Relaciones España-Reino Unido

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Relaciones España - Reino Unido
España Reino Unido
     España      Reino Unido

Las relaciones internacionales y diplomáticas hispano-británicas se refieren a la coyuntura política, económica y cultural que existen entre España y Reino Unido. Actualmente, estos dos Estados son miembros de pleno derecho de la ONU, OCDE, UE, OTAN, etc., y aunque actualmente las mismas son muy buenas, a lo largo de la historia, y sobre todo debido a la pugna por el poder político y marítimo, estas han tenido sus diferencias.

Historia

Las relaciones hispano-británicas tuvieron movimientos pendulares a lo largo de la historia, debido principalmente a la lucha por el control marítimo durante buena parte de la Edad Moderna y la pugna por la hegemonía cultural y política en los dominios de Ultramar, principalmente América y el Pacífico.

Alianza Anglo-portuguesa

Durante la Alta Edad Media, el deseo por parte, principalmente, del Reino de Castilla de la anexión de Portugal hizo que estos se aliaran con los ingleses para defender sus intereses. Así, y también en el contexto de la Guerra de los Cien Años, las distintas fuerzas europeas se decantaron por uno u otro bando (ingleses y franceses), donde Castilla apoyaba a los primeros, princiaplmente por intereses familiares, y Portugal a los segundos, tanto por intereses comerciales como territoriales.

Tras más o menos un siglo de distensión entre Portugal y España, Reino Unido vuelve a apoyar la causa lusa durante la Guerra Civil Castellana, que enfrentaba por un lado un facción candidata al trono: Isabel I de Castilla, hermana del rey Enrique IV (muerto sin descendiente varón), con el apoyo del Reino de Aragón; y Juana la Beltraneja, hija ilegítima de Enrique casada con el rey portugués Alfonso V y aliada con Gran Bretaña. Finalmente, la victoria del primer bando hizo declinar esta alianza, que volvería casi dos siglos después para apoyar a Portugal en la independencia de la España de Felipe II (1680) que le hizo perder al Imperio Español un territorio importante, sobre todo el referente a África.

Era de las Exploraciones

Escudo de armas de María I de Inglaterra y Felipe II, reyes de Reino Unido y España (junto sus posesiones).

Durante el siglo XVI, las relaciones entre ambos países fueron muy tensas. Al inicio de este siglo, la política matrimonial llevada a cabo por lo Reyes Católicos llevó a casar a una hija de estos, Catalina de Aragón, con el rey inglés Enrique VIII, cuyo divorcio abrió la puerta a la creación de la Iglesia Anglicana. Posteriormente, el que fuera hijo del Emperador Carlos, Felipe II, tomó nupcias con María I, por lo que Felipe II se convirtió en rey de Inglaterra. La prematura muerte de esta sin descendencia hizo que al trono llegara Isabel I, que desató innumerables guerras durante esta época con el Imperio de Felipe II, incluso llegando a apoyar a las Provincias Unidas para su independencia. En el transcurso de estas guerras tiene lugar la caída de la Grande y Felicísima Armada (Armada Invencible) en 1588, suceso que los historiadores anglosajones llegaron a exagerar, ya que no fue un derrota militar, sino un temporal meteorológico lo que acabó con la Armada.

Durante esta época, las posesiones españolas en el Mar Caribe se vieron amenazadas por ataques de patrulleros ingleses y piratas financiados por estos para evitar el comercio español con la metrópoli.

Guerra de Sucesión Española

A la muerte sin sucesión del último rey de la Dinastía Habsburgo en España, Carlos II, se creó una poblemática sucesoria que se saldó con una guerra que duró casi un lustro. En esta guerra ``civil´´ se enfrentaron por un parte, los candidatos franceses al trono, con el duque de Anjou (futuro Felipe V, nieto del Luis XIV) al frente, y aliado por supuesto de Francia, contra los candidatos austríacos (Archiduque Carlos), que se aliaron con Portugal, Reino Unido, las Provincias Unidas, etc., ya que veían con recelo que la familia Borbón ostentara las Coronas de Francia y España.

Al finalizar la guerra, el bando francés de los Borbones ganó y se hizo con el trono, en un acuerdo de Paz, el Tratado de Utrecht, mediante el cual, Felipe V rechazaba sus derechos al trono francés y España cedía a distintos países Nápoles, Milán, Sicilia, Borgoña, etc., y cede a Gran Bretaña el control de Menorca (que será en 1783) y Gibraltar, del que hablaremos más adelante.

Guerra de la Independencia Americana

Durante el tercer tercio del siglo XVIII, España volvió a entrar en guerra con Reino Unido, pero esta vez con un matiz muy importante. A la altura de la década de 1770, la entonces colonia británica de Nueva Inglaterra se sublevó contra la metrópoli y declaró unilateralmente la independencia, debido a diversos problemas administrativos, fiscales etc., que se inició a partir del Motín del té. Tras esto, tanto Francia como España, en su deseo de acabar con la hegemonía marítima inglesa y englobado dentro de los denominados Pactos de Familia, entraron en guerra apoyando a los colonos, tanto en materiales como logística y capital. Así, las grandes extensiones de terreno español en los que ahora es EE.UU, facilitó la campaña, que se llevó a cabo principalmente por Luisiana y el Caribe. Gran Bretaña, que se vio sin apoyos de sus principales aliados europeos (Austria y Portugal) cedió a la presión de los colones y los hispano-franceses y concedió la independencia a Estados Unidos, siendo así un promotor de los movimientos nacionalistas americanos.

Al finalizar la guerra, España obtuvo algunas conquistas territoriales en América del Norte, así como la devolución por parte de Francia de Luisiana y por parte de Gran Bretaña Menorca y Florida, aunque no consiguieron acabar con el dominio inglés en los mares y recuperar Gibraltar.

Guerra Napoleónicas

El inicio del siglo XIX cambió la esfera política de Europa, sobre todo por un suceso que dio marcha sin retorno a un nuevo punto de vista político, la Revolución Francesa. Así, tras los vaivenes en las políticas bilaterales entre España y Francia, al fin estos se aliaron para combatir conjuntamente contra Reino Unido para acabar con su Armada, algo que intentaron en la Batalla de Trafalgar (1805), cuyo resultado fue drástico. La decadencia naval española se verá acrecentada a partir de aquí y el comercio y los contactos con las colonias (América y Filipinas) será menor, lo que dará lugar a movimientos independentistas.

Tras esto, y la política impuesta por Napoleón a Carlos IV y Fernando VII, el primero invade la Península y coloca en el trono a su hermano José Bonaparte. La contestación por parte del pueblo español fue muy intensa, la cual se amplió con un contingente militar anglo-hispano-luso, que, liderado por el Duque de Wellington, logró expulsar a los franceses de la Península.

Guerra Carlista

A mediados del siglo XIX España se vio involucrada en un serie de guerras civiles debido a la legitimación de la reina Isabel II como tal, que enfrentaron a los bandos Carlista (el cual defendía que cuyo líder, Carlos María Isidro y hermano del rey Fernando VII, era el heredero legítimo al trono) e Isabelino (el cual apoyaba a la hija Fernando, Isabel). El sentido absolutista y el deseo de la restauración del Antiguo Régimen por parte de los Carlistas hizo que el Reino Unido apoyara al bando isabelino, que por otra parte era el legítimo y el que intentaba instaurar un régimen liberal en la sociedad española.

Así, en 1835 el Reino Unido apoyó y promovió la creación de la Cuádruple Alianza (Reino Unido, Francia, Portugal y España) para apoyar al bando Isabelino. Estos países, con el Reino Unido a la cabeza, subvencionaron la economía bélica del ejército isabelino durante la batalla y mandaron diversos cuerpos militares para su ayuda logística, donde cabe destacar la British Legion, encabezada por el oficial Lacy Evans, la cual tuvo un importante papel en la contienda navarra.

Siglo XX

Durante el siglo XX, las relaciones fueron más o menos estables o moderadas en lo referente a siglos anteriores, aunque sin embargo existieron periodos de tiempo, principalmente drante la dictadura militar de Franco, en la que estas fueron débiles.

A comienzos de dicho siglo, en 1906, el rey español Alfonso XIII contrajo matrimonio con una princesa inglesa y nieta de la emperatriz Victoria, Victoria Eugenia de Battenberg, con quien tuvo 7 vástagos, lo que reflejaba por un lado, la política matrimonial de la casa de Hannover durante el reinado de la reina Victoria (llegó a emparentar a la mayoría de las monarquías europeas) y a las buenas relaciones entre ambos países. Años después, durante la Guerra Civil Española, el denominado como Comité de No Intervención, encabezado por Francia y firmado por Reino Unido, privó de ayuda logística al gobierno legítimo español, aunque la ayuda no oficial fue constante, así, tanto capital privado como cuerpos de voluntarios ayudaron a uno y otro bando, a nacionales y republicanos respectivamente.

Tras el final de esta y la instauración de régimen franquista, Reino Unido rompió temporalmente las relaciones diplomáticas hasta que España ingresó en la ONU en 1955, y no sería hasta la democratización de España cuando estas volvieron a su retorno, impulsándose con la entreda de España en la UE a partir de 1986.

Actualidad

En la actualidad, Reino Unido y España mantienen unas excelentes relaciones, ya que se encuentran entre las principales 4 potencias de la Unión Europea y las 10 primeras del mundo, aunque el principal escollo diplomático durate las historia moderna de ambos países es el caso del enclave británico de Gibraltar.

El Peñón de Gibraltar visto desde La Línea de la Concepción.

El enclave geográfico y comercial de Gibraltar fue cedido por España en 1704 al Reino Unido como cláusula del Tratado de Utrecht, aunque la ocupación no se hizo efectiva hasta 1713. En esta misma cláusula Menorca también fue cedida, aunque esta fue devuelta a comienzos del siglo XIX, por lo que las pretensiones españolas sobre Gibraltar han sido estas hasta la actualidad.

El principal problema que se plantea es la resolución de la ONU sobre la descolonización de los distintos territorios imperiales del siglo XIX y que el Reino Unido, según el punto de vista de la diplomacia española, debería cumplir. En 1967 y 2002 el pueblo gibraltareño se sometió a sendos referendos sobre la transferencia de soberanía a España, y estos dos tuvieron un alcance negativo, incluso el de 2002, que con el apoyo de Reino Unido y España, se llegó a un acuerdo para realizar una soberanía compartida. Por otra parte, durante la dictadura franquista, las pretendiones de España sobre la soberanía de Gibraltar aumentaron, e incluso obtuvieron ayuda de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial para la ocupación del territorio (véase Operación Félix), aunque está al final nunca se realizó.

A pesar de estar diferencias, en 2004 se creó el foro internacional tripartito sobre el Diálogo de Gibraltar, y las relaciones anglo-españolas son buenas a pesar de las diferencias en este sentido.

Durante el año 2003, España y Reino Unido, junto con otros países, principalmente Estados Unidos, impulsaron la intervención militar en Irak que desencadenaría en el Guerra de Irak, acordado entre los mandatarios José María Aznar (España), Tony Blair (Reino Unido) y George Bush (EEUU) respectivamente en la Cumbre de las Azores. Posteriormente, con la victoria electoral del PSOE en 2004, el nuevo presidente José Luis Rodríguez Zapatero quitó su participación de la alianza y retiró los contingentes militares.

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