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Diferencia entre revisiones de «Fernando de la Rúa»

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Carolina Giacovero
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[[Image:Fernando de la Rúa con bastón y banda de presidente.jpg|200px]]|
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'''Fernando de la Rúa''' ([[Córdoba (Argentina)|Córdoba]], [[15 de septiembre]] de [[1937]]), [[política|político]] [[Argentina|argentino]] de la [[Unión Cívica Radical]]. Fue [[presidente de Argentina]] desde el [[10 de diciembre]] de [[1999]] al [[20 de diciembre]] de [[2001]].


== Su carrera política ==
Estudiante en el Liceo Militar, se recibió de abogado en la [[Universidad Nacional de Córdoba]], en menos de 4 años de carrera y con medalla de oro. De muy joven comenzó su carrera política en la [[Unión Cívica Radical]]. Aunque había sido miembro del equipo de asesores del ministro del Interior [[Juan Palmero]] durante el gobierno radical de [[Arturo Illia]], su primera aparición política ocurrió en [[1973]] cuando se presentó por su partido como candidato a [[senador]] por la [[Ciudad Autónoma de Buenos Aires|Capital Federal]], siendo el único radical que pudo vencer al [[peronismo|justicialismo]] en ese año. Esta situación llevó a que [[Ricardo Balbín]], tras la renuncia del presidente [[Héctor José Cámpora|Cámpora]] y la convocatoria a nuevos comicios, lo eligiese como candidato a vicepresidente en las elecciones presidenciales de septiembre de 1973. En dichos comicios, el binomio radical Balbín-De la Rúa logró el 25 por ciento de la adhesión popular, muy por debajo del 61% que logró la fórmula del FREJULI [[Juan Domingo Perón]]-[[María Estela Martínez de Perón]].

En [[1983]], al retornar la democracia, compitió por la candidatura presidencial de la Unión Cívica Radical con su correligionario [[Raúl Alfonsín]]. De la Rúa, heredero del balbinismo centrista, fue derrotado por quien luego sería electo presidente de la Nación. En las elecciones de 1983 que determinaron el acceso del radicalismo al Gobierno, De la Rúa fue candidato a senador nacional por la Capital Federal, venciendo al postulante del justicialismo, [[Carlos Ruckauf]]. En [[1989]], quiso revalidar su banca y lo consiguió triunfando en las urnas, pero fue víctima de una maniobra política por parte de su adversario del PJ, [[Eduardo Vaca]], que a pesar de haber tenido muchos menos votos, fue electo en el [[Colegio Electoral]] gracias a la alianza ente el [[peronismo|partido Justicialista]] y la [[Unión de Centro Democrático (Argentina)|Ucedé]] de María Julia Alsogaray. Pese a ello, en 1991 fue candidato a Diputado y el triunfo logrado en el bastión capitalino - donde además De la Rúa presidía el Comité Capital Radical - lo llevó a la presidencia del bloque de Diputados de la UCR, desde donde se opuso a la mayoría de las iniciativas del gobierno justicialista de [[Carlos Saúl Menem]], en particular en lo referente a las privatizaciones de las empresas estatales de servicios públicos. En 1993, De la Rúa volvió al Senado ganando nuevamente en la Capital Federal con más del 50 por ciento de los votos.

Gracias a la reforma de la Constitución nacional de [[1994]], y a un nuevo triunfo en las urnas conseguido en junio de 1996, se convirtió en el primer [[Jefe de Gobierno]] popularmente electo de la ciudad de Buenos Aires. En esos comicios, De la Rúa como candidato de la UCR alcanzó el cargo con el 40 por ciento de los votos, contra el 26% del frepasista [[Norberto Luis La Porta]] y el 17% del peronista Jorge Domínguez, hasta entonces intendente de la Capital. De la Rúa desempeñó las funciones como Jefe de Gobierno entre agosto de [[1996]] y diciembre de [[1999]], cuando asumió como '''Presidente de la Nación'''.

De la Rúa llegó al poder, tras una exitosa jefatura de Gobierno de la [[Ciudad Autónoma de Buenos Aires]], luego de que viera la luz en agosto de 1997 la '''Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación''', conformada por varios partidos políticos de centro e [[izquierda política|izquierda]] moderada, siendo los principales la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario (Frepaso). El principal objetivo de la Alianza era conformar listas comunes en la mayor cantidad posible de distritos de cara a las legislativas de ese mismo año, y además, disputarle el poder al Justicialismo en las presidenciales de 1999. Buena parte de esas aspiraciones se cumplieron cuando, con listas conjuntas en 14 distritos (incluyendo la Capital y la Provincia de Buenos Aires) en octubre de 1997 la UCR y el Frepaso triunfaron de manera contundente y con el 45 por ciento de los votos en todo el país, causando la primera derrota electoral nacional del [[peronismo]] desde 1985. La gran ganadora de dicha jornada fue la frepasista [[Graciela Fernández Meijide]], que derrotó al justicialismo en el bastión duhaldista de la [[provincia de Buenos Aires]].

Como resultado de los acuerdos entre los dos partidos mayoritarios de la coalición hasta entonces opositora, la candidatura presidencial para las elecciones de 1999 se definiría en internas abiertas entre un candidato de la UCR y un postulante del Frepaso. Tras lograr el contundente respaldo de la mayoría del Partido Radical - en especial el clave aval del ex presidente [[Raúl Alfonsín]] - De la Rúa se convirtió en 1997 en presidente del Comité Nacional de la UCR y luego, meses después, en precandidato presidencial por su partido. El Frepaso le opuso a la estrella en ascenso de la política nacional, Fernández Meijide, pero nada pudo hacer ella ante la experimentada maquinaria electoral del radicalismo que, sumada a la "experiencia de gestión" de De la Rúa - dirigente bien visto por la sociedad, como honesto y moderado - produjo una contundente victoria en la interna abierta de noviembre de [[1998]], en la que el radicalismo logró el 62 por ciento de los votos contra el 38% del Frepaso en todo el país. Consagrado Fernando de la Rúa como candidato presidencial, el líder del Frepaso, [[Carlos Álvarez]], decidió acompañarlo como candidato a vicepresidente para reforzar la unidad de la coalición.

== Presidencia de Fernando de la Rúa ==

Las elecciones del [[24 de octubre]] de [[1999]] fueron un duro golpe para el Partido Justicialista. [[Fernando de la Rúa]], candidato del ya mencionado conglomerado de fuerzas de centro e izquierda moderada encabezado por la [[Unión Cívica Radical]] denominado "Alianza", fue electo presidente, y el justicialismo perdió la mayoría en la Cámara de Diputados. En los comicios presidenciales, la Alianza y su fórmula De la Rúa-Álvarez obtuvo el 48,7% de los sufragios, contra el 38,0% del binomio peronista [[Eduardo Duhalde]]-[[Ramón Ortega]]. Detrás, con un importante 10 por ciento, aparecía el ex ministro de Economía [[Domingo Cavallo]].

La victoria de De la Rúa se debió, al fuerte rechazo público hacia la evidente e intolerable corrupción durante el prolongado mandato de Carlos Menem, así como al deterioro de la situación económica del país, que en 1999 terminaba con una caída del PBI de casi 4 puntos porcentuales respecto al año anterior. El desempleo se acercaba al 14 por ciento, luego de haber alcanzado la cifra récord de 18,6% algunos años antes, y la pobreza había sido triplicada en proporción a la existente antes de llegar Menem al poder. El país tenía serios problemas en materia educativa y sanitaria, y un alto grado de degradación moral en la dirigencia política y social. Además, el gobierno peronista dejaba un elevado déficit fiscal, con un rojo de más de 10 mil millones de pesos, una deuda externa del orden de los 150 mil millones anuales con vencimientos de casi 25 mil millones en el año próximo, por lo que De la Rúa tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas. El aumento impositivo decretado sobre las clases medias y altas hacia [[enero]] de [[2000]], fue parte de un paquete que procuró en general mejorar la economía, así como atender deudas pendientes como el Fondo para el Incentivo Docente, pero esto resultó sin embargo insuficiente para resolver el deterioro de las finanzas públicas.

Al asumir también se debió intervenir la [[Provincia de Corrientes]] que desde hace meses estaba en un grave conflicto político y financiero, con paros ininterrumpidos y la destitución del Gobernador. La tarea le fue encomendada a Ramón Mestre que debió normalizar la situación provincial.

A lo largo del año [[2000]] el gobierno busco controlar el gasto público, bajar las tasas internas de interés, mantener la estabilidad monetaria y financiera como había prometido en la campaña electoral. El año finalizó con una leve baja del 0.5 % del PBI y con una desocupación del 14.7 % (datos del INDEC de octubre del 2000), así como mantuvo las reservas internacionales en el orden de los 33 mil millones de dólares, mientras redujo el déficit fiscal en unos 5 mil millones de pesos.

Lanzó iniciativas como el Plan de Infraestructura que mediante acuerdos con los gobiernos provinciales y financiamiento privado buscaba realizar obras de caminos, agua y vivienda en todo el país por 20 mil millones de dólares. Pero la aprobación parlamentaria fue lenta y trabajosa.

El gobierno de De la Rúa pidió ayuda complementaria al [[Fondo Monetario Internacional]] (FMI) y a los bancos privados para reducir la presión de la deuda externa. En [[diciembre]] de [[2000]], el ministro de Economía [[José Luis Machinea]] negoció un paquete de salvataje de cerca de 40.000 millones de dólares. La apuesta era ganar confianza y credibilidad en el exterior para así bajar los pagos de intereses y renovar más fácilmente los vencimientos.

El [[6 de febrero]] del [[2001]] las reservas internacionales del BCRA habían alcanzado el récord histórico de 35.303 millones de dólares.

[[Image:Fernando de la Rúa - con bandera - 2001.jpg|250px|thumb|right|Fernando de la Rúa en un discurso por Cadena Nacional]]

En [[marzo]] de [[2001]], ya desgastada su capacidad de gestión y con desvíos en las metas presupuestarias del primer trimestre del año se produjo el alejamiento de [[José Luis Machinea]] del Ministerio de Economía, se nombró para el mismo al hasta entonces ministro de Defensa [[Ricardo López Murphy]], un economista respetado pero del ala más liberal del radicalismo. Sus proyectos para sanear la economía realizando un enorme ajuste del gasto público, retirando fondos de áreas como salud o educación, chocó con una muy fuerte oposición popular, particularmente dentro del mismo Partido Radical y en sus brazos juveniles y universitarios; también puso en situación de ruptura a la coalición gobernante ya que los miembros del Frepaso dentro del Gabinete anunciaron su renuncia luego de que fue presentado el programa económico. Debido a esto, López Murphy se vio obligado a retirarse luego de apenas 15 días en el ministerio de Economía.

El gobierno de la Alianza, ya débil, recurrió al nombramiento como Ministro de Economía a [[Domingo Cavallo]], que ya había ocupado el cargo durante varios años de gobierno de [[Carlos Menem]]. Cavallo llegó al cargo, es justo recordarlo, con el respaldo de la gran mayoría de la oposición del PJ, con un fuerte impulso de parte del líder del Frepaso, Carlos "Chacho" Álvarez y también desde los medios financieros. Sin embargo, generó muchos recelos dentro del radicalismo, partido que aún cuestionaba al calvo economista su actitud hacia el gobierno de Alfonsín en los momentos más problemáticos de la etapa hiperinflacionaria en 1989.

Cavallo inició su gestión prometiendo un crecimiento anual del 5% e intentando rebajar impuestos distorsivos y reanimar la industria, en lo que se presentó como "Planes de Competitividad". Se aprobó el impuesto a las operaciones bancarias y otras facultades especiales. Los mercados, empero, reaccionaron tan mal como los organismos internacionales de crédito y en julio de ese año, debido a la presión fiscal y la imposibilidad de zamarrear la economía, Cavallo retornó a la fuerte ortodoxia económica presentando un plan de "Déficit Cero" con un nuevo recorte general de gastos en la Administración pública para evitar gastar más de lo que ingresaba en el Estado. La resistencia para obtener del Congreso la ley en cuestión fue muy grande, y fuerte incluso dentro del radicalismo en los sectores adherentes al alfonsinismo, pero De la Rúa la obtuvo pidiendo un "último y patriótico esfuerzo" tanto a los legisladores opositores como a los propios y a la población en general. Tampoco ayudó esto, y el continuo ajuste contraía aún más la economía en el marco de un contexto internacional de recesión regional y global, que tampoco ayudaba a la Argentina a crecer.

En [[noviembre]], el gobierno de De la Rúa inició una reestructuración de los compromisos de la deuda externa, denominada "Megacanje". Hacia fines de ese mes, el agravamiento inusitado de la situación económica, con inversiones que se alejaban producto de la complicada situación política, provocó desconfianza pública en el sistema financiero, por lo que se produjeron fuertes retiros de depósitos bancarios; para frenarlos, el ministro de Economía impuso restricciones que implicaban el congelamiento de los fondos depositados en los bancos, medida conocida como el "[[corralito]]", altamente impopular. El FMI, en tanto, endureció su posición exigiendo un recorte del 10% en el presupuesto público antes de producir cualquier nuevo desembolso de fondos, con lo cual incumplió su promesa realizada un año antes en el marco del famoso "Blindaje", y dejó al gobierno argentino librado a su suerte.

Además de la crisis económica, ya de proporciones mayúsculas, el sistema político aparecía jaqueado en su conjunto a partir de la renuncia en [[octubre]] de [[2000]], a sólo diez meses de asumir el gobierno, del vicepresidente y líder del segundo partido de la coalición (Frepaso) Carlos "Chacho" Álvarez, en medio de un escándalo donde se denunciaron supuestos sobornos en el Senado para aprobar una muy polémica ley laboral que había sido parte de las exigencias del FMI para acordar con Argentina paquetes de ayuda financiera.

Los objetivos de la Ley de Reforma Laboral eran por un lado debilitar el poder gremial de los sindicatos grandes en favor de los pequeños y por otro bajar los costos laborales. La fuerte resistencia del justicialismo a votar el proyecto produjo modificaciones que atenuaron casi totalmente su efecto sobre la estructura gremial. En estas negociaciones participaron el entonces Ministro de Trabajo [[Alberto Flamarique]] y también el líder sindical [[Hugo Moyano]].

Los desacuerdos entre el Presidente y su vice respecto a la forma de enfrentar la situación, la mala comunicación entre ambos y sus estilos diametralmente opuestos a la hora de hacer política, pusieron en jaque a la misma coalición de gobierno. La Alianza, que había nacido como la gran esperanza para terminar con los vicios del gobierno justicialista de Carlos Menem, aparentemente y a los ojos de la población argentina, no había tenido voluntad política de cambiar nada en absoluto. La renuncia de [[Carlos Álvarez]], aunque los funcionarios del Frepaso siguieron en sus cargos (muchos de ellos hasta el final de la gestión) produjo un innegable quiebre en la Alianza, que además se profundizaba en el [[Parlamento]]. Allí, la escasa mayoría que tenía el oficialismo en la Cámara de Diputados se iba reduciendo mes a mes a medida que legisladores de partidos de centro-izquierda iban abandonando la coalición, acusando al Gobierno de "incumplir sus promesas electorales", y aplicar recetas económicas alejadas del progresismo y de la socialdemocracia.

A la par que bajaba la imagen pública de De La Rúa desde algunos medios de comunicación en forma sistemática se atacó su figura, ridiculizándola en forma sistemática y malintencionada, pero que fue muy efectiva para restar aún más de la escasa autoridad presidencial.

El ex Presidente [[Carlos Menem]] fue detenido y puesto bajo arresto domiciliario por denuncias de corrupción, esto en lugar se significar un éxito para el gobierno fue un mayor problema. El justicialismo ocupó el Congreso Nacional para rechazar la detención del ex Presidente, quién luego fuera liberado por decisión de la mayoría automática (proclive al ex presidente) de la Corte Suprema, cuestión que alimentó el descrédito en el poder judicial.

En este contexto, con un Senado dominado por el justicialismo, con Diputados con una muy frágil mayoría, un sindicalismo opositor (que realizó 7 paros generales en sólo 2 años) y la mayoría de los gobiernos provinciales en manos del PJ, resultó muy inestable la situación política. Máxime cuando, tras la renuncia de Álvarez, el nombramiento de Cavallo y la sucesión de ajustes, sectores del radicalismo comenzaron a cuestionar duramente a su propio correligionario que ejercía la Presidencia de la Nación. En este contexto, era clave para la estabilidad de la Casa Rosada la actitud del ex presidente [[Alfonsín]], por entonces titular de la UCR, quien en general se inclinaba por evitar una ruptura abierta con De la Rúa para impedir el vaciamiento político del Gobierno Aliancista, pero que tampoco le otorgaba el respaldo incondicional que el delarruismo exigía. Como consecuencia de ello, la disputa interna y las contradicciones en el mismo seno del oficialismo hacían aún más débil a la administración federal.

A mediados de año, el Gobierno logró la aprobación parlamentaria de la ley de Intangibilidad de los Depósitos Bancarios. En octubre la desocupación había trepado al 18,3 % y a fin de año las reservas internacionales del BCRA bajarían a cerca de 20 mil millones de dólares.

En medio de estos problemas, también hubo aspectos positivos, como fue lograr que en el ciclo lectivo del año [[2000]] se cumplieran 180 días de clases, recórd en más de una década, gracias al interés que se puso en aumentar las semanas del periodo escolar como en evitar conflictos docentes con el pago del Incentivo Docente.

En este marco de amplia problemática política y económica, se produjeron las [[elecciones legislativas de 2001]], donde el [[Justicialismo]] se impuso con el 40 por ciento en todo el país, contra el 24% de una diezmada Alianza que perdía más de 4.500.000 votos respecto de lo logrado apenas dos años antes. Resultado del descontento popular y también de una intencionada campaña mediática desde la derecha, el voto blanco o nulo alcanzó cifras récord en la historia de la democracia argentina. Para el último bienio de gestión, el gobierno radical enfrentaría un Congreso totalmente opositor.

Paralelamente, por efecto de la gestión de [[Ramón Mestre]] como interventor provincial, el radicalimos se imponía en las elecciones de nuevo Gobernador Correntino en la normalización de dicho distrito.

Esta combinación de problemas políticos y severa crisis económica, fue aprovechada desde la oposición justicialista y desde sectores del poder económico para exacerbar sus pretensiones. Se hicieron permanentes las acciones de grupos piqueteros cortando rutas nacionales. Mientras el justicialismo ocupaba la Presidencia del Senado a través de [[Ramón Puerta]] y se ponía en la línea de sucesión presidencial listo para ocupar el gobierno.

Hacia el [[19 de diciembre]], la situación social se hizo más explosiva que nunca, con saqueos y desmanes en los puntos más importantes del país. El Presidente llamó a la población a la calma. La rebelión popular, lejos de terminar, sumó el apoyo de la clase media (cuyos depósitos bancarios habían sido congelados), histórico bastión electoral del radicalismo.

El [[20 de diciembre]] la [[Ciudad de Buenos Aires]] estaba bajo la acción de grupos piqueteros y militantes del PJ bonaerense levantando barricadas en el centro porteño, quemando locales comerciales, saqueando bancos y destruyendo instalaciones públicas.

La respuesta de De la Rúa a todo esto fue decretar el [[Estado de Sitio]] en todo el país, ya algunos Gobernadores como [[Carlos Ruckauf]] -bonaerense- y el santafecino [[Carlos Reutemann]] lo habían solicitado públicamente. En el Gran Buenos Aires el enfrentamiento entre comerciantes y saqueadores producía muertos mientras no se observaba acción de la policía bonaerense. También se registraban decenas de muertos en Santa Fe y por la tarde, mientras De La Rúa renunciaba, hubo 5 muertos en la zona entre el Obelisco, Av. 9 de Julio y Av. de Mayo. En el centro porteño la policía federal era desbordada, aunque lograba mantener la violencia fuera de la [[Plaza de Mayo]].

Las confederaciones gremiales peronistas decretando una "huelga general por tiempo indeterminado", el Presidente perdió definitivamente el respaldo de la mayoría de su propio partido, la [[Unión Cívica Radical]], y aferrado al escaso sector radical que aún le respondía intentó convocar al justicialismo a un acuerdo de gobernabilidad, sumándose al gobierno. El obvio rechazo del PJ decidió a De la Rúa a presentar su renuncia al Parlamento a las 19.45 horas del [[20 de diciembre]] de [[2001]], cuando no había completado sino apenas la mitad de su mandato constitucional.

Lo sucedió inmediatamente el misionero [[Ramón Puerta]], peronista y a la sazón presidente provisional del Senado, y pocos días después la mayoría justicialista del Congreso elegía presidente interino, por escasos meses, al gobernador de San Luis, [[Adolfo Rodríguez Saá]]. Éste, que debería permanecer en el cargo por dos meses y convocar a elecciones generales, recibió el respaldo de los jefes sindicales pero no el de la UIA (Unión Industrial Argentina) ni el de un importante sector del Partido Justicialista, disconforme con la decisión del mandatario provisional de no devaluar la moneda. Además, en la semana de Navidad de 2001 se hizo fuerte el rumor de que Rodríguez Saá pretendía permanecer en el gobierno hasta completar el mandato de Fernando de la Rúa (diciembre de 2003), lo cual le quitó definitivamente el respaldo de varios gobernadores peronistas que tenían aspiraciones presidenciales (entre ellos el cordobés [[José Manuel de la Sota]], el bonaerense [[Carlos Ruckauf]] y el santacruceño [[Néstor Kirchner]]).
Rodríguez Saá declaró el ''default'' financiero (una de las insistencias del pueblo), por lo que Argentina se declaraba insolvente para pagar las deudas contraídas. Esta acción fue muy popular entre los argentinos. Sin embargo, sólo unos pocos días después de establecer el default, se descubrió que Rodríguez Saá había pagado u$s 150 millones al FMI, lo que hizo que la furia popular despertara otra vez.
Restado el respaldo por la feroz interna partidaria y por el enojo popular a sólo una semana de asumir el cargo, se presumía como inminente la renuncia de Rodríguez Saá. En una situación inédita, el que debería suceder a Rodríguez Saá como presidente provisional (Puerta) renunció a su cargo antes de que Saá hubiera hecho pública su renuncia. La renuncia de Rodríguez Saá llegó unas horas después del anuncio de Puerta; renunció a un puesto que todavía no había ocupado. La sucesión recayó en el presidente de la Cámara de Diputados, el duhaldista bonaerense Eduardo Camaño. Éste llevó a cabo la transición de un par de días necesaria para que se produjeran los acuerdos para llevar a la presidencia a [[Eduardo Duhalde]], que había sido electo senador sólo 2 meses antes.

En enero de [[2002]] el Congreso nombra finalmente a Duhalde para completar el período presidencial, con apoyo de peronistas y radicales. El nuevo presidente devaluó la moneda argentina (el [[peso argentino|peso]]), y consagró la expropiación de los pequeños depósitos bancarios del sector privado (el corralón), protegiendo los intereses de los grandes bancos (responsables de la fuga de capitales) y el sector exportador, pesificó los contratos privados y públicos, así como los fondos previsiomales. Estas decisiones tienen el apoyo de los industriales y gremialistas, del grueso del PJ y de la UCR, pero no así de algunos gobernadores, entre ellos el santacruceño [[Néstor Kirchner]], que se pronunció en los primeros meses del mandato de Duhalde tanto en contra de la devaluación como de la permanencia del presidente interino hasta 2003.

En el país circulan masivamente bonos provinciales, como el Patacon bonaerense, mientras de los cajeros automáticos solo pueden retirarse 200 pesos semanales.

Se produjo entonces la mayor recesión de la historia argentina, una caída del 10,7 % del PBI en ese año -mucho más intensa en el primer trimestre-, la desocupación trepó al 21.5 % en mayo del 2002, las reservas internacionales del BCRA cayeron a menos de 10 mil millones en junio y julio.

El ministro Remes Lenicov renuncia a los pocos meses, y durante días el dólar llega a valer 4 pesos, se extiende el feriado bancario, continua la fuga de divisas al exterior, la parálisis del comercio y al fin se designa en su reemplazo al Dr. Roberto Lavagna.

Hacia el final de su gobierno, semi-estabilizada la situación económica (pese al retroceso de un 11% en el PIB de 2002), Duhalde se dispuso a evitar el retorno al poder de su archienemigo interno, el ex presidente [[Carlos Menem]]. De este modo, y habiendo prometido él mismo no ser candidato, dio el respaldo de la estructura del PJ bonaerense a Kirchner, quien consiguió merced a ella y a su buena imagen pública (y sobre todo al rechazo popular a la figura del ex presidente) alcanzar el poder en mayo de 2003.

La consigna principal de la rebelión popular de diciembre de 2001 (conocida como "[[El Argentinazo]]") había sido: "''¡que se vayan todos!''".
[http://www.esmas.com/noticierostelevisa/internacionales/222773.html]
La mayoría, sigue en altísimas responsabilidades.

De la Rúa, mientras tanto, quien se fuera del poder en medio de una absoluta deslegitimación social, se retiró totalmente de la vida política y evitó apariciones públicas, incluso haciendo silencio respecto de las causas del traumático final de su gobierno. Recién en [[2003]] decidió hablar ante la prensa cuando, según él, "ya había pasado el tiempo de su mandato constitucional". Lo hizo para replicar a la aparición mediática de Mario Pontaquarto un "arrepentido" en la causa por los sobornos en el Senado, quien afirmó que desde su cargo de secretario parlamentario había sido el encargado de llevar el dinero (supuestamente proveniente del Gobierno) a los legisladores justicialistas para que aprobaran la ley de reforma laboral. Esta causa daría lugar años después a varios procesamientos por parte del juez federal Daniel Rafecas de ex senadores del PJ y la UCR y ex funcionarios del gobierno aliancista, como el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes y el ex ministro de Trabajo, el frepasista Alberto Flamarique. La situación procesal de De la Rúa está aún pendiente; el ex presidente sostiene que toda la causa es una "operación política" y que nada de lo que se dice existió, aún con la creencia popular abrumadoramente contraria a ello.

== Gobierno de la Nación Argentina (1999-2001) ==
* '''[[Jefatura de Gabinete de Ministros (Argentina)|Jefatura de Gabinete]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[5 de octubre]] [[2000]] [[Rodolfo Terragno]]
** [[5 de octubre]] [[2000]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] Chrystian Colombo

* '''[[Ministerio del Interior]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[20 de marzo]] [[2001]] [[Federico Storani]]
**[[20 de marzo]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] [[Ramón Mestre]]

* '''[[Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina|Ministerio de Relaciones Exteriores]], Comercio Internacional y Culto'''
** [[10 de diciembre]] [[1999]] - [[23 de diciembre]] [[2001]] Adalberto Rodríguez Giavarini

* '''[[Ministerio de Defensa]]'''
** [[10 de diciembre]] [[1999]] - [[5 de marzo]] [[2001]] [[Ricardo López Murphy]]
**[[5 de marzo]] [[2001]] - [[23 de diciembre]] [[2001]] [[Horacio Jaunarena]]

*'''[[Ministerio de Economía]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[5 de marzo]] [[2001]] [[José Luis Machinea]]
**[[5 de marzo]] [[2001]] - [[20 de marzo]] [[2001]] [[Ricardo López Murphy]]
**[[20 de marzo]] [[2001]] - [[20 de diciembre]] [[2001]] [[Domingo Cavallo]]

*'''[[Ministerio de Obras Públicas|Ministerio de Infraestructura y Vivienda]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[5 de octubre]] [[2000]] Nicolás Gallo
**[[5 de octubre]] [[2000]] - [[5 de marzo]] [[2001]] [[José Luis Machinea]]
**[[5 de marzo]] [[2001]] - [[20 de marzo]] [[2001]] [[Ricardo López Murphy]]
**[[20 de marzo]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] Carlos Bastos

*'''[[Ministerio de Justicia]] y Derechos Humanos'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[6 de octubre]] [[2000]] [[Ricardo Gil Lavedra]]
**[[6 de octubre]] [[2000]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] Jorge de la Rúa

*'''[[Ministerio de Educación]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[25 de septiembre]] [[2000]] Juan José Llach
**[[25 de septiembre]] [[2000]] - [[20 de marzo]] [[2001]] Hugo Juri
**[[20 de marzo]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] [[Andrés Delich]]

*'''[[Ministerio de Trabajo]], Empleo y Formación de Recursos Humanos'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[6 de octubre]] [[2000]] [[Alberto Flamarique]]
**[[6 de octubre]] [[2000]] - [[29 de octubre]] [[2001]] [[Patricia Bullrich]]
**[[29 de octubre]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] José Dumón
***'''Ministerio de la Seguridad Social y Agencia Social'''
****[[29 de octubre]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] [[Patricia Bullrich]]

*'''[[Ministerio de Acción Social]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[12 de marzo]] [[2001]] [[Graciela Fernández Meijide]]
***'''Ministerio de Desarrollo Social'''
****[[12 de marzo]] [[2001]] - [[20 de marzo]] [[2001]] Marcos Makón
****[[20 de marzo]] [[2001]] - [[22 de octubre]] [[2001]] [[Juan Pablo Cafiero]]
****[[22 de octubre]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] Daniel Sartor

*'''[[Ministerio de Salud]]'''
**[[10 de diciembre]] [[1999]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] [[Héctor Lombardo]]

*'''Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes'''
**[[29 de octubre]] [[2001]] - [[21 de diciembre]] [[2001]] [[Hernán Lombardi]]

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{{succession box | período = [[1996]] &ndash; [[1999]] | predecesor = [[Jorge Domínguez]] </br> <small> Con el título de ''[[Lista de Intendentes y Jefes de Gobierno de Buenos Aires|Intendente de Buenos Aires]]'' </small>| título = [[Lista de Intendentes y Jefes de Gobierno de Buenos Aires|Jefe de Gobierno de Buenos Aires]] | sucesor = [[Enrique Olivera]]}}
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==Enlaces externos==
{{commons|Fernando de la Rúa}}
{{wikiquote|Fernando de la Rúa|Fernando de la Rúa}}
* [http://delarua2004.tripod.com Página de Fernando de la Rúa, por Matías Bailone]
* [http://groups.msn.com/FERNANDODELARUA Grupo de Fernando de la Rúa]
* [http://http://www.delaruaenlaciudad.com.ar/ Dr. Fernando de la Rúa - Gestión en el Gobierno de la Ciudad 1996-2000 sitio NO oficial]


[[Categoría:Nacidos en 1937|Rúa, Fernando de la]]
[[Categoría:Abogados de Argentina|Rúa, Fernando de la]]
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[[Categoría:Intendentes/Jefes de Gobierno de Buenos Aires|Rúa, Fernando de la]]
[[Categoría:Políticos de la Unión Cívica Radical|Rúa, Fernando de la]]

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Fernando de la Rúa (Córdoba, 15 de septiembre de 1937), político argentino de la Unión Cívica Radical. Fue presidente de Argentina desde el 10 de diciembre de 1999 al 20 de diciembre de 2001.


Su carrera política

Estudiante en el Liceo Militar, se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba, en menos de 4 años de carrera y con medalla de oro. De muy joven comenzó su carrera política en la Unión Cívica Radical. Aunque había sido miembro del equipo de asesores del ministro del Interior Juan Palmero durante el gobierno radical de Arturo Illia, su primera aparición política ocurrió en 1973 cuando se presentó por su partido como candidato a senador por la Capital Federal, siendo el único radical que pudo vencer al justicialismo en ese año. Esta situación llevó a que Ricardo Balbín, tras la renuncia del presidente Cámpora y la convocatoria a nuevos comicios, lo eligiese como candidato a vicepresidente en las elecciones presidenciales de septiembre de 1973. En dichos comicios, el binomio radical Balbín-De la Rúa logró el 25 por ciento de la adhesión popular, muy por debajo del 61% que logró la fórmula del FREJULI Juan Domingo Perón-María Estela Martínez de Perón.

En 1983, al retornar la democracia, compitió por la candidatura presidencial de la Unión Cívica Radical con su correligionario Raúl Alfonsín. De la Rúa, heredero del balbinismo centrista, fue derrotado por quien luego sería electo presidente de la Nación. En las elecciones de 1983 que determinaron el acceso del radicalismo al Gobierno, De la Rúa fue candidato a senador nacional por la Capital Federal, venciendo al postulante del justicialismo, Carlos Ruckauf. En 1989, quiso revalidar su banca y lo consiguió triunfando en las urnas, pero fue víctima de una maniobra política por parte de su adversario del PJ, Eduardo Vaca, que a pesar de haber tenido muchos menos votos, fue electo en el Colegio Electoral gracias a la alianza ente el partido Justicialista y la Ucedé de María Julia Alsogaray. Pese a ello, en 1991 fue candidato a Diputado y el triunfo logrado en el bastión capitalino - donde además De la Rúa presidía el Comité Capital Radical - lo llevó a la presidencia del bloque de Diputados de la UCR, desde donde se opuso a la mayoría de las iniciativas del gobierno justicialista de Carlos Saúl Menem, en particular en lo referente a las privatizaciones de las empresas estatales de servicios públicos. En 1993, De la Rúa volvió al Senado ganando nuevamente en la Capital Federal con más del 50 por ciento de los votos.

Gracias a la reforma de la Constitución nacional de 1994, y a un nuevo triunfo en las urnas conseguido en junio de 1996, se convirtió en el primer Jefe de Gobierno popularmente electo de la ciudad de Buenos Aires. En esos comicios, De la Rúa como candidato de la UCR alcanzó el cargo con el 40 por ciento de los votos, contra el 26% del frepasista Norberto Luis La Porta y el 17% del peronista Jorge Domínguez, hasta entonces intendente de la Capital. De la Rúa desempeñó las funciones como Jefe de Gobierno entre agosto de 1996 y diciembre de 1999, cuando asumió como Presidente de la Nación.

De la Rúa llegó al poder, tras una exitosa jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, luego de que viera la luz en agosto de 1997 la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, conformada por varios partidos políticos de centro e izquierda moderada, siendo los principales la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario (Frepaso). El principal objetivo de la Alianza era conformar listas comunes en la mayor cantidad posible de distritos de cara a las legislativas de ese mismo año, y además, disputarle el poder al Justicialismo en las presidenciales de 1999. Buena parte de esas aspiraciones se cumplieron cuando, con listas conjuntas en 14 distritos (incluyendo la Capital y la Provincia de Buenos Aires) en octubre de 1997 la UCR y el Frepaso triunfaron de manera contundente y con el 45 por ciento de los votos en todo el país, causando la primera derrota electoral nacional del peronismo desde 1985. La gran ganadora de dicha jornada fue la frepasista Graciela Fernández Meijide, que derrotó al justicialismo en el bastión duhaldista de la provincia de Buenos Aires.

Como resultado de los acuerdos entre los dos partidos mayoritarios de la coalición hasta entonces opositora, la candidatura presidencial para las elecciones de 1999 se definiría en internas abiertas entre un candidato de la UCR y un postulante del Frepaso. Tras lograr el contundente respaldo de la mayoría del Partido Radical - en especial el clave aval del ex presidente Raúl Alfonsín - De la Rúa se convirtió en 1997 en presidente del Comité Nacional de la UCR y luego, meses después, en precandidato presidencial por su partido. El Frepaso le opuso a la estrella en ascenso de la política nacional, Fernández Meijide, pero nada pudo hacer ella ante la experimentada maquinaria electoral del radicalismo que, sumada a la "experiencia de gestión" de De la Rúa - dirigente bien visto por la sociedad, como honesto y moderado - produjo una contundente victoria en la interna abierta de noviembre de 1998, en la que el radicalismo logró el 62 por ciento de los votos contra el 38% del Frepaso en todo el país. Consagrado Fernando de la Rúa como candidato presidencial, el líder del Frepaso, Carlos Álvarez, decidió acompañarlo como candidato a vicepresidente para reforzar la unidad de la coalición.

Presidencia de Fernando de la Rúa

Las elecciones del 24 de octubre de 1999 fueron un duro golpe para el Partido Justicialista. Fernando de la Rúa, candidato del ya mencionado conglomerado de fuerzas de centro e izquierda moderada encabezado por la Unión Cívica Radical denominado "Alianza", fue electo presidente, y el justicialismo perdió la mayoría en la Cámara de Diputados. En los comicios presidenciales, la Alianza y su fórmula De la Rúa-Álvarez obtuvo el 48,7% de los sufragios, contra el 38,0% del binomio peronista Eduardo Duhalde-Ramón Ortega. Detrás, con un importante 10 por ciento, aparecía el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.

La victoria de De la Rúa se debió, al fuerte rechazo público hacia la evidente e intolerable corrupción durante el prolongado mandato de Carlos Menem, así como al deterioro de la situación económica del país, que en 1999 terminaba con una caída del PBI de casi 4 puntos porcentuales respecto al año anterior. El desempleo se acercaba al 14 por ciento, luego de haber alcanzado la cifra récord de 18,6% algunos años antes, y la pobreza había sido triplicada en proporción a la existente antes de llegar Menem al poder. El país tenía serios problemas en materia educativa y sanitaria, y un alto grado de degradación moral en la dirigencia política y social. Además, el gobierno peronista dejaba un elevado déficit fiscal, con un rojo de más de 10 mil millones de pesos, una deuda externa del orden de los 150 mil millones anuales con vencimientos de casi 25 mil millones en el año próximo, por lo que De la Rúa tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas. El aumento impositivo decretado sobre las clases medias y altas hacia enero de 2000, fue parte de un paquete que procuró en general mejorar la economía, así como atender deudas pendientes como el Fondo para el Incentivo Docente, pero esto resultó sin embargo insuficiente para resolver el deterioro de las finanzas públicas.

Al asumir también se debió intervenir la Provincia de Corrientes que desde hace meses estaba en un grave conflicto político y financiero, con paros ininterrumpidos y la destitución del Gobernador. La tarea le fue encomendada a Ramón Mestre que debió normalizar la situación provincial.

A lo largo del año 2000 el gobierno busco controlar el gasto público, bajar las tasas internas de interés, mantener la estabilidad monetaria y financiera como había prometido en la campaña electoral. El año finalizó con una leve baja del 0.5 % del PBI y con una desocupación del 14.7 % (datos del INDEC de octubre del 2000), así como mantuvo las reservas internacionales en el orden de los 33 mil millones de dólares, mientras redujo el déficit fiscal en unos 5 mil millones de pesos.

Lanzó iniciativas como el Plan de Infraestructura que mediante acuerdos con los gobiernos provinciales y financiamiento privado buscaba realizar obras de caminos, agua y vivienda en todo el país por 20 mil millones de dólares. Pero la aprobación parlamentaria fue lenta y trabajosa.

El gobierno de De la Rúa pidió ayuda complementaria al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los bancos privados para reducir la presión de la deuda externa. En diciembre de 2000, el ministro de Economía José Luis Machinea negoció un paquete de salvataje de cerca de 40.000 millones de dólares. La apuesta era ganar confianza y credibilidad en el exterior para así bajar los pagos de intereses y renovar más fácilmente los vencimientos.

El 6 de febrero del 2001 las reservas internacionales del BCRA habían alcanzado el récord histórico de 35.303 millones de dólares.

Fernando de la Rúa en un discurso por Cadena Nacional

En marzo de 2001, ya desgastada su capacidad de gestión y con desvíos en las metas presupuestarias del primer trimestre del año se produjo el alejamiento de José Luis Machinea del Ministerio de Economía, se nombró para el mismo al hasta entonces ministro de Defensa Ricardo López Murphy, un economista respetado pero del ala más liberal del radicalismo. Sus proyectos para sanear la economía realizando un enorme ajuste del gasto público, retirando fondos de áreas como salud o educación, chocó con una muy fuerte oposición popular, particularmente dentro del mismo Partido Radical y en sus brazos juveniles y universitarios; también puso en situación de ruptura a la coalición gobernante ya que los miembros del Frepaso dentro del Gabinete anunciaron su renuncia luego de que fue presentado el programa económico. Debido a esto, López Murphy se vio obligado a retirarse luego de apenas 15 días en el ministerio de Economía.

El gobierno de la Alianza, ya débil, recurrió al nombramiento como Ministro de Economía a Domingo Cavallo, que ya había ocupado el cargo durante varios años de gobierno de Carlos Menem. Cavallo llegó al cargo, es justo recordarlo, con el respaldo de la gran mayoría de la oposición del PJ, con un fuerte impulso de parte del líder del Frepaso, Carlos "Chacho" Álvarez y también desde los medios financieros. Sin embargo, generó muchos recelos dentro del radicalismo, partido que aún cuestionaba al calvo economista su actitud hacia el gobierno de Alfonsín en los momentos más problemáticos de la etapa hiperinflacionaria en 1989.

Cavallo inició su gestión prometiendo un crecimiento anual del 5% e intentando rebajar impuestos distorsivos y reanimar la industria, en lo que se presentó como "Planes de Competitividad". Se aprobó el impuesto a las operaciones bancarias y otras facultades especiales. Los mercados, empero, reaccionaron tan mal como los organismos internacionales de crédito y en julio de ese año, debido a la presión fiscal y la imposibilidad de zamarrear la economía, Cavallo retornó a la fuerte ortodoxia económica presentando un plan de "Déficit Cero" con un nuevo recorte general de gastos en la Administración pública para evitar gastar más de lo que ingresaba en el Estado. La resistencia para obtener del Congreso la ley en cuestión fue muy grande, y fuerte incluso dentro del radicalismo en los sectores adherentes al alfonsinismo, pero De la Rúa la obtuvo pidiendo un "último y patriótico esfuerzo" tanto a los legisladores opositores como a los propios y a la población en general. Tampoco ayudó esto, y el continuo ajuste contraía aún más la economía en el marco de un contexto internacional de recesión regional y global, que tampoco ayudaba a la Argentina a crecer.

En noviembre, el gobierno de De la Rúa inició una reestructuración de los compromisos de la deuda externa, denominada "Megacanje". Hacia fines de ese mes, el agravamiento inusitado de la situación económica, con inversiones que se alejaban producto de la complicada situación política, provocó desconfianza pública en el sistema financiero, por lo que se produjeron fuertes retiros de depósitos bancarios; para frenarlos, el ministro de Economía impuso restricciones que implicaban el congelamiento de los fondos depositados en los bancos, medida conocida como el "corralito", altamente impopular. El FMI, en tanto, endureció su posición exigiendo un recorte del 10% en el presupuesto público antes de producir cualquier nuevo desembolso de fondos, con lo cual incumplió su promesa realizada un año antes en el marco del famoso "Blindaje", y dejó al gobierno argentino librado a su suerte.

Además de la crisis económica, ya de proporciones mayúsculas, el sistema político aparecía jaqueado en su conjunto a partir de la renuncia en octubre de 2000, a sólo diez meses de asumir el gobierno, del vicepresidente y líder del segundo partido de la coalición (Frepaso) Carlos "Chacho" Álvarez, en medio de un escándalo donde se denunciaron supuestos sobornos en el Senado para aprobar una muy polémica ley laboral que había sido parte de las exigencias del FMI para acordar con Argentina paquetes de ayuda financiera.

Los objetivos de la Ley de Reforma Laboral eran por un lado debilitar el poder gremial de los sindicatos grandes en favor de los pequeños y por otro bajar los costos laborales. La fuerte resistencia del justicialismo a votar el proyecto produjo modificaciones que atenuaron casi totalmente su efecto sobre la estructura gremial. En estas negociaciones participaron el entonces Ministro de Trabajo Alberto Flamarique y también el líder sindical Hugo Moyano.

Los desacuerdos entre el Presidente y su vice respecto a la forma de enfrentar la situación, la mala comunicación entre ambos y sus estilos diametralmente opuestos a la hora de hacer política, pusieron en jaque a la misma coalición de gobierno. La Alianza, que había nacido como la gran esperanza para terminar con los vicios del gobierno justicialista de Carlos Menem, aparentemente y a los ojos de la población argentina, no había tenido voluntad política de cambiar nada en absoluto. La renuncia de Carlos Álvarez, aunque los funcionarios del Frepaso siguieron en sus cargos (muchos de ellos hasta el final de la gestión) produjo un innegable quiebre en la Alianza, que además se profundizaba en el Parlamento. Allí, la escasa mayoría que tenía el oficialismo en la Cámara de Diputados se iba reduciendo mes a mes a medida que legisladores de partidos de centro-izquierda iban abandonando la coalición, acusando al Gobierno de "incumplir sus promesas electorales", y aplicar recetas económicas alejadas del progresismo y de la socialdemocracia.

A la par que bajaba la imagen pública de De La Rúa desde algunos medios de comunicación en forma sistemática se atacó su figura, ridiculizándola en forma sistemática y malintencionada, pero que fue muy efectiva para restar aún más de la escasa autoridad presidencial.

El ex Presidente Carlos Menem fue detenido y puesto bajo arresto domiciliario por denuncias de corrupción, esto en lugar se significar un éxito para el gobierno fue un mayor problema. El justicialismo ocupó el Congreso Nacional para rechazar la detención del ex Presidente, quién luego fuera liberado por decisión de la mayoría automática (proclive al ex presidente) de la Corte Suprema, cuestión que alimentó el descrédito en el poder judicial.

En este contexto, con un Senado dominado por el justicialismo, con Diputados con una muy frágil mayoría, un sindicalismo opositor (que realizó 7 paros generales en sólo 2 años) y la mayoría de los gobiernos provinciales en manos del PJ, resultó muy inestable la situación política. Máxime cuando, tras la renuncia de Álvarez, el nombramiento de Cavallo y la sucesión de ajustes, sectores del radicalismo comenzaron a cuestionar duramente a su propio correligionario que ejercía la Presidencia de la Nación. En este contexto, era clave para la estabilidad de la Casa Rosada la actitud del ex presidente Alfonsín, por entonces titular de la UCR, quien en general se inclinaba por evitar una ruptura abierta con De la Rúa para impedir el vaciamiento político del Gobierno Aliancista, pero que tampoco le otorgaba el respaldo incondicional que el delarruismo exigía. Como consecuencia de ello, la disputa interna y las contradicciones en el mismo seno del oficialismo hacían aún más débil a la administración federal.

A mediados de año, el Gobierno logró la aprobación parlamentaria de la ley de Intangibilidad de los Depósitos Bancarios. En octubre la desocupación había trepado al 18,3 % y a fin de año las reservas internacionales del BCRA bajarían a cerca de 20 mil millones de dólares.

En medio de estos problemas, también hubo aspectos positivos, como fue lograr que en el ciclo lectivo del año 2000 se cumplieran 180 días de clases, recórd en más de una década, gracias al interés que se puso en aumentar las semanas del periodo escolar como en evitar conflictos docentes con el pago del Incentivo Docente.

En este marco de amplia problemática política y económica, se produjeron las elecciones legislativas de 2001, donde el Justicialismo se impuso con el 40 por ciento en todo el país, contra el 24% de una diezmada Alianza que perdía más de 4.500.000 votos respecto de lo logrado apenas dos años antes. Resultado del descontento popular y también de una intencionada campaña mediática desde la derecha, el voto blanco o nulo alcanzó cifras récord en la historia de la democracia argentina. Para el último bienio de gestión, el gobierno radical enfrentaría un Congreso totalmente opositor.

Paralelamente, por efecto de la gestión de Ramón Mestre como interventor provincial, el radicalimos se imponía en las elecciones de nuevo Gobernador Correntino en la normalización de dicho distrito.

Esta combinación de problemas políticos y severa crisis económica, fue aprovechada desde la oposición justicialista y desde sectores del poder económico para exacerbar sus pretensiones. Se hicieron permanentes las acciones de grupos piqueteros cortando rutas nacionales. Mientras el justicialismo ocupaba la Presidencia del Senado a través de Ramón Puerta y se ponía en la línea de sucesión presidencial listo para ocupar el gobierno.

Hacia el 19 de diciembre, la situación social se hizo más explosiva que nunca, con saqueos y desmanes en los puntos más importantes del país. El Presidente llamó a la población a la calma. La rebelión popular, lejos de terminar, sumó el apoyo de la clase media (cuyos depósitos bancarios habían sido congelados), histórico bastión electoral del radicalismo.

El 20 de diciembre la Ciudad de Buenos Aires estaba bajo la acción de grupos piqueteros y militantes del PJ bonaerense levantando barricadas en el centro porteño, quemando locales comerciales, saqueando bancos y destruyendo instalaciones públicas.

La respuesta de De la Rúa a todo esto fue decretar el Estado de Sitio en todo el país, ya algunos Gobernadores como Carlos Ruckauf -bonaerense- y el santafecino Carlos Reutemann lo habían solicitado públicamente. En el Gran Buenos Aires el enfrentamiento entre comerciantes y saqueadores producía muertos mientras no se observaba acción de la policía bonaerense. También se registraban decenas de muertos en Santa Fe y por la tarde, mientras De La Rúa renunciaba, hubo 5 muertos en la zona entre el Obelisco, Av. 9 de Julio y Av. de Mayo. En el centro porteño la policía federal era desbordada, aunque lograba mantener la violencia fuera de la Plaza de Mayo.

Las confederaciones gremiales peronistas decretando una "huelga general por tiempo indeterminado", el Presidente perdió definitivamente el respaldo de la mayoría de su propio partido, la Unión Cívica Radical, y aferrado al escaso sector radical que aún le respondía intentó convocar al justicialismo a un acuerdo de gobernabilidad, sumándose al gobierno. El obvio rechazo del PJ decidió a De la Rúa a presentar su renuncia al Parlamento a las 19.45 horas del 20 de diciembre de 2001, cuando no había completado sino apenas la mitad de su mandato constitucional.

Lo sucedió inmediatamente el misionero Ramón Puerta, peronista y a la sazón presidente provisional del Senado, y pocos días después la mayoría justicialista del Congreso elegía presidente interino, por escasos meses, al gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá. Éste, que debería permanecer en el cargo por dos meses y convocar a elecciones generales, recibió el respaldo de los jefes sindicales pero no el de la UIA (Unión Industrial Argentina) ni el de un importante sector del Partido Justicialista, disconforme con la decisión del mandatario provisional de no devaluar la moneda. Además, en la semana de Navidad de 2001 se hizo fuerte el rumor de que Rodríguez Saá pretendía permanecer en el gobierno hasta completar el mandato de Fernando de la Rúa (diciembre de 2003), lo cual le quitó definitivamente el respaldo de varios gobernadores peronistas que tenían aspiraciones presidenciales (entre ellos el cordobés José Manuel de la Sota, el bonaerense Carlos Ruckauf y el santacruceño Néstor Kirchner). Rodríguez Saá declaró el default financiero (una de las insistencias del pueblo), por lo que Argentina se declaraba insolvente para pagar las deudas contraídas. Esta acción fue muy popular entre los argentinos. Sin embargo, sólo unos pocos días después de establecer el default, se descubrió que Rodríguez Saá había pagado u$s 150 millones al FMI, lo que hizo que la furia popular despertara otra vez. Restado el respaldo por la feroz interna partidaria y por el enojo popular a sólo una semana de asumir el cargo, se presumía como inminente la renuncia de Rodríguez Saá. En una situación inédita, el que debería suceder a Rodríguez Saá como presidente provisional (Puerta) renunció a su cargo antes de que Saá hubiera hecho pública su renuncia. La renuncia de Rodríguez Saá llegó unas horas después del anuncio de Puerta; renunció a un puesto que todavía no había ocupado. La sucesión recayó en el presidente de la Cámara de Diputados, el duhaldista bonaerense Eduardo Camaño. Éste llevó a cabo la transición de un par de días necesaria para que se produjeran los acuerdos para llevar a la presidencia a Eduardo Duhalde, que había sido electo senador sólo 2 meses antes.

En enero de 2002 el Congreso nombra finalmente a Duhalde para completar el período presidencial, con apoyo de peronistas y radicales. El nuevo presidente devaluó la moneda argentina (el peso), y consagró la expropiación de los pequeños depósitos bancarios del sector privado (el corralón), protegiendo los intereses de los grandes bancos (responsables de la fuga de capitales) y el sector exportador, pesificó los contratos privados y públicos, así como los fondos previsiomales. Estas decisiones tienen el apoyo de los industriales y gremialistas, del grueso del PJ y de la UCR, pero no así de algunos gobernadores, entre ellos el santacruceño Néstor Kirchner, que se pronunció en los primeros meses del mandato de Duhalde tanto en contra de la devaluación como de la permanencia del presidente interino hasta 2003.

En el país circulan masivamente bonos provinciales, como el Patacon bonaerense, mientras de los cajeros automáticos solo pueden retirarse 200 pesos semanales.

Se produjo entonces la mayor recesión de la historia argentina, una caída del 10,7 % del PBI en ese año -mucho más intensa en el primer trimestre-, la desocupación trepó al 21.5 % en mayo del 2002, las reservas internacionales del BCRA cayeron a menos de 10 mil millones en junio y julio.

El ministro Remes Lenicov renuncia a los pocos meses, y durante días el dólar llega a valer 4 pesos, se extiende el feriado bancario, continua la fuga de divisas al exterior, la parálisis del comercio y al fin se designa en su reemplazo al Dr. Roberto Lavagna.

Hacia el final de su gobierno, semi-estabilizada la situación económica (pese al retroceso de un 11% en el PIB de 2002), Duhalde se dispuso a evitar el retorno al poder de su archienemigo interno, el ex presidente Carlos Menem. De este modo, y habiendo prometido él mismo no ser candidato, dio el respaldo de la estructura del PJ bonaerense a Kirchner, quien consiguió merced a ella y a su buena imagen pública (y sobre todo al rechazo popular a la figura del ex presidente) alcanzar el poder en mayo de 2003.

La consigna principal de la rebelión popular de diciembre de 2001 (conocida como "El Argentinazo") había sido: "¡que se vayan todos!". [1] La mayoría, sigue en altísimas responsabilidades.

De la Rúa, mientras tanto, quien se fuera del poder en medio de una absoluta deslegitimación social, se retiró totalmente de la vida política y evitó apariciones públicas, incluso haciendo silencio respecto de las causas del traumático final de su gobierno. Recién en 2003 decidió hablar ante la prensa cuando, según él, "ya había pasado el tiempo de su mandato constitucional". Lo hizo para replicar a la aparición mediática de Mario Pontaquarto un "arrepentido" en la causa por los sobornos en el Senado, quien afirmó que desde su cargo de secretario parlamentario había sido el encargado de llevar el dinero (supuestamente proveniente del Gobierno) a los legisladores justicialistas para que aprobaran la ley de reforma laboral. Esta causa daría lugar años después a varios procesamientos por parte del juez federal Daniel Rafecas de ex senadores del PJ y la UCR y ex funcionarios del gobierno aliancista, como el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes y el ex ministro de Trabajo, el frepasista Alberto Flamarique. La situación procesal de De la Rúa está aún pendiente; el ex presidente sostiene que toda la causa es una "operación política" y que nada de lo que se dice existió, aún con la creencia popular abrumadoramente contraria a ello.

Gobierno de la Nación Argentina (1999-2001)

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Predecesor:
Jorge Domínguez
Con el título de Intendente de Buenos Aires
Jefe de Gobierno de Buenos Aires
19961999
Sucesor:
Enrique Olivera


Predecesor:
Carlos Saúl Menem
Presidente de la Nación Argentina
19992001
Sucesor:
Ramón Puerta

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