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Ocultismo nazi

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El sol negro (schwarze sonne) formado por doce runas sig. Diseño empleado en el suelo de la Sala de los Generales Mayores del Castillo de Wewelsburg.[1]

El ocultismo nazi suele hacer referencia al conjunto de prácticas relacionadas con lo sagrado en ese movimiento (bewegung). El centro espiritual del Nuevo Orden nazi iba a ser el castillo de Wewelsburg, donde se reunían jerarcas de las SS, y en cuya torre norte se conjugaban la cruz gamada y el sol negro. Las teorías sobre el origen de los arios y la naturaleza del Grial, así como la mitología nórdica y celta, influyeron enormemente en Heinrich Himmler, jefe de las SS.

Adolf Hitler tuvo como mentor a Dietrich Eckart, de la ocultista y antisemita Sociedad Thule, mientras que Himmler tuvo como mentor al ocultista Karl Maria Wiligut.

Paralelamente, Adolf Hitler y algunos de sus subalternos, como Ernst Roehm o Rudolf Hess, mostraron interés en la astrología.

Grupos völkisch

Guido von List decía que se había producido en el mundo una sucesión de cinco edades y que la heredera de la última era la Alemania antigua y, por consiguiente, era superior a las otras. La religión originaria podía manifestase de forma exotérica, mediante el wotanismo, y esotérica, mediante el armanismo (armanenschaft), destinado a elegidos e iniciados. Los armanes serían, pues, un grupo selecto heredero de los reyes-sacerdotes de la antigua Alemania aria. List fundó en 1908 la Sociedad List y, en 1911, creó la Orden Superior de los Armanes para ser la élite de la Sociedad List.[2]

Jörg Lanz von Liebenfels contribuyó con la creación de la ariosofía. Estableció en 1905 que los primeros arios tenían un origen divino y que habían sido engendrados mediante el uso de electricidad. Sin embargo, se corrompieron posteriormente mezclándose con razas de simios.[3]

Las teorías de Von Liebenfels tuvieron mucha difusión en su momento. Se creó una sociedad en base a esta teoría que tomó diversos nombres: Círculo de la Esvástica, Instituto Ariosófico, etcétera. Se divulgaron en revistas como Ostara, de la cual Adolf Hitler era un asiduo lector.[4]

En 1912 Theodor Fritsch fundó en Berlín la Germanenorden, una sociedad secreta o semi-secreta. En el acto fundacional también estuvieron Philiph Stauff, que fue también de la Sociedad List y de la Orden Superior de los Armanes, y Hermann Pohl, que se convirtió en el primer líder de la organización. Esta tomó como símbolo la esvástica y se centró en el nacionalismo, el paganismo, la superioridad de la raza nórdica, las ciencias ocultas, la magia y la filosofía.[5]

En el seno de la Germanenorden hubo desavenencias y de ahí salieron otras dos organizaciones. Una fue la Germanenorder Walvater, que pretendía vincular la superioridad racial alemana y el contacto con la tierra y el pueblo con la de la pureza de la Sangre representada por el Grial. La otra fue la Sociedad Thule, encabezada por Rudolf von Sebottendorf. Thule habría sido la tierra o ciudad mítica de los primeros arios.[6]

En 1919 algunas personas de la Sociedad Thule, entre los que estaban Anton Drexler, Michael Lotter, Karl Harrer y Dietrich Eckart, fundaron en Múnich el Partido Obrero Alemán.[7]

Según el académico Nicholas Goodrick-Clarke la Sociedad Thule se disolvió hacia 1925.[8]

Fundación del Partido Nazi, empleo de la cruz gamada y fundación de las SS

Bandera del Partido Nazi, con la cruz gamada.
En ocasiones la cruz gamada se presentaba con brazos curvos, al estilo de una rueda solar (sonnenrad), como en el tapiz que cubría la pared sobre la mesa de trabajo de Reinhard Heydrich en Praga.[9]
Pareja de runas sig de las SS.

Hitler asistió a las reuniones del Partido Obrero Alemán. Dietrich Eckart llegó a ser mentor de Hitler y este le dedicó su libro Mi lucha.[10]​ En 1920 se constituyó el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (conocido como el Partido Nazi).[11]

En el nacionalsocialismo la cruz gamada (hakenkreuz) conserva una de las propiedades esenciales de la primitiva esvástica: la de anunciar un cambio importante en aquellos que la comparten como símbolo.[12]

No estaba previsto que la cruz gamada fuese el símbolo alemán para siempre. Cuando el arquitecto Albert Speer diseñó una nueva capital para el Reich estableció que el Fürher y sus sucesores vivirían en un edificio con la cúpula más grande del mundo, sobre la cual habría un águila sosteniendo la cruz gamada. Hitler modificó esa figura, diciendo que el águila no debería sostener la cruz gamada sino un orbe. Esto significaba que una vez que el movimiento triunfase y se instaurase el Nuevo Orden, el nacionalsocialismo como tal ya no existiría y se crearía una humanidad nueva, con un nuevo entendimiento de las cosas.[13]

Hitler y el general Erich Ludendorff protagonizaron un intento de golpe de Estado en Múnich el 9 de noviembre de 1923. Dieciséis de los golpistas murieron. La bandera del Partido Nazi con la cruz gamada que llevaba uno de los golpistas, Heinrich Trambauer, se manchó de sangre de tres caídos. Hitler fue encarcelado hasta 1924 pero la bandera fue guardada por simpatizantes.[14]

La conocida como "bandera de sangre" (blutfahne) se consideró una auténtica reliquia. Se guardaba habitualmente en la Casa Parda o Casa del Partido en Múnich. Los estandartes que llevaban los abanderados de las distintas secciones de las SA debían ser puestos en contacto físico con la blutfahne en presencia de Hitler.[14]

En 1925 se crearon las Escuadras de Protección (Schutzstaffel), también conocidas como SS. En 1929 Heinrich Himmler se puso al mando de esta organización, por entonces muy reducida.[15]​ Los miembros llevaban una calavera con dos tibias, que representaba la fidelidad hasta la muerte,[16]​ y una pareja de runas sig.[17]​ Esta runa significaba originalmente "Sol", aunque también fue interpretada posteriormente como sieg, que significa en alemán "victoria".[18]

Himmler se inspiró en las órdenes militares (templarios, caballeros teutónicos, etc.) y en los jesuitas para llevar las SS. Los jesuitas tenían un voto de obediencia al papa y vestían de negro, por lo que los miembros de las SS debían tener la misma fidelidad por Hitler y vestir de ese color.[19]​ También tomó de los jesuitas la idea del retiro para avanzar cualitativamente en las creencias.[20]

En febrero de 1933 se produjo la toma del poder por parte de los nazis. El 11 de marzo de ese año el canciller Hitler solicitó al todavía presidente Paul von Hindenburg que la bandera nazi con la cruz gamada ondease en las ceremonias anuales en recuerdo de los muertos en la guerra, como si fuese una bandera del Estado, y el presidente aceptó.[21]

Nacionalsocialismo y cristianismo

Al respecto de la situación religiosa en el Reich, se llegó a ver a la religión como una fuerza que podía contribuir a repeler al marxismo ateo, y se llegaba incluso al punto de considerarlas como un instrumento de una dictadura antimarxista. Con algunas de sus opiniones religiosas, Hitler pretendió ganarse la simpatía de católicos y protestantes alemanes. En su discurso del 23 de marzo de 1933 dijo que «el gobierno nacional ve en las dos confesiones cristianas los factores más importantes para el mantenimiento de nuestro pueblo».[22]​ Esta ideología contenía, en sus rasgos fundamentales, elementos de una religión sui generis en competencia con el cristianismo, los cuales se reflejaban con toda claridad en el movimiento iniciado por Mathilde Ludendorff «en pro de un conocimiento alemán de Dios acorde con la raza». Los orígenes arios eran investigados por la Ahnenerbe. La cuestión de la religión, vista como una manera de interpretar el mundo, estaba contemplada desde las ideas que relacionaban el código genético con el comportamiento espiritual de las razas y que sostenían la «adecuación racial» o grado de acomodación a la idiosincrasia de la raza que debía asumirla para la preservación de la identidad y la cultura nacionales. Así, bajo el régimen nazi, el programa de una «religión conforme a la raza» tuvo como una de sus metas despojar al cristianismo de todo rasgo judaico.[23]

En el seno del partido, Alfred Rosenberg asumió dos tareas fundamentales. La primera de ellas preocuparse por el aparato teórico, argumental e instrumental nacionalsocialista. La segunda era sustituir el cristianismo en Alemania por otras creencias religiosas que consideraba más acordes a la comunidad popular (volksgemeinschaft). Esto provocó la reacción de las iglesias cristianas alemanas contra Rosenberg, que fue acusado de querer restaurar el paganismo y el wotanismo. Él se defendió diciendo que respetaba a católicos y protestantes y que solamente quería dar a conocer a un Jesucristo ario. Según él, el Cristo ario había sido ocultado por los judíos y, en especial, por Pablo de Tarso. Hitler tuvo que intervenir, afirmando que era un católico bautizado y firmemente creyente en su fe y que el Partido Nazi no atentaría jamás contra las creencias católicas o protestantes.[24]

Y es que Hitler no quería enfrentarse con las creencias católicas o protestantes de otros nazis por entonces y llegó a decir en privado a Martin Bormann que ya se arreglarían cuentas con los cristianos en su momento.[25]

De hecho, los nazis apoyaron a organizaciones religiosas como los Cristianos Alemanes (Deutschen Christen), dirigida por el teólogo Ludwig Müller, considerado el “obispo del Reich”.[26]

Budismo en el régimen nacionalsocialista

En 1924, Paul Dahlke fundó la Casa de los Budistas en Berlín. En 1933 se celebró en este lugar el Primer Congreso Budista Europeo. La Casa de los Budistas se mantuvo abierta durante la Segunda Guerra Mundial, pero los nazis la controlaban fuertemente.[27]

Aunque se cerró la Sociedad Budista de Berlín, activa desde 1936, y se arrestó brevemente a su fundador Martin Steinke en 1941, los nacionalsocialistas generalmente no persiguieron a los budistas.[27]

Según el erudito Alexander Berzin:

La política nazi de tolerancia hacia el budismo no demuestra influencia alguna de enseñanzas budistas en Hitler ni en la ideología nazi. Una explicación más factible es el deseo de Alemania de no perjudicar las relaciones con Japón, su aliado budista.[27]

Crítica de Hitler a los que se quedaban en el pasado

Hitler consideraba unos fracasados a aquellos que se habían limitado a admirar el pasado y les negaba una futura dirección del movimiento porque lo llevarían a la quiebra también. También les acusa de predicar el heroísmo pero luego huir de los combates contra los comunistas. Llega a insinuar que su existencia ha sido permitida por los judíos por estos motivos. En su libro Mi lucha habla de ellos con las siguientes palabras:[28]

No es buena recomendación para un hombre de negocios haber empleado cuarenta años de su actividad en determinado ramo para, al final, llevar la firma a la quiebra. Nadie en eso vería credenciales para confiarle la dirección de otra firma. Lo mismo sucede con esos Matusalenes populares que, después de que han fosilizado una gran idea, todavía piensan en dirigir otro Movimiento.

Tal vez esos hombres entran en un nuevo Movimiento con el fin de servirlo y de ser útiles a la nueva doctrina, pero, en la mayoría de los casos, lo que pretenden es, bajo la protección del mismo o por las posibilidades que aquél les brinda, hacer una vez más la infelicidad general con sus ideas propias.

Su característica principal es llenarse de entusiasmo por los antiguos héroes alemanes, por los tiempos más remotos, por la Edad de Piedra, por flechas y escudos; pero, en realidad, no pasan de ser los mayores cobardes que se pueda imaginar. Esa misma gente que tanto finge glorificar el heroísmo del pasado, predica la lucha en el presente con armas intelectuales y huye delante de cualquier porra de goma en las manos de los comunistas. La posteridad tendrá pocos motivos para extraer de aquí una nueva epopeya. Aprendí a conocer a esa gente, demasiado para no sentir el más profundo desprecio ante sus miserables simulaciones.

Su actuación sobre las masas es irrisoria. El judío tiene toda la razón para conservar con esmero a esos comediantes y para preferirlos a los verdaderos propulsores de un nuevo Estado alemán.[28]

Astrología y otras pseudociencias

Hitler leyó a mediados de la década de 1920 el libro Magia: historia, teoría y práctica de Ernst Schertel. Disponía de un ejemplar, firmado por el autor, en el que subrayó frases tales como: "el horror siempre acecha en el fondo del mundo mágico y todo lo sagrado siempre está mezclado con el horror"; "Satán es el guerrero fertilizador, destructor-constructor"; "quien no lleva dentro de sí semillas demoníacas nunca alumbrará un nuevo mundo".[29]

Según John Toland, después de que Hitler recibiese lecciones de lenguaje corporal del vidente y astrólogo Erik Hanussen, este le pidió que lanzara su horóscopo. Hanussen lo hizo y dijo que Hitler tendría obstáculos para alcanzar el poder que podrían ser retirados solo sacando una mandrágora que se encontraba en el patio de un carnicero en la ciudad natal de Hitler a la luz de la luna llena. Se desconoce si Hitler hizo caso a la predicción.[30]

Según una nota de prensa de la British United Press publicada en The Argus el 17 de octubre de 1933, a Hitler le regalaron un martillo de plata como símbolo del futuro del nazismo. En una ceremonia con varias autoridades de reinauguración de un museo de arte de Múnich que había ardido en 1931, Hitler golpeó con el martillo de plata la piedra angular del museo y el martillo se rompió, lo que fue visto como un mal presagio.[30][31]

Según John Toland, Hitler participó en una ceremonia de adivinación teutónica por la mañana temprano el 1 de enero de 1939 que incluyó el vertido de plomo fundido en agua para determinar su futuro. Hitler no habría quedado satisfecho con el resultado, se habría levantado del sillón y habría hablado duramente mientras miraba fijamente un fuego.[30]

Hitler tuvo interés por la astrología y en 1935 envió un cálido telegrama a Hubert Korsch, el presidente de la Oficina Central Astrológica Alemana.[32][33]

Rudolf von Sebottendorff, Wilhelm Gutberlet, Rudolf Hess, Ernst Roehm y Heinrich Himmler estaban fascinados por la astrología.[34]

Según el historiador Guy Walters, Rudolf Hess estaba interesado en la magia arcana, la astrología, la adivinación, los péndulos y la telekinesis.[35]

Según el académico Richard B. Spence, el mentor en temas místicos de Hess fue Karl Haushofer.[36]

Una de las razones por las cuales Hess voló a Inglaterra para intentar una paz con el Reino Unido fue un sueño en el que él era recibido en el Palacio de Buckingham por el rey de Inglaterra.[36]​ Hess realizó su vuelo el 10 de mayo de 1941, cuando el sol y cinco planetas estaban en Tauro, lo que pudo haber considerado significativo.[36]

El mago negro inglés Aleister Crowley colaboró con los servicios secretos británicos durante la Segunda Guerra Mundial. El 14 de mayo de 1941, cuando Hess llevaba cuatro días capturado por los británicos, Crowley escribió a Ian Fleming, oficial de inteligencia y autor de las novelas de James Bond, diciéndole:[36]

Si es cierto que Herr Hess está muy influenciado por la astrología y la magia, mi servicios pueden ser de utilidad para el departamento en caso de que no esté dispuesto para hacer lo que deseáis[36]

Según el teniente coronel R. W. G. Stephens, Crowley interrogó a Hess en unas instalaciones del MI5, el campo 020, durante tres semanas. En el campo Z del MI6 Hess empezó a tener alucinaciones y se quejó ante la Cruz Roja diciendo que le estaban mezclando con la comida un veneno mexicano para el cerebro. El académico Richard B. Spence sugiere que esto pudo ser un truco de Crowley.[36]

Muchos de los astrólogos, clarividentes, zahoríes y parapsicólogos más famosos de Alemania continuaron disfrutando del éxito profesional y una amplia público lector después de la toma del poder de los nazis en 1933. Hans Bender, Karl Ernst Krafft, Gerda Walther, Hans-Hermann Kritzinger, Ludwig Straniak, Wilhelm Wulff e incluso aquellos astrólogos y parapsicólogos cuyas publicaciones comerciales finalmente fueron restringidas terminaron trabajando para el régimen en algún momento durante la Segunda Guerra Mundial.[34]

Sin embargo, la Sociedad Antroposófica de Rudolf Steiner fue cerrada en 1935 porque se acusó a esta persona de judío, cosmopolita y de tendencias sectarias.[34]

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ministro de Propaganda Joseph Goebbels empezó a consultar escritos del vidente Nostradamus buscando profecías que beneficiasen al Reich.[29]

Thingstätten

Thingstätte de Heidelberg, construido en 1935.

Los nazis establecieron por todo el territorio del Reich thingstätten en medio de los bosques. En la antigüedad, los thingstätten eran lugares rodeados de grandes piedras, colocadas de forma natural o por los constructores de megalitos, situados en los bosques donde tenían lugar ceremonias religiosas. Los nazis llevaban a cabo en ellos ceremonias de adoctrinamiento en la cosmovisión nacionalsocialista.[37]

Fuego

En Alemania existía una tradición milenaria relacionada con el fuego. Se encendían hogueras encima de montes o se lanzaban ladera abajo ruedas en llamas. Esto se hacía con un fuego sagrado, alumbrado con medios rituales específicos. Se hacía en relación con rituales de fertilidad, por solsticios y equinocios y para comunicarse con el mundo de los muertos.[38]

Los nacionalsocialistas llevaban a cabo procesiones de antorchas para celebrar acontecimientos especiales o ponían hogueras o puntos con fuego en las ceremonias.[38]

Entre los nacionalsocialistas existía una ceremonia de consagración del fuego que debía ser utilizado en los actos y solía coincidir con los discursos del líder del movimiento.[39]

La Ahnenerbe

Según algunos investigadores, en 1932 se creó una Sociedad de Estudio para la Herencia de los Ancestros. El fundador habría sido el místico Fiedrich Hielscher, que también fue maestro espiritual de Wolfram Sievers, coronel de las SS.[40]

En 1935, tal vez inspirándose en la primera sociedad, Himmler fundó la Ahnenerbe, que estaría presidida por Herman Wirth, un neerlandés que había escrito sobre civilizaciones prehistóricas nórdicas y antiguas religiones arias. Wolfram Sievers fue nombrado secretario permanente.[40]

Pronto se organizaron expediciones en su seno. Yrjö von Grönhagen fue a Finlandia, donde estudiaron el folklore local y a los magos y chamanes de la zona.[40]

En 1937 Wirth fue sustituido en la presidencia por Walther Wüst, experto en cultura india. En 1939 la Ahnenerbe pasó a incorporarse a las SS.[40]

Entre las expediciones realizadas estuvo también la de Ernst Schäfer al Tíbet, entre abril de 1938 y mayo de 1939, para el análisis de la civilización tibetana y de su religión bon-po, también llamada de la esvástica. En esa cultura se hablaba de gigantes devoradores y de seres dotados de una doble naturaleza humana y celestial. El antropólogo de la expedición, Bruno Beger, anotó todo esto. Esta expedición fue ordenada personalmente por Himmler.[41]

Tumba de Enrique el Pajarero

Himmler en la tumba de Enrique I de Sajonia en 1938.

Heinrich Himmler sentía fascinación por el rey Enrique I de Sajonia, conocido como el Pajarero (Heinrich der Vogeler), y visitaba en los aniversarios de su muerte su tumba,[38]​ que se encontraba en la cripta de la colegiata (stiftskirche) de Quedlinburg junto a la de su esposa santa Matilde de Ringelheim. En 1936, mil años después del fallecimiento de Enrique el Pajarero, el uso de la catedral fue arrebatado a los cristianos y entregado a las SS. Tras esto, se retiraron todos los símbolos cristianos y se colocaron las runas sig, el águila y la cruz gamada. En sus visitas, Himmler solía quedarse solo un tiempo junto al sepulcro y luego hablaba como si el espíritu del monarca difunto le hubiese trasladado mensajes.[42]

Castillo de Wewelsburg

Vista aérea del castillo de Wewelsburg.
Techo de la planta baja de la torre norte del Castillo de Wewelsburg, con la cruz gamada con prolongaciones rectilíneas.[9]
Sala de los Generales Mayores, en la torre norte del castillo de Wewelsburg, con el sol negro.

En 1934 Himmler requisó al obispado de Paderborn el castillo de Wewelsburg en Büren.[43]

El lugar había sido usado antiguamente como lugar de ajusticiamiento de mujeres acusadas de brujería y conservaba unos 80 000 manuscritos de estos procesos.[44]

El castillo de Wewelsburg es de planta triangular y tiene dos torres orientadas al sur y una al norte. Himmler escogió para su uso personal la torre suroeste. En la parte de abajo de esta torre se instalaron oficinas para controlar, con personal escogido por Himmler, la actividad del edificio. Las plantas superiores de esta torre albergaban habitaciones de Himmler con un conjunto de mobiliario medieval llamado de Enrique I. La torre sureste esta destinada a Aldolf Hitler, contaba con una biblioteca especial y estaba decorada con cuadros. No hay pruebas de que Hitler visitase el castillo, aunque parece poco probable que no lo hubiera hecho y en Büren se dice que estuvo un par de veces. Las alas laterales y la meridional del castillo estaban ocupadas por una biblioteca de miles de libros dedicada a la mitología de los pueblos del mundo y objetos relacionados con estudios e investigaciones de las SS en Alemania y otros países. Muchos de estos libros, cuadros y objetos habían sido expoliados.[45]

La torre norte del castillo de Wewelsburg fue totalmente reconstruida después de que el edificio pasase a control de las SS.[46]​ Es una construcción de planta circular con tres plantas.[47]

La planta inferior está alumbrada por huecos en la pared y cuenta con un foso de baja profundidad, rodeado de un muro de piedra, en el cual quedan los restos de algo parecido a una tubería o canalización que puede haber sido una canalización de gas para encender un fuego permanente. Alrededor del muro de piedra se encuentran doce sitiales que no se sabe para qué servían. La versión más extendida es que este lugar servía para guardar los anillos de los altos cargos de las SS fallecidos. En la bóveda de esta planta hay una cruz gamada con brazos prolongados entre los cuales se abren cuatro respiraderos.[48]

La planta intermedia es una gran sala con un círculo de columnas que tiene en el centro del pavimento doce runas sig en círculo formando una rueda solar (sonnenrad) que representa el sol negro (scharze sonne). Es denominada Sala de los Generales Mayores, una graduación que solo se alcanzaba por decisión personal del jefe de las SS. Según Walter Schellenberg, que fue jefe del servicio de información de las SS, cada uno de estos miembros escogidos llevaba un anillo de plata personalizado por que Himmler recuperaba cuando morían. También según Schellenberg, en esta sala había una mesa redonda y se realizaban ceremonias especiales con fuego, procesiones de antorchas e invocaciones a los antiguos dioses teutónicos con individuos escogidos.[1]​ Este mismo oficial de las SS narra que a veces se situaba en el centro del sol negro del suelo un disco de oro, los adeptos se colocaban alrededor y se llevaban a cabo oraciones con el fin de establecer contacto espiritual entre este sol negro y la cruz gamada del techo de la planta inferior, considerada como el inframundo.[49]

La planta superior iba a estar cubierta por una gran bóveda elevada, pero debido al curso de la Segunda Guerra Mundial este plan no se pudo llevar a cabo.[47]

La idea básica era convertir el castillo de Wewelsburg en el centro del mundo del Nuevo Orden.[50]

En 1945 la torre norte fue parcialmente destruida. Se desconoce si dicha destrucción se debió a bombardeos o fue llevada a cabo por las SS para tapar lo que allí ocurría. El material que guardaba se dispersó. Los años siguientes fue reconstruida parcialmente basándose en los planos preparados por los servicios de Himmler.[51]

La búsqueda del Grial

Himmler se fijó en las obras de Chrétien de Troyes y de Wolfram von Eschenbach. En ellas no se describía el Grial claramente, dejando el objeto sumido en el misterio. Según ellos, el Grial podía conceder incontables bienes, así como matar, herir o provocar la desapareción de quienes no fueran dignos.[52]​ Las SS buscaron información sobre el Grial en Troyes, donde había nacido Chétrien, y en Eisenbach, donde nació Wolfram.[53]

Por otro lado, el caldero, copa o recipiente mágicos estaban también en la tradición céltica y nórdica. Fueron usados por los dioses como Dagda o Rhiannon. Servían para curar o resucitar guerreros muertos, que regresaban sin habla para no poder contar los secretos del más allá.[54]

Otto Rahn escribió Cruzada contra el Grial (1934) y La Corte de Lucifer (1937). Examinó las conexiones entre las viejas tradiciones griálicas conservadas en la región francesa de Languedoc y el movimiento de los cátaros. Esas leyendas hablaban del Grial como una fuerza espiritual capaz de lograr una transformación en los iniciados.[12]​ Rahn explicaba que el Grial era inmaterial y que se podía identificar formalmente con una piedra caída de la frente de Lucifer cuando fue expulsado del Cielo, conocida como lapis exilis, que ya había sido mencionada previamente por Von Eschenbach en su obra Parzival.[55]

Himmer ofreció a Rahn un cargo privilegiado en el Instituto Ahnenerbe y en su consejo personal.[12]

Para Rahn el castillo del Grial, Montsalvatje, era Montsegur o Montserrat.[56]

El miembro de las SS Otto Skorzeny dirigió la exploración a las cavernas del territorio cátaro cercano a Montsegur.[53]

En 1940 Himmler visitó España. Preguntó por el Grial en Montserrat pero el clérigo Andreu Ripoll le dijo que no había ninguno.[57]

El académico José Luis Cardero López ha especulado que el propósito de la torre norte del castillo de Wewelburg, con la planta baja con la cruz gamada, la intermedia con el sol negro y la alta con la futura cúpula, era que se revelase en ella mediante ceremonias el Grial inmaterial.[58]

La lanza sagrada

Plano de las SS de construcciones proyectadas en los alrededores del castillo de Wewelsburg. Se aprecia una forma de punta de lanza en el centro, en cuyo extremo está el castillo.

La punta de la lanza que supuestamente había atravesado el costado de Jesús en la cruz se guardaba entre las joyas imperiales (Reichskleinodien) en el Palacio Imperial de Hofburg en Viena, Austria. Adolf Hitler escribió en Mi Lucha que las joyas imperiales:

[...] todavía se conservan en Viena y parecen actuar como reliquias mágicas más que como la garantía visible de un lazo de unión eterno. Cuando el Estado de los Habsburgo se desmoronó en 1918, los alemanes austríacos levantaron instintivamente un clamor por la unión con su patria alemana[59]

Tras el Anschluss, cuando Austria fue anexada a Alemania en 1938, los nazis llevaron las joyas imperiales a Núremberg.[60]

La lanza tenía también un significado en la cultura nórdica. Fue el arma de Odín, con la que se atravesó mientras estaba colgado del árbol sagrado Yggdrasil durante nueve días y nueve noches para recibir la sabiduría de las runas. En la mitología celta la lanza fue traída por los hijos de Dana desde el lejano norte, de donde procedían cuando llegaron a Irlanda. La lanza podía servir para herir o matar a los enemigos pero, si el dueño de la lanza no sabía manejarla con el conocimiento y saber necesarios, podía causarle daño. El objeto también podía emitir energía modulada como rayos o chispas que podía exterminar ejércitos. De vez en cuando era necesario "apagar" ese poder introduciendo la punta en un caldero lleno de "sangre mágica".[61]

La lanza también estaba también inserta en las historias sobre el Grial a través de una figura conocida como el Rey Pescador. Chrétien de Troyes describió la lanza con poderes destructivos, indicando que tenía una conexión más estrecha con las armas malignas de origen celta. Wolfram von Eschenbach también le daba un carácter oscuro a la lanza, afirmando que era venenosa.[62]​ Según estas leyendas, de las dependencias del Rey Pescador salió una procesión con la lanza con una gota de sangre y el Grial.[63]

Himmler planeaba transformar todo el entorno del castillo de Wewelsburg con una red de edificios e instalaciones, con propósito residencial y educativo para miembros escogidos de las SS,[64]​ que iban a tener como extremo el propio castillo, de modo que este pareciese una especie de punta de lanza apuntando hacia el norte.[65]

Sábana de Turín

En la Segunda Guerra Mundial la Casa de Saboya llegó a preocuparse por la seguridad de la sábana que se guardaba en la capilla de su palacio de Turín, considerada por muchos como la tela que envolvió el cuerpo de Jesucristo.[66][67]​ El 8 de septiembre de 1939 el objeto fue llevado a una capilla del Palacio del Quirinal de Roma y, el 25 de septiembre, a la abadía de Montevergine en Avellino.[67][68]​ Los frailes se comprometieron a proteger la sábana.[67]​ En 1943 los alemanes invadieron Italia y, al instalarse en Turín, preguntaron por la sábana. El 14 de septiembre de 1943 los nazis registraron las habitaciones de la abadía de Montevergine y entraron en la capilla pero no descubrieron la reliquia porque los frailes estaban rezando alrededor del altar, donde se guardaba.[69]​ Terminada la guerra, la sábana fue expuesta en octubre de 1946 en Montevergine y, finalmente, fue devuelta a Turín.[68][67][66]

En noviembre de 1946 la Revista Diocesana Turinesa publicó el siguiente comunicado:[66]

Venerables sacerdotes e hijos amadísimos, he querido redactar estas líneas para que la historia religiosa de nuestro Turín recuerde esta retirada y posterior devolución de la Sábana Santa, uno de los muchos detalles de esta última guerra. Fue prudente sacarla de Turín, porque aunque fue respetado por las bombas, tal vez no lo habría sido por el invasor que se apresuró a pedir noticias.[66]

Karl Maria Wiligut

Karl Maria Wiligut fue Brigadeführer de las SS y mentor mayor de Himmler.[70]​ Escribió un documento en 1935, que fue leído y archivado por Himmler, con invocaciones.[71]​ Algunas procedían de sus Dichos de Halgarita (Halgarita Sprüche).[72]

Las invocaciones silenciosas llevadas a cabo alrededor de Wewelsburg exigían gran concentración y dedicación, al igual que en el entrenamiento chamánico.[73]

Karl Maria Wiligut escribió Los nueve mandamientos de Gôt, con una estructura parecida a la adoptada por Carl Gustav Jung en Siete sermones a los muertos. Dios (Gôt) sería todo, la unidad. Gôt sería la diada de espíritu y materia pero también la triada de espíritu, fuerza y materia.[74]​ Wiligut pretendía trazar un camino que llevase hacia la manifestación y revelación, en nuestro mundo, de los elementos de la diada y la triada.[74]

En la sexta frase de sus Dichos de Halgarita se dice que Gôt está generando eternamente. Estaríamos en un comienzo sin final, que es el propio Gôt.[74]

Haus Atlantis

El edificio Haus Atlantis (Casa de la Atlántida) se encontraba en la Böttcherstrasse de Bremen. Fue diseñado por el escultor Bernhard Hoetger entre 1929 y 1931 basándose en las ideas del empresario Ludwing Roselius y del etnógrafo neerlandés Herman Wirth. Los tres eran por entonces entusiastas nacionalsocialistas.[75]

Uno de los elementos del edificio era una figura de Odín colgando del árbol Yggdrasil con el costado atravesado por una lanza y todo rodeado por un círculo de runas con un verso de la Edda poética. En el interior se encontraba la Sala del Cielo, con una bóveda acristalada en blanco y azul.[75]

Wirth tenía la teoría de que hubo un territorio entre Escandinavia y las Islas Británicas que fue hundido por un maremoto 10 000 años antes de Cristo. Según este autor, este había sido el origen de la civilización hiperbórea y de la mitología nórdica. Esta teoría no convenció a Alfred Rosenberg.[76]

El propio Hitler no estuvo a favor de lo construido aquí, calificando la "cultura de la Böttcherstrasse" contraria al ideario del partido.[77]

Savitri Devi

Savitri Devi nació en Francia en 1905. Su familia era de origen griego y, en 1925, renunció a la nacionalidad francesa y tomó la griega. En 1940 emigró a la India y se casó con el nacionalista hindú Brahmin Asit Khrisna Mukherji. Pronto colaboró con grupos de hindúes contrarios al Imperio británico y empezó a simpatizar con otro enemigo de los británicos: el nacionalsocialismo alemán.[78]

Para Devi, la raza aria debía estar dirigida por un líder, cuya naturaleza ha de mostrarse como algo superior, con una sustancia basada en las divinidades antiguas.[78]

Devi le daba mucha importancia a Akenatón, que abolió los antiguos dioses y se presentó a sí mismo como Hijo de Dios, fundando lo que ella llamaba la primera religión científica. Este habría inaugurado el concepto de raza superior, unido a una filosofía que lo sostenía.[78]

Era posible, pues, cambiar el mundo con la ayuda de los dioses y sus enviados. Los dioses luchaban entre sí como después lo empezaron a hacer los humanos. Había luchas estériles y otras nobles, que servían para revelar las mejores cualidades de los dioses y de sus enviados en la tierra. La lucha de los ángeles era, pues, un eco de aquellas batallas de dioses antiguos.[78]

Mientras que un sistema religioso se manifiesta desde este mundo hacia otro momentáneamente espiritual el nacionalsocialismo modifica el mundo presente. Con todo, en ambos casos se trabaja con creencias.[78]

En 1953 Devi visitó el complejo megalítico de Externsteine, donde Carlomagno había aplastado la religión aria acabando con las armas con los últimos restos del roble sagrado Irminsul. En pleno crepúsculo hizo el saludo romano con la mano derecha mientras que con la otra mano cruzó los dedos formando un signo de antiguas deidades. Entonces, realizó una oración mental para despedir el Sol hasta la próxima ocasión con las siguientes palabras:[78]

La noche y la muerte se ha cerrado en nosotros durante más de ocho años, y la Luna derrama sus rayos lívidos y su paz: la paz del sueño, que es el olvido; la paz de aquello que pertenece al pasado [...] Pero el silencio del crepúsculo mágico no tiene ningún efecto sobre nosotros. Permanecermos bien despiertos, esperando la próxima salida del astro rey, para el día en que nos levantaremos, sosteniendo la bandera sellada con la rueda del Sol.[78]

Según el académico Mattias Gardell, Devi llegó a considerar a Hitler un avatar de Visnú, un ejemplo de «hombre contra el tiempo» previo a la reencarnación de Kalki.[79]

El ocultismo nazi ha inspirado numerosos libros, cómics, videojuegos y películas desde el campo de la ficción. También se han escrito ensayos de este asunto con información inventada o pseudohistóricos.

El libro el ensayo La lanza del destino (1972) de Trevor Ravenscroft trata el tema de Hitler y la lanza de Longinos con numerosas invenciones.

Jospeh P. Farrell escribió el ensayo El imperio del sol negro (2005), que también tiene importantes dosis de invención. Se mezcla ocultismo nazi, alquimia, un refugio en la Antártida y ovnis nazis.

El ensayo El ocultismo nazi (2013) de Kenneth Hite también mezcla historia con invenciones, como el ya mencionado refugio nazi en la Antártida.

El cómic El Capitán Gravedad y el poder de Vril, de Joshua Dyssart y Sal Velluto, trata de un superhéroe afroamericano luchando contra magos nazis. En el trasfondo también está la Sociedad Vril.

El cómic Hellboy de Mike Mignola va de un personaje invocado desde el Infierno a este mundo por un ritual nazi fallido que se enfrenta a ocultistas nazis, soldados simios y otros monstruos.

El juego de rol GURPS WWII de Steve Jackson abarca el ocultismo nazi, líneas temporales alternativas, conspiraciones, monstruos, superhéroes y armas prodigiosas que jamás existieron.

En el videojuego Return to Castle Wolfenstein hay mucho ocultismo nazi.

En el cine, pueden mencionarse las películas Indiana Jones en Busca del Arca Perdida (1981), Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) y Fullmetal Alchemist: Conquistador de Shamballa (2005).

Referencias

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Bibliografía

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Véase también

Enlaces externos