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[[Archivo:Cavalaria Guarani.jpg|thumb|350px|[[Florian Paucke]]: Una reducción guaraní, mostrando al centro de la plaza un ejercicio de la cavalaria, siglo XVIII]]

Las '''missões jesuíticas na América''', también llamadas de '''reduções''', fueron los poblados [[indígenas]] organizados y administrados por los sacerdotes [[jesuítas]] en el [[Nuevo Mundo]], como parte de su obra de cunho civilizador y [[evangelização|evangelista]]. El objetivo principal de las [[misiones]] jesuíticas fue el de crear una sociedad con los beneficios y cualidades de la sociedad [[cristã]] [[Europa|européia]], pero isenta de sus vícios y maldades. Esas misiones fueron fundadas por los jesuítas en toda la América colonial, y según Manuel Marzal, sintetizando la visión de otros estudiosos, constituyen una de las más notables [[utopia]]s de la historia.<ref name="Marzal">Marzal, Manuel M. [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&pg=PA352&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Las Misiones Jesuitas, una Utopia Posible?'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999). ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 489-495</ref>

Para conseguirem su objetivo los jesuítas desenvolveram técnicas de contacto y atracción de los indios y luego aprenderam sus lenguas, y a partir de esto los reuniram en poblados que por veces abrigaram miles de individuos. Eran en larga medida auto-suficientes, dispunham de una completa infraestructura administrativa, económica y cultural que funcionava en un régimen comunitário, donde los nativos fueron educados en la fé cristã y ensinados a crear arte en las veces con elevado grado de sofisticación, pero siempre en moldes europeos. Después de un inicio assistemático marcado por tentativas frustradas, a mediados del siglo XVII el modelo missioneiro ya estaba bien consolidado y disseminado por casi toda la América, pero tuvo de continuar enfrentando la oposición de sectores de la [[Iglesia Católica]] que no concordavam con sus métodos, del resto de la población colonizadora, para quien los indios no valiam a pena el esfuerzo de cristianizá-los, y los bandos de cazadores de [[esclavo]]s, que aprisionavam los indios para submetê-los al trabajo forçado en la economía colonial exploradora y destruíram diversos poblados, causando muchas muertes. Mismo con varios problemas a vencer las misiones como un todo prosperaram a punto de a mediados del siglo XVIII los jesuítas se tornarem suspeitos de intentar crear un imperio independente, el que fue uno de los argumentos usados en la intensa campaña difamatória que sufrieron en la América y en Europa y que acabó por resultar en su expulsión de las colônias a partir de 1759 y en la dissolução de su Orden en 1773. Con esto el sistema missioneiro entró en colapso, causando la dispersión de los [[pueblos indígenas]] reducidos.<ref name="Marzal"/><ref name="Salcedo">Salcedo, S.J. Jorge Enrique. [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&pg=PA352&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Las Misiones Jesuitas en Colombia: las regiones de Casanare y el Meta en el siglos XVII y XVIII'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999). ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 163-166</ref>

El sistema missioneiro buscó introduzir el [[Cristianismo]] y un modo de vida europeizado, integrando, sin embargo, varios de los valores culturales de los propios indios, y estaba basado en el respetó su persona y a sus tradiciones grupais, hasta donde estas no entrassem en conflito directo con los conceitos básicos en la nueva fé y de la justicia. El mérito y la extensión del éxito de esa tentativa tienen sido objeto de gran discusión entre los historiadores, pero el hecho es que fue de importancia central para la primera organización del territorio y para el lançamento de las fundações de la sociedad americana como hoy ella es conocida. Varios monumentos missioneiros son hoy [[Patrimonio Mundial]].<ref name="Marzal"/><ref name="Salcedo"/><ref name="Alvero">Alvero, Luis Alejandro. [http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Realidad Social y Pensamiento Económico en el Río de la Plata colonial'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (2005). ''Esclavitud, economía y evangelización: las haciendas jesuitas en la América virreinal''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2005. pp. 407-409</ref><ref name="UNESCO">[http://whc.unesco.org/en/list Lista del Patrimonio Mundial] - Página oficial de la UNESCO</ref>

==Orígenes y evolución del sistema missioneiro==
{{artigos principais|[[Compañía de Jesús]], [[Misiones]], [[Colonización española de América]], [[Colonización de Brasil]], [[Pueblos indígenas]]}}

La creación del sistema de las [[misiones]] debe ser estudiado en el contexto de la [[colonialismo|política colonial]] desarrollada por las potencias europeas para la [[Descubrimiento de América|recém-descoberta América]], que originalmente era habitada por incontables [[etnia]]s de [[pueblos indígenas]], en varios grados de [[civilización]]. A pesar de algunos contactos preliminares entre europeos e indios tener sido pacíficos, luego los colonizadores comenzaron a empreender una conquista belicosa y sanguinária, submetendo los nativos por la fuerza de las superiores armas y técnicas militares europeas, y despojando-os de cualquier tesoros que fuesen encontrados. En vista de las atrocidades que iban siendo cometidas, reyes y papas legislaram a favor de los indios, pero con poco efecto, pues el control sobre las provincias distantes era muy difícil, y los abusos continuaron a lo largo de toda la historia de la colonización. Junto con los primeros colonizadores llegaron religiosos de varias Órdenes [[misionero|misioneras]], principalmente [[franciscanos]] y [[dominicanos]]. Su presencia se justificava porque entre los objetivos de la Conquista estaba a [[cristianização]] de los pueblos dominados, pero muchos de esos misioneros fueron complacentes con el uso de la violencia y se beneficiaron de su explotación. Poco después, preocupado con los rumos descontrolados que a Conquista española tomava, [[Carlos I de España]] chamou los [[jesuítas]] para intervinieran en el proceso, mientras que [[Juán III de Portugal|Don Juán III de Portugal]] daba las primeras órdenes para que a [[evangelização]] de los indios fuese entregada a los cuidados de la [[Compañía de Jesús]].<ref name="Catholic">Huonder, A. [http://www.newadvent.org/cathen/12688b.htm ''Reductions of Paraguay'']. In ''The Catholic Encyclopedia''. New York: Robert Appleton Company, 1911. Retrieved November 10, 2009 from New Advent</ref><ref name="Imbruglia">Imbruglia, Girolamo. [http://books.google.com/books?id=bDmBq5aLcFYC&pg=PA59&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=gesuita&f=false ''Il Missionario Gesuita nel Cinquecento e i "Selvaggi" Americani'']. IN Cuturi, Flavia. ''In nombre di Dio. L'impresa missionaria di fronte all'alterità''. Meltemi Editore srl, 2004. pp. 65-71</ref><ref name="Chambouleyron">Chambouleyron, Rafael (1999). [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&pg=PA352&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''El manto del Orden: el plan evangelista del P. Manuel de la Nóbrega'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999). ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 37-46</ref>
[[Archivo:William Holl the Younger09a.jpg|thumb|Inácio de Loyola con un libro donde se lee el lema de su Orden: ''[[Ad maiorem Dei gloriam]]'' (Para la mayor glória de Deus)]]

La Compañía de Jesús fue fundada en 1534 por [[Santo Inácio de Loyola]], y en pocos años conquistó gran prestigio por su dinamismo y por el sólido preparación [[teologia|teológico]] y cultural de sus miembros, que ascenderam a posiciones de importancia en el [[clero]] y en los conselhos de reyes y príncipes. A Orden se tornó la principal fuerza de la [[Iglesia Católica]] en el proceso de la [[Contra-Reforma]], renovou a [[pedagogia]] en Europa, y de hecho representó a vanguardia religiosa en su tiempo, contando con privilégios especiales y gran independencia de la estructura hierárquica católica, pero votando una obediencia total al [[papa]].<ref>Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (2005). [http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Esclavitud, economía y evangelización: las haciendas jesuitas en la América virreinal'']. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2005. pp. 9-11</ref><ref>Reff, Daniel T. [http://books.google.com/books?id=x9rgtwhqJLsC&pg=PA246&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Plagues, priests, and demons: sacred narratives and the rise of Christianity in the Old World and the New'']. Cambridge University Press, 2005. pp. 214-215</ref> Los jesuítas aportaram en el [[Brasil]] en 1549, en el [[Peru]] llegaron en 1567, en el [[México]] en 1572 y en la [[Nueva Francia]] en 1611, pero el sistema missioneiro llevó varias décadas para estructurarse y consolidar.<ref name="Marzal"/> De esa forma, las primeras tentativas de evangelização fueron informais, itinerantes, poco coerentes y sin resultados significativos, y encontraron los entraves de la ausencia de instituciones jurídicas y administrativas de apoyo eficazes, de la poca colaboración de otras Órdenes - cuando no su conivência con las práticas predatórias de los colonizadores, como lamentou en Brasil [[Manuel de la Nóbrega]] - y de la objeção de los primeros colonizadores que ya estaban instalados, para quien los indios eran tan desprezíveis como los negros y solo les pareciam úteis como trabajadores braçais. La primera iniciativa de fundación de poblados especiales para los indios cristianizados partió de Don Juán III, que en Regimento al primer gobernador general de Brasil [[Tomé de Sousa]] ordenó que ellos vivessem en grupos en las proximidades de las villas para que pudiesen entrar en más íntimo contacto con los cristãos y pudiesen ser mejor doutrinados. La idea fue louvada por Nóbrega, pues el sin demora percebeu la ineficiencia de las misiones itinerantes, poco antes de el padre español [[José de Acosta]] hacer la misma constatação en el Peru.<ref name="Chambouleyron"/>

[[Archivo:Inca-Spanish confrontation.JPG|thumb|left|El [[Massacre de Cajamarca|massacre de los incas en Cajamarca]], en la conquista española del Peru]]
[[Archivo:Misión de Nuestra Señora de Loreto. Siglo XVIII.jpg|thumb|left|Reducción de Nuestra Señora de Loreto Conchó, Baja Califórnia, México]]
[[Archivo:Rugendas - Aldea des Tapuyos.jpg|thumb|left|[[Rugendas]]: asentamiento en el centro de Brasil]]

Nóbrega escribió a los sus superiores solicitando que los jesuítas obtivessem del papa el poder de erigir altares donde bien les aprouvesse y así consolidar sus poblados, al mismo tiempo en que recomendou paciência para con el proceso de [[aculturação]], prevendo que una transformación autoritária, súbita y radical en los costumbres indígenas no daria frutos positivos. También reconoció, en su ''Diálogo de la Conversión del Gentio'' (1556-57) que los indios no eran esencialmente malos, a pesar de sus práticas religiosas "abomináveis", y que podían ser gradualmente conducidos a una vida más digna, pues se su religión era errônea, a raiz del mal estaba más en el tener un caracter [[superstição|supersticioso]], que podía ser encontrado en cualquier pueblo ignorante, y no por ser intencionalmente maligna, a opinião más corriente.<ref name="Chambouleyron"/> Acosta viajou para el Peru en el cargo de Provincial de la Orden en 1576 y, inspecionando el trabajo hasta entonces desarrollado entre los indios, el considerou insatisfatório. En la asamblea provincial de 1576 y en el [[concílio]] de [[Lima]] de 1582-83, reunidos para examinar las causas del fracasso, Acosta recolheu los elementos necesarios para componer a obra ''De procuranda indorum salute'' (1588), donde sintetizó sus experiencias y presentó las contradições de la [[evangelização]] en el [[Nuevo Mundo]]. En esa altura las pilhagens, escravizações y assassinatos en masa ya se habían tornado un escándalo, condenado en Europa, a pesar de el [[Papa Paulo III]] tener publicado ya en 1532 una [[bula papal|bula]] en que proclamava a libertad de los indios en las possessões españolas. Las ideales de Acosta eran en resumen las mismas de Nóbrega, y aparecieron como una alternativa viable de creación de una obra misionera basada en el respetó a los indios y más independente de un Estado que se revelara cruel e imoral, preservando los costumbres nativos que no se opusessem directamente a la fé cristã y a la justicia, aunque no abandonasse de todo la idea de la imposição doutrinal forzada en algunos casos. Hombres de su tiempo, Nóbrega y Acosta consideravam a cristianização del [[gentío]] un imperativo para su propio bien (''pro su salute''), y viam con malos ojos su religión, pero encontraron un camino para su reforma, y no su supresión total, identificando puntos de semelhança con el [[Catolicismo]], como la creencia en la vida después a muerte y en un [[deus]] supremo. Combateram el método de erradicação completa de los [[símbolo]]s religiosos y culturales nativos acreditando que a pesar de su [[idolatria]] los indios podrían conocer a "verdadera fé" a través de la [[razón]]. Esas ideales liberales tenían larga historia, pues el [[Papa Gregório I]] en el siglo VI ya recomendara para [[Agostinho de Cantuária]], el evangelista de la [[Inglaterra]], que trabalhasse sobre los costumbres locales y preservasse todo que fuese positivo en la fé autóctone.<ref name="Marzal"/><ref name="Imbruglia"/>

Entretanto, en Brasil aparecieron divergências sobre el modo de conduzir el trabajo misionero. Nóbrega comenzó a mudar su discurso, apostando entonces más en la sujeição pura y simples del índio, y esa tendencia parece haberse tornado de ahí en a causa a predominante, dando al missionarismo portugués en general un caracter distinto del español, y relativamente menos fructífero en lo que dice que respetó al sistema missioneiro en particular, hasta porque las misiones de toda la mitad norte del actual Brasil fueron de las que trouxeram más problemas para se estabilizar, cuando fueron capazes de hacerlo.<ref name="Castelknau">Castelknau-L'Estoile, Charlotte de. [http://books.google.com/books?id=6OSux6Zfd74C&pg=PA595&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''The Uses of Shamanism: evangelizing strategies and missionary models in seventeenth-century Brazil'']. IN O'Malley, John W. et alii (eds). ''The Jesuits II: cultures, sciences, and the arts, 1540-1773''. University of Toronto Press, 2006pp. 616-637</ref><ref name="Gómez">Gómez, Fernando. [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Jesuit Proposals es la Regulated Society in la Colonial World: the cases of Antonio Ruiz de Montoya and Antonio Vieira'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999). ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 49-71</ref><ref name="Sweet">Sweet, David. [http://books.google.com/books?id=u5xlLJfLfoMC&pg=PA268&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Misioneros Jesuitas y Indios "Recalcitrantes" en la Amazonia Colonial'']. IN Portilla, Miguel León et alii (orgs). ''De palabra y obra en el nuevo mundo''. Volumen 1: ''Antropología y etnología''. Siglo XXI de España Editores, 1992. pp. 272-276</ref> En la época en que Portugal y España estaban governados por [[Filipe III de España|un mismo rey]], fue publicada a partir de 1607 una serie de decretos que protegiam las misiones, dando-lhes total autonomía desde que hubiese allí un representante de la Corona. Al mismo tiempo se proibiu el acceso de [[mestiço]]s y [[negros]], y se dieron salvaguardas para los indios reducidos a fin de que no pudiesen ser capturados por los ''[[encomienda|encomenderos]]'', los cazadores de esclavos. El resultado de esas nuevas medidas fue que gran número de indígenas buscó protección dentro de las reducciones, en un período en que crecía aceleradamente a demanda por esclavos y los ataques ilegais a los poblados también se multiplicaban. Se calcula que solamente en 1630 hayan sido muertos o aprisionados cerca de 30 mil nativos en la región del [[Paraguay]].<ref name="Catholic"/><ref>[http://www.cervantesvirtual.com/bib_tematica/jesuitas/misiones/misiones.shtml ''Las misiones jesuitas'']. IN ''Expulsión y exilio de los Jesuitas de los dominios de Carlos III''. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes</ref>

Las ideales de Acosta fueron llevadas adiante en la América española por [[Antonio Ruiz de Montoya]], que trabajó entre los [[guaraníes]] de [[Estado de Paraná|Paraná]]-Paraguay y escribió el libro ''Conquista espiritual'' (1639), donde propuso la fundación de poblados indígenas afastados de las zonas de colonización, dando diretrizes para la organización de su vida sociocultural y para una evangelização más profunda, salientando el hecho de que los indios eran, por fuerza de la Conquista, subditos legítimos del rey español y merecedores así de respetó y de una protección oficial más efectiva, tanto más que su trabajo revertia en rendas para la Corona y las reducciones españolas funcionaban como baluartes contra la expansión portuguesa. En la misma obra relatou los progressos positivos que testemunhara aplicando sus ideales entre los indios y la rica y harmoniosa sociedad que conseguira establecer en las reducciones que fundara. Mientras que esto, en Brasil, el padre [[António Vieira|Antônio Vieira]] se esforçava por livrar los indios de la [[esclavitud]] y exigía, con éxito, del nuevo rey portugués, [[Juán IV de Portugal|Don Juán IV]], a regularização del ''status'' jurídico y la autonomía administrativa de los povoamentos establecidos por los jesuítas, haciendo el monarca ver que los intereses de la Orden no eran contrários a los de la Corona, y más del que esto, les eran de auxílio. Pero mismo que los jesuítas trabalhassem para minimizar la dependencia de las reducciones del Estado y el contacto con los otros colonizadores, esas conexiones no fueron rompidas completamente. Tampouco los jesuítas se opuseram al concepto simples de la colonización européia de América, pues ella era evidentemente irreversível y ellos mismos fueron uno de sus agentes más importantes.<ref name="Marzal"/><ref name="Gómez"/> Además de esto, para los jesuítas una evangelização centrada en núcleos urbanos nuevos se revelava inmediatamente vantajosa, tanto por la mayor facilidade de administrar el poblado desde el inicio de acuerdo con sus ideales, creando un modelo económico autosustentable que facilitasse a obra [[catequesis|catequética]], como por el hecho de que se mantenían más isolados del contacto con los otros colonizadores.<ref>Gareis, Iris. [http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''La evangelización de la población indígena y afro, y las haciendas jesuitas de la América española: logros y desencuentros'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (2005). ''Esclavitud, economía y evangelización: las haciendas jesuitas en la América virreinal''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2005. pp. 43-44</ref>
[[Archivo:Kingsborough.jpg|thumb|Un ''encomendero'' capturando un índio]]
[[Archivo:Martires de elicura.jpg|thumb|Jesuítas martirizados por los indios mapuches en 1612 en el Chile]]

A mediados del siglo XVII muchas de las reducciones ya eran prósperas el bastante para desenvolver un activo [[comercio]] con las ciudades y provincias próximas, llegando a exportar muchos productos para la Europa, incluyendo [[instrumentos musicales]] y [[escultura]]s, e importando otros tantos. En diversos casos su éxito fue de hecho notable, superando en muy el nivel de vida de los colonos asentados en las villas y ciudades, desenvolvendo una estructura administrativa y económica mucho más eficiente y humana, y práticas [[tecnología|tecnológicas]] más avanzadas. A pesar de esto el sistema missioneiro jamás se livrou de continuadas dificuldades e imprevistos. En la mayor parte de las misiones hubo declive en la [[tasa de natalidade]] de los indios. En las de la [[Califórnia]] se verificó una caída poblacional de 80% hasta el fin del siglo XVIII, y esa caída, se bien que no tan acentuada en otros lugares, fue un fenómeno generalizado, situación piorada con la presencia de diversas plagas agrícolas, prejudicando la producción de medios de subsistencia y provocando períodos de fome, cuando no eran las [[epidemia]]s y los ataques de tribus salvajes que dizimavam o afugentavam la población de núcleos ya consolidados. Otro problema fue el conflito entre la constante presión del Estado para una aculturação rápida y a incapacidade de algunos grupos indígenas de que se integrarem a la civilización extranjera en el ritmo desejado por los colonizadores, haciendo con que sus estructuras culturales originales se desvirtuassem a punto de causar una crisis interna en el grupo y a rejeição completa de la propuesta missioneira, revertendo para las selvas, pero ya teniendo perdido buena parte de su conocimiento tradicional de práticas caçadoras-coletoras y guerreras, acabaron no pudiendo se readaptar al ambiente primitivo, perecendo de fome o cayendo en las manos de los cazadores de esclavos. En otros casos los sacerdotes eran en número insuficiente o estaban mal-preparados, ya sea no conseguindo establecer lazos de confianza eficientes con los indios, ya sea administrando de forma incompetente, o acabaron desmotivados a causa de la aspereza de la tarefa y abandonaram las poblaciones.<ref name="Marzal2">Marzal (1999), pp. 494-502</ref><ref name="Codina">Codina, María Eugenia. [http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Haciendas y Misiones: el caso de Maynas'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (2005). ''Esclavitud, economía y evangelización: las haciendas jesuitas en la América virreinal''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2005. pp. 245-248</ref><ref name="Maldavsky">Maldavsky, Aliocha. [http://books.google.com/books?id=6OSux6Zfd74C&pg=PA595&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''The Problematic Acquisition of Indigenous Languages: Practices and contentions in missionary specialization in the Jesuit province of Peru (1568-1640)'']. IN O'Malley, John W. et alii. ''The Jesuits II: cultures, sciences, and the arts, 1540-1773''. University of Toronto Press, 2006. pp. 602-615</ref><ref>Vangelista, Chiara. [http://books.google.com/books?id=svXvm_SDXrEC&pg=PA413&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Las relaciones hispano-portuguesas en el norte de Mato Grosso, siglos XVIII-XIX'']. IN Jordán, Pilar García. ''Las raíces de la memoria: Amèrica Llatina, ahir i avui, Cinquena Trobada, Debat''. Edicions Universitat Barcelona, 1996. pp. 416-418</ref> Además de esto el conflito de intereses entre los colonos ya instalados y los misioneros nunca se resolvió, y los enfrentamientos violentos no fueron raros, especialmente en las incursiones de los [[contrabando|contrabandistas]] de ganado, de los que cobiçavam supostos tesoros escondidos por los sacerdotes, de los [[exploradores]] en Brasil y de los ''encomenderos'' en la América española, buscando en los indios [[mano de obra]] esclava, con el resultado de muertes numerosas y destrucción de muchas reducciones. Por fin, en las tentativas de aproximación algunas tribus se mostraram hostis y otras se rebelaram después de reducidas, con el consequente assassinato de los sacerdotes, y las diferencias de visión entre los jesuítas y las otras Órdenes y a [[Inquisição]] les trouxeram problemas adicionales.<ref>[http://www.britannica.com/EBchecked/topic/186567/encomienda ''Encomienda'']. Encyclopædía Britannica Online. 09 Nov. 2009</ref><ref>Chambouleyron, Rafael (2002). [http://books.google.com/books?id=kLbD0nPuDSIC&pg=PA301&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Misiones entre Fieles: jesuitas y colonos en la Amazonía colonial (siglo XVIII)'']. IN Corte, Gabriela Dalla et alii (orgs). ''Conflicto y violencia en América: VIII Encuentro-Debate América Latina Ayer y Hoy''. Edicions Universitat Barcelona, 2002. pp. 301-316</ref><ref name="Neumann">Neumann, Eduardo. [http://alfama.sim.ucm.es/3DGreco/modulos.php?search=Fronteira+e+identidade%3A+confrontos+luso-guarani+na+Banda+Oriental+&name=digital ''Frontera e identidad: enfrentamientos luso-guarani en la Banda Oriental 1680-1757'']. Revista Complutense de Historia de América. Universidad Complutense de Madrid, 2000. Nº 26, pp. 73-92</ref>

===Las misiones en la América del Norte ===
A conquista española de América se extendió para el norte hasta las regiones de la [[Flórida]], [[Texas]], [[Nuevo México]], [[Arizona]] y [[Califórnia]], pero buena parte de la región norte-leste [[América del Norte|norteamericana]] fue colonizada por [[franceses]] e [[i, E [[Ingleses]]. El territorio de la [[Nueva Francia]] comenzó a ser evangelizado a comienzos del siglo XVII por jesuítas franceses, que tentaram establecer un sistema similar al de las reducciones hispânicas, pero sin conseguirem el mismo éxito. Sus primeros contactos fueron con los [[iroqueses]] y [[algonquinos]], y enseguida alcançaram la mayor parte de los grupos étnicos de la región, llegando hasta donde hoy es el [[Canadá]], pero después reduziram su escopo de actuación, se concentraram en los dos grupos iniciales, y se establecieron principalmente en los arredores de [[Quebec]] y [[Montreal]]. En parte su trabajo fue facilitado por la inclinação comercial de la colonización francesa, el que exigía a mantenimiento de relaciones más amistosas con los indios, pero el constante estado de guerra entre las tribus, que custou la vida de muchos sacerdotes, y su marcado espíritu de independencia, más a falta de apoyo de la Corona francesa y a creciente penetración de colonos [[protestantes]] ingleses, que hacian una campaña en Europa contra la presencia jesuíta allí, impediram que esa ventaja de ese frutos importantes y se fundassem reducciones estables.<ref>Greer, Allan. [http://books.google.com/books?id=h5d6obKPjT4C&pg=PA12&dq=missions+jesuits+french+%22north+america%22&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=missions%20jesuits%20french%20%22north%20america%22&f=false ''Introduction'']. IN Greer, Allan (ed). ''The Jesuit relations: natives and missionaries in seventeenth-century North America''. The Bedford series in history and culture. Palgrave Macmillan, 2000. pp. 6-14</ref><ref>Daughton, James Patrick. [http://books.google.com/books?id=XWp0Xsikv0QC&pg=PA29&dq=missions+jesuits+french+%22north+america%22&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=missions%20jesuits%20french%20%22north%20america%22&f=false ''An empire divided: religion, republicanism, and the making of French colonialism, 1880-1914'']. Oxford University Press US, 2006. pp. 29-30</ref>

===Fin del ciclo===

De cualquier forma, en el siglo XVIII las reducciones habían alcanzado en conjunto un éxito económico y autonomía administrativa grandes el suficiente para que começassem a ser vistas como una ameaça al poder de las Coronas española y portuguesa, y la Compañía de Jesús como un todo, que había a esta altura acumulado riquezas inmensas y conquistado un poder político comparável, pasó a ser acusada de ser un antro de enganadores astutos e inescrupulosos y de intentar establecer un imperio [[teocracia|teocrático]] independente en la América, al mismo tiempo en que se desencadeava una grave querela sobre los [[rito]]s en las misiones del oriente. Los jesuítas tuvieron también de hacer frente al sentimento anticlerical fomentado por los [[Iluminismo|iluministas]], el que fue agravado con su envolvimento en la disputa política de fronteras entre portugueses y españoles en la [[América del Sur]]. Los crescentes desentendimentos de los religiosos con el poder laico y con la propia hierarquia de la Iglesia acabaron por resultar en su evacuação de las colônias americanas, no sin antes ocorrerem revueltas sangrientas como a [[Guerra Guaranítica]] en el sur de Brasil.<ref name="Martins">Martins, Maria Cristina Bohn. [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Tiempo, Fiesta y Espacio en la Reducción de los Guarani'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999). ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 197-204</ref> Fueron expulsados de la colonia portuguesa de Brasil en 1759 a través de un decreto del [[Marqués de Pombal]], que dos años antes de esto ya había emitido el ''Directorio que se debe observar en las poblaciones de indios del Pará y Maranhão'', que para Moreira Nieto fue

::''"un claro instrumento de intervención y submissão de las comunidades indígenas a los intereses del sistema colonial. En ese sentido, ampliava y completava a obra de desorganização de la vida indígena tribal, inaugurada por las misiones. Al estimular el aumento del número de colonos blancos y su consequente dominio sobre los indios, asegurado por la mantenimiento y ampliación de la distribución obligatoria de la fuerza de trabajo indígena entre los colonos, la práctica pombalina tuvo un resultado más negativo - para el futuro de los indios concretamente enargados en el proceso - del que la acción missioneira anterior, aunque la política indigenista pombalina pretendesse aparecer como progressista y liberal"''.<ref name="Marzal2"/>

En 1768, por orden del rey [[Carlos III de la España|Carlos III]], a España hizo el mismo en sus colônias americanas, justificando la decisión por considerar que la Compañía se opunha al Estado y al bien público, siendo cerradas también todas sus cátedras de [[filosofía]] en los colégios, acusando-os de que se colocarem indevidamente como mediadores entre la voluntad divina y el [[libre arbítrio]], de manterem una postura poco humilde, y de sustentarem interpretaciones excessivamente liberales de la doutrina y muy condescendentes para con las fraquezas humanas, haciendo poco caso de las decisiones de los cânones y concílios, el que indica que además de ser vistos como ameaça política también su sistema filosófico y moral estaba en xeque.<ref name="Zermeño">Zermeño, Guillermo. [http://books.google.com/books?id=7iuXgnZ7d8EC&pg=PA144&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Filosofía, Cultura y la Expulsión de los Jesuitas Novohispanos: algunas reflexiones'']. IN Corsi, Elisabetta. ''Órdenes religiosas entre América y Asia: ideas para una historia misionera de los espacios coloniales''. El Colegio de Mexico AC, 2008. pp. 208-210</ref> Considerando que su actividad era equívoca e infrutífera, dijo el enviado español al Nuevo Mundo, [[Francisco Antonio de Lorenzana]], Inquisidor-Geral de la España y encargado de implementar el decreto y reformar el sistema de educación religioso:
[[Archivo:Demersay - Redução de São Miguel Arcanjo em 1846.jpg|thumb|300px|Ruínas de la [[Sitio Arqueológico de São Miguel Arcanjo|misión de São Miguel Arcanjo]] en 1846, Brasil]]

::''"En todos los siglos se dijo que el mundo está perdido, pero su relaxamento fue mayor en algunas épocas del que en otras: el (mundo) de nuestros días vê más frecuencia a los sacramentos, más religiones fundadas, mayor número de sacerdotes y ministros, mayor cantidad de confessores, mayor formosura y adorno en las iglesias, y más socorro para todo el espiritual de que en los siglos anteriores. Pero con todo esto no progrediu la reforma de los costumbres, no aumentó el fervor de los cristãos para cumple las obligaciones de su condición"''.<ref name="Zermeño"/>

El golpe derradeiro, que selou el fin de la empresa missioneira, fue a dissolução de la Compañía de Jesús en 1773 por el documento ''Dominus ac redemptor'' del [[papa Clemente XIV]], pero las reducciones no fueron inmediatamente abandonadas. Diversas continuaron funcionando hasta el inicio del siglo XIX, con su gobierno entonces dirigido por oficiales militares y un [[clero secular]] o miembros de otras Órdenes como los franciscanos, pero la dispersión fue inevitável, ocurriendo caída drástica en la producción, motins, deserciones en masa, aprisionamento de indios, depredações de los edificios y saque de las iglesias - solamente de los [[Siete Pueblos de las Misiones]] las tropas de [[Fructuoso Rivera]] en 1828 roubaram 60 camiones de objetos preciosos y obras de arte <ref>Flores, Moacyr. [http://www.memorial.rs.gov.br/cadernos/guerraseconflitos.pdf ''Guerras y conflictos en el Rio Grande del Sul'']. Cadernos de Cultura. Memorial de Rio Grande do Sul, edición online</ref> - deteriorando sin remédio el antiguo sistema.<ref name="Mörner">Mörner, Magnus. [http://books.google.com/books?id=Hzbsz3TOsZAC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''The Role of the Jesuits in the Transfer of Secular Baroque Culture to the Río de la Plata Region'']. IN O'Malley, John W. et alii (eds). ''The Jesuits: cultures, sciences, and the arts, 1540-1773''. University of Toronto Press, 2006. pp. 305-316</ref>

==A teologia prática de los jesuítas==
A gran obra misionera que los jesuítas construyeron en la América - y también en el oriente y [[África]] - estubo intimamente vinculada a varios conceitos [[Teologia|teológicos]] inovadores que sus luminares desenvolveram. Antes de esto, el terreno fuera preparado por la publicación de la bula ''[[Bula Inter Coetera|Inter coetera Divinae]]'' en 1493 por el [[papa Alexandre VI]], que dividió las tierras recién descubiertas del ocidente entre los reinos de la España y Portugal y resultó en la prática con la consolidación del derecho del [[Padroado]], que concedia a los soberanos portugués y español una jurisdicción no apenas política pero también eclesiástica sobre el Nuevo Mundo. Sobre esta base doble se estruturou toda la Conquista, requerendo para ser implementada en ese molde tanto exércitos como misioneros.<ref>Hernández, Angel Santos. [http://books.google.com/books?id=N7HGOTXyfOEC&pg=PA495&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Las misiones bajo el patronato portugués'']. Volumen 3 de ''Cristianismo en crecimiento'', Volumen 10 de ''Publicaciones de la Universidad Pontificia de Comillas: Serie I, Estudios''. Universidad Pontificia de Comillas, 1977. pp. 5-7</ref><ref name="Corsi2">Corsi, Elisabetta. [http://books.google.com/books?id=7iuXgnZ7d8EC&pg=PA144&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''El Debate Actual sobre el Relativismo y la Producción de Saberes en las Misiones Católicas durante la Primera Edad Moderna: una lección para el presente?'']. IN Corsi, Elisabetta (coord). ''Órdenes Religiosas entre América y Asia: ideas para una historia misionera de los espacios coloniales''. El Colegio de Mexico AC, 2008. pp. 27-34</ref> Cuando los estatutos de la Compañía de Jesús fueron definidos, en 1540, estaban establecidas sus vocações principales, entre ellas la de obediencia total al papa, y la de se prontificarem a ir, sin questionamentos, donde el indicase para la divulgación del [[Evangelho]], el llamado "cuarto voto". Esto configurava un modelo de evangelização a la imitación del apostolado impuesto por [[Cristo]] para sus discípulos - de la misma forma que Cristo enviara sus apóstolos para el mundo, el papa, como [[vicario]] de Cristo, enviaria los jesuítas -, daba un tom nítidamente [[cristologia|cristológico]] su vocación, buscando en toda parte señales que prefigurassem el [[Según Advenimiento]], y era una vinculación con la teologia [[sincretismo|sincrética]] de [[Paulo de Tarso|São Paulo]], que en su predicación para los griegos identificara su ''deus ignoto'' con el deus cristão. A partir de esa vinculación el pensamiento jesuíta se inclinou para el concepto de la [[Revelación divina|revelación natural]], para la busca de un deus acessível a todos, un deus que vivía en todos y a todos animava, el que posibilitó que los jesuítas fuesen simpáticos y tolerantes con credos não-cristãos y encontrassem inspiración en los textos de la [[Filosofía antigua|filosofía clásica]], la cual por su vez ya inspirara los primeros [[Doctor de la Iglesia|Doutores de la Iglesia]] como prenúncios de la doutrina de Cristo.<ref name="Corsi2"/> De esa forma, su teologia inicial fue un producto típico del [[Humanismo]] [[Renascimento|renascentista]], haciendo una mediação entre la tradición de la [[Antiguidade]] clásica [[paganismo|pagã]] y el Cristianismo.<ref name="Imbruglia"/>
[[Archivo:Jesuitpainting.jpg|thumb|left|Un jesuíta de las misiones del oriente, vestido con costumbre local, ilustrando el concepto de la acomodação]]

A liberalidade de su pensamiento fue cristalizada en el concepto de la acomodação (''accomodatio''), que interpretava a doutrina de que a [[salvação]] solo podía acontecer dentro de la Iglesia (''extra Ecclesiam nulla salus'') en los términos de la posibilidad de remissão del [[pecado original]] mediante apenas la ley natural. Una vez que [[Deus]] criara toda la orden del universo, estaba en todas las cosas y daba a todas una especie de [[iluminación]] interna, presente hasta en aquellos hombres que jamás habían conocido el [[Evangelhos|Evangelho]] pero que por virtud de esa luz estaban imbuídos de una "fé implícita". Era, pues, todo el mundo manifesto a gran Iglesia de Deus, y así a acomodação permitió que los jesuítas encontrassem en la fé alheia imágenes comunes con el Catolicismo. Sin embargo, esas proposições divergiam del que resolvera el [[Concílio de Trento]], que entendera impossível a justificação sin fé declarada y sin [[batismo]]. Al mismo tiempo, a acomodação era tomada también en su sentido estrito, como una capacidad de adaptación en las circunstancias y en las necesidades locales de la evangelização, autorizando los jesuítas a se moldarem externamente a cualquier forma de culto estranho, desde que en su interior preservassem a "verdadera fé", a fin de que el contacto intercultural fuese satisfatório y frutificasse dentro del espíritu de la [[diplomacia]], del respetó y de la [[Reglas de etiqueta|etiqueta]]. Empleando esa forma de apostolado indireto, se chocavam contra las Órdenes misioneras que preferiam modos explícitos de predicación, ensinando en las calles y exibindo ostensivamente los [[símbolo]]s cristãos como el [[crucifixo]].<ref>[http://books.google.com/books?id=7iuXgnZ7d8EC&pg=PA144&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Coirsi, pp. 37-44]</ref>

Esas ideales poco ortodoxas fueron, junto con las acusações de [[imperialismo]] dissimulado, interferencia indevida en la política, [[ultramontanismo]] y enriquecimento suspeito, las causas principales para que começassem a recibir críticas de varios pensadores y clérigos importantes, inclusive generando dissidências internas. Los críticos deploravam el efecto que a metodologia jesuítica estaba produciendo en la América, tales como manifestaciones grosseiras de devoción entre los indios en un culto exesivo en las imágenes dos santos, que se aproximava de la [[idolatria]], y un ardor misionero demasiado afeito a la glorificação del [[martírio]], y buscavam regularizar, moderar y "esfriar" los movimentos de renovación de la fé cristã. Al mismo tiempo, en el oriente, trabajando con culturas de gran antiguidade y sofisticación como a [[Japón|japonesa]] y a [[China|chinesa]], los jesuítas pareciam estar se inclinando a una valoración imprópria de la razón, de la ciencia y de la educación profana en detrimento de la fé, y estaban introduciendo práticas estranhas en el propio ritual de la [[misa]]. Ademais, mantenían opiniões controversas sobre el [[livre-arbítrio]] y a [[predestinação]] y atraíram a inveja de otras Órdenes por la influencia conquistada sobre la política eclesiástica del Estado, por ser hasta antes de la ascención de Carlos III los [[confessor]]es prediletos de los reyes de la España, y también durante algún tiempo de los reyes de la [[Francia]]. Finalmente, la afluencia a la Europa de una profusão de relatos maravilhosos y excitantes de los jesuítas sobre su experiencia con un vasto número de culturas exóticas, algunas de ellas con filosofias propias que podían competir con la tradición clásica en términos de sutileza y profundidad, comenzó a abalar, aunque involuntariamente, a noção de superioridade de la civilización cristã, instilando en ella el germe del [[relativismo]].<ref>[http://books.google.com/books?id=7iuXgnZ7d8EC&pg=PA144&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Corsi, pp. 45-52]</ref><ref>Callahan, William James. [http://books.google.com/books?id=_AY7Y35qlY4C&pg=PA36&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Iglesia, poder y sociedad en España, 1750-1874'']. Harvard University Press/Editorial Nerea, 1989. pp. 36-38</ref><ref>Escobar, Pedro V. [http://books.google.com/books?id=cVX9Qd1ZMr4C&pg=PA144&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Eclesiología II: guía de estudio'']. Universidad Iberoamericana, 1996. pp. 149-151</ref> Según Elisabetta Corsi,

::''"Fieles al mandato de Inácio de 'achar Deus en todas las cosas y todas las cosas en Deus', los jesuítas missioneiros ... trataron de harmonizar el ideal cristão con las diversas manifestaciones culturales y religiosas de los pueblos con que interagiram. Su actitud, amiúde audaz y liberal, pero no isenta de eurocentrismo y de una certeza intrínseca en la unidad y superioridade del Cristianismo, generó intensos debates en Europa durante mucho tiempo. Los testemunhos escritos de esos debates casi siempre reflejan posturas extremadas: pasan de la glorificação a la demonização, e intimam para que adotemos un partido, ya sea esos que los vienen como colonizadores sin escrúpulos como de los que los percebem como místicos sobrenaturais. Cuando esas tensiones se tornaran intoleráveis la Compañía fue suprimida en varios países, culminando con su dissolução definitiva en 1773"''.<ref>[http://books.google.com/books?id=7iuXgnZ7d8EC&pg=PA144&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Corsi, p. 52]</ref>

==La organización de las misiones==
Las reducciones eran concebidas de forma a se desenvolverem de forma auto-sustentada, conforme había prescrito Loyola en las ''Constituições'' de la Orden, donde cada domicilio de la Compañía estaba obrigado a funcionar con independencia,<ref name="Fajardo">Fajardo, S.J., José del Rey. [http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Función Religiosa, Social y Cultural de las Haciendas Misionales en la Orinoquia'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (2005). ''Esclavitud, economía y evangelización: las haciendas jesuitas en la América virreinal''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2005. pp. 159-161</ref> y por esto deviam poseer todos los equipamientos y estructuras necesarios para tal, se tornó en la prática grandes empresas industriales y agropecuárias. En ese proceso llegaron a constituir verdaderas ciudades, muchas de ellas con miles de habitantes, compuestas por un núcleo urbano principal con las viviendas, iglesia, colegio, presidio, mercado y oficinas diversas, y grandes áreas en torno dedicadas en las [[plantación]]s y producciones de [[ganado]]. Se su [[economía]] no resultaba lucrativa el suficiente, muchas veces eran sustentadas en parte por los rendimientos que la Compañía de Jesús obtinha en otras actividades, como las operaciones de [[crédito]], o con donaciones de la nobleza.<ref name="Ortiz">Ortiz, Victor Hugo Limpias. [http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Misiones de Moxos: Arquitectura religiosa, residencial e industrial. La construción de un urbanismo productivo en el corazón sudamericano'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (2005). ''Esclavitud, economía y evangelización: las haciendas jesuitas en la América virreinal''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2005. pp. 520-524</ref>
[[Archivo:Plano da Redução de São Miguel Arcanjo.jpg|thumb|250px|Planta de la reducción de São Miguel Arcanjo, Brasil]]

Antes que todo esto pudiese se concretar era necesario en primer lugar reunir a população-alvo, convencendo-os de las ventajas de la vida en una reducción. Para que el primer contacto fuese posible se recorria a algún índio del mismo ramo linguístico del pueblo que se pretendía atraer, sirviendo de intérprete, y con el tiempo surgió la figura del misionero itinerante, ya conhecedor de varias lenguas y de la geografía local, y perspicaz en la [[psicología]] propia de los indios. No siempre los indios se deixavam levar de imediato, y podía ser necesaria una aproximación lenta a lo largo de años, con varias trocas de presentes y promessas, o con el invitación para que algún representante indígena visitasse una reducción ya en funcionamiento.<ref name="Fajardo"/> Las inteligentes técnicas de contacto e interação usadas por los jesuítas los colocam entre los primeros [[etnólogo]]s de América,<ref name="Imbruglia"/> pero así mismo muchas tribus nunca aceitaram su propuesta, como los [[mapuches]] del [[Chile]], cuyas hostilidades contra los jesuítas acabaron en martírios,<ref>Espìnoza, Leonardo F. Fierro. [http://www.revistamarina.cl/ ''El Padre Luis de Valdivia, S.J. y su Proyecto de la Guerra Defensiva'']. Revista de Marina, Mar-Abr 2000. Vol. 117, nº 855, p. 176 (4)</ref> y algunos [[guaraníes]] del Paraguay, para quien a intercambio de la vida [[nomade]] por una [[sedentarismo|sedentária]], justo cuando la introducción del [[caballo]] en la región tornaba los deslocamentos más fáceis, no pareció atraente.<ref name="Neumann"/>

La diversidad de contextos geográficos, culturales y económicos impidió que se crease un modelo urbano único para todas las reducciones americanas. Hubo reducciones modestas, casi apenas un pequeño [[Rancho (cabana)|rancho]] para un grupo de pocas decenas de personas, y otras muy mayores, con miles. En algunas de ellas no hubo grandes preocupações de una organización pré-estabelecida estrita, y fueron creciendo informalmente de acuerdo con las necesidades o posibilidades, pero en general las reducciones se estruturaram de forma racional y avanzada para su época, con un planeamiento urbano regular y eficiente, destacandose especialmente las de la región de frontera entre Brasil, [[Bolívia]], Paraguay y [[Argentina]].<ref name="Martins"/> En esa región, que muchos consideram a más representativa de todo el proyecto missioneiro, la población se definió en torno de una gran plaza cuadrangular, en cuyo centro se instalava una gran cruz y una estatua del santo protector. De un lado se erguiam la Iglesia, con casas anexas para viudas y órfãos, una escuela, el [[claustro]] de los misioneros, un [[cementerio]] y las oficinas; atrás de la iglesia se cultivavam el [[pomar]] y a [[horta]]. En el lado opuesto estaban las moradas de los indios, y en los lados restantes establecían el Consejo de la misión, una ordenanza, una [[hospedaria]], un [[gnómon|relógio de sol]] y una [[prisión]]. En torno en las veces cavavam [[trincheira]]s y erguiam un muro para protección contra los ataques de indígenas salvajes y las expediciones predatórias de los exploradores. La Iglesia era el único edificio más elaborado y ornamentado, y los demás eran pabellones simples. Ese modelo podía presentar variaciones en la disposición de los elementos y en la cantidad de edificios, pero su esquema básico permeneceu en líneas generales constante.<ref name="Ortiz"/><ref name="Labouche">Padre Labouche. [http://www.permanencia.org.br/revista/historia/missoes.htm ''Las Misiones Guaraníticas: la formación de una Cristandade'']. Revista Permanencia (on line)</ref><ref name="Aguirre">Aguirre, Indalecio Liévano. [http://books.google.com/books?id=45JjChbuZbEC&pg=PA267&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia'']. Intermedio Editores, 2002. pp. 282-287</ref><ref>Hatfield, María Fabiola Rodríguez. [http://upcommons.upc.edu/pfc/handle/2099.1/4693 ''Misiones Jesuitas de Chiquitos: La utopía del reino de Dios en la tierra'']. Universitat Politècnica de Catalunya, 2007.</ref> Para Luiz Custódio, los poblados guaraníes,

::''"Originados en el contexto colonial español, ... también utilizaram las diretrizes administrativas y las referencias urbanas vigentes para estructurar una tipología peculiar, morfológica y funcional, que puede ser considerada como una variante de la organización espacial española adecuada a un programa y a una situación política y administrativa propia. En lo que se refiere en las etapas por que pasaron los ordenamentos urbanos en el sistema reducional, se pueden reconocer dos fases referentes a la estructura espacial interna donde las variáveis, territorio, arquitectura y organización espacial interagem, diferentemente: la primera fase (siglo XVII), en que las poblaciones iniciales deben tener atendido en las orientações genéricas de las Leyes de las Índias y que, en principio, corresponden en las descrições de los innumerables pequeños poblados – poblados o ''pueblos'' de indios – empreendidos durante la colonización española y portuguesa en la América. La segunda fase, cuando la reducción missioneira adquire su autonomía compositiva y funcional en relación al trazado de la ciudad colonial española, moldando características propias, estruturando un modelo espacial reconocible. Este puede ser denominado de tipología urbana missioneira una vez que caracterizou, distinguiu y permite identificar, especialmente, las reducciones de la Provincia Jesuítica del Paraguay"''.<ref name="Custódio">Custódio, Luiz Antonio Bolcato. [http://www.memorial.rs.gov.br/cadernos/ ''Misiones Jesuíticas: Arquitectura y Urbanismo'']. Cadernos de Historia nº 21. Porto Alegre: Memorial de Rio Grande do Sul.</ref>
[[Archivo:Florian Paucke - Passagem de um rio.jpg|thumb|left|Florian Paucke: Indios y misioneros atravesando un río en la región del [[Chaco]]]]
[[Archivo:Paucke Florián - Bajando Miel.jpg|thumb|left|Florian Paucke: Cosecha del miel, siglo XVIII]]

El gobierno civil era exclusivamente indígena y respeitava las hierarquias tribais. Consistia de un Consejo electo por votación renovada anualmente, compuesto por oficiales, administradores, fiscales de justicia y representantes de los barrios de la misión, todos bajo a égide de un [[cacique]] generalmente hereditário. La administración de la [[justicia]] estaba a cargo de los jesuítas, pero era frecuente a consulta al cacique para cualquier decisión, y la ejecución de las penalidades era deixada para oficiales indios. Como pocos eran los [[crime]]s, los castigos usualmente eran leves. Raramente se utilizaba la prisión o se condenava al [[exílio]], considerado a desgraça suprema. Todos recibían tratamiento igualitário, salvo algunos oficiales y el cacique, que podía levar un [[cetro]] y en la iglesia se assentava en posición de importancia.<ref name="Labouche"/><ref>[http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Fajardo, p. 172]</ref> Había también, en el caso excepcional de las reducciones del Paraguay, una fuerza militar considerable, compuesta por soldados españoles y guerreros indígenas, armados con equipamiento producido localmente y en parte importado. Eran instruídos en [[tática]] y [[estratégia]] y en la arte de construir fortificaciones,<ref>[http://books.google.com/books?id=45JjChbuZbEC&pg=PA267&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Aguirre, pp. 300-301]</ref> pero el uso de armas de fuego por los reducidos paraguaios solo se possibiitou gracias a una dispensa especial de la Corona española en vista del constante ataque de los exploradores. La eficiencia de ese ejército se comprovou en la vitória de la [[Batalla de M'Bororé]], que afastou los predadores de la región por casi un siglo y garantizó su posesión para la España. En otras reducciones la presencia militar era bien menor, y estaba más envolvida con la disciplina interna y con la protección contra otros indios no reducidos.<ref name="Neumann"/><ref>Sarrelangue, Delfina Lopeza. [http://www.ejournal.unam.mx/busca_palabra.html ''Las misiones jesuitas de Sonora y Sinaloa, base de la colonización de la Baja California'']. Estudios de Historia Novohispana. Nº 002, 1968. p. 33</ref>

A cada familia se atribuía una porción de tierra, hereditária, destinada a apoyar su sustento privado con el plantío de culturas diversificadas de legumes y frutas propias de cada región, y de algunas básicas como el maíz, batata, algodón y frijol. Otras áreas eran "propiedad de Deus", cuyos frutos revertiam para la comunidad, y donde el índio debería trabajar dos días por semana, en una jornada que durava cerca de seis horas. Los instrumentos de trabajo eran de propiedad colectiva y su uso estaba sujeito a prioridades establecidas por los sacerdotes. No se usava dinheiro en las reducciones, pero el tabaco, miel y maíz servían, en las veces, como [[moeda]] de intercambio. Entretanto este sistema tenía papel poco relevante, pues los centros comunais de abastecimiento suministraban el que faltasse. Con el tiempo a [[ganadería]] se desarrolló considerablemente, creándose enormes rebaños de ganado. El [[comercio]] también prosperó, tanto entre las regiones próximas como para el exterior, con la exportación de géneros como miel, cuero, frutas, tinturas, instrumentos musicales y esculturas para la Europa en intercambio de papel, libros, tejidos, agulhas y anzóis, herramientas, instrumentos de [[cirurgía]], metales y sal. Los lucros se aplicavam en inversiones internos y pagaban los impuestos exigidos por la Corona. Resistindo en rebaixar el nivel de vida y reducir el abastecimiento de géneros para los indios cuando era necesario invertir recursos para mantener el ritmo de desarrollo general de la reducción, los sacerdotes muchas veces se vieron obligados establecer [[hacienda]]s y [[estancia]]s independentes con objetivos básicamente de lucro o suministro alimenticio suplementar. Esas instalaciones separadas empregavam el trabajo de los esclavos negros, y en las veces eran administradas por los jesuítas en conjunto con los indios, el que evidencia a gran diferencia de tratamiento que era dispensado a cada una de las dos etnias não-brancas, y que es uno de los paradoxos de la propuesta humanitária jesuíta. Indios también trabajaron en haciendas, pero en ese caso su trabajo era remunerado.<ref name="Ortiz"/><ref name="Labouche"/><ref name="Aguirre"/>

Había también un servicio de cuidado a los pacientes en todas las reducciones, contando con un grupo de [[enfermera]]s instruídas por los sacerdotes. Hacian rondas diárias por el poblado y daban relatórios detallados para sus superiores sobre las condiciones de salud de los reducidos. Con esto dificilmente alguém morria sin recibir atención médico y a [[extrema-unção]]. Los remédios eran hechos principalmente con hiervas conocidas por los indios, se mantenía una [[farmacia]] junto de los colégios, y fueron compilados manuais médicos para uso prático, pero los relatos sobre epidemias de enfermedades provenientes de la Europa son frecuentes, y en esos momentos se tolerava el auxílio de los [[curandeiro]]s tribais.<ref name="Catholic"/>

===Cotidiano===

La vida en una comunidad missioneira seguía una rutina precisa. Antes del amanecer tocava-se el sino para despertar. Seguiam-se a [[oração]] individual, las niños eran acordadas, assistia-se a la [[misa]] y en las 7 horas los trabajos del día eran distribuidos. En esta hora las niños recibían el desjejum y luego oravam. En las 8 horas realizava-se la visita a los pacientes y enterravam los muertos. Después los demás tomaban un desjejum, enseguida se dirigían a los diversos afazeres y las niños iban en las aulas. Entre 11 y 12 horas había el almoço, seguido de un descanso de una hora, para después voltarem al trabajo. De las 16 horas en a causa había el [[catecismo]], nuevas orações, refrigerio, reunión para nuevo culto y después el cenar. Entre las 20 y 21h los fogos eran apagados y la aldea dormía. En los días santificados el trabajo era prohibido, a los domingos había una misa solene, y en días de grandes festejos realizavam-se escenarios [[teatro|teatrales]], [[danza]]s comunitárias, [[procesión|procissões]], profissões públicas de fé y en las veces autoflagelações, combates simulados y [[Concerto (música erudita)|concerto]]s de [[música]], en celebraciones colectivas que podían durar todo el día.<ref name="Labouche"/><ref>Rodríguez-Camilloni, Humerto. [http://books.google.com/books?id=6OSux6Zfd74C&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''The Rural Churches in the Jesuit Haciendas on the Southern Peruvian Coast'']. IN O'Malley, John W. et alii (eds). ''The Jesuits II: cultures, sciences, and the arts, 1540-1773''. University of Toronto Press, 2006. pp. 241-242</ref>

===Práticas religiosas===

Los primeros jesuítas a chegarem en la América imaginaram que los nativos no poseían religión, pues no encontraron templos y no imágenes de [[culto]]. Con el mayor contacto, luego perceberam que no era así, pero pasaron a considerar la religión indígena como confusa e inundación de erros, aunque algunos de sus [[mito]]s y [[leyenda]]s los impressionassem por verem neles prefigurações de la doutrina cristã. La tendencia general, no obstante, era interpretar esas similitudes como una [[paródia]] de la "verdadera fé" que el diablo inventara para enganar esas gentes "ingênuas".<ref name="Cotrina2">Cotrina, Carlos Oswaldo Aburto. [http://books.google.com/books?id=VNvJW_K1zQ4C&pg=RA1-PA131&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Imágenes y Objetos de Evangelización'']. IN Asin, Fernando Armas. ''Angeli novi: prácticas evangelizadoras, representaciones artísticas y construcciones del catolicismo en América (siglos XVII-XX)''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 2004. pp. 134-141</ref>
[[Archivo:MuseuJulio22.jpg|thumb|right|250px|''Nuestra Señora de la Conceição'', [[Siete Pueblos de las Misiones]], archivo del [[Museo Júlio de Castilhos]]. Note-se los rasgos indígenas de la frente y de los cabelos largos y lisos]]
[[Archivo:San Rafael church altar.JPG|thumb|250px|Altar de la iglesia de San Rafael de Velasco en la misión de Chiquitos, Santa Cruz, Bolivia]]

Relatos de época informam que los reducidos nunca llegaron a desenvolver gran compreensão de las sutilezas de la [[doutrina]] Cristã, siendo considerados extremamente inábeis en asuntos espirituales y todo el que envolvia elaboración mental abstrata y originalidade según los criterios europeos. En cierta época los europeos llegaron a duvidar que fuesen mentalmente aptos para entender y recibir los [[sacramentos]], pero las opiniões sobre ese tema eran polémicas inclusive entre los propios jesuítas, pues otros relatos dicen que ellos tenían facilidade para absorver los ensinamentos. La interpretación indígena de la doutrina cristã, en realidad, muchas veces puso en evidencia haber sido heterodoxa, considerando los ritos y sacramentos como una forma de [[magia]] y no como un instrumento de reconciliação con Deus. Algunos sacerdotes afirmavam que los indios padeciam de una inconstância natural, y tan rápido como si convertiam al Cristianismo podían rejeitá-lo y voltar a los sus cultos originales, y es claro que este aspecto no puede sufrir una generalização, dada la diversidad cultural de los pueblos reducidos en el vasto territorio americano.<ref name="Castelknau"/><ref name="Cotrina2"/><ref name="O'Malley">O'Malley, John W. et alii. ''The Visual Arts and the Arts of Persuasion''. IN O'Malley, John W. et alii (eds). ''The Jesuits II: cultures, sciences, and the arts, 1540-1773''. University of Toronto Press, 2006. pp. 109-112</ref>

Algunas práticas religiosas indígenas fueron completamente abolidas, como todas las formas de magia, a [[cremação]] de los cadáveres y a ingestão ritual de sus cenizas, pero hubo tolerância para con el consumo de hiervas [[alucinógeno|alucinógenas]] y a danza durante la misa, comprendiendo que esto tenía una función socializante.<ref name="Castelknau"/><ref name="Cotrina2"/><ref name="O'Malley"/> La [[comunhão]] era frecuente, muchos a recibían toda semana; se formaron diversas sociedades piedosas, y el culto a los santos, en especial a la [[Virgen Maria]], fue común y muchas veces intenso. Relatos de Visitadores de la Iglesia y Inspetores de la Corona repetidamente louvaram el zelo religioso de las comunidades, la devoción de los indios, su espíritu fraterno, su moral en constante mejoramiento y su lealdade para con los líderes.<ref name="Catholic"/> Para enfrentar el desafío de la evangelização los jesuítas desenvolveram una serie de estratégias a fin de ganhá-los para [[Cristo]], se valiendo en las veces de la creencia largamente difundida entre los indígenas de que los europeos eran dotados de poderes mágicos o eran seres divinos.<ref name="Sweet"/> Fue especialmente importante el uso [[pedagogia|pedagógico]] que los jesuítas hicieron de la [[arte]], en particular a música, el teatro y a danza, por las cuales los indios mostravam gran apreço, un método que ellos ya desenvolviam en Europa con éxito y que se tornó uno de sus instrumentos más eficientes para la [[Conversión (religión)|conversión]]. Fueron hechas también muchas referencias al festivo modo de cultuar a divindade que se desarrolló entre las reducciones, y que reunia en el momento único de la misa, a culminação de la catequesis, todas las artes dentro del escenario teatral de la iglesia ricamente decorada. Un trecho de un documento antiguo que descrevia el trayecto devocional de la [[Vía Sacra]] es ilustrativo:

::''"... incensam, cantam los músicos algún trecho devocional y el versículo, y el padre dice que su oração. Luego se senta a causa de la capilla en una rica banca... y los oficiales y cabos en sus assentos correspondientes. Comienzan las danzas. Ocho, diez o más dançam alguna de sus danzas devotas a causa del Santíssimo Sacramento, vestidos de anjos o con sus trajes alegóricos. Direi como fue. Saem vestidos diez de asiáticos con incensadores con una porción generosa para que dure toda la danza. Dispõem-se en filas, comienzan a incensar el Señor, con reverências hasta el suelo, como era el costumbre de su pueblo, y al mismo tiempo cantam el ''Lauda Sion'', y con voces bellísimas, casi todos sopranos. Cantam con vagar, en el compasso de la incensação. Después todos repetem más rápido, dançando y cantando, y prosseguem variando dos o tres veces. Dos de ellos cantam una segunda vez el ''Quantum portes tantum aude'', etc., incensando y cantando con pausa, y repetem todos el ''Lauda Sion''; dançam, y cantam más deprisa. Con esta orden van cantando todo el himno sagrado... Concluida a misa, tira el padre a custódia entre el sonoro y devoto estrondo de cuantos instrumentos hace en el poblado: violinos, harpas, bajos, clarins, tambores, tamborins y flautas; acompanham-no acólitos con incensários de plata y otros enchem el piso de flores"''.<ref>Marzal, Manuel María. [http://books.google.com/books?id=NRq-HqxLOGUC&pg=PA306&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Tierra encantada: tratado de antropología religiosa de América Latina'']. Colección Estructuras y procesos. Fondo Editorial PUCP, 2002. p. 312</ref>

El éxito de la obra puramente evangelizadora es motivo de polémica. Algunas reducciones testemunharam casos de completa y sincera conversión de los grupos indígenas a la fé católica, como en las de [[Juli]] en el Peru y [[Tepotzotlán]] en el [[México]], pero ellas se tornaran notórias por ser exactamente exceções en ese aspecto. En muchos casos los nativos jamás aderiram integralmente al nuevo credo, y continuaron manteniendo muchas de sus práticas religiosas tradicionales. No fueron raros los [[pajé]]s y [[xamã]]s que permanecieron como focos de resistencia, por veces dissimulando una aceptación de los ritos católicos pero en realidad se apropriando de sus formas externas para continuarem en segredo el culto a los sus propios deuses, imitando los gestos de bendición, usando cruzes y organizando cerimônias donde ofereciam [[hóstia]]s de [[mandioca]] y taças de beberagens hechas de hiervas mágicas. Muchos indios mantenían reserva sobre la [[Confissão (sacramento)|confissão]], crendo que con ella los sacerdotes apenas querían saber el que se pasaba en sus vidas privadas a fin de poder controlá-los, y otros continuaron a ver las enfermedades como obra de espítitus malignos, a hacer previsões a partir del comportamiento de los animales, y alimentar [[tabu]]s a respetó de los muertos, entre otras crenças. Algunos grupos no consiguieron desenvolver a noção de [[pecado]], y rejeitaram a intermediação de un [[sacerdote]] para comunicación con sus divindades. Por otro lado, también se encuentran muy relatos de como el contacto con la religión cristã llevó al abandono de los hábitos de la [[alcoolismo|embriaguez]], de la [[poligamia]], del [[infanticídio]], del [[assassinato]] por vingança y del [[canibalismo]], y hubo hasta curas [[milagro|milagrosas]] después el contacto con [[relíquia]]s de santos cristãos.<ref name="Marzal2"/><ref>Rondón, Víctor. [http://www.memoriachilena.cl/temas/documento_detalle.asp?id=MC0018517 ''Música y evangelización en el cancionero Chilidúgú (1777) del padre Havestadt, misionero jesuita en la Araucanía durante el siglo XVIII'']. Biblioteca Nacional del Chile, versión online s/d</ref><ref>Fleck, Eliane Cristina Deckmann. [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Las Reducciones Jesuítico-Guaranis en la Perspectiva de la Historia de las Mentalidades'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999) ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 181-187</ref>

===Educación y cultura===
{{AP|[[Ratio Studiorum]]}}

La cuestión educativa fue entendida desde el inicio como central para garantizar cualquier futuro para el proyecto missioneiro, pues era vista como alavanca privilegiada para todo progreso social, económico, moral y religioso. En esa cuestión de imediato se colocou el problema de la [[comunicación]] entre los europeos y los indios, que falavam una multitud de lenguas desconocidas. El preparación de los jesuítas en Europa ya previa esa dificuldad, y les daba sólidos conhecimentos de [[linguística]] y de [[oratória]], al mismo tiempo en que los capacitava como professores hábeis y los ilustrava con gran cultura general, incluyendo formación artística. Su [[metodologia]] educativa, sistematizada en el compêndio ''[[Ratio Studiorum|Ratio atque institutio studiorum Societas Jesu]]'' (1599), era tan eficiente que a Orden fue reconocida como una de las más eruditas de la Europa, y varios de sus miembros se destacaron como [[polímata]]s. Pero más del que eruditos, siguiendo la orientación de Loyola para que los conhecimentos abstratos fuesen puestos al servicio de las demandas del cotidiano (''usus, non praecepta''), se tornaran mestres en la arte de la persuasão y en la adaptabilidade al contexto diversificado que encontraron en la América.<ref name="Cuturi">Cuturi, Flavia. [http://books.google.com/books?id=bDmBq5aLcFYC&pg=PA59&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=gesuita&f=false ''Reductio ad unam linguam: la violenza prottetiva nelle riduzioni gesuitiche'']. IN Cuturi, Flavia. ''In nombre di Dio. L'impresa missionaria di fronte all'alterità''. Meltemi Editore srl, 2004. pp. 74-100</ref>

La actuación de los jesuítas como en las lenguas nativas se revelou al mismo tiempo protetora y destrutiva. Protegeram-nas sistematizando-as y dando-lhes [[alfabeto latino|ortografía latina]], el que permitió su perenização a través de [[bibliografía]] impressa y su estudio por los linguistas europeos, y en algunos casos su reconstituição moderna cuando se extinguiram o desvirtuaram más tarde. También las protegeram contra la política colonial oficial, que preferia antes a completa erradicação de las culturas nativas y una europeização total de los pueblos conquistados. Pero por otro lado el uso que de ellas hicieron para la propagação de la nueva fé en muchas ocasiões las desfigurou profundamente, el conocimiento reunido por los sacerdotes fue muchas veces usado por los otros colonizadores para dominarem más facilmente los indígenas, y el progressivo desaparecimento de los pajés llevó con ellos la práctica de la "palabra inspirada", una de las más importantes formas de preservación a través de las gerações de la eloquência política, de los mitos y de las tradiciones tribais.<ref name="Custódio"/><ref name="Cuturi"/>
[[Archivo:Arte de la Lengua Guarani - Antonio Ruiz de Montoya.jpg|thumb|left|[[Antonio Ruiz de Montoya]]: ''Arte de la Lengua Guarani'', edición de 1724]]

Es preciso notar que no siempre los jesuítas dominaram las lenguas nativas, algunos hasta se recusaram a hacerlo, y mismo durante la ministração de los sacramentos en las veces era necesario un intérprete, el que dio origen a disputas entre la hierarquia del clero y se complicava en el caso de la confissão de los pecados, que debería ser un asunto de completa privacidade. El testimonio del fundador de la Provincia del Paraguay, Nicolás Durán, confirma la importancia de la fluência en el [[vernáculo]], dizendo que en las casas donde los superiores no falavam a lengua los ministros eran tan letárgicos que se volvían una vergonha para Compañía, y decía que en esos casos el trabajo estaba todo para los versados en el idioma, mientras que los otros se entregavam a la preguiça. En Brasil también era enfatizada a utilidade del conocimiento idiomático a fin de que se obtuviese a confianza de los indios y autoridad sobre ellos, y para, evidentemente, doutriná-los mejor. Pero en líneas generales se puede decir que los jesuítas se tornaran grandes linguistas, y su habilidade en ese campo se tornó notória. Fueron los primeros autores de [[gramática]]s y [[diccionario]]s en vernáculo o bilíngues, y producían buena cantidad de obras literarias, la mayor parte unida a la catequización.<ref name="Maldavsky"/><ref>Barros, María Cándida Drumond de. [http://books.google.com/books?id=tPKW2scSzpAC&pg=PA352&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''El Ofício de Hablar: el perfil del "Lengua" (intérprete) en Brasil del siglo XVI'']. IN Marzal, Manuel María & Tua, Sandra Negro (1999). ''Un reino en la frontera: las misiones jesuitas en la América colonial''. Fondo Editorial Pontifícia Universidad Católica del Perú, 1999. pp. 352-355</ref> En 1700 fue fundada la primera [[gráfica]] missioneira en la Misión de Loreto, en la Argentina, y allí fue producido, por el indígena Juan Yapai en 1705, el primer libro impresso en este país, un ''Martirológio Romano''. Otras produções incluíam [[calendario]]s, tabelas [[astronomia|astronômicas]] y [[partitura]]s. Las misiones también generalmente poseían una buena [[biblioteca]]. La de [[Loreto]] contaba con más de trezentos libros, la de Corpus Christi cerca de quatrocentos, Santiago más de 180, y [[Candelária]] a cifra, assombrosa para la época, de 4.724 volúmenes.<ref name="Labouche"/>

La eficiencia de la pedagogia jesuítica se prueba en los pocos años que eran precisos para una reducción entrar en pleno funcionamiento, pero existen relativamente pocos estudios que aprofundaram ese tópico y a controvérsia sobre sus resultados es gran. Era dada atención especial a la educación de las niños, consideradas ''"anjos inocentes"'' y "''el bien y el remédio de esta tierra"'', ya que ellas aprendiam con más facilidade, podían transmitir el conocimiento a los adultos y más tarde enseñar las otras gerações. Muchos indios adultos nunca fueron capazes de recibir una educación además de la más elementar. Había separação de sexos en las escuelas, y se seguía una política de aprovechamiento de las capacidades y talentos individuales. Los hijos de los caciques y de los oficiales eran alfabetizados en vernáculo, [[lengua castelhana|castellano]] y [[latín]], el que tiene dado margen a una opinião muy generalizada de que el educación de los sacerdotes fue [[elitismo|elitista]], pero esto probablemente deriva de la simples percepção de las posibilidades reales, y existen algunos documentos que sugieren una cobertura bien mayor del estudio del que se tiene pensado.<ref name="Fleck">Fleck, Eliane Cristina Deckmann. [http://www.emaberto.inep.gov.br/index.php/emaberto/issue/view/87 ''La educación jesuítica en los Siete Pueblos de las Misiones (siglos 17–18)'']. Revista En Abierto. Ministerio de la Educación de Brasil, Vol. 22, nº 81, 2009. pp. 109-118</ref> Hace relatos de indios muy habilidosos con las letras, como fue el caso del cacique Nicolás Yapuguay, de la reducción argentina de Santa Maria, que escribía en guaraní con gran clareza y elegancia, teniendo dos de sus libros impressos, un de ellos un catecismo en español y un libro de sermões en guaraní. El índio Melchor escribió La historia de su aldea Corpus Christi, y el índio Vásquez, de Loreto, era también un buen escritor.<ref name="Labouche"/> Los restantes eran educados a través del educación oral, del trabajo y del arte. Las aulas generales no eran ministradas por los sacerdotes, encarregados de la administración de la comunidad, pero por un profesor contratado o por algún índio ya educado, bajo a supervisão de los religiosos. Entretanto, diariamente algún padre assumia las clases por determinado tiempo para ministrar la educación religiosa. De mañana era dado el catecismo en el vernáculo, y a la tarde en la lengua del reino. Llegando a noche el padre reunia algunos indios talentosos para enseñar música en la iglesia. En el Vice-Reino del Peru los primogênitos de los caciques eran muchas veces mandados para una escuela en la capital, ya que los caciques eran el vínculo de vinculación principal entre las autoridades coloniales y los indios, y se supunha que una educación más aprimorada fuese capaz de formar futuras lideranças con conocimiento mayor de los costumbres europeos y así más capazes de que se integrarem al sistema administrativo de la colonia. Esa educación parece tener tomado éxito, pero no fue usada por los nuevos caciques de la forma pretendida por el gobierno español, y varios de ellos encabeçaram rebeliões más tarde, como fue el caso de [[Túpac Amaru II]].<ref name="Salcedo"/><ref name="Maldavsky"/><ref name="Mörner"/><ref name="Cuturi"/><ref>[http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Gareis, pp. 55-57]</ref><ref>[http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Fajardo, pp. 166-167]</ref>

Para la fijación de los pueblos indígenas y construcción de los poblados fue dado un educación prático en técnicas de [[agricultura]] y [[ganadería]], y elementos de [[arquitectura]], [[piedra]], [[carpintaria]] y [[fundição]]. Gradualmente fue siendo dada una formación adicional en [[arte]]s diversas, que incluíam [[escultura]], [[pintura]], [[gravura]], [[poesia]], [[música]], [[teatro]], [[oratória]] y [[ciencia]]s para aquellos que mostravam más capacidad.<ref name="Salcedo"/><ref name="Fleck"/>

====Artes====
{{AP|[[Escultura de los Siete Pueblos de las Misiones]]}}
[[Archivo:Joseph jesus-Cusco-1700s.jpg|thumb|Escuela cuzquenha: ''São José y el Niño Jesus'', c. 1700]]
[[Archivo:MIguel Cabrera - Fiel retrato do venerável Juan Diego.jpg|thumb|Miguel Cabrera: ''Fiel retrato del venerável Juan Diego'', 1752]]
Los jesuítas se tornaran conocidos por su pragmatismo y su adaptabilidade en las necesidades locales, y esto valle también para la arte que introduziram en las Américas. [[Lúcio Costa]] observou que sus manifestaciones presentan formas diversificadas, de acuerdo con los hábitos y medios nativos, y con características de estilo variando de acuerdo con los sucesivos períodos. Aunque esto no fuese una regla diversos sacerdotes eran artistas consumados, y siendo oriundos de varias partes de la Europa, poseían en conjunto una formación artística absolutamente multifacetada, de modo que no es posible definir un "estilo jesuítico-missioneiro" a no ser en líneas muy amplias e indistintas, siendo caracterizado encima de todo por el [[hibridismo]], pero ellos tienen sido asociados con el [[Maneirismo]] tardío y en especial con el [[Barroco]] de la [[Contra-Reforma]], reproduzidos en suelo americano en una vasta gama de adaptações y sínteses ecléticas donde no faltou la contribución del gusto indígena, diversidad que hizo Bailey considerá-la a menos unificada de todas las escuelas artísticas de su época. Mismo reducciones próximas podían presentar una arte de rasgos muy contrastantes. El objetivo central en el transporte del arte européia para la América fue usá-la como instrumento de catequesis, y su manifesto [[eclecticismo]] es otro de los resultados de la doutrina de la acomodação.<ref name="Kaufmann">Kaufmann, Thomas de la Costa. [http://books.google.com/books?id=Hzbsz3TOsZAC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''East and West: Jesuit Art and Artists in Central Europe, and Central European Art in the Americas'']. IN O'Malley, John W. et alii (eds). ''The Jesuits: cultures, sciences, and the arts, 1540-1773''. University of Toronto Press, 2006. pp. 274-304</ref><ref name="Bailey">Bailey, Gauvin Alexander. [http://books.google.com/books?id=6-sWGjwVmEQC&pg=PA1&dq=missions+jesuits&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=missions%20jesuits&f=false ''Art on the Jesuit missions in Asia and Latin America, 1542-1773'']. University of Toronto Press, 2001. pp. 4-10</ref>

A facilidade de los indios para las diversas artes era famosa y su capacidad de imitación de modelos formales europeos causava espanto en los propios misioneros.<ref name="O'Malley"/> Decía el [[Anton Sepp Von Rechegg|Padre Sepp]]:

::"''El que vieron una solo vez, se puede estar convencidíssimo que el imitarão. No precisam absolutamente de master ningún, no de dirigentes que les indiquem y los esclareçam sobre las reglas de las proporciones, no mismo de profesor que les explique el pie geométrico. Se les puseres en las manos alguna figura humana o diseño, verás de ahí a poco ejecutada una obra de arte, como en Europa no puede haber igual''".<ref name="Damasceno">Damasceno, Athos. ''Artes Plásticas en el Rio Grande del Sul''. Porto Alegre: Globo, 1970. pp. 13-18</ref>

Parte del trabajo catequético de los jesuítas se valia del teatro como forma de ilustração de verdades religiosas. Encenavam-se [[drama]]s sacros, que versavam sobre la vida de santos y pasajes de las [[Escrituras]], y también había ocasiões en que eran montadas obras [[literatura clásica|clásicas]]. Certas obras, provenientes de la Europa, eran traduzidas para el vernáculo, otras eran escritas en las propias reducciones. En la pintura también se registraron individuos con grandes dotes, como Kabiyú, produciendo entre otras cosas una notable ''[[Nuestra Senhora das Dores|Virgen de las Dores]]''.<ref name="Labouche"/> También debe ser citado el índio [[zapoteca]] [[Miguel Cabrera]], que consiguió exceder los preconceitos ligados su origen y el ámbito de las misiones, se tornó el mayor pintor del [[Vice-Reino de la Nueva España]] y el pintor favorito de los jesuítas mexicanos, fundando y dirigindo también la segunda [[academia]] de pintura del México.<ref>Hamnett, Brian R. ''A concise history of Mexico''. Cambridge: Cambridge University Press, 1999. p. 97</ref> Pero fue especialmente brillante a [[Escuela de Cuzco]], fundada por los jesuítas [[Juan Íñigo de Loyola]] y [[Bernardo Bitti]], junto con algunos otros mestres, que introduziram un estilo derivado del Maneirismo a mediados del siglo XVI. Recibiendo a lo largo de los años la influencia del Barroco y contando con la participación de indios [[incas]], un pueblo de sofisticada cultura propia, que dieron su propia contribución estética, luego a escuela se desarrolló en una forma original, sincrética y de tendencia fuertemente ornamental, cuya influencia se propagó a partir del siglo XVII por todo [[Vice-Reino del Peru]] y también hoy permanece en actividad.<ref>[http://www.britannica.com/EBchecked/topic/147690/Cuzco-school ''Cuzco school'']. Encyclopædía Britannica Online. 09 Nov. 2009</ref>
[[File:Chilidúgú, sive Res chilenses vel descriptio etc.jpg|thumb|left|Página del ''[[Cancioneiro Chiligudú]]'', con 19 partituras que [[Bernardo de Havestadt]] incorporó al II volumen de su obra sobre la lengua de los indios mapuches del Chile. La letra de las canções, publicadas en separado, es en mapuche y trata de conceitos básicos de la fé cristã.<ref name="Sloin">Sloin, Jorge Luis Rozemblum. [http://www.goldbergweb.com/en/magazine/essays/2006/04/42445.php ''Music in the New World: from Huehuetl to Iberoamerican Baroque'']. Goldberg Magazine, nº 39, ed. online s/d</ref>
]]

Son muchos los testemunhos sobre la gran inclinação natural de los indios para la música, que fue usada desde los primeros contactos para atraer los aborígines para fuera de sus selvas.<ref>[http://books.google.com/books?id=45JjChbuZbEC&pg=PA267&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Aguirre, p. 294]</ref> El padre Noel Berthold afirmó que el Hermano Verger podía fasciná-los de tal modo cuando tocava [[Órgano (instrumento musical)|órgano]] que ellos permaneciam casas, como que en [[Êxtase religioso|êxtase]], por hasta cuatro horas. Muchos indios llegaron a tornarse proficientes construtores de instrumentos, como Ignacio Paica y Gabriel Quiri, o instrumentistas exímios, a ejemplo de un niño de doce años que executava con perfeição [[sonata]]s y danzas cortesãs de insignes [[compositor]]es europeos. Diversos de entre los propios jesuítas eran músicos de primera orden, como los ditos sacerdotes Verger y Sepp, este el autor del primer órgano construido en las Américas, el padre [[Juan Vaseo]], y [[Domenico Zipoli]], cuya obra fue imensamente popular en la América. Formaram-se grandes [[orquesta]]s y [[Coro (música)|coro]]s, que rivalizavam con grupos de formación européia y eran convidados para se presentar en las ciudades principales. En la misión de San Ignacio funcionó uno de los primeros [[Conservatório de música|conservatório]]s de música de América.<ref name="Mörner"/><ref name="Damasceno"/><ref name="Narang">Narang, Sonia. [http://www.pbs.org/frontlineworld/stories/paraguay604/music.html ''The Music of the Missions'']. Frontline World. 10 de abril de 2007</ref><ref name="Trevisan">Trevisan, Armindo. ''El Barroco Indígena de las Misiones Jesuíticas''. IN Coronel, Luiz. (org.). ''El Legado de las Missões''. Porto Alegre: WS Editor/Prefectura de São Miguel de las Misiones / Ministerio de la Cultura, sin fecha.</ref> Algunos indios inclusive se tornaran [[música erudita|compositores eruditos]], como un paraguaio que fue co-autor de una [[ópera]] sacra sobre la vida de Inácio de Loyola, y un mexicano que compôs una [[misa (música)|misa]] completa en 1560. La mayor parte de las partituras compuestas o ejecutadas en las misiones se perdió después de su dissolução, pero en el siglo XX diversos estudios especializados trouxeram nuevamente a la luz una significativa cantidad de material, como fue a espetacular descubierta en 1972 de cerca de diez mil partituras en la misión de [[Chiquitos]], en la Bolívia, y ya existe discografia proporcionando parte de ese archivo.<ref name="Sloin"/>

La [[Escultura de los Siete Pueblos de las Misiones|escultura]] merece una atención especial por la buena cantidad de ejemplares remanentes. En este campo se encuentra bien visible a mezcla de rasgos de varias escuelas y épocas artísticas europeas. También aparecen elementos claramente indígenas en las feições de algunas imágenes, en certas posturas hieráticas, en una tendencia a la abstração de las formas y en los adornos típicos, y mismo en la rusticidade de ejecución, siendo tal vez a arte en que el elemento autóctone encontró más oportunidad de expressar su individualidade atravesando el rígido marco de preceptos estilísticos importados. Entretanto, se tales desvíos son tomados por parte de la crítica como auténticos señales de originalidade, por otro diversos autores los interpretam como mera inépcia en el mister. De cualquier forma, parece probable que las obras hoy consideradas de mayor calidad tengan salido de las manos de los propios jesuítas, algunos de los cuales poseían un dominio superior del ofício, como los sacerdotes [[Johann Bitterich]], [[José Brasanelli]], [[Anselmo de la Matta]] y nuevamente Antônio Sepp. A los indios cabia generalmente la participación como auxiliares, o eran incumbidos, cuando trabajando sin intervención directa de los sacerdotes, apenas de la producción de obras menores. Pero hace exceções registradas, como la del índio José, que en 1780 produjo una estatua del ''Señor de la humildade y de la paciência'', hoy en [[Buenos Aires]], considerada uno de los marcos iniciales del arte nacional argentina. Otro aspecto a ser llevado en cuenta es el hábito de trabajo colectivo para producción de cada pieza, el que muchas veces torna impossível la obtención de una homogeneidade formal en cada ejemplar específico y la identificación de estilos individuales.<ref name="Bailey"/><ref name="Trevisan"/>

También a [[arquitectura]] es digna de importancia. Los jesuítas introduziram una notable organización urbana en sus poblados, con mejoras que no se encontraban en muchas ciudades europeas de población comparável, con puentes, canalizações para irrigación, fuentes para agua y [[molino]]s. Las moradas, distribuidas en séries regulares, eran inicialmente de barro y cubiertas de paja, pero en algunas reducciones luego pasaron a ser hechas de piedra, teniendo varios aposentos, [[chimenea]]s y cobertura de tejas. Como ya se dijo, soluciones unificadas no existiram, y como en las iglesias, se encuentran desde templos modestos erguidos con ladrillo cozido al sol y pobre decoración interna, como en algunas misiones del [[Arizona]], hasta grandes edificios de piedra con fachadas ricamente ornamentadas, [[cúpula]]s e interiores luxuriantes donde el gusto barroco por el espetacular encontró perfeita expresión, y que constituyen documentos claros de la gran virtuosidade de sus mejores artistas, sin nada dever a similares europeos. Toda esa riqueza era un traço típico de la [[arte sacra]] européia de la época, y el culto se desarrollaba con un ritual magnificente, entre la rica [[Tallado dorado|talla]] de los altares, a profusa y significativa [[escultura|imaginária]], todo recubierto por la música solene del órgano, de la orquesta y del coro, enlaçando a teatralidade retórica barroca con el gusto índio por los festejos y ornamentos. Las iglesias eran así el punto focal de la vida en la misión, y a arte que continham, además de ser una oferenda a Deus, era elemento didático, pues siempre impressionou vivamente el indígena, excitando su fantasia y ampliando sobremaneira su susceptibilidad para la recepción de la doutrina religiosa. Simples o requintadas, las iglesias representabam en su tiempo el principal símbolo visible de la nueva orden y permanecen hoy como el más importante testimonio material de la existencia de las reducciones. Pero cabe recordar, conforme atesta la documentación, que la principal preocupação de los sacerdotes al erguerem una iglesia no era estética, aunque esta existiese, y si funcional. Fue notada, finalmente, a absorção de elementos de la arquitectura de los pueblos [[pré-colombianos]] en muchas iglesias.<ref name="Kaufmann"/><ref>[http://books.google.com/books?id=LYnBnf9mVZgC&pg=PA13&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Fajardo, pp. 173-174]</ref><ref name="Alfonso">Alfonso, Jordi Gussinyer. [http://books.google.com/books?id=svXvm_SDXrEC&printsec=frontcover&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Los Inicios de la Arquitectura Cristiana en el Nuevo Mundo'']. IN Jordán, Pilar García. ''Las raíces de la memoria: Amèrica Llatina, ahir i avui, Cinquena Trobada, Debat''. Edicions Universitat Barcelona, 1996. pp. 57-102</ref>

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Archivo:San Rafael church wall detail1.JPG|Detalle de pintura en la fachada de la iglesia de San Rafael de Velasco, misión de Chiquitos, Bolívia
Archivo:San Miguel church altar.JPG|Capela-mor de la iglesia de San Miguel de Velasco, misión de Chiquitos, Bolivia
Archivo:San ignacio mission.jpg|Iglesia de la misión de San Ignacio Kadakaamán, Baja Califórnia, México
Archivo:Altar mayor de la Iglesia Jesuítica de Alta Gracia.JPG|Retábulo-mor de la iglesia de la misión de Alta Gracia, Córdoba, Argentina
Archivo:San Javier church interior.JPG|Interior de la iglesia de San Javier, misión de Chiquitos, Bolívia
Archivo:Kerk Conception Exterieur.jpg|Iglesia de la Concepción, misión de Chiquitos, Bolívia
Archivo:San Pedro y San Pablo de Tubutama.jpg|misión de San Pedro y San Pablo del Tubutama, Sonora, México
Archivo:Concepcion church madonna.JPG|Detalle de altar en la iglesia de la Concepción, misión de Chiquitos, Bolívia
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==El legado de las misiones==

Las misiones jesuíticas fueron uno de los fenómenos culturales más ricos y peculiares de la historia de las Américas, permanecen como un tema muy fecundo para los historiadores no solo de la Iglesia Católica pero también interessando [[antropólogo]]s, [[sociólogo]]s, [[arqueólogo]]s y [[crítica|críticos de arte]], y también despertam reações apaixonadas. Pero los resultados globais de la propuesta missioneira son difíciles de avaliar, sequer fue un sistema monolítico como si tiene referido, pues las circunstancias encontradas por los sacerdotes por toda la América mostraram ser muy diversificadas. Trabajaron en regiones de [[desierto]], [[montaña]] y de [[selva]], y entre los grupos nativos que contataram estaban representantes de culturas altamente sofisticadas como a [[incas|inca]] y a [[maias|maia]], pero otras veces los pueblos estaban en estágios de civilización semejantes a los de la [[Prehistoria]]. Los obstáculos al estudio son aumentados por la pérdida de buena parte de la documentación de época, aunque el material sobrevivente ya sea de cualquier manera farto.<ref name="Marzal2"/><ref name="Codina"/><ref name="Custódio"/><ref name="Navarrete">Navarrete, Federico. [http://www.usp.br/revistadehistoria/menu.html ''Los puebLos indígenas de iberoamérica ante la crisis de 1808'']. Revista de Historia, nº 159, 2º semestre de 2008. pp. 11-35</ref>
[[Archivo:Missões.jpg|thumb|250px|Las [[Sitio Arqueológico de São Miguel Arcanjo|ruínas jesuítas de São Miguel de las Misiones]], en la [[Región de las Misiones]]. [[Patrimonio de la Humanidad]] desde [[1983]] en el [[Unidades federativas de Brasil|estado]] de [[Rio Grande do Sul]], [[Brasil]].]]

Muy se tiene discutido sobre el verdadero papel y caracter de los Jesuítas y de los indios en este gran ciclo sociocultural. Diversos autores consideram los sacerdotes como simples señores de esclavos travestidos de [[anjo]]s evangelizadores, instrumentos de las potencias europeas en un impulso [[imperialismo|imperialista]]. Para [[Octavio Paz]] el indígena se ajoelhava a causa del Cristo sangrante y humilhado, golpeado por los soldados, condenado por los jueces, porque que vía en el la imagen transfigurada de su propio destino.<ref name="Alfonso"/> Es cuestionada encima de todo a legitimidade de la transformación profunda de las culturas nativas con la consequente pérdida de sus identidades, y también a homogeneização de grupos distintos tratados en bloque, a postura [[Paternalismo|paternalista]] de los religiosos, y también a falla fundamental de la [[didática]] jesuíta, revelada tarde demás, en la dissolução imediata de todas las aquisições culturales y espirituales cuando el índio fue privado de la orientación de los religiosos, no habiendo evidência importante de la formación de culturas o sequer de escuelas artísticas regionales que tenga subsistido de forma independente y viva después a derrocada de la Orden y sus reducciones,<ref name="Gómez"/><ref name="Mörner"/><ref name="Alfonso"/><ref name="Navarrete"/><ref>García, Raúl. [http://books.google.com/books?id=kFb5iFRoUxgC&pg=PA39&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=&f=false ''Micropolíticas del cuerpo: De la conquista de América a la última dictadura militar'']. Volumen 2 de ''Latitud sur colección''. Editorial Biblos, 2000. pp. 38-39</ref> salvo casos pontuais, como los poblados de [[Chiquitos]], en la Bolívia, que consiguieron sobrevivir hasta los días de hoy con muchas de sus tradiciones y hábitos comunais preservados,<ref name="Custódio"/> y a Escuela de Cuzco de pintura, que también permanece en actividad, con la ressalva de que allí se cristalizaram fórmulas visuales de los siglos XVIII-XIX que no encontraron un camino de renovación verdadera. Es importante señalar también, conforme hace David Sweet, que repetidas veces fue patente el abismo entre los altos ideales de la propuesta evangelizadora y a dura realidad cotidiana, y que las relaciones de los sacerdotes con sus reducidos no fueron siempre amistosas, especialmente cuando lidaram con tribus más primitivas y resistentes a la reducción, como algunas de la [[Amazonia]], donde ocurrieron varios episodios de [[tortura]], [[Segregação racial|segregação]] y [[trabajo forçado]].<ref name="Sweet"/><ref>[http://books.google.com/books?id=bDmBq5aLcFYC&pg=PA59&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=gesuita&f=false Cuturi, p. 78]</ref> Otras veces apoiaram el extermínio de tribus inteiras, o se valeram del [[suborno]] de los caciques para conseguir a adesão de sus comandados.<ref>[http://books.google.com/books?id=u5xlLJfLfoMC&pg=PA275&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Sweet, pp. 290-291]</ref> En varios documentos históricos esas culturas primitivas son descritas con la más baja estima, chamando los indios de "obras", como si era para con los negros esclavos. También abundam comparações de los indios con animales, y es frecuente el uso de los verbos "amansar", "domar" y "domesticar" cuando se referem al proceso de reduzí-los. Son muy raras las citações de indios por sus nombres, salvo los caciques, y no parece haberse desarrollado ninguna amizade estrecha entre sacerdotes e indios individuales en cualquier de las reducciones, por lo menos no hay evidência documental; ningún escritor jesuíta jamás declaró tener aprendido alguna cosa con los pueblos que liderava no refirió algún aporte autóctone significativo a la cultura que nacía, y finalmente hasta en el siglo XVIII también había algunos que duvidavam que ellos fuesen de hecho humanos o que possuíssem a facultad de la [[razón]].<ref name="Sweet"/>

Antes de la expulsión de los jesuítas diversas apreciações faborables a su trabajo fueron publicadas por influentes autores europeos, como [[Montesquieu]], que dijo ser ''"una glória para la Compañía de Jesús tener mostrado por primera vez al mundo como es posible la unión entre religión y humanidad"'', y en términos semejantes [[d'Alembert]] louvou su trabajo dizendo que ''"mediante la religión alcançaram los jesuítas en el Paraguay una autoridad moral apoyada puramente en su arte de convencer y en su modo suave de gobierno"''. Hasta el propio [[Voltaire]], que era uno de los grandes inimigos de la Compañía, los comparou a verdaderos [[soberano]]s, [[legislador]]es y [[pontífice]]s. Dijo el: ''"pareciam un triunfo de la humanidade''".<ref name="Cuturi"/><ref>[http://books.google.com/books?id=45JjChbuZbEC&pg=PA267&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Aguirre, pp. 303-304]</ref> Con sus fallas y contradições internas, traídas a la luz abundantemente por la encuesta moderna, pero principalmente por sus conquistas positivas, las misiones jesuíticas exerceram un impacto profundo en la vida de las Américas. Para Aguirre el caracter revolucionario de las reducciones jesuíticas deriva

::''"de la premissa que les sirve de punto de partida, premissa que implica un expresso reconocimento de los vínculos que acostumbran unir las injustiças sociales con el atraso general de las sociedades. Por esto el sistema económico missioneiro jesuíta se encaminha, desde el principio, para conseguir el desarrollo económico de los pueblos aborígines, para organizar una orden social y productiva que permita a los indígenas americanos romperem las barreras de la miséria y tener una alternativa distinta de la que era se submeter a la economía de la ''[[encomienda]]'', de la ''[[mita]]'' y del [[latifúndio]] colonial. Los jesuítas no definiram el problema de la justicia en el plan jurídico, pero se propuseram a realizá-la en el ámbito de un sistema económico y social, donde a riqueza se acomodava en las pautas de una filosofía inspirada en la noção cristã de igualdade entre todos los hombres...''".<ref name="Aguirre, pp. 291-292">[http://books.google.com/books?id=45JjChbuZbEC&pg=PA267&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false Aguirre, pp. 291-292]</ref>
[[Archivo:MuseuJulio16.jpg|thumb|left|250px|Arte Missioneira: ''Nuestro Señor de los Passos'', siglo XVIII. Archivo del Museo Júlio de Castilhos]]

Para Wolfgang Reinhard por más controversiales que hayan sido los intentos de los jesuítas de adaptar a mensagem cristã en las concepções autóctones y de prover un cambio cultural dirigida, a empresa missioneira fue a mejor alternativa de que a América dispuso para levar adiante una colonización que era bajo todos los aspectos irrefreável y que en otras esferas se revelou brutal, y por esto mismo continúan a tener un apelo para el mundo moderno, donde a problemática integración de los pueblos indígenas remanentes con las culturas de entorno también no encontró soluciones satisfatórias,<ref>IN Fajardo, S.J., José del Rey. [http://books.google.com/books?id=70li2ei5hmQC&pg=RA1-PA824&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Los jesuitas en Venezuela'']. Universidad Catolica Andres, 2006, Volumen 5, p. 19</ref> una opinião que era dividida con [[Darcy Ribeiro]].<ref>Candeias, Nelly Martins Ferreira. [http://www.jbcultura.com.br/nelly/rguarani.htm ''República Guaraní: Las ruínas de Son Miguel'']. Diario Brasileño de Cultura. s/d.</ref> Uniendo una diligência evangelizadora intrépida con una base cultural de alta calidad, una practicidad única en la lida con los problemas que enfrentaram con un pensamiento económico, político y social arrojado y de amplio horizonte, su actuación fue decisiva en la formación de la civilización americana moderna, y el estudio de su ejemplo de desarrollo auto-sustentado, donde el objetivo primário era el bienestar y harmonia de las poblaciones a través del establecimiento de un modelo de vida sadia, significativa, solidária y justa para todos puede ser de alguna forma también útil para la sociedad moderna, en un continente que también sufre con las desigualdades sociales y donde los indios supervivientes permanecen en muy marginalizados y despossuídos. Adicionalmente, las misiones son vistas también como parte integrante de las identidades nacionales en los países americanos,<ref name="Alvero"/><ref name="Gómez"/><ref name="Martins"/><ref name="Aguirre, pp. 291-292"/><ref name="Suess">Suess, Paulo. [http://www.cimi.org.br/?system=news&action=read&id=1738&eid=362 ''El anti-herói Sepé Tiaraju'']. Consejo Indigenista Misionero. 10 de febrero de 2006</ref> y la importancia del proyecto jesuíta en las Américas es reforçada por el hecho de a [[UNESCO]] tener declarado como [[Patrimonio Mundial]] un significativo grupo de monumentos missioneiros - seis en la Bolívia, cinco en la Argentina, dos en el Paraguay y un en Brasil.<ref name="UNESCO"/>

Del lado de los indios el balanço final tal vez ya sea de evaluación también más árdua, una vez que la cultura predominante tende a analisar las cosas bajo su óptica particular. Con certeza fue una experiencia impactante para los pueblos indígenas, pero en el contacto con el blanco a anulação de su índole vital, de su visión de mundo y de su cultura - cuyos elementos, cuando preservados, eran adaptados y traduzidos siempre para servir al propósito de la cristianização - tal vez hayan sido pérdidas más importantes del que los supostos beneficios recibidos. Muy se tiene aplaudido las iglesias, la escultura, a música y las otras artes de que fueron autores o co-autores, pero una vez que ninguna tradición se arraigou entre ellos que pudiese evoluir independentemente a partir del modelo inaciano cuando las misiones fueron extintas, tal vez ya sea procedente el argumento de que el indígena, con exceções notadas, no pasó de una tabla rasa en las manos de los religiosos. Así mismo se registraron muchas declaraciones de indios protestando veementemente cuando las misiones fueron extintas, acusando los reyes de la España y Portugal de no saberem el que había custado erguer aquellas comunidades y el como estaban apegados a ellas, en una postura que era el perfeito opuesto de la sustentada en el inicio del proceso missioneiro, cuando generalmente las reducciones eran vistas más como locales de [[cativeiro]] dissimulado,<ref name="Martins"/><ref name="Mörner"/><ref name="Alfonso"/><ref>Tello, Aurelio. [http://books.google.com/books?id=IW4nZibfah8C&pg=PA83&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''El patrimonio musical de México: Una síntesis aproximativa''] IN Florescano, Enrique. ''El Patrimonio Nacional de México, II''. Fondo de Cultura Economica, 1997. p. 83</ref> y vale la pena transcrever el testimonio de [[Auguste de Saint-Hilaire]], que en pasando por la provincia de [[Rio Grande do Sul]] en 1820, época en que los poblados locales ya estaban en ruínas, registró:

::''"Entre los indios, vi apenas una mujer que vivió bajo el gobierno de los jesuítas, y ella pronuncia el nombre de jesuítas con profundo respetó; sin embargo muchos guaraníes se lembram de haber ouvido sus país o avós hablar de ellos, dizendo que, cuando esos religiosos administravam la región, fue el tiempo de la felicidade."'' <ref>Saint-Hilaire, Auguste de. ''Viaje al Rio Grande del Sul''. Porto Alegre: Martins Livreiro, 2002. p.323</ref>

A revalorização cultural de las misiones jesuíticas nació a partir del ínício del siglo XX, cuando se fundó en 1932 la primera facultad de [[Missiologia]] en la [[Universidad Gregoriana]] del [[Vaticano]] y el movimiento misionero ganhava nuevo impulso, antropólogos estudavam con métodos más científicos las culturas tradicionales,<ref>Navarrete, S.J., Urbano. [http://books.google.com/books?id=0YQb9mAXD1AC&pg=PA16&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Prefazione'']. IN Dhavamony, Mariasusai. ''Prospettive di missiologia, oggi''. Volumen 16 de ''Documenta missionalia''. Editrice Pontificia Università Gregoriana, 1982. p. 7</ref> arquitectos pasaban a dedicar su atención al modelo urbano de las reducciones, y órgano de [[patrimonio histórico]] también se voltavam para ellas en la preservación de sus relíquias, trazendo-as nuevamente a la evidência.<ref name="Custódio"/> Las misiones también son un tema fértil y su caracter - real o suposto - de [[utopia]] ya dio margen al surgimiento de obras literarias, documentários, exposiciones de arte y filmes, bien como a la formación de un [[folklore]] propio, con variadas abordagens y conclusões. En años recientes la producción [[cine]]tográfica norte americana ''[[The Mission (filme)|La Misión]]'', estrellada por el conocido actor [[Robert De Niro]], recibió larga divulgación y diversos prêmios internacionales.<ref name="Narang"/> En la cultura oficial de [[América Latina]] contemporánea se percibe una tendencia a una glorificação muchas veces acrítica y [[propaganda|propagandística]] de las misiones y de sus personajes más destacados, transformados en figuras [[Numina|numinosas]] y focos agregadores de virtudes colectivas de [[civismo]], fé y coragem, discurso enfatizado por el hecho de algunos misioneros tener sido [[canonización|santificados]] o [[beatificação|beatificados]] por la Iglesia Católica, esto después de un período de intensa negação de su valor en el siglo XIX en el proceso de construcción de las independências nacionales, cuando eran memoria indesejada del período colonial.<ref>García, Antonio Rubial [http://books.google.com/books?id=UpPgo6ntPIEC&printsec=frontcover&hl=pt-BR&source=gbs_navlinks_s#v=onepage&q=&f=false ''La santidad controvertida: hagiografía y conciencia criolla alrededor de los venerables en el canonizados de Nueva España'']. Sección de obras de historia. Fondo de Cultura Economica, 1999. pp. 11-13</ref><ref>Martínez, José Luiz; Gallardo, Viviana & Martínez, Nelson. [http://books.google.com/books?id=xLF7_47o_aQC&pg=PA110&dq=misiones+jesuitas&lr=&as_drrb_is=q&as_minm_is=0&as_miny_is=&as_maxm_is=0&as_maxy_is=&as_brr=3&hl=pt-BR#v=onepage&q=misiones%20jesuitas&f=false ''Construyendo identidades desde el poder: los indios en los discursos republicanos de inicios del siglo XIX'']. IN Boccara, Guillaume (ed). ''Colonización, resistencia y mestizaje en las Américas (siglos XVI-XX)''. Volumen 148 de ''Travaux de l'Institut français d'études andines'', Volumen 148 de ''Colonización, resistencia y mestizaje en las Américas''. Editorial Abya Yala, 2002. pp. 20-30</ref> Como ejemplo, Paulo Suess aponta que las misiones de los [[Siete Pueblos de las Misiones|Siete Pueblos]] son presentadas en los días de hoy por el poder público brasileño como un momento glorioso en la historia del sur de Brasil, y los indios masacrados en la [[Guerra Guaranítica]] son retratados como [[héroe]]s, especialmente [[Sepé Tiaraju]], centro hasta de un culto popular, aunque esta postura tenda a ocultar o dissimular los graves problemas enfrentados por todas las comunidades indígenas que también existen, en gran parte en un estado de miséria y abandono, en una especie de ''"cultos al esquecimento, liturgias que desarmam los guerreros homenageados y se apropriam de su causa"''.<ref name="Suess"/>

== Referencias ==
{{Listaref}}
{{Traducido ref |pt| |Portugués|oldid= |trad=[[PR:ATRAD|automática]]}}

==Véase también==
{{História do Brasil}}

{{Commons1|Category:Reductions in the Americas}}
* [[Pueblos ameríndios]]
* [[Compañía de Jesús en Brasil]]
* [[El Uraguai]]
* [[Siete Pueblos de las Misiones]]
* [[San Ignacio Miní|Misión de San Ignacio Miní]]
* [[Santa Ana (misión)|Misión de Santa Ana]]
* [[Nuestra Señora de Loreto (Argentina)|Misión de Nuestra Señora de Loreto]]
* [[Santa María mayor (Argentina)|Misión de Santa María mayor]]
* [[Jesús de Tavarangue|Misión de Jesús de Tavarangue]]
* [[La Santísima Trinidad de Paraná|Misión de La Santísima Trinidad de Paraná]]
* [[Chiquitos]]
* [[Sitio Arqueológico de São Miguel Arcanjo]]
* [[Escultura de los Siete Pueblos de las Misiones]]
* [[The Mission (filme)]]
* [[Museo de las Misiones]]
* [[Barroco]]

==Enlaces externos==
*[http://www.newadvent.org/cathen/12688b.htm Reductions of Paraguay] - The Catholic Encyclopedia
*[http://www.boliviabella.com/misiones-jesuitas.html Tour virtual por las misiones jesuítas de Chiquitos, Bolivia]
*[http://www.saomiguel-rs.com.br/Turismo/ Portal de la misión de São Miguel Arcanjo, Brasil]
*[http://www.cervantesvirtual.com/bib_tematica/jesuitas/ Expulsión y exílio de los Jesuitas de los territorios de Carlos III] - Portal temático de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, con secciones especiales para las reducciones guaraníes
*[http://www.cervantesvirtual.com/bib_tematica/jesuitas/recursos/recursos.shtml Links sobre los Jesuítas y sus misiones en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes]
*[http://lanic.utexas.edu/project/tavera/ Guía preliminar de fuentes documentales etnográficas para el estudio de los pueblos indígenas de Iberoamérica] - Fundación Histórica Tavera
*[http://www.acceder.buenosaires.gov.ar/pt/buscador/cd:Museo_de_Arte_Hispanoamericano_Isaac_Fernandez_Blanco.70/subject:Misiones+Jesuitas Galería de arte missioneira] - Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, Argentina
*[http://whc.unesco.org/en/list Lista del Patrimonio Mundial] - Página oficial de la UNESCO
*[http://tierrasinmal.org.ar/tierra/ Fundación Tierra sin Mal]
*[http://www.memoriachilena.cl/temas/dest.asp?id=musicamisionescancionero Cancionero Chilidugú] - Música de las misiones jesuitas de la Araucanía - Partitura y mp3
* [http://www.chiquitania.com/missions.html Detalladas e ilustradas descripción de las reducciones jesuíticas en la Bolívia.]

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Revisión del 02:30 30 ene 2012

Florian Paucke: Una reducción guaraní, mostrando al centro de la plaza un ejercicio de la cavalaria, siglo XVIII

Las missões jesuíticas na América, también llamadas de reduções, fueron los poblados indígenas organizados y administrados por los sacerdotes jesuítas en el Nuevo Mundo, como parte de su obra de cunho civilizador y evangelista. El objetivo principal de las misiones jesuíticas fue el de crear una sociedad con los beneficios y cualidades de la sociedad cristã européia, pero isenta de sus vícios y maldades. Esas misiones fueron fundadas por los jesuítas en toda la América colonial, y según Manuel Marzal, sintetizando la visión de otros estudiosos, constituyen una de las más notables utopias de la historia.[1]

Para conseguirem su objetivo los jesuítas desenvolveram técnicas de contacto y atracción de los indios y luego aprenderam sus lenguas, y a partir de esto los reuniram en poblados que por veces abrigaram miles de individuos. Eran en larga medida auto-suficientes, dispunham de una completa infraestructura administrativa, económica y cultural que funcionava en un régimen comunitário, donde los nativos fueron educados en la fé cristã y ensinados a crear arte en las veces con elevado grado de sofisticación, pero siempre en moldes europeos. Después de un inicio assistemático marcado por tentativas frustradas, a mediados del siglo XVII el modelo missioneiro ya estaba bien consolidado y disseminado por casi toda la América, pero tuvo de continuar enfrentando la oposición de sectores de la Iglesia Católica que no concordavam con sus métodos, del resto de la población colonizadora, para quien los indios no valiam a pena el esfuerzo de cristianizá-los, y los bandos de cazadores de esclavos, que aprisionavam los indios para submetê-los al trabajo forçado en la economía colonial exploradora y destruíram diversos poblados, causando muchas muertes. Mismo con varios problemas a vencer las misiones como un todo prosperaram a punto de a mediados del siglo XVIII los jesuítas se tornarem suspeitos de intentar crear un imperio independente, el que fue uno de los argumentos usados en la intensa campaña difamatória que sufrieron en la América y en Europa y que acabó por resultar en su expulsión de las colônias a partir de 1759 y en la dissolução de su Orden en 1773. Con esto el sistema missioneiro entró en colapso, causando la dispersión de los pueblos indígenas reducidos.[1][2]

El sistema missioneiro buscó introduzir el Cristianismo y un modo de vida europeizado, integrando, sin embargo, varios de los valores culturales de los propios indios, y estaba basado en el respetó su persona y a sus tradiciones grupais, hasta donde estas no entrassem en conflito directo con los conceitos básicos en la nueva fé y de la justicia. El mérito y la extensión del éxito de esa tentativa tienen sido objeto de gran discusión entre los historiadores, pero el hecho es que fue de importancia central para la primera organización del territorio y para el lançamento de las fundações de la sociedad americana como hoy ella es conocida. Varios monumentos missioneiros son hoy Patrimonio Mundial.[1][2][3][4]

Orígenes y evolución del sistema missioneiro

Plantilla:Artigos principais

La creación del sistema de las misiones debe ser estudiado en el contexto de la política colonial desarrollada por las potencias europeas para la recém-descoberta América, que originalmente era habitada por incontables etnias de pueblos indígenas, en varios grados de civilización. A pesar de algunos contactos preliminares entre europeos e indios tener sido pacíficos, luego los colonizadores comenzaron a empreender una conquista belicosa y sanguinária, submetendo los nativos por la fuerza de las superiores armas y técnicas militares europeas, y despojando-os de cualquier tesoros que fuesen encontrados. En vista de las atrocidades que iban siendo cometidas, reyes y papas legislaram a favor de los indios, pero con poco efecto, pues el control sobre las provincias distantes era muy difícil, y los abusos continuaron a lo largo de toda la historia de la colonización. Junto con los primeros colonizadores llegaron religiosos de varias Órdenes misioneras, principalmente franciscanos y dominicanos. Su presencia se justificava porque entre los objetivos de la Conquista estaba a cristianização de los pueblos dominados, pero muchos de esos misioneros fueron complacentes con el uso de la violencia y se beneficiaron de su explotación. Poco después, preocupado con los rumos descontrolados que a Conquista española tomava, Carlos I de España chamou los jesuítas para intervinieran en el proceso, mientras que Don Juán III de Portugal daba las primeras órdenes para que a evangelização de los indios fuese entregada a los cuidados de la Compañía de Jesús.[5][6][7]

Inácio de Loyola con un libro donde se lee el lema de su Orden: Ad maiorem Dei gloriam (Para la mayor glória de Deus)

La Compañía de Jesús fue fundada en 1534 por Santo Inácio de Loyola, y en pocos años conquistó gran prestigio por su dinamismo y por el sólido preparación teológico y cultural de sus miembros, que ascenderam a posiciones de importancia en el clero y en los conselhos de reyes y príncipes. A Orden se tornó la principal fuerza de la Iglesia Católica en el proceso de la Contra-Reforma, renovou a pedagogia en Europa, y de hecho representó a vanguardia religiosa en su tiempo, contando con privilégios especiales y gran independencia de la estructura hierárquica católica, pero votando una obediencia total al papa.[8][9]​ Los jesuítas aportaram en el Brasil en 1549, en el Peru llegaron en 1567, en el México en 1572 y en la Nueva Francia en 1611, pero el sistema missioneiro llevó varias décadas para estructurarse y consolidar.[1]​ De esa forma, las primeras tentativas de evangelização fueron informais, itinerantes, poco coerentes y sin resultados significativos, y encontraron los entraves de la ausencia de instituciones jurídicas y administrativas de apoyo eficazes, de la poca colaboración de otras Órdenes - cuando no su conivência con las práticas predatórias de los colonizadores, como lamentou en Brasil Manuel de la Nóbrega - y de la objeção de los primeros colonizadores que ya estaban instalados, para quien los indios eran tan desprezíveis como los negros y solo les pareciam úteis como trabajadores braçais. La primera iniciativa de fundación de poblados especiales para los indios cristianizados partió de Don Juán III, que en Regimento al primer gobernador general de Brasil Tomé de Sousa ordenó que ellos vivessem en grupos en las proximidades de las villas para que pudiesen entrar en más íntimo contacto con los cristãos y pudiesen ser mejor doutrinados. La idea fue louvada por Nóbrega, pues el sin demora percebeu la ineficiencia de las misiones itinerantes, poco antes de el padre español José de Acosta hacer la misma constatação en el Peru.[7]

El massacre de los incas en Cajamarca, en la conquista española del Peru
Reducción de Nuestra Señora de Loreto Conchó, Baja Califórnia, México
Rugendas: asentamiento en el centro de Brasil

Nóbrega escribió a los sus superiores solicitando que los jesuítas obtivessem del papa el poder de erigir altares donde bien les aprouvesse y así consolidar sus poblados, al mismo tiempo en que recomendou paciência para con el proceso de aculturação, prevendo que una transformación autoritária, súbita y radical en los costumbres indígenas no daria frutos positivos. También reconoció, en su Diálogo de la Conversión del Gentio (1556-57) que los indios no eran esencialmente malos, a pesar de sus práticas religiosas "abomináveis", y que podían ser gradualmente conducidos a una vida más digna, pues se su religión era errônea, a raiz del mal estaba más en el tener un caracter supersticioso, que podía ser encontrado en cualquier pueblo ignorante, y no por ser intencionalmente maligna, a opinião más corriente.[7]​ Acosta viajou para el Peru en el cargo de Provincial de la Orden en 1576 y, inspecionando el trabajo hasta entonces desarrollado entre los indios, el considerou insatisfatório. En la asamblea provincial de 1576 y en el concílio de Lima de 1582-83, reunidos para examinar las causas del fracasso, Acosta recolheu los elementos necesarios para componer a obra De procuranda indorum salute (1588), donde sintetizó sus experiencias y presentó las contradições de la evangelização en el Nuevo Mundo. En esa altura las pilhagens, escravizações y assassinatos en masa ya se habían tornado un escándalo, condenado en Europa, a pesar de el Papa Paulo III tener publicado ya en 1532 una bula en que proclamava a libertad de los indios en las possessões españolas. Las ideales de Acosta eran en resumen las mismas de Nóbrega, y aparecieron como una alternativa viable de creación de una obra misionera basada en el respetó a los indios y más independente de un Estado que se revelara cruel e imoral, preservando los costumbres nativos que no se opusessem directamente a la fé cristã y a la justicia, aunque no abandonasse de todo la idea de la imposição doutrinal forzada en algunos casos. Hombres de su tiempo, Nóbrega y Acosta consideravam a cristianização del gentío un imperativo para su propio bien (pro su salute), y viam con malos ojos su religión, pero encontraron un camino para su reforma, y no su supresión total, identificando puntos de semelhança con el Catolicismo, como la creencia en la vida después a muerte y en un deus supremo. Combateram el método de erradicação completa de los símbolos religiosos y culturales nativos acreditando que a pesar de su idolatria los indios podrían conocer a "verdadera fé" a través de la razón. Esas ideales liberales tenían larga historia, pues el Papa Gregório I en el siglo VI ya recomendara para Agostinho de Cantuária, el evangelista de la Inglaterra, que trabalhasse sobre los costumbres locales y preservasse todo que fuese positivo en la fé autóctone.[1][6]

Entretanto, en Brasil aparecieron divergências sobre el modo de conduzir el trabajo misionero. Nóbrega comenzó a mudar su discurso, apostando entonces más en la sujeição pura y simples del índio, y esa tendencia parece haberse tornado de ahí en a causa a predominante, dando al missionarismo portugués en general un caracter distinto del español, y relativamente menos fructífero en lo que dice que respetó al sistema missioneiro en particular, hasta porque las misiones de toda la mitad norte del actual Brasil fueron de las que trouxeram más problemas para se estabilizar, cuando fueron capazes de hacerlo.[10][11][12]​ En la época en que Portugal y España estaban governados por un mismo rey, fue publicada a partir de 1607 una serie de decretos que protegiam las misiones, dando-lhes total autonomía desde que hubiese allí un representante de la Corona. Al mismo tiempo se proibiu el acceso de mestiços y negros, y se dieron salvaguardas para los indios reducidos a fin de que no pudiesen ser capturados por los encomenderos, los cazadores de esclavos. El resultado de esas nuevas medidas fue que gran número de indígenas buscó protección dentro de las reducciones, en un período en que crecía aceleradamente a demanda por esclavos y los ataques ilegais a los poblados también se multiplicaban. Se calcula que solamente en 1630 hayan sido muertos o aprisionados cerca de 30 mil nativos en la región del Paraguay.[5][13]

Las ideales de Acosta fueron llevadas adiante en la América española por Antonio Ruiz de Montoya, que trabajó entre los guaraníes de Paraná-Paraguay y escribió el libro Conquista espiritual (1639), donde propuso la fundación de poblados indígenas afastados de las zonas de colonización, dando diretrizes para la organización de su vida sociocultural y para una evangelização más profunda, salientando el hecho de que los indios eran, por fuerza de la Conquista, subditos legítimos del rey español y merecedores así de respetó y de una protección oficial más efectiva, tanto más que su trabajo revertia en rendas para la Corona y las reducciones españolas funcionaban como baluartes contra la expansión portuguesa. En la misma obra relatou los progressos positivos que testemunhara aplicando sus ideales entre los indios y la rica y harmoniosa sociedad que conseguira establecer en las reducciones que fundara. Mientras que esto, en Brasil, el padre Antônio Vieira se esforçava por livrar los indios de la esclavitud y exigía, con éxito, del nuevo rey portugués, Don Juán IV, a regularização del status jurídico y la autonomía administrativa de los povoamentos establecidos por los jesuítas, haciendo el monarca ver que los intereses de la Orden no eran contrários a los de la Corona, y más del que esto, les eran de auxílio. Pero mismo que los jesuítas trabalhassem para minimizar la dependencia de las reducciones del Estado y el contacto con los otros colonizadores, esas conexiones no fueron rompidas completamente. Tampouco los jesuítas se opuseram al concepto simples de la colonización européia de América, pues ella era evidentemente irreversível y ellos mismos fueron uno de sus agentes más importantes.[1][11]​ Además de esto, para los jesuítas una evangelização centrada en núcleos urbanos nuevos se revelava inmediatamente vantajosa, tanto por la mayor facilidade de administrar el poblado desde el inicio de acuerdo con sus ideales, creando un modelo económico autosustentable que facilitasse a obra catequética, como por el hecho de que se mantenían más isolados del contacto con los otros colonizadores.[14]

Un encomendero capturando un índio
Jesuítas martirizados por los indios mapuches en 1612 en el Chile

A mediados del siglo XVII muchas de las reducciones ya eran prósperas el bastante para desenvolver un activo comercio con las ciudades y provincias próximas, llegando a exportar muchos productos para la Europa, incluyendo instrumentos musicales y esculturas, e importando otros tantos. En diversos casos su éxito fue de hecho notable, superando en muy el nivel de vida de los colonos asentados en las villas y ciudades, desenvolvendo una estructura administrativa y económica mucho más eficiente y humana, y práticas tecnológicas más avanzadas. A pesar de esto el sistema missioneiro jamás se livrou de continuadas dificuldades e imprevistos. En la mayor parte de las misiones hubo declive en la tasa de natalidade de los indios. En las de la Califórnia se verificó una caída poblacional de 80% hasta el fin del siglo XVIII, y esa caída, se bien que no tan acentuada en otros lugares, fue un fenómeno generalizado, situación piorada con la presencia de diversas plagas agrícolas, prejudicando la producción de medios de subsistencia y provocando períodos de fome, cuando no eran las epidemias y los ataques de tribus salvajes que dizimavam o afugentavam la población de núcleos ya consolidados. Otro problema fue el conflito entre la constante presión del Estado para una aculturação rápida y a incapacidade de algunos grupos indígenas de que se integrarem a la civilización extranjera en el ritmo desejado por los colonizadores, haciendo con que sus estructuras culturales originales se desvirtuassem a punto de causar una crisis interna en el grupo y a rejeição completa de la propuesta missioneira, revertendo para las selvas, pero ya teniendo perdido buena parte de su conocimiento tradicional de práticas caçadoras-coletoras y guerreras, acabaron no pudiendo se readaptar al ambiente primitivo, perecendo de fome o cayendo en las manos de los cazadores de esclavos. En otros casos los sacerdotes eran en número insuficiente o estaban mal-preparados, ya sea no conseguindo establecer lazos de confianza eficientes con los indios, ya sea administrando de forma incompetente, o acabaron desmotivados a causa de la aspereza de la tarefa y abandonaram las poblaciones.[15][16][17][18]​ Además de esto el conflito de intereses entre los colonos ya instalados y los misioneros nunca se resolvió, y los enfrentamientos violentos no fueron raros, especialmente en las incursiones de los contrabandistas de ganado, de los que cobiçavam supostos tesoros escondidos por los sacerdotes, de los exploradores en Brasil y de los encomenderos en la América española, buscando en los indios mano de obra esclava, con el resultado de muertes numerosas y destrucción de muchas reducciones. Por fin, en las tentativas de aproximación algunas tribus se mostraram hostis y otras se rebelaram después de reducidas, con el consequente assassinato de los sacerdotes, y las diferencias de visión entre los jesuítas y las otras Órdenes y a Inquisição les trouxeram problemas adicionales.[19][20][21]

Las misiones en la América del Norte

A conquista española de América se extendió para el norte hasta las regiones de la Flórida, Texas, Nuevo México, Arizona y Califórnia, pero buena parte de la región norte-leste norteamericana fue colonizada por franceses e [[i, E Ingleses. El territorio de la Nueva Francia comenzó a ser evangelizado a comienzos del siglo XVII por jesuítas franceses, que tentaram establecer un sistema similar al de las reducciones hispânicas, pero sin conseguirem el mismo éxito. Sus primeros contactos fueron con los iroqueses y algonquinos, y enseguida alcançaram la mayor parte de los grupos étnicos de la región, llegando hasta donde hoy es el Canadá, pero después reduziram su escopo de actuación, se concentraram en los dos grupos iniciales, y se establecieron principalmente en los arredores de Quebec y Montreal. En parte su trabajo fue facilitado por la inclinação comercial de la colonización francesa, el que exigía a mantenimiento de relaciones más amistosas con los indios, pero el constante estado de guerra entre las tribus, que custou la vida de muchos sacerdotes, y su marcado espíritu de independencia, más a falta de apoyo de la Corona francesa y a creciente penetración de colonos protestantes ingleses, que hacian una campaña en Europa contra la presencia jesuíta allí, impediram que esa ventaja de ese frutos importantes y se fundassem reducciones estables.[22][23]

Fin del ciclo

De cualquier forma, en el siglo XVIII las reducciones habían alcanzado en conjunto un éxito económico y autonomía administrativa grandes el suficiente para que começassem a ser vistas como una ameaça al poder de las Coronas española y portuguesa, y la Compañía de Jesús como un todo, que había a esta altura acumulado riquezas inmensas y conquistado un poder político comparável, pasó a ser acusada de ser un antro de enganadores astutos e inescrupulosos y de intentar establecer un imperio teocrático independente en la América, al mismo tiempo en que se desencadeava una grave querela sobre los ritos en las misiones del oriente. Los jesuítas tuvieron también de hacer frente al sentimento anticlerical fomentado por los iluministas, el que fue agravado con su envolvimento en la disputa política de fronteras entre portugueses y españoles en la América del Sur. Los crescentes desentendimentos de los religiosos con el poder laico y con la propia hierarquia de la Iglesia acabaron por resultar en su evacuação de las colônias americanas, no sin antes ocorrerem revueltas sangrientas como a Guerra Guaranítica en el sur de Brasil.[24]​ Fueron expulsados de la colonia portuguesa de Brasil en 1759 a través de un decreto del Marqués de Pombal, que dos años antes de esto ya había emitido el Directorio que se debe observar en las poblaciones de indios del Pará y Maranhão, que para Moreira Nieto fue

"un claro instrumento de intervención y submissão de las comunidades indígenas a los intereses del sistema colonial. En ese sentido, ampliava y completava a obra de desorganização de la vida indígena tribal, inaugurada por las misiones. Al estimular el aumento del número de colonos blancos y su consequente dominio sobre los indios, asegurado por la mantenimiento y ampliación de la distribución obligatoria de la fuerza de trabajo indígena entre los colonos, la práctica pombalina tuvo un resultado más negativo - para el futuro de los indios concretamente enargados en el proceso - del que la acción missioneira anterior, aunque la política indigenista pombalina pretendesse aparecer como progressista y liberal".[15]

En 1768, por orden del rey Carlos III, a España hizo el mismo en sus colônias americanas, justificando la decisión por considerar que la Compañía se opunha al Estado y al bien público, siendo cerradas también todas sus cátedras de filosofía en los colégios, acusando-os de que se colocarem indevidamente como mediadores entre la voluntad divina y el libre arbítrio, de manterem una postura poco humilde, y de sustentarem interpretaciones excessivamente liberales de la doutrina y muy condescendentes para con las fraquezas humanas, haciendo poco caso de las decisiones de los cânones y concílios, el que indica que además de ser vistos como ameaça política también su sistema filosófico y moral estaba en xeque.[25]​ Considerando que su actividad era equívoca e infrutífera, dijo el enviado español al Nuevo Mundo, Francisco Antonio de Lorenzana, Inquisidor-Geral de la España y encargado de implementar el decreto y reformar el sistema de educación religioso:

Ruínas de la misión de São Miguel Arcanjo en 1846, Brasil
"En todos los siglos se dijo que el mundo está perdido, pero su relaxamento fue mayor en algunas épocas del que en otras: el (mundo) de nuestros días vê más frecuencia a los sacramentos, más religiones fundadas, mayor número de sacerdotes y ministros, mayor cantidad de confessores, mayor formosura y adorno en las iglesias, y más socorro para todo el espiritual de que en los siglos anteriores. Pero con todo esto no progrediu la reforma de los costumbres, no aumentó el fervor de los cristãos para cumple las obligaciones de su condición".[25]

El golpe derradeiro, que selou el fin de la empresa missioneira, fue a dissolução de la Compañía de Jesús en 1773 por el documento Dominus ac redemptor del papa Clemente XIV, pero las reducciones no fueron inmediatamente abandonadas. Diversas continuaron funcionando hasta el inicio del siglo XIX, con su gobierno entonces dirigido por oficiales militares y un clero secular o miembros de otras Órdenes como los franciscanos, pero la dispersión fue inevitável, ocurriendo caída drástica en la producción, motins, deserciones en masa, aprisionamento de indios, depredações de los edificios y saque de las iglesias - solamente de los Siete Pueblos de las Misiones las tropas de Fructuoso Rivera en 1828 roubaram 60 camiones de objetos preciosos y obras de arte [26]​ - deteriorando sin remédio el antiguo sistema.[27]

A teologia prática de los jesuítas

A gran obra misionera que los jesuítas construyeron en la América - y también en el oriente y África - estubo intimamente vinculada a varios conceitos teológicos inovadores que sus luminares desenvolveram. Antes de esto, el terreno fuera preparado por la publicación de la bula Inter coetera Divinae en 1493 por el papa Alexandre VI, que dividió las tierras recién descubiertas del ocidente entre los reinos de la España y Portugal y resultó en la prática con la consolidación del derecho del Padroado, que concedia a los soberanos portugués y español una jurisdicción no apenas política pero también eclesiástica sobre el Nuevo Mundo. Sobre esta base doble se estruturou toda la Conquista, requerendo para ser implementada en ese molde tanto exércitos como misioneros.[28][29]​ Cuando los estatutos de la Compañía de Jesús fueron definidos, en 1540, estaban establecidas sus vocações principales, entre ellas la de obediencia total al papa, y la de se prontificarem a ir, sin questionamentos, donde el indicase para la divulgación del Evangelho, el llamado "cuarto voto". Esto configurava un modelo de evangelização a la imitación del apostolado impuesto por Cristo para sus discípulos - de la misma forma que Cristo enviara sus apóstolos para el mundo, el papa, como vicario de Cristo, enviaria los jesuítas -, daba un tom nítidamente cristológico su vocación, buscando en toda parte señales que prefigurassem el Según Advenimiento, y era una vinculación con la teologia sincrética de São Paulo, que en su predicación para los griegos identificara su deus ignoto con el deus cristão. A partir de esa vinculación el pensamiento jesuíta se inclinou para el concepto de la revelación natural, para la busca de un deus acessível a todos, un deus que vivía en todos y a todos animava, el que posibilitó que los jesuítas fuesen simpáticos y tolerantes con credos não-cristãos y encontrassem inspiración en los textos de la filosofía clásica, la cual por su vez ya inspirara los primeros Doutores de la Iglesia como prenúncios de la doutrina de Cristo.[29]​ De esa forma, su teologia inicial fue un producto típico del Humanismo renascentista, haciendo una mediação entre la tradición de la Antiguidade clásica pagã y el Cristianismo.[6]

Un jesuíta de las misiones del oriente, vestido con costumbre local, ilustrando el concepto de la acomodação

A liberalidade de su pensamiento fue cristalizada en el concepto de la acomodação (accomodatio), que interpretava a doutrina de que a salvação solo podía acontecer dentro de la Iglesia (extra Ecclesiam nulla salus) en los términos de la posibilidad de remissão del pecado original mediante apenas la ley natural. Una vez que Deus criara toda la orden del universo, estaba en todas las cosas y daba a todas una especie de iluminación interna, presente hasta en aquellos hombres que jamás habían conocido el Evangelho pero que por virtud de esa luz estaban imbuídos de una "fé implícita". Era, pues, todo el mundo manifesto a gran Iglesia de Deus, y así a acomodação permitió que los jesuítas encontrassem en la fé alheia imágenes comunes con el Catolicismo. Sin embargo, esas proposições divergiam del que resolvera el Concílio de Trento, que entendera impossível a justificação sin fé declarada y sin batismo. Al mismo tiempo, a acomodação era tomada también en su sentido estrito, como una capacidad de adaptación en las circunstancias y en las necesidades locales de la evangelização, autorizando los jesuítas a se moldarem externamente a cualquier forma de culto estranho, desde que en su interior preservassem a "verdadera fé", a fin de que el contacto intercultural fuese satisfatório y frutificasse dentro del espíritu de la diplomacia, del respetó y de la etiqueta. Empleando esa forma de apostolado indireto, se chocavam contra las Órdenes misioneras que preferiam modos explícitos de predicación, ensinando en las calles y exibindo ostensivamente los símbolos cristãos como el crucifixo.[30]

Esas ideales poco ortodoxas fueron, junto con las acusações de imperialismo dissimulado, interferencia indevida en la política, ultramontanismo y enriquecimento suspeito, las causas principales para que começassem a recibir críticas de varios pensadores y clérigos importantes, inclusive generando dissidências internas. Los críticos deploravam el efecto que a metodologia jesuítica estaba produciendo en la América, tales como manifestaciones grosseiras de devoción entre los indios en un culto exesivo en las imágenes dos santos, que se aproximava de la idolatria, y un ardor misionero demasiado afeito a la glorificação del martírio, y buscavam regularizar, moderar y "esfriar" los movimentos de renovación de la fé cristã. Al mismo tiempo, en el oriente, trabajando con culturas de gran antiguidade y sofisticación como a japonesa y a chinesa, los jesuítas pareciam estar se inclinando a una valoración imprópria de la razón, de la ciencia y de la educación profana en detrimento de la fé, y estaban introduciendo práticas estranhas en el propio ritual de la misa. Ademais, mantenían opiniões controversas sobre el livre-arbítrio y a predestinação y atraíram a inveja de otras Órdenes por la influencia conquistada sobre la política eclesiástica del Estado, por ser hasta antes de la ascención de Carlos III los confessores prediletos de los reyes de la España, y también durante algún tiempo de los reyes de la Francia. Finalmente, la afluencia a la Europa de una profusão de relatos maravilhosos y excitantes de los jesuítas sobre su experiencia con un vasto número de culturas exóticas, algunas de ellas con filosofias propias que podían competir con la tradición clásica en términos de sutileza y profundidad, comenzó a abalar, aunque involuntariamente, a noção de superioridade de la civilización cristã, instilando en ella el germe del relativismo.[31][32][33]​ Según Elisabetta Corsi,

"Fieles al mandato de Inácio de 'achar Deus en todas las cosas y todas las cosas en Deus', los jesuítas missioneiros ... trataron de harmonizar el ideal cristão con las diversas manifestaciones culturales y religiosas de los pueblos con que interagiram. Su actitud, amiúde audaz y liberal, pero no isenta de eurocentrismo y de una certeza intrínseca en la unidad y superioridade del Cristianismo, generó intensos debates en Europa durante mucho tiempo. Los testemunhos escritos de esos debates casi siempre reflejan posturas extremadas: pasan de la glorificação a la demonização, e intimam para que adotemos un partido, ya sea esos que los vienen como colonizadores sin escrúpulos como de los que los percebem como místicos sobrenaturais. Cuando esas tensiones se tornaran intoleráveis la Compañía fue suprimida en varios países, culminando con su dissolução definitiva en 1773".[34]

La organización de las misiones

Las reducciones eran concebidas de forma a se desenvolverem de forma auto-sustentada, conforme había prescrito Loyola en las Constituições de la Orden, donde cada domicilio de la Compañía estaba obrigado a funcionar con independencia,[35]​ y por esto deviam poseer todos los equipamientos y estructuras necesarios para tal, se tornó en la prática grandes empresas industriales y agropecuárias. En ese proceso llegaron a constituir verdaderas ciudades, muchas de ellas con miles de habitantes, compuestas por un núcleo urbano principal con las viviendas, iglesia, colegio, presidio, mercado y oficinas diversas, y grandes áreas en torno dedicadas en las plantacións y producciones de ganado. Se su economía no resultaba lucrativa el suficiente, muchas veces eran sustentadas en parte por los rendimientos que la Compañía de Jesús obtinha en otras actividades, como las operaciones de crédito, o con donaciones de la nobleza.[36]

Planta de la reducción de São Miguel Arcanjo, Brasil

Antes que todo esto pudiese se concretar era necesario en primer lugar reunir a população-alvo, convencendo-os de las ventajas de la vida en una reducción. Para que el primer contacto fuese posible se recorria a algún índio del mismo ramo linguístico del pueblo que se pretendía atraer, sirviendo de intérprete, y con el tiempo surgió la figura del misionero itinerante, ya conhecedor de varias lenguas y de la geografía local, y perspicaz en la psicología propia de los indios. No siempre los indios se deixavam levar de imediato, y podía ser necesaria una aproximación lenta a lo largo de años, con varias trocas de presentes y promessas, o con el invitación para que algún representante indígena visitasse una reducción ya en funcionamiento.[35]​ Las inteligentes técnicas de contacto e interação usadas por los jesuítas los colocam entre los primeros etnólogos de América,[6]​ pero así mismo muchas tribus nunca aceitaram su propuesta, como los mapuches del Chile, cuyas hostilidades contra los jesuítas acabaron en martírios,[37]​ y algunos guaraníes del Paraguay, para quien a intercambio de la vida nomade por una sedentária, justo cuando la introducción del caballo en la región tornaba los deslocamentos más fáceis, no pareció atraente.[21]

La diversidad de contextos geográficos, culturales y económicos impidió que se crease un modelo urbano único para todas las reducciones americanas. Hubo reducciones modestas, casi apenas un pequeño rancho para un grupo de pocas decenas de personas, y otras muy mayores, con miles. En algunas de ellas no hubo grandes preocupações de una organización pré-estabelecida estrita, y fueron creciendo informalmente de acuerdo con las necesidades o posibilidades, pero en general las reducciones se estruturaram de forma racional y avanzada para su época, con un planeamiento urbano regular y eficiente, destacandose especialmente las de la región de frontera entre Brasil, Bolívia, Paraguay y Argentina.[24]​ En esa región, que muchos consideram a más representativa de todo el proyecto missioneiro, la población se definió en torno de una gran plaza cuadrangular, en cuyo centro se instalava una gran cruz y una estatua del santo protector. De un lado se erguiam la Iglesia, con casas anexas para viudas y órfãos, una escuela, el claustro de los misioneros, un cementerio y las oficinas; atrás de la iglesia se cultivavam el pomar y a horta. En el lado opuesto estaban las moradas de los indios, y en los lados restantes establecían el Consejo de la misión, una ordenanza, una hospedaria, un relógio de sol y una prisión. En torno en las veces cavavam trincheiras y erguiam un muro para protección contra los ataques de indígenas salvajes y las expediciones predatórias de los exploradores. La Iglesia era el único edificio más elaborado y ornamentado, y los demás eran pabellones simples. Ese modelo podía presentar variaciones en la disposición de los elementos y en la cantidad de edificios, pero su esquema básico permeneceu en líneas generales constante.[36][38][39][40]​ Para Luiz Custódio, los poblados guaraníes,

"Originados en el contexto colonial español, ... también utilizaram las diretrizes administrativas y las referencias urbanas vigentes para estructurar una tipología peculiar, morfológica y funcional, que puede ser considerada como una variante de la organización espacial española adecuada a un programa y a una situación política y administrativa propia. En lo que se refiere en las etapas por que pasaron los ordenamentos urbanos en el sistema reducional, se pueden reconocer dos fases referentes a la estructura espacial interna donde las variáveis, territorio, arquitectura y organización espacial interagem, diferentemente: la primera fase (siglo XVII), en que las poblaciones iniciales deben tener atendido en las orientações genéricas de las Leyes de las Índias y que, en principio, corresponden en las descrições de los innumerables pequeños poblados – poblados o pueblos de indios – empreendidos durante la colonización española y portuguesa en la América. La segunda fase, cuando la reducción missioneira adquire su autonomía compositiva y funcional en relación al trazado de la ciudad colonial española, moldando características propias, estruturando un modelo espacial reconocible. Este puede ser denominado de tipología urbana missioneira una vez que caracterizou, distinguiu y permite identificar, especialmente, las reducciones de la Provincia Jesuítica del Paraguay".[41]
Florian Paucke: Indios y misioneros atravesando un río en la región del Chaco
Florian Paucke: Cosecha del miel, siglo XVIII

El gobierno civil era exclusivamente indígena y respeitava las hierarquias tribais. Consistia de un Consejo electo por votación renovada anualmente, compuesto por oficiales, administradores, fiscales de justicia y representantes de los barrios de la misión, todos bajo a égide de un cacique generalmente hereditário. La administración de la justicia estaba a cargo de los jesuítas, pero era frecuente a consulta al cacique para cualquier decisión, y la ejecución de las penalidades era deixada para oficiales indios. Como pocos eran los crimes, los castigos usualmente eran leves. Raramente se utilizaba la prisión o se condenava al exílio, considerado a desgraça suprema. Todos recibían tratamiento igualitário, salvo algunos oficiales y el cacique, que podía levar un cetro y en la iglesia se assentava en posición de importancia.[38][42]​ Había también, en el caso excepcional de las reducciones del Paraguay, una fuerza militar considerable, compuesta por soldados españoles y guerreros indígenas, armados con equipamiento producido localmente y en parte importado. Eran instruídos en tática y estratégia y en la arte de construir fortificaciones,[43]​ pero el uso de armas de fuego por los reducidos paraguaios solo se possibiitou gracias a una dispensa especial de la Corona española en vista del constante ataque de los exploradores. La eficiencia de ese ejército se comprovou en la vitória de la Batalla de M'Bororé, que afastou los predadores de la región por casi un siglo y garantizó su posesión para la España. En otras reducciones la presencia militar era bien menor, y estaba más envolvida con la disciplina interna y con la protección contra otros indios no reducidos.[21][44]

A cada familia se atribuía una porción de tierra, hereditária, destinada a apoyar su sustento privado con el plantío de culturas diversificadas de legumes y frutas propias de cada región, y de algunas básicas como el maíz, batata, algodón y frijol. Otras áreas eran "propiedad de Deus", cuyos frutos revertiam para la comunidad, y donde el índio debería trabajar dos días por semana, en una jornada que durava cerca de seis horas. Los instrumentos de trabajo eran de propiedad colectiva y su uso estaba sujeito a prioridades establecidas por los sacerdotes. No se usava dinheiro en las reducciones, pero el tabaco, miel y maíz servían, en las veces, como moeda de intercambio. Entretanto este sistema tenía papel poco relevante, pues los centros comunais de abastecimiento suministraban el que faltasse. Con el tiempo a ganadería se desarrolló considerablemente, creándose enormes rebaños de ganado. El comercio también prosperó, tanto entre las regiones próximas como para el exterior, con la exportación de géneros como miel, cuero, frutas, tinturas, instrumentos musicales y esculturas para la Europa en intercambio de papel, libros, tejidos, agulhas y anzóis, herramientas, instrumentos de cirurgía, metales y sal. Los lucros se aplicavam en inversiones internos y pagaban los impuestos exigidos por la Corona. Resistindo en rebaixar el nivel de vida y reducir el abastecimiento de géneros para los indios cuando era necesario invertir recursos para mantener el ritmo de desarrollo general de la reducción, los sacerdotes muchas veces se vieron obligados establecer haciendas y estancias independentes con objetivos básicamente de lucro o suministro alimenticio suplementar. Esas instalaciones separadas empregavam el trabajo de los esclavos negros, y en las veces eran administradas por los jesuítas en conjunto con los indios, el que evidencia a gran diferencia de tratamiento que era dispensado a cada una de las dos etnias não-brancas, y que es uno de los paradoxos de la propuesta humanitária jesuíta. Indios también trabajaron en haciendas, pero en ese caso su trabajo era remunerado.[36][38][39]

Había también un servicio de cuidado a los pacientes en todas las reducciones, contando con un grupo de enfermeras instruídas por los sacerdotes. Hacian rondas diárias por el poblado y daban relatórios detallados para sus superiores sobre las condiciones de salud de los reducidos. Con esto dificilmente alguém morria sin recibir atención médico y a extrema-unção. Los remédios eran hechos principalmente con hiervas conocidas por los indios, se mantenía una farmacia junto de los colégios, y fueron compilados manuais médicos para uso prático, pero los relatos sobre epidemias de enfermedades provenientes de la Europa son frecuentes, y en esos momentos se tolerava el auxílio de los curandeiros tribais.[5]

Cotidiano

La vida en una comunidad missioneira seguía una rutina precisa. Antes del amanecer tocava-se el sino para despertar. Seguiam-se a oração individual, las niños eran acordadas, assistia-se a la misa y en las 7 horas los trabajos del día eran distribuidos. En esta hora las niños recibían el desjejum y luego oravam. En las 8 horas realizava-se la visita a los pacientes y enterravam los muertos. Después los demás tomaban un desjejum, enseguida se dirigían a los diversos afazeres y las niños iban en las aulas. Entre 11 y 12 horas había el almoço, seguido de un descanso de una hora, para después voltarem al trabajo. De las 16 horas en a causa había el catecismo, nuevas orações, refrigerio, reunión para nuevo culto y después el cenar. Entre las 20 y 21h los fogos eran apagados y la aldea dormía. En los días santificados el trabajo era prohibido, a los domingos había una misa solene, y en días de grandes festejos realizavam-se escenarios teatrales, danzas comunitárias, procissões, profissões públicas de fé y en las veces autoflagelações, combates simulados y concertos de música, en celebraciones colectivas que podían durar todo el día.[38][45]

Práticas religiosas

Los primeros jesuítas a chegarem en la América imaginaram que los nativos no poseían religión, pues no encontraron templos y no imágenes de culto. Con el mayor contacto, luego perceberam que no era así, pero pasaron a considerar la religión indígena como confusa e inundación de erros, aunque algunos de sus mitos y leyendas los impressionassem por verem neles prefigurações de la doutrina cristã. La tendencia general, no obstante, era interpretar esas similitudes como una paródia de la "verdadera fé" que el diablo inventara para enganar esas gentes "ingênuas".[46]

Nuestra Señora de la Conceição, Siete Pueblos de las Misiones, archivo del Museo Júlio de Castilhos. Note-se los rasgos indígenas de la frente y de los cabelos largos y lisos
Altar de la iglesia de San Rafael de Velasco en la misión de Chiquitos, Santa Cruz, Bolivia

Relatos de época informam que los reducidos nunca llegaron a desenvolver gran compreensão de las sutilezas de la doutrina Cristã, siendo considerados extremamente inábeis en asuntos espirituales y todo el que envolvia elaboración mental abstrata y originalidade según los criterios europeos. En cierta época los europeos llegaron a duvidar que fuesen mentalmente aptos para entender y recibir los sacramentos, pero las opiniões sobre ese tema eran polémicas inclusive entre los propios jesuítas, pues otros relatos dicen que ellos tenían facilidade para absorver los ensinamentos. La interpretación indígena de la doutrina cristã, en realidad, muchas veces puso en evidencia haber sido heterodoxa, considerando los ritos y sacramentos como una forma de magia y no como un instrumento de reconciliação con Deus. Algunos sacerdotes afirmavam que los indios padeciam de una inconstância natural, y tan rápido como si convertiam al Cristianismo podían rejeitá-lo y voltar a los sus cultos originales, y es claro que este aspecto no puede sufrir una generalização, dada la diversidad cultural de los pueblos reducidos en el vasto territorio americano.[10][46][47]

Algunas práticas religiosas indígenas fueron completamente abolidas, como todas las formas de magia, a cremação de los cadáveres y a ingestão ritual de sus cenizas, pero hubo tolerância para con el consumo de hiervas alucinógenas y a danza durante la misa, comprendiendo que esto tenía una función socializante.[10][46][47]​ La comunhão era frecuente, muchos a recibían toda semana; se formaron diversas sociedades piedosas, y el culto a los santos, en especial a la Virgen Maria, fue común y muchas veces intenso. Relatos de Visitadores de la Iglesia y Inspetores de la Corona repetidamente louvaram el zelo religioso de las comunidades, la devoción de los indios, su espíritu fraterno, su moral en constante mejoramiento y su lealdade para con los líderes.[5]​ Para enfrentar el desafío de la evangelização los jesuítas desenvolveram una serie de estratégias a fin de ganhá-los para Cristo, se valiendo en las veces de la creencia largamente difundida entre los indígenas de que los europeos eran dotados de poderes mágicos o eran seres divinos.[12]​ Fue especialmente importante el uso pedagógico que los jesuítas hicieron de la arte, en particular a música, el teatro y a danza, por las cuales los indios mostravam gran apreço, un método que ellos ya desenvolviam en Europa con éxito y que se tornó uno de sus instrumentos más eficientes para la conversión. Fueron hechas también muchas referencias al festivo modo de cultuar a divindade que se desarrolló entre las reducciones, y que reunia en el momento único de la misa, a culminação de la catequesis, todas las artes dentro del escenario teatral de la iglesia ricamente decorada. Un trecho de un documento antiguo que descrevia el trayecto devocional de la Vía Sacra es ilustrativo:

"... incensam, cantam los músicos algún trecho devocional y el versículo, y el padre dice que su oração. Luego se senta a causa de la capilla en una rica banca... y los oficiales y cabos en sus assentos correspondientes. Comienzan las danzas. Ocho, diez o más dançam alguna de sus danzas devotas a causa del Santíssimo Sacramento, vestidos de anjos o con sus trajes alegóricos. Direi como fue. Saem vestidos diez de asiáticos con incensadores con una porción generosa para que dure toda la danza. Dispõem-se en filas, comienzan a incensar el Señor, con reverências hasta el suelo, como era el costumbre de su pueblo, y al mismo tiempo cantam el Lauda Sion, y con voces bellísimas, casi todos sopranos. Cantam con vagar, en el compasso de la incensação. Después todos repetem más rápido, dançando y cantando, y prosseguem variando dos o tres veces. Dos de ellos cantam una segunda vez el Quantum portes tantum aude, etc., incensando y cantando con pausa, y repetem todos el Lauda Sion; dançam, y cantam más deprisa. Con esta orden van cantando todo el himno sagrado... Concluida a misa, tira el padre a custódia entre el sonoro y devoto estrondo de cuantos instrumentos hace en el poblado: violinos, harpas, bajos, clarins, tambores, tamborins y flautas; acompanham-no acólitos con incensários de plata y otros enchem el piso de flores".[48]

El éxito de la obra puramente evangelizadora es motivo de polémica. Algunas reducciones testemunharam casos de completa y sincera conversión de los grupos indígenas a la fé católica, como en las de Juli en el Peru y Tepotzotlán en el México, pero ellas se tornaran notórias por ser exactamente exceções en ese aspecto. En muchos casos los nativos jamás aderiram integralmente al nuevo credo, y continuaron manteniendo muchas de sus práticas religiosas tradicionales. No fueron raros los pajés y xamãs que permanecieron como focos de resistencia, por veces dissimulando una aceptación de los ritos católicos pero en realidad se apropriando de sus formas externas para continuarem en segredo el culto a los sus propios deuses, imitando los gestos de bendición, usando cruzes y organizando cerimônias donde ofereciam hóstias de mandioca y taças de beberagens hechas de hiervas mágicas. Muchos indios mantenían reserva sobre la confissão, crendo que con ella los sacerdotes apenas querían saber el que se pasaba en sus vidas privadas a fin de poder controlá-los, y otros continuaron a ver las enfermedades como obra de espítitus malignos, a hacer previsões a partir del comportamiento de los animales, y alimentar tabus a respetó de los muertos, entre otras crenças. Algunos grupos no consiguieron desenvolver a noção de pecado, y rejeitaram a intermediação de un sacerdote para comunicación con sus divindades. Por otro lado, también se encuentran muy relatos de como el contacto con la religión cristã llevó al abandono de los hábitos de la embriaguez, de la poligamia, del infanticídio, del assassinato por vingança y del canibalismo, y hubo hasta curas milagrosas después el contacto con relíquias de santos cristãos.[15][49][50]

Educación y cultura

La cuestión educativa fue entendida desde el inicio como central para garantizar cualquier futuro para el proyecto missioneiro, pues era vista como alavanca privilegiada para todo progreso social, económico, moral y religioso. En esa cuestión de imediato se colocou el problema de la comunicación entre los europeos y los indios, que falavam una multitud de lenguas desconocidas. El preparación de los jesuítas en Europa ya previa esa dificuldad, y les daba sólidos conhecimentos de linguística y de oratória, al mismo tiempo en que los capacitava como professores hábeis y los ilustrava con gran cultura general, incluyendo formación artística. Su metodologia educativa, sistematizada en el compêndio Ratio atque institutio studiorum Societas Jesu (1599), era tan eficiente que a Orden fue reconocida como una de las más eruditas de la Europa, y varios de sus miembros se destacaron como polímatas. Pero más del que eruditos, siguiendo la orientación de Loyola para que los conhecimentos abstratos fuesen puestos al servicio de las demandas del cotidiano (usus, non praecepta), se tornaran mestres en la arte de la persuasão y en la adaptabilidade al contexto diversificado que encontraron en la América.[51]

La actuación de los jesuítas como en las lenguas nativas se revelou al mismo tiempo protetora y destrutiva. Protegeram-nas sistematizando-as y dando-lhes ortografía latina, el que permitió su perenização a través de bibliografía impressa y su estudio por los linguistas europeos, y en algunos casos su reconstituição moderna cuando se extinguiram o desvirtuaram más tarde. También las protegeram contra la política colonial oficial, que preferia antes a completa erradicação de las culturas nativas y una europeização total de los pueblos conquistados. Pero por otro lado el uso que de ellas hicieron para la propagação de la nueva fé en muchas ocasiões las desfigurou profundamente, el conocimiento reunido por los sacerdotes fue muchas veces usado por los otros colonizadores para dominarem más facilmente los indígenas, y el progressivo desaparecimento de los pajés llevó con ellos la práctica de la "palabra inspirada", una de las más importantes formas de preservación a través de las gerações de la eloquência política, de los mitos y de las tradiciones tribais.[41][51]

Antonio Ruiz de Montoya: Arte de la Lengua Guarani, edición de 1724

Es preciso notar que no siempre los jesuítas dominaram las lenguas nativas, algunos hasta se recusaram a hacerlo, y mismo durante la ministração de los sacramentos en las veces era necesario un intérprete, el que dio origen a disputas entre la hierarquia del clero y se complicava en el caso de la confissão de los pecados, que debería ser un asunto de completa privacidade. El testimonio del fundador de la Provincia del Paraguay, Nicolás Durán, confirma la importancia de la fluência en el vernáculo, dizendo que en las casas donde los superiores no falavam a lengua los ministros eran tan letárgicos que se volvían una vergonha para Compañía, y decía que en esos casos el trabajo estaba todo para los versados en el idioma, mientras que los otros se entregavam a la preguiça. En Brasil también era enfatizada a utilidade del conocimiento idiomático a fin de que se obtuviese a confianza de los indios y autoridad sobre ellos, y para, evidentemente, doutriná-los mejor. Pero en líneas generales se puede decir que los jesuítas se tornaran grandes linguistas, y su habilidade en ese campo se tornó notória. Fueron los primeros autores de gramáticas y diccionarios en vernáculo o bilíngues, y producían buena cantidad de obras literarias, la mayor parte unida a la catequización.[17][52]​ En 1700 fue fundada la primera gráfica missioneira en la Misión de Loreto, en la Argentina, y allí fue producido, por el indígena Juan Yapai en 1705, el primer libro impresso en este país, un Martirológio Romano. Otras produções incluíam calendarios, tabelas astronômicas y partituras. Las misiones también generalmente poseían una buena biblioteca. La de Loreto contaba con más de trezentos libros, la de Corpus Christi cerca de quatrocentos, Santiago más de 180, y Candelária a cifra, assombrosa para la época, de 4.724 volúmenes.[38]

La eficiencia de la pedagogia jesuítica se prueba en los pocos años que eran precisos para una reducción entrar en pleno funcionamiento, pero existen relativamente pocos estudios que aprofundaram ese tópico y a controvérsia sobre sus resultados es gran. Era dada atención especial a la educación de las niños, consideradas "anjos inocentes" y "el bien y el remédio de esta tierra", ya que ellas aprendiam con más facilidade, podían transmitir el conocimiento a los adultos y más tarde enseñar las otras gerações. Muchos indios adultos nunca fueron capazes de recibir una educación además de la más elementar. Había separação de sexos en las escuelas, y se seguía una política de aprovechamiento de las capacidades y talentos individuales. Los hijos de los caciques y de los oficiales eran alfabetizados en vernáculo, castellano y latín, el que tiene dado margen a una opinião muy generalizada de que el educación de los sacerdotes fue elitista, pero esto probablemente deriva de la simples percepção de las posibilidades reales, y existen algunos documentos que sugieren una cobertura bien mayor del estudio del que se tiene pensado.[53]​ Hace relatos de indios muy habilidosos con las letras, como fue el caso del cacique Nicolás Yapuguay, de la reducción argentina de Santa Maria, que escribía en guaraní con gran clareza y elegancia, teniendo dos de sus libros impressos, un de ellos un catecismo en español y un libro de sermões en guaraní. El índio Melchor escribió La historia de su aldea Corpus Christi, y el índio Vásquez, de Loreto, era también un buen escritor.[38]​ Los restantes eran educados a través del educación oral, del trabajo y del arte. Las aulas generales no eran ministradas por los sacerdotes, encarregados de la administración de la comunidad, pero por un profesor contratado o por algún índio ya educado, bajo a supervisão de los religiosos. Entretanto, diariamente algún padre assumia las clases por determinado tiempo para ministrar la educación religiosa. De mañana era dado el catecismo en el vernáculo, y a la tarde en la lengua del reino. Llegando a noche el padre reunia algunos indios talentosos para enseñar música en la iglesia. En el Vice-Reino del Peru los primogênitos de los caciques eran muchas veces mandados para una escuela en la capital, ya que los caciques eran el vínculo de vinculación principal entre las autoridades coloniales y los indios, y se supunha que una educación más aprimorada fuese capaz de formar futuras lideranças con conocimiento mayor de los costumbres europeos y así más capazes de que se integrarem al sistema administrativo de la colonia. Esa educación parece tener tomado éxito, pero no fue usada por los nuevos caciques de la forma pretendida por el gobierno español, y varios de ellos encabeçaram rebeliões más tarde, como fue el caso de Túpac Amaru II.[2][17][27][51][54][55]

Para la fijación de los pueblos indígenas y construcción de los poblados fue dado un educación prático en técnicas de agricultura y ganadería, y elementos de arquitectura, piedra, carpintaria y fundição. Gradualmente fue siendo dada una formación adicional en artes diversas, que incluíam escultura, pintura, gravura, poesia, música, teatro, oratória y ciencias para aquellos que mostravam más capacidad.[2][53]

Artes

Escuela cuzquenha: São José y el Niño Jesus, c. 1700
Miguel Cabrera: Fiel retrato del venerável Juan Diego, 1752

Los jesuítas se tornaran conocidos por su pragmatismo y su adaptabilidade en las necesidades locales, y esto valle también para la arte que introduziram en las Américas. Lúcio Costa observou que sus manifestaciones presentan formas diversificadas, de acuerdo con los hábitos y medios nativos, y con características de estilo variando de acuerdo con los sucesivos períodos. Aunque esto no fuese una regla diversos sacerdotes eran artistas consumados, y siendo oriundos de varias partes de la Europa, poseían en conjunto una formación artística absolutamente multifacetada, de modo que no es posible definir un "estilo jesuítico-missioneiro" a no ser en líneas muy amplias e indistintas, siendo caracterizado encima de todo por el hibridismo, pero ellos tienen sido asociados con el Maneirismo tardío y en especial con el Barroco de la Contra-Reforma, reproduzidos en suelo americano en una vasta gama de adaptações y sínteses ecléticas donde no faltou la contribución del gusto indígena, diversidad que hizo Bailey considerá-la a menos unificada de todas las escuelas artísticas de su época. Mismo reducciones próximas podían presentar una arte de rasgos muy contrastantes. El objetivo central en el transporte del arte européia para la América fue usá-la como instrumento de catequesis, y su manifesto eclecticismo es otro de los resultados de la doutrina de la acomodação.[56][57]

A facilidade de los indios para las diversas artes era famosa y su capacidad de imitación de modelos formales europeos causava espanto en los propios misioneros.[47]​ Decía el Padre Sepp:

"El que vieron una solo vez, se puede estar convencidíssimo que el imitarão. No precisam absolutamente de master ningún, no de dirigentes que les indiquem y los esclareçam sobre las reglas de las proporciones, no mismo de profesor que les explique el pie geométrico. Se les puseres en las manos alguna figura humana o diseño, verás de ahí a poco ejecutada una obra de arte, como en Europa no puede haber igual".[58]

Parte del trabajo catequético de los jesuítas se valia del teatro como forma de ilustração de verdades religiosas. Encenavam-se dramas sacros, que versavam sobre la vida de santos y pasajes de las Escrituras, y también había ocasiões en que eran montadas obras clásicas. Certas obras, provenientes de la Europa, eran traduzidas para el vernáculo, otras eran escritas en las propias reducciones. En la pintura también se registraron individuos con grandes dotes, como Kabiyú, produciendo entre otras cosas una notable Virgen de las Dores.[38]​ También debe ser citado el índio zapoteca Miguel Cabrera, que consiguió exceder los preconceitos ligados su origen y el ámbito de las misiones, se tornó el mayor pintor del Vice-Reino de la Nueva España y el pintor favorito de los jesuítas mexicanos, fundando y dirigindo también la segunda academia de pintura del México.[59]​ Pero fue especialmente brillante a Escuela de Cuzco, fundada por los jesuítas Juan Íñigo de Loyola y Bernardo Bitti, junto con algunos otros mestres, que introduziram un estilo derivado del Maneirismo a mediados del siglo XVI. Recibiendo a lo largo de los años la influencia del Barroco y contando con la participación de indios incas, un pueblo de sofisticada cultura propia, que dieron su propia contribución estética, luego a escuela se desarrolló en una forma original, sincrética y de tendencia fuertemente ornamental, cuya influencia se propagó a partir del siglo XVII por todo Vice-Reino del Peru y también hoy permanece en actividad.[60]

Página del Cancioneiro Chiligudú, con 19 partituras que Bernardo de Havestadt incorporó al II volumen de su obra sobre la lengua de los indios mapuches del Chile. La letra de las canções, publicadas en separado, es en mapuche y trata de conceitos básicos de la fé cristã.[61]

Son muchos los testemunhos sobre la gran inclinação natural de los indios para la música, que fue usada desde los primeros contactos para atraer los aborígines para fuera de sus selvas.[62]​ El padre Noel Berthold afirmó que el Hermano Verger podía fasciná-los de tal modo cuando tocava órgano que ellos permaneciam casas, como que en êxtase, por hasta cuatro horas. Muchos indios llegaron a tornarse proficientes construtores de instrumentos, como Ignacio Paica y Gabriel Quiri, o instrumentistas exímios, a ejemplo de un niño de doce años que executava con perfeição sonatas y danzas cortesãs de insignes compositores europeos. Diversos de entre los propios jesuítas eran músicos de primera orden, como los ditos sacerdotes Verger y Sepp, este el autor del primer órgano construido en las Américas, el padre Juan Vaseo, y Domenico Zipoli, cuya obra fue imensamente popular en la América. Formaram-se grandes orquestas y coros, que rivalizavam con grupos de formación européia y eran convidados para se presentar en las ciudades principales. En la misión de San Ignacio funcionó uno de los primeros conservatórios de música de América.[27][58][63][64]​ Algunos indios inclusive se tornaran compositores eruditos, como un paraguaio que fue co-autor de una ópera sacra sobre la vida de Inácio de Loyola, y un mexicano que compôs una misa completa en 1560. La mayor parte de las partituras compuestas o ejecutadas en las misiones se perdió después de su dissolução, pero en el siglo XX diversos estudios especializados trouxeram nuevamente a la luz una significativa cantidad de material, como fue a espetacular descubierta en 1972 de cerca de diez mil partituras en la misión de Chiquitos, en la Bolívia, y ya existe discografia proporcionando parte de ese archivo.[61]

La escultura merece una atención especial por la buena cantidad de ejemplares remanentes. En este campo se encuentra bien visible a mezcla de rasgos de varias escuelas y épocas artísticas europeas. También aparecen elementos claramente indígenas en las feições de algunas imágenes, en certas posturas hieráticas, en una tendencia a la abstração de las formas y en los adornos típicos, y mismo en la rusticidade de ejecución, siendo tal vez a arte en que el elemento autóctone encontró más oportunidad de expressar su individualidade atravesando el rígido marco de preceptos estilísticos importados. Entretanto, se tales desvíos son tomados por parte de la crítica como auténticos señales de originalidade, por otro diversos autores los interpretam como mera inépcia en el mister. De cualquier forma, parece probable que las obras hoy consideradas de mayor calidad tengan salido de las manos de los propios jesuítas, algunos de los cuales poseían un dominio superior del ofício, como los sacerdotes Johann Bitterich, José Brasanelli, Anselmo de la Matta y nuevamente Antônio Sepp. A los indios cabia generalmente la participación como auxiliares, o eran incumbidos, cuando trabajando sin intervención directa de los sacerdotes, apenas de la producción de obras menores. Pero hace exceções registradas, como la del índio José, que en 1780 produjo una estatua del Señor de la humildade y de la paciência, hoy en Buenos Aires, considerada uno de los marcos iniciales del arte nacional argentina. Otro aspecto a ser llevado en cuenta es el hábito de trabajo colectivo para producción de cada pieza, el que muchas veces torna impossível la obtención de una homogeneidade formal en cada ejemplar específico y la identificación de estilos individuales.[57][64]

También a arquitectura es digna de importancia. Los jesuítas introduziram una notable organización urbana en sus poblados, con mejoras que no se encontraban en muchas ciudades europeas de población comparável, con puentes, canalizações para irrigación, fuentes para agua y molinos. Las moradas, distribuidas en séries regulares, eran inicialmente de barro y cubiertas de paja, pero en algunas reducciones luego pasaron a ser hechas de piedra, teniendo varios aposentos, chimeneas y cobertura de tejas. Como ya se dijo, soluciones unificadas no existiram, y como en las iglesias, se encuentran desde templos modestos erguidos con ladrillo cozido al sol y pobre decoración interna, como en algunas misiones del Arizona, hasta grandes edificios de piedra con fachadas ricamente ornamentadas, cúpulas e interiores luxuriantes donde el gusto barroco por el espetacular encontró perfeita expresión, y que constituyen documentos claros de la gran virtuosidade de sus mejores artistas, sin nada dever a similares europeos. Toda esa riqueza era un traço típico de la arte sacra européia de la época, y el culto se desarrollaba con un ritual magnificente, entre la rica talla de los altares, a profusa y significativa imaginária, todo recubierto por la música solene del órgano, de la orquesta y del coro, enlaçando a teatralidade retórica barroca con el gusto índio por los festejos y ornamentos. Las iglesias eran así el punto focal de la vida en la misión, y a arte que continham, además de ser una oferenda a Deus, era elemento didático, pues siempre impressionou vivamente el indígena, excitando su fantasia y ampliando sobremaneira su susceptibilidad para la recepción de la doutrina religiosa. Simples o requintadas, las iglesias representabam en su tiempo el principal símbolo visible de la nueva orden y permanecen hoy como el más importante testimonio material de la existencia de las reducciones. Pero cabe recordar, conforme atesta la documentación, que la principal preocupação de los sacerdotes al erguerem una iglesia no era estética, aunque esta existiese, y si funcional. Fue notada, finalmente, a absorção de elementos de la arquitectura de los pueblos pré-colombianos en muchas iglesias.[56][65][66]

El legado de las misiones

Las misiones jesuíticas fueron uno de los fenómenos culturales más ricos y peculiares de la historia de las Américas, permanecen como un tema muy fecundo para los historiadores no solo de la Iglesia Católica pero también interessando antropólogos, sociólogos, arqueólogos y críticos de arte, y también despertam reações apaixonadas. Pero los resultados globais de la propuesta missioneira son difíciles de avaliar, sequer fue un sistema monolítico como si tiene referido, pues las circunstancias encontradas por los sacerdotes por toda la América mostraram ser muy diversificadas. Trabajaron en regiones de desierto, montaña y de selva, y entre los grupos nativos que contataram estaban representantes de culturas altamente sofisticadas como a inca y a maia, pero otras veces los pueblos estaban en estágios de civilización semejantes a los de la Prehistoria. Los obstáculos al estudio son aumentados por la pérdida de buena parte de la documentación de época, aunque el material sobrevivente ya sea de cualquier manera farto.[15][16][41][67]

Las ruínas jesuítas de São Miguel de las Misiones, en la Región de las Misiones. Patrimonio de la Humanidad desde 1983 en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil.

Muy se tiene discutido sobre el verdadero papel y caracter de los Jesuítas y de los indios en este gran ciclo sociocultural. Diversos autores consideram los sacerdotes como simples señores de esclavos travestidos de anjos evangelizadores, instrumentos de las potencias europeas en un impulso imperialista. Para Octavio Paz el indígena se ajoelhava a causa del Cristo sangrante y humilhado, golpeado por los soldados, condenado por los jueces, porque que vía en el la imagen transfigurada de su propio destino.[66]​ Es cuestionada encima de todo a legitimidade de la transformación profunda de las culturas nativas con la consequente pérdida de sus identidades, y también a homogeneização de grupos distintos tratados en bloque, a postura paternalista de los religiosos, y también a falla fundamental de la didática jesuíta, revelada tarde demás, en la dissolução imediata de todas las aquisições culturales y espirituales cuando el índio fue privado de la orientación de los religiosos, no habiendo evidência importante de la formación de culturas o sequer de escuelas artísticas regionales que tenga subsistido de forma independente y viva después a derrocada de la Orden y sus reducciones,[11][27][66][67][68]​ salvo casos pontuais, como los poblados de Chiquitos, en la Bolívia, que consiguieron sobrevivir hasta los días de hoy con muchas de sus tradiciones y hábitos comunais preservados,[41]​ y a Escuela de Cuzco de pintura, que también permanece en actividad, con la ressalva de que allí se cristalizaram fórmulas visuales de los siglos XVIII-XIX que no encontraron un camino de renovación verdadera. Es importante señalar también, conforme hace David Sweet, que repetidas veces fue patente el abismo entre los altos ideales de la propuesta evangelizadora y a dura realidad cotidiana, y que las relaciones de los sacerdotes con sus reducidos no fueron siempre amistosas, especialmente cuando lidaram con tribus más primitivas y resistentes a la reducción, como algunas de la Amazonia, donde ocurrieron varios episodios de tortura, segregação y trabajo forçado.[12][69]​ Otras veces apoiaram el extermínio de tribus inteiras, o se valeram del suborno de los caciques para conseguir a adesão de sus comandados.[70]​ En varios documentos históricos esas culturas primitivas son descritas con la más baja estima, chamando los indios de "obras", como si era para con los negros esclavos. También abundam comparações de los indios con animales, y es frecuente el uso de los verbos "amansar", "domar" y "domesticar" cuando se referem al proceso de reduzí-los. Son muy raras las citações de indios por sus nombres, salvo los caciques, y no parece haberse desarrollado ninguna amizade estrecha entre sacerdotes e indios individuales en cualquier de las reducciones, por lo menos no hay evidência documental; ningún escritor jesuíta jamás declaró tener aprendido alguna cosa con los pueblos que liderava no refirió algún aporte autóctone significativo a la cultura que nacía, y finalmente hasta en el siglo XVIII también había algunos que duvidavam que ellos fuesen de hecho humanos o que possuíssem a facultad de la razón.[12]

Antes de la expulsión de los jesuítas diversas apreciações faborables a su trabajo fueron publicadas por influentes autores europeos, como Montesquieu, que dijo ser "una glória para la Compañía de Jesús tener mostrado por primera vez al mundo como es posible la unión entre religión y humanidad", y en términos semejantes d'Alembert louvou su trabajo dizendo que "mediante la religión alcançaram los jesuítas en el Paraguay una autoridad moral apoyada puramente en su arte de convencer y en su modo suave de gobierno". Hasta el propio Voltaire, que era uno de los grandes inimigos de la Compañía, los comparou a verdaderos soberanos, legisladores y pontífices. Dijo el: "pareciam un triunfo de la humanidade".[51][71]​ Con sus fallas y contradições internas, traídas a la luz abundantemente por la encuesta moderna, pero principalmente por sus conquistas positivas, las misiones jesuíticas exerceram un impacto profundo en la vida de las Américas. Para Aguirre el caracter revolucionario de las reducciones jesuíticas deriva

"de la premissa que les sirve de punto de partida, premissa que implica un expresso reconocimento de los vínculos que acostumbran unir las injustiças sociales con el atraso general de las sociedades. Por esto el sistema económico missioneiro jesuíta se encaminha, desde el principio, para conseguir el desarrollo económico de los pueblos aborígines, para organizar una orden social y productiva que permita a los indígenas americanos romperem las barreras de la miséria y tener una alternativa distinta de la que era se submeter a la economía de la encomienda, de la mita y del latifúndio colonial. Los jesuítas no definiram el problema de la justicia en el plan jurídico, pero se propuseram a realizá-la en el ámbito de un sistema económico y social, donde a riqueza se acomodava en las pautas de una filosofía inspirada en la noção cristã de igualdade entre todos los hombres...".[72]
Arte Missioneira: Nuestro Señor de los Passos, siglo XVIII. Archivo del Museo Júlio de Castilhos

Para Wolfgang Reinhard por más controversiales que hayan sido los intentos de los jesuítas de adaptar a mensagem cristã en las concepções autóctones y de prover un cambio cultural dirigida, a empresa missioneira fue a mejor alternativa de que a América dispuso para levar adiante una colonización que era bajo todos los aspectos irrefreável y que en otras esferas se revelou brutal, y por esto mismo continúan a tener un apelo para el mundo moderno, donde a problemática integración de los pueblos indígenas remanentes con las culturas de entorno también no encontró soluciones satisfatórias,[73]​ una opinião que era dividida con Darcy Ribeiro.[74]​ Uniendo una diligência evangelizadora intrépida con una base cultural de alta calidad, una practicidad única en la lida con los problemas que enfrentaram con un pensamiento económico, político y social arrojado y de amplio horizonte, su actuación fue decisiva en la formación de la civilización americana moderna, y el estudio de su ejemplo de desarrollo auto-sustentado, donde el objetivo primário era el bienestar y harmonia de las poblaciones a través del establecimiento de un modelo de vida sadia, significativa, solidária y justa para todos puede ser de alguna forma también útil para la sociedad moderna, en un continente que también sufre con las desigualdades sociales y donde los indios supervivientes permanecen en muy marginalizados y despossuídos. Adicionalmente, las misiones son vistas también como parte integrante de las identidades nacionales en los países americanos,[3][11][24][72][75]​ y la importancia del proyecto jesuíta en las Américas es reforçada por el hecho de a UNESCO tener declarado como Patrimonio Mundial un significativo grupo de monumentos missioneiros - seis en la Bolívia, cinco en la Argentina, dos en el Paraguay y un en Brasil.[4]

Del lado de los indios el balanço final tal vez ya sea de evaluación también más árdua, una vez que la cultura predominante tende a analisar las cosas bajo su óptica particular. Con certeza fue una experiencia impactante para los pueblos indígenas, pero en el contacto con el blanco a anulação de su índole vital, de su visión de mundo y de su cultura - cuyos elementos, cuando preservados, eran adaptados y traduzidos siempre para servir al propósito de la cristianização - tal vez hayan sido pérdidas más importantes del que los supostos beneficios recibidos. Muy se tiene aplaudido las iglesias, la escultura, a música y las otras artes de que fueron autores o co-autores, pero una vez que ninguna tradición se arraigou entre ellos que pudiese evoluir independentemente a partir del modelo inaciano cuando las misiones fueron extintas, tal vez ya sea procedente el argumento de que el indígena, con exceções notadas, no pasó de una tabla rasa en las manos de los religiosos. Así mismo se registraron muchas declaraciones de indios protestando veementemente cuando las misiones fueron extintas, acusando los reyes de la España y Portugal de no saberem el que había custado erguer aquellas comunidades y el como estaban apegados a ellas, en una postura que era el perfeito opuesto de la sustentada en el inicio del proceso missioneiro, cuando generalmente las reducciones eran vistas más como locales de cativeiro dissimulado,[24][27][66][76]​ y vale la pena transcrever el testimonio de Auguste de Saint-Hilaire, que en pasando por la provincia de Rio Grande do Sul en 1820, época en que los poblados locales ya estaban en ruínas, registró:

"Entre los indios, vi apenas una mujer que vivió bajo el gobierno de los jesuítas, y ella pronuncia el nombre de jesuítas con profundo respetó; sin embargo muchos guaraníes se lembram de haber ouvido sus país o avós hablar de ellos, dizendo que, cuando esos religiosos administravam la región, fue el tiempo de la felicidade." [77]

A revalorização cultural de las misiones jesuíticas nació a partir del ínício del siglo XX, cuando se fundó en 1932 la primera facultad de Missiologia en la Universidad Gregoriana del Vaticano y el movimiento misionero ganhava nuevo impulso, antropólogos estudavam con métodos más científicos las culturas tradicionales,[78]​ arquitectos pasaban a dedicar su atención al modelo urbano de las reducciones, y órgano de patrimonio histórico también se voltavam para ellas en la preservación de sus relíquias, trazendo-as nuevamente a la evidência.[41]​ Las misiones también son un tema fértil y su caracter - real o suposto - de utopia ya dio margen al surgimiento de obras literarias, documentários, exposiciones de arte y filmes, bien como a la formación de un folklore propio, con variadas abordagens y conclusões. En años recientes la producción cinetográfica norte americana La Misión, estrellada por el conocido actor Robert De Niro, recibió larga divulgación y diversos prêmios internacionales.[63]​ En la cultura oficial de América Latina contemporánea se percibe una tendencia a una glorificação muchas veces acrítica y propagandística de las misiones y de sus personajes más destacados, transformados en figuras numinosas y focos agregadores de virtudes colectivas de civismo, fé y coragem, discurso enfatizado por el hecho de algunos misioneros tener sido santificados o beatificados por la Iglesia Católica, esto después de un período de intensa negação de su valor en el siglo XIX en el proceso de construcción de las independências nacionales, cuando eran memoria indesejada del período colonial.[79][80]​ Como ejemplo, Paulo Suess aponta que las misiones de los Siete Pueblos son presentadas en los días de hoy por el poder público brasileño como un momento glorioso en la historia del sur de Brasil, y los indios masacrados en la Guerra Guaranítica son retratados como héroes, especialmente Sepé Tiaraju, centro hasta de un culto popular, aunque esta postura tenda a ocultar o dissimular los graves problemas enfrentados por todas las comunidades indígenas que también existen, en gran parte en un estado de miséria y abandono, en una especie de "cultos al esquecimento, liturgias que desarmam los guerreros homenageados y se apropriam de su causa".[75]

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