Punto caliente (geología)

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Localización de los principales puntos calientes.

Los puntos calientes (del inglés hotspot) son áreas de actividad volcánica alta en relación a sus entornos.[1]​ A diferencia de otras áreas de vulcanismo como las zonas de subducción o las dorsales oceánicas el vulcanismo de los puntos calientes no está necesariamente asociado a las partes limítrofes de las placas tectónicas.[1]​ Existen dos hipótesis principales sobre el origen de los puntos calientes: una que complementa la tectónica de placas relacionándolos con plumas de manto y otra en la que las fuerzas tectónicas de extensión hacen en gran medida innecesaria la existencia de estas plumas.

Origen

Teoría de plumas

Esta teoría sugiere que hay plumas del manto que ascienden por convección desde el límite entre el núcleo y el manto en forma de diapiro.[2]​ El ascenso de las plumas se debería al calentamiento del manto inferior por conducción de calor desde el núcleo terrestre, formando así una capa del manto gravitacionalmente inestable que saldría a flote en forma de diapiro y al topar con la corteza generaría grandes trapps (inundaciones basálticas), seguido de vulcanismo facilitado por el conducto que constituiría la cola del diapiro.[1]

Esta teoría fue presentada por primera vez en 1963, poco después del descubrimiento de la tectónica de placas, por el geofísico canadiense J. Tuzo Wilson y desde entonces ha sido modificada, considerándose ahora que los puntos calientes no son "fijos" como se contemplaba inicialmente y el origen de las plumas del manto no siempre se supone en el manto inferior.[1][3]

Teoría de extensión

La otra hipótesis postula que no es la alta temperatura del manto la causa del vulcanismo sino que zonas de movimiento divergente de la litosfera facilitan el ascenso pasivo de magma desde niveles poco profundos.[4][5]

Consecuencias

Diagrama de un corte del interior de la Tierra, con la litosfera (en amarillo) y el magma surgiendo desde el manto (en rojo) produciendo volcanes en la superficie.

Los puntos calientes pueden formar largas cadenas de volcanes extintos al moverse una placa litosférica sobre el punto caliente fijo en el manto.[6]​ En placas oceánicas esto puede producir la formación de archipiélagos volcánicos en los que la edad de sus rocas aumenta a medida que se incrementa la distancia al punto caliente.[6]​ Un ejemplo clásico de este fenómeno serían las islas de Hawái.[1]

Lista de puntos calientes

Ubicación de los principales puntos calientes.

Se ha propuesto la existencia de puntos calientes en las siguientes localizaciones aunque algunos científicos que se oponen la hipótesis de las plumas del manto rechazan además el concepto mismo de punto caliente.[7]​ Los puntos calientes serían (el número indica su lugar en el mapa):[8]

Véase también

Referencias

  1. a b c d e Donald J. DePaolo y Michael Manga. 2003. Deep Origin of Hotspots - the Mantle Plume Model. Science
  2. W. J. Morgan. «Convection Plumes in the Lower Mantle». Nature 230(1971). 
  3. Watson, Jim (5-05-99). «"Hotspots": Mantle thermal plumes». USGS. Consultado el 21 de noviembre de 2009. 
  4. «Do plumes exist?». Consultado el 25 de abril de 2010. 
  5. Foulger, G.R. (2010). Plates vs. Plumes: A Geological Controversy. Wiley-Blackwell. ISBN 978-1-4051-6148-0. 
  6. a b Hotspot, Brittannica Academic Edition.
  7. Ingi Þorleifur Bjarnason. 2008. An Iceland hotspot saga.
  8. Vincent Courtillota, Anne Davaillea, Jean Bessea y Joann Stock. 2003. Three distinct types of hotspots in the Earth’s mantle. Earth and Planetary Science Letters.

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