Diferencia entre revisiones de «Literatura de Argentina»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Patricio.lorente (discusión · contribs.)
Revertidos los cambios de 95.232.178.152 a la última edición de Mel 23 usando monobook-suite
Línea 84: Línea 84:


Destacan también, en poesía, [[Rafael Squirru]],
Destacan también, en poesía, [[Rafael Squirru]],
[[Fernando Guibert]], [[Joaquín Giannuzzi]], [[Leónidas Lamborghini]], [[Juan-Jacobo Bajarlía]], [[Alejandra Pizarnik]], [[Abelardo Castillo]], [[Liliana Heker]], [[Vicente Battista]], [[Beatriz Guido]], [[Bernardo Kordon]], [[Juan José Manauta]],[[Lucas Ezequiel Molina]], [[Rodolfo Walsh]], [[Adolfo Bioy Casares]], de muy distintas ideas estéticas, que recorren una gama de estilos que va desde lo social hasta lo existencial y lo fantástico.
[[Fernando Guibert]], [[Joaquín Giannuzzi]], [[Leónidas Lamborghini]], [[Juan-Jacobo Bajarlía]], [[Alejandra Pizarnik]], [[Abelardo Castillo]], [[Liliana Heker]], [[Vicente Battista]], [[Beatriz Guido]], [[Bernardo Kordon]], [[Juan José Manauta]], [[Rodolfo Walsh]], [[Adolfo Bioy Casares]], de muy distintas ideas estéticas, que recorren una gama de estilos que va desde lo social hasta lo existencial y lo fantástico.


Después de la dictadura militar de la historia local ([[1976]]-[[1983]]), en la narrativa se discuten nombres como los de [[Daniel Moyano]], [[Ricardo Piglia]], [[Manuel Puig]], [[Antonio Di Benedetto]], [[César Aira]], [[Juan José Saer]], [[Julio Carreras (h)]], [[Antonio Dal Masetto]], [[Alan Pauls]], [[Ana María Shua]], [[Rodolfo Fogwill]], [[Alicia Steimberg]], [[Luisa Valenzuela]], [[Alberto Laiseca]], [[Osvaldo Soriano]], [[Luisa Futoransky]], [[Jorge Asís]], [[Héctor Tizón]], [[Rodrigo Fresán]], [[Mempo Giardinelli]], [[Alicia Kozameh]], [[Reina Roffé]], [[Cristina Feijóo]], [[Susana Szwarc]], [[Liliana Heker]] y poetas como [[Celia Gourinski]], [[Arturo Carrera]], [[Néstor Perlongher]], [[Ricardo Zelarrayán]], [[Susana Thénon]], [[Irene Gruss]], [[Diana Bellessi]], [[Jorge Aulicino]], '''Juan-Jacobo Bajarlía,'''[[Ruth Mehl]], [[Fabián Casas]], [[Santiago Sylvester]], [[Horacio Castillo]], [[María del Carmen Colombo]].
Después de la dictadura militar de la historia local ([[1976]]-[[1983]]), en la narrativa se discuten nombres como los de [[Daniel Moyano]], [[Ricardo Piglia]], [[Manuel Puig]], [[Antonio Di Benedetto]], [[César Aira]], [[Juan José Saer]], [[Julio Carreras (h)]], [[Antonio Dal Masetto]], [[Alan Pauls]], [[Ana María Shua]], [[Rodolfo Fogwill]], [[Alicia Steimberg]], [[Luisa Valenzuela]], [[Alberto Laiseca]], [[Osvaldo Soriano]], [[Luisa Futoransky]], [[Jorge Asís]], [[Héctor Tizón]], [[Rodrigo Fresán]], [[Mempo Giardinelli]], [[Alicia Kozameh]], [[Reina Roffé]], [[Cristina Feijóo]], [[Susana Szwarc]], [[Liliana Heker]] y poetas como [[Celia Gourinski]], [[Arturo Carrera]], [[Néstor Perlongher]], [[Ricardo Zelarrayán]], [[Susana Thénon]], [[Irene Gruss]], [[Diana Bellessi]], [[Jorge Aulicino]], '''Juan-Jacobo Bajarlía,'''[[Ruth Mehl]], [[Fabián Casas]], [[Santiago Sylvester]], [[Horacio Castillo]], [[María del Carmen Colombo]].

Revisión del 14:18 10 oct 2009

Jorge Luis Borges (1899-1986).

La literatura argentina, es decir el conjunto de obras literarias producidas por escritores de la República Argentina, es una de las más prolíficas, relevantes e influyentes de América Latina, con escritores de renombre como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Leopoldo Lugones o Ernesto Sábato.

Inicios

La literatura de habla hispana en el territorio argentino, se inicia con la conquista y colonización española.

Los conquistadores traían consigo cronistas que redactaban y describían todos los acontecimientos importantes, aunque con ojos españoles y para un público lector español. La Universidad de Córdoba, fundada en 1613, se convirtió rápidamente en un centro de cultura.

A medida que la población criolla crecía y la educación de ésta se fortalecía, surgían los primeros destellos -aunque en forma embrionaria- de una literatura local en forma de cartas, epístolas y otros tipos de composiciones.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII, aunque las autoridades españolas se empeñaban en restringir las noticias que llegaban de Europa a América, al puerto de Buenos Aires arribaban, subrepticiamente ocultos en los barcos, todo tipo de libros. La Revolución acabó con las restricciones, y cuando en 1812 se inauguró la primera biblioteca pública de Buenos Aires, promovida por Mariano Moreno, en apenas un mes los habitantes de Buenos Aires donaron más de 2000 libros, lo que demuestra la avidez con que se leía en aquella época.

Las tensiones con la literatura francesa produjeron los fenómenos del criollismo, o literatura gauchesca y la reivindicación de la literatura española. Hispanistas y gauchescos no formaron escuelas definidas ni coincidieron siempre en el tiempo; fueron más bien manifestaciones que tácitamente rechazaban la influencia francesa. Mientras los primeros apenas dejaron huellas en cuanto a cantidad y calidad de obras, a los segundos se los considera fundadores de la literatura argentina moderna.

Sin embargo, el primer relato que merece para muchos críticos el nombre de «fundacional», fue escrito antes de mediados del siglo XIX por Esteban Echeverría (1805-1851), escritor y político liberal, de tendencia romántica perteneciente a la denominada Generación del 37.

Su cuento El matadero, que describe una escena brutal de tortura y asesinato en los mataderos de ganado de Buenos Aires, es de un estilo realista infrecuente en la época.

Echeverría escribió también el poema La cautiva, de ambiente rural, pero de estilo culto y complejas resoluciones metafóricas y sintácticas.

José Hernández

La literatura gauchesca comienza con la obra del oriental Bartolomé Hidalgo. Sus Cielitos, que hablan de la peripecia patriótica, van deviniendo después en poemas en los cuales se incorporan las primeras denuncias que luego continuarán la voz de Los Tres Gauchos Orientales y más tarde la voz de Martín Fierro de José Hernández.

Posteriormente ocurre la publicación de Fausto, de Estanislao del Campo (1866), sátira en verso en la que un gaucho relata con su propio lenguaje una representación del Fausto de Charles Gounod en la ópera de Buenos Aires, el Teatro Colón.

Martín Fierro

Martín Fierro es un poema narrativo de José Hernández, obra literaria considerada ejemplar del género gauchesco en Argentina y Uruguay. Se publicó en 1872 con el título El Gaucho Martín Fierro, y su continuación, La vuelta de Martín Fierro, apareció en 1879.

Portada del libro

Narra el carácter independiente, heroico y sacrificado del gaucho. El poema es, en parte, una protesta en contra de las tendencias europeas y modernas del presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento.

Leopoldo Lugones, en su obra literaria El payador calificó a este poema como "el libro nacional de los argentinos" y reconoció al gaucho su calidad de genuino representante del país, emblema de la argentinidad. Para Ricardo Rojas representaba el clásico argentino por antonomasia. El gaucho dejaba de ser un hombre "fuera de la ley" para convertirse en héroe nacional. Leopoldo Marechal, en un ensayo titulado Simbolismos del "Martín Fierro" le buscó una clave alegórica. José María Rosa vio en el "Martín Fierro" una interpretación de la historia argentina.

Este libro ha aparecido literalmente en cientos de ediciones y fue traducido a más de 70 idiomas. La última fue al Quichua, tras nueve años de trabajo, por Don Sixto Palavecino y Gabriel Conti.

La obra narra las desventuras de un gaucho, reclutado a la fuerza para la guerra contra el indio, quien a su regreso mata a un hombre en duelo, huye y se exilia entre los salvajes.

Vuelto a la civilización, pronuncia una serie de máximas a sus hijos y reflexiones sobre las penurias de sus paisanos, los gauchos, parias de la pampa.

Domingo F. Sarmiento, Facundo

En 1845, Domingo Faustino Sarmiento, escritor y político que llegaría a la Presidencia de la Nación, había publicado Facundo, sobre el caudillo provincial Facundo Quiroga, a quien describe agudamente, pero a la vez pinta como símbolo y representación de la barbarie, a la que Sarmiento oponía el progreso y la civilización. Para la crítica del siglo XX, Facundo es también un libro inaugural de la literatura argentina.

En cuanto a la producción literaria de mujeres, destacan en el siglo XIX autoras como Juana Manuela Gorriti, Eduarda Mansilla, Rosa Guerra y Juana Manso, que por un lado también discuten a su manera el problema nacional, por ejemplo con el motivo de la Cautiva o el tema gauchesco, por otro lado se insertan en la incipiente discusión feminista de la época, con problemas como la educación de la mujer.

Siglo XX

Leopoldo Lugones

Normalizada la vida política después de las guerras interiores, y con el gobierno en manos de liberales, el país entra con gran pujanza en el nuevo siglo y la literatura se hace cosmopolita. El poeta, narrador y ensayista Leopoldo Lugones es la figura que representa este puente entre dos épocas. Influido por la poesía del nicaragüense Rubén Darío, escribió poemarios de elaborada retórica, cuentos y combativos ensayos. De su anarquismo inicial derivó hacia el nacionalismo autoritario, apoyó el primer golpe de Estado en el país (1930) y se suicidó en una posada en el delta del río Paraná.

A la poesía suntuosa de Lugones, sigue la «sencillista», de poetas como Baldomero Fernández Moreno y Evaristo Carriego. También a principios de este siglo es cuando Gustavo Martínez Zuviría (Hugo Wast) da comienzo a su gran producción de artículos y novelas varias de las cuales fueron llevadas al cine. Se destacan entre ellas Flor de Durazno (1911) en la que hace su debut en el cine Carlos Gardel y Valle Negro (1918) novela elogiada por Miguel de Unamuno.

En los años veinte, aparece la vanguardia. Su hoja de divulgación se llamaría, significativamente, Martín Fierro, para algunos, un gesto snob, para otros, la expresión del matiz criollista que quería subrayar el movimiento innovador. En ese periódico escribe Jorge Luis Borges, quien con el tiempo sería el más conocido fuera de las fronteras del país, y otros poetas clave, como Raúl González Tuñón y Oliverio Girondo.

Simultáneamente, aparece un grupo de poetas y narradores «sociales», influidos por la literatura rusa, entre los que destaca Roberto Arlt, cuya poderosa imaginación excede el modelo.

Ricardo Güiraldes publica su Don Segundo Sombra, novela rural que a diferencia de Martín Fierro no reivindica socialmente al gaucho, sino que lo evoca como personaje legendario, en un tono elegíaco.

En la provincia de Entre Ríos, a la orilla del río Paraná, el poeta Juan L. Ortiz inicia una obra solitaria, de intensa relación con el paisaje fluvial, pero también con sus humildes habitantes.

En la década del cuarenta aparece una nueva vanguardia de la mano de Juan-Jacobo Bajarlía junto a Gyula Kosice, Edgar Bayley, Carmelo Arden Quin y Tomás Maldonado entre otros. Al mismo tiempo, se afirma la figura de Borges, a la vez que es cuestionada por su presunto «cosmopolitismo». Ernesto Sábato publica su primera novela, El túnel, elogiada y premiada en Europa. Leopoldo Marechal publica varios libros de poesía y su Adán Buenosayres (1948).

Publican poetas como Olga Orozco y Enrique Molina y la poeta Celia Gourinski, influidos por el surrealismo europeo; Alberto Girri, admirador de la poesía anglosajona y Edgar Bayley, cofundador del «concretismo», de mayor gravitación en las artes plásticas que en la literatura.

Julio Cortázar

Julio Cortázar edita sus primeros cuentos en los años 1950, el primero de ellos por gestión de Borges, y se autoexilia en París.

En esa década y la siguiente, la vanguardia poética se reagrupa en la revista Poesía Buenos Aires, dirigida por Raúl Gustavo Aguirre.

El poeta Juan Gelman aparece como la figura más destacada de una poesía de tono coloquial, políticamente comprometida, que incluye a Juana Bignozzi y Horacio Salas, mientras Fernando Demaría se destaca por su lirismo íntimamente ligado a la tierra y al paisaje.

Destacan también, en poesía, Rafael Squirru, Fernando Guibert, Joaquín Giannuzzi, Leónidas Lamborghini, Juan-Jacobo Bajarlía, Alejandra Pizarnik, Abelardo Castillo, Liliana Heker, Vicente Battista, Beatriz Guido, Bernardo Kordon, Juan José Manauta, Rodolfo Walsh, Adolfo Bioy Casares, de muy distintas ideas estéticas, que recorren una gama de estilos que va desde lo social hasta lo existencial y lo fantástico.

Después de la dictadura militar de la historia local (1976-1983), en la narrativa se discuten nombres como los de Daniel Moyano, Ricardo Piglia, Manuel Puig, Antonio Di Benedetto, César Aira, Juan José Saer, Julio Carreras (h), Antonio Dal Masetto, Alan Pauls, Ana María Shua, Rodolfo Fogwill, Alicia Steimberg, Luisa Valenzuela, Alberto Laiseca, Osvaldo Soriano, Luisa Futoransky, Jorge Asís, Héctor Tizón, Rodrigo Fresán, Mempo Giardinelli, Alicia Kozameh, Reina Roffé, Cristina Feijóo, Susana Szwarc, Liliana Heker y poetas como Celia Gourinski, Arturo Carrera, Néstor Perlongher, Ricardo Zelarrayán, Susana Thénon, Irene Gruss, Diana Bellessi, Jorge Aulicino, Juan-Jacobo Bajarlía,Ruth Mehl, Fabián Casas, Santiago Sylvester, Horacio Castillo, María del Carmen Colombo.

Muchos de estos autores habían comenzado su actividad en los años anteriores a la dictadura; otros aparecen en los ochenta y noventa para reanudar la discusión literaria. El tono paródico en algunos de ellos, la ironía, la fantasía, el realismo y la épica, la gravedad o la liviandad, el minimalismo y la lírica intimista y feminista indican las tendencias y tensiones del momento histórico.

Revista Sur

Fundada por la celebre escritora Victoria Ocampo en 1931, la revista tuvo entre sus colaboradores a figuras de la talla de Jorge Luis Borges, José Bianco, Waldo Frank, Walter Gropius, Alfonso Reyes Ochoa, etc. Aunque publicaba autores tanto de derecha como de izquierda, la revista tuvo en su momento un claro perfil antinazi y antifranquista, y celebró el triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, tomó un claro perfil antiperonista, y festejó la caída del gobierno de Juan Domingo Perón a manos de la Revolución Libertadora en 1955. Por último, surgieron diferencias que derivaron en el alejamiento de José Bianco como secretario de redacción por su participación como jurado en el Premio Casa de las Américas.

El primer número de la revista salió en el verano de 1931 y su último número se publicó en 1992, se publicaron 371 ejemplares (en los últimos veintiséis años la aparición de cada número fue cada vez más espaciada. Entre 1931 y 1966 se editaron 305 números de la revista, y en los siguientes 26 años se editaron sólo 67 números).

La editorial Sur

Fundada en 1933 también por Victoria Ocampo. En la editorial fueron publicados autores como Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, José Bianco, Vladimir Nabokov, Federico García Lorca, Albert Camus, Adolfo Bioy Casares, entre otros.

Poesía de los años noventa

Durante el gobierno de Carlos Saúl Menem (1989-1999), en un clima de albor económico para la clase media y alta, y eclipse cultural, surgen nuevos grupos de autores, alrededor de núcleos de autogestión. Se organizan lejos del circuito tradicional en galerías, fábricas recuperadas, centros culturales barriales y discotecas.

Publican en editoriales pequeñas (VOX, Siesta, Ediciones del Diego, Ediciones ByF, Selecciones de Amadeo Mandarino), revistas independientes (como 18 wyskies) y en la Red (como Poesia.com).

Destacan autores como Juan Desiderio (La Zanjita), Washington Cucurto (Zelarayan y La máquina de hacer paraguayitos), Daniel Durand (Segovia y El cielo de Boedo), José Villa, Alejandro Rubio (Música mala), Damián Ríos (La pasión del novelista y El perro del poema), Martín Gambarotta (Púnctum y Seudo), Sergio Raimondi (Poesía Civil y Diccionario crítico de la lengua), Fabián Casas (Tuca, El Salmón, Oda, El spleen de Boedo y El hombre de overall), Martín Prieto, Daniel García Helder (El Guadal), Darío Rojo, Ezequiel Alemian y Manuel Alemian, Rodolfo Edwards, Martín Rodríguez, Eduardo Ainbinder, Verónica Viola Fisher, Fernanda Laguna. Después del colapso económico y financiero de 2001 y 2002 se intensifican aun más esas activades autogestionadas.

Nuevos escritores: la literatura post-crisis

En la segunda mitad de la década de 2000, comenzó a consolidarse una nueva generación de escritores (narradores y poetas), al mismo tiempo que surgen nuevas voces con escrituras más breves, experimentales y publicadas algunas a través de Internet.

Véase también

Enlaces externos