Diferencia entre revisiones de «Francisco de Paula Santander»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Diegusjaimes (discusión · contribs.)
m Revertidos los cambios de 201.216.13.25 a la última edición de Diegusjaimes
Línea 145: Línea 145:
* ''"...las corrientes de la crítica histórica han ido a estrellarse contra el plinto de su estatua, impasible y severa como el espíritu que animó aquellos rasgos. Pero la alabanza y el dicterio han glorificado igualmente su memoria, pues de las páginas de sus adversarios surge todavía más esclarecida su figura de gigante, como brota del metal sometido a la acción corrosiva del ácido, la imperecedera agua fuerte"''. Carlos Lozano y Lozano, mayo de 1940
* ''"...las corrientes de la crítica histórica han ido a estrellarse contra el plinto de su estatua, impasible y severa como el espíritu que animó aquellos rasgos. Pero la alabanza y el dicterio han glorificado igualmente su memoria, pues de las páginas de sus adversarios surge todavía más esclarecida su figura de gigante, como brota del metal sometido a la acción corrosiva del ácido, la imperecedera agua fuerte"''. Carlos Lozano y Lozano, mayo de 1940
* En honor a su nombre la escuela más importante de la Policía Nacional de la Republica de Colombia se bautiza con el nombre de Escuela de cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.
* En honor a su nombre la escuela más importante de la Policía Nacional de la Republica de Colombia se bautiza con el nombre de Escuela de cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.
* ''"Tendía más hacia la sonrisa irónica que a la franca carcajada"''
* Se le conoció como ''" Yerba mala nunca muere "''
* Se le conoció como ''" Yerba mala nunca muere "''



Revisión del 15:06 10 mar 2010

Plantilla:Notasalpie

Francisco de Paula Santander

Archivo:CoaofGreatColombia4.png
2º Presidente de la Gran Colombia[1]
1819-1826


2º Presidente de la República de la Nueva Granada[2]
7 de octubre de 1832-1 de abril de 1837
Predecesor José María Obando
Sucesor José Ignacio de Márquez

Información personal
Nacimiento 2 de abril de 1780 o 20 de abril de 1780 Ver y modificar los datos en Wikidata
Villa del Rosario (Colombia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 6 de marzo de 1840 Ver y modificar los datos en Wikidata
Bogotá (República de la Nueva Granada) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Colelitiasis Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio Central de Bogotá Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Colombiana
Familia
Cónyuge Sixta Pontón de Santander Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en
Alumno de José Joaquín de Olmedo Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Militar
Rama militar Ejército de tierra Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata

Francisco de Paula Santander (Cúcuta, 2 de abril de 1792[3]​ - Bogotá, 6 de mayo de 1840), estadista, revolucionario y político, prócer de la Independencia de Colombia.[4]

Es conocido como "El Hombre de las Leyes".[5]​ y el "Organizador de la Victoria". Fue Vicepresidente de la Gran Colombia en el período de 1819-1826 (encargado del poder ejecutivo) y Presidente de Nueva Granada entre 1832 y 1837.

Su padre fue Agustín Santander Colmenares -quien había sido gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y cultivador de cacao en sus posesiones rurales- y su madre Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez[6]

Declaro ser un ciudadano de Cúcuta. Es mi ideosincrasia, lo llevo en la sangre. He forjado aquí mis ideales, mis pensamientos y los defenderé hasta el punto de entregar mi vida (...) Digo esto para desmentir a mis enemigos que han querido negar hasta mi identidad.
Francisco de Paula Santander

Primeros años y carrera militar

General Santander. Boceto de Helen Bedout, 1919.
Espada de Francisco de Paula Santander


Su infancia transcurrió en la comodidad de las haciendas de café, caña de azúcar y cacao que poseía su padre, quien fue gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos, y él mismo descendía de una antigua familia de militares y funcionarios.

En 1805 viaja a Bogotá a estudiar en el Colegio Mayor de San Bartolomé, donde fue compañero de una brillante generación. Obtiene la Beca bartolina en 1805 y el grado de Bachiller en Filosofía en 1808, culminando sus estudios de Derecho en 1810, cuando lo sorprende la Guerra de Independencia.

Ingresó en las filas patrióticas como subteniente abanderado del batallón de guardias nacionales. Colaboró con el general Antonio Baraya en la campaña del Norte y en la guerra de los patriotas contra las fuerzas centralistas de Cundinamarca después de haber anexado Mariquita en sus filas, siendo ascendido sucesivamente a teniente y capitán, en menos de un mes (1812) fue herido y hecho prisionero durante el asedio a Bogotá por las fuerzas centralistas al mando de Antonio Nariño, quien lo libera para enviarlo a servir en la campaña de Bolívar en el norte. En 1813, ya ascendido a sargento mayor, Bolívar le encomendó la defensa de los valles de Cúcuta, donde fue vencido por los realistas aunque les provocó un verdadero dolor de cabeza y tuvo victorias a pesar de la inferioridad cuantitativa o cualitativa hasta la segunda batalla de Cachirí donde mandó la vanguardia y la descubierta, tras lo cual se vincula a la guerra en Venezuela llegando a participar con Bolívar en las campañas de Apure y Caracas, además de hacer la campaña de Barinas, y contiendas como Calabozo, El Sombrero, La Puerta y el Rincón de los Toros.

En 1813 Santander no participó en la Campaña Admirable, permaneciendo en la población de La Grita, que había capturado con asalto, en apoyo al coronel Manuel del Castillo el cual se declaró en rebeldía en una campaña que desafió cualquier cálculo racional, pero quedó sorprendido por el genio de Bolívar y cubrió tenazmente la retaguardia cuando la campaña terminó en estrepitoso fracaso por factores como la logística, la contraofensiva de los batallones españoles o la falta de entusiasmo de la juventud comparada con la neogranadina. En 1814 se convierte en coronel y desde 1816 participa en el repliegue del ejército libertador en los llanos, si bien dura poco en la comandancia de este ejército debido a la resistencia de los soldados llaneros a ser dirigidos por un militar ajeno a la región y que previamente había rechazado por considerarse incompetente para dirigir a los llaneros rebeldes a la disciplina militar. Pero entonces de acuerdo con el nombramiento de Páez enterró su espada en el suelo, declaró que prefería que lo mataran con ella enterrándosela antes que consentir que el nombramiento no fuera hecho adecuadamente y se ganó cierto respeto que también ganaría luchando al lado de Páez. Mandó la segunda brigada de caballería, venciendo en El Yagual donde fue fundamental, cargó violentamente y también lucharía lanza en mano durante la campaña de los Llanos. En 1818 es ascendido a general de brigada, y con experiencia como oficial de Estado Mayor y comandante, se le encomienda reorganizar las fuerzas en Casanare para la ofensiva final.

Después de acciones como Termópilas de Paya, Pantano de Vargas o Gámeza, donde fue herido al frente de sus hombres, con su ejército fue la pieza definitiva en el triunfo de Bolívar en la Batalla de Boyacá en 1819, donde rodeó al enemigo, lo persiguió y lo aplastó evitando que pudiera reorganizarse; se le premió con el rango de general de división, y es desde ese momento en que recibe el título de "Organizador de la Victoria" por la forma como logró estructurar y disciplinar las filas que tres años atrás le habían dado la espalda, y las había convertido en el ejército más efectivo de los que participaban en las batallas de la independencia.

La vicepresidencia de la Gran Colombia

Testamento de Francisco de Paula Santander: Declaro que nací en Villa del Rosario de Cúcuta, de matrimonio legítimamente contraído entre mis padres don Juan Agustín Santander y Colmenares y doña Manuela de Omaña, ya difuntos ambos así como sus ascendientes de familia nobles, que bajo el gobierno Español obtuvieron destinos públicos de honor y distinción. Digo esto para desmentir a mis enemigos que han querido negar hasta mi nacimiento.

Conseguida la independencia es elegido vicepresidente (gobernador) de Cundinamarca, departamento de la Gran Colombia que por ese entonces incluía todo el territorio de la actual Colombia, y desde esta oficina fue el encargado de hacer valer y respetar a las nuevas autoridades republicanas, que eran vistas por muchos como un intento más de independencia que sucumbiría a la metrópoli como le había ocurrido a la Patria Boba. Luego de conseguir el consolidamiento de la autoridad en el territorio de la Nueva Granada, fue ascendido a la vicepresidencia de toda la Gran Colombia 1821, un cargo que había sido desempeñado infructuosamente durante esos dos años por Francisco Antonio Zea, Antonio Nariño, José María del Castillo y Rada y Germán Roscio, y cuya dificultad radicaba en que acarreaba la jefatura del Estado y del gobierno del país debido a la ausencia del presidente titular, Simón Bolívar, por las guerras de independencia de Ecuador, Perú y la futura Bolivia. Además de improvisar y exigir recursos para hacer la guerra al tiempo que construía el país, llegando a escribirle a Bolívar que "hoy me he convertido en Arismendi", en esta vicepresidencia sostuvo enfrentamientos desde su pasquín El Patriota con Antonio Nariño y su pasquín Los Toros de Fucha lo que puso a prueba al Hombre de las leyes frente a la libertad de prensa ejercida por El Precursor. A diferencia de años posteriores, el periodismo no sería peligroso de ejercer.

También una mañana de 1819, con "una frialdad que crispaba el alma", sin que le temblara la mano al firmar la orden y sin parpadear, presente ordenó fusilar en la Plaza Mayor al general José María Barreiro con 38 compañeros, no solo temiendo un golpe de mano, sino aplicando la Ley del Talión. Uno de ellos, un civil chapetón llamado Juan Francisco Malpica que había manifestado satisfacción por las ejecuciones en la época de Terror y se había refugiado en la catedral creyéndose protegido desde donde pronosticó el regreso del Mariscal de Campo Pablo Morillo, previa confesión por un sacerdote, Santander ordenó fusilarlo en el acto. El general Barreiro era el mismo que derrotado en la Batalla de Boyacá, le envió al general Santander su diploma e insignias de masón de alto grado creyendo que era un hermano, pero el general neogranadino solamente respondió: “¡La patria por encima de la masonería!”.


Cuanto más considero el gobierno de usted, tanto más me confirmo en la idea de que usted es el héroe de la administración americana.
Simón Bolívar en carta a Santander en 1825.[7]

Crisis con Bolívar

Discurso de Francisco de Paula Santander

Frente al sector civilista que Santander representaba surgió un sector militarista, renuente a aceptar los formalismos constitucionales y legales y temeroso de que el poder jurídico se sobrepusiera al heroísmo militar, en especial el representado por Bolívar. Entonces se formaron los bandos santanderista o civilista y bolivariano o militarista, lo que distanció cada vez más a los dos líderes. Pero lo que sobre todo los distanció, además de la acusación de robarse el empréstito solicitado a Inglaterra hecha indirectamente jugando tresillo, fueron los hechos a partir de La Cossiata tanto a nivel político como personal.

En 1826 tras su regreso victorioso, se confirmó la elección de Bolívar como presidente y Santander como vicepresidente, pero las diferencias habían llegado a ser muy profundas, al punto de que los bolivarianos respaldaban la implantación de la constitución boliviana en la Gran Colombia, constitución que implicaba el carácter vitalicio de la presidencia y la inexistencia de las elecciones, Santander y sus adeptos preferían mantener la constitución que se había firmado en Cúcuta.

Exilio

En septiembre de 1828 tuvo lugar un atentado contra Bolívar, a quién un movimiento encabezado por Pedro Alcántara Herrán después de la fracasada Convención de Ocaña declaró dictador el 27 de agosto del mismo año, en el atentado fue involucrado Santander a pesar de que nunca se le pudo demostar su participación; y fue condenado a muerte, pero debido a sus altos servicios a la patria y a la intervención del Mariscal Sucre, el Libertador le conmutó la pena por la del destierro, por pedido explícito del ministro de guerra José María Córdova. Durante su exilio en Europa (Alemania, la Gran Bretaña, Francia, Italia, Suiza) y Estados Unidos, Santander fue construyendo redes políticas y se permeó en las ideologías liberales de moda, con las cuales comulgaba ya con anterioridad; es así como tranza amistad con personajes de la talla de Goethe, Bentham y Schopenhauer, entre otros. Con este último, a pesar de que el uno no hablaba alemán sino apenas mal francés y el otro no hablaba español, intercambió refranes y dichos populares, y cuando Santander se fue el filósofo escribió en su diario: "No se escarmienta en cabeza ajena. Me lo ha dicho el general Santander".

Presidente de Nueva Granada

Casa de Francisco de Paula Santander

En 1830 sucedieron la renuncia y muerte de Bolívar y la disolución de la Gran Colombia, y resultando en el poder el sector civilista, se decidió llamar a Santander para que asumiera tras la firma de la constitución de 1832, la presidencia de la república de forma interina. Así mismo, el general fue restituido en sus honores y rangos militares, de los cuales había sido despojado cuando el destierro. La noticia de su elección presidencial la recibió estando en Nueva York, y por esto, pese a ser elegido el 9 de marzo, solo se posesionó al llegar a Bogotá, meses después, el 7 de octubre de 1832.

Archivo:2000 n a.JPG
Santander en el billete de 2000 Pesos en Colombia

Su mandato interino finalizo el 1 de abril de 1833, pero fue elegido como Presidente de Nueva Granada en propiedad para el cuatrienio siguiente. Durante su administración, apoyado por dirigentes de la talla de Vicente Azuero, su principal colaborador, ejerció una política de carácter liberal, como la que había ejercido siendo vicepresidente de la Gran Colombia. Su gobierno tuvo la responsabilidad de darle la estabilidad necesaria al nuevo Estado y para ello intervino fuertemente en las reformas a la hacienda y la educación, y desarrolló y fortaleció las relaciones diplomáticas del nuevo país.

Educación Pública

Estatua del General Francisco de Paula Santander en Medellín.

La principal preocupación de Santander fue la educación pública, pues consideraba que una nación en formación necesitaba primordialmente hombres capaces de sacarla adelante, y para fortalecerla creó los llamados colegios santanderinos, dedicados no solo a la educación media (la básica se ofrecía en las escuelas) sino a la universitaria con cátedras de teología, filosofía, medicina y derecho. Muchos de los colegios creados en ese tiempo existen todavía, algunos como colegios de educación secundaria y otros como universidades. En total creo 20 "grandes colegios" en las capitales de la mayoría de las provincias. Los colegios fueron creados con un espíritu liberal y laicista, incluyendo un fuerte corte utilitarista, con base en la lectura de Bentham aunque con perspectiva crítica.

El respaldo de Santander a la educación se puede observar también en la educación primaria, ya que durante su cuatrienio se pasó de tener 378 escuelas en el país, a 1050; es decir se triplicó la oferta escolar.

Economía

En cuanto a la hacienda y la economía nacional, el gobierno de Santander fue el primero en empezar a desmontar la estructura fiscal de la Colonia, al eliminar los impuestos de alcabala y los derechos de explotación (monopolio del Estado sobre la minería); si bien se mantuvo el monopolio existente sobre el cultivo del tabaco, se promovió su exportación, así como la de café y algodón, y en menor medida la del resto de productos agrícolas del país.

La uniformidad de la moneda y la primera ley que reglamentó la jubilación de los empleados públicos se lograron en 1835. Al terminar su mandato el presidente Santander tenía su casa en orden, hasta el punto que no había déficit, pero parte del cuerpo diplomático nunca le perdonó que redujera los gastos en representación republicana y simple aunque ciertamente majestuosa y elegante.

Relaciones exteriores

General Santander, por Santiago Martínez Delgado

La preocupación principal de la diplomacia granadina fue la de lograr el reconocimiento de la nación en el exterior. Durante el mandato de Santander se firmó el primer tratado de amistad con el también naciente gobierno de Venezuela (1833) y se logró el reconocimiento de la Santa Sede, convirtiéndose la Nueva Granada en la primera nación de Hispanoamérica en lograr tal reconocimiento (1835). Previamente ya había obtenido el reconocimiento de Colombia por la Gran Bretaña, los Estados Unidos y el Vaticano, lo que obtuvo con firmeza, y también, en 1826 llegó a amenazar al Papa "con una organización de la Iglesia en forma absolutamente independiente de Roma".

Oposición

El dotar a los colegios de textos del liberal inglés Jeremías Bentham y las medidas abiertamente liberales que empezó a adoptar el gobierno, provocó la reacción de los sectores más moderados de los civilistas, encabezados por el ex vicepresidente José Ignacio de Márquez, que se convirtieron junto a los reductos bolivarianos en la oposición al gobierno, y este conjunto político fue posteriormente llamado el grupo de los ministeriales y finalmente daría origen al Partido Conservador Colombiano. Los sectores más progresistas, encabezados por Vicente Azuero y José María Obando, entre otros, que se quedaron respaldando la gestión de Santander, se convertirían en el Partido Liberal Colombiano.

Hechos post gobierno

La muerte de Francisco de Paula Santander en Bogotá

Rechazando la reelección en la Presidencia, cuando terminaba su mandato no logró unir a sus seguidores en torno de un solo candidato y el triunfo fue para José Ignacio de Márquez. Se convirtió entonces en senador y presidente del Congreso de Nueva Granada; así mismo lideró la oposición a Márquez y cuando se preparaba para iniciar su campaña por la reelección, el mismo día de pronunciar un brillante discurso que era típico de su oratoria cayó gravemente enfermo y falleció en la ciudad de Bogotá después de una larga agonía y de delirios. Haciendo su testamento, tuvo un arrepentimiento: "Ojalá hubiera querido a Dios tanto como quise a mi patria".

Su autopsia revelaría, además de una enfermedad silenciosa heredada de los Llanos con varios años de gobierno, tres heridas, dos de bala y una de lanza.

Familia

Su padre don Juan Agustín Santander Colmenares, que también fue capitán de los comuneros en Cúcuta, murió cuando era muy joven. Su tío don José Salvador fue nombrado líder de la insurrección en Táchira. Su padre le pediría a su tío el presbítero don Nicolás Mauricio de Omaña y Rodríguez, que tuvo un papel importante en el comienzo de la revolución, que lo apadrinara en el ingreso al semiespartano Colegio de San Bartolomé, del que era vicerrector. Su madre doña Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez murió en 1819 por una vejez prematura consecuencia de la época del Terror, en la que estuvo encerrada en su casa junto con su hermana, y antes de morir manifestó que estaba feliz de haber vivido lo suficiente para ver libre a la patria, muerte que provocó una tristeza inmensa. Su hermana Josefa, conocida cariñosamente como "Josefita" por quien sentía profundo afecto y cuyos vínculos se fortalecieron con la muerte de su madre, contrajo nupcias con el coronel venezolano José María Briceño Méndez, un veterano oficial herido en combate quien era hijo del coronel Pedro Briceño del Pumar, que moriría en 1819 en la Guayana, hermano del general Pedro Briceño Méndez y un hermano suyo murió en combate como coronel, otro murió en cautiverio como teniente coronel, otro sobrevivió la guerra como coronel y otro murió desterrado como capellán. Este matrimonio llegaría a tener sete hijos, y los padrinos fueron el general Santander y su pareja Nicolasa Ibáñez.

Francisco de Paula Santander Piedrahíta

A edad bastante madura, contraería nupcias con Sixta Tulia Pontón. Y entre su descendencia se encuentra Francisco de Paula Jesús Bartolomé, producto de su relación anterior con Paz Piedrahita Sanz y nacido el 23 de agosto de 1833 quien con 16 años de edad ingresó como soldado aspirante cuando era presidente el general Tomás Cipriano de Mosquera y participó en las guerras civiles. Cuando llevaba 3 meses de vida militar tomó posesión el general José Hilario López, defendiendo el gobierno legítimo. Participó en las campañas de las provincias del occidente de Bogotá, Mariquita y Antioquia desde el 19 de julio de 1851 hasta el 26 de abril de 1853, sirvió bajo las órdenes de generales José María Melo, Joaquín Acosta y Rafael Mendoza y recibiendo su bautizo de fuego el 6 de agosto de 1851 en el combate de Garrapata en el Tolima donde el ejército rebelde fue derrotado. Ascendiendo, al regresar de Antioquia tenía el rango de teniente segundo ingresando en el escuadrón de caballería estacionado en Bogotá y fue ascendido a teniente de artillería. Apoyó la revuelta militar del general Melo contra el gobierno presidido por el general José María Obando, sirvió en el batallón llamado el "Girardot" bajo las órdenes del coronel José María Vargas Vila y después fue transferido a una división al mando del mayor Juan de Jesús Gutiérrez muerto en combate como coronel y de quien fue ayudante de campo. La división enfrentó en una zona boscosa de la montaña de Los Cacaos a las fuerzas del general Mosquera mandadas por el coronel de ingenieros Agustín Codazzi en el actual departamento de Santander, donde fue herido el comandante Gutiérrez y él mismo fue hecho prisionero, mantenido preso 3 meses en Boyacá y obligado a servir como soldado raso 2 meses en el batallón de artillería de guarnición en Bogotá consiguiendo su descuartelamiento y confinado en el Tolima. La dictadura del general Melo cayó "estrepitosamente" con la toma de Bogotá por las fuerzas constitucionales el 4 de diciembre de 1854, y según la hoja de servicios del teniente Santander, estuvo sin colocación desde abril de 1854 hasta febrero de 1859 cuando fue reincorporado al servicio activo durante el gobierno de Mariano Ospina Rodríguez. Fue capitán ayudante mayor del regimiento de caballería número 1 de Cundinamarca y estalló una nueva guerra civil desde 1859 hasta 1862 cuando el general Mosquera se alza en armas en el Cauca, defendiendo en esta ocasión el gobierno legítimo y dejó el partido liberal para afiliarse al partido conservador que "serviría con profunda convicción hasta su muerte". El 28 de enero de 1861, fue ascendido a sargento mayor del ejército, y el 18 de abril participó bajo las órdenes del general Gabriel París en el combate contra las fuerzas del general Mosquera en el cerro de Taque en plena Sabana de Bogotá, acción que duró todo el día y en la que no hubo victoria definitiva para ninguna parte.

Por su desempeño en el combate del 12 de junio cuando el general Mosquera movilizó sus hombres y fue enfrentado por un batallón de lanceros del que formaba parte al mando del coronel Ramón Amaya, quien murió en combate, fue ascendido a coronel. Cuando el general Mosquera avanzó hacia Bogotá, defendió Tres Esquinas actualmente Mosquera mandando un escuadrón de caballería y una compañía del batallón segundo de Bogotá. El 18 de julio de 1861, el general Mosquera entró en Bogotá después de un encuentro en Usaquén donde también combatió en las fuerzas del gobierno el coronel Santander. Aunque todos los oficiales de la Confederación fueron llamados para unirse, se ocultó en la Sabana de Bogotá, y cuando el general conservador Leonardo Canal que gobernaba en Santander se movilizó con un ejército hacia Bogotá, logró unirse a las tropas del general Canal, que lo nombró ayudante del Estado Mayor y terminó ocupando la capital el 25 de febrero de 1862 después de enfrentarse en el puente de Boyacá a las más numerosas y veteranas fuerzas del general Mosquera. El coronel Santander participó en el ataque al edificio del antiguo convento de San Agustín defendido por el general Valerio Francisco Barriga, pero el "sitio contra los paredones de San Agustín fue tenaz" y las tropas conservadoras no pudieron vencer la resistencia de las tropas liberales. Después de dos días, "las fuerzas al mando del general Leonardo Canal decidieron abandonar Bogotá. En su retirada Santander Piedrahíta se dirigió a Antioquia. De allí regresó más tarde a pie a Bogotá". Al terminar la guerra civil fue expedida la Constitución de Rionegro el 8 de mayo de 1863, que rigió el país hasta 1886, y permaneció 5 años retirado del servicio activo hasta que fue nombrado Inspector de Policía y después jefe de Estado Mayor de la fuerza que mandaba el general Alejandro Posada. Cuando el gobernador Ignacio Gutiérrez Vergara fue prisionero por Mosquera, permaneció en prisión 3 meses y cesó su carrera durante 10 años, manteniendo su filiación al partido conservador aunque el país estuvo gobernado por el partido liberal. Cuando nuevamente estalló una guerra civil durante la presidencia de Aquileo Parra, un jefe del liberalismo radical, mientras el partido conservador poseía el gobierno local en los Estados de Antioquia y Tolima, regresó al servicio activo empuñando "las armas revolucionarias en contra del gobierno constitucional y en nombre del partido conservador. El coronel Santander Piedrahita armó y disciplinó en Fusagasugá una guerrillas de trescientos hombres, que puso a las órdenes del general cartagenero Lázaro María Pérez. Este general fue nombrado posteriormente Secretario de Guerra de las fuerzas rebeldes, en el Estado de Santander. El gobierno liberal alcanzó la victoria definitiva en esta guerra civil, cuando en el combate de la Donjuana, sus fuerzas al mando del general Sergio Camargo vencieron a los efectivos conservadores comandados por el general Alejandro Posada". El 5 de febrero de 1884, precedido por el general liberal Julián Trujillo, fue elegido presidente el doctor Rafael Núñez con apoyo de conservadores y liberales independientes dando comienzo al movimiento de la "Regeneración".

Al estallar nuevamente una guerra civil desde el Estado de Santander, el presidente financió un cuerpo armado al mando del general Canal, que organizó el ejército de reserva en su totalidad compuesto por voluntarios entre quienes se encontraba el coronel Santander, quien fue nombrado comandante de caballería del ejército de reserva al que fueron incorporados las fuerzas armadas nacionales por decreto presidencial. Participó en la campaña de Boyacá al mando del general Antonio Valderrama y fue nombrado inspector de la división Urdaneta, en una campaña casi sin combates pero con muchas marchas y contramarchas. La guerra terminó con la victoria del presidente Núñez y el coronel Santander fue ascendido a general de brigada además de ser destinado a los contigentes del Atlántico, luego fue nombrado Administrador de Hacienda en la provincia de Facatativá y meses más tarde jefe del cuerpo de Serenos de Bogotá. Las condiciones y la represión del partido conservador solo dejó un representante liberal en el congreso, el general Rafael Uribe Uribe, y más tarde estalló la Guerra de los Mil Días que "fue la más larga, cruel y asoladora de todas las guerras civiles que ensagrentaron a Colombia en el siglo XIX". El general Santander con una hija contraería segundas nupcias con doña María de Jesús Gaona, dama bogotana con quien tuvo un hija llamada Anita Santander Gaona y un hijo llamado Julio Mario Santander Gaona, nacido el 23 de noviembre de 1879, graduado de la Universidad Nacional y general de división que contraería nupcias con doña Concepción Collazos, dama bogotana con quien tuvo nueve hijos. También mandó un batallón en el primer centenario de la independencia de Colombia y "el 22 de julio de 1910 asistió al homenaje organizado por la Comisión Nacional para el Centenario de la Independencia, en el que se honraba la memoria de su ilustre padre el Hombre de las Leyes. La ceremonia se efectuó frente a la estatua del prócer en la Plaza de Santander en Bogotá. Allí pronunció el discurso de fondo en honor al Hombre de las Leyes el general Pedro Nel Ospina... Francisco de Paula Santander Piedrahita falleció en Bogotá el 11 de agosto de 1916 a la edad de 84 años. El presidente José Vicente Concha Ferreira, hijo del doctor José Vicente Concha Lobo este último hijo póstumo del coronel José Concha […] dictó el siguiente Decreto de honores: 'Decreto Nº 1.385 de 1916 (agosto 11) sobre honores al General de Brigada Francisco de Paula Santander. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, en uso de las facultades legales, teniendo en cuenta que ha muerto en esta capital el general de Brigada señor Francisco de Paula Santander, y CONSIDERANDO: Que este meritorio servidor de la Patria obtuvo su alta graduación militar por rigurosa escala, desde el año de 1849, distinguéndose siempre por su desinterés, lealtad a las instituciones legítimas, valor, abnegación y disciplina, DECRETA: Artículo primero. Deplórase la muerte del General de Brigada señor Francisco de Paula Santander y hónrase su memoria. Artículo segundo. Las exequias serán costeadas con fondos nacionales, y la guarnición de esta plaza tributará al cadáver los honores correspondientes. Artículo tercero. Copia de este Decreto será enviada a la familia del finado General. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá a 11 de agosto de 1916. (fdo.) José Vicente Concha. El ministro de guerra, Salvador Franco'".

Manuel Santander

Entre la descendencia del Hombre de las Leyes también se encuentra un hijo que tuvo estando estacionado en Mariquita como subteniente con 19 años, a quien llamó Manuel en honor de su superior Manuel del Castillo y Rada. Durante su servicio militar el capitán graduado Manuel Santander, como su padre, recibiría un balazo en una pierna que le dejó cojera permanente y residiendo en la provincia de Pasto se enamoró de doña Isabel Múñoz y España, descendiente del maestre de campo Antonio de España. Emigró a Ecuador asentándose en Ambato en las faldas del Chimborazo a unos 75 kilómetros de Quito, y con ella se dedicó a la industria de tejidos de alfombras y a la producción de velas, fideos, aguardiente, etc., en fábricas de su propiedad pero "Casi al final de sus días, los dos personajes fueron fatalmente separados. El presidente del Ecuador Gabriel García Moreno —la personalidad más discutida de aquel país— quiso hacer de su nación una teocracia cerrada... Visitaba con alguna frecuencia a Ambato y se alojaba en la célebre quinta La Liria, propiedad de sus amigos Nicolás Martínez Vásconez y Adelaida Holguín de Martínez. Este déspota ilustrado, profundo católico, pidió a la pareja Santander-Muñoz que se casaran por el rito de la iglesia. Sin embargo, ello no era posible debido a impedimentos canónicos por parte de doña Isabel. Como consecuencia de esta situación, el capitán Santander hubo de partir como proscrito voluntario a la parroquia de Baños. Tiempo después consiguió regresar a Ambato, y en esta ciudad fallecieron los dos compañeros de toda la vida... De la unión del capitán Manuel Santander e Isabel Muñoz nacieron cuatro hijos: 1.— Inés, mujer de extraordinaria belleza y dotada de facilidad para las artes y la música. Contrajo matrimonio con un señor de apellido Lombeyda, nativo de Guarandá, población ubicada al sur de Ambato, donde establecieron su residencia. 2.— Albino, enfermo desde su infancia, murió en la adolescencia. 3.— Isabel, también dueña de una bella figura, logró, además, conseguir una profunda ilustración. Se casó con Carmiño Vaca (hijo). Entre su descendencia se destacan: a) Maria Natalia Vaca, nacida en Ambato en 1878, quien fue poetisa de fina sensibilidad, actividad en la cual figuró desde la niñez. Su obra poética refleja la devoción por los clásicos, la belleza y la frescura de expresión. En 1907 fue secretaria de la Biblioteca Nacional del Ecuador. Contrajo matrimonio con el doctor Manuel Elicio Flor. Uno de los hijos del matrimonio de Manuel Elicio Flor y la poetisa María Natalia Vaca, fue el doctor Manuel Elicio, abogado, orador, polemista y crítico. Hombre de inalterable convicción católica, fue candidato a la presidencia del Ecuador en 1948. b) Fray Agustín J. Vaca Santander, orador y poeta, provincial de los padres agustinos en el Ecuador. 4. Francisco de Paula, bautizado con este nombre "en memoria de su ilustre padre el prócer colombiano", según lo afirmado por el capitán Manuel Santander. Francisco de Paula recibió una esmerada formación. El propio paisaje nativo despertó sus aficiones a las ciencias naturales. Sus padres contrataron profesores extranjeros para supervigilar su enseñanza. El botánico inglés Richard Spruce, quien coleccionó, prensó y describió una gran cantidad de plantas suramericanas, llegó a Ambato en 1858. Traía el encargo de buscar semillas de quina para ser sembradas en la India, como que el secretario de Estado de Su Majestad Victoria I, reina de Inglaterra, tenía el propósito de desarrollar dicho cultivo en aquella posesión británica del Asia. Ya en Ambato, el botánico inglés organizó una expedición en busca de la "Chinchona Condaminea", la cascarilla roja (nombre que se daba a la chinchona en el Ecuador). Aprovechando la presencia de Spruce en la ciudad, los padres del joven Francisco de Paula consiguieron que el botánico inglés le diera clases a su hijo sobre las materias que eran de su dominio. Años más tarde, la afición del joven Santander por el conocimiento de la flora y la fauna le llevó a incursionar en las selvas del Amazonas, de donde sacó raros ejemplares que sirvieron luego para instalar el primer Museo de Historia Natural de Ambato. Francisco de Paula Santander Muñoz mantuvo correspondencia con las sociedades científicas extranjeras, y así hizo conocer las plantas medicinales ecuatorianas, las cuales contribuyeron al desenvolvimiento de la farmacia europea. Francisco de Paula fue amigo del escritor y pintor ambateño Juan León Mera, a quien suministró los datos para que pudiera escribir la hermosa novela Cumandá o Un drama entre salvajes, obra publicada en 1879 y con la cual se inició la escuela romántica en la literatura ecuatoriana. Esta novela ha sido editada varias veces y en ella se encuentra excelente descripción de la región amazónica. Francisco de Paula Santander Muñoz murió en Ambato en 1900. Había contraído matrimonio con doña Dolores Salvador Barriga, perteneciente a una de las familias más distinguidas y pudientes de aquella ciudad. Fueron sus hijos: a) Maria Luisa. b) Juan Gabriel, quien recibió una beca cuando niño para la Escuela de Bellas Artes, otorgada por el presidente de la república general Aloy Alfaro. Posteriormente, fue profesor en las escuelas fiscales y municipales de Ambato. Como su padre, exploró las selvas del oriente ecuatoriano, vivió entre las bravas tribus jíbaras del Palora y trajo a Vicente Aguayo, el primer jíbaro que recibió educación en la capital del Ecuador. Ahora, cuando se cumple en mayo 6 de 1990 el sesquicentenario de la muerte del general Francisco de Paula Santander, el Hombre de las Leyes y fundador civil de la república, nada mejor que recordar el transcurso vital de un hijo del prócer neogranadino, que vivió la parte más importante de su vida en Ambato, Ecuador, y cuya descendencia fue y es honra del apellido Santander. Se puede decir que allí circula pura casta de hidalgos".

Juan Santander Pontón, Clementina Mercedes y Sixta Tulia

En su matrimonio con doña Sixta Tulia Pontón y Piedrahíta, quien era hija de don José Mariano Pontón y Vargas nacido en Santafé que había sido Oficial 3o. en la administración de correos y después Administrador de las rentas reales y correos en Medellín, el Hombre de las Leyes tuvo un varón llamado Juan Santander, nacido el 20 de diciembre de 1835, y dos mujeres llamadas Clementina Mercedes Digna Rosa Francisca Manuela Josefa, nacida el 30 de noviembre de 1837 que contraería nupcias con el diplomático peruano general Manuel Freyre con quien tuvo tres hijos y murió en Milwaukee (Winsconsin) en 1915, y Sixta Tulia de la Concepción Francisca de Paula Juana Manuela Agustina Valeria, nacida el 7 de febrero de 1839 que contraería nupcias con el oficial de milicias Manuel Suárez Fortul con quien tuvo tres hijos, hijo del abogado José Joaquín Suárez y María Cleofe Fortoul, hermana del general Pedro Fortoul. El primogénito murió a las pocas horas de haber nacido y el general Santander lo sepultó "en los ejidos de la ciudad donde había dispuesto lote para cementerio civil. El cuerpo de Juan Santander sería el primero en ser inhumado allí. Con Bolívar intentaron cambiar por higiene pública, las prácticas coloniales de entierro de cadáveres en los templos, donde se mostraba la prominencia económica y social del muerto, por la cercanía al altar. Destinó también lotes para enterrar a los extranjeros no católicos". Su padrino fue el general José María Obando, quien le escribió al otro año que "Vuelvo a lamentar de mi malogrado ahijadito", y este le escribió al doctor Rufino Cuervo el 30 de diciembre que "El 20 fui padre por pocos minutos: murió el primer fruto de mi amor, y era cabalmente un hermoso niño. He tenido un grande pesar, como usted debe suponerlo". El serio Santander tendría unas lágrimas solitariamente al enterrar a su hijo.

Frases célebres

De Santander

  • "Colombianos, las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad"
  • "Si vamos de cabeza, nunca llegaremos al final"
  • "En América, sólo los miserables pueden alegrarse por la muerte de Bolívar"
  • "Entre más mujeres tengas a tu espalda mas hombre serás "
  • "El último día de mi vida será el primero en que la Nueva Granada no me verá ocupado de su independencia, de su honor y de sus libertades"
  • "La espada de los libertadores tiene que estar, de ahora en adelante, sometida a las leyes de la República"
  • "Nunca te esfuerzes demasiado"
  • "La moderación, la tolerancia y la justicia rigen el corazón y desarman el descontento"
  • "Mi filosofía me hace vivir contento con la seguridad de que el testimonio publico y el de mi conciencia, persuaden que he procurado llenar mis deberes
  • "Los maestros deberán enseñar a los niños a leer y escribir, los principios de aritmética y los dogmas de la religión y la moral cristiana, los instruirán en los derechos y deberes del hombre en la sociedad, y les enseñarán el ejercicio militar todos los días de fiesta y los jueves en la tarde. Con este mismo objeto los niños tendrán fusiles de palo y se les arreglará por compañías nombrándose por el maestro los sargentos y cabos entre aquellos que tuvieran más edad y disposición. El maestro será el comandante" (artículo octavo del decreto expedido el 6 de octubre de 1820 en su calidad de encargado del Poder Ejecutivo)
  • "(Estableciendo la proscripción del castigo de férula y del azote degradante que sólo tolera en casos de depravación) Para otras faltas designarán castigos más decorosos, teniéndose presente la diversidad de condiciones que debe haber entre los escolares y la diferencia de genios e inclinaciones. Propondrán también premios a los que se condujeren bien y aprovecharen más, y para esto servirá también la milicia escolar en sus ascensos y grados, haciéndose oficiales a los más aventajados" (artículo sexto del decreto expedido el 6 de abril)
  • "No hay hombre ninguno necesario, y todos somos más o menos útiles según determinadas circunstancias"
  • "¡Ahora sí! buenos días mis amados amigos" (última frase que dijo)
  • "... Hágalo por su propia gloria, y por amor a la humanidad, ya que no sea acreedor a esta consideración y gracia. Hágalo siquiera en recompensa de que me opuse al asesinato de V.E. y que con lágrimas en los ojos supliqué a Carujo, que no pagasen tan vilmente los servicios de V.E. a la patria. Hágalo por esta patria tan querida de su corazón. La insalubridad de estos castillos y mi habitual enfermedad de cólico me arruinan sin remedio, y lo peor es que moriré padeciendo crueles dolores, sin fruto ninguno para Colombia y con demérito de su inmarcesible gloria..." (Carta a Bolívar el 18 de diciembre de 1828 desde las Fortalezas de Bocachica)
  • "...El último dia de mi vida , será el día que me muera..."

Acerca de Santander

  • Se le llamó "El organizador de la victoria", tras la batalla de Boyacá, 1819
  • Se le llamó "El hombre de las leyes", tras la constitución de Cúcuta de 1821
  • "Cuanto más considero el gobierno de usted, tanto más me confirmo en la idea de que usted es el héroe de la administración americana" Simón Bolívar en carta a Santander en 1825
  • "...Es un gigante que marcha al nacer, combate y triunfa. Este gigante es Usted. Es una gloria que dos de mis amigos y segundos hayan salido dos prodigios de entre las manos. La gloria de Usted y la de Sucre son inmensas. Si yo conociera la envidia los envidiaría. Yo soy el hombre de las dificultades, Usted es el hombre de las leyes y Sucre es el hombre de la guerra. Creo que cada uno debe estar contento con su lote, y Colombia con los tres. Feliz madre que nunca pudo dejar de tener un hijo que le sirva de báculo […] me habla de retirarse del servicio público a causa de sus cólicos. No, amigo: usted no debe ni puede retirarse. Usted es el necesario para la marcha de la República. Usted debe morir en el tribunal, como mi destino es morir en el campo de batalla. Sin Usted qué sería de Colombia, qué sería de nuestro ejército y qué sería de mi gloria. ¡Diré a Usted francamente que si yo no hubiera tenido a Usted para defender con sus talentos y con su energía mi obra, ya habría sido arruinada. Yo creo más, sin Usted y conmigo no se hubiera perfeccionado bien. Yo no soy administrador, y además soy poco sedentario para sufrir el bufete. Por lo mismo yo hubiera destruido la obra de mis compañeros de armas por falta del carácter de Usted y de su capacidad para manejar los negocios públicos. Así repito: Usted es el hombre necesario de Colombia!". Bolívar
  • Se le llamó "El autor de la existencia y la libertad de Colombia" durante su exilio en Europa y Estados Unidos
  • "Los impresos de Bogotá tiran contra mí, mientras yo mando a callar los que tiran contra Santander. ¡ Ingrato mil veces !" Bolívar, 19 de marzo de 1827
  • "El no habernos compuesto con Santander nos ha perdido a todos". Simón Bolívar en 1830
  • "...las corrientes de la crítica histórica han ido a estrellarse contra el plinto de su estatua, impasible y severa como el espíritu que animó aquellos rasgos. Pero la alabanza y el dicterio han glorificado igualmente su memoria, pues de las páginas de sus adversarios surge todavía más esclarecida su figura de gigante, como brota del metal sometido a la acción corrosiva del ácido, la imperecedera agua fuerte". Carlos Lozano y Lozano, mayo de 1940
  • En honor a su nombre la escuela más importante de la Policía Nacional de la Republica de Colombia se bautiza con el nombre de Escuela de cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.
  • Se le conoció como " Yerba mala nunca muere "

Referencias

Libros

  • Gran Enciclopedia de Colombia. Tomo 2: Historia II. Círculo de Lectores, 1991, Bogotá.
  • Biblioteca Fundación Francisco de Paula Santander, 80 Vols. Bogotá, 1988-1993.
  • BUSHNELL, David. El régimen de Santander en la Gran Colombia. Bogotá, Universidad Nacional-Tercer Mundo, 1966.
  • FORERO, Manuel José. Santander, prócer de la Independencia nacional. Bogotá, Imprenta Nacional, 1940. * GARCÍA ORTIZ, Laureano. El general Francisco de Paula Santander. San José de Costa Rica, Imprenta Lehmann, 1940.
  • MORENO DE ÁNGEL, Pilar. Santander. Bogotá, Planeta, 1989.
  • ACEVEDO LATORRE, Eduardo. Colaboradores de Santander en la organización de la república. Bogotá. Biblioteca de la Presidencia de la República, 1988.
  • PERICO RAMÍREZ, Mario H. Servidor y amigo: Santander. Bogotá, Tercer Mundo, 1972; 2a ed.: Bogotá, Carlos Valencia Editores, 1978.
  • GÓMEZ PICÓN, Alirio. Bolívar y Santander: Historia de una Amistad. Bogotá, Editorial Kelly, 1971.
  • ORTEGA RICAURTE, Enrique. Bolívar y Santander: Correspondencia. Bogotá, Imprenta del Estado Mayor General, 1940.
  • DEAS, Malcom; SÁNCHEZ, Efraín. Santander y los ingleses. Bogotá, Bibloteca de la Presidencia de la República, 1991.
  • SANTANDER, Francisco de Paula. Memorias. Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1973.
  • SANTANDER, Francisco de Paula. Diario. 2á ed.: Bogotá, Editorial Incunables, 1984.
  • Pacheco Molina, Luis y Leonardo Molina Lemus. La familia de Santander. Cali, Biblioteca Banco Popular, 1978.

Internet

Véase también

Acerca de

Lugares

Instituciones educativas

Otros próceres

Enlaces externos