a la discoteca Divine en Valparaíso, el 4 de septiembre de 1993, y en el cual las actitudes homofóbicas de la población se manifestaron tanto por parte de las víctimas como de las instituciones destinadas a proteger a éstas. Aunque se especuló de un posible atentado, la Justicia chilena cerró el caso sin culpables y sólo en 2008 logró ser reabierto.
A mediados de la década de los años 1990 comenzó un lento proceso de apertura. Recién en 1999, la Ley 19.617 permitió la modificación del Artículo 365 del código penal chileno que declaraba ilegal la sodomía, quedando únicamente penada la relación homosexual carnal con menores de edad.
Con el advenimiento del siglo XXI, la aceptación de la homosexualidad comenzó a aumentar rápidamente en la población chilena y las muestras públicas de homofobia comenzaron a declinar. La influencia de la televisión fue de gran importancia. Si bien un comienzo, éstos se concentraron con la salida del armario de personajes relacionados con el mundo artístico, pronto comenzaron a nacer programas que mostraban la realidad de personas homosexuales. El hito lo marcó la telenovela Machos, lanzada en 2003 por Canal 13 y que fue la primera en contar con un rol protagónico de un homosexual, dejando de lado la caricaturización tradicional de personajes gays en las telenovelas chilenas. Pese a que Machos no mostró explícitamente la vida homosexual del personaje interpretado por Felipe Braun, permitió la aparición de otros personajes sexualmente activos como en Los Treinta (2005), telenovela nocturna donde se mostró el primer beso entre dos hombres en la televisión chilena,[15] Cómplices (2006) o ¿Dónde está Elisa? (2009). Los exitosos Pells (2009) fue la primera telenovela chilena en mostrar un beso entre dos hombres en horario apto para menores.[16]
La sociedad chilena ha aumentado su tolerancia, aunque las expresiones abiertas de homosexualidad aún son pocas. De acuerdo a un estudio realizado en 2006, un 64% de los chilenos opinaba que la homosexualidad debía ser aceptada, contra un 31% de rechazo, cifras similares a la de países como Brasil, México e Italia, superior a Perú, Venezuela, Polonia y Estados Unidos, pero inferior a Argentina y gran parte de Europa Occidental.[17] La tendencia además aumenta en los jóvenes: un 76% de las personas entre 18 y 25 años está en favor de la aceptación de las conductas homosexuales, contra un 56% de los mayores de 40 años.[17]
En Santiago se organiza anualmente la marcha del orgullo gay, que contó con más de 5.000 asistentes en la Alameda durante su edición de 2008,[18] lo cual ocurre también en otras ciudades del país pero a mucha menor escala. De igual forma, el ambiente gay en Chile ha aumentado considerablemente durante los años 2000, concentrándose principalmente en Santiago de Chile y el Gran Valparaíso en menor grado, pero notoriamente más bajo que en ciudades de países cercanos, como Buenos Aires o Río de Janeiro. Las discotecas santiaguinas se concentran en el sector del Barrio Bellavista y el Barrio Lastarria. Este último también ha sido denominado en algunas ocasiones como una especie de barrio gay santiaguino, debido a la alta presencia de comercio destinado a clientes homosexuales que habitan en los departamentos de las cercanías.[19]
Pese a esta apertura, aún existen altos grados de homofobia, por parte de diversas instituciones chilenas. La Iglesia Católica en Chile y algunas comunidades evangélicas han manifestado su rechazo a la apertura hacia comunidades homosexuales, mientras el MOVILH las ha calificado dentro de las instituciones chilenas con mayor grado de homofobia junto a la Corte Suprema. Además, se han registrado diversas expulsiones de profesores y suspensiones de alumnos debido a su condición sexual, tanto en colegios públicos como privados.
Diversos casos de homofobia han aparecido en el país durante los últimos años, siendo los más conocidos el caso de los jueces Karen Atala y Daniel Calvo. Atala perdió la custodia de sus hijos en 2003 por convivir con su pareja lésbica y el caso actualmente está en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debido a la discriminación manifestada por su orientación sexual.[20] En el caso de Calvo, éste fue alejado de su investigación en el Caso Spiniak (sobre prostitución infantil) tras ser captado por una cámara escondida de Chilevisión ingresando a un sauna gay y finalmente terminó con su salida de la Corte de Apelaciones de Santiago.[21] Otros casos de homofobia
Iniciativas legales
Referencias
- ↑ Biblioteca del Congreso Nacional (20 de septiembre de 2006). «Matrimonio homosexual». Consultado el 26 de diciembre de 2005.
- ↑ MOVILH (7 de marzo de 2008). «Gran paso: presentan proyecto de ley para matrimonio gay y lésbico en Chile». Consultado el 9/03/2008.
- ↑ Bazán, Osvaldo (2004). Historia de la homosexualidad en la Argentina. Buenos Aires: Marea Editorial. pp. 478 pp. ISBN 987-21109-3-X.
- ↑ Bacigalupo, Ana Mariella (2002). «La lucha por la masculinidad del machi: políticas colonicales de género, sexualidad y poder en el Sur de Chile» (PDF). Revista de Historia Indígena (5). ISSN 0717-158. Consultado el 6/01/2008.
- ↑ López, Eduardo Ramón. «El rostro oculto de los pueblos precolombinos». Consultado el 6/01/2008.
- ↑ Mott, Luiz. «Homofobia en América Latina». Consultado el 6/01/2008.
- ↑ Barros Arana, Diego (1890). Historia General de Chile. Santiago de Chile: Editorial Universitaria (1999). ISBN 956-11-1544-1. Página 16, disponible en Google Libros.
- ↑ Gay, Claude (1849). Historia física y política de Chile según documentos adquiridos en esta república durante doce años de residencia en ella. Santiago de Chile: Museo de Historia Nacional. Disponible en Google Libros.
- ↑ a b c d e González, Carolina (marzo de 2004). «Entre "sodomitas" y "hombres dignos, trabajadores y honrados": Masculinidades y sexualidades en causas criminales por sodomía (Chile a fines del siglo XIX)». Consultado el 2/07/2008.
- ↑ González, Carolina (2002). «Sodomía en Chile decimonónico: el caso de Ramón Cifuentes y Belisario González, Iquique, 1884». Revista de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile (23). ISSN 0717-2869. Consultado el 2/07/2008.
- ↑ Ramírez, Hugo (1983). «La cuestión del Colegio San Jacinto y sus consecuencias políticas, sociales y religiosas, 1904-1905». Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile (18).
- ↑ a b c Jouffé, André (19 de octubre de 2005). «Literatura nuestra». Consultado el 29 de julio de 2008.
- ↑ Gay Magazine. «El Mundo gay en la Dictadura».
- ↑ Opus Gay. «Madres de homosexuales asesinados se unen por primera vez para pedir justicia en Chile».
- ↑ Fredes, Miguel Ángel (17 de junio de 2005). Andrés Velasco da detalles del primer ósculo homosexual de la TV chilena. Las Últimas Noticias p.29.
- ↑ Terra.cl (3 de marzo de 2009). «“Los exitosos Pells” adelantan polémicos besos gay». Consultado el 28 de mayo de 2009.
- ↑ a b http://pewglobal.org/reports/pdf/258.pdf. Falta el
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(ayuda) - ↑ La Tercera (27 de septiembre de 2008). «Cinco mil personas se movilizaron por el orgullo gay». Consultado el 28 de mayo de 2009.
- ↑ La Nación (26 de febrero de 2006). «Y el barrio salió del clóset». Consultado el 28 de mayo de 2009.
- ↑ Comisión Interamericana de Derechos Humanos (23 de julio de 2008). «Informe Nº 42/08. Admisibilidad petición 1271-04. Karen Atala e hijas - Chile». Consultado el 28 de mayo de 2009.
- ↑ Reuters (14 de noviembre de 2003). «Judge scandal is step back for homosexuals in Chile» (en inglés). Consultado el 28 de mayo de 2009.
Véase también
- Portal:LGBT. Contenido relacionado con LGBT.
- Portal:Chile. Contenido relacionado con Chile.
- Homosexualidad en América Latina
- Homosexualidad en México
- Homosexualidad en España