Transición de género
El término reasignación de género se refiere al proceso por el cual un individuo transgénero se somete a una cirugía de reasignación de sexo, la cual consiste en una serie de procedimientos quirúrgicos que se realizan mediante la ablación o extirpación completa o parcial de los órganos sexuales, se lleva a cabo la modificación de los genitales o aparato genital de una persona o individuo para que su apariencia física se vea y sea como los del género con el que el paciente se percibe o identifica. Esta cirugía suele realizarse a personas transgénero o con algún síndrome intersexual que optan a ella como parte de su confirmación de sexo a identidad de género.[1]
Precisión conceptual
El término «cambio de sexo» es poco preciso ya que el sexo en los seres humanos se presenta como un hecho en el cual se integran e interactúan diversos elementos íntimamente vinculados, es así que al factor representado por lo biológico, deben sumarse otros elementos de igual importancia como lo son el psicológico y el perfil socio-jurídico.
En los aspectos socio-jurídicos, se encuentran el cambio de los roles de género (masculinidad o feminidad) y el estatus legal de sexo de una persona (masculino o femenino), incluyendo el cambio de nombre de acorde a su género.
Desde el punto de vista científico se identifican hasta seis elementos que en su conjunto configuran la posición que desde el punto de vista sexual tiene el sujeto:
- El dato cromosómico, constituido por un patrimonio celular heredado en el instante de la concepción y que consiste en 23 pares de cromosomas, 22 de los cuales son comunes a ambos sexos.
- Los caracteres sexuales gonádicos, condicionados por lo cromosomático, representados por ovarios o testículos.
- Los caracteres hormonales.
- Los elementos genitales, representados por los caracteres externos que permiten una primera definición a efectos registrales.
- Los elementos anatómicos o caracteres sexuales secundarios.
- El elemento psicológico (o cerebral), cuya importancia ha sido puesta de manifiesto en los últimos tiempos, el cual es el resultado de vivencias, de sentimientos profundos que determinan manifestaciones típicas atribuibles a uno u otro sexo.
La importancia muy decisiva de la orientación psíquica se muestra en el hecho de que la psiquiatría, la psicología y la psicoterapia, son impotentes para mudar la inclinación mental y adecuarla a los atributos físicos. Este tratamiento psiquiátrico falla sistemáticamente y, por ende, solo resta la solución inversa que es adaptar el cuerpo a la mente, instalación psíquica que se avizora como irreversible.
Es por ello que más que una transformación lo que ocurre es una estabilización y definición necesaria, para volver a asociar el conjunto con sus componentes elementales, devolviendo la armonía a todos los caracteres físicos y psíquicos.[2]
Técnicas utilizadas
- Vaginoplastia con inversión peneana
- Vaginoplastia con injerto del peritoneo
- Colovaginoplastia
- GRS cosmética
- corrección de clítoris
- labioplastia
- Orquidectomia
- condroplastia
- Condrolaringoplastía
- Terapia de sustitución hormonal (hombre a mujer)
- Labiaplastia
Terapia de reasignación hormonal
El consumo de hormonas sintéticas (estrógenos o testosterona sintéticos) o de origen orgánico (estrógenos o testosterona naturales), permiten alterar ciertos caracteres sexuales secundarios para cualquiera de los dos sexos:
Mujeres transgénero
En el caso de las mujeres transgénero, si se consumen hormonas femeninas, la grasa se redistribuye hacia caderas y pechos, la forma del rostro cambia y los rasgos físicos se feminizan, disminuye la cantidad de vello corporal y las probabilidades de manifestar calvicie común asociada a los hombres.[3]
Hombres transgénero
En el caso de los hombres transgénero que consumen hormonas masculinas, éstas desarrollan vello facial, se intensifica la vellosidad corporal, aumenta la masa muscular y las facciones se tornan más bruscas, la voz se agrava, obteniendo características propiamente masculinas, pudiendo experimentar el crecimiento del clítoris, nariz y orejas. Normalmente, la hormona masculina testosterona es inyectada, pues puede causar daño a ciertos órganos si se consume por vía gástrica.[3]
Disforia de Género
Se presenta cuando una persona se siente muy inconforme y afligida acerca del género con el cual nació debido a que no coincide con su identidad de género. La disforia de género es definida por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), aunque en su quinta versión fue modificada y definida como transexualidad para que de este modo se garantize el acceso a la terapia hormonal y quirúrgica. Esto recibió fuerte crítica del colectivo trans debido a que considera que el diagnóstico contribuye a la estigmatización de las personas trans- [4][5]
Filmografía
- Glen o Glenda, de Ed Wood (1953)
- Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán (1971). Cabe destacar que esta película española fue estrenada durante el Franquismo.
- Cambio de sexo, dirigida por Vicente Aranda (1976)
- 20 centímetros, de Ramón Salazar (2005)
- Transamérica, de Duncan Tucker (2005)
- La piel que habito, de Pedro Almodovar (2011)
- La chica danesa, de Tom Hooper (2015)
- Sin vagina, me marginan de Wesley Verástegui (2017)
- Made in Bangkok de Flavio Florencio (2015)
Véase también
Referencias
- ↑ Transsexualitat: Repaso Médico al Transexualismo.
- ↑ Cifuentes Santos, Derechos personalísimos, Bs.As., Astrea, 1995, p 311
- ↑ a b Transsexualitat: Tratamiento Hormonal.
- ↑ Grau, Jordi Mas (24 de mayo de 2017). «Del transexualismo a la disforia de género en el DSM. Cambios terminológicos, misma esencia patologizante». Revista Internacional de Sociología 75 (2): 059. ISSN 1988-429X. doi:10.3989/ris.2017.75.2.15.63. Consultado el 31 de julio de 2020.
- ↑ «Disforia de género: MedlinePlus enciclopedia médica». medlineplus.gov. Consultado el 31 de julio de 2020.