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El autismo
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En el caso de que la sensibilidad al gluten no celíaca fuera la causa de la aparición de los síntomas de la esquizofrenia en un subgrupo de pacientes, no solo el tratamiento para estas personas sería más fácil y más eficiente que los [[neuroléptico]]s, sino que también mejoraría su calidad de vida.<ref name=CatassiBai />
En el caso de que la sensibilidad al gluten no celíaca fuera la causa de la aparición de los síntomas de la esquizofrenia en un subgrupo de pacientes, no solo el tratamiento para estas personas sería más fácil y más eficiente que los [[neuroléptico]]s, sino que también mejoraría su calidad de vida.<ref name=CatassiBai />

=== El autismo ===
Existe un intenso debate en la comunidad científica sobre la conexión intestino-cerebro. Varios estudios sugieren una relación entre la [[sensibilidad al gluten no celíaca]] y el autismo.<ref name="CatassiBai">{{cita publicación
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La investigación sobre el efecto de la dieta y la nutrición en el autismo se ha incrementado en las últimas dos décadas, sobre todo en los síntomas de [[hiperactividad]] y atención. Se ha planteado la hipótesis de que algunos síntomas de los trastornos del espectro autista pueden ser causados por los [[Péptido opioide|péptidos opioides]] formados a partir de la descomposición incompleta de los alimentos que contienen [[gluten]] y [[caseína]], que atraviesan la membrana intestinal debido a un aumento de la [[permeabilidad intestinal#Pérdida de la barrera protectora|permeabilidad intestinal]], pasan al torrente sanguíneo y cruzan la [[barrera hematoencefálica]]. Se cree que el exceso resultante de los opioides conduce a los comportamientos observados en el autismo y que la eliminación de estas sustancias de la dieta podría producir una mejoría de estos síntomas.<ref name="CatassiBai" />

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Siempre que se realice previamente todo el [[celiaquía#Criterios diagnósticos|protocolo para buscar una enfermedad celíaca]] y los pacientes sean supervisados por un nutricionista especializado, seguir una dieta sin gluten presenta pocos inconvenientes en aquellos casos en los que no hay otro tratamiento disponible.<ref name=Reilly2016 />


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 20:58 14 jun 2017

Corte sagital del encefalo.

El término Neurogluten se refiere a los trastornos neurológicos causados por el consumo de gluten, que afectan a algún órgano o tejido del sistema nervioso.[1][2]​ Estos trastornos pueden desarrollarse independientemente de síntomas digestivos o de lesión intestinal, es decir, tanto en celíacos como en no celíacos.[3][4]

Las primeras descripciones sobre neurogluten se remontan a los años 60, siendo la ataxia por gluten el trastorno mejor conocido y más estudiado.[2][5]​ Se trata de una enfermedad autoinmune, clasificada dentro de los denominados trastornos relacionados con el gluten desde el año 2010.[6][7]​ Consiste en una afectación localizada en la parte central del cerebelo, donde se coordina el movimiento. Los síntomas que pueden aparecer incluyen problemas de equilibrio, inestabilidad de la marcha (que puede provocar caídas o tropiezos frecuentes) o temblores en las manos, entre otros. El tratamiento con una dieta estricta sin gluten produce una recuperación casi completa de los síntomas, siempre y cuando el diagnóstico no se haya demorado mucho tiempo.[8][9]​ Menos del 10% de las personas afectadas experimenta síntomas digestivos[9]​ y solo un 40% presenta lesión intestinal.[3]

Actualmente, un creciente número de trastornos neurológicos o psiquiátricos se está relacionando en algunos casos con el neurogluten, entre los cuales cabe destacar la neuropatía periférica,[10][11]​ la epilepsia[12][13][14][15][16][17]​ la esclerosis múltiple,[18][19][20]​ la demencia,[21][22]​ la esquizofrenia,[10][11][23][24]​ el autismo,[10][11][25][26]​ la hiperactividad,[27]​ el trastorno obsesivo-compulsivo[28][29][30]​ y las alucinaciones, que algunos autores han denominado "psicosis por gluten".[10][31]

Según el neurólogo Marios Hadjivassiliou, pionero a nivel mundial en el estudio del neurogluten, "Que la sensibilidad al gluten sea considerada principalmente una enfermedad del intestino delgado es un error histórico (...) puede ser principalmente, y a veces exclusivamente, una enfermedad neurológica".[32]

Historia

En 1966 se describieron los primeros casos de complicaciones neurológicas en personas con enfermedad celíaca, en forma de ataxia grave.[1][5]​ En todas estas personas, se demostró que había destrucción de células de Purkinje en el cerebelo y desmielinización en la médula espinal.[1]

A partir de los años 90, a raíz de los trabajos del neurólogo Marios Hadjivassiliou, el neurogluten ha empezado a atraer la atención de la comunidad científica y a estar presente en la bibliografía médica.[1]​ Hadjivassiliou es el pionero a nivel mundial en el estudio de la ataxia por gluten y en demostrar que el gluten puede provocar trastornos neurológicos en personas sin ningún tipo de afectación intestinal.[1][32]​ Hadjivassiliou documentó las primeras series de casos de pacientes tanto celíacos como no celíacos afectados por ataxia por gluten, a los que ha seguido durante varios años.[1]​ Según Hadjivassiliou, "Que la sensibilidad al gluten sea considerada principalmente una enfermedad del intestino delgado es un error histórico. La sensibilidad al gluten puede ser principalmente, y a veces exclusivamente, una enfermedad neurológica. La ausencia de enteropatía (enfermedades que afectan al intestino) no debe impedir a los pacientes el tratamiento con una dieta libre de gluten."[32]

Causas

El neurogluten es provocado por el consumo de gluten y puede aparecer tanto en celíacos como en no celíacos, indepedientemente de la predisposición genética y de la presencia o ausencia de síntomas digestivos o de lesión intestinal.[1][3][4][6]

El gluten es un conjunto de proteínas de pequeño tamaño, contenidas exclusivamente en los cereales de secano, incluyendo el trigo, la cebada, el centeno y la avena, o cualquiera de sus variedades e híbridos (tales como la espelta, la escanda, el kamut y el triticale).[15][33]

El gluten es capaz de atravesar tanto la barrera intestinal como la barrera hematoencefálica, tal como se ha demostrado en estudios en roedores[34]​ y por la presencia de anticuerpos antitransglutaminasa 6 en el cerebro de personas con ataxia por gluten.[35]

Las variedades de trigo moderno, que son las más ampliamente cultivadas y empleadas en todo el mundo (90-95% del total de la producción mundial de trigo) y que permiten elaborar el pan más atractivo y de mejor calidad (desde el punto de vista funcional, no nutricional) presentan una mayor capacidad citotóxica e inmunogénica, debido a su elevado contenido de gluten (80-90% del total de las proteínas).[27][34][36]​ Los criterios actuales para la selección del trigo no tienen en cuenta su valor nutricional, sino sus cualidades funcionales útiles para la industria, razón por la cual se han potenciado y expandido variedades modernas con alto contenido en gluten.[37]​ El gluten es particularmente deficiente en el aminoácido esencial lisina, por lo que cuanto mayor es la proporción de gluten, peor es la calidad de las proteínas del trigo y su valor nutricional.[38]​ El gluten es muy demandado en todo el mundo, principalmente por la industria alimentaria pero también de otros tipos, debido a su bajo coste económico y sus propiedades viscoelásticas y adhesivas únicas.[39]​ Estas características del gluten facilitan la producción de alimentos procesados, comida rápida y aditivos alimentarios,[39]​ cuyo consumo se ha incrementado espectacularmente debido al proceso de industrialización global y a la occidentalización de la dieta.[38]​ El gluten también se emplea en la fabricación de medicamentos, vendas adhesivas, esparadrapos y tiras adhesivas sanitarias, piensos y alimentos para animales de granja y mascotas, todo tipo de productos cosméticos y de cuidado personal, entre otros.[39]

Principales trastornos

La ataxia por gluten

Célula de Purkinje del cerebelo. Inmunotinción.

La ataxia por gluten representa el 40% de las ataxias de origen desconocido y el 15% de todas las ataxias.[3]​ Puede aparecer en personas de todas las edades, incluyendo niños.[40]

Se trata de una enfermedad autoinmunitaria provocada por el consumo de gluten, clasificada en los denominados trastornos relacionados con el gluten.[6][7]​ Se caracteriza por la aparición de un daño en el cerebelo, que se manifiesta como un cuadro de ataxia cerebelosa progresiva (alteración del equilibrio, torpeza, pérdida de coordinación), o más raramente en combinación con mioclonias y temblor palatal,[41]​ todo ello independientemente de la presencia o ausencia de afectación intestinal.[3][6]​ Menos del 10% de los pacientes experimentan síntomas digestivos[9]​ y solo un 40% presenta lesión intestinal.[3]​ Una parte de los afectados tiene anticuerpos antigliadina del tipo IgA y/o IgG positivos, aunque actualmente se han identificado otros anticuerpos cuya determinación estándar aún no está disponible.[3]

El tratamiento consiste en la dieta sin gluten en todos los casos, aunque no haya afectación intestinal.[3]​ Un diagnóstico precoz y el tratamiento con la dieta sin gluten permiten la estabilización e incluso la completa recuperación, que se produce aproximadamente tras un año desde el comienzo de la dieta sin gluten. La principal causa de falta de respuesta a la dieta sin gluten se debe a transgresiones (dieta no estricta).[9][35]​ Asimismo, si el diagnóstico se realiza tarde, cuando ya se ha producido una pérdida considerable de las neuronas de Purkinje, la efectividad de la dieta sin gluten puede ser pobre.[42]

La epilepsia

En una parte de los casos, tanto en niños como en adultos, la epilepsia es secundaria a una enfermedad celíaca o una sensibilidad al gluten no celíaca subyacentes, y puede tratarse de la única manifestación de dichas enfermedades, en ausencia de síntomas digestivos o de otro tipo.[13][14][15][16][17]​ El riesgo de desarrollar epilpesia es mayor cuanto más tiempo pasen la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten sin reconocer y sin tratar, puesto que se relaciona con el tiempo de exposición al gluten.[17]

El cuadro clínico generalmente incluye calcificaciones occipitales y convulsiones procedentes de varias localizaciones cerebrales, si bien también se han documentado casos de epilepsia del lóbulo temporal.[16]

La dieta sin gluten estricta y mantenida puede permitir el control de la epilepsia en estas personas, con una mejora en la frecuencia e intensidad de las convulsiones. Los resultados son mejores cuanto antes se retiren los alimentos que contienen gluten de la alimentación, desde el comienzo de las primeras manifestaciones de la epilpesia.[15][16]

La esclerosis múltiple

El gluten es uno de los factores ambientales que se han relacionado con el desarrollo de la esclerosis múltiple.[20]

La dieta sin gluten se ha empleado en ocasiones como tratamiento, debido a la existencia de casos documentados que confirman la remisión de la esclerosis múltiple simplemente tras la retirada estricta y mantenida de los alimentos que contienen gluten de la dieta.[18][19]

La demencia

Cuando la demencia es causada por una enfermedad celíaca o una sensibilidad al gluten no celíaca, el tratamiento temprano con la dieta sin gluten suele permitir la mejoría o la recuperación completa de la demencia.[21]​ Asimismo, la dieta sin gluten se emplea como prueba diagnóstica ante la sospecha de que la demencia esté provocada por el consumo de gluten.[21]

La esquizofrenia

La esquizofrenia es poco frecuente en sociedades con bajo consumo de gluten[23][43]​ y se ha comprobado un aumento de los casos tras la introducción en las sociedades del trigo, la cebada, la cerveza y el arroz en las dietas.[23]​ y se ha comprobado un aumento de los casos tras la introducción en las sociedades del trigo, la cebada, la cerveza y el arroz en las dietas.[23]

En diversos estudios, se ha observado una reducción drástica e incluso la remisión completa de los síntomas de la esquizofrenia después de la retirada del gluten de la dieta[23][43]​ y la agudización o reaparición de los síntomas tras su ingesta.[43]​ Sin embargo, esto solo se produce en una parte de los pacientes esquizofrénicos.[23]

El mecanismo exacto por el que se produce esta mejoría con la dieta sin gluten aún no ha sido aclarado. Se han propuesto mecanismos inmunológicos, incluyendo la afirmación de que un subgrupo de pacientes esquizofrénicos sufre de intolerancia alimentaria y se beneficia de la adopción de una dieta sin gluten.[24]

Se ha demostrado la elevación de péptidos urinarios en algunas personas con esquizofrenia o con autismo. La elevación de péptidos sanguíneos, entre los que se incluyen ciertos opioides, podría ser ocasionada por una excesiva absorción de exorfinas a nivel intestinal,[24][43]​ como consecuencia de un aumento de la permeabilidad intestinal.[24]​ Este incremento de opioides, que pueden atravesar la barrera hematoencefálica, podría inhibir la normal maduración del sistema nervioso central a nivel sináptico desde edades tempranas, ocasionando disfunciones posteriores. Los mismos opioides podrían ser responsables del aislamiento social, característico tanto de la esquizofrenia como del autismo.[43]

El hallazgo de anticuerpos del tipo IgG contra antígenos alimentarios se considera una evidencia indirecta del aumento de la permeabilidad intestinal. Varios estudios confirman la alta prevalencia de anticuerpos antigliadina entre las personas con esquizofrenia, que se consideran un indicador de la presencia de una sensibilidad al gluten no celíaca.[24]

En el caso de que la sensibilidad al gluten no celíaca fuera la causa de la aparición de los síntomas de la esquizofrenia en un subgrupo de pacientes, no solo el tratamiento para estas personas sería más fácil y más eficiente que los neurolépticos, sino que también mejoraría su calidad de vida.[24]

El autismo

Existe un intenso debate en la comunidad científica sobre la conexión intestino-cerebro. Varios estudios sugieren una relación entre la sensibilidad al gluten no celíaca y el autismo.[24]

La investigación sobre el efecto de la dieta y la nutrición en el autismo se ha incrementado en las últimas dos décadas, sobre todo en los síntomas de hiperactividad y atención. Se ha planteado la hipótesis de que algunos síntomas de los trastornos del espectro autista pueden ser causados por los péptidos opioides formados a partir de la descomposición incompleta de los alimentos que contienen gluten y caseína, que atraviesan la membrana intestinal debido a un aumento de la permeabilidad intestinal, pasan al torrente sanguíneo y cruzan la barrera hematoencefálica. Se cree que el exceso resultante de los opioides conduce a los comportamientos observados en el autismo y que la eliminación de estas sustancias de la dieta podría producir una mejoría de estos síntomas.[24]

Los niños con autismo tienen, en comparación con los controles sanos, niveles significativamente más altos de anticuerpos antigliadina del tipo IgG (pero no del tipo IgA), especialmente aquéllos con síntomas gastrointestinales. También se ha documentado un aumento de los anticuerpos dirigidos a varios otros alérgenos alimentarios, incluidos la caseína y la leche entera.[24]


El empleo de la dieta sin gluten se ha difundido ampliamente entre los padres de niños con autismo, si bien los datos de su efectividad son escasos y no se han confirmado en estudios doble ciego.[44][26][45][46]​ No obstante, en una parte de los casos hay evidencias que sugieren que una dieta sin gluten puede mejorar algunos comportamientos autistas.[26][25][15][10]​ En general, según las observaciones de los padres, la dieta produce una mayor mejora de los comportamientos autistas, los síntomas fisiológicos y las habilidades sociales en los niños con síntomas gastrointestinales, diagnósticos de alergia alimentaria o sospecha de sensibilidad alimentaria; y en aquellos en los que la supresión del gluten y la caseína es estricta, con errores poco frecuentes tanto bajo la supervisión paterna como en el resto de situaciones.[47]

Siempre que se realice previamente todo el protocolo para buscar una enfermedad celíaca y los pacientes sean supervisados por un nutricionista especializado, seguir una dieta sin gluten presenta pocos inconvenientes en aquellos casos en los que no hay otro tratamiento disponible.[44]

Referencias

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