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Pardeamiento[editar]

El bosque esclerófilo en la zona central de Chile caracterizado por ser siempreverde, en los últimos decenios ha cambiado la apariencia de sus hojas tornando su característico color verde por un color café, los científicos han nombrado a este fenómeno como pardeamiento o browning, y han logrado identificar a través de estudios científicos que este fenómeno se debe a la mega sequía, la cual prolongada puede causar disfunciones en la fisiología de los árboles. El cambio es atribuible a la reducción de las precipitaciones resultante del cambio climático, pero en otras zonas del mundo a pesar de enfrentarse a las mismas situaciones de escasez hídrica, estas no han presentado variación alguna en su fisonomía, por lo tanto esto sugiere que el browning está ocurriendo por variables combinadas las cuales pueden compensar, mitigar, amortiguar o agravar los efectos del cambio climático y las sequías en los bosques. [1]

Pardeamiento en bosque esclerófilo de Chile[editar]

El pardeamiento es un fenómeno cada vez más presente en Chile, la vegetación siempreverde ha presentado en el último tiempo una inusual coloración café que refleja su deterioro por la mega sequía en Chile, desde el año 2010 el territorio comprendido entre la regiones de Coquimbo y de la Araucanía ha experimentado un déficit de precipitaciones cercano al 30%.

Un grupo de científicos elaboró el primer estudio en Chile sobre el pardeamiento o browning en la zona central, mostrando que los bosques en la precordillera de Santiago sufrieron una mayor pérdida de verdor que los costeros. [2]

Este déficit de lluvias ha permanecido desde entonces de forma ininterrumpida y ocurre en la década más cálida de los últimos 100 años, exacerbando el déficit hídrico a través de la evaporación en lagos, embalses y cultivos. La persistencia temporal y la extensión espacial de la actual sequía son extraordinarias en el registro histórico, la escasez de agua sigue irrumpiendo en la geografía nacional, acelerando sus efectos a raíz del cambio climático. La zona central de Chile vive una de las sequías más extensas desde que hay registros en el país, por lo que ya ha sido categorizada como “mega sequía”, permitiendo el manifiesto del pardeamiento, trayendo grandes impactos negativos como: empobrecimiento de nutrientes, pérdida de la biodiversidad, calentamiento global, disminución de la humedad, la conservación y restauración de los ecosistemas, optar por  lograr estrategias para evitar el pardeamiento. El gran valor que tienen en sí, más que desde un punto de vista utilitario, ayudará a la conservación de plantas y animales. El pardeamiento podría retrasarse cuando se recupere el régimen de precipitaciones. Sin embargo, considerando que la tendencia es que las precipitaciones disminuyen regímenes históricos de precipitación es incierta. [2]

Historia de megasequía en Chile.[editar]

Para introducir el tema primero se debe definir sequía y cómo se diferencia de una mega sequía. Una sequía se define como:

“un fenómeno natural caracterizado por la prevalencia de bajos niveles de la disponibilidad de agua durante largos periodos, como consecuencia de la reducción de los niveles de precipitación, aumento de la demanda evaporativa atmosférica o ambas” (Wilhite, 2000; Mishra y Singh, 2010)

Relativo a la mega sequía se caracteriza por ser la prolongada sequía tiene su antecedente en la denominada “megasequía” definida por el investigador René Garreaud observando el período 2010-2015.

En la zona centro-sur de Chile, las proyecciones a futuro indican un incremento sostenido de las temperaturas y una disminución cada vez mayor de las precipitaciones. Esto puede potenciarse debido a la ocurrencia de sequías cada vez más duraderas y de mayor severidad en esta zona del país. Tales condiciones ya han causado una mega sequía sostenida desde la región de Valparaíso hasta la región de la Araucanía desde el año 2010 en adelante.

Desde el año 2010 en adelante, se ha registrado una de las sequías más importantes desde que se tiene registro climatológico, en la cual se ha notado una disminución, con respecto a los estudios anteriores, de un 30% menos de precipitaciones que el de los regímenes normales. Teniendo en cuenta el contexto de sequías, ya sea, asociado al cambio climático o por sus respectivas consecuencias antropogénicas dentro de la región, es importante contar con estudios actualizados y específicos que puedan poner en relieve los efectos de estos fenómenos en la resiliencia de las coberturas de bosques nativos interiores [3]​. La temperatura global ha aumentado en 0,87 °C al comparar los años 2006-2017 con el período 1850-1900, lo que ha tenido efectos colaterales en la precipitación y la variabilidad climática.

A su vez, Chile es un país caracterizado por una gran extensión latitudinal y variación altitudinal. Ello determina una gran variedad de ecosistemas y, por ende, de servicios ecosistémicos. Si bien existen evidencias de efectos directos e indirectos del cambio climático en los ecosistemas de Chile, hay grandes brechas de conocimiento debido a una falta de estudios de largo plazo y la corta duración de los proyectos de investigación, entre otras. Esta sequía prolongada puede causar disfunciones en la fisiología de la vegetación de la zona, lo que causaría alteraciones estructurales que incluyen abscisión de hojas, desprendimiento de brotes, muerte regresiva del dosel y, en casos extremos, la muerte de especies, dañando de forma permanente el suelo, la biodiversidad, el agua y provocando de manera indirecta catástrofes naturales. [1]

Especies y su tolerancia a la sequía[editar]

Entre los 30º y 40º latitud se ubican cinco regiones mediterráneas, todas consideradas puntos críticos de la biodiversidad. Estos son de alta importancia ya que los ecosistemas mediterráneos son muy escasos y albergan un importante porcentaje de biodiversidad. En el caso de Chile Central, una de las cinco regiones mediterráneas ubicadas en esta latitud, destaca su aislamiento geográfico y variadas condiciones climáticas que le han otorgado la particularidad de albergar un alto porcentaje de especies endémicas. Estas particularidades se traducen en una región mediterránea diversa en cuanto a flora y fauna se trata y a modo de evidencia se destaca como la “Región de los Bosques Templados de Chile” ha sido denominado uno de las treinta y cuatro puntos críticos o “Hotspots” de la biodiversidad a nivel mundial. Durante varias décadas, este ecosistema mediterráneo se ha visto afectado por la sequía que enfrenta y ha enfrentado Chile. Una serie de cambios y alteraciones que ha experimentado parte de la flora y fauna de este punto crítico ha sido registrada y estudiada por diferentes entes para establecer cómo la sequía prolongada impacta la región mediterránea. [4]

A modo de precisar el sector que se estudiará, se presentan distintas denominaciones para la vegetación de la región mediterránea de la zona central de Chile donde bosque esclerófilo será la predilecta para referirse a esta región ya que es el principal objeto de estudio o investigación de este artículo. El bosque esclerófilo presenta una alta diversidad vegetacional donde se pueden encontrar arbustos (altos, bajos y espinosos), suculentas, herbáceas, árboles esclerófilos y árboles laurifolios. Su presencia dependerá, entre algunos factores, de la exposición de esta vegetación en las laderas y su altitud donde se podrán observar cambios en flores y estructura de la flora. A modo de ejemplo, estos son algunos de los especímenes encontrados en este tipo de bosque: el Peumo se apreciará más al ascender por una ladera que tiene menor exposición solar y consecuentemente mayor retención de la humedad, a media ladera se puede encontrar Quillay y Litre junto a arbustos y herbáceas durante la primavera, y en la parte superior de las laderas se encontrará vegetación propia de un hábitat más seco y rocoso como Chaguales y Cardoncillo. Todos estos cumplen diferentes funciones cuando se trata de albergar otras especies. Los frutos y semillas de árboles y arbustos son una importante fuente de alimentos para aves y roedores, las copas de árboles sirven como refugio para aves para construir sus nidos, los arbustos albergan reptiles, anfibios y micromamíferos que se refugian en las bases de los troncos y sus densas ramas y por último, en laderas altas, las lagartijas y roedores encuentran refugio rápido y alimento entre las rocas expuestas. [4]

La biodiversidad albergada en este ecosistema mediterráneo es numerosa. Hay un sinfín de relaciones entre especies que, de ser alteradas, podrían significar un impacto negativo para la flora y fauna que habita el bosque esclerófilo. Durante las últimas décadas, se ha dejado registro de cómo la biodiversidad del bosque esclerófilo está siendo impactada negativamente por la mega sequía que enfrenta Chile. Esta mega sequía, la peor en 70 años, pone en peligro al bosque esclerófilo de Chile Central mediante evidencia de los primeros indicios de desertificación y cambios en la distribución de las aves. A grandes rasgos, si la temperatura global continúa aumentando y las precipitaciones siguen decayendo en el país, habrán grandes cambios en la distribución de ecosistemas resultando en un paisaje muy distinto al actual donde se estima que parte de la  vegetación mediterránea podría convertirse en vegetación de desierto. Existe constancia del déficit de precipitaciones en Chile Central y el resto del país donde se relaciona este, en parte, con el cambio climático antrópico obteniendo como consecuencia la muerte paulatina de follaje en el bosque esclerófilo en la cuenca de Santiago. La presencia de sequías en Chile no es un fenómeno nuevo o poco recurrente, se ha dejado evidencia de este suceso por lo menos desde hace cuatro siglos pero esto difiere con la situación actual ya que desde el siglo pasado que la incidencia de sequías va en aumento. Esto afecta particularmente a especies nativas quienes podrían no adaptarse a estas nuevas condiciones a tiempo resultando en pérdida masiva de flora y fauna del bosque esclerófilo. Se teoriza que las especies exóticas invasoras podrían estar mejor adaptadas a sequías, lo que resultaría en pérdida de especies nativas y un posible reemplazo de estas. Algunos ejemplos de  especies invasoras serían Pinus, Acacia y Eucalyptus que bajo perturbaciones como períodos de sequía podrían verse favorecidas ya que cuentan con maneras de adaptarse a estos cambios que le otorgan ventaja ante la competencia con otras especies nativas. Algunas especies se verían favorecidas ante la alta mortalidad de especies nativas ya que existe menos competencia y otras podrían amenazar la flora nativa de manera muy invasiva ante la ausencia de heladas que suponen un peligro para las plántulas iniciales de estas especies invasoras. Otro factor de riesgo son proyectos para combatir la sequía con vegetación capaz de soportarla ya que estas podrían ser potenciales especies exóticas invasoras, desplazando así a la vegetación nativa. [5]

Por otro lado, la mayoría de los ecosistemas de Chile, incluyendo el mediterráneo, están relacionados con la humedad del suelo de verano que dependen, entre otros factores, del nivel de precipitaciones en invierno. Es por ello que la sequía presenta un grave problema para estos ecosistemas ya que con la escasez de precipitaciones vividas durante las últimas décadas es muy difícil que se mantengan las condiciones de humedad y temperaturas dentro del rango natural necesario para que estos ecosistemas prosperen. Aparte del bajo nivel de precipitaciones, otro factor a considerar que ha sido afectado por la sequía son los niveles de agua almacenados a modo de reservas o napas. Estos han disminuidos sistemáticamente lo que se traduce en una disminución de la actividad fotosintética por parte de bosques nativos en la región mediterránea resultando en una pérdida de agua que no se recupera ya que al perder agua la planta y suelo, mediante transpiración y evaporación, y no haber un proceso de almacenamiento por la escasez de precipitaciones invernales, no existe un ciclo que permita que los niveles de humedad o almacenamiento hídrico vuelvan a restablecerse cuando el déficit de precipitaciones es tan significativo como en la presente mega sequía que atraviesa el país y consecuentemente el ecosistema mediterráneo. [5]

A pesar de todo lo expuesto, hay un poco de incertidumbre sobre cómo la sequía afecta realmente al bosque esclerófilo. Para conocer o entender sus impactos se podría estudiar considerando dos factores generales: límites de tolerancia de sequía por parte de las especies leñosas del bosque esclerófilo y el nivel de regeneración arbórea. Este bosque tiene un alto nivel de rebrote pero se desconoce hasta qué punto llega su límite o más bien hasta cuándo aguantará el bosque esclerófilo en constante sequía y una tendencia a la disminución de precipitaciones. Existe una falta de información ecológica y ecofisiológica que permita establecer la tolerancia de las especies ante la sequía que amenaza al ecosistema mediterráneo. Se desconoce cómo afectará a poblaciones, su capacidad reproductiva y su nivel de regeneración. [5]

Efectos de la sequía en conjunto al cambio climático[editar]

El cambio climático es un fenómeno que ha alterado los servicios de los ecosistemas, incluyendo las condiciones de vida de los seres vivos. El principal problema que está  provocando es el incremento de la temperatura, que según el IPCC aumentó un 1,5 C° a nivel global. Simultáneamente ha habido una disminución de precipitaciones que han generado sequías en distintas partes del mundo. [5]

A causa de la sequía que se vive actualmente las entidades públicas han promovido el uso de vegetales que se adapten a este fenómeno, pero muchas de estas especies introducidas podrían ser especies exóticas invasoras, que pondrían en riesgo a la flora y fauna endémica del territorio chileno. De esta forma no solo nuevos vegetales estarían entrando al territorio chileno, sino que además especies invasoras, insectos y nuevas plagas, etc. De esta forma es que la flora y fauna endémica se vería amenazada por un territorio más restringido y por la nueva competencia del lugar. [5]

Las especies exóticas que han ingresado al territorio, también se pueden ver en los hongos que han afectado gravemente a algunas especies arbóreas, causando la muerte temprana del follaje en estas especies, un ejemplo de esto es la Araucaria Araucana. Entre los posibles causantes de este fenómeno están los hongos que atacan directamente a esta especie o la falta de agua. [6]

Pero la Araucaria Araucana no es la única especie afectada, pues otros árboles pertenecientes al bosque esclerófilo también han presentado colores café y hojas secas en este , como el Maitén, Quillay y el Litre . A causa de esto, el follaje muerto y seco se acumulara como biomasa en la superficie de cada árbol, por lo que este sería un impulsor en los incendios forestales[1]

Un 71% de las especies de plantas acuáticas son consideradas nativas. Lamentablemente estas especies de plantas se han visto fuertemente amenazadas debido a la sequía. Las especies Isoetes savatierii y Potamogeton stenostachys de lagos y lagunas andinas, así como Pilea elegans y P. elliptica de arroyos del interior de los bosques valdivianos, se consideran vulnerables. [5]

Parte de una línea de la investigación aborda que los sistemas hídricos de Chile se han vuelto vulnerables, pues ya es evidente la reducción del tamaño de los lagos andinos salinos del país, alterando las condiciones de vida a las aves acuáticas.

Otro ejemplo de esto sería la calidad del agua del Río Biobío, uno de los más grandes de Chile, puede verse negativamente afectada por sequías prolongadas, las cuales inducen a un aumento de la concentración de metales y nutrientes (2010-2015). Asimismo debido a la variación climática y urbanización la pérdida de humedales conlleva pérdida de desregulación de los servicios ecosistémicos en los próximos años. [5]

La mayoría de los ecosistemas que pertenecen a Chile, están ligados a la humedad. Debido a esto mismo la sequía es un impedimento para que estos ecosistemas funcionen con la naturalidad que los caracteriza. La escasez hídrica a deformado la vida de todos los seres vivos en la tierra, si esta variación continua va a determinar condiciones de temperatura y humedad del suelo que caen fuera de los rangos naturales de tolerancia de las especies por lo que todas las especies serán consideradas vulnerables con el tiempo. [5]

Referencias bibliográficas[editar]

https://es.wikipedia.org/wiki/Pardeamiento

  1. a b c Miranda, Alejandro; Lara, Antonio; Altamirano, Adison; Di Bella, Carlos; González, Mauro E.; Julio Camarero, Jesus (2020-08). «Forest browning trends in response to drought in a highly threatened mediterranean landscape of South America». Ecological Indicators (en inglés) 115: 106401. doi:10.1016/j.ecolind.2020.106401. Consultado el 30 de noviembre de 2021. 
  2. a b Díaz, Paula. «La alarmante pérdida de resistencia del bosque esclerófilo: al menos un tercio ha disminuido su verdor por la megasequía en la zona central (Ladera Sur)». 
  3. Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 (Noviembre 2015). «La megasequía 2010-2015: Una lección para el futuro». 
  4. a b S, Cristián Bonacic (2010). Fauna Andina: historia natural y conservación. José Tomás Ibarra. ISBN 978-956-319-940-6. Consultado el 30 de noviembre de 2021. 
  5. a b c d e f g h Marquet, Pablo A. (2020). Biodiversidad y cambio climático en Chile : evidencia científica para la toma de decisiones.. Consultado el 30 de noviembre de 2021. 
  6. Saavedra, Angel; Willhite, Elizabeth (2017). Observaciones y Recomendaciones Relacionadas con la Muerte de Ramas y Follaje (Daño Foliar de la Araucaria) en Araucaria araucana en los Parques Nacionales del Sur-Centro de Chile. doi:10.13140/RG.2.2.34569.70246. Consultado el 30 de noviembre de 2021.