Policía

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Policía estatal alemán en Hamburgo.
En 2004, el Lamborghini Gallardo obtuvo el título de vehículo policial más rápido del mundo en uso real.[1]​ Este modelo presta servicio en Italia y puede costar 165.000 euros.[2]
Uniformes de Shinsengumi, una fuerza de policía del último período del Shogunato en Japón.

La policía es una fuerza de seguridad encargada de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos mediante el uso de la fuerza, y se encuentra sometida a las órdenes del Estado.

La mayoría de las fuerzas policiales son organizaciones casi militares, cuya principal obligación es disuadir e investigar crímenes en contra de las personas o que afecten el orden público, así como el arresto de sospechosos, e informe a las autoridades competentes.[3]​ También es responsable de reportar ofensas menores por medio de citaciones que suelen terminar en el pago de una fianza, usualmente por violaciones a las leyes de tránsito vehicular. Su administración puede ser centralizada a nivel nacional, o descentralizada, con fuerzas de policía local autónomas en gran medida.

Según otros enfoques —de difusión en algunos medios intelectuales, universitarios y políticos— la función de la policía es diferente. Por ejemplo, para el marxismo la policía es parte del aparato represivo del Estado,[4]​ el cual funciona mediante la violencia, ya sea física o no,[5]​ y es un instrumento de la clase burguesa dominante mediante la cual esta se asegura su poder;[6]​ o el discurso foucaultiano, que sostiene que la policía y el sistema penal son instituciones de poder que no se proponen eliminar el crimen sino controlarlo dentro de ciertos límites y hacer uso de él según sus propios intereses.[7]

La policía puede tener un carácter preventivo como es el caso de las policías de ciudad o las policías de proximidad que pueden ser investigadoras, como las que auxilian al fiscal o al Ministerio Público en la persecución de los delitos; o bien, pueden estar dirigidas a garantizar el debido cumplimiento de normatividades, como la policía fiscal. También suele tener un servicio de emergencia que provee seguridad en la vía pública, así como en emergencias, desastres y situaciones de búsqueda y rescate. Para poder responder rápidamente a las emergencias, la policía normalmente coordina sus operaciones con los servicios de bomberos y emergencias médicas. En muchos países todos ellos utilizan número telefónico único de emergencias que permite a la policía, bomberos o servicios médicos actuar en caso de emergencia.

Se llama también policía a cada agente perteneciente a dicha organización. Los reclutas suelen recibir formación especializada y deben presentarse a una oposición.

Evolución histórica de la noción de policía

La noción de policía es antigua, aunque la palabra no lo es. Por ello en esta sección se trata sobre la noción de “policía” (es decir, la parte de la potestad estatal posteriormente denominada “policía”) y no de la palabra en sí, que es de uso moderno.[8]

La palabra "policía" deriva del idioma francés y su uso data del siglo XVIII (incluso algunos cuerpos de policía se fundaron en los siglos XVIII y XIX). De una manera indirecta deriva del latín politīa, y esta del griego polis, "ciudad", que significa ciudad, o ciudad-estado. De ahí derivó "politeia", palabra que define lo relativo a la constitución de la ciudad, el ordenamiento jurídico del Estado, conducta arreglada de los ciudadanos, gobierno, o calidades cívicas del individuo.

En los inicios del Período helenístico, la policía fue el equivalente del gobierno del Estado, cualquiera fuera su régimen, y se identificaba con el Estado.[8]​ En la Edad Media, la noción de policía fue definida como "el buen orden de la sociedad civil presidida por la autoridad estatal, quedando el buen orden moral y religioso a cargo de la autoridad eclesiástica".[8]​ Después, durante el siglo XIV, apareció la palabra police, con la que se designó el orden de los negocios públicos en las doctrinas jurídicas de Francia. Así, llegado el Renacimiento, el término 'policía' pasó a entenderse como "el buen orden en la cosa común".[9]

Partiendo de esta idea, policía y gobierno de Estado eran conceptos idénticos. El Estado podía utilizar la coerción para buscar el bien común, bajo el total arbitrio del soberano, todo ello sin limitaciones jurídicas, por lo que esta forma de entender el derecho de policía llevó al absolutismo.[8]

Este concepto se transformó a mediados del siglo XVII: el monarca mantenía bajo su control lo relativo a la policía propiamente dicha, mientras que las funciones del Estado fueron divididas. Así, dentro del ámbito del derecho, la justicia pasó a ser una función especial.[9]

La crisis de la noción de Estado en el siglo XVIII fortaleció la libertad individual, apareciendo la doctrina de los derechos humanos. A partir de entonces, al considerarse que dichos derechos son superiores al Estado, la noción de policía se limita a mantener la seguridad y el orden público, así como a garantizar la protección del orden jurídico.[9]

Concepto de policía

La policía como servicio (características)[9]

Es una organización sin ánimo de lucro.


Satisface necesidades esenciales para la vida en comunidad.


Se presta únicamente por el Estado, que no puede delegar su prestación.


No puede suspenderse, ni interrumpirse.


Se debe prestar instantáneamente ante cualquier requerimiento o perturbación del orden público.


No se puede rehusar ni retardar, y no puede negarse a nadie, en igualdad de circunstancias.

Existen múltiples acepciones de policía:[9]

  • El fin de la policía: El mantenimiento del orden público interno es competencia de la policía. Dicho orden resulta de la prevención y la eliminación de aquello que pueda perturbar la tranquilidad, la seguridad, la salubridad, el urbanismo, la moral pública y algunos aspectos económicos ligados al orden público.
  • La policía como poder: El poder de policía puede definirse como la facultad del Estado para limitar los derechos y las libertades individuales, en beneficio de la comunidad.
  • La policía como función: La función de policía es la actividad que ejercen los funcionarios llamados normalmente de policía, con el fin garantizar el desarrollo de las actividades dentro del orden, preservando la armonía social. Es la potestad del Estado para el ordenamiento de las actividades individuales, con el fin de garantizar los elementos sociales necesarios al desarrollo y el bienestar de la actividad humana.
  • La policía como norma: La función de policía es regulada por la ley. Las normas de policía son dictadas para hacer efectivos los derechos y libertades y nunca para vulnerarlos o negarlos.
  • La policía como oficio: El ejercicio de la actividad policial se trata de un oficio permanente para la que sus miembros deben prepararse adecuadamente.

Doctrinas de policía

La doctrina policial es el conjunto de ideas u opiniones, preceptos éticos, legales y conceptos aceptados oficialmente y en los cuales se fundamenta la labor policial,[10]​ integrando principios sobre su función institucional, los fundamentos filosóficos y legales del Derecho policial vinculado a la defensa de los derechos humanos, la ley, el orden y la seguridad. De esta forma, la doctrina precede y sustenta los conocimientos y conceptos teórico-prácticos sobre la seguridad ciudadana y los órdenes interno y público.[11]

Existen numerosas doctrinas en relación con el Derecho de policía que se sustentan en el Derecho Constitucional y el Derecho Administrativo. Del primero derivan los conceptos de derechos y libertades, y del segundo la noción de servicio público.

La función primordial del Derecho de policía es la defensa y regulación de los los derechos humanos y las libertades individuales, en el ámbito preventivo de la función del Estado, para asegurar así el orden público interno.

Elementos del Derecho de policía

Elementos esenciales

Libertades individuales y derechos humanos
Perro policía y su amo, en labor preventiva contra el narcotráfico.
Función preventiva

La función policial de carácter preventivo consiste en actuar de forma vigilante para evitar la posible acción delictiva. La prevención policial busca evitar: primero que las personas se conviertan en víctimas, segundo el surgimiento del delincuente, y tercero el surgimiento del delito y su reincidencia o reiteración.[12]

Algunas veces la labor preventiva conlleva acciones como la identificación de personas o el control de vehículos que pueden considerarse limitadores de los derechos y libertades.[12]

El ordenamiento jurídico

Elementos tipificadores

El poder de policía

El poder de policía es la potestad normativa que posee el Estado de regular los derechos individuales en áreas de interés general, que no debe confundirse con policía, que es la función administrativa de poner en ejecución las normas que dicta el poder legislativo.[13]

Sin embargo, la noción de “poder de policía” se presta a equívocos, por la disparidad de ideas que al respecto se sostienen. El aditamento de “poder” podría ser equivocado, ya que el poder estatal es uno solo. Así, la llamada "separación de poderes" consiste, por un lado, en una división de funciones (funciones: legislativas, administrativas y jurisdiccionales) y, por el otro, en una separación de órganos (órganos legislativo, administrativo y jurisdiccional). En ese sentido, el “poder de policía” no sería un órgano del Estado, sino una facultad o una parte de alguna de las funciones mencionadas.[14]

El orden público

Elementos dinámicos

Medios de policía
La policía en la guerra contra el crimen en Río de Janeiro (Brasil), en 2010.

Los medios de policía jurídicos están reservados al legislador o al Organismo Ejecutivo del poder público. Por su parte, los medios de policía materiales se otorgan a la policía y suponen la intervención de las armas y la fuerza física. Las principales disposiciones en este marco son el “Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” (aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979) y el “Código europeo de ética de la policía” (adoptado por el Consejo de Europa en 2001).[15]​ Según estas normas, el uso de la fuerza por la policía queda limitado por los principios rectores fundamentales de la necesidad y la proporcionalidad.[16][17]

La necesidad refiere al carácter excepcional de la medida y del recurso a ella exclusivamente cuando sea requerida por objetivos legítimos, como mantener el orden o arrestar a un individuo que ofrece resistencia. Cualquier actuación desproporcionada con respecto a estos objetivos (no recurrir en forma graduada a la fuerza física o a herramientas no letales antes de utilizar armas mortales) es rechazada por el principio de la proporcionalidad.[18]

Para que los miembros de la policía realicen su trabajo, el Estado les otorga ciertas atribuciones, entre ellas poder arrestar, buscar, atrapar e interrogar, uso de fuerza física; y, si fuera necesario a veces, matar en caso de legítima defensa o si la persona atacante o criminal suponía una amenaza o peligro inmediato al policía y otras personas. En países con sistemas democráticos y Estado de Derecho, las leyes regulan el procedimiento que deben adoptar los oficiales; no respetarlos podría considerarse una medida arbitraria e injusta que podría originar una investigación administrativa o criminal contra los oficiales de la ley y el orden que malinterpreten o desobedezcan sus funciones policíacas.[cita requerida]

Equipo y armamento

Miembros del contingente Gurkha de la Policía de Singapur, quienes portan un Kukri.

En muchos países, los miembros de la policía llevan consigo armas de fuego (arma de reglamento) en sus habituales obligaciones laborales. Generalmente consisten en pistolas y/o revólveres de calibre 9 mm. Ocasionalmente pueden portar escopetas y/o subfusiles.

La policía frecuentemente tiene unidades especiales para los casos de delincuentes armados, situaciones de rehenes (secuestros) o en situaciones de gran peligro y en algunos países pueden llamar a los militares en situaciones extremas. También pueden estar equipados con armas no mortales, en el caso de controlar disturbios. Las armas no mortales incluyen defensas, comúnmente llamadas "porras", habiendo de muchos tipos y tamaños, escudos, equipos antidisturbios, balas de goma y gases lacrimógenos. El uso de armas de fuego es el último recurso y se las usa en el caso de que una persona esté en riesgo o peligro de perder la vida, aunque en algunos países se permite usarlas contra convictos peligrosos que tratan de fugarse o son riesgo de patente intensidad. En España el arma de fuego mayoritaria entre las fuerzas y cuerpos de seguridad actualmente es la HK USP Compact. Los policías suelen llevar consigo en la mayoría de los casos esposas (grilletes) para detener criminales o sospechosos.

Las fuerzas policiales modernas hacen un considerable uso de los equipamientos de radiocomunicaciones y computadoras portátiles llevados por cada agente e instalados en los vehículos. Por este medio coordinan el trabajo, comparten información y brindan ayuda rápidamente. En los últimos años, los vehículos tienen instalados computadores que aumentan las comunicaciones, permitiendo el envío de llamadas de forma más sencilla, lo mismo que la verificación de vehículos hurtados, antecedentes penales de personas sospechosas en pocos segundos, actualizar el historial de la rutina diaria del policía y enviar en tiempo real otros informes requeridos. Otras herramientas comunes del equipamiento policíaco son linternas, silbatos y ordenadores portátiles.

Estructuras policiales

Equipo SWAT.
Policía portuaria, Kiel, Alemania.

La mayoría de las fuerzas policiales están divididas en subgrupos que tienen el trabajo particular de investigar diferentes tipos de crímenes.

En muchos países occidentales, quizás la mayor diferencia se da entre el agente "uniformado" y los detectives o agentes investigadores. Los Uniformados, como su nombre lo dice, portan un uniforme y sus trabajos se ven envueltos en operaciones de patrullaje, control de tránsito y otras actividades para prevenir y en respuesta al crimen. Los detectives o agentes investigadores, por el contrario, usan 'trajes' o ropa casual que le dan una apariencia más profesional en la investigación de crímenes. En muchos casos, los agentes son asignados como agentes encubiertos, para que no se los reconozca como tales, en ocasiones por largos periodos para investigar crímenes, en especial el crimen organizado o narcotráfico. Este tipo de acción policial es conocida como espionaje o técnicas de inteligencia.

Existen grupos especializados para diferentes tipos de crímenes (por ejemplo, narcotráfico, tráfico de armas ilegales, asesinatos, fraudes, etc.) o personas con habilidades especiales (por ejemplo, buceo, manejo de helicópteros, manejo de explosivos, manejo de ordenadores, etc.). Muchas jurisdicciones de gran tamaño poseen personas especialmente entrenadas con armas pequeñas y largas, preparadas para matar en situaciones de violencia, y usualmente están equipadas con armamento no mortal como gases lacrimógenos, bombas de humo y balas de goma.

También cabe destacar el concepto de Fuerzas Especiales, policías con mayor preparación, armamento de mayor calibre (Carabinas y Fusiles de asalto) y generalmente protegidos con cascos y blindaje corporal. Suelen operar en situaciones como tomas de rehenes, terrorismo o redadas. En los Estados Unidos, existe el SWAT (Armas y Tácticas Especiales), en España la Unidad Especial de Intervención (UEI) y el GEO (Grupo Especial de Operaciones).

Coordinación internacional

La mayoría de los países son miembros de la Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), establecida para detectar y perseguir crímenes transnacionales y proveer cooperación internacional y coordinación con otras actividades policíales, tales como notificar a familiares el fallecimiento de extranjeros. Interpol no conduce investigaciones ni detenciones por sí mismo, pero sirve como punto central de información de crímenes, sospechosos y criminales. Los crímenes políticos están excluidos de sus competencias.

Procedimientos policiales

El accionar de la policía se rige de acuerdo a la legislación del país en el que se encuentre, siendo en algunos países incluso auxiliares de la justicia. Si bien en gran parte el policía trata cuestiones de derecho penal el personal policial tiene formación en las distintas ramas del derecho, como derecho administrativo, civil y contravencional (faltas).

Los procedimientos se rigen por los códigos de forma, así logran contar con la validez necesaria para que sean aptos en instancias judiciales. Algunos requisitos pueden ser desde la realización de actas en el lugar del hecho hasta la presencia de testigos.

Algunos ejemplos de los procedimientos habituales del labor policial es la acreditación de identidad en la vía pública, los controles de documentación de vehículos, el registro superficial, la intervención por hechos menores (conflictos en la vía pública, ruidos molestos, etc), hasta casos más graves como lesiones o robos.

Una revisión sistemática que incluye 19 estudios, 17 en Estados Unidos y otros dos en Argentina y Australia, contiene evidencia que demuestra una reducción general en la delincuencia y los disturbios cuando se implementaron intervenciones policiales en los llamados puntos calientes (áreas pequeñas y localizadas). Asimismo, la evidencia sugiere que estas intervenciones tienen mayor probabilidad de reducir la delincuencia en áreas adyacentes. Al emplear estas estrategias, sin embargo, deben tomarse en cuenta las reacciones de las comunidades locales, ya que estas pudieran acoger de manera positiva dichos esfuerzos, pero también pudieran rechazarlos si interpretan que los programas policiales son, por ejemplo, de mano dura.[19]

Controversia

Policía iraquí portando el velo islámico. Las policías musulmanas pueden tener dificultades para ejercer su trabajo en países como Afganistán.[20]

Las organizaciones policiales muchas veces se ven involucradas en casos de corrupción, que es incitada a menudo por un código de silencio para animar la incondicional lealtad entre los compañeros por una causa justa. Resulta raro que un agente rompa este código, ya que al hacerlo pueden llegar a recibir amenazas de muerte, como el caso del policía estadounidense Frank Serpico. Una de las formas de luchar contra la corrupción ha sido una organización semidependiente de investigaciones, en el caso de Estados Unidos el FBI y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En el caso de Puerto Rico (territorio de los Estados Unidos), la Policía de este país tiene oficinas de investigaciones para policías que incumplen o abusan de su deber, como las Superintendencias de Investigaciones Administrativas y Asuntos Internos o el mismo Departamento de Justicia, y en algunos casos también el FBI. Sin embargo, las organizaciones verdaderamente independientes generalmente no son llamadas a menos que sean casos de gran notoriedad y difusión.

Otras organizaciones, especialmente las que están ubicadas en áreas multirraciales o donde coexisten varias etnias, han recibido acusaciones de racismo. Los policías entonces se ven en la necesidad de pensar si usar o no la fuerza, particularmente el disparar a matar, cuando un agente mata a un sospechoso de una raza diferente a la suya. En los Estados Unidos, estos eventos habitualmente ocasionan protestas masivas y acusaciones de racismo contra la policía.

Véase también

Referencias

  1. Hanlon, Mike (5 de noviembre de 2006). «The World’s fastest police car – the Brabus Rocket Police Special». Gizmag (en inglés). Consultado el 24 de junio de 2011. 
  2. «Italian police crash Lamborghini supercar». BBC (en inglés). 1 de diciembre de 2009. Consultado el 24 de junio de 2011. 
  3. «Police». Enciclopedia Británica (en inglés). Consultado el 18 de junio de 2011. 
  4. Louis Althusser, “Idéologie et appareils idéologiques d’État.”: «(...) dans la théorie marxiste, l'Appareil d'État (AE) comprend : le Gouvernement, l'Administration, l'Armée, la Police, les Tribunaux, les Prisons, etc., qui constituent ce que nous appellerons désormais l'Appareil Répressif d'État.»
  5. Louis Althusser, “Idéologie et appareils idéologiques d’État.": «Répressif indique que l'Appareil d'État en question « fonctionne à la violence », du moins à la limite (car la répression, par exemple administrative, peut revêtir des formes non physiques»
  6. Louis Althusser, “Idéologie et appareils idéologiques d’État.”: «Le rôle de l'appareil répressif d'État consiste essentiellement, en tant qu'appa- reil répressif à assurer par la force (physique ou non) les conditions politiques de la reproduction des rapports de production qui sont en dernier ressort des rapports d'exploitation. Non seulement l'appareil d'État contribue pour une très grande part à se reproduire lui-même (il existe dans l'État capitaliste des dynasties d'hommes politiques, des dynasties militaires, etc.), mais aussi, et surtout, l'appareil d'État assure par la répression (depuis la force physique la plus brutale jusqu'aux simples ordres et interdits administratifs, à la censure ouverte ou tacite, etc.), les conditions politiques de l'exercice des Appareils Idéologiques d'État.»
  7. Véase Michel Foucault, "Alternatives á la prison" o Vigilar y castiga
  8. a b c d Durand, Julio César. «Sobre los conceptos de “policía”, “poder de policía” y “actividad de policía”» (PDF). Comentario al dictamen de la Procuración del Tesoro de la Nación del 13 de julio de 2004. Revista de Derecho Administrativo (REDA), N° 51, Lexis Nexis. Archivado desde el original el 28 de octubre de 2014. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  9. a b c d e Delgado Mallarino, Victor Alberto (1993). «Policía, derechos humanos y libertades individuales» (PDF). Revista IIDH. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  10. «Política Estratégica Operacional y del Servicio de Policía» (PDF). Policía Nacional de Colombia Dirección General - Oficina de Planeación. julio de 2007. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  11. «Doctrina policial» (PDF). Policía Nacional del Perú. 2007. Archivado desde el original el 24 de diciembre de 2012. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  12. a b «Función preventiva de la Policía». seguridadpublica.es. Consultado el 20 de agosto de 2012. 
  13. Sotelo de Andreau, Mirta Gladis (2004). «Poder de policía» (PDF). Universidad Nacional del Nordeste. Archivado desde el original el 8 de agosto de 2007. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  14. Gordillo, Agustín. «Poder de policía» (PDF). El poder de policía. Consultado el 27 de diciembre de 2014. 
  15. «Código Europeo de Ética de la Policía». Ministerio del Interior de España. 2001. Archivado desde el original el 26 de agosto de 2011. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  16. «Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley». OACDH. Archivado desde el original el 3 de septiembre de 2012. Consultado el 20 de agosto de 2012. «Artículo 3. Adoptado por la Asamblea General en su resolución 34/169, de 17 de diciembre de 1979». 
  17. Björn Janson. «El Código Europeo de Ética de la Policía. Razones y directrices para el cambio» (PDF). Generalidad de Cataluña. p. 7. Consultado el 20 de agosto de 2012. 
  18. Rico, Jose María (29 de octubre de 2010). «Uso policial de la fuerza y del arma». La Nación. GN. Archivado desde el original el 19 de septiembre de 2011. Consultado el 22 de junio de 2011. 
  19. Campbell Collaboration (2017). «Las acciones policiales en puntos calientes son eficaces para reducir la delincuencia». Oslo: The Campbell Collaboration. Consultado el 4 de diciembre de 2019. 
  20. «Les talibans revendiquent l'assassinat de la plus célèbre policière du pays». RFI (en francés). 28 de septiembre de 2008. Consultado el 18 de junio de 2011. 

Enlaces externos