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Sin embargo, la función de [[Dios]] no es suprimir el [[Maldad|mal]] en la vida de los hombres: si tal hiciera, suprimiría también el [[libre albedrío]], factor crítico del plan divino. Lo que Dios hace es intervenir para corregir las desviaciones introducidas por el [[Demonio]], y siempre lo hace por caminos tortuosos y poco evidentes.
Sin embargo, la función de [[Dios]] no es suprimir el [[Maldad|mal]] en la vida de los hombres: si tal hiciera, suprimiría también el [[libre albedrío]], factor crítico del plan divino. Lo que Dios hace es intervenir para corregir las desviaciones introducidas por el [[Demonio]], y siempre lo hace por caminos tortuosos y poco evidentes.

Es preocupante que se haga apologia de brujeria en 6:4-9, desconcertante leccion de un llamado "angel" al que le llama hermano Azarias, veamos el texto:
Tobit 6: (7)Preguntó entonces el muchacho al ángel: "Hermano Azarías, ¿qué remedios hay en el corazón, el hígado y la hiel del pez?" (8)Le respondió: "Si se quema el corazón o el hígado del pez ante un hombre o una mujer atormentados por un demonio o un espíritu malo, el humo ahuyenta todo mal y le hace desaparecer para siempre. (9)En cuanto a la hiel, untando con ella los ojos de un hombre atacado por manchas blancas, y soplando sobre las manchas, queda curado."



==== Conceptos novedosos ====
==== Conceptos novedosos ====

Revisión del 12:00 1 feb 2010

El arcángel Rafael, importante protagonista de este libro (relieve en dístico sobre marfil, Londres, siglo VI).

El Libro de Tobit (griego: τωβιθ, hebreo: טובי Tobih "mi Dios", también llamado libro de Tobías del hebreo טוביה Tobiah "Yahweh es mi Dios"[1]​) es una narración antigua de origen judío, incluida en los códices de la Septuaginta.

Datos generales

Idioma, época y autor

No sabemos nada acerca del autor de Tobit; apenas que se trataba de un judío versado en la historia y en la ciencia de Dios y que posiblemente haya vivido en tiempos de la Diáspora. La fecha y el lugar de composición son dudosos: algunos afirman que fue escrito en Egipto entre los siglos IV y III a. C.:[2]​ mientras que algunos autores se inclinan por el siglo II a. C. o aun comienzos del siglo I a. C. ("entre el 200 y el 50 a. C.[3]​), en Palestina. Su idioma original, como el de todos los libros de este período, parece ser, según el análisis de la mayoría de los expertos, el arameo. Posteriormente habría sido traducido al hebreo y al griego, aunque es posible un original hebreo.

Tradición textual

Se conservan dos textos de versión griega: el del Alexandrinus en el Vaticano y el del Sinaiticus. Este último fue la base usada para las traducciones latinas a partir de la Vetus latina. En Qumram se han encontrado fragmentos del libro en arameo e incluso en hebreo que apoyan la versión del Sinaiticus. Otros textos en hebreo o arameo que se han encontrado parecen más bien ser traducción del griego.

Las versiones más antiguas conocidas del libro de Tobit, son varios fragmentos en arameo (4Q196 a 4Q199)[4]​ y uno hebreo (4Q200)[5]​ que fueron encontrados entre los Manuscritos del Mar Muerto. Las versiones o traducciones griegas no han transmitido de modo uniforme el texto. Entre los códices hay dos formas, con frecuencia bastante diferentes, por una parte, el Vaticano y el Alejandrino, por otra el Sinaítico. Los primeros dan una versión breve; el Sinaítico, una más larga, con la cual coinciden los fragmentos arameos y hebreo y que se considera actualmente la más cercana al texto original.[6]​ La Vulgata latina depende de las versiones griegas y de la Vetus Latina, aunque se sabe que San Jerónimo dispuso para su traducción de un manuscrito arameo, hoy perdido.[2]​ La Vetus Latina ofrece un texto muy afín al Sinaítico. Algunos manuscritos tienen interpolaciones gnósticas, que están presentes en la Vulgata Clementina del siglo XVII y en versiones modernas dependientes de ella. Se conservan también manuscritos siríacos y una versión aramea tardía.[7]

Jerónimo aunque de mala gana tradujo el texto al latín a partir de uno en arameo que a su vez le fue traducido al hebreo, según él mismo cuenta.[8]

Canonicidad del libro

Es considerado por varias iglesias como uno de los libros "apócrifos apócrifos" de la Biblia. Generalmente se encuentra ubicado entre los libros de Nehemías y Judit. Las iglesias católica, ortodoxas, armenia, copta, etíope y otras iglesias orientales, consideran este libro parte de la Biblia al igual que a otros libros deuterocanónicos, que las iglesias protestantes y evangélicas, consideran apócrifos y fuera del canon y el artículo VI de la declaración de 39 artículos de la de la iglesia anglicana, considera libros que "la iglesia debe leer como ejemplo de vida e instrucción de comportamiento, pero sin embargo, no deben utilizarse para establecer doctrina alguna" y se publican como apéndice de la Biblia. Los Amish leen un pasaje de Tobit en todas las celebraciones de bodas.

El judaísmo no lo considera parte de la Tanaj, sino un escrito edificante, por lo cual su canonicidad ha sido disputa a lo largo de la historia del cristianismo.

Contenidos

Aspectos literarios

El cronista bíblico parece haberse inspirado en el Génesis para escribir su libro; como en aquél, la intención no es hacer un prolijo examen cronológico, historiográfico o documental sino enseñar teología. En este sentido, Tobit se encuentra estrechamente emparentado con Judit y Ester.

La literatura de este libro es sapiencial: su enseñanza teológica es concreta, inmediata, de uso diario. No se pierde en áridas disquisiciones teóricas sino que pretende que los conocimientos transmitidos se apliquen aquí y ahora.

Tal vez, como quieren algunos autores, el libro de Tobit sea un aspecto intermedio entre los libros históricos estrictos y los verdaderos libros sapienciales.

Aspectos históricos

Como en Judit, pudo existir un suceso histórico real en el núcleo del libro; como allí, el de Tobit debió de ser poco importante. Puede ser incluso que el autor haya observado hechos y personas reales y luego los haya distorsionado voluntariamente para luego sepultarlos bajo una avalancha de demostraciones teológicas que han conseguido enmascararlos por completo. Como es usual en los libros históricos de este período, Tobit contiene varias inexactitudes históricas.

La más notable es que el relato afirma que Tobit vio la revuelta de las diez tribus norteñas, un acontecimiento ocurrido hacia el 931 a. C., después de la muerte del rey Salomón (Tob. 1, 4-5), y que más tarde fue deportado a Nínive junto a la tribu de Neftalí, suceso que ocurrió hacia el 721 a. C. (Tob. 1, 10-13). Si esto fue así, Tobit habría vivido más de 257 años; cuando el libro mismo se hace mención a que murió, según unas versiones "a los 112 años de edad" (Tob. 14, 2) o según otras "a los 158 años" (Tob. 14, 11).

Es por ello que, a pesar de la innegable belleza y el enorme encanto de esta pieza, no va a satisfacer al curioso ni al historiador en busca de datos técnicos. Sí a quienes buscan una historia edificante, una parábola deliciosa o una enseñanza judaica concreta y fácil de aplicar.

Argumento

Tobías y el Ángel, de Filippino Lippi, 1472

El Libro de Tobit analiza la presencia de Dios en las relaciones familiares, expresadas en el acompañamiento que el arcángel Rafael hace a un joven lleno de fe, que va a buscar esposa y finalmente se casa luego de sortear enormes dificultades con la ayuda del ángel enviado por Dios.

Tobit es un judío de la tribu de Neftalí deportado a Nínive que quedó ciego al caerle sobre sus ojos excremento de ave. Más tarde, Tobías, hijo de Tobit, encuentra a Sara, una joven virgen que, aunque se había casado siete veces, enviudaba por culpa del demonio Asmodeo, que ocasionaba la muerte de sus esposos en la noche de bodas. Tobías ama a Sara desde antes de conocerla por la descripción que el arcángel le hace: "es inteligente, valiente y muy bonita y su padre es honrado" (6:12). Se casa con esta virgen viuda y, de acuerdo con el consejo del arcángel, ahuyenta al demonio haciendo arder el corazón e hígado de un pez que había pescado anteriormente. Al regresar, logra quitarle la ceguera al padre untándole en los ojos la hiel del pez.

Aspectos religiosos

El sentido del libro es demostrar que Tobit recibe la clemencia de Dios porque es un leal servidor de Él; siempre ayuda a los demás judíos y ejercita una solidaridad y una caridad notables. Su fe es evidente y su vida moral es intachable, por lo que camina siempre en la senda del temor de Dios y de la piedad religiosa.

Sin embargo, como a Job, las acechanzas del demonio lo ponen en medio de un sufrimiento injusto, al igual que a la mujer (Sara), que pierde a sus amados esposos sin haber hecho nada para merecerlo. Tobit y Sara son tratados de la misma manera: la gente se burla de ellos (2:14; 3:8) y ambos consideran que sería mejor morir que soportar su tormento (3:7-15).

Plantea el problema de por qué muchas veces el justo sufre. Muchos analistas consideran que el libro de Tobit además de preguntarse si la virtud será recompensada, dice que no basta esa virtud para explicar el beneficio; en realidad, los designios de Dios son desconocidos para los humanos y es la fidelidad, la persistencia de la piedad de los protagonistas a pesar de las desgracias que sufren, lo que conduce al premio, que solamente se recibe cuando Dios lo dispone. Los protagonistas no relajan su moral o su virtud una vez que han recibido su premio; antes bien, se mantienen fieles a Dios, siguen siendo los mismos judíos piadosos que eran antes de la intervención del Maligno.

El Dios de Tobit es más cercano y comprensible que el de otros libros del Antiguo Testamento: no parece indiferente como el de Job ni prácticamente ausente como el del Eclesiastés. El Dios de Tobit se preocupa por los problemas de cada uno de sus adoradores, y los resuelve planificadamente. Se interesa por el Hombre y sus problemas, utilizando a un instrumento fiel y efectivo (Rafael) para lograr sus fines.

Sin embargo, la función de Dios no es suprimir el mal en la vida de los hombres: si tal hiciera, suprimiría también el libre albedrío, factor crítico del plan divino. Lo que Dios hace es intervenir para corregir las desviaciones introducidas por el Demonio, y siempre lo hace por caminos tortuosos y poco evidentes.

Conceptos novedosos

Hábilmente entremezclados con la narración dramática, el autor de Tobit presenta dos conceptos que son novedosos en la Biblia o que aclaran y precisan conceptos tratados en forma más somera en libros anteriores:

  • Ángeles buenos y malos. Los buenos son herramientas de Dios. Los malos también, porque requieren de la intervención del Señor para corregir sus maldades. Además, y por primera vez, se presentan como el medio que el Creador utiliza para permitir al hombre ejercer su libertad (bajo el concepto ya analizado del libre albedrío).
  • Concepto del matrimonio. En Tobit el matrimonio, además de institución familiar en la cual intervienen los suegros, ante quienes se formaliza el compromiso, pasa a tener además un carácter de compromiso de la pareja con Dios, visión que para algunos es cuasisacramental y anticipo de la que se desarrollará plenamente con el Cristianismo, según la visión de la Iglesia Católica. El compromiso de Tobit y Sara, sin embargo, no se contrae ante un sacerdote, sino que lo hace la pareja, en su habitación. No van simplemente a tener una relación sexual para satisfacer un deseo, sino que hay una clara y sincera intención: seguir juntos, hasta la vejez si Dios lo concede (8:7 [9]). Esta intención es cambiada en algunas versiones por una interpolación "sed sola posteritatis dilectione" que pretendía que la relación de pareja solamente se justificaba para tener hijos (solamente en orden de tener descendientes), pero los expertos han descartado que ese punto de vista provenga del texto original, ya que no se encuentra en los manuscritos más antiguos.

Conclusiones

El libro de Tobit, por lo tanto, completa y perfecciona a los libros sapienciales. Aporta el concepto de matrimonio como sacramento religioso y el del libre albedrío como dosis de libertad imprescindible para que el Hombre se eleve hacia Dios.

Está ausente el nacionalismo o racismo, pues afirma que en la Nueva Jerusalén serán convocados todos los pueblos y ofrece una visión primitiva del Mesías por venir, especialmente en el canto del capítulo 13.

Notas

  1. Véase:
    Moore, Carey A. (1996) Tobit, Anchor Bible 40A, New York. ISBN 0-385-18913-3
    Fitzmyer, Joseph A. (2002) Tobit, Commentaries on Early Jewish Literature; Walter de Gruyter: Berlin. ISBN 3-11-017574-6
  2. a b Villanueva, Marciano (1971) "Los libros de Tobías, Judit, Ester"; Biblia de Jerusalén: 499-501. Desclée de Broewer: Bilbao.
  3. Toy, Crawford Howell Tobit, Book of; Jewish Encyclopedia.
  4. Milik, Josef Tadeusz (1966) "La patrie de Tobie"; Revue Biblique 73: 522-530.
  5. Schmitt, Armin (2001) "Die hebräischen Textfunde zum Buch Tobit aus Qumran 4Q Tob(e) (4Q200)"; Zeitschrift für die Alttestamentliche Wissenschaft 113(4): 566-582.
  6. Fitzmyer, Joseph A. (1996) The Written Word] Company 14 (1).
  7. Neubauer, Adolph (1878) The Book of Tobit: The Text in Aramaic, Hebrew, and Old Latin with English Translations; Oxford. Wipf & Stock Publishers, 2005, ISBN 1-59752-374-7
  8. Véase MIGNE, PL 29, 23-26.

Véase también

Bibliografía

  • CAZELLES, HENRY (1981). Introducción crítica al Antiguo Testamento. Barcelona: Herder. ISBN 84-254-1085-1. 


Enlaces externos


Libro anterior:
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