Diferencia entre revisiones de «Valle del Lozoya»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Paconi (discusión · contribs.)
Deshecha la edición 26066911 de 83.60.182.190 (disc.)
Línea 147: Línea 147:
| 27
| 27
| [[Robregordo]]
| [[Robregordo]]
| 98,03
| 18,03
| 66
| 66
|-
|-

Revisión del 21:18 4 may 2009

Macizo de Peñalara visto desde el valle del Lozoya.

El Valle del Lozoya o valle de El Paular es una comarca y valle de montaña situado en la Sierra de Guadarrama (sierra perteneciente al Sistema Central), en el noroeste de la Comunidad de Madrid, España. Su capital es Buitrago del Lozoya.

Limita al oeste con la Tierra de Segovia y la Tierra de Cantalejo, al norte con la Tierra de Sepúlveda (Segovia), al sur con el Alto Guadarrama y el Valle del Jarama (Madrid), y al oeste con el Alto Jarama (Guadalajara).

Aunque oficialmente no está reconocida como estamento dentro de la división administrativa del ámbito de la Comunidad de Madrid, es comunmente englobada junto parte del Valle del Jarama dentro de una comarca artificial llamada Sierra Norte, que no es más que la categorización como comarca del Partido Judicial de Torrelaguna.

Geografía

Valle del Lozoya con Rascafría y la montaña de El Nevero al fondo.

El Valle del Lozoya se encuentra limitado por una serie de cadenas montañosas, pertenecientes todas ellas al Sistema Central, que marcan sus límites de forma natural: los Montes Carpetanos, la Sierra de Somosierra (dos partes de la Sierra de Guadarrama) y las estribaciones más meridionales de la Sierra de Ayllón, perfilan el valle en su vertiente norte. La Sierra del Lobosillo al este, separa en este punto el Valle del Lozoya de la comarca del Alto Jarama. Las sierras de la Cuerda Larga, de la Morcuera, de La Cabrera y sus estribaciones más orientales hasta la presa de El Atazar marcan su límite al sur. La montaña más alta del valle es Peñalara (2.428 msnm), que también lo es de la Sierra de Guadarrama.

Como todas las comarcas al Sur del Sistema Central pertenece casi en su totalidad a la cuenca atlántica del Tajo. El Lozoya, que nace en el valle y lo atraviesa, desemboca en el Jarama en la linde de Madrid, con Guadalajara. También tiene una pequeña parte de cuenca atlántica del Duero, ya que el río Duratón, uno de sus afluentes, nace en la Peña Cebollera, cerca de Somosierra.

Se pueden distinguir varias zonas:

  • El Valle Alto del Lozoya, también conocido con el nombre de Valle de El Paular, que lo forma el curso más alto del río. La localidad más importante de esta zona es Rascafría.

Todo su curso está lleno de embalses que retienen sus aguas para abastecer principalmente a la ciudad de Madrid.

Organización administrativa

Municipios de la comarca del Valle del Lozoya

No existe, por el momento, ningún tipo de organización supramunicipal que englobe a todos los municipios del Valle del Lozoya, aunque existen formaciones como Tierra Comunera, que aboga por la institución de un Consejo Comarcal del Valle del Lozoya como impulsor de las actividades que engloban a toda la comarca, dentro de su plan de comarcalización de Castilla.

El Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid recoge la potestad que tiene el Ejecutivo para declarar una estructura intermedia entre la Comunidad y los ayuntamientos. Pero hasta la fecha, únicamente se han constituido mancomunidades de servicios agrupando a diversos municipios, pero nunca como un ente dotado de poder en algún ámbito, sino solamente como aparatos de cooperación intermunicipal.

Municipios

El Valle del Lozoya lo conforman 30 municipios:

Municipio Superficie (km²) Hab. Municipio Superficie (km²) Hab.
1 La Acebeda 22,06 59 16 Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias 51,28 979
2 Alameda del Valle 25,01 236 17 Madarcos 8,46 41
3 El Atazar 29,55 116 18 Montejo de la Sierra 31,95 330
4 El Berrueco 28,80 543 19 Navarredonda y San Mamés 27,44 144
5 Berzosa del Lozoya 14,32 179 20 Pinilla del Valle 25,84 204
6 Braojos 24.93 176 21 Piñuécar-Gandullas 18,19 184
7 Buitrago del Lozoya 26,50 1.937 22 Prádena del Rincón 22,48 107
8 Canencia 52,70 403 23 Puebla de la Sierra 57,70 103
9 Cervera de Buitrago 12,02 150 24 Puentes Viejas 58,33 456
10 Garganta de los Montes 39,66 395 25 Rascafría 150,28 1.892
11 Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago 24,12 367 26 Robledillo de la Jara 20,35 122
12 Gascones 20,04 147 27 Robregordo 18,03 66
13 Horcajo de la Sierra 20,57 167 28 La Serna del Monte 5,44 108
14 Horcajuelo de la Sierra 24,39 107 29 Somosierra 20,42 116
15 Lozoya 57,94 620 30 Villavieja del Lozoya 23,29 214

Comunicaciones

Existen tres vías principales de acceso al Valle:

Otras vías de acceso son:

Economía

La economía se ha basado tradicionalmente en la ganadería y la explotación forestal. Sin embargo, actualmente es el turismo el motor de la economía del Valle, aunque por la falta de apoyo a los empresarios del sector por parte de las diferentes administraciones, no es capaz de explotar el lugar geográfico privilegiado en el que se encuentra a tan poca distancia de la capital.

Historia

Vista invernal del valle desde el Parque Natural de Peñalara.

Comunidad de Buitrago

Buitrago fue, en sus orígenes, ciudad celtíbera y romana (después musulmana). Alfonso VI de León y Castilla concedió Buitrago y todo lo que es­taba bajo su poder, una vez conquistado, a Sepúlveda. Y así leemos en la confirmación de los Fueros antiguos de Sepúlveda, de 17 de noviembre de 1076:

Ego rex Adefonsus et do hominibus septempublice hunc terminum de Lozoiha usque huc quantum Buitrago habuit in sua potestate, totum do eis, roboro atque confirmo... (Yo el rey Alfonso concedo y doy a los hombres de Sepúlveda los tér­minos del río Lozoya en todo aquello que Buitrago tuvo bajo su potestad, todo lo doy a ellos, corroboro y confirmo...)

Buitrago fue, pues, a raíz de su reconquista, parte de la Tierra o alfoz de Se­púlveda, formando en breve espacio de tiempo su propia comunidad, en época aún del mismo rey, que le concedió fuero y las armas y leyenda de su escudo "ad alenda pecora" (para el sustento del ganado).

La Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago se extendió por todo el valle de su entorno, inclu­yendo su alfoz las aldeas siguientes: Aoslos, El Atazar, Berzosa del Lozoya, Braojos, La Cabrera, Cincovillas, El Cuadrón, Gandullas, Garganta de los Montes, Gargantilla del Lozoya, Gascones, La Hiruela, Hor­cajo de la Sierra, Horcajuelo de la Sierra, Lozoyuela, Madarcos, Mangirón, Montejo de la Sierra, Las Navas de Buitra­go, Piñuécar, Prádena del Rincón, Puebla de la Sierra, Robledillo de la Jara, San Ma­més, La Serna del Monte, Serrada de la Fuente, Sieteiglesias, Villavieja del Lozoya y los despoblados de Bellidas, Canenzuela, Pajarilla, La Nava, Relaños, Rendales, Riosequillo, Santillana, Ventosilla, El Villar y otros.

El recinto amurallado de Buitrago del Lozoya tuvo desde antiguo barrios «extramuros», denominados arrabales de San Juan y del Andarrío, nombre que hace referencia a su situación al otro lado del río Lozoya.

Como toda villa y comunidad, tenía su escudo y su rollo o picota. En el pri­mero figura un toro bajo una encina, con la leyenda "ad alenda pecora". Sa­bemos que estuvo esculpido con piedra en la fuente antigua y se conserva en el sello viejo del Concejo, aunque sin leyenda.

Actualmente se halla reproducido este originario y verdadero escudo de Bui­trago, en hierro forjado, en las cuatro caras de la fuente, sita en la plaza de la Constitución (sobre este escudo original del Concejo de Buitrago se impuso, a partir del siglo XV, el escudo del Marqués de Santillana y casa del Infantado a quien fue entregada la Comunidad en señorío).

Del rollo o picota, símbolo de la jurisdicción, no ha quedado rastro alguno. Sólo encontramos noticia del mismo en "El Patriense", un escritor local que, hacia 1802, nombra una serie de calles importantes y dos plazas, llamadas de Los Toros y la Picota, informándonos también de que en esta última estaba la fuen­te pública.

Dentro de la villa amurallada estaban las iglesias de Santa María del Castillo y de San Miguel, el hospital de San Salvador, la casa del Concejo con la audien­cia y la cárcel.

En el arrabal o barrio de San Juan estaban las iglesias del mismo nombre y la plaza de la Picota y fuente. En el arrabal del Andarrío se encontraba la iglesia de San Antolín.

La Comunidad de Villa y Tierra estaba dividida en cuartos:

Valle del Lozoya visto desde el mirador de Los Robledos.
  • Cuarto de Brao­jos, al que pertenecían las aldeas de San Mamés, Gargantilla, Villavieja, Pinilla y Navarredonda.
  • Cuarto de Garganta, al que pertenecían las de Mangirón, Las Navas, Lozoyuela, La Cabrera y Sieteiglesias.
  • Cuarto de Montejo: Prádena y Horcajuelo.
  • Cuarto de Horcajo: Piñuécar, La Nava, Madarcos, La Acebeda y Bellidas.
  • Cuarto de la Jara: Robledillo, Cervera, Berzosa, Paredes y Serrada.
  • Cuarto de los Aledaños: Gascones, Palomar, La Cabezuela, Gandullas y Cincovillas.
  • Cuarto de las Villas Eximidas: La Hiruela, La Puebla y El Atazar.

Cada cuarto está representado por un procurador o dos. El procurador del cuarto es elegido y enviado al Concejo de la Comunidad para que «en nombre de este cuarto saque la cara a lo favorable y a lo perju­dicial y dañoso contradiga, que para todo le damos nuestro derecho». Los pro­curadores se reunían en la villa, en una casa llamada "casa de la Tierra", sita en el arrabal, donde tenían alojamiento gratuito durante los días de su representación.

El catastro de Ensenada nos declara la extensión y límites de la Tierra de Buitrago de esta manera: «ocupa de lebante a poniente cinco leguas y del norte al sur quatro leguas y media, y de circunferencia más de beinte y cinco leguas por la desigualdad que tiene. Confronta al norte por Tierra de Sepúlveda al oriente con Tierra de Uceda... al sur con la misma Tierra de Uceda y el Berrue­co y al poniente con Tierra de Segovia...»

El Concejo de Buitrago y su Comunidad se celebraba en la iglesia de Santa María del Castillo y, según común tradición castellana, en el interior de la igle­sia se guardaban los documentos y privilegios del Concejo, en una concavidad­ «que está junto al retablo de la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo desta Villa». Así nos lo hace saber un documento de 1555, que hace relación de los documentos en él guardados.

Todos los pueblos de la Tierra formaban comunidad de pastos, siendo comu­nes la mayoría de los montes y tierras, a excepción de lo particular de cada una de las aldeas, que era muy poco, y de los prados, huertas y tierra de labor de propiedad privada de los vecinos, que solían estar defendidos con pared y seto.

La Comunidad de Buitrago, por su situación geográfica, era una comunidad casi exclusivamente ganadera. Por favorecer la ganadería se unieron las comuni­dades de Buitrago, Uceda y la villa de Torrelaguna, que hicieron a tal objeto, ordenanzas y capitulaciones «para la conservación de los dichos términos, ansí en el pasto como en el corte y conservación de montes». Esta firma de conve­nios entre comunidades vecinas era frecuente en toda Castilla.

En el año 1304 se concedió a Buitrago el derecho de feria de ganados. La Villa y su Comunidad son todavía de señorío real. Y así, advierte el rey Fernan­do IV de León y Castilla «que todos aquellos que binieren a esta feria de nuestro sennorío o de fuera de nuestro sennorío a comprar o a vender Christianos, Moros e Judíos, que vengan salvos e seguros por Mar e por tierra, por todo nuestro sennorío». La vieja feria de ganado de Buitrago ha mantenido su importancia hasta la actualidad.

Figura la villa en la guerra civil de Pedro I y su hermano Enrique II, quien la ocupó el año 1368. Tras la muerte de Pedro I y la entrada en el poder de la casa de Trastámara, multitud de comunidades (prácticamente todas habían estado con don Pedro) son entregadas a la nobleza, que había estado de la otra parte. La Tierra de Buitrago fue entregada en señorío a don Pedro González de Mendoza. Según el documento se le donaba las villas de Hita y de Buitrago «con todos sus términos, et todos sus vasallos christianos e judíos e moros, e homes, e mujeres de qualquier edat».

De ello recibió confirmación de parte del rey Juan I, en 1377, en Cortes cele­bradas en la ciudad de Burgos, para sí y para su hijo Diego Hurtado de Mendo­za. Y se convertirá en feudo hereditario con el Marqués de Santillana, Íñigo Ló­pez de Mendoza, que reunió en su persona abundantes título y posesiones: conde del Real de Manzanares, señor de Hita y de Buitrago y de Guadalajara, etc.

Los tributos, pechos, derechos y alcábalas se hicieron cada vez mayores, en perjuicio de la Comunidad. Sabemos que el año 1601 sus rentas ascendieron a 1.761.077 maravedíes, más 75 pesas de lino, 813 gallinas y 500 fanegas de grano; en 1640 llegaron a los 2.200.000 mrs. y en 1670 sobrepasaron los dos millones y medio de maravedíes, más las gallinas, el lino y el mismo número de fanegas de grano.

Por otra parte el duque del Infantado y señor de Buitrago, como un vecino más, podía soltar sus rebaños a los montes comunales, con grave perjuicio para la Comunidad, pues si Buitrago y su Tierra contaba con «28.200 cabezas de todas las edades», el señor duque poseía «34.859 cabezas de todas las edades, todo lanar fino trashumante», en época del catastro de Ensenada.

Las Comunidades sufrieron así un constante deterioro de su poder político y económico ante las depredaciones, más o menos "legalizadas", de los poderosos magnates.

Hoy llaman la atención del visitante las murallas perfectamente adaptadas a las violentas características del terreno, manteniendo una gran solidez. En su ángulo occidental, un robusto y fuerte torreón da paso a la villa amurallada. El castillo ocupa la esquina sudeste de la muralla, siendo algo más moderno que ésta. Es de planta rectangular, construido de mampostería, con torres en los ángulos.

La única iglesia que ha llegado hasta la actualidad, entre las diversas a las que hacen referencia los viejos documentos, está dedicada a Santa María del Castillo. Tiene portada gótico-decadente bajo un tejadillo sostenido por colum­nas. La torre muestra unos ajimeces y ventanas semicirculares dentro del marco cuadrado y orladas de molduras de típica tracería mudéjar.

Valle del Lozoya visto desde la laguna de los Pájaros.

Véase también