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'''Mortadela y Filetón''' es una serie de [[historieta humorística]] creada y desarrollada por el [[historietista|autor]] español [[Francisco Ibáñez]] a partir de [[1958]], la más popular de las suyas, y probablemente de todo el [[Historieta en España|medio en España]]. Adscrita habitualmente a la [[escuela Bruguera]], ha gozado además de multitud de [[Mortadelo y Filemón#Adaptaciones a otros medios|adaptaciones a otros medios]].
'''Mortadelo y Filemón''' es una serie de [[historieta humorística]] creada y desarrollada por el [[historietista|autor]] español [[Francisco Ibáñez]] a partir de [[1958]], la más popular de las suyas, y probablemente de todo el [[Historieta en España|medio en España]]. Adscrita habitualmente a la [[escuela Bruguera]], ha gozado además de multitud de [[Mortadelo y Filemón#Adaptaciones a otros medios|adaptaciones a otros medios]].
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== Evolución histórica ==
== Evolución histórica ==

Revisión del 19:46 13 ene 2010

Mortadelo y Filemón es una serie de historieta humorística creada y desarrollada por el autor español Francisco Ibáñez a partir de 1958, la más popular de las suyas, y probablemente de todo el medio en España. Adscrita habitualmente a la escuela Bruguera, ha gozado además de multitud de adaptaciones a otros medios.

Los dos populares personajes de cómic representados en un ninot en las Fallas de Valencia.

Evolución histórica

Véase también: Anexo:Historietas de Mortadelo y Filemón

Etapa primitiva (1958-1968)

La serie fue creada enteramente por Ibáñez, aunque la idea de la pareja de detectives, y que uno de ellos se pudiera disfrazar, pudo ser de Manuel Vázquez[cita requerida]. La primera historieta de Mortadelo y Filemón apareció el 20 de enero de 1958 en el número 1394 de Pulgarcito con el título genérico de Mortadelo y Filemón, agencia de información. Por aquel entonces era usual que las series de historieta humorísticas tuviesen un pareado como título, generalmente con el nombre de sus protagonistas en el primer verso. En ese mismo número 1394 de Pulgarcito se incluyen Margarito Celemín, un vendedor muy pillín de Sanchis, Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte de Roberto Segura, Pascual, criado leal de Nadal y Doña Lío Portapartes, señora con malas artes de Raf.

Las historietas de la editorial Bruguera mostraban un mundo cercano al lector, en el que la pobreza, el hambre, la picaresca y las diferencias de clases eran comunes (los títulos de historieta antes mencionados son buena prueba de ello). Con el recuerdo aún cercano de la época de hambruna provocada por los racionamientos de comida que siguieron a la guerra civil, Ibáñez bautizó a sus personajes con nombres cuyo sonido evoca alimentos; Mortadelo y Filemón serían pues un eco de Mortadela y Filetón.[1][2]

En sus orígenes, Mortadelo y Filemón, los protagonistas de la serie, eran una parodia del doctor Watson y Sherlock Holmes, respectivamente (otras fuentes de referencia citadas en ocasiones son Novísimas aventuras de Sherlock Holmes de Enrique Jardiel Poncela y El gordo y el flaco).

En Mortadelo y Filemón, agencia de información, Filemón es el jefe de una agencia de detectives y tiene a Mortadelo como empleado y único ayudante. Las primeras historias eran de una sola página en blanco y negro (salvo cuando ésta ocupaba la portada) con seis filas de viñetas y seguían un esquema muy sencillo: Alguien contrata los servicios de la agencia, pero al intentar cumplir la misión, se produce algún equívoco que resulta en un completo fracaso de ésta. El descubrimiento del equívoco terminaba generalmente en una persecución o en alguien desmayándose. Esta estructura de presentación-equívoco-desenlace era extremadamente común en las historietas de la escuela Bruguera.

Filemón tenía nariz aguileña, vestía chaqueta y sombrero de felpa y fumaba en pipa (en el número 1404 de Pulgarcito llegó incluso a vestir el impermeable y sombrero a cuadros característico de la mayoría de las ilustraciones de Holmes). Mortadelo, por su parte, además de las habituales gafas y levita negras, llevaba bombín y paraguas del mismo color. El bombín servía además a Mortadelo para guardar los disfraces, un recurso que con el tiempo se revelaría innecesario. Otra característica del Mortadelo primigenio (y que sólo duró unas pocas historietas) eran unos ojos perpetuamente entrecerrados que le conferían un aspecto despistado.

Este primitivo aspecto fue depurándose con el tiempo, adquiriendo pronto un aspecto similar al actual: Mortadelo mantendría su levita negra, pero desaparecerían el sombrero y el paraguas; mientras tanto Filemón fue reduciendo paulatinamente su nariz larga y aguileña y su indumentaria pasó a consistir en una pajarita negra, camisa blanca, pantalones generalmente rojos y, en ocasiones, chaqueta a juego.

Etapa madura: clásica (1969-1979)

1969 marca el inicio de la madurez de esta serie, con algunos cambios de gran trascendencia:

  • Se inician las historietas largas, que suelen tener 44 páginas y habitualmente están organizadas en episodios autoconclusivos de 4 caras que suelen narrar los sucesos de un día. La razón de esta estructura era que estos episodios serían publicados semanalmente; inicialmente en la revista Gran Pulgarcito y más tarde en la revista Mortadelo. El hilo argumental de las historietas sirve sólo como medio para estructurar los capítulos y como base para encadenar las situaciones cómicas. Aparte de la publicación serializada también eran publicadas de forma completa en la colección Olé.
  • En esta nueva etapa de Mortadelo y Filemón, el humor no se basa tan sólo en el descubrimiento de un equívoco, sino que múltiples recursos humorísticos son empleados de forma continua: parodias, bromas visuales, humor absurdo, enredos, juegos de palabras, etc
  • Mortadelo y Filemón forman parte de la T.I.A., una organización con claras reminiscencias de la C.I.A. Las referencias a Holmes, que ya hace tiempo han desaparecido, son sustituidas por la parodia de las historias de espías, muy comunes por aquel entonces. La referencia más clara de esta época es la serie Superagente 86, estrenada en España dos años antes de la publicación de "El sulfato atómico"; esta serie refleja un mundo de espías incompetentes, entradas secretas y hasta "zapatófonos" (zapatos con función de teléfono) muy similar al de las aventuras de Mortadelo y Filemón.
  • El estilo de dibujo está casi totalmente definido, así como las personalidades de los dos detectives, convertidos ahora en "agentes secretos". Además, se incorporaron nuevos personajes a las historias: El Superintendente Vicente, el Profesor Saturnino Bacterio y, en 1978, la Secretaria Ofelia. Otros personajes, incluyendo su peculiar galería de villanos, no llegan a ser recurrentes.

La primera historia extensa es "El sulfato atómico" (Superpulgarcito, 27-01-1969 a 30-06-1969). En esta historieta, el estilo del dibujo es inusitadamente detallista, con claras influencias de la escuela francobelga, especialmente de Franquin [1]. Este estilo se relajó, volviendo al sobrio trazo habitual en las siguientes aventuras de 1969 (Contra el "gang" del chicharrón, Safari callejero); 1970 (Valor y... ¡al toro!, El caso del bacalao); 1971 (Chapeau el "esmirriau", La caja de los diez cerrojos, Magín el mago, ¡A la caza del cuadro!), y 1972 (Los inventos del profesor Bacterio, Gatolandia 76 u Operación ¡bomba!). En estas primeras aventuras largas Ibáñez experimenta con la estructura de las viñetas, dando a las historietas un aspecto menos rígido y consiguiendo además una mayor expresividad; sin embargo pronto retorna a la estructura rígida de cinco filas de viñetas.

Una aventura arquetípica de esta etapa podría ser Los diamantes de la gran duquesa (Mortadelo, 07-72 a 10-72). En el primer episodio se describe el hilo argumental, mientras que en los siguientes se desarrolla la búsqueda durante diez días consecutivos de los correspondientes diamantes, cada uno de los cuales está escondido es un sitio distinto (algo que consiguen, aunque el final de cada episodio es desastroso de una u otra manera especialmente en el caso del último). Las siguientes historietas largas de esta época son El otro "yo" del profesor Bacterio y ya en el 73, Los monstruos, El elixir de la vida, El circo y El antídoto. En el 74 termina Los invasores, al que siguen Los cacharros majaretas, A las armas y El plano de Alí-gusa-no. Del 75 son Pánico en el zoo, Concurso oposición, Los mercenarios y Objetivo eliminar al "Rana", seguidas el año siguiente por Misión de perros, Los secuestradores, La gallina de los huevos de oro y El caso del calcetín. En el 77, Ibañez remata El brujo, ¡Soborno!, Los guardaespaldas, Mundial 78, Los gamberros, Contrabando y La máquina de copiar gente, iniciando el 79 con la publicación de Los bomberos.

Etapa madura: moderna (1979-1989)

La división de la etapa madura en dos: clásica y moderna puede resultar controvertida; sin embargo pueden establecerse diferencias entre ambas. Una de estas diferencias es el número de filas de viñetas. Hasta "El transformador metabólico" (Mortadelo, febrero a marzo de 1979), las historias tenían cinco filas de viñetas, pero a partir de entonces se pasa a cuatro. Teniendo en cuenta que el número de páginas no varía, esto implica una disminución en el número total de viñetas por aventura. Éstas pierden, por tanto, algo de densidad, tanto en la historia como en el aspecto visual.

Otra diferencia (que no tiene por qué coincidir necesariamente en el tiempo con el cambio en el número de viñetas) es que las historias pasan a tener referencias a la actualidad, lo que daría razones para llamar clásicas a las primeras aventuras, cuyas historias son más intemporales. Además, aumenta el uso de gags escatológicos y repetidos de otros álbumes. Nos referimos al resto de historietas de 1979 (¡A por el niño!, La gente de Vicente, Secuestro aéreo, Moscú 80 y a otras comenzadas a serializar en 1980 (La elasticina, La historia del dinero (apócrifa), Los kilociclos asesinos, Ladrones de coches y Lo que el viento se dejó); en 1981 (La brigada bichera, Tete Cohete, Mundial 82, El caso de los señores pequeñitos, En Alemania, Mundial 82 bis); en 1982 (Las criaturas de cera vivientes, apócrifa); en 1983 (El balón catastrófico, El caso de los párvulos, apócrifa, Billy el "horrendo", Hay un traidor en la T.I.A., El bacilón, El ascenso y La estatua de la libertad), en 1984 (Testigo de cargo, Los Ángeles 84 y El cacao espacial), y en 1985 (Que viene el fisco (apócrifa) , El preboste de seguridad, El crecepelo infalible (apócrifa) y El cochecito leré). Nótese que se denomina "apócrifas" a las aventuras realizadas por otros autores.

Entre 1986 y 1987, Ibáñez incluso llega a perder los derechos de publicación de sus personajes, que habían sido registrados por la editorial Bruguera, estableciéndose un periodo de 5 años aproximadamente que divide en dos la etapa madura, en la que además hace aparición la Señorita Irma y se producen las siguientes historietas apócrifas: A la caza del Chotta, La secta del Zum-Bhao, Simón el escurridizo, El profesor probeta contraataca, La medium Paquita, México 86, El rayo transmutador, La banda de Matt'usalén, El lavador de cerebros, La perra de las galaxias, Los sobrinetes, Las tacillas volantes, La cochinadita nuclear, Armas con bicho, La maldición gitana, El candidato y El ansia de poder. En este período, Ibañez sólo llega a producir ¡Terroristas!, El huerto siniestro, El estropicio meteorológico, Los que volvieron de "Allá", Seúl 88, Los superpoderes, La Gomeztroika, y Va la T.I.A. y se pone al día.

Etapa Contemporánea (1990-Actualidad)

Se caracteriza por la recuperación de Ibáñez de los derechos de sus personajes para que éstos protagonicen aventuras originales de su puño y letra. También, al hacerlo, el personaje de la Secretaria Irma desapareció sin dejar rastro, para no volver a aparecer jamás.

No obstante, aun después de recuperar los derechos, Ibáñez siguió apoyándose por un tiempo en colaboradores, dando lugar a varias historias apócrifas más. En cuanto a los guiones, ahora las historias pasan no sólo a tener aún más referencias a la actualidad, si no que involucran a Mortadelo y Filemón muy directamente con los acontecimientos reales que se van sucediendo, dando lugar a historietas como El profeta Jeremías, El premio No-vel, El rescate botarate (apócrifa con firma de tampón), El gran sarao(apócrifa), Los espantajomanes,El Inspector General (apócrifa), El atasco de influencias, La crisis del golfo, Barcelona 92, El caso del señor-probeta, La tergiversicina, Las embajadas chifladas, El racista, El quinto centenario, El S.O.E., El 35 aniversario, El señor todoquisque, Maastricht... Jesús, El nuevo cate, Robots bestiajos, Clínicas antibirria, Dinosaurios, La ruta del yerbajo, Mundial 94, El pinchazo telefónico, ¡Pesadilla...!, Corrupción a mogollón, Timazo al canto, Animalada, 20.000 leguas de viaje sibilino, ¡Silencio, se rueda! y El disfraz, cosa falaz

A partir del año 1996, desaparecen las revistas y las historietas son editadas directamente en formato álbum, alcanzándose el cénit de la perfección gráfica: Personajes muy detallados, amplios y expresivos con una gran mejoría del color y los efectos de relleno que se vuelven completamente coherentes entre viñetas, diferenciándose claramente de los disparates cromáticos de publicaciones de antaño. El mismo pasa a ser también progresivamente más grande, incluyendo personajes y bocadillos, y las viñetas cuentan con mayor amplitud en el decorado.

La tendencia a incorporar la actualidad se muestra todavía más evidente. Los agentes son partícipes de la encefalopatía espongiforme bovina (Las vacas locas), la llegada del €uro a la UE, el boom del programa de TV Operación Triunfo o la implantación del Carnet de Conducir por Puntos en España, dando lugar a álbumes tales como La prensa cardiovascular, El jurado popular, El ángel de la guarda, Atlanta 96, 100 años de cómic, Expediente J, El trastomóvil, ¡Desastre!, ¡Bye bye, Hong Kong!, Esos kilitos malditos, Los verdes, Las vacas chaladas, ¡Deportes de espanto!, El óscar del moro, El espeluznante doctor Bíchez, La maldita maquinita, El tirano, La M.I.E.R., Impeachment!, De los ochenta p'arriba..., Siglo XX, ¡qué progreso!, Sydney 2000, La Vuelta, La sirenita, Fórmula 1, La rehabilitación esa, Los vikingos, ¡Llegó el euro!, ¡Okupas!, El ordenador... ¡Qué horror!, Mundial 2002, ¡Mascotas!, ¡Misión Triunfo!, ¡El estrellato!, Parque de atracciones, El UVA, Rapto tremendo, Atenas 2004, El Señor de los Ladrillos, Mortadelo de la Mancha, Prohibido fumar, El carnet al punto, El kamikaze Regúlez, Mundial 2006, ¡Bajo el bramido del trueno!, El dopaje...¡Qué potaje!, Euro Basket 2007, ¡...Y van 50 tacos!, ¡Venganza cincuentona!, ¡El Dos de Mayo!, Pekín 2008, Gasolina ¡La ruina!, ¡En la Luna! , ¡Por Isis, Llegó la Crisis!...

Sin embargo, en los últimos años, las viñetas presentan menos detalles, tanto humorísticos como ornamentales, de los que tenían antiguamente. Las portadas, también, pasan a realizarse con mucho menos detalles que antaño, dando lugar a personajes toscos y poco definidos.

Autoría

Durante la etapa madura, gran parte del material publicado fue escrito y dibujado por otras personas; sin embargo, debido a que estas colaboraciones solían ser anónimas, es difícil saber qué historias o qué dibujos son realmente de Ibáñez. Las únicas acreditadas oficialmente como «no ibañez» son aquellas firmadas por el Bruguera equip (durante el tiempo en que Ibáñez perdió los derechos de sus personajes), alguna historia corta cuyo guión aparecía firmado por Jesús de Cos y una colección de aventuras poco conocidas, editadas en forma de libros en blanco y negro, firmadas por Ibáñez y José Cubero Valero. Al parecer la mayoría de estas historietas bastardas se publicaban sin que Ibáñez recibiese remuneración económica alguna por ellas (y tal vez sin su consentimiento), aunque parece ser que entre el 1987 y el 1990 Ibáñez firmó aventuras que no estaban dibujadas por él.

Entre los negros que supuestamente dibujaron aventuras de Mortadelo y Filemón y que nunca fueron acreditados se pueden citar los nombres de Ramón Bernardó, Ramón María Casanyes, Mart-Os y hasta un autor de primera fila como Raf que colaboró anónimamente en Las embajadas chifladas, aunque en este caso su trabajo se redujo al entintado. Es notable también el trabajo de Jan], autor de Superlópez y bien acreditado como Juan López, el cual ilustró con su estilo característico algunos números para la colección Risa Loca.[3]

Personajes

Los personajes recurrentes de la serie son sus dos protagonistas, Mortadelo y Filemón, que son los que le dan nombre, y otros miembros de la T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), como El Súper, su jefe; la secretaria de éste, de nombre Ofelia y el científico de la organización, el profesor Bacterio. Pueden destacarse, de todos modos, otra serie de personajes con mucha menos tradición, incluyendo la peculiar galería de villanos.

Características

Existen ciertos temas y situaciones recurrentes en las historietas:

  • A Mortadelo y Filemón siempre se les asignan las misiones más peligrosas, por lo que tratan de evadirse de las formas más singulares, aunque siempre son atrapados por otros agentes (muchas veces son capturados en otros países o incluso en otros planetas).
  • Mortadelo siempre suele meter la pata y por su culpa Filemón se lleva todos los golpes (en ocasiones reciben los dos).
  • Filemón suele montar en cólera con Mortadelo y lo persigue con algún tipo de arma u objeto arrojadizo mientras Mortadelo escapa disfrazado, normalmente de animal (insecto, reptil, ave, gato, etc.).
  • Mortadelo siempre está a la gresca con Bacterio, pues aún le guarda rencor por su «remedio a la calvicie».
  • El Súper normalmente suele recibir golpes por culpa de las desastrosas actuaciones de Mortadelo y Filemón.
  • El Súper trata de un modo despótico a sus agentes.
  • Ofelia se intenta poner guapa y coqueta, pero Mortadelo y Filemón acaban estropeándole el día.
  • Ofelia anda detrás de Mortadelo, tirándole los tejos y soñando en ser correspondida.
  • Bacterio suele fracasar en sus inventos, obteniendo como resultado cosas inesperadas (en ocasiones justo lo contrario para lo que fue creado el invento). A veces, el invento funciona exactamente como se esperaba pero lo hace en situaciones delicadas para Mortadelo y Filemón, los cuales acaban sufriendo la inoportunidad.
  • El Súper suele perseguir a Mortadelo y Filemón cuando éstos fracasan en una misión, cuando se mofan de él o cuando le ignoran al explicarles los detalles de una misión.
  • Mortadelo y Filemón siempre huyen cuando El Súper les quiere hacer probar un invento del profesor Bacterio.
  • A Filemón no le gusta que Mortadelo se esté probando disfraces a todas horas.
  • Bacterio suele probar cada uno de sus nuevos inventos para la salud e índole personal entre alguno de los miembros de la empresa, como trabajadoras, secretarias (Ofelia en mayor medida) y otros agentes, con funestos resultados.
  • Mortadelo y Filemón intentan ligar con Irma sin mucho éxito.
  • En las primeras historietas cortas, Filemón está siempre gritando y dando órdenes a Mortadelo.
  • Filemón aparenta en principio ser más inteligente, serio y responsable que Mortadelo, cosa que suele sacar de quicio a este último.
  • Las siglas de las agencias criminales siempre forman palabras como A.B.U.E.L.A. o S.O.B.R.I.N.A.
  • La T.I.A. tiene entradas secretas en los más recónditos lugares, como pueda ser una simple señal de tráfico o un cartel publicitario de un circo,hasta el circulo del sol que se ve desde la Tierra, pero sólo los agentes saben cómo entrar, siendo trampas para el resto de viandantes.
  • Como la mayoría de las aventuras termina en desastre, cuando no hay persecución suele verse a Mortadelo y Filemón huyendo por los lugares más inhóspitos y remotos del planeta (el desierto de Gobi, el del Sahara, los altos del Golán, las islas Columbretes, la isla de Pascua, la Antártida, etc.) mientras a su lado, un diario da cuenta del desaguisado de turno, al tiempo que advierte que el Súper está buscando a la pareja por un lugar completamente distinto. Variantes de este final puede verse con Mortadelo leyendo el periódico o escuchando un parte radiofónico.
  • Mortadelo y Filemón suelen atrapar a los malos porque ellos creyendo que es gente normal le dan un golpe sin querer (a veces se llevan el mérito otros agentes).
  • Cuando Bacterio prueba un invento con alguien acaba habiendo huida,persecucción,pelea o muerte (esta última de quien lo ha probado).

Un detalle gráfico muy recurrente (por no decir constante) en Ibáñez es la presencia de una o más telarañas con forma triangular en los rincones de las habitaciones. Este elemento podría interpretarse como una sutil pista para ayudar al lector a distinguir los rincones de las esquinas, algo nada despreciable considerando el monótono coloreado de los fondos.

Las historietas tienen otra característica propia de Ibáñez: el humor del fondo de cada viñeta. Al fondo de la viñeta, ajenos a la acción principal, hay diversos elementos humorísticos. Así por ejemplo, nos podemos encontrar con una araña disfrazada, un ratón persiguiendo a un gato, un tiesto del que en vez de una flor brota una berenjena, dos edificios besándose, una señal de prohibido aparcar camellos, un lápiz con un señor en la oreja, el sol con una bufanda, un señor con dos cabezas, etc. Uno de estos elementos se hizo muy conocido tras el 11-S: en una vista de Nueva York, en la que se ve una estatua de Francisco Ibáñez junto a la Estatua de la Libertad en el especial 35 aniversario, se puede observar al fondo las Torres Gemelas, y hay un avión estrellado en una de ellas [2], dado que la historieta es de 1992 no se trata, obviamente, más que de una penosa coincidencia. Estos elementos dan un toque especial de humor a las viñetas, aunque el autor cada vez incluye menos elementos de este tipo, reservándolos para las portadas y escenas de mayor tamaño.

El lenguaje que Ibáñez pone en boca de sus personajes es peculiar. Palabras y expresiones de uso reducido actualmente («colodrillo», «beodo», «mofa y befa», «merluzo», «trolebús», etc.) son comunes en el universo de Mortadelo y Filemón. Universo que comenzó, como se ha dicho arriba, en el año 58, momento en el que el lenguaje común de las historietas sí se identificaba con el habla de la calle.

Otra característica del lenguaje es que los protagonistas se hablan de usted, aun cuando sean viejos conocidos. Algo cada vez menos usual en España, incluso entre personas de diferentes estamentos en una jerarquía, pero norma sagrada durante gran parte del siglo XX.

Trascendencia

Para Salvador Vázquez de Parga, Ibañez amplió con esta serie "la corriente de comicidad absurda y disparatada", "caracterizada por la continua sucesión de gags dentro de cada historieta", que anteriormente sólo había cultivado Martz Schmidt en Pulgarcito, propiciando que la Escuela Bruguera se alejara del "humor testimonial y a menudo crítico" que la había caracterizado hasta entonces.[4]

Ediciones

Originalmente, estas historietas fueron publicadas serializadas en revistas como Pulgarcito o Mortadelo. Posteriormente, han sido recopiladas en álbumes de la Colección Olé hasta que a mediados de los 90, con la desaparición de las revistas, ésta se convirtió en su forma primera de pulicación. Hay otras colecciones recopilatorias como Super Humor, Magos del humor, etc. También se editan libros con chistes y curiosidades diversas, como Guía para la vida del joven de hoy en día, Guía para la vida del estudiante de hoy en día, Guía para la vida de un agente de la T.I.A y [Dibújalos tú solito!

En la colección Olé

La Colección «Olé!» recopila la mayoría de la historietas largas, aunque mezcla antiguas con modernas en un orden aleatorio que pasa por alto el orden cronológico de las mismas. Estas historietas independientes de 44 a 48 páginas cada una, aparecian seguidas de historietas cortas de entre una y ocho páginas hasta completar 60 en cada libro. En ocasiones, el álbum no lleva siquiera el título de la historieta larga, como en Solos ante el peligro, No se gana para sustos y Dos turulatos muy guapos que contienen Misión de perros, El plano de Alí-gusa-no y El caso de los señores pequeñitos, respectivamente.

Sin embargo, algunos números no son más que recopilatorios de historietas cortas de Mortadelo y Filemón, tanto de su Agencia de Información, como tras formar parte de la T.I.A. Son los álbumes Agencia de Información, Un topo y dos berberechos, Pitorreo a domicilio, Los demás, todos maltrechos, La caza del caco, La historia de Mortadelo y Filemón, Gente de recochineo fino, Dos cabestros y un pollino, ¡Sálvese quien pueda! ¡Auxilio!, Tres cerebelos estrechos, Reyes de la risa, El embrollo matutino, Ceporros en pleno idilio, Alegres aventuras, Agentes a mogollón, Vaya par de chiflados, Detectives de ocasión y De nuevo en ebullición

También ha habido recopilaciones de historietas cortas apócrifas como La torta sicodélica, La bolsa o la vida y De bote en Bote y otras historias.

La nueva y más reciente edición de la colección «Olé!» no incluye títulos que si incuyó la versión antigua de la colección, como por ejemplo «El rescate botarate» o «La maldición gitana».

En el mundo

Las historietas son publicadas en Europa bajo muchos nombres diferentes. Tienen una excelente acogida en Alemania, razón por la cual se le dedicó un número entero (En Alemania) y llegaron a publicarse historietas apócrifas exclusivas, como Vom Affen gelaust und losgesaust y Nur kein Gehetze - wir haben Arbeitsplätze, que permanecen inéditas en España.

El título varía de una a otra lengua:

Se pueden ver las diferentes portadas aquí.

Adaptaciones a otros medios

Series de dibujos animados

Existen dos series de animación sobre Mortadelo y Filemón, la primera de ellas fue producida en 1969 por los Estudios Vara[5]​ y está compuesta por 16 episodios divididos en dos temporadas, cada uno de los cuales tiene una duración aproximada de 6 minutos. La Segunda serie, obra de BRB Internacional y Antena 3, fue producida en 1994 y consta de 26 episodios divididos en dos temporadas de 13 capítulos de 20 minutos de duración cada uno.

Cine

A principios de los años setenta, fueron estrenadas varias películas de animación («Mortadelo y Filemón, Primer Festival del Humor», «Mortadelo y Filemón, Segundo Festival del Humor» y «El armario del Tiempo») dirigidas por Rafael Vara.

Las historietas se han llevado también al cine con personajes reales en La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2002) dirigida por Javier Fesser y protagonizada por Benito Pocino en el papel de Mortadelo y Pepe Viyuela en el papel de Filemón.

Su segunda película, Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra, se estrenó el 25 de enero de 2008 a modo de conmemoración del 50° aniversario de los personajes. Pepe Viyuela repite como Filemón, pero Mortadelo ahora es interpretado por Eduard Soto (habitualmente conocido como el personaje del Neng de Castefa) debido a discrepancias con el actor que anteriormente había encarnado al personaje, Benito Pocino.

Musical

Además Mortadelo y Filemón cobraron vida en el musical «Mortadelo y Filemón, the miusical» que se estrenó en junio de 2008 en el Teatro Campoamor de Oviedo y que en septiembre de ese mismo año se presentó en el Teatro Tivoli de Barcelona. Dirigida por Ricard Reguant y Producida por Zebra Producciones y Mucho Ruido Records «the miusical» cuenta cómo Mortadelo (Jacobo Dicenta) y Filemón (Juan Carlos Martín) se encargan de la seguridad de la obra «El Fantoche de la Opereta» sobre la cual recae una maldición. [3]

Otras referencias en la cultura popular

El grupo infantil Parchís tiene una canción llamada «Mortadelo y Filemón», donde habla precisamente de estos dos personajes.

En el programa concurso 50 por 15, Enrique Chicote, el único concursante que ganó los 50 millones afirmó haber acertado una de las últimas preguntas (acerca de los hotentotes) gracias a haber leído en una historieta de Mortadelo y Filemón la contraseña «esos tipos con bigote tienen cara de hotentote».

Véase también

Referencias

Enlaces externos