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Pérdida de audición

Símbolo internacional de la sordera y dificultades de la audición
Especialidad Otorrinolaringología, audiología
Síntomas Capacidad auditiva disminuída
Complicaciones Soledad, aislamiento social[1]
Tipos Conductiva, sensoneural, y pérdida de la audición mixta, disfunción auditiva central[2]
Causas Genética, envejecimiento, pérdica de audición inducida por ruidos, algunas infecciones, complicaciones del parto, traumatismos en los oídos, algunas medicaciones y toxinas[1]
Diagnóstico Test de audición
Prevención Inmunización, cuidado del embarazo y prenatal adecuado, evitar los ruidos muy intensos, evitar algunas medicaciones[1]
Tratamiento Ayudas a la audición, lenguaje de señas, implante coclear, subtítulos[1]
Frecuencia En el mundo en 2015 1.33 mil millones / 18.5%[3]
Sinónimos
Dificultades de audición, pérdida de la audición, anakusis o anacusis es la sordera total[4]

Se denomina pérdida de audición, pérdida auditiva o discapacidad auditiva, a la incapacidad parcial o total para oír.[5]​Es uno de los problemas de salud crónicos más comunes, afectando a personas de todas las edades, en todos los segmentos de la población y de todos los niveles socioeconómicos.[6][7]​ Una persona sorda tiene poca o ninguna audición.[1]

La pérdida de audición puede ocurrir en uno o ambos oídos,[1]​ puede ser hereditaria o puede ser el resultado de una enfermedad, traumatismo, exposición de largo plazo al ruido o medicamentos.[8]​ La discapacidad auditiva puede variar desde una leve, pero importante disminución de la sensibilidad, a una pérdida total de la capacidad de oír.[9]​ En los niños, los problemas de audición pueden afectar la capacidad de aprender el lenguaje hablado y en los adultos puede crear dificultades con la interacción social y en el trabajo.[10]​ La pérdida de audición puede ser temporal o permanente. La pérdida auditiva relacionada con la edad suele afectar a ambos oídos y se debe a la pérdida de células ciliadas cocleares.[11]​ En algunas personas, especialmente en las personas mayores, la pérdida de audición puede provocar aislamiento y soledad.[1]

Síntomas[editar]

Las personas con pérdida de audición pueden experimentar alguno de los siguientes problemas o todos:

Predisponentes y clasificación[editar]

La pérdida de audición puede ser causada por una serie de factores, entre los que se incluyen: la genética, el envejecimiento, la exposición al ruido, algunas infecciones, complicaciones de nacimiento, trauma en el oído y ciertos medicamentos o toxinas.[1]​ Una enfermedad muy común que puede desembocar en la pérdida de la audición son las infecciones crónicas del oído.[1]​ Ciertas infecciones durante el embarazo, como el citomegalovirus, la sífilis y la rubéola, también pueden causar pérdida de audición en el niño.[1][12]​ La pérdida auditiva se diagnostica cuando una prueba de audición determina que una persona no puede escuchar 25 decibelios o menos en al menos un oído.[1]​ Se recomienda que todos los recién nacidos reciban al menos una prueba de audición.[10]​La pérdida auditiva se puede categorizar como leve (25 a 40 dB ), moderada (41 a 55 dB), moderada-severa (56 a 70 dB), severa (71 a 90 dB) o profunda (superior a 90 dB).[1]​Hay tres tipos principales de pérdida auditiva: pérdida auditiva conductiva, pérdida auditiva neurosensorial y pérdida auditiva mixta.[2]

Tipos según el déficit funcional[editar]

Se denomina pérdida de audición o hipoacusia al déficit funcional que ocurre cuando un sujeto pierde capacidad auditiva, en mayor o menor grado. Llamamos umbral auditivo al estímulo sonoro más débil (de menor intensidad) que es capaz de percibir un determinado oído. Frecuentemente encontramos el manejo de los términos sordera e hipoacusia como sinónimos aun cuando no lo son.

Sordera[editar]

La sordera es la pérdida de la audición que altera la capacidad para la recepción, discriminación, asociación y comprensión de los sonidos tanto del medio ambiente como de la lengua oral. La pérdida auditiva es mayor de 70 decibelios, lo que les permite oír sólo algunos ruidos fuertes del ambiente como los provocados por una motocicleta, una aspiradora, una sierra eléctrica o un avión.

Hipoacusia[editar]

La hipoacusia es la pérdida parcial de la capacidad auditiva. Esta pérdida puede ser desde leve o superficial hasta moderada, y se puede dar de manera unilateral o bilateral dependiendo de que sea en uno o ambos oídos; esta pérdida puede ser de más de 40 decibelios en adelante. Las personas con hipoacusia habitualmente utilizan el canal auditivo y el lenguaje oral para comunicarse. Se benefician del uso de auxiliares auditivos para recuperar hasta en un 20 a 30 % de la audición.

Variables del entorno (en edades tempranas)[editar]

Ambiente familiar:

  • Nivel socioeconómico.
  • Capacidad de favorecer una comunicación intensa, condicionada por la aceptación de la sordera del niño y por la capacidad de adaptarse comunicativamente con él.

Ambiente escolar:

  • Importancia de la articulación y atención temprana.
  • La escolarización en un centro integrado o especial.
  • Se suele agrupar en centros de integración preferente a fin de favorecer la comunicación y evitar el aislamiento.

Clasificación según las características[editar]

Para estudiar la pérdida de audición es necesario caracterizarla, así podemos clasificar las hipoacusias de formas tales como:

  • Clasificación cuantitativa: según la cantidad de pérdida de audición.
  • Clasificación topográfica: con respecto al lugar donde asienta la lesión que produce el déficit.
  • Clasificación etiológica: de acuerdo con la etiología de la hipoacusia.
  • Clasificación locutiva: en relación con el lenguaje. Aunque esta no es correcta, ya que la capacidad del habla puede ser desarrollada, la capacidad locutiva (capacidad del habla) depende de dos cosas: la estimulación de aprendizaje y el nivel de desarrollo de las cuerdas vocales (una persona con pérdida profunda de oído, no significa que no se desarrollen físicamente las cuerdas vocales).

Clasificación cuantitativa[editar]

Existen pues muchas clasificaciones, la más didáctica a efectos prácticos sea quizás la clasificación cuantitativa, que establece los siguientes niveles:

  • Normoaudición: el umbral de audición tonal no sobrepasa los 20 dB HL en la gama de frecuencias conversacionales.
  • Hipoacusia leve: Pérdida no superior a 40 dB para las frecuencias centrales.
  • Hipoacusia moderada: Pérdida comprendida entre 50 dB y 70 dB.
  • Hipoacusia grave: Pérdida comprendida entre 70 dB y 90 dB.
  • Hipoacusia profunda: Pérdida superior a 90 dB.

Clasificación topográfica[13][editar]

  • Hipoacusia conductiva: Esta ocurre cuando algo impide que las ondas sonoras pasen al oído interno. Puede suceder por una variedad de problemas, incluidos los cuerpos extraños, las infecciones o por problemas de la membrana timpánica.
  • Hipoacusia neurosensorial: Esta ocurre cuando el nervio auditivo o las células ciliadas del oído interno (cóclea) son dañados por la edad, el ruido, enfermedades, lesiones, infecciones, por un traumatismo encéfalocraneano, medicamentos tóxicos, o por una condición hereditaria.
  • Hipoacusia mixta: Es aquella que abarca tanto una hipoacusia conductiva como neurosensorial.

Diagnóstico[editar]

Existen diversos métodos para el diagnóstico de la hipoacusia:

Acumetría[editar]

La acumetría se realiza con diapasones de distintas frecuencias (128 Hz, 256 Hz, 512 Hz, 1024 Hz, 2048 Hz), es lo que se conoce como Set de Hartman.[14][15]

Es un método diagnóstico cualitativo. Su principal misión es distinguir entre la hipoacusia de transmisión y la hipoacusia neurosensorial.

Tests[editar]

Se realizan distintas pruebas para llegar al diagnóstico: Rinne, Weber, Schwabach y Gelle.

Rinne[editar]

La prueba de Rinne compara la calidad de la percepción de sonidos entre la transmisión mediante la vía aérea y la transmisión por vía ósea (a través del mastoides) en un solo oído, es monoaural.[16][15]

Se coloca un diapasón vibrando sobre el mastoides, a continuación, se acerca a la oreja, entonces se le pregunta al paciente, cuando ha escuchado el sonido con mayor intensidad.

Es positivo cuando la transmisión por vía aérea es mayor que la transmisión por vía ósea. Esto indica una audición normal o una hipoacusia de percepción.

Es negativo cuando la intensidad por vía ósea es mayor que la de la vía aérea. Esto es indicativo de la hipoacusia de transmisión.

Pueden aparecer falsos negativos en pacientes con cofosis.

Weber[editar]

La Prueba de Weber, evalúa ambos oídos a la vez, es binaural.[17]​ Se coloca el diapasón en la línea media, y según que oído perciba mejor el sonido, se dará un diagnóstico:

  • Hipoacusia de percepción: el sonido se lateraliza hacia el lado sano.
  • Normal: el sonido no se lateraliza, se escucha igual por ambos oídos.
  • Hipoacusia de transmisión: el sonido se lateraliza hacia el lado enfermo.

Schwabach[editar]

La Prueba de Schwabach compara la vía ósea del oyente y el examinador.[18]

  • Si el oyente percibe el sonido durante más tiempo que el examinador, significa que su vía ósea está más desarrollada, por lo que sufre de hipoacusia de transmisión.
  • Si el oyente percibe el sonido durante el mismo tiempo que el examinador, el paciente no sufre de hipoacusia.
  • Si el oyente percibe el sonido durante menos tiempo que el examinador, el paciente sufre de hipoacusia de percepción.

Gellé[editar]

La principal función de la prueba de Gellé es la detección de la otosclerosis, que da un Gellé negativo.[19]​ Para ello se utilizan el diapasón y pera de politzer.

  • Se insufla aire por el conducto auditivo externo y a continuación se pone el diapasón en la cabeza. Como le hemos causado daños al conducto auditivo, no oirá el sonido emitido por el diapasón.
  • Gellé - : el sonido se oye (otosclerosis)
  • Gellé + : el sonido no se oye (no hay otosclerosis)

Audiometría tonal supraliminar[editar]

Sirve para valorar la capacidad de reclutamiento, la fatiga auditiva y la adaptación en la hipoacusia neurosensorial. El estímulo auditivo que se utiliza supera el umbral del sujeto.

Causas y prevención[editar]

Aproximadamente la mitad de los casos de pérdida de audición en el mundo se podrían prevenir con medidas de salud pública.[1]​ Entre las medidas más efectivas se incluyen la inmunización, el cuidado adecuado durante el embarazo, evitar ruidos fuertes y evitar ciertos medicamentos.[1]​ La Organización Mundial de la Salud recomienda que los jóvenes limiten la exposición a sonidos fuertes y el uso de reproductores de audio personales a una hora al día en un esfuerzo por limitar la exposición al ruido.[20]​ En los niños es particularmente importante la identificación temprana y el apoyo.[1]​ Exponer a los trabajadores a ruidos fuertes durante largos periodos de tiempo crea el riesgo de pérdida auditiva neurosensorial. Por este motivo, se recomienda utilizar equipos de protección individual, aunque la investigación científica haya demostrado que no son del todo eficaces.[21]​>[22]

Tratamiento[editar]

menudo la pérdida de audición conductiva puede corregirse con audífonos o tratamiento quirúrgico (Implante coclear).[23][1]​ El lenguaje de señas, y los subtítulos pueden resultar útiles.[1]La capacidad de leer los labios es otra habilidad útil que algunos desarrollan. [1]​ Sin embargo, en muchas partes del mundo el acceso a los audífonos es bastante limitado. [1]​ A

Epidemiología[editar]

En el año 2013, había alrededor de 1100 millones de personas afectadas por pérdida de audición.[24]​ Provoca al menos un cierto grado de discapacidad en alrededor de 466 millones de personas (5% de la población mundial) y discapacidad moderada a grave en 124 millones de personas.[1][25][26]​ De las personas con discapacidad moderada a grave, 108 millones viven en países de ingresos bajos y medios.[25]​ Entre aquellos afectados con pérdida auditiva, en 65 millones su afección comenzó durante la infancia.[27]

La prevalencia en Estados Unidos según el Estudio de cohorte denominado Beaver Dam,[28]​ realizado el 2011, concluyó que la pérdida de audición es un problema crónico muy común, y mucho más en personas adultas, ya que aumentaba según la edad del paciente:

  • 3 % entre los 21 y 34 años
  • 7 % entre los 35 y 44 años
  • 11 % entre los 44 y 54 años
  • 25 % entre los 55 y 64 años
  • 43 % entre los 65 y 84 años

Además que la Organización Mundial de la Salud estima que la pérdida auditiva afecta alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo.[29][6]

Límites de exposición al ruido.

Aquellos que hacen uso del lenguaje de señas y son miembros de la cultura sorda se ven a sí mismos como poseedores de una diferencia en lugar de una enfermedad.[30]​ Muchos de los miembros de la cultura sorda se oponen a los intentos de curar la sordera[31][32][33]​ y algunos dentro de esta comunidad ven con preocupación los implantes cocleares, ya que los perciben con el potencial de eliminar su cultura.[34]​ El término "discapacidad auditiva" a menudo se ve de manera negativa, ya que enfatiza lo que las personas no pueden hacer. [30]

Impacto en un niño[editar]

La adquisición del lenguaje va a ser el principal problema de los niños sordos. A menudo la disminución auditiva lleva a presentar en los niños/as conductas anormales, esto hace que el diagnóstico se dificulte, se confunda con un niño distraído, falto de comprensión, autista e incluso discapacitado intelectual, sin embargo estos niños/as pueden ser tan inteligentes como cualquier oyente.

La problemática auditiva no afecta de la misma forma a todos los niños, ya que esto depende de la edad en que aparezca la pérdida y la gravedad de esta y de acuerdo a esto serán las consecuencias que tenga el niño. La edad crítica para la aparición de problemas auditivos graves es a los tres años de edad. Se considera un problema grave a partir de una pérdida severa o mayor, porque con pérdidas menores a 70 decibeles, aun cuando sean desde el nacimiento, los niños pueden adquirir, por un lado el conocimiento sobre la funcionalidad del lenguaje y por otro lado la gran mayoría de sus elementos fonológicos, sintácticos, pragmáticos y semánticos.

Los niños y niñas sordos no desarrollan el lenguaje de forma espontánea; así los niños y niñas sordos de padres y madres oyentes aprenden el lenguaje oral que se utiliza en su entorno familiar. Es muy importante estimular a los bebés sordos a realizar sus emisiones orales con significado diferenciado, incluso en las situaciones de una defectuosa reproducción fonológica. También tienen mayores dificultades para adquirir los conocimientos. Como la lectura de textos escritos.

La pérdida de audición no es sólo la pérdida del sonido, sino toda la serie de consecuencias que esto conlleva en la adquisición del lenguaje oral y en el desarrollo integral del niño. Los niños y niñas con problemas auditivos no tienen por qué presentar problemas en su capacidad intelectual, aunque en su evolución si se llegan a enfrentar con problemas para adquirir el lenguaje. La sordera afecta a la generación y desarrollo de las representaciones mentales, basadas en sonidos y/o grupos fonológicos del habla.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

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  2. a b Shearer AE, Hildebrand MS, Smith RJ (2014). «Deafness and Hereditary Hearing Loss Overview». En Adam MP, Ardinger HH, Pagon RA, Wallace SE, Bean LJ, Stephens K, Amemiya A, ed. GeneReviews [Internet]. Seattle (WA): University of Washington, Seattle. PMID 20301607. Consultado el 6 de agosto de 2020. 
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  5. «Deafness». Encyclopædia Britannica Online. Encyclopædia Britannica Inc. 2011. Archivado desde el original el 25 de junio de 2012. Consultado el 22 de febrero de 2012. 
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